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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Capítulo 5 - DINASTÍA ACADIA


LA DINASTÍA ACADIA

Los semitas. Orígenes y oleadas. Sargón y la fundación del Imperio acadio. La dinastía sargónida. Organización política y vida económica. Religión, sociedad y cultura. La lengua acadia. La literatura.

Dinastía de Akkad


Concepto semita: Historiográficamente, aparece en el siglo XVIII y se usa como resultado del análisis de la Biblia. Se le atribuye al hijo de Noé, Sem. En el Génesis, está la tabla de las naciones donde explica por dónde se distribuye cada uno de los hijos de Noé. Hay muchas dudas. Simplificando, a los semitas se les considera un tronco lingüístico y étnico, que aparece con Sargón. Se dice que provenían de Arabia y de allí pasan a la zona de la Transjordania, al norte, al país de Amurru; este sería un punto intermedio de la migración semita, ya que en el 2.400 ya están asentados en Akkad, con la figura de Sargón.

No se puede establecer un tipo racial semita.

De la familia semítica se conservan registros escritos ininterrumpidos desde el 2500 a. C. hasta el presente, lo que hace de ella la mejor testimoniada históricamente. Compárense los 4500 años de registros de lenguas semíticas con los algo más de 3500 años de textos en lenguas chinas, los 3400 años de textos griegos o los 3200 años que median entre las primeras inscripciones en egipcio antiguo y los últimos textos en copto). Los primeros textos semíticos conocidos están escritos en acadio (ca. 2500 a. C., - 1600 a. C.), eblaíta (ca. 2400 a. C.), ugarítico (ca. 1400 a. C. - ca. 1185 a. C.), lenguas cananeas (ca. 1200 a. C.), hebreo antiguo (ca. 1100 a. C.- 250 d. C.), fenicio-púnico (ca. 1000 a. C. - 200 d. C.) y arameo antiguo (900 a. C. - 250 d. C.).
Pero la evolución lingüística sí se ha podido hacer:
  • Semita sudoccidental: Localizada por el país de Amurru, es decir, por Arabia. Se prolonga hasta nuestra época ya que es el árabe. También está el etíope.
  • Semita noroccidental: En Palestina y Siria. Hay dos bloques, siendo el primero el que agrupa al eblaíta[1], amorreo[2] y el ugarítico[3]; y el segundo, a partir del siglo II, el cananeo[4], hebreo[5], arameo[6] y fenicio[7].
  • Semítico oriental: El acadio antiguo (mitad del III milenio), el babilonio y el asirio. 

Hay 5 oleadas migratorias:
  1. En el cuarto milenio, antes del desarrollo sumerio, ya existían semitas en el sur. Sería el pueblo “x” que dejó una serie de nombres semitas en estas tierras.
  2. Hacia el 2.900, van los cananeos al sur de Mesopotamia, que ocuparán una serie de puertos que tendrán mucha importancia en época fenicia.
  3. Hacia el 1.500, llegan los hebreos a Palestina, procedentes de Mesopotamia. También, aparece un pueblo enfrentado a los asirios, los arameos, organizados en tribus. Este último pueblo es asimilado por los asirios y ponen fin a la escritura cuneiforme, que es sustituida por el arameo.
  4. Sobre en 500 a.C., los nabateos fundan en Jordania la urbe de Petra.
  5. En el VII d.C., el Islam, originado en Arabia, se extiende por todo Oriente Próximo y el norte de África. 
No conocemos el nombre de la madre de Sargón porque, en teoría, era una sacerdotisa, quien no podía romper los votos de castidad: o era prostituta o casta, pero siempre dentro del templo. Tuvo el hijo de forma ilegal y lo abandona en el río en una cesta. Por suerte, fue salvado por un aguador, Akki, quien le cría y consigue colocarlo de copero del rey del momento, Lugalzagesi. Seguramente esta historia sea el origen del mito de Moisés.

AKKAD (Sargónida) (2340-2159)
Sargón
Rimush
Manishtushu
Naram-Sin
Sharkalisharri
Irgigi
Nanum
Imi
Elulu
Dudu
Shu-Durul

Sargón formó entonces el primer imperio de la Historia. 

Características de un imperio:
  • La potencia debe controlar territorios en el extranjero. Por ello, Egipto siempre fue un reino, nunca un imperio.
  • Asociar la divinidad con el rey. Con los semitas, a partir de Naram-Sin los reyes pasan a llamarse dioses.
  • Centralismo político> En este caso, la capital era Akkad, y el resto del territorio se dividía en provincias controladas por unos funcionarios desde la capital.  
Aún no se ha localizado Akkad. En teoría, la fundó Sargón, pero Glassner dice que ya existía antes, que Sargón tan sólo construyó muchas cosas (templos,…). La ciudad perduró hasta la llegada de los persas, pero ha desaparecido su rastro. De hecho, todo lo que se sabe del Imperio Acadio nos viene sus provincias, así que el día que se descubra Agadé, como así se llamaba también a la capital, todo cambiará. Unificó el territorio bajo un nuevo idioma, el acadio, más sencillo que el sumerio. Se quitaron muchos signos (sumerogramas) y se utilizó la primera moneda.

Sargón:
De él se conocen muchas leyendas, siendo la más importante la ya comentada de su nacimiento.

Su padre y sus hermanos procedían de Azupiranu, una urbe donde seguramente se producía azafrán, debido a que etimológicamente el nombre significa eso. Está en las montañas. 
La Lista Real le considera fundador de Akkad y antes de eso Copero Real.
Se ignora cómo conquistó Sumer y cómo pudo construir y organizar su imperio. Sí se sabe, sin embargo, que luchó con Lugalzagesi. Más leyendas sobre él:
  • Una le presenta luchando con Ebla.
  • Otra en la que se dice que llegó a Chipre buscando cobre.
  • Una expedición al “Bosque de los cedros”, que se cree que estaba por el actual Líbano.
  • Unos semitas fueron atacados en Anatolia y Sargón los ayudó, con lo que pudo llegar hasta allí.
  • Otra dice que desde el mar Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico las caravanas de Sargón recorrían todos los lugares. 
Sargón significa “rey verdadero”. No se conoce su nombre real. 
Hay un texto de presagios que dice que Sargón acabó sus días maldecido por sus dioses al profanar el templo de Babilonia, lo cual es imposible porque en esa época dicho edificio ni existía.
Otro documento nos indica que venció en 34 batallas.
En otro, que incluso las naves de la India atracaban en sus puertos.
Sargón gobernó 56 años, y en algunos pasajes se hacer llamar “el que ha recorrido las cuatro zonas”.

