Archivo del blog

jueves, 19 de octubre de 2017

Capítulo 5 - Cosmogonías GRECIA 4


Medea y Pelias
Habiendo arribado finalmente a Yolco, la tripulación se dispersó, y Jasón entregó el vellocino de oro a Pelias. En ausencia de Jasón, Pelias había obligado a Esón a matarse y su madre había muerto de pena. Para vengar esas muertes, Jasón le pidió ayuda a Medea. La hechicera engañó a las hijas de Pelias diciéndoles que sabía cómo ellas podían hacer que su anciano padre recuperara la juventud y, para demostrarlo, descuartizó a una oveja de muchos años y puso los trozos a hervir junto con ciertas hierbas mágicas. Después, soltó a un cordero joven, encantador y juguetón, que surgió de la caldera de agua caliente. Las hijas se convencieron de que podían rejuvenecer de manera semejante a su padre. Así, después de darle Medea a Pelias un poderoso narcótico, las hijas se dispusieron a cortarlo en pedazos, pero Medea no accedió a darles las palabras mágicas ni las hierbas adecuadas, que le habrían devuelto la vida. El engaño se develó, y Medea y Jasón tuvieron que marcharse de Yolco, desterrados ante la ira de la población y se fueron hacia Corinto, donde tuvieron dos hijos, Mérmero y Feres. Sin embargo, nunca fueron aceptados del todo por los corintios, temerosos de las artes mágicas de Medea, y Jasón decidió abandonarla para casarse con Creúsa, la hija del rey Creonte, quien, admirado por las hazañas del héroe, consintió en aceptarlo como yerno.

Epílogo de Jasón
Presa de la desesperación, Medea suplicó a Jasón por su amor, por sus hijos, y por toda la ayuda que le había prestado en sus aventuras. Pero Jasón estaba resuelta a dejar a Medea y sus ruegos fueron rechazados; por tanto, ideó un terrible plan para vengarse de Jasón. Fingiendo que se conformaba con su destino y que quería congraciarse con la novia, envió a Creúsa un vestido envenenado que la mató, prendiendo fuego a ella y también a su padre, el cual había acudido a salvarla. Después, Medea preparó su huida; el rey de Atenas, Egeo, le había ofrecido asilo en su ciudad; pero antes de marcharse mató a los hijos que tuvo con Jasón y escapó de la ira de éste, abandonando Corinto en un carro alado tirado por dragones en dirección a Atenas, donde volverá a aparecer en la leyenda del héroe Teseo. El pueblo de Corinto no perdonó a Jasón y éste tuvo que exiliarse de nuevo; se quedó en las regiones más apartadas de Corinto, evitando el contacto con la gente, y dedicó la nave Argo a Poseidón; un día hallándose sentado debajo de ella, una parte del maderamen cayó sobre él y lo mató aplastando su cabeza.

ARGOS
Era hijo de Frixo y Calcíope, hija de Eetes, rey de la Cólquida, tierra en la que nació. Junto a sus hermanos marchó a Orcómeno para reclamar la herencia de su abuelo Atamante. Durante el viaje se produjo un naufragio del que fueron salvados por los argonautas. Cuando éstos se marcharon de la Cólquida, se unió a ellos y en Grecia se casó con la hija de Admeto, Perimela, con la que tuvo a Magnes. 

ARGOS
Era un gigante de cien ojos sobre cuya genealogía existían varias versiones refiriéndose a él como hijo de Gea, engendrado por sí misma, o de Agenor o de Ínaco, entre otros. 
También se decía que había sido concebido por el rey de Foronea, Argos y la ninfa Ismene, hija del dios río Asopo y de Metope, aunque en otras versiones Ismene figura como esposa de Argos y madre con él de Iaso.
Era un guardián muy eficaz porque todos sus los ojos no se cerraban al mismo tiempo durante el sueño sino que parte de ellos permanecían abiertos. Era un fiel sirviente de Hera y prestó un gran servicio a los dioses olímpicos al matar a Equidna, el monstruo ctónico con cuerpo de mujer y cola de serpiente.
Hera le encargó custodiar una ternera blanca en la que Zeus había convertido a su amante Ío para salvarla de las iras de su esposa. Zeus ordenó a Hermes que la liberara y éste hizo que todos los ojos de Argos se cerraran al mismo tiempo y lo mató liberando a la cautiva. Hera premió a su guardián colocando los cien ojos en la cola de su animal preferido, el pavo real. 

ARGOS
Era hijo de Zeus y Níobe, la hija de Foráneo, y sucedió a su tío Apis como rey de Foronea, reino al que cambió su denominación llamándolo Argos por lo que es considerado como rey epónimo de la ciudad que llevaba su nombre. Una versión decía que se casó con Evadne, hija de Estrimón y Neaera, y fue padre de Ecbaso, Peiras, Apidauro y Críaso. Otra hablaba de que sus hijos fueron Peiras, Forbas y Tirinto con madre desconocida y aún una tercera lo presentaba como esposo de la ninfa Ismene y padre del gigante de cien ojos que llevaba su mismo nombre.

ARIADNA
Era hija de Minos y Parsifae, reyes de Creta, y hermana de Androgeo. Éste participó en los juegos atenienses y fue proclamado vencedor de los mismos provocando la envidia de otros participantes que lo asesinaron. Los cretenses atacaron Atenas como venganza y tras su victoria impusieron como tributo la entrega anual de siete jóvenes y de otras tantas doncellas que servirían de alimento al Minotauro. Pasado el tiempo, Teseo, hijo de Egeo, entonces rey de Atenas, se ofreció voluntario para formar parte de la entrega y tratar de liberar a su pueblo de la imposición.

Ariadna se enamoró del príncipe ateniense y le entregó una espada con poderes mágicos para matar al Minotauro y un ovillo de hilo para que, guiándose por él, pudiera encontrar la salida. 
En Hesíodo y la mayoría de las demás fuentes, Teseo abandonó a Ariadna dejándola dormida en Naxos y Dioniso la redescubrió y se casó con ella. Con él fue madre de Enopión, la personificación del vino, y fue ascendida a los cielos como la constelación Corona Borealis.
Ariadna permaneció fiel a Dioniso, pero más tarde Perseo la mató en el campo de batalla de Argos. En otros mitos Ariadna se ahorcó de un árbol, como Erígone y la Artemisa ahorcada, un tema mesopotámico. Sin embargo Dioniso descendió al Hades y la trajo de vuelta junto con su madre Sémele. Juntos se unieron entonces a los dioses del Olimpo.
Algunos investigadores creen, debido a su asociación con el hilo y los giros, que era una diosa de la tejedura, como Aracne, y sostienen tal afirmación con el mitema de la ninfa ahorcada.
Ariadna fue especialmente adorada en Naxos, Delos, Chipre y Atenas.

ARISTEO
Era hija de Apolo y Cirene, quien había preferido realizar labores masculinas, como el pastoreo y la caza, antes que los trabajos clásicos reservados a las mujeres. Apolo y Cirene fundaron la cuidad de Libia que llevaba su nombre y allí nació Aristeo a quien Hermes hizo tomar la ambrosía preparatoria para que Gea le otorgara la inmortalidad. Las ninfas de los árboles de mirto le enseñaron cómo hacer queso, domesticar abejas manteniéndolas en la colmena, transformar los acebuches en olivos productivos y otras habilidades semejantes. De esta forma se convirtió en un dios menor de la agricultura, ganadería, apicultura y caza.
Más tarde fue iniciado por el centauro Quirón en diversas disciplinas y en Beocia se casó con Autónoe, teniendo con ella tuvo un hijo llamado Acteón, un apasionado por la caza, y Macri, niñera de Dioniso.
El oráculo de Delfos aconsejó a Aristeo navegar hasta la isla de Ceos, donde sería recibido con grandes honores, pero se encontró con que los habitantes de la isla padecían una enfermedad entumecedora que creían estaba propiciada por Sirio, la estrella que representaba el can de Orión. Aristeo averiguó que sus problemas procedían de malhechores que se ocultaban en la niebla. Cuando fueron descubiertos, castigados y se hubo erigió un santuario a Zeus en el que se hicieron ofrendas al rey de los dioses, se solventó el problema, aunque los ceanos continuaron haciendo ofrendas a Sirio para asegurarse su protección.
Tras ello, Aristeo llegó a Arcadia, donde ciertas tradiciones aseguraban que Eurídice fue mordida por una serpiente venenosa cuando huía de él. Parece ser que entonces los enjambres de Aristeo enfermaron y comenzaron a morir por lo que se dirigió a la fuente Aretusa en busca de ayuda y donde recibió el consejo de erigir altares, sacrificar ganado y dejar allí los cadáveres. Así lo hizo y de los cuerpos sacrificados nacieron nuevos enjambres.
ARNE
Era hija ilegítima de Eolo y Melanipe y nieta por parte de madre del centauro Quirón. Poseidón se sintió atraído por ella y la sedujo naciendo de esta unión dos hijos llamados Eolo y Boecio. Su padre enfurecido ordenó que fuera cegada y encerrada de por vida y que los gemelos fueran abandonados en el monte Pelión donde fueron salvados de una muerte cierta por unos pastores. Cuando los hijos crecieron rescataron a su madre y Poseidón le devolvió la vista casándose con Metaponto, rey de Icaria. 

ARPÍAS
Eran hijas de Taumante y la oceánide Electra y hermanas de Iris y Arce.
El mito que se refiere a ellas fue evolucionando a través del tiempo. En la primitiva versión se las conocía como hermosas mujeres dotadas de alas, cuya principal misión era hacer que Fineo, rey de Tracia, cumpliera el castigo impuesto por Zeus.
El rey tracio poseía el don de la profecía y reveló secretos de los dioses del Olimpo, lo que enfureció a Zeus, quien, como castigo, lo confinó en una isla en la que siempre permanecía rodeado de un festín del que no podía comer nada porque las Arpías le arrebataban los manjares de las manos cuando trataba de comerlos. El castigo se mantuvo hasta que Jasón y los argonautas llegaron a la isla y enviaron a los héroes alados, Boréadas, Calais y Zetes a luchar contra las Arpías, que fueron ahuyentadas salvando la vida a petición de Iris con la promesa de no volver a molestar a Fineo. El rey, en agradecimiento por su ayuda, reveló a los Argonautas la forma de sortear los escollos flotantes de las Simplégades para poder continuar su periplo. (Las Simplégades se situaban en el Bósforo).
En el transcurso del tiempo, la versión inicial del mito fue cambiando hasta el punto que las Arpías no arrebataban a Fineo la comida sino que la ensuciaban con sus excrementos haciéndola incomestible. Poco a poco fueron presentadas como seres difusoras de suciedad y enfermedad, al tiempo que de hermosas mujeres se transformaban hasta adquirir una apariencia monstruosa, considerándolas como unos alados genios maléficos provistos de garras muy afiladas. Eran despiadadas, crueles y violentas y vivían en las islas Estrófades, al oeste del Peloponeso. Solían ser vistas como personificaciones de la fuerza destructiva del viento y también como raptoras de gente a quienes torturaban mientras las conducían al Tártaro.

Según Hesíodo, las Arpías eran originalmente dos: Aelo, el viento tempestuoso, y Ocípete, vuelo rápido. Posteriormente apareció Celeno, la oscura, considerada la más malvada de todas.
Homero cita a Podarge, pies veloces, quien, tras unirse con el viento Céfiro, engendró a Janto y Balio, los caballos de Aquiles. También se atribuye a las Arpías la maternidad de los caballos de los Dioscuros, Floógeo y Hárpago.

ARSÍNOE
Era hija de Fegeo, rey de Psófide. Alcmeón buscó refugio en la corte de Fegeo huyendo de las Erínias que lo perseguían por haber dado muerte a su madre, Erifile, y contrajo matrimonio con Arsínoe entregándole como regalo de bodas el collar y la túnica que habían pertenecido a su madre. Pero las Erínias continuaron acosándolo por lo que, aconsejado por el oráculo de Delfos, acudió a los dominios del dios río Aqueloo, donde unas tierras formadas por un meandro estaban protegidas contra la maldición de matricidio que pesaba sobre él. Allí se casó de nuevo con Calírroe, la hija de Aqueloo, y tuvo con ella dos hijos.
Algún tiempo después, Calírroe, temerosa de que su belleza se marchitara, pidió a su marido el collar y la túnica de Erífile negándose a compartir el lecho con él hasta que no se los entregara. Alcmeón volvió a Psófide y convenció a su primera esposa para de que le devolviera el collar y la túnica con la excusa de que iba a donarlos al oráculo de Delfos para librarse así de las Erínias. Arsínoe, pensando que así recuperaría a su marido, accedió a la petición. Pero Fegeo, enterado del engaño, ordenó a sus hijos que mataran a Alcmeón cuando abandonara el palacio.
Ignorante de todo, Arsíone estaba despidiendo a su marido desde la ventana cuando presenció cómo sus hermanos lo asesinaban y, sin permitirles explicación alguna, maldijo a su padre y hermanos emplazándolos a que murieran violentamente antes de la siguiente luna nueva. Fegeo, al escuchar la maldición, la encerró en un arca y la entregó como esclava al rey de Nemea.
Calírroe, al enterarse de la muerte de Alcmeón, rogó a Zeus que hiciera crecer a sus hijos rápidamente para que pudieran vengar la muerte de su padre. Zeus accedió y la venganza se cumplió cuando los hijos de Arsíone, en vez de ir a purificarse por el asesinato, se dirigieron primero a Nemea para implorar a su hermana que retirara la maldición. A continuación, los hijos de Calírroe mataron también a Fegeo.

ARSÍNOE
Era una de las tres hijas de Minia, rey de Orcómeno, que se negaron a participar en las orgías de Dioniso, pese a la invitación personal que recibieron del dios disfrazado de mujer. Al ser rechazada su invitación, el dios se sintió despechado y convirtió sucesivamente en un león, un toro y una pantera volviendo locas a las tres hermanas que sacrificaron y devoraron al hijo de una de ellas, huyendo después a las montañas, donde Dionisio las transformó en murciélagos o, según otras versiones, fueron convertidas en aves por Hermes.

ARSÍNOE
Era también conocida como Laodamia y fue la protectora de Orestes poco antes de que Agamenón, rey de Micenas, volviese a su reino una vez finalizada la Guerra de Troya. Para protegerlo de la venganza de Egisto, Arsínoe hizo pasar a su propio hijo por Orestes, enviándolo al palacio y permitiendo que Egisto lo matara. Después envió al verdadero Orestes a la corte del anciano Estrofio, para que lo salvara de la tragedia que se avecinaba.

ARSÍNOE
Era hija de Nicocreone, rey de Chipre. Rechazó varias veces a un joven que estaba profundamente enamorado de ella lo que motivó el suicidio del pretendiente, a cuyo funeral acudió sin muestras de sufrimiento alguno. La insensibilidad de la princesa enojó a Afrodita que la convirtió en pedernal.

ARSÍNOE
Era hija de Leucipo y Filodice y hermana de las esposas de los Dioscuros. Tuvo una hija con Apolo que se llamó Eriopis que se casó con Oileo. Alguna versión dice que estaba casada con Arsipo y que con él fue la madre de Asclepio.

ASCÁLAFO
Era hijo de dios río Aqueronte y de la ninfa del Inframundo Arfne o Górgira, según versiones. Cuando Hades secuestró a Perséfone, Zeus le ordenó que le diese libertad para estar con su madre, pues Deméter había prometido dejar la tierra yerma si no recuperaba a su hija. Hades aceptó siempre y cuando Perséfone no hubiera comido nada en su estancia en el Hades, pues quien probaba la comida de los muertos no podía volver a la vida. Ya se preparaba la joven para regresar junto a su madre cuando Ascálafo, que habitaba en el Hades, declaró haberla visto comer un gajo de una granada, por lo que Perséfone no pudo reunirse con su madre. Zeus, para evitar que Deméter cumpliera su amenaza, sentenció que Perséfone permanecería en el Hades durante el invierno y el resto del tiempo, primavera y verano, con su madre. (El calendario griego sólo incluía tres estaciones).
En castigo por su declaración, Deméter sepultó a Ascálafo bajo una enorme piedra, de la que sólo pudo escapar cuando Heracles lo liberó en su visita a los infiernos. Pero entonces Deméter lo transformó en un búho de orejas cortas, animal que desde entonces vigila en la oscuridad. 


ASCÁLAFO
Era hijo de Ares y de Antíope y participó en la expedición de los argonautas. También fue uno de los pretendientes de Helena y, como el resto, juró acudir en ayuda del marido que eligiera si éste lo necesitaba. Por ello participó en la Guerra de Troya con treinta naves del ejército de Orcómeno. Murió a manos de Deífobo provocando la ira de Ares que participó aún más activamente en los combates.

