Guerras Dacias de Domiciano
En el
invierno de 85-86, el rey dacio Duras ordenó a sus tropas para atacar a la
provincia romana de Moesia en el curso inferior del río Danubio. El ejército
dacio estaba dirigido por Diurpaneo, más tarde conocido como Decebalo.
Al parecer,
los romanos fueron cogidos por sorpresa, ya que el propio gobernador Cayo Opio
Sabino fue muerto y una legión aniquilada, lo que hizo necesario que el
emperador Domiciano tomase medidas para hacer frente a unos crecidos dacios.
Tras la
muerte de Opio Sabino, gobernador de Moesia, en una emboscada dacia en el año
84, Domiciano envió a sustituirle a Cornelio Nigrino. Nigrino no era militar,
era un simple administrador, quedó patente cuando mandó una sola legión a
combatir contra los sármatas, que la masacraron y mataron a su comandante. Este
desastre convenció a Domiciano que debía tomar cartas en el asunto para detener
la masacre y expulsar definitivamente a los dacios.
Domiciano
envió al prefecto pretoriano Cornelio Fusco, lo que fue una mala elección.
Impetuoso, había apoyado a Vespasiano en la guerra civil y había ganado el
cargo de prefecto pretoriano por su lealtad, no por su preparación militar.
Poblado dacio. Autor Radu Oltean
En 86, los
romanos dividieron Moesia en dos provincias: la mas tranquila, Moesia inferior,
fue puesta bajo el mando de Nigrino y Moesia superior, la más problemática fue
puesta bajo el mando de Cornelio Fusco.
Fusco
comenzó la campaña derrotando a los roxolanos en el año 85. Luego, dirigió su
atención a los dacios. Quería terminar la campaña lo antes posible, ya que
había fuertes rumores que los dacios habían entrado en contacto con varios
tribus de Panonia, los germanos marcomanos y los sármatas yázigos, para formar
una fortísima coalición, que hubiera sido muy peligrosa para los intereses
romanos en el Rin y en el Danubio.
El objetivo
primario de Cornelio Fusco era dirigirse toda prisa a Sarmizegethusa, la
capital dacia, situada en lo alto de una escarpada montaña de los Cárpatos.
Para ello, Fusco disponía de dos legiones completas la V Alaude y la VII
Claudia, más 5 o 6 cohortes de las legiones III Flavia y I Adiutrix. También
disponía de 5 alas de caballería, y un par de cohortes pretorianas.
Guerreros dacios. Izquierda Angus
McBride, derecha Ángel García Pinto
Primera batalla de Tapas o Tapae (87)
Fusco
partió con su columna desde la ciudad de Vinimacium (10 km al este de la actual
Kostolac, en Serbia). La marcha se vio obstaculizada por lo agreste del
terreno. Siguiendo un estrecho pasillo entre los ríos Mures y Timis, entre
montañas de 3.000 metros, tras una semana de marcha la columna llegó al paso de
Tapas o Tapae, también conocido como las Puertas de Hierro, cerca de la meseta
de Caransebes, y que estaba delimitado por los montes Semenic al oeste y Banatului
al este, ambos cubiertos de frondosos bosques. Allí le estaban esperando los un
ejército compuesto de dacios, sármatas roxolanos y bastarnos.
La columna
romana entró en el paso y estaba articulada de la siguiente forma: En
vanguardia marchaba la legión V Alaude, la más veterana, seguida de la
caballería, a su vez seguida por el propio Fusco con los pretorianos. Detrás
seguía el tren de bagajes con los carros y las mulas que transportaban los
suministros del ejército, seguidos por los estandartes y el tren artillero
compuesto de carros y mulas que transportaban la artillería necesaria para el
asalto a la capital dacia. A continuación seguían las restantes legiones, con
la legión VII Claudia (la otra completa) y las cohortes de las otras dos, en
último lugar cerraban la marcha las tropas auxiliares. La estrechez del paso
había hecho que las diferentes partes del ejército romano se alargaran, y las
distancias entre las distintas legiones se habían ampliado demasiado.
Cuando los
legionarios de la vanguardia estaban a punto de salir del paso, comenzó el
ataque dacio. Los dacios habían preparado el terreno a la perfección. Lo
primero que hicieron fue cortar el paso, arrojando enormes troncos que cortaron
la salida del desfiladero y cayeron sobre los legionarios de vanguardia.
Después, arqueros sármatas comenzaron a disparar sobre los legionarios,
aumentando el caos de la legión.
En ese
momento, la infantería pesada dacia inicio la carga. Esta infantería dacia no
usaba escudo, pues usaba las dos manos para manejar el falx, que constaba de un
mango de madera de hasta 90 cm que sujetaba una hoja curvada de un metro de
largo. Esta arma causo unos efectos devastadores en los legionarios romanos.