Su hija Enheduanna, (fin del siglo XXIV a. C.) Fue nombrada por su padre suma sacerdotisa de Nanna o Nannar, el dios-Luna sumerio, una de las mayores divinidades del panteón mesopotámico, en Ur.
Enheduanna es sobre todo célebre en Mesopotamia por haber sido una poetisa brillante. La más célebre de sus obras es un himno dedicado a Inanna de Ur (a veces llamado Exaltación de Inanna), y otros cinco poemas le son igualmente atribuidos. Sus temas son religiosos: himnos al dios Nanna y a su templo de Ur, más también a la diosa Inanna, protectora de la dinastía de Akkad. Enheduanna es la autora más antigua de la Historia, porque escribió los primeros textos que se pueden atribuir a un autor. Es también la única mujer entre los grandes autores de la literatura mesopotámica.
Todo lo comentado hasta ahora es la historia oficial; la intrahistoria seguramente fue distinta porque Sargón fue un rey impío, sacrílego y cruel.
Su figura aparece en los textos de El-Amarna, de Ebla, de Hattusa (capital de los hititas).
Casi al final de la historia de Mesopotamia, otro rey se hizo llamar Sargón (II).
El monarca asirio impuso la monarquía hereditaria.
Rimush: Sucedió a su padre en 2.284. Se deduce, por documentos, que en los últimos años de Sargón ayudó a su padre a mantener unido el Imperio, conteniendo las sublevaciones sumerias. Durante su gobierno seguirá controlando la práctica totalidad de las urbes mesopotámicas. Lucha, entre otros sitios, como en Elam a cuyo rey lo lleva encadenado a la Ciudad del Sol, Sippar. Rimush además fundó una ciudad cerca de Nínive. En Nippur se hizo colocar una estatua suya de plomo, con una inscripción en sumerio y acadio (es uno de los textos bilingües más antiguos).
Seguramente Rimush acabó con un golpe de Estado de su hermano Manishtushu. Se piensa que dicho complot pudo realizarse de tal manera: aunque los súbditos no debían llevar armas en presencia del rey, sí podían portar los kunukku (cilindros-sello, algo así como un DNI), así que un grupo de funcionarios le tiraron los suyos, matándole así a pedradas.
El Imperio Acadio es el primer imperio universal.

Manishtushu: Se conocen reformas de tipo agrícola. Tenemos el Obelisco de Manishtushu, con forma de pirámide; en sus textos pone que este gobernante había comprado tierras en Kish y Nippur, para repartirlas a sus partidarios. En realidad, es imposible que comprase dichas tierras, era más fácil conquistarlas. Desde el inicio de su reinado, Manishtushu hizo frente a sublevaciones. También guerreó con semitas del Imperio Asirio. 
*Los semitas introdujeron en Sumer la propaganda de poner estatuas del rey en todos lados. Son grandes, como mínimo de tamaño natural.
*Hasta los semitas, la referencia de los años se ignora, es decir, que del Primer Periodo Sumerio no se sabe ninguna fecha exacta; los semitas ponían a cada año el hecho más importante del año anterior (por ejemplo, la construcción del templo tal). El Año Nuevo sumerio se celebraba entre Marzo y Abril. Lo que para nosotros era un año, para los sumerios eran dos.

Naram-Sin: Es el hijo del anterior, que sube al trono en el 2.260. Reinó durante 37 años. Durante su reinado el Imperio acadio alcanzó su cenit. Comenzó su reinado con una gran sublevación de más de veinte reyes mesopotámicos a la que venció con contundencia. A partir de ahí Naram-Sim se lanzaría a la conquista del mundo conocido, extendiendo sus dominios desde Elam al mar Mediterráneo, conquistó Siria, la región de Alepo y descendió hasta Sinaí, que fue arrebatada a Egipto. Tales fueron sus triunfos que ordenó esculpir la estela de Naram-Sin y se autoproclamó dios. Fue el primer rey mesopotámico en proclamar su divinidad, y el primero en ser llamado "rey de las cuatro partes del mundo", es decir, del universo:
“Naram-Sin, el varón fuerte, dios de Acad, rey de las cuatro partes del mundo”.

Tuvo tratos con el Valle del Indo (Meluhha para los acadios) y controló gran parte del territorio del golfo Pérsico. Naram-Sin expandió su imperio derrotando al rey de Magan y las tribus de los montes Tauro. Construyó los centros administrativos de Tell Brak y Nínive y continuó con la política de nombrar a familiares para ocupar cargos rituales o religiosos en diversas ciudades y templos del imperio, o como gobernadores para mantener un control efectivo y muy centralizado de los diferentes territorios del imperio.
Ya en esta época aparecen los qutu/guti, unos montañeses que los Zagros, que serán los que acaben con el último rey acadio, esto es, el fin del gobierno semita. Volviendo a Naram-Sin, hizo por lo tanto frente a los qutu, además de a los nacionalistas sumerios, que buscaron la ayuda de los montañeses para echar a los acadios. La muerte de este soberano se achaca a que él profanó el templo de Nippur, robando sus riquezas.
Según la mitología mesopotámica, el dios Inanna abandonó a la ciudad de Agadé y provocó la caída de Acad debido al sacrilegio cometido por Naram-Sin al llevarse algunas estatuas divinas de Ekur (es decir, el templo de Enlil en Nippur, el dios supremo del panteón sumerio). Enlil hizo salir a los gutis de las montañas como si fueran una plaga y destruyeron el imperio de Acad. Se dice que el poseía el ejército más grande hasta el momento: 360.000 hombres a su mando.
Después de Naram-Sin gobierna Sharkalisharri, que es sucedido a su vez por Igigi, quien se titula “rey de Akkad”, no del país; de éste, se cree que se enfrentó a los qutu.
Los qutu, por tanto, fueron el instrumento que los dioses pusieron para echar a los acadios.

Instituciones
Por supuesto, hay que recordar que todo lo que se conoce es sólo por las provincias debido a que aún se está buscando Agadé, la capital de Akkad. Había una monarquía hereditaria, en la que el soberano se rodeaba de poder de tal forma que hay un acercamiento cada vez mayor hacia la divinización del monarca; este hecho lo vemos claramente en Naram-Sin, que es llamado también ilum, es decir, “dios”. De hecho, éstos se llamaban a sí mismos “rey de las 4 zonas”, es decir, de todo el mundo conocido hasta entonces. 
El soberano además colocaba a sus hijos e hijas en importantes cargos de todo tipo (administrativo, militar,… y, sobre todo, religioso, para así controlar mejor los templos).