ASCANIO
Era hijo de Eneas y Creúsa y nieto de Anquises y Afrodita.
La diosa del amor había comunicado a su hijo Eneas que las Moiras tenían marcado para él y su descendencia un destino distinto al de morir como un héroe en el conflicto troyano por lo que, tras caer Troya en poder de los aqueos, hizo que Eneas, acompañado por su padre, su esposa y su hijo abandonaran la ciudad para dirigirse en busca de una nueva patria. Ya fuera de las murallas, desapareció Creúsa y por más que su marido se esforzó en su búsqueda no logró hallarla. Tras sufrir distintas penalidades y pasar un tiempo en Cartago con la reina Dido, consiguieron llegar al Lacio donde Apolo había profetizado que fundarían un reino eterno. Allí, tras una guerra feroz con los indígenas, Eneas se casó con Lavinia, hija del caudillo local, fundando la ciudad de Lavinio en honor a su esposa.
Ascanio abandonó a su padre y fundó otra ciudad en el monte Albano a la que llamó Alba Longa, la futura Roma, e iniciando en ella una nueva estirpe en la, más adelante, nacieron Rómulo y Remo.

Huida de Eneas y su familia de Troya

ASCLEPIO
Era hijo de Apolo y de la mortal Coronis o Corónide. Antes de alcanzar la inmortalidad y convertirse en el dios de la medicina fue un héroe de Tesalia.
La versión más conocida de su nacimiento era la de Píndaro que narraba los amores de Apolo con Corónide, hija del rey de Tesalia, Flegias, fruto de los cuales fue Asclepio. Al quedarse embarazada Corónide, Apolo regresó a Delfos dejando a su amante bajo la vigilancia de un cuervo que, entonces de color blanco. En ausencia de Apolo, Corónide mantuvo una relación con Isquis, hijo de Élato, conquistador del monte Cileno y de la Fócida, y el cuervo informó a Apolo de los amoríos de Corónide y el dios, muy contrariado, maldijo al animal condenándolo a llevar en adelante el color negro en lugar del blanco. Después mató a Corónide y, antes de que se consumiera en la pila funeraria, extrajo de su vientre al futuro dios.

Asclepio
Otra versión de los hechos cuenta que el rey Flegias de Tesalia viajó al Peloponeso en compañía de su hija, para planear el saqueo de la región y durante el viaje, Apolo sedujo a Corónide, que dio a luz en secreto en el monte Mirtio, en el Epidauro. Corónide dejó abandonado al niño que fue alimentado por una de las cabras del rebaño del pastor Arestanas y cuidado por su perro. Cuando el pastor vio al niño quedó admirado por la aureola que lo rodeaba y, pensando que era cosa de los dioses, dejó que el destino se ocupara de él.


Apolo confió la educación de su hijo al centauro Quirón, que lo instruyó en la medicina y la caza. También colaboraron en su formación Apolo y Atenea, quien le entregó dos recipientes con la sangre de las gorgonas uno de ellos contenía sangre envenenada y el otro la sangre que tenía poderes curativos y que podía resucitar a los muertos. Asclepio estaba especialmente dotado para la medicina en general y para la práctica de la resurrección, en particular, llegando a devolver la vida a muchas personas entre las que se cita a Hipólito, el hijo de Teseo. Ejerció la medicina con gran éxito por lo que se le dedicaron abundantes santuarios, siendo el más importante el de Epidauro, en el Peloponeso, que llegó a ser una auténtica escuela de medicina.
Se le representaba con serpientes enrolladas en un bastón, piñas, coronas de laurel, una cabra o un perro. Era un verdadero experto en botánica y, en especial, en las plantas medicinales.
Su habilidad para resucitar a los muertos le proporcionó una merecida fama, pero también le hizo incurrir en la ira de Zeus quien se mostraba radicalmente contrario a la resurrección de los humanos porque ello podría producir una grave alteración en el orden mundial. Así, cuando resucitó a Hipólito, el rey del Olimpo fulminó con un rayo al médico. Entonces Apolo, muy dolido y lleno de ira por la muerte de su hijo, tomó venganza matando a los Cíclopes, que habían fabricado el rayo de Zeus, y llevando a Asclepio al cielo donde quedó representado por la constelación Ofiuco o Serpiente.
Homero, en la Ilíada, habla de dos hijos de Asclepio, Podalirio y Macaón, ambos médicos. Otras leyendas se refieren a su esposa Epione y a sus hijas: Yaso, la curación, Higia, la salud, Panacea, la curación de todas las enfermedades por medio de las plantas, Egle, el brillo sanador, y Aceso, sanar.

ASTINOO
Era hijo de Afrodita y Faetón, el hijo de Céfalo que fue raptado por la diosa para que cuidara de sus templos.

ASTÍOQUE
Era hija del dios río Simios que casó con Erictonio, rey de Dardania, con quien fue madre de Tros. Se la consideraba un ancestro de los monarcas troyanos.

ASTÍOQUE
Era hija del rey de Troya, Laomedonte, y de la ninfa Estrimón. Se casó con Télefo y fue madre de Euripilo. Finalizada la Guerra de Troya fue esclavizada, pero consiguió la libertad incendiando la nave en la que era transportada.

ASTÍOQUE
Era hija de Anfión y de Níobe. Murió, al igual que sus hermanas, atravesada por las flechas que disparó Artemisa en venganza porque Níobe, madre de una extensa prole, se había burlado de Leto quien sólo había tenido a dos hijos: Apolo y Artemisa. Artemisa mató a las hermanas y Apolo a los hermanos. 

ASTÍOQUE
Era hija de Filante, rey de Feira, y se unió a Heracles cuando éste conquistó la ciudad teniendo un hijo llamado Tlepólemo.

ASTÍOQUE
Era hija de Atreo y hermana de Agamenón y Menelao. Según otras fuentes su nombre era Anaxibia. Se casó con Estrofio, rey de Fócida, con quien tuvo a Pilades.

ASTIPALEA
Era hija de Fénix, rey de Fenicia, que fue seducida por Poseidón con quien tuvo a Euripilo y Anceo. 

ATALANTA
Según la versión más extendida, era hija de Atamante y de Temiste. Su padre solamente quería hijos varones por lo que al nacer la abandonó en el monte Partenio, donde sobrevivió gracias a una osa que la amamantó hasta que la encontraron unos pastores y decidieron criarla.
Tras convertirse en una bella mujer, decidió mantenerse virgen para consagrarse a Artemisa a quien trataba de emular por lo que llegó a ser una de las cazadoras más famosas.
Se enfrentó a los centauros Reco e Hileo que quisieron violarla matándolos a ambos. Alcanzó su máxima fama tras participar en la cacería del jabalí de Calidón. Un oráculo predijo que si se casaba quedaría convertida en un animal y ella, para evitar pretendientes, anunció que se casaría con quien lograra vencerla en una carrera, pero si ella vencía, mataría al vencido. Atalanta otorgaba alguna ventaja a sus contrincantes, pero siempre vencía y mataba a su rival.
Un apuesto joven llamado Hipómenes decidió competir para obtener su mano y la carrera comenzó, pero cada vez que Atalanta iba a alcanzar al joven, éste soltaba una manzana de oro procedente del jardín de las Hespérides que le había regalado Afrodita y la cazadora se detenía a recogerla fascinada por su belleza. Hipómenes venció y obtuvo su mano.

Vivieron felices durante un tiempo compartiendo cacerías y aventuras y en el curso de una de ella entraron en un templo de Cibeles, divinidad frigia, donde gozaron de su amor, pero la diosa, colérica por lo que consideraba una profanación, los convirtió en leones obligándolos a tirar de su propio carro.
Atalanta tuvo un hijo llamado Partenopeo quien, según unos autores era hijo de su matrimonio, pero según otros lo era de Ares o Meleagro.
Alguna versión hablaba de Atalanta como la única mujer que participó en la expedición de los argonautas.

ATAMANTE
Era hijo de Eolo y nieto de Helena. Fue un monarca beocio que reinó en el país de Coronea o, según otros, en la propia Tebas.

Casó con Néfele, de quien tuvo dos hijos, Frixo y Hele. Cuando conoció a Ino, hija de Cadmo, se enamoró de ella y repudió a Néfele. De su segundo matrimonio nacieron Learco y Melicentes. Ino deseaba que sus hijos adquirieran los derechos sucesorios en detrimento de los hijos del primer matrimonio de su marido y para ello tramó una estratagema convenciendo a las mujeres del reino que tostaran los granos de trigo que guardaban como simiente asegurándoles que de esa forma su crecimiento sería más rápido. Ellas lo hicieron así y cuando sembraron nada brotó de la tierra. Ino consiguió convencer a las mujeres de que el trigo no había crecido porque habían perdido el favor de los dioses. Atamante envió emisarios para consultar al oráculo de Delfos, e Ino los sobornó para que volvieran respondiendo que para acabar con la carestía debían se inmolados los hijos de Atamante. Cuando se iban a ser sacrificados, Néfele, su madre, les envió un carnero con el vellocino dorado que los arrancó del altar del sacrificio llevándoselos por el aire. Hele cayó al mar que, desde entonces, llevó su nombre, Helesponto, el mar de Hele, y Frixo llegó hasta la Cólquide donde halló refugio.
En otra versión existía un final del mito distinto. Atamante fue informado por uno de sus emisarios de la conjura de Ino y ordenó la muerte de su esposa junto a su hijo Melicertes, pero Dioniso salvó a su tía y nodriza envolviéndola en una nube que la hizo invisible permitiéndole escapar y unirse a sus servidoras. A continuación, Dioniso enloqueció a Atamante y éste mató a su hijo menor Learco arrojándolo a un caldero de agua hirviendo. Recuperada la cordura, Atamante huyó de Beocia y se estableció en una nueva tierra que llamó Atamantia casando con Temisto con quien engendró a Leucón, Eritreo, Esqueneo y Ptoo.
Según Eurípides, Atamante se casó con Temisto al creer que Ino había muerto, pero ésta volvió con Atamante y fue introducida en el palacio como sirvienta. Esta vez fue Temisto quien planeó matar a los hijos de Ino para lo que pidió ayuda a la nueva criada sin saber su identidad, ordenándole vestir de blanco a los hijos de Ino y de negro a los suyos. Ino lo hizo al revés y Temisto mató a sus propios hijos, suicidándose al saber lo que había hecho.

ATREO
Era hijo de Pélope e Hipodamía, soberanos de Pisa, y padre de Agamenón y Menelao.
Atreo y su hermano gemelo Tiestes fueron exiliados por su padre por haber asesinado a su hermanastro Crisipo en su deseo de alcanzar el trono de Olimpia. Fueron a refugiarse a Micenas, donde quedaron encargados del gobierno por Euristeo mientras éste se enfrentaba a los heraclidas, pero Euristeo murió en la campaña y su poder se hizo definitivo.
Un oráculo había afirmado que reinaría en Micenas un hijo de Pélope que fuera dueño de un carnero dorado.
Atreo había jurado sacrificar su mejor cordero a Artemisa, pero, al descubrir entre su rebaño un cordero con lana dorada, se arrepintió de su promesa y entregó el animal a su esposa Aérope para que lo ocultara de la diosa. Aérope, conocedora de la profecía, se lo entregó a su amante Tiestes, quien lo presentó como suyo reclamando el trono. No obstante, Zeus, a través de Hermes, comunicó a Atreo que si quería recuperar el trono hiciera a su hermano la proposición de que si al día siguiente el Sol se ponía por el oeste, el seguiría siendo el rey, pero si se ocultaba por oriente el rey sería Atreo. Zeus cambió ese día el curso del astro rey y Atreo recuperó el trono desterrando a Tiestes.

Cuando Atreo se enteró del adulterio de su esposa con Tiestes planeó su venganza e invitó a su hermano a volver a Micenas para reconciliarse. La llegada de Tiestes fue celebrada con un banquete en el que la carne procedía de los cuerpos de los hijos de Tiestes asesinados por Atreo. Tras la comida, Atreo presentó las cabezas de los muchachos para que su hermano supiera lo que había comido. Tiestes vomitó la comida y maldijo a la descendencia de Atreo.
Tiestes clamaba venganza, pero un oráculo lo informó de que la única forma de vengarse de su hermano sería a través de un hijo concebido con su propia hija Pelopia. Ésta, mientras estaba celebrando un sacrificio, se manchó la túnica de sangre y fue a lavarla al río quedándose desnuda, momento que aprovechó su padre para violarla. Ella se defendió, pero no pudo evitar la violación, aunque sí consiguió apoderarse de la espada de su agresor. Cuando el niño nació fue llamado Egisto y Atreo se ocupó de criarlo como su propio hijo.
Años más tarde, Atreo ordenó a sus hijos Agamenón y Menelao, que buscaran a su tío y lo llevaran a Micenas. Una vez allí Tiestes fue encerrado en una mazmorra y Atreo ordenó a Egisto que lo matara. El joven se disponía a hacerlo cuando Tiestes reconoció su espada y reveló su identidad a su hijo. Éste, entonces, mató a su tío Atreo, desterró a sus primos Agamenón y Menelao y entregó el trono a su padre. 

ATRIDAS
Se conocen con este nombre los descendientes de Atreo que fueron maldecidos por su hermano Tiestes por haberle dado para comer los cuerpos cocinados de sus hijos. No obstante, los problemas familiares comenzaron con Tántalo, abuelo de Atreo, y terminaron con sus nietos, Ifigenia, Electra y Orestes. 

AUGÍAS
Era hijo de Helios y Naupidame y llegó a ser rey de la Élide, en el Peloponeso. 
Casó con Epicaste con quien tuvo a Epicaste, Fileo, Alameda, Agastenes y Eurito. Participó en la expedición de los argonautas actuando como embajador tratando de convencer a su hermanastro Eetes para que entregara voluntariamente el vellocino de oro, pero Eetes no lo reconoció como hermano expulsándolo del palacio y amenazando con muerto.
Augias era famoso porque los dioses habían designado que su ganado nunca enfermara, logrando por ello poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros regalados por Helios defendían al resto de la manada impidiendo que sufriera bajas por los ataque de las fieras de los alrededores. Sus establos eran conocidos porque nunca habían sido limpiados. Euristeo impuso a Heracles la tarea de limpiarlos en un solo día, cosa aparentemente imposible, por lo que contaba que el héroe quedaría muy humillado por el fracaso en un trabajo denigrante. Al propio tiempo, Augías prometió entregar al héroe una parte de su ganado si realizaba la misión en el tiempo marcado por Euristeo. Heracles abrió un canal que atravesaba los establos y desvió por él los ríos Alfeo y Peneo que arrastraron todo el estiércol quedando los establos perfectamente limpios.
Augias se negó a cumplir su promesa alegando que el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías lo desterró del reino. Euristeo por su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido contratado por Augias.
Heracles buscó alianzas entre los príncipes de toda Grecia para atacar a Augías, pero fue derrotado por los moliones, que mataron a su hermano Ificles y los corintios, aliados de Heracles, solicitaron una la tregua ante las numerosas bajas que el ejército de Augías estaba provocando.
Tres años más tarde, Heracles aprovechó que los eleos estaban celebrando un festival en honor a Poseidón para tender una emboscada en la que mató a los moliones y a Éurito, hijo de Augías. Posteriormente reclutó otro ejército saqueando la Élide, matando a Augias y colocando en el trono a Fileo. Para celebrar la victoria, Heracles instauró los juegos olímpicos.

AUTÓLICO
Era hijo de Hermes y Quíone y abuelo de Odiseo y Jasón en cuya expedición participó como argonauta.
Era muy hábil para el robo y el hurto y tenía la especialidad, proporcionada por su padre, de transformar todo cuanto robaba o hurtaba hasta hacerlo irreconocible por sus dueños. Así se apoderó del casco de cuero de Amitor, de las yeguas de Ífito, de los rebaños de Éurito, etc. Sísifo descubrió el robo de sus reses gracias a unas marcas que les hizo en las pezuñas. Murió a manos de Heracles al enfurecerse éste por ser acusado de un delito cometido por Autólico. 

AUTÓNOE
Era hija de Cadmo y de Harmonía y hermana de Ágave, Ino, Sémele, Ilirio y Polidoro. Se casó con Aristeo con quien tuvo a Acteón y Macris. Cuando su hermana Sémele quedó embarazada de Dioniso por obra de Zeus, no la creyeron diciéndole que su amante la estaba engañando y que si de verdad era Zeus le pidiera que el dios se mostrara en todo su esplendor. Zeus lo hizo, pero Sémele murió al no poder resistir los rayos del dios del Olimpo. Zeus extrajo del vientre de Sémele a Dioniso e implantándolo en su propio muslo le permitió vivir. Cuando alcanzó la mayoría de edad hizo que sus tías se volvieran locas como venganza por el trato dado a su madre. 