Primera batalla de Tapas o de Tapae año
87. Autor Peter Dennis para Warlord Games
El guerrero
dacio daba un golpe fortísimo y clavaba el falx sobre el escudo del legionario,
tiraba fuertemente de él y casi siempre conseguía arrancárselo de las manos.
Cuando el legionario se quedaba sin escudo, sólo le quedaba su espada de un metro
de longitud para enfrentarse al falx, de casi dos metros de longitud. Los
dacios herían en los brazos y piernas a los legionarios, dejándolos
completamente indefensos, y pasaban al siguiente legionario, dejando al
legionario herido a merced de la infantería ligera dacia, que los remataba.
Al mismo
tiempo, la caballería sármata roxolana caía sobre los carros y mulas de
aprovisionamiento, causando una terrible matanza.
Después, se
dirigieron contra los pretorianos y el propio Cornelio Fusco, que no tuvo tiempo
de lamentarse, pues su caballo es alcanzado por una lanza y, una vez en el
suelo, es atacado por los soldados de Diurpaneo.
Jinetes romanos emboscados por los
dacios. Autor Mariusz Kozik
Se perdió
la práctica totalidad de la legión V Alaude, las cohortes de las legiones
Flavia y Adiutrix, las cohortes pretorianas, las provisiones, la artillería y
los estandartes. Sólo la legión VII Claudia y parte de la caballería romana
pudo retirarse ordenadamente, sin sufrir apenas pérdidas humanas.
La primera batalla
de Tapas o Tapae estuvo a punto de convertirse en un nuevo desastre similar al
de Teotoburgo. Pero los romanos, a pesar de sus grandes pérdidas combatieron
bien, y causaron aun mayores pérdidas a los dacios y sus aliados, consiguiendo
retirarse en orden, lo que impidió a Decebalo y sus aliados pasar al ataque, no
pudieron cruzar el Danubio y limitándose a permanecer bajo la protección de las
altas montañas y estrechos desfiladeros de su territorio. Decebalo había
perdido la iniciativa.
Tras esta
victoria, el rey dacio Diuparneo recibió el nombre de Dekebal, común a los
grandes caudillos dacios, cuyo significado sería algo así como ”Fuerte como
diez hombres” y que etimológicamente proviene del proto-indoeuropeo dekm (diez)
y bal (fuerte), convirtiendo Dekebal en Decébalo.
Dion Casio
lo describió así: […era un lince para las cuestiones relacionadas con la
táctica bélica y tenía asimismo buen ojo para salir victorioso en las guerras.
Sabía juzgar con perspicacia qué momento era bueno para atacar y en cuál
resultaba preferible replegarse. Era un experto en el arte de tender emboscadas
y un maestro en las batallas a campo abierto. Además, no sólo sabía cómo sacar
partido a un triunfo, sino asimismo como gestionar adecuadamente una derrota…]
Diuparneo es aclamado por el ejército
como Decébalo tras la Primera Batalla de Tapas o de Tapae en el año 87. Autor
Radu Oltean
Segunda batalla de Tapas o de Tapae (88)
Domiciano
lanzó otra expedición mandada por Tetio Juliano, reunió un ejército compuesto
por las legiones I Adiutrix, I Itálica, II Adiutrix, IV Flavia, V Macedonica,
VII Claudia, XIII Gémina y XV Apollinaris, además vexillationes de las legiones
II Augusta, IV Escítica, VII Gemina, IX Hispana y XX Valeria Victrix, en total
60.000 legionario y 40.000 auxiliares en total unos 100.000 efectivos.
Tetio cruzó
el Danubio posiblemente desde la fortaleza legionaria de Viminacium, en octubre
llegó a la meseta de Caransebeş, frente al paso de Tapas o Tapae, tal vez
después de una marcha de aproximación en varias columnas, y no sin gran
dificultad debido a los continuos ataques de los dacios. El ejército dacio con
unos 200.000 efectivos que incluía aliados roloxanos y bastarnos le esperaba en
el paso de Tapas o Tapae.
Cruce del Danubio por Tetio Juliano año
88. Izquierda construcción de un puente de barcazas. Derecha cruce del río.
Autor Peter Connolly
A los
romanos les sorprendió el hecho, de que no les tendieran una emboscada al final
del valle, sino que les esperaban a la vista. La razón era, que ya no quedaban árboles
que cortar en el centro del valle, no pudiendo repetir la estrategia que tanto
éxito les había proporcionado, pero si tenían apostadas fuerzas en las laderas
de los montes Semenic y Banatului.
Los
legionarios romanos habían aprendido a protegerse de los cortes de las falces
dacias con grebas o ocreas en ambas piernas y con manicas o protecciones de
brazos similares a las que utilizaban los gladiadores en el antebrazo derecho,
Tetio envió a los auxiliares a atacar a las fuerzas emboscadas en los bosques a
ambos lados del paso en los montes Semantic y Banatului, vencieron con éxito la
resistencia dacia en las laderas, entonces avanzaron las legiones por el
centro, las fuerzas dacias temiendo quedar envueltas se retiraron, las bajas
debieron ser muy importantes por ambos bandos, Vecina el segundo jefe de
Decébalo murió luchando.