Economía:
La economía sumeria debido a su situación social y geográfica fue única en su tiempo y no tiene comparación con cualquier otra conocida. El marco de su economía se basaba principalmente en una base agrícola autosuficiente, que les permitía sin mucha dificultad mantener unas condiciones alimenticias y de vivienda básicas y que con el paso del tiempo alcanzó unos niveles de excelencia tales, que les permitió invertirlos en un próspero comercio exterior; cambiando de un sistema económico básico de simple subsistencia, a otro basado en el comercio exterior y que permitió la importación de otras materias primas básicas, que favoreció el desarrollo de su civilización. 
Este primer episodio comercial que debió darse inicialmente entre las ciudades-Estadio sumerias y que se mantuvo durante toda la historia de Sumer, rápidamente se extrapoló a otras regiones colindantes, alcanzando en su madurez regiones tan distantes como la península de Omán o el extremo oriental de Irán, pasando por el Líbano actual o el Golfo Pérsico en general, es decir, las relaciones comerciales sumerias fueron extensas y complejas, como veremos más adelante. 
Teniendo en cuenta la escasez de materias primas que existió en la zona del creciente fértil mesopotámico, dicho echo tuvo que llevar a los sumerios a ideárselas para importarlas de otras regiones del exterior, veamos cuales fueron las más importantes:
  • Se tiene constancia de un importante intercambio comercial entre Sumer y la región del Golfo Pérsico, que incluye las zonas del actual Omán y Bahrein, estos intercambios comerciales debieron iniciarse desde mediados del III milenio.
  • Debido a la escasez de clorita, esta debió importarse de diversas zonas casi todos ellos procedentes de la zona del actual Irán.
  • El estaño, el oro, la plata y el cobre debió importarse de las zonas del Valle del Indo, iniciadas desde la segunda mitad del III milenio.
  • El lapislázuli, muy valorado en la época y considerado de gran lujo, se debió importar de las minas procedentes del actual Afganistán, iniciándose este intercambio en el último cuarto del III milenio.
La economía fue dirigida en un principio por el templo, para pasar con el paso del tiempo a manos del palacio. El centro económico se centraba en el ganun (almacén u oficina de trabajo) lugar donde aparte de almacenar productos propios y redirigir los excedentes, también lo fue de los importados y actuó como centro regulador económico general, ya que en el estaban inscritos y registrados las muchas categorías de trabajadores especializados sumerios. Estas categorías de trabajadores iban desde personal agrario, ganadero y artesano.
En tiempos acadios fue positiva ya que el rey protege a los comerciantes. En relación con esto tenemos el mito del Rey del combate (ya mencionado antes), en el cual Sargón ayudó a unos comerciantes que estaban en Burushkanda (al este de Turquía) y que habían sido atacados.
Se aseguran las rutas comerciales. Establecen un principio de moneda, usando argollas de metal; por ello, el trueque a partir de ahora tendrá una referencia Monegal.

Agricultura:
Las tierras estaban divididas en tres, las tierras del templo o del dios correspondiente, las divididas entre el estamento clerical y finalmente las tierras que eran otorgadas a razón de meros jornaleros a gentes no pertenecientes a ningún estamento dominante. Esta repartición de las tierras fue modificándose con el paso del tiempo pasando a partir del periodo acadio, cada vez más, del estamento clerical al palaciego, produciéndose sin mayores traumas este cambio tan acusado y en mayor parte debido a que los reyes del Imperio de Ur fueron nombrados como dioses en vida, circunstancia por la cual hacia más que justificado el cambio.
Se producen repartos de tierra y reformas agrarias, o al menos eso dicen los textos (Lara Peinado lo duda).

Religión:
Los sacerdotes semitas cambiaron el nombre de las divinidades sumerias pero mantuvieron sus cualidades. Se mezclaron las dos religiones para así evitar rebeliones por parte de los sacerdotes sumerios. Ej/ Inanna> Isthar.
El culto se desarrollaba en los templos, en grandes casas o en santuarios, los cuales se convertían en centros religiosos que concentraban los recursos económicos y políticos de la sociedad. Este lugar de culto solía estar situado sobre una gran plataforma o terraza, orientado según los puntos cardinales sumerios y que reciben el nombre de zigurats, con un exterior construido a base de adobes y ladrillos y embellecidos por placas de mármol y con un interior distribuido en naves y capillas, adoptando un sistema de eje acodado (disposición que impedía ver directamente desde la entrada la cámara de la divinidad).
Los templos se iban construyendo superpuestos unos encima de otros, cubriendo los restos, que servían de cimientos. 
Como hecho resaltado hay que recalcar que para toda la historia sumeria no se han encontrado estatuas de dioses en el interior de los templos, siendo las estatuas halladas, representaciones de orantes y de reyes que se creen que funcionarían como portavoces de éstos hacia la divinidad. 
La lista de sacerdotes la encabezaba el en y su elección se establecía mediante un rito adivinatorio. Los templos contaron también con personal religioso femenino y que solían ser hijas de reyes. Hay que resaltar el marcado carácter político que adquirió en un primer momento el en, o jefe religioso, dirigiendo la comunidad y actuando como “rey” del territorio, para ir con el tiempo y a partir del tercer milenio perdiendo esta vertiente, acabándose por separar finalmente los ámbitos políticos y religiosos.
Los cultos y ceremonias estuvieron perfectamente regulados dentro de unas líneas uniformes para todo el país, estableciéndose sacrificios, cruentos e incruentos, de personas o animales, libaciones de agua, cerveza, vino y aceite y ofrendas de exvotos, bienes y comida. En cuanto a las ofrendas éstas podían ser de carácter regular o ceremonial, soliéndose dejar dentro del templo y consistiendo en comida o bebida, estatuillas de orantes y animales como peces, cabras, ovejas o aves.

Administración:
Hacia el 2330 a.C. y en época de Lugalzagesi, el título de lugal sobrepasó en todos los aspectos al de ensi. Sería con los acadios cuando Mesopotamia conoció por primera vez en su Historia, la autoridad de un único rey, que concentró en su persona la totalidad de los poderes. Los reyes acadios organizaron su Estado bajo tres factores, universalismo, militarismo y centralismo administrativo. Sobre el rey gravitó todo el proceso imperial, asumiendo muchas veces la divinización en vida. Los reyes acadios no dudaron en delegar sus poderes, en los lugal y ensi vencidos, dejándoles al mando de sus ciudades, donde ejercieron de gobernadores. 
Durante la etapa neosumeria y volviendo al antiguo concepto de la ciudad-templo, los reyes de Ur serán los únicos lugal legítimos. La cancillería se puso en manos de un gran visir o primer ministro, el más alto funcionario del Estado. En cada provincia se hallaba un ensi o gobernador con funciones civiles o militares y un shagin o comandante militar, cargos que podían ser intercambiables según la situación. 
La maquinaria administrativa de los templos en la etapa neosumeria es muy semejante a la del palacio. 

La administración neosumeria tuvo también otros funcionarios de segundo rango, como inspectores, alcaldes, contables, gendarmes, etc.
  • Tipifican la escritura: Eliminan signos cuneiformes hasta el número de 200, para que todo el Imperio tenga el mismo tipo de escritura. Usan el acadio, mientras que el sumerio queda relegado como lengua culta de minorías.
  • Establecen un sistema de pesos y medidas.
  • Controlan los templos mediante familiares del rey.
  • Controlan zona mediante ciudadelas> Por ejemplo, Rimush fundó la fortaleza de Tur (“castillo”).
  • La ideología del rey la plasman mediante estatuas en las urbes, relieves en rocas,…
Los textos históricos de esa época son importantes porque mencionan a Ebla. En las tablillas aluden a los reyes semitas como “dioses de Akkad”.
Destaca una estatua de cobre donde se recoge un texto alusivo a 9 batallas de un personaje desconocido. En el documento pone que al rey lo tuvieron por dios de Agadé y que se edificó un templo en su honor en dicha ciudad. Seguramente fue Sargón o Naram-Sin.