ÁYAX EL GRANDE
Era hijo de Telamón y Peribea, reyes de Salamina. Con su esposa Brenda tuvo a Eantides y con su esclava Tecmesa a Eurísaces y Fileo.
Se reconocía como Áyax el Grande para distinguirlo de Áyax, hijo de Oileo, que era conocido con el Menor. Al igual que Aquiles, fue entrenado en la escuela del centauro Quirón y fue un valeroso guerrero que se embarcó hacia la Guerra de Troya al mando de doce navíos de Salamina acompañado de su hermano Teucro. Era un guerrero de gran estatura dotado de una fuerza sobrehumana que portaba un enorme escudo que servía de protección a las falanges. Peleó con coraje y destreza que sólo superaba Aquiles. No fue herido en ninguna batalla y fue el único personaje que no recibió apoyo de los dioses.
Luchó contra Héctor en dos ocasiones. En la primera el duelo que duró todo un día sin que hubiera un vencedor y terminó con el intercambio de presentes entre ellos como reconocimiento mutuo de su habilidad con las armas y su valor. La segunda fue durante una incursión de los troyanos en el campamento de los aqueos cuando ambos pelearon en los barcos griegos. Áyax dejó malherido a su rival arrojándole una piedra de mayor tamaño que el príncipe troyano. Cuando Patroclo murió a manos de Héctor, los troyanos intentaron hacerse con su cuerpo y alimentar con él a los perros, pero Áyax luchó y logró proteger el cadáver, devolviéndolo al campamento griego y a su amigo Aquiles.

Posteriormente, cuando Aquiles murió tras ser alcanzado por una flecha de Paris guiada por Apolo, Áyax y Odiseo recuperaron el cuerpo del héroe griego y lo enterraron junto al de su amigo Patroclo. Tras el funeral ambos héroes griegos reclamaron la armadura de Aquiles como recompensa por sus esfuerzos. Tras una disputa de ingenio o tal vez porque Agamenón aborrecía el linaje de Éaco, Odiseo recibió la armadura y Áyax furioso cayó al suelo víctima de la locura producida por la furia y cuando se levantó obnubilado confundió un rebaño de ovejas con los líderes aqueos, Odiseo y Agamenón, matando a todos los animales. La locura había sido inducida por Atenea irritada con él porque se lanzaba al combate sin implorar protección divina. Cuando se recuperó del ataque, Áyax sintió que había deshonrado su espada de guerrero con la sangre de los animales y se suicidó utilizando la espada que Héctor le había entregado como una ofrenda de honor tras su primer duelo.
Tras su muerte brotó una flor de jacinto en el punto donde cayó su sangre cuyos pétalos llevaban marcadas las dos primeras letras del nombre de Áyax, AY, como si fueran un lamento. 

ÁYAX EL MENOR
Era hijo de Oileo, rey de Lócrida y se le conocía como el Menor para distinguirlo del Áyax hijo de Telamón, al que llamaban el Grande por su descomunal estatura. Tuvo un destacado papel en la guerra de Troya y parece que fue uno de los guerreros que penetraron en la ciudad en el interior del caballo de madera. Durante el saqueo de Troya, Áyax encontró a Casandra refugiada en el templo de Atenea y, según algunas versiones, la violó allí mismo provocando la ira de Atenea, quién, con ayuda de Poseidón, hizo que la nave de Áyax naufragara durante la tempestad que dispersó a la flota griega en su regreso a Grecia.
Áyax y Casandra

Sobre el final del héroe existían dos versiones. Según la primera, pereció al hundirse su barco tras haberse estrellado contra un promontorio en el mar Egeo. La otra versión decía que Áyax recuperó el conocimiento tras la tormenta y sabiendo que había sido obra de Poseidón, comenzó a burlarse del dios por haber fracasado en su intento de darle muerte. Entonces emergió de las aguas una mano sosteniendo un tridente y lo arrojó contra él produciéndole la muerte. Se decía que tanto el tridente como el cuerpo se transformaron en piedra y allí quedaron, como una roca alta que sobresale de las aguas del mar Egeo para el resto de los días.

BELEROFONTE
Era hijo del Glauco y de Eurímene, reyes de Corinto, aunque según algunas versiones su verdadero padre era Poseidón.
Su primer nombre era Hipónoo o quizá Leofontes, pero se lo cambió por el de Belerofonte, que significa “asesino de Belero” después de haber matado accidentalmente a un tirano de Corinto llamado Belero. Otra versión decía que mató accidentalmente a su hermano Deliades, Pirén o Alcímenes.
Tras la muerte de su hermano abandonó Corinto y se dirigió a la ciudad de Tirinto para purificarse en la corte del rey Preto. El monarca acogió a Belerofonte como huésped y lo purificó.
Belerofonte y Pegaso

La esposa de Preto, llamada Estenebea, se enamoró de Belerofonte haciéndole proposiciones deshonestas que Belerofonte rechazó.
Estenebea, ofendida, lo acusó de intentar seducirla y el rey, creyéndola, pero sin querer faltar a las leyes de la hospitalidad matándolo directamente, encargó a Belorofonte llevar una carta lacrada al rey Yóbates de Licia, padre de Estenebea. En la carta, en realidad, pedía a su suegro que diera muerte a Belerofonte.
Ignorando la trama, Belerofonte llegó a Licia, donde Yóbates lo recibió afectuosamente y con grandes muestras de hospitalidad. Al cabo de nueve días de celebraciones, el rey abrió la carta que le entregara su huésped.
Para cumplir el encargo pidió a Belerofonte que matara a la Quimera con la esperanza de que la fiera acabara con él. La Quimera era hija de Tifón y Equidna y tenía cabeza de cabra que exhalaba fuego, cuerpo de león y cola de dragón y asolaba los fértiles campos y devoraba el ganado.
Antes de emprender la difícil tarea, Belerofonte consultó al adivino Poliido, quien le aconsejó capturar al caballo alado Pegaso que podría hallarlo en el monte Helicón donde era protegido por las ninfas del monte por haber hecho brotar de la tierra la fuente Hipocrena al golpear el suelo con una de sus patas.
Belerofonte no encontró a Pegaso en el monte Helicón, sino en la fuente Pirene, en la Acrópolis de Corinto. La diosa Atenea entregó a Belerofonte una brida de oro para domarlo, que Belerofonte colocó sobre su cabeza. En otras versiones, Atenea le entregó directamente a Pegaso después de haberlo domado ella misma o fue Poseidón el que le entregó el caballo alado.
Una vez preparado se dirigió a enfrentarse a la Quimera. Montó a Pegaso y volando sobre el monstruo la disparaba flechas hiriéndolo. Luego, introdujo la punta de su lanza en las fauces de la bestia, cuyo aliento de fuego derritió la punta de plomo deslizándose por la garganta quemando los órganos vitales y acabando con su vida.
Tras la victoria sobre la Quimera, Yóbates le encargó combatir a los Sólimos y posteriormente contra las Amazonas, las mujeres guerreras. Ambas empresas fueron culminadas con éxito, pero aun así, Yóbates insistía en querer cumplir el encargo de su yerno, por lo que le preparó una emboscada con sus mejores hombres, pero Belerofonte no cayó en ella y mató a todos. Finalmente Yóbates, reconociendo los méritos del héroe, le ofreció a su propia hija como esposa y tuvieron tres hijos: Laodamía, Isandro e Hipóloco.
Algunas tradiciones contaban que Entenebea se suicidó al conocer la boda de Belerofonte, pero en otras, él decidió hacerla pagar por su traición y fingiendo estar enamorado de ella, la convenció de huir con él hacia Tirinto. Ella aceptó y cuando volaban sobre el lomo de Pegaso, Belerofonte se encaminó hacia el mar dejándola caer sobre las rocas de la costa donde murió estrellada. 
Se contaba que Belerofonte, enorgulleciéndose en exceso de su éxito, intentó subir al Olimpo a lomos de su caballo alado, pero Zeus, irritado por su osadía, mandó un tábano, que picó a Pegaso y éste asustado se encabritó. Belerofontes no pudo controlar al animal y el héroe se precipitó al vacío muriendo en la caída. 

BELO
Era hijo de Poseidón y Libia y hermano gemelo de Agenor. Casó con la hija del dios río Nilo, Anquíone, con quien fue padre de Dánao y Egipto. Algunos autores lo hacen también padre de Cefeo y Fineo. Fue rey de Egipto, trono que, a su muerte, se disputaron dos de sus hijos, Dánao y Egipto. Ambos hermanos intentaron reconciliarse acordando el matrimonio de los cincuenta hijos de hijos de Egipto con las cincuenta hijas de Dánao, quienes recibieron la orden de su padre de asesinar a sus maridos la misma noche de bodas. 

BELO
Uno de los hijos de Poseidón y la hechicera Agameda, hija de Augías.

BELO
Era un rey de Tiro padre de Ana, Tías, Pigmalión y Elisa, más conocida como Dido, la fundadora de Cartago. 

BELO
Fue un rey de Lidia, Asia Menor, hijo de Alceo y, por tanto, nieto de Heracles. Fue padre de Nino, el fundador de Nínive.

BEOTO
Era hijo de Poseidón y de Arne y hermano gemelo de Eolo. Al conocer Eolo, padre de Arne, que su hija estaba encinta, la cegó y la recluyó en un calabozo ordenando que los niños que naciesen fuesen abandonados en el monte Pelión para que perecieran. Así se hizo, pero unos pastores encontraron a los niños, los recogieron y los criaron.
Metaponto, rey de Icaria, no lograba tener descendencia con su esposa Téano y pensaba repudiarla, pero ésta encontró a los pastores y les pidió que le entregasen a los niños para hacerlos pasar como hijos suyos y de Metaponto. 
Después, Téano dio a luz a mellizos, pero, debido a su ascendencia divina, Eolo y Beoto eran distinguidos por Metaponto lo que provocó los celos de Téano, quien persuadió a sus hijos para que mataran a Eolo y Beoto durante una cacería simulando un accidente. Los gemelos, ayudados por su padre Poseidón, se zafaron de la trampa y dieron muerte a los hijos de Téano, quien se suicidó al conocer el desenlace. Poseidón les reveló su verdadera ascendencia y la situación de su madre Arne. Eolo y Beoto la liberaron y Poseidón le devolvió la vista.
Cuando Metaponto se enteró del engaño de Téano, se casó con Arne y adoptó formalmente a Eolo y Beoto. Sin embargo, años más tarde Metaponto repudió a Arne y se casó con Autólita. Eolo y Beoto apoyaron a su madre y mataron a Autólita, por lo que tuvieron que huir de Icaria.
Beoto y Arne fueron de nuevo a Tesalia, donde Eolo, les cedió la parte meridional del reino, que a partir de entonces se llamó Beocia. 

BIZANTE
Era hijo de Poseidón y Ceróesa y se le considera como el fundador de Bizancio con la ayuda de su padre y de Apolo. Bizante fue quien dio nombre al Cuerno de Oro al lugar donde había nacido su madre.
Otras leyendas cuentan que el fundador de Bizancio no era hijo de Poseidón sino un colono griego de la ciudad de Megara quien se asentó en el territorio siguiendo las recomendaciones del oráculo de Delfos.
Una leyenda cuenta que Zeus se enamoró de Ío, hija del dios río Ínaco, y para protegerla de las iras de su esposa Hera, la transformó en una vaquilla. Ío, en curso de un paseo, atravesó el estrecho que recibió el nombre de Bósforo (vado de vacas) en su honor.

BRISEIDA
Era hija de Briseo y prima de Criseida y fue raptada por Aquiles durante la guerra de Troya tras la muerte de sus tres hermanos y su marido, el rey Mines de Linerso, en la batalla.
Agamenón, tras verse obligado a devolver a su amante Criseida a su padre para poder poner fin a la peste que asolaba el campamento aqueo, exigió que se le entregara a Briseida, la concubina preferida de Aquiles. Éste no tuvo más remedio que acceder, pero se retiró de la batalla acompañado de sus mirmidones.
La retirada de Aquiles hizo que los troyanos disfrutaron un período de éxito. Tras el retorno de Aquiles a la batalla, motivado por la muerte de Patroclo, Agamenón le devolvió a Briseida.
Briseida conducida hasta Agamenón

BUSIRIS


Heracles matando a Busiris y a sus seguidores

Era hijo de Poseidón y Lisianasa. Fue un soberano de Egipto famoso por su crueldad. Obligó a Proteo a exiliarse y mandó una expedición para raptar a las Hespérides con la que se encontró Heracles mientras buscaba las manzanas de oro y a quienes dio muerte. Con ocasión de una pertinaz sequía que asoló el país, Frasio, un adivino llegado de Chipre, aconsejó al rey que cada año sacrificase un extranjero en honor a Zeus. El primer sacrificado fue Frasio, pero cuando Heracles pasó por Egipto y fue elegido por Busilis para el sacrificio, el héroe lo mató. 

BUTES
Era hijo de Teleonte y Zeuxipe, hija del dios río Erídano, aunque algún autor lo presentaba como hijo de Poseidón. Se decía de él que se unió a los argonautas y cuando pasaron junto a las sirenas no pudo resistir la atracción del canto y saltó al mar, pero fue salvado por Afrodita quien lo llevó a Sicilia donde fue madre con él de Erice y Policaón. 

BUTES
Era hijo de Bóreas, dios del viento del norte, y conspiró contra su hermano Licurgo por lo fue exiliado. Marchó con un grupo de colonos y se asentó en una isla a la que llamó Naxos. Como en la expedición no figuraban mujeres, hicieron incursiones en islas y territorios próximos para raptarlas. En Tesalia encontraron unas ménades, seguidoras de Dioniso, que huyeron de ellos. No obstante, Butes consiguió raptar a Coronis con quien tuvo a Hipodamía, pero la ménade invocó a Dioniso y éste hizo que el raptor se volviera loco y se arrojara a un pozo a causa de lo cual murió.

CACO
Era un gigante hijo de Hefesto y hermano de Caca, era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo. Vivía en una cueva del monte Aventino en el Lacio (actualmente Roma), en cuya puerta siempre colgaban, para horror de los habitantes del lugar, las cabezas sangrantes de los humanos que devoraba.
Según la Eneida, en la que Evandro cuenta la historia a Eneas, Heracles condujo los rebaños de bueyes de Gerión tras haber derrotado a éste hasta las orillas del Tíber, cerca de la morada de Caco. Mientras pastaban Heracles se durmió y Caco se encaprichó del ganado, robando cuatro parejas de bueyes que condujo a su cueva arrastrándolos de espaldas por el rabo, de forma que no dejaran huellas. Cuando Heracles despertó y se dispuso a abandonar los pastos, el ganado que le quedaba empezó a mugir lastimeramente hacia la cueva, donde una vaca respondió.
Heracles corrió furioso hacia la cueva, Caco, aterrorizado, había bloqueado la entrada con una roca enorme que mantenían sujeta unas cadenas forjadas por Hefesto. Heracles se vio obligado a arrancar la cima de la montaña para abrirse paso, y Caco le atacó escupiendo remolinos de llamas y humo, de lo que Heracles se defendió con ramas de árboles y rocas del tamaño de piedras de molino. Perdiendo finalmente la paciencia, Heracles saltó a la cueva, dirigiéndose a la zona en la que el humo era más denso, agarró a Caco y lo estranguló. Según Ovidio, lo mató a golpes de porra.
Otra versión cuenta que Caco hizo caminar de espaldas a las reses para no dejar nuevas huellas. Cuando Heracles pasó con el resto del ganado frente a la cueva de Caco, donde estaban escondidas las reses robadas, empezaron a llamarse unas a las otras.