Segunda batalla de Tapas o Tapae año 98,
las fuerzas romanas de Tetio Juliano derrota a las fuerzas dacias de Decebalo.
Legionarios romanos contra dacios. Se
puede ver que los romanos llevan la protección en el brazo derecho o manica y
grebas u ocreas en las piernas. Autor Angus McBride
Sin
embargo, no pudo aprovechar mejor su victoria, posiblemente por lo avanzado del
invierno y no quedar atrapado. Otra versión es que Decebalo puso armaduras a
troncos de árboles como si fuesen soldados, para que los romanos no le
siguiesen hasta su residencia, los romanos temerosos no continuaron.
Poco
después se pidió la paz, Decebalo envió a su hermano Diegis para establecer los
detalles del tratado, ambos bandos entregaron los prisioneros, Roma debía pagar
un subsidio anual de 8 millones de sestercios y orientación técnica, e incluso
enviar arquitectos e ingenieros a la Dacia para el embellecimiento de
Sarmizegetusa, la gran capital del reino sita en una planicie de las Orastia
junto a un despeñadero de 1.200 metros de caída, a cambio el rey de los dacios
recibiría una corona y sería reconocido como cliente. No obstante, no devolvió
todos los prisioneros ni los estandartes de la legión V Alaudae de Fusco. A
ojos de muchos senadores no era otra cosa que una paz comprada, indigna de
Roma. No obstante, en 89 se planeó otra ofensiva pero los romanos no pudieron
hacerlo por la rebelión de Lucio Antonio Saturnino en Germania Superior y otra
rebelión en Pannonia. Esta paz resultó muy humillante para Roma y pudo ser la
causa del asesinato de Domiciano en el año 96.
Primera guerra Dacia de Trajano
El
emperador Trajano no era partidario de seguir pagando a los dacios, a cambio de
que éstos, no les atacaran. Por ello, dio orden de cesar en los pagos,
esperando que los dacios reaccionaran, y realizaran incursiones en los
territorios controlados por los romanos, como así hicieron. Eso le daría la
excusa perfecta ante el senado, para iniciar la invasión de la Dacia.
Decébalo,
envió un embajador a Roma, para reclamar a Trajano, que siguieran los pagos de
oro y plata. Tras decirle el embajador dacio a Trajano, que Roma llevaba tiempo
sin pagar, éste le respondió, que ya no iba a haber más pagos. Los dacios, amenazaron
con cruzar la frontera y atacar, a lo que Trajano respondió, que ya lo habían
hecho, y, que si volvían a cruzar el Danubio, sería la última vez.
Tras
conseguir el consentimiento del Senado romano en el año 101, Trajano estaba
listo para avanzar sobre Dacia, preparando un enorme ejército, el más grande
desde los tiempos de Augusto y que no se volvería a ver hasta la campaña de
Marco Aurelio contra los germanos. Se componía de unas 14 legiones romanas, 8
(la I Adiutrix, II Adiutrix, VII Claudia, XIII Gémina, I Italica, V Macedonica,
XXI Rapax y la recientemente creada y formada íntegramente por hispanos XX
Ulpia) que estaban en la zona y 6 más que se unieron (entre las que se
encontraban XIV Gemina y XV Apollinaris), 90 cohortes equitatas o mixtas, 21
alas de caballería 5 de las cuales eran milenarias, 10 cohortes de arqueros, y
otros auxiliares entre los que se encontraban 500 palmirenses, 900 getas, 700
dacios, 500 britones, 700 cántabros, honderos de baleares y númidas mauros
mandados por Licio Quieto. En total unos 150.000 hombres.
Primera guerra Dacia de Trajano (101-103)
Campaña romana en Dacia en los años 101 y
102
El 25 de
marzo del año 101, el emperador Trajano abandonó Roma en dirección al Danubio.
Lo acompañaban el senador Lucio Licinio Sura y grandes generales, como Quinto
Sosio Senecio y Julio Urso Serviano, ambos de origen hispano. También les
acompañaba Publio Elio Adriano, futuro emperador que entonces contaba con 25
años.
Partió en
dirección a Viminacium, cuartel de la legión VII Claudia, en la provincia de
Moesia Superior, mientras enviaba mensajeros a otros cuarteles de las legiones
para que se reunieran en el limes Danubiano.
Trajano
llegó a Viminacium en mayo del 101. Trajano dividió sus tropas en dos columnas,
una partió desde Viminacium hacia el nordeste y otra partió desde Moesia
Inferior hasta Dobreta hacia el norte. Esta división del ejército se debía
sobre todo a problemas logísticos, para facilitar el aprovisionamiento, era más
fácil aprovisionar a dos columnas separadas que a una sola columna formada por
el ejército entero.