La sociedad sumeria
La estratificación social
Desgraciadamente se desconoce el grado de organización social y urbana que los sumerios alcanzaron en los primeros momentos del Dinástico Arcaico; aunque en algunas tablillas ya se observa el concepto de en, que designaría en sus primeros momentos, tanto al señor como al sacerdote.
El término en equivaldría al título de un personaje importante, que viviendo en posición privilegiada, dirigiría los destinos de su comunidad urbana o si se quiere, de su unidad de riego, dentro del contexto general hidráulico de Súmer.
La mitología sumeria indica que en los orígenes de los tiempos el supremo consejo de los dioses parceló la tierra en diferentes Estados que se asignaron a otros tantos dioses, quienes a su vez los delegaron en unos cuantos mortales, para que fuesen ellos sus representantes administrativos, situación que como muy bien veremos ahora, colocaba a estos mortales en una clara posición cercana a la divinidad. Esta situación lleva al soberano a una posición privilegiada en la que cada una de sus acciones se ve legitimada por esa decisión divina, éste se convierte pues en un mediador entre la esfera divina y la terrenal y se convierte en el administrador de las tierras de cara al dios, quedando en manos del poder divino la productividad de éstas y el resultado de las batallas.
El nacimiento de las ciudades-Estado cuya característica común era la presencia del templo en el que habitaba la divinidad propietaria de las tierras, provocaría un entente religioso y económico que bien llevado, permitiría la prosperidad material del templo y sus súbditos.
Se desconoce la situación que hizo que en un primer momento las tierras y los bienes económicos fueran propiedad del templo, en vez del palacio o del representante del poder civil.
Sea como fuere, la Baja Mesopotamia a comienzos del tercer milenio, estaba ya estructurada en diferentes ciudades-Estado de carácter teocrático, que habían evolucionado de formas de organización tribal a formas ya urbanas y que presentaban una serie de características comunes: territorio con fronteras delimitadas, organización social, mantenimiento de la paz interna, ideologías y relaciones exteriores con las demás ciudades-Estado, etc.
En los primeros momentos, el sustrato social se encuentra estructurado en torno a familias patriarcales bajo el control de los en, lugal y ensi respectivos, para pasar a un estrato funcionarial en tiempos acadios o bajo el divino soberano en la etapa neosumeria.
La sociedad sumeria se divide en 3 grandes grupos o capas sociales:
Ø  Los hombres libres, formados por los dirigentes, sacerdotes o funcionarios, así como una gran masa de trabajadores sin más beneficio que el poder de su trabajo y siendo siempre estos dependientes de un superior.
Ø  Los semilibres que se veía formada por aquellas personas que se veían obligadas a acudir a la llamada del lugal sin poder negarse a la misma. Esto incluye a aquellas personas a las cuales se les encomendaba una función y que pasaban a recobrar la libertad una vez se hubiese acabado esta.
Ø  Los esclavos que eran considerados como objetos y realizaban las mismas funciones que los hombres libres; llevaban unas señales que delataban su condición. Los esclavos se dividían en dos subclases:
Los condenados a la esclavitud por disposición judicial o por haber vendido sus servicios.
Los prisioneros de guerra.

Los esclavos podían recuperar su libertad si eran adoptados como hijos por su dueño, los cuales la recibirían una vez muerto este o si la compraban.
La clase social esclava no fue ni importante en Súmer ni nunca creó problemas a los libres.

El jefe de la ciudad
El en fue el jefe de la comunidad urbana, en cuanto a representante de la divinidad y por lo tanto el elegido por los dioses. Muy posiblemente este personaje sería el responsable de la organización religiosa del primitivo sistema tribal anterior al nacimiento de la ciudad, teniendo a su cargo funciones específicas como la construcción y reparación de los templos, organización de ceremonias de culto, planificación del sistema hidráulico, explotación de las tierras, administración de los bienes, así como de la defensa del recinto sagrado de la ciudad.
El término lugal, traducido más tarde como rey, apareció conjuntamente con el de en desde el Dinástico Arcaico. Probablemente el lugal, habría poseído la más alta responsabilidad civil, concedida de modo temporal para hacer frente a situaciones excepcionales, pasadas las cuales, quedaría desposeído de dicha prerrogativa. Sin embargo la propia marcha de los acontecimientos acabaría por convertir en permanente el lugalato.
También se conoció una tercera nomenclatura, la de ensi, o administrador del cultivo, de menor importancia que las dos anteriores; dicho título, traducido generalmente como príncipe, se aplicó primero a pequeños soberanos independientes, para pasar a equivaler a gobernador en la época neosumeria.
No faltan casos en que una persona acaparase dos o tres títulos al mismo tiempo.
El poder del jefe de la ciudad, fuese en, lugal o ensi, se transmitió usualmente, a partir del Dinástico Arcaico III, por vía hereditaria o parentesco político.
Estos representantes y líderes de la sociedad, debido a su unión divina con los dioses, se vieron legitimados por éstos en función de sus hechos en la vida cotidiana, ya que, por ejemplo, en casos tan concretos como podían ser los inicios de las guerras o contiendas, éstas siempre acabaron siendo encomendadas por los dioses (como puede verse en la leyenda de Enmerkar y el señor de Aratta), siendo incluso éstos los que decidían su resultado final.

Los banquetes
Esta larga tradición mesopotámica que aglutinó a la sociedad sumeria para la celebración de hechos militares, religiosos o de carácter festivo, sirvió como impulsor propagandístico de las personas que lo presidieron, siendo la mayoría de las veces el dirigente social el impulsor de dicho evento, a través del cual celebró las victorias militares, la construcción de nuevos edificios o festividades concretas siendo quizás la más extendida la celebración del año nuevo sumerio, asociada a la unión de Dumuzi e Inanna.
En estos banquetes se sacrificó una cantidad ingente de animales, como se muestra en numerosas tabletas, resultando en un exceso de comida y bebida, siendo esta última sobretodo vino y cerveza.
Cilindro sello donde se ve representado un banquete - British Museum, Londres
El juego
Poca información es la que nos ha llegado de la tradición lúdica mesopotámica, sí que sabemos que se debieron realizar varios tipos de celebraciones y casi todas ellas estuvieron asociadas al templo y tuvieron cierto carácter religioso, este tipo de celebraciones se solieron realizar dentro de las instalaciones del templo y muchas de las veces los participantes iban desarmados, los que nos lleva a pensar que hubo cierto tipo de influencia posterior en la cultura griega y sus Juegos Olímpicos.
Por otra parte sí que nos han llegado numerosos escritos sobre una larga tradición lúdica de juegos de mesa, siendo el máximo exponente en este apartado el Juego Real de Ur, que data del 2600 a.C. y que podemos encontrar en el British Museum de Londres; este juego de tablero fabricado con una calidad exquisita decorado con conchas talladas, lapislázuli y piedra caliza fue encontrado en las tumbas reales de la ciudad de Ur por Sir Leonard Wooley.
Juego Real de Ur British Museum

Veamos cómo se juega:
El tablero consta de 20 casillas repartidas entre dos zonas separadas por un puente de 2 casillas y que a su vez constan de 12 y 6 casillas respectivamente.
Cada jugador dispondrá de 7 fichas y de 4 dados con forma triangular los cuales tendrán dibujados unos puntos blancos en 3 de sus 6 lados.
Los jugadores jugarán alternativamente uno detrás del otro y la finalidad del juego es la de sacar todas las fichas del tablero (un poco tipo backgamon o parchís) siguiendo un camino determinado, tal que así.