CADMO
Era hijo de Agénor y Telefasa, reyes de Siria, y hermano de Cilix, Fénix y Europa.
Cuando Zeus, transformado en toro, raptó a Europa, Agénor ordenó a su esposa, que estaba embarazada, y a sus hijos que fueran a buscarla y, bajo pena de muerte, no volvieran sin ella.
Fénix pronto abandonó la búsqueda y fundó un reino próximo al de su padre al que llamó Fenicia (actual Líbano).
Cilix prosiguió la búsqueda siguiendo la costa hacia el norte subiendo por los montes Antitauro, y, sintiéndose agotado, pidió a su madre que abandonara el viaje y se quedara con él allí. Ella se negó, continuando la búsqueda. Poco después murió Telefasa al dar a luz a Fineo y Cílix dejó de viajar fundando el reino de Cilicia en Antioquia, entre la costa y los montes Antitauro.
Cadmo llegó hasta Delfos para consultar el oráculo de Apolo sobre el paradero de su hermana. El oráculo le dijo que tapara sus ojos y saliera por cualquier puerta de Delfos y que continuara caminando en esa dirección hasta que encontrara una vaca que tuviera en su cara una mancha en forma de media luna. 
Después debía seguir al animal hasta que se detuviera y allí debía fundar su reino. La confusión adueñó de Cadmo con esta respuesta, puesto que lo que él deseaba era encontrar a su hermana.
No obstante, siguió las indicaciones del oráculo y por azar fue a salir por una puerta orientada hacia Beocia. Pronto encontró una vaca con una mancha en la cara semejante a una luna con los cuernos hacia abajo. La siguió sin descanso durante tres días, al término de los cuales el animal murió de cansancio y Cadmo, exhausto, supo que allí fundaría su nación. Quiso ofrecer un sacrificio a los dioses y, viendo una fuente cercana, pidió a sus hombres que trajeran agua, pero la fuente estaba guardada por un dragón que mató a quienes se acercaron a ella. Cadmo, entonces, atacó a la fiera matándolo con lo que Ares, el dueño de la bestia, se enfureció con él, pero Zeus intervino apaciguando al dios de la guerra y enviando a Cadmo un mensaje con Atenea.
El mensaje de la diosa decía que plantara esa noche los dientes del dragón y de ellos nacerían cientos de guerreros ante los que debería permanecer oculto mientras luchaban entre sí y cuando quedaran diezmados y estuvieran cansados luchara contra ellos venciendo a quien pudiera y así podría conseguir los mejores y más fieles guerreros que pudiera imaginar.
Cadmo siguió las instrucciones de Atenea e inmoló la vaca a los dioses y, al llegar la noche, plantó los dientes del dragón, de los que, inmediatamente, nacieron los espartos, guerreros plantados. Nada más nacer comenzaron a luchar matándose entre ellos y, cuando disminuyó su número y se encontraban débiles por el cansancio, Cadmo hizo su aparición luchando contra ellos logrando vencer sólo a Chtonios y Ección quienes se convirtieron en sus mejores y más fieles compañeros.
Cadmo fundó su reino, al que llamó Cadmea, en territorio de los hiantos, quienes lucharon contra él, pero fueron vencidos y obligados a refugiarse en el monte Partenio.
Sin embargo, Ares aún insistía en que Cadmo debía recibir un castigo por haber dado muerte a su dragón. El conflicto se resolvió con el matrimonio del héroe con Harmonía, la hija de Ares.
Algunas fuentes atribuyen a Cadmo la introducción del alfabeto en Grecia, al igual que la del arado, la fundición de metales y la agricultura. Otras fuentes afirmaban que el introductor fue Dánao.
De su matrimonio con Harmonía nacieron: Ágave, esposa de Ección, Polidoro, marido de Nicteis, Ino, esposa de Atamas, rey de Magara, Autonoe, esposa de Aristeo, hijo de Apolo, Semele, madre de Dioniso con Zeus, e Illiria.
Al final de su vida, se decía que Cadmo y Harmonía marcharon a Iliria, en las orillas del Adriático, donde fueron transformados en serpientes y llevados a los Campos Elíseos.
Algunos autores atribuían a Cadmo la fundación de Tebas, aunque, en realidad, la ciudad recibió ese nombre en honor a Tebe, esposa de Zeto, al que se suponía hijo de Poseidón y Antíope y hermano de Anfión. La leyenda hablaba de que Zeto y Anfión trataban de reconstruir la ciudad arrasada y que el primero recibió una lira mágica con cuyo sonido colocaba las piedras en su sitio sin esfuerzo alguno, mientras que su hermano trabajaba duramente arrastrándolas. Reyes anteriores a Zeto fueron Cadmo, Polidoro, Ección, Penteo, Lábdaco, Niceto y Licos. 

CALCAS O CALCANTE
Era hijo de Téstor y nieto de Apolo, quien le otorgó el don de la profecía. Fue uno de los más célebres adivinos y actuó como augur en la guerra de Troya.
Entre sus augurios destacan:
La predicción hecha cuando Aquiles tenía nueve años de que para que los aqueos obtuvieran la victoria en Troya sería necesaria la presencia del niño en ella.
También consideró necesaria la presencia de Filoctetes porque a él le había entregado Heracles su arco y flechas por haber prendido su pira funeraria., ya que sin esas armas no sería posible vencer.
Predijo que la guerra de Troya duraría diez años.
Aseguró a Agamenón que la única forma de apaciguar a Artemisa para que devolviera el viento al mar era sacrificar a su hija Ifigenia, con lo que la flota podría abandonar el puerto de Aulide.
Durante la campaña, reveló que la peste que asolaba el campamento aqueo sólo desaparecería con la devolución de la cautiva Criseida a su padre, sacerdote de Apolo, el dios protector de los troyanos. Esta devolución causó la disputa entre Agamenón y Aquiles por otra cautiva, Briseida.
Adivinó el azaroso regreso de los vencedores y no se embarcó con ellos, trasladándose a Colofón, ciudad del Asia Menor, donde murió compitiendo en el dominio de la hechicería con Mopso, nieto de Tiresias, que lo venció. Otra versión sobre su final decía que un adivino profetizó la fecha de su muerte y cuando llegó el día señalado, Calcas, viendo que la predicción no se materializaba, sufrió un ataque de risa que provocó su muerte por asfixia.
Odiseo y Diomedes traen a Ifigenia ante Calcas

CALCÍOPE
Era una princesa de la Cólquida (actual Georgia), hija del rey Eetes y de la ninfa Idía y esposa de Frixo.
Ino, la segunda esposa de Atamante, rey de Tebas, odiaba a Frixo y Hele, fruto del anterior matrimonio de su marido con Néfele, diosa de las nubes. Quiso deshacerse de ellos y para conseguirlo prendió fuego bajo los graneros haciendo que el grano almacenado se tostase quedando inutilizado como simiente para el cultivo del año próximo. Los campesinos, temiendo a la hambruna, consultaron al oráculo y éste, aleccionado por Ino, les informó que para evitar el hambre debían sacrificar a los dos hermanos. Cuando la turba se disponía a cumplir la recomendación un cordero dorado enviado por Néfele los rescató y se los llevó volando. Hele, entusiasmada por la sensación de volar, se soltó de la piel del vellocino y cayó al mar, denominado desde entones Helesponto, mar de Hele. El cordero llevó a Frixo hasta la Cólquida, donde el rey Eetes le dio refugio y a su hija Calcíope como esposa. En agradecimiento, Frixo sacrificó el cordero a los dioses y entregó su vellocino de oro al rey Eetes, que lo ató a un árbol sagrado.
Frixo y Calcíope tuvieron cuatro hijos, Cisitoro, Argos, Frontis y Melanión, quienes se propusieron viajar a Grecia para reclamar el trono de Orcómeno, que había pertenecido a su abuelo Atamante, pero una tormenta les hizo naufragar y flotaron a la deriva agarrados a un trozo de madera hasta que Jasón y los argonautas los rescataron. Jasón les explicó que viajaba a la Cólquida para llevar con honor el alma de Frixo hasta Grecia y recuperar el vellocino de oro del carnero que le había salvado la vida. Les pidió ayuda para convencer al rey Eetes de que se lo entregara voluntariamente y los hermanos, aunque temían la ira de su abuelo, aceptaron en agradecimiento por haberles salvado la vida, Llegaron al acuerdo de que fueran ellos los que solicitaran la entrega del vellocino de forma diplomática y sólo en caso de que se les denegara recurrirían a otros procedimientos. Acudieron a Calcíope y ésta, agradecida, intercedió ante su padre. Sin embargo, Eetes no escuchó razones y quiso expulsar a los argonautas de su reino. Ante la actitud de su padre, Calcíope pidió a la hechicera Medea que ayudase a sus hijos y a sus salvadores. Medea, enamorada de Jasón, accedió a la petición de su hermana.

CALÍRROE

Era una hija del dios río Aqueloo que casó con Alcmeón con quien se negó a compartir su lecho hasta que le regalase el collar de Erífile en poder de la primera esposa de su marido. Alcmeón lo reclamó con la excusa de ofrecerlo como ofrenda al oráculo de Delfos, pero cuando Fegeo, su suegro, descubrió el verdadero destino del collar ordenó a sus hijos que le mataran. Calírroe, arrepentida por las consecuencias nefastas de su acción, pidió a los dioses que permiso para que sus hijos, cuando fueran mayores, pudieran vengar la muerte de su padre. Zeus atendió esta súplica e hizo que los hijos de Calírroe se hicieran adultos de forma instantánea y cumplieran el deseo de su madre matando a Fegeo y a sus hijos.

CALÍRROE
Una princesa de Beocia, hija del rey Foco, quien amaba tanto a su hija que se mostraba reacio a entregarla en matrimonio ideando excusas antes los pretendientes. Sin embargo, los aspirantes a la mano de la princesa, cansados de las evasivas del rey, lo mataron. Calírroe logró huir y pudo ocultarse hasta que en una fiesta en honor a Atenea a la que acudían los beocios, se subió al altar y contó su historia. La multitud se compadeció y quemó vivos a los asesinos de su padre.

CALÍRROE
Era una hija del dios río Escamandro que casó con el rey troyano Tros con quien tuvo a Cleopatra, Ilo, Ganímedes y Asáraco.

CALÍRROE
Era una hija de Lici, rey de Libia, que se enamoró de Diomedes cuando éste se hospedó en su casa al regreso de la guerra de Troya. Su amor fue tan intenso que se suicidó cuando Diomedes volvió a su tierra.

CALÍRROE
Era una hija del dios río Meandro que casó con Car, rey epónimo de los carios.

CALISTO
Era hija de Licaón, rey de Pelasgia y fue madre con Zeus de Arcas. Pertenecía al cortejo de Artemisa para lo cual era requisito imprescindible hacer el voto de castidad. Sin embargo, Zeus se enamoró de ella y para seducirla adoptó la forma de Artemisa quedando Calisto embarazada. Unas versiones cuentan que, tratando de evitar que Hera se enterara de la pasión de Zeus, éste transformó a su amante en osa, pero Hera lo descubrió y pidió a Artemisa que le dispara una flecha matándola. Otra versión (Ovidio) dice que fue Hera quien la transformó en osa y Artemisa le disparó sus flechas por haber roto el voto de castidad. Según Higinio, Artemisa descubrió el embarazo de Calisto cuando ésta se bañaba desnuda en un río. Cuando la diosa le preguntó quién había sido el causante, Calisto respondió que era obra suya y Artemisa se enfadó por la respuesta, la transformó en osa y la expulsó de su cortejo. No obstante, Zeus, para salvar a su hijo, le otorgó la inmortalidad transformándola en la constelación de la Osa Mayor entregando a su hijo a la pléyade Maya para que lo criara.
Júpiter y Calisto

Los griegos justificaban la órbita circumpolar de la Osa Mayor diciendo que Tetis, la esposa de Océano y niñera de Hera, enfadada por la relación que había tenido Calisto con el marido de su ahijada, prohibió que se sumergiera en el mar.

CALCIS
Era una hija del dios fluvial Asopo y Metope, que dio su nombre a una ciudad de Eubea. Según otra versión, fue la madre de los curetes y los coribantes, los primeros habitantes de esta isla.

CALQUINIA
Era una hija del rey Leucipo de Sición y fue amante de Poseidón con quien tuvo un hijo llamado Perato quien fue criado por su abuelo el heredero del trono.

CÁNACE
Era hija de Eolo y Enarena y fue amante de Poseidón con quien tuvo a Aloeo, Epopeo, Hopleo, Nireo y Tríope. Se enamoró de su hermano Macareo e, ignorantes de que el incesto estaba prohibido entre los humanos, tuvo con él una hija llamada Anfisa. Cuando su padre descubrió sus relaciones, arrojó a su nieta a los perros y proporcionó a Cánace una espada con la que se suicidó. Macareo logró huir a tiempo del castigo de su padre y se refugió en el santuario de Delfos. 

CÁNDALO
Era hijo de Helios y de la ninfa Rodo.
Cuando los telquines, primitivos habitantes de la isla, huyeron al decretar Zeus la inundación que trataba de aniquilarlos, dejaron a Rodo y a sus hijos como únicos gobernantes de Rodas.
Celoso porque su hermano Ténages destacaba por sus conocimientos y habilidades en astrología, náutica y metalurgia, decidió, en compañía de sus hermanos Actis, Macareo y Tríopas, asesinarlo. Cuando fue descubierto el fratricidio se vio obligado a huir de la isla de Rodas estableciéndose en la de Cos.

CAPANEO
Era hipo de Hipseo y de Astínome. Se casó con Evadne y fue padre de Esténelo. La leyenda le atribuía un cuerpo poderoso dotado de una fuerza descomunal lo que hacía de él un temible guerrero. En la expedición militar conocida como “Los siete contra Tebas” se detuvo frente a las murallas de la ciudad jactándose de que ni Zeus podría evitar que él la invadiera. Por su fanfarronada Zeus lo mató con un rayo, y Evadne se arrojó a la pira funeraria de su marido muriendo en ella.


CAPIS
Era hijo de Asáraco y Egesta y padre, con Temiste, de Anquises y abuelo de Eneas. 

CARIBDIS
Era un monstruo marino, hija de Poseidón y Gea, que tragaba enormes cantidades de agua tres veces al día devolviéndolas a continuación adoptando la forma de remolino que engullía cuanto navegara por sus proximidades. 
Habitaba frente a Escila en un estrecho paso marítimo, identificado generalmente con el estrecho de Mesina, cuyas orillas se encontraban tan próximas que se podían alcanzar disparando una flecha. Los que se aventuraban por el paso quedaban forzosamente al alcance de alguno de los dos monstruos.
Los argonautas, con la ayuda de Tetis, pudieron salvar ambos peligros, pero Odiseo perdió a seis tripulantes en la travesía.


CASANDRA
Era hija de los reyes troyanos Príamo y Hécuba. Fue sacerdotisa de Apolo, quien, encaprichado de ella, le ofreció otorgarle el don de la profecía a cambio de sus favores sexuales. Casandra aceptó, pero, una vez recibido el don, se negó a entregarse al dios. Éste, al sentirse traicionado, le lanzó una maldición según la cual, aunque continuaba teniendo la capacidad de profetizar, nadie daría crédito a sus palabras. Más tarde, cuando predijo la caída y destrucción de Troya no la creyeron, incluso algunas versiones decían que su familia la consideraba loca.
Cuando los griegos entraron a Troya y se inició el saqueo, Áyax, el hijo de Oileo, la encontró refugiada en un altar dedicado a Atenea. Pese a que Casandra se aferró a la estatua de la diosa y rogó al héroe que la respetara, Áyax desoyó sus ruegos y allí mismo la violó. Atenea se sintió humillada por el acto de profanación de su templo y pidió a Poseidón que la vengara. El dios del mar provocó una tormenta que hizo naufragar el barco de Áyax y éste pereció ahogado.
Con posterioridad, Casandra fue entregada al caudillo griego Agamenón, rey de Micenas, quien la tomó como concubina. Al regresar a su patria, Agamenón, ignorante de que su esposa Clitemnestra se había hecho amante de Egisto, accedió a la petición de ésta para que caminara sobre una alfombra morada, el color que simbolizaba a los dioses, y cuando Agamenón lo hizo, pese a las advertencia de Casandra para que lo evitara, cometió sacrilegio y fue asesinado, junto a su concubina, por Egisto y Clitemnestra. 
Áyax y Casandra

CASIOPEA
Era esposa de Cefeo, rey del pueblo etíope de los cefenos, y madre de Andrómeda, cuya belleza ensalzaba de tal forma que la presentaba como superior a la de las nereidas. Éstas se sintieron menospreciadas y clamaron venganza a Poseidón, quien envió contra el reino al monstruo Ceto que asoló todo el territorio. Un oráculo predijo que para evitar la desolación era preciso sacrificar a la princesa Andrómeda al monstruo. A tal efecto la joven fue atada a una roca, pero cuando Ceto iba a apoderarse de ella apareció Perseo y, sacando la cabeza de Medusa del saco, petrificó al engendro salvando a la víctima y casándose con ella. 
Perseo liberando a Andrómeda

CÁSTOR
Era uno de los hijos mellizos de Leda, esposa de Tíndaro, rey de Esparta, y hermano de Pólux, Helena y Clitemnestra. Su hermano mellizo Pólux y él eran conocidos como los Dioscuros o hijos de Zeus, aunque, generalmente, sólo Pólux era considerado como inmortal porque fue engendrado por Leda y Zeus cuando éste, convertido en cisne, la poseyó, mientras que Cástor nació a causa de la relación de Leda con su marido. No obstante, ambos fueron venerados como deidades y se les tenía por protectores de marinos y guerreros. Vivieron antes de la guerra de Troya y fueron inseparables en sus aventuras participando en gestas épicas como la caza del jabalí de Caledonia, la expedición de los argonautas, el rescate de su hermana Helena raptada por Teseo, etc.
Cástor era un famoso jinete y poseía una habilidad especial para la doma de los equinos, mientras que su hermano destacaba como boxeador. Los dos hermanos raptaron a Hilaira y Febe, hijas de Leucipo, y se casaron con ellas. Para vengar el rapto, Idas y Linceo, sobrinos de Leucipo y pretendientes rivales, mataron a Cástor. La muerte de su hermano provocó en Pólux un desconsuelo tan profundo que rogó a los dioses que lo hicieran mortal, o bien concedieran la inmortalidad a su hermano. En respuesta a sus plegarias, Zeus reunió a ambos otorgándoles el don de permanecer siempre juntos, la mitad del tiempo en el Inframundo y la otra mitad en el Olimpo. Más t arde, Cástor y Pólux fueron transformados por Zeus en la constelación de Géminis en la que las dos estrellas más brillantes recibieron su nombre.