La primera
tarea de Trajano fue cruzar el Danubio, para ello hizo construir dos puentes de
pontones, cruzando a continuación el río con el emperador a la cabeza.
Tropas de Trajano cruzando el Danubio por
por un puente de pontones en el año 101. Autor Radu Oltean
Vegecio nos
expone las precauciones que debe tomar un buen general cuando su ejército está
cruzando un río sobre un puente, y como defender la zona de forma óptima:
”Como el enemigo generalmente se esfuerza en
caer sobre un ejército cuando está pasando un río, por sorpresa o en emboscada,
es necesario asegurar ambos flancos colocando destacamentos para que las tropas
no sean atacadas y derrotadas mientras están separadas por la corriente del
río. Pero es aún más seguro poner empalizadas en ambos extremos, pues os
permitirán sostener cualquier ataque sin muchas pérdidas. Si se quiere mantener
el puente, no sólo para este transporte sino para la vuelta y para las
expediciones de avituallamiento, será conveniente excavar fosos para cubrir
cada cabeza del puente, y guarnecerlas con un número suficiente de hombres que las
defiendan tanto tiempo como lo requieran las circunstancias.”
Tras cruzar
el río, se puso en marcha a finales de mayo, para entrar en
territorio dacio con las cosechas a punto de ser recogidas. Así se
garantizaba el aprovisionamiento al ejército romano y se privaba de la cosecha
al enemigo.
El ejército
tomo la misma ruta que había tomado 13 años antes, en la expedición del
emperador Domiciano.
El líder
dacio Decebalo, desistió de presentar batalla campal en la llanura, donde la
superioridad de las legiones seria patente. Se dedicó a practicar una
estrategia de tierra quemada, quemando los campos para dejar sin
provisiones a los romanos. Emboscadas y pequeñas escaramuzas, para tratar de
hacer más dificultoso el avance romano.
Las dos
columnas romanas se unieron a la altura de la ciudad de Berzobis, y el ejército
completo se dirigió hacia la capital dacia, Sarmizegetusa, para lo cual tenían
que pasar obligatoriamente por el desfiladero de Tapas o Tapae también conocido
como las Puertas de Hierro.
Tercera batalla de Tapas o Tapae (101)
Trajano con
una fuerza de 7 legiones y 41 cohortes auxiliares. En total cerca de 86.000
hombres. Marchó sobre Tapae, donde estaba atrincherándose Decébalo esperándole
para tenderle una trampa con 30.000 hombres entre infantería dacia y 10.00
jinetes dacios y sármatas en el estrecho paso montañoso delimitado por los
montes Semenic al oeste y Banatului al este, ambos cubiertos de frondosos
bosques.
Había situado delante de ciudad de Tapas o Tapae, en el extremo norte del valle, al grueso de su infantería, con sus temibles falces, además su posición estaba fortificada. Ese era el cebo, pues en los montes Banatului al este, ocultos entre los árboles, esperarían más infantes, miembros de las fieras tribus montañesas. Y en los montes Semenic aguardaba igualmente escondida la caballería de los aliados sármatas. Cuando los romanos se internasen en el valle en busca de la confrontación con el cuerpo principal, las tropas emboscadas caerían sobre sus flancos y retaguardia y los encerrarían, exterminándolos.
Había situado delante de ciudad de Tapas o Tapae, en el extremo norte del valle, al grueso de su infantería, con sus temibles falces, además su posición estaba fortificada. Ese era el cebo, pues en los montes Banatului al este, ocultos entre los árboles, esperarían más infantes, miembros de las fieras tribus montañesas. Y en los montes Semenic aguardaba igualmente escondida la caballería de los aliados sármatas. Cuando los romanos se internasen en el valle en busca de la confrontación con el cuerpo principal, las tropas emboscadas caerían sobre sus flancos y retaguardia y los encerrarían, exterminándolos.
Guerreros dacios siglo II. Autor G &
A Embleton
Trajano,
previendo la situación, había dividido su ejército en dos grupos. El primero
mandado por Tercio Juliano iría en vanguardia y se internaría en los bosques
con las legiones I Italica, V Macedonica, y XIII Gemina para expulsar a la
caballería sármata escondida en él y neutralizar así su emboscada, el segundo
dirigido por el propio emperador lo forman las legiones I Adiutrix y II
Adiutrix Pia Fidelis, IV Flavia y VII Claudia más las dos cohortes de la
guardia pretoriana, 20 de infantería auxiliar y 30 mixtas con unas 10 alas de
caballería se dirigiría contra el centro.
Nada más
llegar al extremo sur, observó el estrecho valle, por el cuál debía pasar para
entrar en combate con los dacios que aguardaban en el otro extremo, y los
silenciosos y amenazadores bosques que ocultaban las elevaciones. El hispano
debió adivinar las intenciones de su rival con aquel simple vistazo sobre el
terreno. Los exploradores de la caballería romana que rastrearon los montes
Semenic confirmaron sus sospechas al informar de la presencia de 10.000 jinetes
sármatas.