Cuando las fichas de los jugadores coincidan en una casilla, la del último jugador que haya llegado se comerá a la del otro, quitándose del tablero y teniendo que comenzar desde el principio.
Las fichas que caigan en una de las 5 casillas que están decoradas con una estrella reportará una tirada extra.
Podremos sacar todas las fichas que queramos pero no podrán coincidir más de 1 sobre la misma casilla.
Una vez que crucemos el puente, las fichas únicamente podrán salir del mismo por el sitio determinado y con una tirada redonda.
Gana el primero que saque todas las fichas del tablero.
Una tirada de las 4 fichas sin que salga ningún punto blanco, reportará un movimiento de 6 casillas.

La moda sumeria
La forma de vestir del hombre sumerio, al igual que en nuestra moderna sociedad, venía directamente vinculada a la clase social que representaba y a la región de donde procedía. Entre ellos, el monarca, como se puede observar en las diversas figuras que nos han llegado a nuestros días y a partir de la época acadia, solía aparecer vestido con un traje largo a modo de toga y una faja horizontal bajo el pecho; en épocas anteriores a esta y debido al carácter religioso que representaba la figura del monarca o en, éste solía aparecer vestido con un traje de lana con flecos y con la cabeza rasurada al igual que toda persona de alto rango relacionada con el templo.
Las clases menos favorecidas solían aparecer con vestidos o con largas faldas de lana.
El hombre sumerio solía llevar el pelo largo con o sin tirabuzones, sujeto con una cinta o recogido en un moño en la nuca, estas cintas solían estar hechas de metales preciosos o llevar piedras incrustadas dependiendo de la clase social, los soberanos de la época tardía solían llevar el cabello recogido en una gran cinta.
Las mujeres solían llevar puesto vestidos largos con el pelo ornamentado de las más diversas maneras, éste solía peinarse con varias diademas superpuestas o llevarse recogido en moños.
Como dato curioso cabe señalar la cantidad de pelucas que se encontraron en el cementerio real de Ur.
Los hombres solían llevar como complementos pendientes en forma de anillo, mientras que en las mujeres solían tener forma de media luna, pudiendo observar en ambos casos que éstos solían llevarse indistintamente tanto en la nariz como en las orejas; también era común observar otro tipo de joyas como collares, pulseras o amuletos, siendo éstos de lapislázuli, coralina, pasta de vidrio, oro, concha, plata, jaspe, cristal de roca, piedra caliza o ágata, de todas las formas y colores y pudiendo ver incrustados en éstos piedras de la más diversa índole para incrementar su valor y espectacularidad.

El transporte
El medio de transporte por excelencia de la cultura sumeria y debido mayormente a su carácter fluvial fue la barca, con ella navegaron a lo largo del Tigris y Eufrates e incluso se atrevieron con la navegación en mar abierto alcanzando las costas del valle del Indo.
En tierra utilizaron el onagro (asno asiático) tanto para el transporte personal tirando de un carro, como para la guerra, siendo la evolución de éste sorprendente si cabe, sobre todo si tenemos en cuenta que la rueda se inventó hacia el 3200 a.C. y el carro de cuatro ruedas se utilizó de una forma ya generalizada hacia principios del III milenio, incorporando este avance, el uso de unas calzadas ya preparadas. Debido al pesado carácter del carro de cuatro ruedas y debido primordialmente a necesidades bélicas hacia mediados del III milenio éste evolucionó hacia las dos ruedas.

Carros en el estandarte Real de Ur British Museum
Lapislázuli, concha y Betún
Los oficios
Mucha es la información que nos ha llegado de acuerdo a las diferentes profesiones que se practicaban en el antiguo Sumer, pudiendo observar una gran evolución y especialización desde los primeros tiempos de sedentarización del hombre y posterior agrupación en los poblados más allá del 5000 a.C. hasta la ya muy próspera III dinastía de Ur.. Esta evolución llevó consigo a una gran especialización en las diferentes ocupaciones del hombre sumerio, llegando a alcanzarse una gran cantidad de oficios, gozando algunos ellos de cierta autonomía, aunque todos ellos dependientes de una u otra forma del templo o palacio.
Repasemos algunos de ellos:
·       Herrero
·       Alfarero
·       Leñador
·       Artesano
·       Trabajadores del metal
·       Lapidario de piedras preciosas
·       Cantero
·       Carnicero
·       Comerciante

Como podemos observar estos oficios cubrían prácticamente todas las necesidades que podía tener la ciudad-Estado, además de permitir la elaboración de ciertos elementos complejos que eran muy bien recibidos para el comercio.
Este trabajo solía realizarse en casa o en zonas específicas preparadas para ello, formándose áreas a la forma de “gremios”, donde la gente se unía para ejercerlos.
Los salarios o jornales que cobraban estas gentes eran muy bajos, tanto como para garantizar únicamente su subsistencia y normalmente eran pagados en especies, siendo las transacciones comerciales en un principio un mero intercambio, para más adelante establecerse como patrón de intercambio, la cebada, el cobre o la plata.

El proceso funerario
Los sumerios utilizaron el método de la inhumación para el sepelio de sus muertos. Estos enterraban a sus difuntos en tumbas de carácter privado o monumental, normalmente separados según su clase social o sexo, en el caso de niños también llegaron a enterrarse dentro de las casas y en tinajas. El difunto solía enterrarse con el cuerpo de lado y con las piernas dobladas tal cual estuviese dormido.

Literatura acadia
Literatura. Se distinguen en ella tres grandes periodos: 
1) época babilónica antigua; 
2) época de extensión cultural babilónica bajo el dominio casita -medio babilonio y medio asirio-; y 
3) época neoasiria-neobabilónica del tiempo de los Sargónidas. 