Castor y Polux

CATREO
Era hijo de Minos y Parsifae, soberanos de Creta. Tuvo cuatros hijos, tres mujeres: Aérope, Clímene y Apemósine, y un varón: Altémedes. Un oráculo le había advertido de que moriría a manos de uno de sus hijos y él intentó ocultárselo, pero Altémenes y Apemósine se enteraron y, para evitar que se cumpliera el vaticinio, emigraron a Rodas donde fundaron Cretenia, en recuerdo de su patria.
Catreo sospechando del comportamiento de sus hijos, entregó a sus otras dos hijas, Aérope y Clímene, a Nauplio para que las vendiera como esclavas. Con el paso del tiempo, Catreo sintió la obligación de legar el trono a su hijo y fue a buscarlo a Rodas. Al desembarcar la tripulación, unos boyeros los confundieron con piratas y, aunque pretendió dar a conocer su verdadera identidad, el ladrido de los perros que cuidaban el ganado impidió que sus atacantes lo entendieran, y los lapidaron. Cuando apareció Altémenes remató al anciano con su jabalina y, al saber lo que había hecho, fue tragado por la tierra a petición propia.

CÉCROPE
También conocido como Erecteo era considerado como el primer rey de Atenas. Se decía que había nacido directamente de la Tierra y que la parte inferior de su cuerpo tenía forma de serpiente. Reinó cincuenta años durante los cuales enseñó a su pueblo a construir ciudades, a elaborar censos y a enterrar a los muertos. También se le atribuía la institución del matrimonio, el reconocimiento de la paternidad, el fomento de la monogamia y la invención de la escritura.


Dividió el Ática en comunidades políticas, instituyó el culto a Zeus y prohibió que se le hicieran sacrificios humanos siendo sustituidos por ofrendas de tortas de cebada. Casó con Agraulo, hija del primer rey del Ática, Acteo, con quien tuvo a Erisictón, Aglauro, Herse y Pándroso, conocida por ser la primera sacerdotisa de Atenea.
Algunas versiones lo sitúan como juez en la disputa entre Poseidón y Atenea por lograr el patronazgo de Atenas. Falló en favor de Atenea que había plantado un olivo frente a Poseidón que había hecho brotar una fuente de agua salobre. 

CÉFALO
Era hijo de Hermes y Herse nacido en Atenas. Eos lo secuestró llevándolo hasta Siria, donde lo hizo su amante. A la pareja se le atribuyen tres hijos llamados Titono, Héspero o Eósforo y Faetón.

CÉFALO
Era hijo de Deyoneo, rey de la Fócide, y de Diomede que casó con una hija de Erecteo llamada Procis, a quien había jurado eterna fidelidad.
Eos, la diosa de la aurora, fue condenada por Afrodita, a enamorarse consecutivamente de mortales por haberla encontrado en el lecho con su amante Ares. Tras su fracasado amor por el cazador Orión, Eos se encaprichó de Céfalo, lo secuestró e intentó hacerlo su amante, pero Céfalo la rechazó recordando los votos de fidelidad hechos a su esposa. Entonces Eos trató de convencerle de que Procris faltaría a su promesa a cambio de riquezas, lo que Céfalo negó indignado. Para dejar que se convenciese por sí mismo, Eos disfrazó a Céfalo para que probase la castidad de su mujer, a quien sedujo a cambio de una cadena de oro. Entonces, Céfalo, entristecido, volvió con Eos con quien tuvo un hijo llamado Faetonte que fue raptado por Afrodita para que cuidara de sus templos.
Procris, entretanto, viajó hasta Creta, donde el rey Minos intentó hacerla su amante y para seducirla le entregó dos regalos recibidos de Artemisa: un perro de caza llamado Laelaps, que siempre capturaba su presa, y una jabalina que nunca erraba en el blanco. Sin embargo Procris, temiendo la ira de la esposa de Minos, volvió a su tierra natal dedicándose a la caza a la que era muy aficionada.
El destino quiso que en una cacería se volviera a encontrar con Céfalo, quien no la reconoció, pero se sintió muy interesado por el perro y la lanza de Procris y le propuso que se los vendiera. Pero la joven, que sí había reconocido a su esposo, le respondió que sólo se los entregaría si la hacía su amante. Céfalo accedió y Procris le reveló su identidad. Así, ambos esposos se reconciliaron, y tuvieron un hijo llamado Arcisio, que sucedería a su padre como gobernante de su reino. Este Arcisio fue el abuelo de Odiseo.
Eos, despechada, no perdonó ser abandonada por Céfalo y lo maldijo. La maldición se cumplió con la complicidad de Artemisa quien, disgustada porque sus regalos hubieran sido utilizados inmoralmente, hizo que Procris se sintiera celosa de Eos y sospechara que cuando su marido abandonaba el lecho al amanecer fuera a reunirse con su antigua amante.
Un día, Céfalo estaba descansando bajo un árbol entonando una canción. Un caminante, al escucharlo, creyó que cortejaba a Eos y fue a contarlo a Procris quien, sintiéndose celosa, fue a buscar a su marido. Céfalo oyó ruido entre la maleza y creyendo que era un animal lanzó la jabalina que atravesó a su esposa. Mientras estaba moribunda en sus brazos, Procris le pidió que nunca se casara con Eos. Céfalo lo prometió y aceptó el destierro a Tebas impuesto por el Areópago, consejo de asesores reales.
Allí, en premio por su ayuda a Anfitrión, rey de Micenas, en una lucha contra sus enemigos, se le otorgó la propiedad de la isla de Samos, que, desde entonces, se llamó Cefalonia. También fue utilizado su perro Lealaps para intentar cazar a una zorra que estaba causando estragos en el territorio y a la que no se podía capturar por designio de los dioses. Cuando Anfitrión lanzó al perro, que atrapaba todo lo que se propusiera, se planteó un dilema en el Olimpo, resuelto finalmente por Zeus transformando ambos animales en rocas.
Céfalo volvió a casarse con Clímene, una hija de Minias, con quien tuvo dos hijos llamados Ificlo y Alcimede. Sin embargo, nunca se perdonó la muerte de Procris y, atormentado, se suicidó saltando al mar desde un acantilado, mientras gritaba el nombre de su amada. 

CEFEO
Era hijo de Belo, rey de Egipto, y nieto de Poseidón. Se le consideraba con rey de los cefenos, pueblo que a veces se sitúa en Libia, otras a orillas del río Eufrates y algunas versiones lo muestran como tribu cananea. Estaba casado con Casiopea y tenía una hija llamada Andrómeda, protagonista de un mito junto con Perseo. En el cielo figuraba representado en la constelación del hemisferio boreal que lleva su nombre en las proximidades de las de su esposa e hija. A su muerte, heredó el trono su nieto Perses, hijo de Perseo y Andrómeda

CEFEO
Era hijo de Áleo y de Neera, reyes de Arcadia. Llegó a ser rey de Tegea, en el Peloponeso y fue uno de los argonautas. Una leyenda narra que cuando Heracles se dirigía a combatir contra los lacedemonios para vengarse de los hijos de Hipocoonte, pidió ayuda a Cefeo y a sus hijos. Cefeo en principio se negó a prestársela por miedo a que si abandonaba Tegea, su ciudad fuese atacada por los argivos. No obstante, Heracles entregó a Estérope, hija de Cefeo, un rizo de la gorgona encerrado en una vasija que si, en caso de ser atacados, era alzada tres veces sobre las murallas provocaba la fuga de los asaltantes. Ante ello, Cefeo y sus hijos ayudaron al héroe, pero murieron en combate. 

CEFEO
Era un hijo de Licurgo que participó en la cacería del jabalí de Calidón. 

CEFISO
Existen varios ríos con este nombre:
En Boecia
En el Ática
En la Argólida tributario del UNACO
En Salamina
En Corinto, río que fue destruido por Poseidón, pero que se podía escuchar en el santuario de Corinto fluyendo subterráneo. 

CERBERO
Era hijo de Tifón y Equidna y se trataba de un monstruo con tres cabezas y cuerpo de perro cuya cola era una serpiente. Cerbero o Can Cerbero, como también era conocido, guardaba la puerta del Hades asegurando que los muertos no pudieran salir ni los vivos entrar, aunque existieron algunas excepciones en las que permitió el paso como son los casos de Heracles, que lo capturó para llevarlo ante Euristeo, el de Orfeo que lo durmió con su música, Hermes que pudo dormirlo utilizando agua del río Lete, el río del olvido, Eneas y Psique consiguieron adormecerlo mediante tortas de miel conteniendo droga.


CERCIÓN
Era un bandido de Eleusis, hijo de Hefesto, que asaltaba y mataba a los viajeros hasta que Teseo lo mató. 

CÉRCAFO
Era hijo de Helios y de la ninfa Rodo. Cuando los telquines, primitivos habitantes de Rodas, huyeron al decretar Zeus la inundación que trataba de aniquilarlos, dejaron a Rodo y a sus hijos como únicos gobernantes de la isla.
Celosos por la inteligencia y habilidad de Ténages, cuatro de sus hermanos lo asesinaron. Cuando se descubrió el fratricidio, los cuatro autores tuvieron que huir de Rodas quedando en la isla Cércafo y Óquimo, que no habían participado en el asesinato. Oquimo, que era el mayor, ocupó el trono uniéndose a Hegetoria con quien tuvo una hija llamada Cidipe que, más tarde, se casó con Cércafo convirtiéndose éste en el heredero de su hermano. Del matrimonio nacieron tres hijos llamados Camito, Lindo e Ialiso quienes dieron nombre a las tres ciudades más importantes de Rodas.

CÉRCAFO
Fue un hijo de Eolo que engendró a Ormeno, el abuelo de Fénix.

CERCIÓN
Según unas versiones era hijo de Hefesto, pero según otras lo era de Poseidón y de la ninfa Argíope. Fue un célebre forajido que llegó a convertirse en el rey de Eleusis.

Teseo lucha con Cerción

Cerción era un hábil luchador que disfrutaba desafiando a todos los caminantes a enfrentarse con él, prometiéndoles entregar su reino a quien lo venciera, pero nadie lo conseguía y mataba cruelmente a sus contrincantes doblando las copas de dos árboles próximos y atándolas entre sí. Luego amarraba cada brazo del vencido a una copa y después soltaba los árboles descuartizando al desdichado.
Un día, Teseo, en su viaje a Atenas para ser reconocido con heredero del trono, fue desafiado por Cerción a quien venció y dio muerte utilizando su propio método. Después se apoderó de Eleusis y violó a Álope, la hija del vencido.

CERCOPES
Eran dos hermanos hijos de Océano y Tía que vivían en los bosques y vagaban por el mundo haciendo travesuras, siendo considerados como unas criaturas tramposas y embusteras. Cuando Heracles fue esclavo de Ónfale, intentaron robarle sus armas, pese a estar advertidos por su madre para que se apartaran del “gran trasero negro”. Heracles los descubrió y como castigo los colgó con la cabeza hacia abajo de un palo que se echó al hombro. En esa postura pudieron contemplar los glúteos bronceados del héroe y se echaron a reír con tantas ganas que éste, divertido, los liberó.
Al final, sus tropelías irritaron a Zeus y los transformó en monos.
Heracles y los Cercopes

CERDA DE CROMIO.

Se decía que la Cerda de Cromio era una bestia sanguinaria descendiente de Tifón y Equidna. Al parecer fue criada por Faea que era una vieja muy fea y desalmada. A la Cerda se le atribuía la muerte de muchos seres humanos y parió al verraco de Caledonia.
Teseo, al tener conocimiento de la existencia del peligroso animal, organizó una cacería en el curso de la cual la mató.
Algunas fuentes afirmaban que la cerda era la propia Faea quien tenía un espíritu asesino y un modo tan asqueroso y salvaje de vivir que la gente la llamaba la puerca de Cromio. 
Teseo y la Cerda de Cromió
CÉRIX
Era hijo de Hermes y de Aglauro, hija de Cécrope, el primer rey de Atenas. Al igual que su padre, Cérix fue mensajero de los dioses y el primer heraldo de los misterios eleusinos.

CERÓESA
Era una hija de Zeus y de Ío que nació en el lugar que hoy se conoce como El Cuerno de Oro y donde más tarde se fundaría Bizancio. Fue amante de Poseidón con quien, según tradiciones tardías, tuvo un hijo llamado Bizante, quien daría nombre a la ciudad. También se decía que engendró a Estrombo, rival de Bizante. 

CÍCICO
Era hijo de Eneo y de Enete y llegó a ser rey de lo dolíones, descendientes de Poseidón. Cuando los argonautas llegaron a su reino, el rey, que acababa de contraer nupcias con Clite, los recibió con gran hospitalidad, pero cuando más tarde regresaron, fueron tomados por enemigos y se enfrentaron en una lucha en la que pereció Cícico. Su esposa, al enterarse, se suicidó.

CICNO
Era hijo de Apolo y Tiria, a su vez hija de Anfínomo. Cicno un era apuesto cazador que vivía en las proximidades de Calidón donde tuvo muchos admiradores a quienes rechazó en sus requerimientos amorosos. Sólo Filio perseveró, pero Cicno, antes de entregarle su amor, le impuso tres trabajos: matar un león sin ayudarse con armas, atrapar vivos unos buitres que devoraban hombres y conducir con su propia mano un toro hasta el altar de Zeus. Filio completó estas tres tareas, pero, respetando una petición hecha por Heracles, rehusó dar a Cicno el toro que había recibido como premio. Cicno, desesperado por esta negativa, saltó desde un precipicio al lago Canope, que desde entonces se llamó Cicneo. Su madre Tiria le siguió, y ambos fueron transformados en cisnes por Apolo.
Ovidio afirmaba que el lago Cicneo nació a causa de las lágrimas que derramó Tiria por la muerte de su hijo 

CICNO
Era hijo de Poseidón y Cálice y su nacimiento fue ocultado depositándolo en una playa recién nacido. Unos pescadores los descubrieron y, viendo que un cisne descendía sobre él, lo llamaron Cicno.
Al alcanzar la mayoría de edad fue proclamado el rey de Colona, en la Triade, y se casó con Procleia, la hija de Laomedonte, con quien fue padre de Tenes y Hemítea. Tras la muerte de Procleia se casó con Filónome, hija de Trágaso, que se enamoró de su hijastro Tenes y, cuando fue rechazada, lo calumnió consiguiendo que Cicno se encolerizara y sin atender a razones arrojó a su hijo al mar dentro de un cofre junto a su hermana. Cuando Cicno supo la verdad sobre la conducta de su esposa, mandó enterrarla viva y fue en busca de sus hijos, que habían llegado a la isla de Tenedos, donde Tenes se convirtió en rey. 
Éste no permitió el desembarco de su padre y ordenó para evitarlo que cortaran el ancla de su barco.
En la Guerra de Troya, tanto Cicno como Tenes lucharon con los troyanos, y ambos perecieron a manos de Aquiles. Como Cicno tenía una armadura que lo hacía invulnerable a las armas, Aquiles lo estranguló con la correa de su casco. Ovidio cuenta que cuando Aquiles volvió hacia el cadáver para apoderarse de la armadura, el cuerpo de Cicno desapareció transformándose en un cisne. 

CICNO
Era hijo de Ares y Pelopia o Pirene, según versiones, y desafió a Heracles a un combate en el que murió. Al morir fue transformado por su padre en un cisne. A veces se le presentaba como un gigante, que robaba a los viajeros cuando volvían de Delfos con ofrendas para Apolo. 

Combate entre Cicno y Heracles

CICNO
Era hijo de Esténelo y de la oceánide Clímene, que fue rey de Liguria tras la muerte de su padre. Fue hermano por parte de madre de Faetón y siempre estuvo muy vinculado él, por lo que, cuando su amigo murió, el abandonó su reino para ir a llorarlo a las orillas del Erídano. Durante el día y la noche caminaba en solitario por las orillas del río entonando cantos melancólicos a modo de lamentos, que se mezclaban con el chapoteo del agua y el estremecimiento de los álamos que poblaban las orillas, que no eran sino las hermanas de Faetón metamorfoseadas. A llegar a la vejez sin encontrar consuelo, los dioses se apiadaron de él, cambiaron sus canas por plumas y le transformaron en cisne.
Bajo esta forma, Cicno sigue recordando el rayo de Zeus que fulminó a su amigo, entonando tristes lamentos y sin atreverse a emprender el vuelo viviendo en el agua como elemento opuesto al fuego. 