Trajano
nada más llegar al extremo sur del valle, observó a los dacios que aguardaban
en el otro extremo, debió adivinar las intenciones de su rival y envió
exploradores para que rastreasen los montes a ambos lados, que confirmaron sus
sospechas al informar de la presencia de los jinetes sármatas y los infantes
que los ocupaban.
Trajano
cambió el plan, ordenó que las 30 cohortes equitatas (mixtas) al mando de Lucio
Licinio Jura atacasen su flanco derecho en los montes Banatului, para desalojar
la infantería dacia allí oculta, envió 20 cohortes y la caballería auxiliar
avanzarían por el lado izquierdo para desalojar a los jinetes sármatas. En el
centro dispuso las legiones I, II, IV y VII en primera linea, y detrás las
legiones I, V y XII junto con los pretorianos a modo de reserva.
Tercera Batalla de Tapas o Tapae año 101.
El emperador Trajano envía las cohortes auxiliares para atacar a los dacios
escondidos en los bosques, se observa la formación en cuña. Autor Angus McBride
Tercera batalla de Tapas o Tapae año 101.
Las cohortes auxiliares atacando a los dacios. Autor Radu Oltean
La
caballería auxiliar inició el ataque a los bosques seguidas de la infantería,
tras el intercambio de flechas y lanzas, avanzaron en cuña hacia el centro
dacio, encabezados, curiosamente por un grupo
de foederati semi-desnudos que empuñaban porras. La batalla se
produjo en medio de un terreno pendiente y boscoso, los jinetes pesados
sármatas tuvieron que enfrentarse a jinetes ligeros como los mauros o mauri que
les acosaban sin cesar y que cuando eran atacados huían, al resguardo de la
infantería volviendo a acosarles. Mientras las legiones permanecían en el
llano, sin intervenir.
Viendo que
el centro romano estaba parado y no avanzaba, Decebalo dio la señal de ataque,
los infantes dacios del extremo norte del valle se lanzaron sobre las legiones.
Tercera batalla de Tapas o Tapae año 101.
Trajano derrota a Decébalo. Se observa que los legionarios llevan manicas para
proteger el brazo derecho y grebas u ocreas para proteger ambas piernas. Autor
Angel García Pinto.
El combate
duro muchas horas, con numerosas bajas en ambos bandos. En medio de la batalla
se desató una fuerte lluvia y truenos, los oficiales romanos arengaron a sus
tropas afirmando que Júpiter Tonante combatía de su lado, las laderas del
desfiladero se convirtieron en cenagales. Los dacios al ver que su trampa no
había funcionado, se retiraron.
Tercera batalla de Tapas o Tapae año 101.
Una tormenta que se desató indicó a los romanos que el dios Júpiter con sus
relámpagos estaba de su lado. Autor Radu Oltean
Trajano y
sus hombres continuaron avanzando tras terminar la batalla para llegar a
Sarmizegetusa la capital de Dacia, pero llegó el invierno e impidió el avance,
el emperador decidió acuartelarse.
Batalla de Adamclisi o de los carros (102)
En el 102,
Décabalo, ayudado por los roloxanos y bastarnos lanzó un ataque cruzando el
Danubio en sentido contrario contra Moesia con la intención de parar la
ofensiva de Trajano sobre la capital, al cruzar el Danubio que estaba
congelado, pero no lo suficiente, el hielo se rompió y perdieron a muchos
guerreros.
El
gobernador de Mesia, Manio Laberio Máximo, tuvo éxito en frenarlos y
mantenerlos a raya, e incluso consiguió la captura de la hermana del rey de los
dacios.
El
emperador tuvo que detener su ofensiva e ir a contrarrestar la incursión bárbara.
Movió su ejército a través de las montañas Orăştie, dejando una guarnición
suficiente para defenderlas, y se dirigió contra los dacios en Mesia.
Legión en marcha durante las guerras
Dacias. Llama la atención la protección en las puntas de las pila posiblemente
para no pincharse. Autor Radu Oltean
El
movimiento fue rápido gracias a las carreteras y la flota del Danubio. La
primera batalla se libró durante la noche en algún lugar cerca de la ciudad de
de la futura ciudad de Nicópolis ad Istrum (que sería llamada así por el
evento), la batalla concluyó con pocas bajas en ambos bandos y sin ningún
resultado decisivo. Sin embargo, cuando los romanos recibieron refuerzos,
fueron capaces de arrinconar al ejército enemigo.