Característica acentuada de toda la producción literaria acadia es su profunda dependencia de la sumeria. Fondo y forma se desarrollan bajo esta constante influencia y en sus primeros pasos esta literatura se reduce a un calco o copia de modelos sumerios. Y de igual manera sus grandes creaciones mitológico-poéticas no son sino reelaboraciones de textos y tradiciones sumerias.
En un afán de esquematización y sencillez se puede agrupar la producción literaria acádica en cuatro grandes grupos o géneros literarios:

El épico-mitológico. Refleja y plantea éste los grandes problemas de la Humanidad. Pretende buscar y arrojar luz sobre los orígenes del mundo y del hombre, problema de la muerte y ansia de la inmortalidad, problema del dolor, etc. A esta temática corresponden los poemas Enuma Elis sobre la creación del mundo y del hombre; los mitos de Etana y Adapa sobre la frustración de los deseos del hombre por la inmortalidad y el gran poema -algo así como la epopeya nacional babilónica- de Gilgames, héroe también que fracasa en su búsqueda de la solución del problema de la muerte. Numerosos puntos de contacto con los relatos bíblicos llevan a la conclusión de la existencia de un fondo cultural común al mundo semítico o mejor, oriental, que ha pasado también a la literatura bíblica. La narración del diluvio, la hierba de la vida, la serpiente que devora esta hierba privando al héroe de la posibilidad de la inmortalidad, etc., sugieren paralelos bíblicos de innegable semejanza.

La lírica. Es ésta de carácter acentuadamente religioso. En este campo encontrarnos muy desarrollada la himnología en honor de los dioses -Marduk, Istar, Shamash, etc.-, salmos penitenciales, súplicas a la divinidad. Y con gran profusión también la poesía de conjuros y encantaciones -las grandes series Shurpu y Maqlu-. Todas estas composiciones siguen esquemas y tipos definidos, pero no falta en ellas un profundo lirismo y notas de intenso sentido religioso -sentido de culpabilidad o de confianza plena en la divinidad-. Citaremos como magnífico ejemplo de esta lírica el gran himno al dios Shamash atribuible al final del segundo milenio antes de Cristo, que en una lengua llena de imágenes y con auténtico ímpetu poético canta al sol -el dios Shamash- como dador de vida, vigía y defensor de lo justo. Estos himnos y salmos despiertan en el estudioso ecos y semejanzas con los salmos bíblicos. Los poemitas Ludlul bel Nemeqi, llamado el «Job babilónico», y Poema acróstico sobre la mísera condición del hombre, llamado el «Kohelet» o «Eclesiástico babilónico», nos indican ya, con su designación de paralelos bíblicos, la semejanza de temática entre ellos.

El historiográfico. De amplia difusión en esta literatura y representado especialmente por las grandes inscripciones asirias. En realidad, no faltan en ningún periodo. Las antiguo-babilónicas destacan por el carácter pacífico de las mismas, que generalmente se refieren a construcción y dedicación de templos, ciudades y obras de interés común. Pero la gran masa es de la época asiria y neoasiria y su carácter es totalmente distinto por el tono de exaltación guerrera que predomina en ellas. No se puede hablar de historia propiamente dicha. Son más bien exaltación del rey que, con el favor de las divinidades protectoras, ha llevado a cabo sus grandes empresas, agrandadas aún más en la exposición de las mismas. Literatura de formas estereotipadas y fijas ofrece, sin embargo, gran interés para el conocimiento de este periodo de la Historia. Detalle singularmente característico es la forma en que suele presentarse la intervención de las divinidades en favor del rey. A través de sueños, visiones o manifestaciones escritas comunican las divinidades su voluntad. Véase: «En un sueño le dijo: Busca en Asurbanipal remedio contra tus enemigos». «Sobre el pedestal del dios Sin estaba escrito: los que hacen la guerra a Asurbanipal morirán...». Fórmulas éstas no ajenas a otras que la Biblia emplea a veces y que arrojan luz sobre el modo de enjuiciar la intervención de Dios en la historia o de atribuirle los acontecimientos históricos.
Y, finalmente, el género, digamos jurídico, como perfecta expresión del cual se presenta el famosísimo código de leyes de Hammurabi.
El epistolar, muy abundante, y el complejo y numeroso grupo de textos sobre magia y astrología -augurios-, tan desarrollado entre los babilonios y que tantos datos ofrece de singular interés para el conocimiento de la vida cotidiana y el ambiente cultural del mundo

De literatura que se conserva de esta dinastía, destacan:
  • Leyenda de Sargón.
  • Leyenda del Rey del combate.
  • Leyenda de Naram-Sin>
  • Maldición de Akkad: Debido al hurto por parte de Naram-Sin del templo de Nippur, éste es condenado a que su imperio se desmorone. Es anacrónico porque realmente hubo muchos reyes más después de éste.
La leyenda de Sargón es una narración relacionada con Sargón el grande, rey de Acad, y Fundador de la dinastía de Agadé[8].Vivió durante el siglo XXIV a.C. y fue recordado como:
El gran monarca de su tiempo, ya que creó el imperio acadio que sobrevivió un siglo y medio dominando casi la totalidad de la Mesopotamia. Es considerado el creador del primer imperio de la historia, y desde ese entonces los reyes de la zona pasaron a autodenominarse reyes de Sumer y Acad, lo que demuestra que a partir de la acción de Sargón el grande quedó establecido el nombre y la entidad política de la región.
Conocemos la leyenda de Sargón a través de cuatro diferentes tabletas. Cada tableta es fragmentaria, proviniendo tres de ellas (las copias A, B y D) de la biblioteca de Assurbanipal, ubicada en la moderna Kujunjik, asentada sobre la antigua Nínive, en la margen oriental del Tigris; la copia C fue encontrada en la antigua Dilbat, ubicada unos 30 km. al sur de la antigua Babilonia y cuyo nombre actual es Daitén. Recientemente se ha podido confirmar la identidad de este lugar con el Tell al-Deylam. Las primeras copias están escritas en neo-asirio, mientras que la copia C lo es en neo-babilonio. Las copias A, B y D están publicadas en Cuneiforme Text from Babylonian Tablets in the British Museum XIII (1901), láminas 42-43.

La biblioteca de Assurbanipal está fechada en torno al año 650 a.C.
La leyenda fue compuesta en algún momento entre el tiempo de Sargón el grande, durante
el período babilónico antiguo (aprox. 2300-2100 a.C.) y el tiempo de Assurbanipal en el período neo-asirio (aprox. 911 hasta 650 a.C.) en cuya biblioteca se encontraron las copias.
Es posible que la leyenda haya tenido un largo período de transmisión oral, y que haya sido puesta por escrito al cabo de varios años o siglos luego del nacimiento del rey. Aunque también es posible que haya sido redactada en un tiempo no muy lejano a su muerte.

El texto
Ofrecemos la siguiente traducción, tomada de la versión en inglés de E. A. Speiser en J. Pritchard, Ancient Near Eastern Texts. With supplements, (Princeton, Princeton University Press, 1969), pág. l19.