CICREO
Era hijo de Poseidón y de Salamina, hija de Asopo. Mató a una serpiente que asolaba la isla y sus habitantes, agradecidos, lo nombraron rey. Se decía que la serpiente había sido criada por Cicreo y arrojada de la isla por Euriloco y que, tras ello, la serpiente se refugió en Eleusis junto a Deméter, que la convirtió en uno de sus sirvientes. Se contaba que durante la batalla de Salamina apareció una serpiente que ayudó a obtener la victoria y fue considerada como una encarnación de Cicreo.
El rey murió sin descendencia masculina directa, pero sí tuvo una hija llamada Cariclo o Glauce quien, casada con Acteo, fue madre de Telamón que fue el heredero del reino. 

CIDNO
Era el dios del río del mismo nombre que, junto al Píramos y el Saros, formaban los tres grandes ríos de Cilicia que desembocaban en el Mediterráneo formando una laguna que servía de puerto a Tarso. 

CÍNIRAS
Era hijo de Sandoco, rey de Chipre y Asiria, y de Farnace, hija del rey Megasares, aunque alguna versión lo presentaba como hijo de Apolo. Cuando sucedió a su padre en el trono, se instaló en Chipre donde gobernó con acierto proporcionando gran prosperidad a su reino. Cíniras destacó también como adivino y fue el descubridor de las minas de cobre de Chipre, al tiempo que gracias a su inspiración inventó las tejas, las tenazas, el martillo, la palanca y el yunque. Se rumoreaba que gracias a su apostura llegó a mantener una relación amorosa con Afrodita, hecho que justificaba el que fuera el introductor del culto a la diosa en la isla, le edificara un templo en Pafos y que se considerara como su primer sacerdote, título que heredaron sus descendientes.
Cíniras casó en primeras nupcias con Pafos o Metarme, la hija que tuvo el anterior rey de Chipre, Pigmalión, con la estatua de la que se había enamorado y a la que Afrodita dotó de vida. Con ella fue padre de Oxiporo, Orsedice, Laogore, Bresia y Laódice.
De su segundo matrimonio, con Cencreis, Cíniras tuvo a Esmirna de la que se jactaba que era más bella que la misma Afrodita, y la diosa, sumamente irritada, tomó venganza induciendo a las tres primeras hijas a convertirse en prostitutas, y a Esmirna le inspiró una pasión incestuosa por su padre.
No pudiendo refrenar sus impulsos, Esmirna obligó a su nodriza a que emborrachara a su padre, tras lo cual se introdujo en su lecho. De esta relación nacería Adonis. Cuando Cíniras supo lo que había sucedido, trató de matar a su hija con una espada, pero ésta huyó hasta un monte cercano donde Afrodita la transformó en el árbol de la mirra haciendo que la espada de su padre se partiese al golpear el tronco. Desesperado, Cíniras se suicidó allí mismo.
Fue el fundador de la ciudad de Esmirna, a la que impuso el nombre de su hija, y de Cirineia, denominada así en su propio honor.
Durante su reinado tuvo lugar la Guerra de Troya para la que Menelao y Odiseo pidieron su ayuda. Cíniras les entregó un peto para Agamenón y les prometió acudir con cincuenta naves, pero un ataque del rey Belo a su reino le obligó a mantener todas sus tropas en la isla, por lo que, para cumplir su promesa, sólo envió a Troya una embarcación capitaneada por su hijo Migdalión y otras cuarenta y nueve naves en miniatura. Desconociendo los motivos de su actuación, los griegos la consideraron como una burla por lo que Agamenón reclamó a Apolo venganza. El dios retó a Cíniras a un concurso de lira en el que fue derrotado y, humillado, se suicidó. Fue enterrado en el templo de Afrodita en Pafos que él mismo había mandado construir. Según Ovidio, sus hijas se arrojaron al mar cuando se enteraron de la muerte de su padre, convirtiéndose en alciones (martín pescador).

CIONA
Fue amante de Poseidón con quien tuvo a Quíos

CIRENE
Era hija de Hipseo, rey lapita, y de la ninfa Clidánope. Cirene renunció a ejercer las labores propias femeninas y se dedicó a vigilar los rebaños de su padre. Cuando en cierta ocasión, tuvo que luchar contra un león, llamó tanto la atención de Apolo que se enamoró de ella y la raptó llevándola hasta Libia, donde fundó la ciudad de Cirene en su honor. Tuvieron un hijo llamado Aristeo.


CITO
Era hijo de Zeus y la ninfa Himalia. Se le conocía como el panadero y nació cuando su madre fue fecundada por Zeus en forma de lluvia. Era hermano de Cronio, el sembrador, y de Esparteo, el sazonador. Los tres hermanos sobrevivieron al diluvio refugiándose en las zonas más altas de Rodas.


CLITEMNESTRA
Era hija de Tindáreo y de Leda Un mito contaba que Leda fue seducida por Zeus y yació con él la misma noche que lo hizo con su marido. De la unión con Zeus nacieron Pólux y Helena y de su marido Cástor y Clitemnestra. No obstante, sobre la maternidad de estos últimos existía, al menos, otra versión según la cual la diosa Némesis, huyendo del acoso de Zeus, se transformó en una oca, pero el rey de los dioses tomó la forma de cisne y la poseyó. Némesis, más tarde, puso un huevo que fue encontrado por unos pastores y entregado a Leda quien se encargó de cuidarlo y del que, en su momento, nacieron Pólux y Helena.
Casó con Tántalo, hijo de Tiestes, pero, cuando su marido e hijo recién nacido fueron asesinados por Agamenón, éste fue obligado por los Dióscuros a casarse con la viuda. De este matrimonio nacieron Electra, Ifigenia, Orestes y Crisótemis.

Cuando toda la flota aquea partió hacia Troya y quedó varada en Áulide por la gran calma que se extendió por el mar, fruto de la cólera que se había apoderado de la diosa Artemisa porque Agamenón había cazado en un bosque que le estaba consagrado, el adivino Calcas informó que para calmar a la deidad cazadora era preciso sacrificarle a Ifigenia, la hija de Agamenón. Éste pidió a su esposa Clitemnestra que la enviara a Áulide con el pretexto de casarla con Aquiles.

Clitemnestra y Egisto a punto de matar a Agamenón


Sobre si se consumó el sacrificio, o no, existían distintas versiones. Para Sófocles sí se realizó y esa fue la causa del asesinato de Agamenón, tras su regreso de la guerra de Troya. La versión generalmente aceptada decía que Artemisa salvó a Ifigenia en el último momento sustituyéndola por una cierva y llevando a la joven a Táuride donde la convirtió en su sacerdotisa.

Durante la ausencia de Agamenón, su esposa fue seducida por Egisto y fueron amantes y cuando su marido regresó a Micenas, lo asesinaron ocupando el trono y engendrando una hija llamada Erigone. Varios años después, ambos murieron a manos de Orestes, quien de esa forma vengó la muerte de su padre.  


CLITO
Según Platón, en su obra Critias, Clito era hija de Evenor y de Leucipe quienes habitaban en una colina situada en el centro de la Atlántida. Clito quedó huérfana cuando llegó a la edad de casarse y Poseidón, señor de la Atlántida, se enamoró de ella siendo correspondido. El dios, para proteger a su amante, aisló la colina en la que ésta habitaba por medio de tres anchos anillos de agua de modo que el lugar fuera inaccesible a los hombres en una época en la que aún no se conocía la navegación. A continuación dotó al hábitat de manantiales y alimentos y, tras ello, se unió a Clito quien se convirtió en la madre de la estirpe de los atlantes al dar a luz cinco generaciones de gemelos varones.

Primer par de gemelos: Atlante y Eumelo o Gadiro
Segundo par: Anfero o Anferes y Eucmón o Evemo
Tercer par: Mneseo y Autóctono
Cuarto par: Elasipo y Méstor
Quinto par: Azés o Azaes y Diaprepés
Se desconoce el final que tuvo Clito, pero sí se sabe que sus hijos fueron reyes de diversos territorios de la Atlántida que impulsaron la avanzada civilización que se desarrolló en la isla.  

CÓRCIRA
Era una hija del dios río Asopo y de Metope que dio nombre a la isla de Corfú. Afrodita y Eros, aconsejaron a los dioses principales seducir a las hijas de Asopo. Siguiendo ese consejo, Poseidón raptó a Córcira llevándola a la isla que a partir de entonces llevaría su nombre. Asopo, desesperado por las continuas desapariciones de sus hijas, las buscaba incesantemente hasta que Acafrón, el adivino, lo informó sobre el destino que los dioses habían decretado para ellas. De su unión con Poseidón, Córcira fue madre de Féax, el héroe que dio nombre al pueblo de los feacios, míticos habitantes de Corfú.
 

CORONIS O CORÓNIDE
Era hija de Flegias, rey de Tesalia, y, según Píndaro, mantuvo una relación amorosa con Apolo fruto de la cual fue Asclepio. Al quedarse embarazada Corónide, Apolo regresó a Delfos dejando a su amante bajo la vigilancia de un cuervo que entonces era de color blanco. En ausencia de Apolo, Corónide mantuvo una relación con Isquis, hijo de Élato, conquistador del monte Cileno y de la Fócida, y el cuervo informó a Apolo de los amoríos de Corónide y el dios, muy contrariado, maldijo al animal condenándolo a llevar en adelante el color negro en lugar del blanco. Después mató a Corónide y, antes de que se consumiera en la pila funeraria, extrajo de su vientre al futuro dios Asclepio
Otra versión de los hechos cuenta que el rey Flegias de Tesalia viajó al Peloponeso en compañía de su hija, para planear el saqueo de la región y durante el viaje, Apolo sedujo a Corónide, que dio a luz en secreto en el monte Mirtio, en el Epidauro. Corónide dejó abandonado al niño que fue alimentado por una de las cabras del rebaño del pastor Arestanas y cuidado por su perro. Cuando el pastor vio al niño quedó admirado por la aureola que lo rodeaba y, pensando que era cosa de los dioses, dejó que el destino se ocupara de él.
 

CREONTE
Era hijo de Meneceo y hermano de Yocasta, madre y esposa de Edipo. Cuando Edipo supo que había matado a su padre y se había casado con su madre, renunció al trono de Tebas y pidió a su tío Creonte, que había quedado como regente, que lo exiliara. 
Quedó en un segundo plano en la vida tebana cuando sus sobrinos Eteocles y Polínices, hijos de Edipo y Yocasta, acordaron gobernar un año cada uno. Cuando Eteocles incumplió el pacto y se enfrentaron los dos hermanos causándose la muerte mutuamente, volvió a ocupar la más alta magistratura de la ciudad prohibiendo dar sepultura a Polínices por haber muerto atacando a su patria. 
Sin embargo, Antígona, hermana de los difuntos, hizo caso omiso a la orden e iba a darle sepultura cuando fue sorprendida y condenada a ser enterrada viva en la tumba de su hermano. Al adivino Tiresias hizo saber a Creonte que su decisión no era del agrado de los dioses y éste revocó la orden, pero ya era tarde. Antígona se había suicidado para no ser enterrada viva. Al saberlo, Hemón, hijo de Creonte y prometido de Antígona, se suicidó utilizando su propia espada. Tras ello, también se quitó la vida la esposa de Creonte al tener conocimiento de la muerte de su hijo. 

CREONTE
Era hijo de Licáeto y llegó a ser rey de Corinto. Jasón y Medea viajaron desde Yolco a Corinto siendo hospitalariamente acogidos por el rey Creonte y donde permanecieron cierto tiempo hasta que Jasón se enamoró de Creúsa, hija del rey, y quiso casarse con ella a lo que accedió el monarca. Medea, despechada, utilizó sus hechizos provocando la muerte de la princesa y de su padre.
 

CREÚSA
Era hija de Príamo y de Hécuba, monarcas troyanos. Fue la primera esposa de Eneas con quien tuvo a Ascanio.
Tras la caída de Troya decía Virgilio en la Eneida que cuando huyó de la ciudad en llamas junto a su esposo e hijo y desapareció, en realidad es que había sido raptada por Afrodita para que no perturbara los planes que la diosa tenía respecto a su hijo, a quien trataba de orientar en la búsqueda de una nueva patria. Según otra versión, Creúsa era una de las cautivas troyanas que fueron conducidas a Grecia. 
Creúsa llorando

CREÚSA
Era hija de Erecteo, primer rey de Atenas y se casó con Juto, hijo del rey de Tebas, con quien no tuvo descendencia. Fue violada por Apolo junto al oráculo de Delfos, donde alumbró a Ión dejándolo en el templo donde fue recogido por la pitonisa que lo inició en los misterios de Apolo, sin que éste supiera la verdad sobre su origen.
Según Eurípides, Juto, preocupado por no tener descendencia, acudió con ella a Delfos pidiendo tratando de saber si tendría algún descendiente que ocupara el trono de Atenas. Apolo le dijo que la primera persona que viera a la salida del templo era su hijo. Cuando Juto salió al exterior encontró a Ion y, creyendo al dios, lo abrazó llamándole hijo. Luego se celebró la buena nueva con un banquete hasta que al final apareció Atenea informándoles sobre la verdadera paternidad de joven.  

CREÚSA
Era hija de Creonte, rey de Corinto, y también era conocida como Glauce.
Contrajo nupcias con Jasón, una vez que éste repudió a Medea. No obstante, ésta se vengó para lo que fingió perdonar a Creúsa haciendo que sus hijos entregaran a la princesa una túnica y una diadema, impregnadas de veneno. Cuando Creúsa se puso los adornos, el veneno hizo efecto de forma casi instantánea y su pelo salió ardiendo. El rey, viendo a su hija pedir auxilio, intentó quitarle los adornos, pero el veneno era tan potente que mató a ambos. 
El regalo de Medea a Creúsa

CRISA
Era la hija de Halmo que se unió con Ares y fue madre de Flegias.
 

CRISA
Era hija de Palas que fue esposa de Dárdano.
 

CRISAOR
Era hijo de Poseidón y de Medusa, sacerdotisa de Atenea, en cuyo templo, fue concebido. La diosa, enfurecida por la profanación, transformó a Medusa en gorgona. 
Crisaor y su hermano, el caballo alado Pegaso, nacieron cuando Perseo decapitó a Medusa brotando del cuello cortado o de las gotas de sangre que surgieron de él, según versiones. 
Crisaor nació con una espada de oro en la mano y se unió a la oceánide Calírroe engendrando a Gerión. 
El nacimiento de Pegaso y Chrisaor

CRISEIDA
Era hija de Crises, sacerdote de Apolo en la isla de Crise en la Tróade. Los griegos saquearon la isla y enviaron a Criseda como regalo a Agamenón, quien la hizo su concubina negándose a devolverla a su padre, pese al gran rescate ofrecido por ella. Crises solicitó la ayuda de Apolo quien envió una peste que atacó duramente al campamento aqueo.
Tras nueve días de sufrimiento, y gracias a la presión de Aquiles y otros héroes aqueos, Agamenón consintió en devolver a Criseida a su padre y ofrecer un holocausto a Apolo para aplacar su ira y detener la plaga. Pero en compensación tomó a Briseida, que estaba en poder de Aquiles, desatando la furia de éste y provocando que se retirase del combate de la Guerra de Troya, al que no volvería hasta después de la muerte de su amigo Patroclo. 

CRISIPO
Era hijo ilegítimo de Pélope con la ninfa Axíoque, aunque alguna versión decía que era hijo de Pélope con su esposa Hipodamía.
Era el favorito de Pélope para heredar el trono de Olimpia y quiso hacerlo un experto en las artes de la guerra para lo que pidió a Layo que lo instruyera. Layo era hijo de Lábdaco y bisnieto de Cadmo y había sido desterrado de Tebas por los hermanos Anfión y Zeto encontrando hospitalidad en la corte de Pélope. Layo traicionó la confianza de Pélope pervirtiendo al joven Crisipo, del cual se había enamorado y, cuando Anfión y Zeto murieron, lo llevó consigo a Tebas reteniéndolo a la fuerza y violándolo. Hera, encolerizada por la actitud de los tebanos, que no lo castigaron por el rapto, envió la Esfinge al territorio para que lo asolara y matara a sus habitantes. Pélope al enterarse de la traición de Layo, lo maldijo pidiendo a Zeus que el traidor no pudiera engendrar ningún hijo y que si lo hiciera, muriese a manos de él.