La batalla
decisiva se libró en Adamclisi y fue muy disputada y difícil para ambos bandos,
Decébalo que contaba con 15.000 efectivos sármatas y dacios, había ordenado a
sus generales, copiar el estilo de guerrear de los romanos, dividiendo sus
tropas en dos cuerpos, con el objeto, de que cuando la que estaba delante se
cansara, fuera sustituida por la que estaba detrás; a retaguardia situó los
carromatos de los sármatas en forma de lager o fortaleza de carros. Ambas
fuerzas situaron la caballería en las alas y la infantería en el centro. Tras
una disputada lucha, los romanos finalmente se impusieron y los dacios y
roloxanos se replegaron al lager que fue asaltado a continuación. Los romanos
perdieron 3.800 hombre y los dacios y roloxanos fueron masacrados.
Batalla de Adamclisi o de los carros año
101, los romanos asaltando el laager o circulo de carros. Autor Radu Oltean
Batalla de Adamclisi o de los carros año
101. Autor Peter Dennis
Batalla de Adamclisi o de los carros año
101. Los dacios defendiendo los carromatos con sus familias
Batalla de Adamclisi o de los carros año
101. Secuelas de la batalla. Autor Radu Oltean
Tras esta
nueva derrota Décebalo, envió dos embajadas, cada uno con un llamamiento a la
paz. Trajano se negó a escuchar a la primera, pero decidió escuchar la segunda,
compuesta de muchos nobles (que llevaban sombreros de fieltro); tras fijar la
reunión, Trajano envió a Licinio Sura, junto con el prefecto del pretorio,
Tiberio Claudio Liviano, para discutir los términos del posible tratado de paz.
Las condiciones ofrecidas por los romanos, eran la rendición incondicional del ejército
y de Decébalo. Éste no las aceptó y la guerra, por lo tanto continuó.
Decébalo
retrocedió hacia el interior de su país, mientras que los romanos siguieron
avanzando, y tomaron las fortalezas de Costesti, Blidaru y Fetele Albe, cuando
alcanzaron la Torre Roja, dividió el ejército en tres columnas, a través de las
cuales comenzó a asediar las fortalezas de las montañas Orăştie para poner
sitio a Sarmizegetusa, hubo un enfrentamiento llamado la batalla de Getae en la
que Decébalo trato de romper o evitar el cerco, pero no hay datos del lugar ni
de los efectivos. Finalmente el rey dacio antes de ver perecer de hambre a los
suyos, se rindió y aceptó las condiciones impuestas por los romanos.
Los dacios
tuvieron que entregar las armas que habían ganado luchando a los romanos,
además de a todos los renegados, junto con los estandartes de las legiones a
las que habían vencido, y a pagar una gran cantidad de oro. También tuvieron
que demoler muchas de sus fortalezas y comprometerse a no rearmarse de nuevo.
Además, tuvieron que soportar que la Legión IV Flavia Firma, se estableciera en
territorio dacio, en su capital Sarmizegetusa dejaron una pequeña fuerza de
ocupación, a cuyo cargo estaba Cneo Pompeyo Longino como representación del
emperador para velar por el cumplimiento de las condiciones de la tregua
establecida. Dacia quedo convertida en un estado tributario y aliado de Roma.
Trajano se
dirigió a Roma, donde celebro un triunfo, y adopto el nombre de “dacicus” .Pero
Decebalo inmediatamente comenzó a buscar alianzas con sármatas, y pueblos
germanos como los buros, bastarnas, tracios, etc, para formar una gran
coalición. Incluso intento una alianza con Pacoro II rey de Partia para abrir
un segundo frente a los romanos.
Se puso a
fabricar armas en secreto y a reclutar de nuevo un gran ejército.
Herreros dacios fabricando armas. Autor
Radu Oltean
La segunda guerra Dacia
Los
acuerdos establecidos no fueron respetados por los dacios, al rearmar el
ejército y reconstruir las antiguas fortificaciones alrededor de la capital.
Atacó a los sármatas yácigos, aliados de los romanos, tomando algunos de sus
territorios y suprimió algunos nobles dacios pro-romanos.
En el 105
AD, Decébalo mató a la guarnición romana de la capital y secuestró a Longino,
que era amigo personal de Trajano, y volvió a realizar nuevas incursiones a
través del Danubio, hacia las posiciones romanas. Muchas posiciones
fortificadas romanas en Valaquia fueron ocupadas o puestas bajo asedio por los
dacios.
El
emperador escoltado por su guardia pretoriana, llegó después de un largo viaje
en carro desde Roma, alcanzó Dobrogea donde ayudó al gobernador de Baja Moesia,
Lucio Fabio a rechazar a los dacios. Después se dedicó a levantar los asedios
de las fortalezas sitiadas y a expulsar a los dacios del sur del Danubio.
Trajano
pasó todo el invierno de 105 al 106 en negociaciones con Decebalo. No quería
que le pasase nada a su amigo Longino, que permanecía como rehén de Decebalo,
pero Longino acabó suicidándose, para dejar las manos libres a Trajano, que
cuando se enteró se enfureció y dejo de considerar a Decebalo un rival
honorable. Ya no habría más tratados de paz, trajano quería acabar de una vez
por todas con la amenaza dacia.