Sargón, el poderoso rey, rey de Agadé, soy yo.
Mi madre fue una cambiante[9], a mi padre no lo conocí.
Los hermano(s) de mi padre amaron las colinas.
Mi ciudad es Azupiranu, la cual está ubicada en los márgenes del Eúfrates.
Mi cambiante madre me concibió, en secreto me dio a luz.
Ella me puso en una canasta de juncos, con betún selló mi tapa.
Ella me echó en el río, el cual no se elevó sobre mí.
El río me sostuvo y me condujo hasta Akki, el depositario del agua, Akki, el depositario del
agua, me levantó cuando él sumergió su jarro,
Akki, el depositario del agua, [él me tomó] como su hijo (y) me apoyó. (10)
Akki, el depositario del agua, me designó su jardinero.
Mientras yo fui su jardinero, Ishtar me concedió su amor, y por cuatro y [...]
años yo ejercí el reinado.
El [pueblo de] cabezas negras yo dirigí, yo gob[erné];
Poderosas [mon]tañas con hachas de bronce yo conquisté.
Las zonas altas yo escalé.
Las zonas bajas yo [atra]vesé.
Las [tie]rras marinas tres veces rodeé.
Dilmun mi [mano] capturó.
[Hacia] la gran Der yo [fui], yo [...]
[...] yo alteré y [...] (20)
Cualquier rey que pudiera surgir después de mí,
[...]
Dejen a él diri[gir, dejen a él gobernar] al [pueblo de] cabezas negras;
[Déjenle conquistar] poderosas [montañas] con hachas [de bronce],
[Déjenle] escalar las zonas altas,
[Déjenle atravesar las zonas bajas],
¡Déjenle rodear las [tierr]as marinas tres veces!
[Dilmun dejen que su mano capture],
¡Déjenle subir [hacia] la gran Der y [...]!
[...] desde mi ciudad, Aga[de...] (30)
[...] ... [...]

(Aquí se quebró la tableta y el resto se ha perdido)
El texto puede ser dividido en tres partes:
1. Prólogo (líneas 1-12)
2. Narración (líneas 13-21)
3. Epílogo (líneas 22-31)
A) En el prólogo, podemos distinguir los siguientes elementos:
A) Orígenes: líneas 1-4
B) Tradiciones populares:
1. la adopción 5-8
2. carrera como jardinero 9-11
3. relación con Ishtar 12

Observaciones
Línea 2. La ciudad Azupiranu no aparece nombrada fuera de nuestro texto. No tenemos ninguna otra referencia de ella.
Línea 12. Ishtar. Es la diosa babilonia del amor y la fertilidad, a la vez que la reina del cielo. Corresponde a la diosa sumeria Innana.
El prólogo desarrolla la autobiografía de Sargón comenzando con la afirmación de que él ya es "rey poderoso" (línea 1). Luego se presenta a sus padres. No se ofrece el nombre de ninguno de ellos, pero sí se dice que su madre fue una "cambiante". El contexto hace entrever que esta expresión puede referirse a su previa condición de extranjera ahora incorporada al pueblo asirio; o a un ascenso en la escala social en caso de haber nacido fuera del círculo de la nobleza. De su padre se dice que es desconocido.
Las líneas 5-8 desarrollan su nacimiento y adopción. No se nos dice la razón por la cual la madre lo concibe en secreto ni por qué lo coloca en una canasta en el río.
Línea 18. La expresión "Los países del mar yo rodeé por tres veces", significa que un determinado lugar fue conquistado o rodeado con una muralla.
Línea 19. Es materia de discusión la ubicación de Dilmun. Es posible que estuviera ubicada en el litoral árabe. Podría ser la actual Bahrain o ciertas islas en el golfo Pérsico; también podría ubicarse en la costa oriental del golfo.
Línea 20. Tampoco podemos estar seguros respecto a la ubicación de la ciudad de Der. De hecho este nombre fue muy popular y varias ciudades llevaron nombres iguales y derivados.
El epílogo (líneas 22-31) cierra nuestro relato. Se dirige a los súbditos instándolos a que obedezcan y dejen gobernar a quienes lo sucedan.

Leyenda de Naram-Sin
Tan poderoso y violento como la figura de su abuelo, Naram-Sin se convirtió en el tema de muchas tradiciones, algunas elogiosas, pero sin mucha adulación. Lo recuerdan como el rey que causó la destrucción de la ciudad de Agadé y el final de una dinastía.
Extendió las fronteras del imperio despiadadamente, describiéndose como "Rey de los Cuatro Cuartos", que significó evidentemente Señor de todo el Mundo Civilizado como entonces fue conocido.
También se auto proclamó "Conquistador de Arman y Ebla" y se jactó que fue el primero en destruir estas ciudades. La afirmación tiene algo de verdad, porque cuando los arqueólogos desenterraban Ebla en 1,974, encontraron evidencia de una enorme conflagración y la ciudad fue destruida en esta era. Las ruinas de Arman todavía tienen que ser localizadas.
Una composición sumeria conocida como "La Leyenda de Naram-Sin" relata su expedición a la tierra de las montañas donde no sólo destruyó las ciudades rebeldes, sino también perdió a su ejército entero en el proceso.
Nos presenta a los uman-manda, la primera oleada de los medos. Descienden a la capital y luchan con Naram-Sin, quien sale victorioso. Ordena después de la batalla recogen los cuerpos inertes de sus hombres y para diferenciarlos de los enemigos se tenía que pinchar en los cuerpos; si salía sangre eran los suyos, pero si no es que eran sus contrarios y había que dejarles ahí. Respecto a  este hecho, algunas personas han querido ver una intervención extraterrestre (por lo de no tener sangre y esas cosas).

Maldición de Akkad: Debido al hurto por parte de Naram-Sin del templo de Nippur, éste es condenado a que su imperio se desmorone. Es anacrónico porque realmente hubo muchos reyes más después de éste.
"¡Oh, Ciudad, que osaste atacar al Ekur, tú que has desafiado a Enlil! 
Akkad, tú que osaste atacar al Ekur, tú que has desafiado a Enlil.
Que tus bosquecillos queden reducidos a un montón de polvo...
Que la arcilla de que están hechos tus muros vuelva al Abzu de donde salió
Que tus ladrillos sean malditos por Enki. 
Que tus árboles vuelvan a sus bosques (o 'que tus granos retornen a su surcos'),
Que tus árboles sean malditos por Ninildu.
Tus bueyes, abatidos —que así puedas abatir a tus mujeres en su lugar.
Tus carneros, degollados —que así puedas degollar a los niños en su lugar.
Tus pobres —que así puedan ser obligados a ahogar sus preciosos (?) hijos...
Akkad, que tu palacio, construido con el corazón alegre,
se hunda en medio de la angustia (o 'se convierta en una ruina lamentable')
Y que los seres maléficos de la estepa desierta hagan resonar allí sus aullidos;
Que los zorros barran con la cola los montones de ruinas
allí donde se celebraban tus ritos y tus fiestas (o 'allí donde se alzaban tus puertas monumentales').
Que en los caminos de sirga de tus barcas ('a lo largo de los canales'),
no crezcan más que hierbajos;
Que en los caminos de tus carros,
no crezca más que la planta de la lamentación;
Más aún, que en los caminos de sirga
y los embarcaderos de tus barcas
Ningún ser humano pueda pasar, a causa de las cabras salvajes,
de las sabandijas (?), de las serpientes y de los escorpiones.
Que en tus llanuras, dónde crecían las plantas que calman el corazón,
No crezca más que la caña de lágrimas.
Akkad, que en lugar de tu agua dulce,
no fluya más que agua amarga ('salobre').
Que el que diga: «Quisiera establecerme en esta ciudad»,
no encuentre sitio adecuado para instalarse;
Que el que diga: «Quisiera descansar en Akkad»,
no encuentre sitio adecuado para dormir."