Sobre el final de Crisipo existían varias versiones. En una de ellas se sentía avergonzado y se suicidó con su propia espada. En otra murió a manos de sus hermanastros Atreo y Tiestes incitados por su madre Hipodamía por el temor a que él fuera el heredero del trono. En otra versión se considera a Hipodamía la autora del asesinato. 

CROMO
Era hijo de Licaón, un rey arcadio, que fue convertido en lobo porque su excesiva piedad le llevó a realizar sacrificios humanos provocando la ira de los dioses. 
Cromo fue el fundador de la ciudad que llevaba su nombre en Arcadia.
Al igual que sus hermanos, destacaba por su impiedad hasta tal punto que Zeus, preocupado, decidió hacerles una visita de incógnito para comprobar si eran ciertas las noticias que había recibido. Se presentó en el palacio de los licaónidas disfrazado de mendigo, pero los hijos de Licaón, habiendo detectado señales de divinidad en su visitante, decidieron asesinar a uno de ellos, Níctimo, y servírselo cocinado junto a carne de animales. Zeus, descubriendo la composición del manjar, devolvió a la vida a Níctimo y fulminó con sus rayos a los asesinos, o los convirtió en lobos, según versiones.
 

CROMO
Era un hijo de Poseidón que habitaba en la ciudad de Corinto. Se creía que dio nombre a la ciudad y región de Cromión, famosa por la cerda salvaje que mató Teseo.
 

CRONIO
Era hijo de Zeus y la ninfa Himalia. Se le conocía como el sazonador y nació cuando su madre fue fecundada por Zeus en forma de lluvia. Era hermano de Cito, el panadero, y de Esparteo, el sembrador. Los tres hermanos sobrevivieron al diluvio refugiándose en las zonas más altas de Rodas.
 

CTONOFILE
Era hija de Sición, rey del territorio de su mismo nombre, y madre de Pólibo con Hermes.
 

CURETES
La versión más extendida los hace hijos de Gea, aunque también suelen aparecer como hijos de Soco y Combe nacidos en Eubea, de donde fueron expulsados por su padre. Llegaron hasta Frigia, donde se ocuparon de educar a Dionisos. Más tarde, el rey Cécrope, los ayudó a vengarse de su padre por lo que pudieron volver a su patria. Al nacer Zeus, Rea los situó en torno a su hijo, entrechocando sus armas, para que Cronos no pudiese oír el llanto del recién nacido y a sí salvarlo de ser devorado por su padre. Murieron por medio de un rayo de Zeus por raptar, instigados por Hera, a Épafo, el hijo del rey del Olimpo e Ío. 
Los Curetes, con el sonido de sus escudos, intentan ocultar el llanto del recién nacido Zeus

DAFNIS
Era hijo de Hermes y de una ninfa cuyo nombre no es conocido.
Su madre lo abandonó cuando era niño en un bosque de laureles, de donde recibió su nombre. Fue criado por ninfas, o pastores, y él mismo se hizo pastor dedicándose a cuidar rebaños en el monte Etna lejos del bullicio humano.
Pan le enseñó a cantar y tocar la siringa y estaba protegido por las Musas, que le inspiraban su afición a la poesía. Compuso poesías bucólicas con las que deleitaba a Artemisa durante sus cacerías por lo que se le tiene como el fundador de la poesía bucólica. Según las tradiciones, los pastores llevaban una vida salvaje acorde con su permanente contacto con la naturaleza y fue Dafnis quien los acercó a la civilización enseñándoles a respetar y honrar a los dioses y difundiendo entre ellos el culto a Dioniso.
Una náyade de nombre incierto se enamoró de él y le hizo prometer que nunca tendría relación con otra mujer amenazándole con que perdería la vista si no respetaba la promesa. Dafnis resistió numerosas tentaciones y permaneció fiel durante mucho tiempo, pero al final fue embriagado y sucumbió ante los encantos de una princesa por lo que recibió su castigo. Al quedarse ciego, pidió ayuda a su padre, quien lo subió al cielo e hizo brotar un pozo en lugar donde se produjo el suceso. El pozo llevaba el nombre de Dafnis y en él los sicilianos ofrecían un sacrificio anual.  

DÁNAE
Era hija de Acrisio, rey de Argos, y de Eurídice, y nieta de Lacedemón. Su padre, preocupado por carecer de hijos varones, consultó a un oráculo para conocer si en el futuro tendría alguno, pero el oráculo le informó que, no sólo no tendría hijos varones sino que, aunque fuese al fin del mundo, sería asesinado por su nieto. 
Tratando de evitar el cumplimiento de la profecía, encerró a su hija en una torre. 
Sin embargo, Zeus, enamorado de Dánae, se transformó en una lluvia de oro y la dejó embarazada de un niño que al nacer recibió el nombre de Perseo.
Cuando Acrisio se enteró del nacimiento de su nieto, se enfadó, pero no atreviéndose a desafiar la ira de los dioses, arrojó a su hija y a su nieto al mar en un cofre de madera, Poseidón, a petición de su hermano Zeus, hizo que el mar permaneciera en calma durante la travesía hasta alcanzar la isla de Serifos, donde fueron acogidos por Dictis, el hermano del rey Polidectes. Dictis educó a Perseo como si fuera su hijo.
Años más tarde, la profecía del oráculo se cumplió.
Zeus lluvia de oro Danae


DANAIDES
Se conocen con este nombre las cincuenta hijas que tuvo Dánao, rey de Libia primero y de Argos después.
Poseidón se unió con la ninfa Libia y engendró dos hijos: Agenor, que vivó en Siria y Belo que ocupó las tierras regadas por el Nilo casándose con Anquínoe, hija del dios del río, y concibiendo dos gemelos llamados Dánao y Egipto.
Egipto fue encargado de gobernar Arabia y Dánao Libia. A la muerte de su padre, el primero reclamó para sí el valle del Nilo dándole al país su propio nombre.
Egipto tuvo cincuenta hijos.
Dánao, sintiéndose en peligro por la ambición de su hermano, huyó de África y, tras hacer escala en Tiro, situada en el territorio gobernado por su tío Agenor, llegó a Rodas, donde fue acogido hospitalariamente. Pese a ello, y por consejo de Atenea, construyó un barco de cincuenta remos y con él abandonó la isla refugiándose en Argos, donde su rey Gelanor lo acomodó en su palacio y sus hijas edificaron un templo a Atenea como agradecimiento por la ayuda que les había prestado.
Por aquel tiempo, Poseidón, enfadado porque Argos había preferido aceptar el patronazgo de Hera cuando él aspiraba a ser el protector de la ciudad, hizo que el país padeciera una sequía que lo estaba devastando. Una de las danaides, Amimone, había sido enviada para buscar agua a una fuente lejana y al llegar a Lerna, fatigada por la caminata, se tendió a descansar. De pronto surgió un sátiro que trató de forzarla, pero Amimone llamó en su ayuda a Poseidón, quien repelió al sátiro con un golpe de su tridente. El golpe dio en una roca, de la que surgió una fuente de tres caños que proveyó de agua a Argos.
Danaides

Otra versión cuenta que Amimone había salido a caminar por el campo y creyó ver un ciervo al que disparó una flecha acertándole. Sin embargo a quien había herido era a un sátiro que dormitaba en el bosque. Éste, enfurecido, quiso violar a la joven, pero intervino Poseidón haciéndolo huir. La muchacha, agradecida al dios, se entregó a él y como recompensa, Poseidón le indicó dónde se encontraban las fuentes de Lerna que sirvieron para terminar con la sequía.
Algunos autores sostenían que, tras abastecer de agua a la ciudad, Dánao reclamó el trono, pero Gelanor se resistía a entregarlo, más durante la discusión un lobo salió del bosque cercano atacando a un fuerte toro que formaba parte del rebaño que pastaba en las afueras de la ciudad matándolo. El monarca interpretó que la acción simbolizaba el final de su reinado y entregó la corona a Dánao. Sin embargo, otros defendían que una vez resuelto el problema del agua, Gelanor se sintió tan agradecido a Dánao que lo nombró su heredero.
Algún tiempo después de que Dánao hubiera ocupado el trono, llegaron a Argos sus sobrinos, los hijos de Egipto, quienes le pidieron que olvidara las diferencias con su padre e informándole que su visita tenía como objetivo casarse con sus hijas y así sellar la paz. Dánao, aun desconfiando, dio su consentimiento.
Se celebraron las bodas con un gran banquete, pero Dánao, que deseaba vengarse de su hermano, proporcionó a cada una de sus hijas una daga obligándolas a dar muerte a sus esposos durante la noche.
Todas las danaides cumplieron la orden, excepto la mayor, Hipermnestra, quien mantuvo con vida a su esposo Linceo por haberla respetado durante la noche de bodas. Todos los demás hijos de Egipto fueron decapitados, y mientras sus cuerpos recibían los ritos funerarios en Argos sus cabezas eran enterradas en Lerna, que, desde entonces, se convirtió en una ciénaga nauseabunda. Egipto, apesadumbrado por la muerte de sus hijos y temeroso de Dánao, se retiró a Aroe, donde murió.
Zeus ordenó a Hermes y Atenea que las danaides fueran purificadas de su delito, pero Hipermnestra fue encerrada en prisión por Dánao, como castigo por haberlo desobedecido, aunque fue liberada por Afrodita, quien se sentía complacida por el amor que había nacido entre ella y Linceo.
Tras este suceso, Dánao no podía casar a sus hijas, pues los posibles pretendientes sentían el temor de ser asesinados como los anteriores. Por fin, Dánao celebró unos juegos poniendo como recompensa a sus propias hijas y eximiendo a los ganadores de entregar los regalos que debían hacer a su suegro. 
Así las danaides se casaron con jóvenes del país, con los que engendraron a la raza de los dánaos. Según unas versiones del mito, Linceo hizo las paces con su suegro y éste le cedió el trono, pero, según otras, lo mató así como a las danaides asesinas, vengando de esta forma a sus hermanos y ocupando la más alta magistratura de Argos.
Tras su muerte, y rechazando la purificación ordenada por Zeus, los jueces del Inframundo encontraron a las danaides culpables del asesinato de sus esposos y fueron condenadas por toda la eternidad a llenar de agua un tonel sin fondo con cubos agujereados. 

DÁNAO
Era hijo de Belo, señor de las tierras regadas por el Nilo, y de la ninfa Esquírroe, hija del dios río Nilo, y nieto de Poseidón y de la ninfa Libia.
A la muerte de su padre, Egipto, que gobernaba sobre Arabia, reclamó para sí las tierras del Nilo y les dio su nombre. Dánao, que reinaba en Libia, sintió que la ambición de su hermano hacía peligrar su vida y emigró, junto a sus cincuenta hijas, a través del desierto hasta refugiarse en Tiro, en los dominios de su tío Agénor. Desde allí marchó a Rodas, donde fue muy bien recibido, pero, inspirado por Atenea, construyó un barco de cincuenta remos, uno por cada una de sus hijas, y tomó el rumbo de Argos, ciudad a la que estaba ligado a través de su antepasada Ío. Allí, su rey, Gelanor, lo acogió hospitalariamente en su palacio.
Toda la Argólida estaba padeciendo una pertinaz sequía, enviada por Poseidón, que asolaba el territorio. En una de sus excursiones por los campos de Argos en busca de agua, una de las hijas de Danao, Amimone, creyó ver un ciervo y le disparó una flecha acertándole. Sin embargo, a quien había herido era a un sátiro que dormitaba en el bosque. Éste, furioso, intentó violarla, pero Poseidón lo evitó y la joven, en agradecimiento, entregó su cuerpo al dios, quien, tras yacer con ella, le indicó dónde se encontraban las fuentes de Lerna. Amimone se lo contó a su padre, quien propuso a Gelanor la construcción de un gran depósito para abastecer de agua a la ciudad. Gelanor aprobó la propuesta y así, formándose una gran cadena humana en la que participaron sus hijas, Dánao consiguió que el agua de Lerna llegara a Argos.

Gelanor se sintió tan agradecido a Danao que, careciendo de descendencia, lo nombró su sucesor. Éste instruyó a los árgivos en los cultivos con el arado y el riego, e introdujo la escritura, aunque otras versiones se lo atribuyen a Cadmo.
Habiendo ocupado Dánao el trono de Argos, llegaron a Egipto noticias sobre la fortuna de su hermano y envió emisarios, quizá sus propios hijos, a través de los cuales le manifestó su interés por la reconciliación para lo cual le proponía en matrimonio entre sus hijos y las hijas de él. Dánao aceptó, pero callando su intención de vengarse de su hermano. Se celebraron los esponsales y Dánao proporcionó a cada una de sus hijas una daga para que con ella decapitaran a sus maridos durante la

noche de bodas Todas cumplieron lo ordenado por su padre excepto Hipermnestra, quien no quitó la vida a su marido Linceo, porque él la había tratado con respeto. Ambos huyeron del palacio aprovechando las tinieblas. Dánao ordenó enterrar sus cabezas de sus sobrinos en Lerna, que, desde entonces, se convirtió en una ciénaga nauseabunda en la que, más tarde, residiría la Hidra.
Tras este suceso Dánao no podía casar a sus hijas, pues los posibles pretendientes sentían el temor de ser asesinados como los anteriores. Por fin, Dánao celebró unos juegos en los que la recompensa era la mano de sus hijas y los ganadores quedaban eximidos de los regalos que obligatoriamente debían hacer a su suegro. Las Danaides, pues, se casaron con jóvenes del país, con los que engendraron a la raza de los dánaos. Según unas versiones del mito, Linceo hizo las paces con su suegro y éste le cedió el trono, pero, según otras, lo mató así como a las danaides asesinas, vengando de esta forma a sus hermanos y ocupando la más alta magistratura de Argos.  

DÁRDANO
Era hijo de Zeus y Electra, una de las pléyades, y hermano del rey de Arcadia, Yasión, a quien intentó destronar asesinándolo. Sin embargo no pudo ocupar el trono porque los ciudadanos lo expulsaron del reino. Otra versión, la de Apolodoro, dice que abandonó su patria afligido por la muerte de su hermano Yasión quien había sido fulminado por Zeus por haber yacido con Deméter. Tras pasar por la isla de Samotracia, llegó a Frigia, donde se casó con Batia, hija del rey Teucro, con quien tuvo un hijo llamado Erictonio. Sucedió a su suegro en el trono y cambió el nombre a sus súbditos que, a partir de entonces, se llamaron dárdanos.
Fue el fundador de la ciudad de Dardania, futura Troya, al pie del monte Ida y el estrecho de los Dardanelos se llama así en su honor.
 

DÉDALO
Era un famoso arquitecto, y hábil artesano, ateniense que fue expulsado de su ciudad por haber dado muerte a un familiar suyo. Halló refugio en Creta donde el rey Minos le encomendó trabajos importantes. Tuvo dos hijos llamados Ícaro y Yápige.
Construyó una amplia pista de baile para Ariadna, un armazón de madera semejante a una vaca para que Parsifae, esposa de Minos, pudiera satisfacer su pasión por el toro blanco enviado por Poseidón y más tarde construyó un laberinto en el que estaba encerrado el Minotauro, fruto de la referida pasión. El laberinto era un edificio con incontables y sinuosos pasillos que confluían entre sí produciendo la sensación de no tener principio ni fin.
Una vez terminado el laberinto, Dédalo perdió el favor del rey, que lo hacía responsable de haber facilitado la concepción del Minotauro, y fue encerrado en una torre junto con su hijo Ícaro. Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla ya que el rey mantenía vigiladas todas las embarcaciones impidiendo que ninguna se hiciera a la mar sin ser cuidadosamente registrada. En vista de ello, Dédalo ideó fabricar alas para él y su hijo enlazando plumas entre sí y sujetándolas con hilo y cera proporcionándoles una curvatura semejante a las de un pájaro.

Cuando al fin terminó el trabajo, enseñó a su hijo a volar advirtiéndole que no volara demasiado alto porque el calor del Sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Tras ello, padre e hijo abandonaron la isla por el aire burlando así la vigilancia de Minos.
Volaron sobre Samos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho empezó a ascender como si quisiese llegar al cielo y los rayos solares ablandaron la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar muriendo ahogado. Su padre lloró amargamente y llamó Icaria a la tierra cercana al lugar dónde Ícaro había caído en su memoria. Dédalo llegó a Sicilia siendo acogido por el rey Cócalo y donde construyó un templo dedicado a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.
Mientras tanto, Minos buscaba a Dédalo de ciudad en ciudad proponiendo una prueba que sólo el arquitecto podía resolver. Ésta consistía en hacer pasar un hilo por la espiral de una caracola. Cuando llegó a la corte del rey Cócalo, éste, sabiendo que Dédalo sería capaz de resolverlo, buscó al anciano, quien ató un hilo a una hormiga que recorrió todo el interior de la concha, enhebrándola completamente. Minos supo entonces que Dédalo se encontraba allí y exigió su entrega. Cócalo logró convencerlo para que antes de entregárselo tomara un baño y, cuando se introdujo en la pila, las hijas de Cócalo lo mataron arrojándole agua hirviendo. 