Trajano
convocó a muchos líderes amigos y aliados del pueblo romano como los cuados,
marcómanos, yácigos y algunas tribus dacio-getas con el fin de obtener la
asistencia militar y apoyo estratégico antes de comenzar la última campaña, y
de paso comprobar su lealtad.
Los aliados
de Decebalo como los burios, roxolanos y bastarnos, al enterarse de los
preparativos militares de Trajano abandonaron al rey dacio. Decébalo intentó
negociar con el emperador (o envenenarlo, como el año anterior) pero sus
propuestas fueron rechazadas hasta que se enteró de la muerte de su amigo.
A comienzos
del 106, se reunieron fuerzas militares aún más importantes que las utilizadas
en la primera campaña y se cruzó el río Danubio en tres columnas. La primera
cruzó por el gran puente que había diseñado y construido Apolodoro de Damasco,
durante el breve período de paz en Drobeta, estaba hecho con las bases de
piedra y el resto de madera, tenía 1.135 metros de largo y se elevaba 19 metros
sobre el nivel del agua. En cada orilla tenía una fortificación que custodiaba
cada uno de sus extremos.
Puente construido por Apolodoro de
Damasco sobre el Danubio entre Kladovo (Servia) y Drobeta (Rumania)
A
continuación, siguió a los valles de los ríos Cerna y Timiş hasta Tibiscum.
Después, se dirigieron al valle del río Bistra, a través de la depresión Tara Haţegului.
En estos lugares, ya existían guarniciones romanas estacionadas desde la
primera guerra, facilitando enormemente el avance. Pasaron a través de Valea
Cernei, Haţeg, y Valea Streiului y destruyeron las fortalezas dacias en
Costesti, Blidaru, y Piatra Rosie.
Legión XIV durante la Segunda Guerra
Dacia, se la ve forzando un paso de montaña, mientras los dacios la hostigan
desde las alturas. Autor Peter Dennis
Se cree que
la segunda columna debió haber cruzado el Danubio en algún lugar cerca de la antigua
Sucidava y luego se dirigió hacia el norte, en el valle de Jiu, conectando con
la primera columna romana en Tara Haţegului.
Las fuerzas
combinadas de las dos columnas a continuación, comenzaron a atacar la zona de
las montañas Surianu, encontraron resistencia esporádica, pero desesperada de
los dacios.
Campaña romana en Dacia en los años 105 y
106
La tercera
columna romana, es probable que fuese dirigida por el propio Trajano, avanzó a
través de Muntenia este, cruzó los Cárpatos por un lugar cercano a lo que hoy
es Bran, y se dirigió hacia el oeste a través del sur de Transilvania.
El resto de
la tropa que dejó de Moesia Inferior y pasó a través de Bran, Bratocea, y Oituz
y destruyó fortalezas dacias entre Cumidava (actual Rasnov) y Angustias (actual
Bretcu).
El avance
romano era rapidísimo, los romanos llegaban, situaban su artillería de asedio y
tomaban las fortalezas dacias en muy poco tiempo. Mientras la caballería romana
asolaba las aldeas y pueblos y aniquilaban a las partidas de guerreros dacios.
Equites singulares romanos atacando un
poblado dacio durante la Segunda Guerra Dacia. Autor Angus McBride
Los
caudillos dacios no oponían tanta resistencia como en las invasiones
anteriores. Uno tras otro se rindieron o llegaron a acuerdos con Trajano.
Esta vez,
no se tuvo ninguna compasión con los dacios, los que no se rendían eran
decapitados y sus cabezas clavadas en picas, y otros eran atados en parejas a
los trofeos, para que murieran de hambre y sed.
Asedio de Sarmizegetuza año 106
El ejército
romano llego a la capital a mediados del verano, e inmediatamente comenzó el
asedio en el que participaron las II Adiutrix, IV Flavia Felix, y una
vexillatio de la VI Ferrata que hasta esta guerra había sido estacionado en
Judea.
Se cree que
otras unidades romanas pudieron haber atacado otros asentamientos dacios tan
lejanos como el río Tisa al norte, y Moldavia al este. Los asentamientos dacios
en el oeste, como Ziridava, fueron completamente destruidos en este periodo.
Sin embargo, Moldavia y Maramureş, localizados en el norte de Rumania, nunca
formaron parte de la provincia romana de Dacia y seguirían siendo libres de la
dominación romana.
El primer
asalto a la capital fue repelido por los defensores dacios. Los romanos
bombardearon la ciudad con sus armas de asedio y, al mismo tiempo, construyeron
una plataforma asaltar más fácilmente la fortaleza. También rodearon la ciudad
con un muro circunvalación.
Romanos asaltando una fortaleza dacia
durante la Segunda Guerra Dacia. Autor Radu Oltean
Por último,
los romanos destruyeron las canalizaciones de agua de Sarmizegetuza y obligó a
los defensores a rendirse, pero antes prendieron fuego a su ciudad. Las fuerzas
romanas entrar en el recinto sagrado dacio, allí fue aclamado como emperador, y
después destruyó completamente toda la fortaleza. La legión IV Flavia Felix
quedó estacionada allí para proteger las ruinas de Sarmizegetuza.