Arte
Pocos son los restos que han llegado hasta nosotros del arte sumerio; sin embargo, bastan para formarnos una idea de su grado de desarrollo. Las esculturas del patesi Gudea y de su hijo, esculpidas en diorita y alabastro, respectivamente, nos permiten valorar su alto grado artístico, el que se distingue por su realismo.
Para este tipo de escultura de bulto utilizaron la piedra dura, pero para los relieves, es decir, la escultura plana que sobresale ligeramente sobre una plancha lisa que le sirve de fondo, o bien ahuecada en su superficie, emplearon la caliza blanda. En sus relieves, como en sus pinturas, predomina la ley de la frontalidad, puesto que nos brindan las imágenes como los egipcios, o sea con cuerpo y ojos de frente, y rostro y pies de perfil. También se conservan, de esa época, estatuas de madera recubiertas con láminas de metal.
La escultura de los sumerios se distingue por el detalle de las cabezas completamente rapadas, cubiertas a veces con un casco cilíndrico que los diferencia de los semitas; el torso y los pies desnudos contrastan con la parte inferior del cuerpo, que aparece cubierta con una falda de vellones que penden verticalmente. Figuras por; lo general bajas y gruesas, paradas o sedentes, se destacan por su notable expresividad.
De esa época y de los tiempos de la primera Babilonia son también ciertos bajos relieves de piedra o estelas de forma rectangular, con un agujero en el centro que servía para fijarlas en las paredes.
Las figuras y los dibujos alternan con inscripciones cuneiformes que aclaran o explican las escenas que reproducen; otras veces como en la estela del rey Hammurabi (2000 años antes de Cristo), contienen leyes, tal el famoso código del soberano caldeo.
Los sumerios fueron, además, excelentes orfebres; crearon obras de incalculable valor, entre las que se destaca el vaso de Entemena.
El oro, la plata y el cobre se utilizaron tanto para joyas y vasijas como para pequeñas figuras o simples planchas rectangulares con maravillosos relieves.
Los sumerios habían alcanzado ya un gran desarrollo cultural cuando, a comienzos del tercer milenio antes de Cristo, fueron sometidos por un pueblo semita, procedente de Acad, de donde deriva el nombre de acadio con que lo distinguimos. Los acadios dieron nuevo impulso a las artes en el transcurso de los doscientos años que duró su dominación.
Entre las novedades que introdujeron cabe destacar ciertos moldes de madera con relieves en hueco que usaron para decorar sus ladrillos.
Otra particularidad que distinguió a los acadios de los sumerios, anticipándose en cierto modo a los asirios, fueron las altas tiaras y la barba y cabellos rizados de sus personajes, tal como se puede apreciar en la estela de Naram-Sin, en la que se incorporan por primera vez el paisaje, árboles, montañas y astros a la representación plástica de hombres y animales.

Estela de Naram-Sin: En Susa. Se tituló “Rey de Agadé. En ella se representa la victoria de los acadios frente a los lulubitas, un pueblo de los Zagros. La figura protagonista es el soberano, y por ello está más elevado y su tamaño es mayor que el de los demás.

Estatuas: Por ejemplo, está la de Sargón (la hoja que nos dio), que sólo se conserva la cabeza; además, tiene cortadas las orejas, chafada la nariz,… El que la robó en su época la tiró a la basura del templo. Es de plata, bañada en oro.

Relieves.










Bibliografía
Antonio Blanco Freijeiro. Arte Antiguo del Asia Anterior pp.105-114. Publicaciones de la Universidad de Sevilla, Sevilla 1972.
Asimov, Isaac (1986). «Los sumerios - La guerra». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
Asimov, Isaac (1986). «Los acadios - El primer imperio». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
Leick, Gwendolyn (2002). «Akkad». Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Rubí. 84-493-1275-2.
Mario Liverani. El mundo antiguo 
Margueron, Jean-Claude (2002). «El imperio de Agadé». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.






[1]   El Eblaíta es un extinto idioma semítico oriental que se habló en el Tercer milenio a. C. en la antigua ciudad de Ebla, en Siria. Está considerado el idioma semítico más antiguo.
[2]   Amorreo: Se trata de un idioma de gran semejanza con las lenguas cananeas. Además de ser poco conocida fue una lengua de escasa importancia ya que los amorritas con el tiempo usaron el acadio, que en aquella época se parecía mucho a su idioma y era el idioma principal de Mesopotamia.
[3]   El ugarítico es una lengua semítica hoy día extinta que se hablaba en Ugarit, (Siria) a partir del 2000 a.C. Se conoce gracias a la gran cantidad de restos encontrados en 1928, con tablillas de signos cuneiformes que formaban un alfabeto propio (el alfabeto ugarítico).
[4]   Lenguas cananeas son una subfamilia de las Lenguas semíticas, que fueron habladas por los antiguos pueblos de la región de Canaán, incluyendo Cananeos, Hebreos, Fenicios y Filisteos
[5]   El hebreo pertenece al grupo noroccidental de las lenguas semíticas y más concretamente al subgrupo cananeo. Este subgrupo incluye también al fenicio-púnico, al moabita y al amonita.
[6]   El grupo arameo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, que a su vez forman parte de la macrofamilia afroasiática, como el árabe, y al grupo de lenguas semíticas noroccidentales que incluye a las lenguas cananeas, como el hebreo.
[7]    El fenicio es una lengua semítica del subgrupo cananeo (semítico noroccidental), hablado en el Líbano, Siria, por lo menos desde la segunda mitad del II milenio a. C.
[8]    En la historia antigua de la Mesopotamia encontramos tres diferentes monarcas con este nombre. Sargón el grande, de Agadé, es el más antiguo. El nombre Sarru-kenu significa "el rey es legítimo" y es de origen semítico. Durante el imperio asirio antiguo volvemos a encontrar un rey con este nombre. Es conocido como Sargón I aunque poco sabemos de él; sólo tenemos la impresión de su sello en tabletas antiguas halladas en Capadocia. Sabemos por la Lista de Reyes Asirios que fue hijo de Ikunum y padre de Puzur-Ashur.
Finalmente, Sargón II (a veces llamado "el reciente", Sarru-ken arku) gobernó durante el nuevo imperio asirio entre los años 722-705. Durante su gobierno fundó Dur Sarruken ("ciudad de Sargón"). Sargón II es mencionado una vez en el Antiguo Testamento, cuando se narra su ataque a Ashdod en Isaías 20,1.
[9]    Según E. A Speiser, el sentido de esta palabra acádica es dudoso. El contexto literario no deja entrever si se refiere a un cambio social, religioso o de nacionalidad. S. Vitkus propone traducir sacerdotisa, "Sargon Unseated", Biblical Archeologist 39 (1976), págs. 114-117.

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