Tras la
conclusión del asedio, Bicilis un hombre de confianza de Decébalo, traicionó a
su rey, y llevó a los romanos hasta donde estaba enterrado el tesoro dacio en
el lecho del río Sergetia. Según Jerome Carcopino, consistía en 165.000
kilogramos de oro puro y 331.000 kilogramos de plata).
Muerte de Decébalo 106
Decebalo y
muchos de sus seguidores escaparon las legiones durante el asedio. Posiblemente
huyeron al este, a la fortaleza de Ranisstorum (ubicación desconocida). La
caballería romana registró todas las aldeas y granjas. Al final en un bosque
(bosque de Mures o Gradiste), un destacamento del II Pannoniorium, encontró a
Decébalo con su comitiva, pero el jinete que lo capturó, Tiberio Claudio
Máximo, no pudo evitar que Decébalo se suicidará degollándose con una sica. La
cabeza y el brazo derecho fueron presentados posteriormente a Trajano que se
encontraba en Ranistorum, en el norte de Dacia, donde estaba reagrupando el
ejército y exhibió allí, delante de todo el ejército, la cabeza y la mano
derecha del Rey Dacio.
Final de la guerra
A pesar de
la muerte de su líder, los dacios siguieron combatiendo. La batalla final de la
guerra tuvo lugar en Porolissum.
Lo que
siguió posteriormente, fue dejar en manos de las legiones la provincia de
Dacia, para devastarla y dejarla absolutamente mansa, para ser nuevamente
inaugurada como provincia romana, la Dacia.
Se dio
carta libre a una represión brutal por toda la zona, se hicieron matanzas, se
saqueaban, incendiaban o destruían las aldeas o pueblos ya de nobles dacios más
partidarios de la línea dura de Decébalo, como los más pro-romanos.
Poblado dacio desbastado, guerreros dacios
contemplan la matanza y destrucción realizada por la legión XXX durante la
Segunda Guerra Dacia. Autor Angus McBride
Cerca de
500.000 hombres y mujeres fueron vendidos como esclavos, reportando para el
estado entre todos los ingresos derivados de la conquista cerca de 2.700
millones de sestercios, además de la explotación minera del territorio. Trajano
obtuvo rédito para costear monumentos con los que embellecer Roma y ordenó 123
días de festejos en los que combatieron 10.000 gladiadores.
Los romanos
reorganizaron Dacia como una provincia romana y construyeron otra
capital-ciudad a una distancia de 40 kilómetros de la antigua Sarmizegetuza.
Este centro fue nombrado Colonia Ulpia Traiana Augusta Dacica Sarmizegetuza. El
Senado romano celebra la fundación de la ciudad y ordenó la acuñación de un
sestercio dedicada al optimus princeps.
Secuelas
Dacia pasó
a ser, oficialmente, parte del Imperio y para asegurar su defensa, ya que
estaba bastante abierta a los movimientos de pueblos de la gran llanura europea,
particularmente germanos y sármatas, se instalaron dos unidades legionarias, la
Legión XIII Gemina en Potaissa y la Legión I Italica en Novae. Se construyeron
inmediatamente una red de atalayas y pequeños fuertes y se mejoraron las
comunicaciones.
La primera
rebelión dacia contra el dominio romano coincidiría con la muerte de Trajano,
en con los ataques de los sármatas roxolanos y yázigos, llevándose a cabo una
reorganización de las fronteras y del interior de la provincia durante el reino
de Adriano. La legión IV Flauia Felix, que había estado estacionada en
Berzovis, fue trasladada a Singidunum y la VII Claudia a Viminacium, cuando
regresó de la Guerra Pártica, de modo que sólo quedó una legión en Dacia, la
XIII Gemina, en Apulum.
En el
interior, la provincia dacia fue dividida en tres provincias diferentes: Dacia
Inferior (con la región de Oltenia oriental, al sur de los Cárpatos, y la
región suroriental de Transilvania), Dacia Superior (que incluía la Oltenia
occidental, el Banato, la zona de las Puertas de Hierro y la parte central y
occidental de la meseta transilvana) y Dacia Porolissensis (en la parte
septentrional, comprendiendo el norte de Transilvania). La Dacia Superior era
gobernada por un legado de rango pretoriano, mientras que las otras dos provincias
estaban bajo el gobierno de procuradores ecuestres y estaban defendidas por
tropas auxiliares.
Dacia fue
abandonada por Roma en el 271, posiblemente después de agotarse el complejo
minero aurífero de Alburnus Maior, una de las mayores minas de oro romanas que
estaba Rosia Montana, y con el fin de volver a tener la frontera en el limes
Danubiano.
Próximo Capítulo: Guerras contra los Partos
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