DEÍFOBO
Era hijo de Príamo y Hécuba, monarcas troyanos, que, tras la muerte de Paris, casó con Helena y murió luchando contra Menelao quien le arrebató a Helena llevándola consigo a Esparta.
 

DEMOFONTE
Era hijo de Teseo y Fedra y fue el duodécimo rey de Atenas. Participó en la guerra de Troya al lado de su predecesor Meneseo, y fue uno de los guerreros que entraron en la ciudad encerrados en el caballo de madera. Terminada la guerra consiguió la libertad de su abuela Etra, a quien los Dióscuros habían entregado a Helena en calidad de esclava. En su regreso hacia Atenas, recaló en territorio tracio, donde Filis, la hija del rey, se enamoró de él y su padre consintió en el matrimonio.
Cuando Demofonte manifestó su intención de continuar el viaje hacia su patria, Filis le entregó un cofrecito, que contenía un objeto consagrado a Rea, aconsejándole que no lo abriera mientras tuviera intención de volver con ella. Pero, como pasó mucho tiempo y Demofonte no regresaba, Filis lo maldijo y se suicidó. Demofonte, por su parte, abrió el cofrecito, y aterrorizado, montó en su caballo galopando descontroladamente de tal forma que murió al caer descabalgado sobre su propia espada.
Otro episodio relacionado con Demofonte se refiere a que acogió y brindó protección a los heraclidas frente al acoso de Euristeo. Hizo que los hijos de Heracles se ocultaran en Maratón y se enfrentó con el rey de Micenas contra quien alcanzó la victoria en la batalla en la que se produjo la muerte de éste.
Entre los hijos de Filis y Demofonte, se encontraba Oxintes, quien sucedió a su padre.
 

DEMONICE
Era hija de Agenor y de Epicasta y se decía que fue amante de Ares con quien tuvo a Molo, Pilo y Testio.
 

DEUCALIÓN
Era hijo de Prometeo y Clímene y se casó con su prima Pirra, hija de Epimeteo y Pandora.
Cuando Zeus quiso exterminar a la humanidad mediante un diluvio, Deucalión, por consejo de Prometeo, construyó un arca y, cobijando en ella todo lo necesario para salvaguardar la vida en la Tierra, se embarcó acompañado por su familia. El diluvio decretado por Zeus hizo perecer a la humanidad excepto los que hallaron refugio en las altas montañas.
Tras flotar en las aguas durante nueve días, la embarcación se posó en tierra y Deucalión decidió consultar a un oráculo de Temis el procedimiento a seguir para repoblar la tierra. El oráculo respondió que debían arrojar los huesos de su madre por encima de sus hombros. Deucalión y Pirra entendieron que su madre era Gea, la madre de todos los seres vivientes, y que los huesos eran las rocas. Así lo hicieron y las piedras que arrojaba Pirra se transformaban en mujeres, mientras que las de Deucalión lo hacían en hombres. Deucalión y Pirra tuvieron tres hijos: Helén, Anfrictión y Protogenia.
Deucalión y Pirra

DEYANIRA
Era hija de Altea y de Eneo, rey de Calidón, o bien de Dioniso, según versiones. Cuando Altea arrojó al fuego el leño que preservaba la vida de Meleagro y éste murió, todas sus hermanas lloraron su pérdida y Artemisa, irritada por ello, las transformó en pájaros, a excepción de Deyanira y Gorge, que pudieron retener su forma humana gracias a la intervención de Dioniso.


Su padre la prometió en matrimonio al dios río Aqueloo, pero Deyanira se negó a aceptar el compromiso y Heracles, enamorado de ella, compitió con Aqueloo por su mano saliendo vencedor de la contienda y casándose con ella. Fruto del matrimonio fueron una hija llamada Macaria y un hijo que recibió el nombre de Hilo.
Cuando Heracles y su esposa se disponían a atravesar el río Euneo, un centauro llamado Neso ofreció su ayuda para que Deyanira lo hiciera sin mojarse. Su ofrecimiento fue aceptado y al llegar a la orilla opuesta intentó violarla. Heracles, al observar la escena, disparó una flecha emponzoñada con el veneno de la Hidra de Lerna hiriendo al centauro en el pecho. Mientras agonizaba, Neso convenció a Deyanira de que su esposo la amaría siempre si le proporcionaba sangre de su corazón. Denayira lo creyó y guardó un frasco de la sangre envenenada y cuando empezó a notar que su esposo se distanciaba de ella, impregnó su túnica con la sangre del centauro y cuando el héroe se la puso murió envenenado lenta y dolorosamente. Deyanira, desesperada por la consecuencia de su acto, se suicidó.
 

DICTIS
Era un rey de la isla de Sérifo, cuyo gobierno compartía con su hermano Polidectes. Antes de ser rey había ayudado a Dánae y a su hijo Perseo cuando arribaron a la isla en una pequeña embarcación donde habían sido abandonados por Acrisio, el padre de Dánae, tratando de evitar que se cumpliera la profecía que predecía su muerte a manos de su nieto.
Tras ocupar el trono fue depuesto por su hermano Polidectes y huyendo de él se refugió en un templo donde encontró a Perseo que se dirigía a la isla tras haber cortado la cabeza de Medusa. El héroe, en agradecimiento por la ayuda que había recibido su madre, lo ayudó a recuperar el trono.  

DICTIS
Era un hijo de Poseidón y de la hechicera Agameda
 

DIDO
Era hija de Belo o Muto, rey de Tiro, y tenía un hermano llamado Pigmalión y una hermana conocida como Ana.
Siqueo era el sumo sacerdote del templo de Melkart (Heracles) en Tiro y poseía un gran tesoro oculto, que era codiciado por Pigmalión. Cuando éste alcanzó el trono, obligó a su hermano Dido o Elisa, a casarse con él con la intención de que le revelara el escondite del tesoro para poder apropiárselo. Siqueo, que estaba enamorado de su esposa, le reveló el secreto, pero ésta engañó a su hermano y cuando su marido murió por orden de Pigmalión, desenterró el tesoro huyendo en una embarcación fletada al efecto acompañada por su hermana.
Dido arribó al país de los gétulos, en las costas de África, pidiéndole al rey Jarbas hospitalidad y un trozo de tierra para instalarse. El rey le respondió que le entregaría toda la tierra que pudiera abarcar con una piel de buey. Ella hizo cortar el cuero en tiras finísimas con las que circunscribió un extenso territorio en un promontorio situado junto a un lago que desaguaba en el mar. Allí ordenó construir una fortaleza de la se proclamó soberana.

Según la versión clásica del mito, el rey Jarbas pretendía casarse con ella y, temiendo represalias por una negativa, accedió. No obstante, Dido se mantenía aún fiel al recuerdo de su difunto esposo y, cuando iba a celebrarse la ceremonia, se clavó un puñal en el pecho muriendo en el acto.
Otra versión era la que narraba Virgilio en la Eneida, según la cual cuando Eneas llegó a la corte de Dido, ambos se enamoraron y permanecieron unidos durante cierto tiempo. No obstante, como Eneas había recibido de Zeus la misión de fundar un nuevo pueblo en el Lacio, tuvo que partir hacia su destino. Entonces, Dido ordenó que se prendiera una gran pira y se suicidó con la espada del héroe troyano.  

DIOMEDES
Era hijo de Tideo, rey de Etolia, y de Deipile, hija de Adrasto, rey de Argos. 
Diomedes nació y se crió en Argos y allí contrajo matrimonio con su tía Egialea.
Ayudó a su abuelo paterno Eneo, rey de Calidón, cuando fue destronado por sus sobrinos, hijos de su hermano Agrio, para colocar a éste en el trono. En este episodio, Diomedes mató a casi todos sus primos.
Fracasada la primera tentativa, en la que participó su padre, de los “Siete contra Tebas” de apoderarse de la ciudad beocia, Diomedes participó en la segunda expedición que, comandada por Alcmeón, consiguió derribar los muros de la ciudad.
Más tarde, y como todos los pretendientes de Helena, participó en la Guerra de Troya, donde forjó su fama de guerrero valeroso e indomable. En los preparativos de la expedición griega, viajó, junto a Odiseo, hasta el reino de Licomedes en busca de Aquiles, al que Tetis había ocultado disfrazado de mujer para evitar que acudiera a Troya en cuyo sitio un oráculo había profetizado su muerte. Fue uno de los que más presionaron a Agamenón para que sacrificara a su hija Ifigenia como tributo a la diosa Artemisa para que ésta levantara la calma que había extendido sobre el mar que impedía a la flota partir hacia Troya.
Formó parte de la embajada que trató de persuadir al rey Príamo para que devolviera Helena a su marido y así evitar el enfrentamiento entre griegos y troyanos. Alguna versión afirmaba que viajó hasta Lemnos para pedirle a Filoctetes las armas de Heracles, de las que era custodio, sin las cuales no sería posible tomar Troya.


Uno de los episodios más conocidos en los que participó fue el enfrentamiento con Pándaro y Eneas. Según Homero en la Ilíada, Pándaro atacó a Diomedes y consiguió herirlo en un costado, pero éste lo atravesó con una lanza y cuando Eneas se apeó del carro para recuperar el cadáver fue herido por el árgivo. Afrodita, viendo a su hijo Eneas en peligro, acudió en su auxilio, aún a costa de recibir una herida en la mano que le infligió Diomedes. Apolo resolvió la peligrosa situación envolviéndolos en una nube y salvando de esta forma al hijo de Afrodita y Anquises.
Cuando Diomedes iba a enfrentarse a Héctor, Ares intervino haciendo frente al héroe griego aparentando ser un soldado mortal, pero Diomedes reparó en que su rival era un dios y retrocedió siguiendo las órdenes de Atenea que le impedían enfrentarse a cualquier deidad con la excepción de Afrodita. No obstante, Zeus, informado de la situación, permitió el combate y cuando Atenea desvió la lanza de Ares destinada a herir a Diomedes y éste hirió al dios que tuvo que huir sangrando hasta el Olimpo, Zeus se enfureció y prohibió que los dioses intervinieran en la guerra de los hombres.
Terminada la guerra, Diomedes regresó a Argos. Algunas versiones dicen que fue bien recibido, pero otras afirmaban que su esposa Egialea, y el amante de ésta, Cometes, intentaron asesinarlo, pero el héroe consiguió huir refugiándose en el sur de Italia, donde fundó varias ciudades.  

DIOSCUROS
Cástor y Pólux eran hijos gemelos de Leda y hermanos de Helena y Clitemnestra. Se les conocía con el nombre de Dioscuros o hijos de Zeus. Sin embargo su ascendiente paterno era distinto según los mitos. Se decía que Pólux era hijo de Zeus quien, transformado en cisne, simuló ser perseguido por un águila y se refugió en el regazo de Leda poseyéndola y engendrando en ella un huevo del que nacerían Pólux y Helena. En cuanto a Cástor se contaba que, tras ser poseída por Zeus, Leda yació con su marido, Tíndaro de Lacedemonia, quedando encinta también de Cástor y Clitemnestra. Según este enfoque sólo Pólux era inmortal.
 

Cástor era famoso por su habilidad para la doma caballos y como jinete, mientras que Pólux destacaba por su destreza en el boxeo.
Cuando Teseo y Piritoo decidieron casarse con hijas de Zeus secuestraron a Helena y se la entregaron a Etra, madre de Teseo, para que cuidara de ella hasta que tuviera edad suficiente para contraer matrimonio. Los Dióscuros, al enterarse, rescataron a su hermana y raptaron a Etra para que fuera la esclava de Helena.
También se embarcaron con Jasón formando parte de la expedición de los argonautas en la búsqueda del vellocino de oro.
Los dos hermanos raptaron a Hilaira y Febe, hijas de Leucipo, y se casaron con ellas. Para vengar el rapto, Idas y Linceo, sobrinos de Leucipo y pretendientes rivales, mataron a Cástor. Pólux quedó tan profundamente apenado que pidió a Zeus que lo hicieran mortal a él o bien le concedieran la inmortalidad a su hermano. Zeus accedió en parte concediéndoles el deseo de estar siempre juntos, pero pasando la mitad del tiempo en el Olimpo y la otra mitad en el Inframundo.
Se decía que Zeus los había representado en el cielo mediante la constelación Géminis y sus estrellas más brillantes llevaban su nombre. 

DOLON
Era hijo de Eumedes y estaba considerado como un corredor muy veloz, lo que le permitió actuar como espía en el bando troyano pidiendo, a cambio, el carro y los caballos de Aquiles si se obtenía la victoria. En el curso de una de sus operaciones fue capturado por Odiseo y Diomedes, quienes, tras someterlo a interrogatorio, lo decapitaron. 
Dolón disfrazado con una piel de lobo, con intención de pasar inadvertido caminando a cuatro patas.

DIOXIPE
Era una helíade hija de Helios y de la oceánide Clímene. Cuando su hermano Faetón, al intentar conducir el carro de su padre a través del cielo, no pudo dominar los caballos y se precipitó al vacío ahogándose en el río Erídamo, las helíades lloraron desconsoladas durante mucho tiempo y los dioses, apiadándose de ellas, las transformaron en álamos que poblaron las orillas del río donde pereció su hermano. Sus lágrimas, convertidas en ámbar, cayeron al cauce.
 

DORIS
Era una oceánide hija de Océano y Tetis que estaba casada con Nereo, con quien tuvo a Glauco y a cincuenta hijas llamadas nereidas.
 

DRAGÓN DE LA CÓLQUIDA
Era hijo de Equidna y Tifón y custodiaba el vellocino de oro. Como padecía insomnio se trataba de un vigilante ideal porque permanentemente estaba cumpliendo su misión. Cuando los argonautas trataban de apoderarse del vellocino, necesitaron la ayuda de Medea quien durmió al dragón permitiendo a Jasón cumplir su objetivo. 

DRÍAS
Era hijo de Ares con madre desconocida.
 

DRÍOPE
Era la única hija del rey de su mismo nombre que se ocupaba de guardar los rebaños de su padre en las proximidades del monte Eta donde se hizo compañera de las hamadríades ninfas de los árboles, quienes le enseñaron los himnos y danzas que agradaban a los dioses.
Apolo la vio un día bailando en los coros y se enamoró de ella. Para acercarse al grupo, se transformó en tortuga y las jóvenes se pusieron a jugar con ella como si fuera una pelota hasta que cayó sobre el regazo de Dríope, momento en el que Apolo adoptando la forma de una serpiente la poseyó. 

Dríope regresó a su domicilio ocultando el suceso y a continuación se casó con Andremón, hijo de Óxilo, dando a luz al poco tiempo un hijo a quien pusieron de nombre Anfiso. Ya adulto, Anfiso fundó una ciudad al pie del Eta, a la que dio el nombre del monte.
Otra leyenda dice que Dríope fue a ofrecer un sacrificio a las hamadríades en un templo dedicado a Apolo construido por su hijo, y sus antiguas compañeras la raptaron uniéndola a su grupo. En el lugar del rapto nació un álamo y del suelo brotó un manantial.
Ovidio cuenta que siendo niño Anfiso, Dríope se fue al monte con la intención de hacer un sacrificio en honor a las ninfas de los árboles. Sin embargo, se sintió tan atraída por un árbol de flores tan brillantes que no resistió a tentación de coger algunas para llevárselas a su hijo. Pero el árbol era la ninfa Lotis, quien se enojó y la transformó en otro árbol semejante. Unas muchachas que contaron lo sucedido fueron castigadas convirtiéndolas en pinos por su indiscreción.  

ÉACO
Era hijo de Zeus y Egina. Ésta, hija del dios río Asopo, fue raptada por el rey de los dioses olímpicos y llevada a la isla de Enone donde engendraron a Éaco, quien fue tan apreciado por su padre que intentó hacerlo inmortal, aunque las Parcas se lo impidieron.
Celosa por la nueva infidelidad de su marido, Hera envió una plaga que asoló la isla y diezmó su población o bien murieron todos excepto Éaco. Ante la situación desesperada, Éaco invocó a su padre pidiéndole ayuda y éste convirtió las hormigas de la isla en hombres, que fueron llamados Mirmidones.
Éaco llegó a ser rey de Enone y entonces le cambió la denominación llamándola Egina, en honor a su madre. Se hizo famoso por la piedad y la justicia con la que gobernó a su pueblo. Sus juicios eran buscados desde toda Grecia, de tal forma que, tras su muerte, fue nombrado juez en el Érebo, junto con Minos y Radamantis.
Los tres jueces, Minos, Radamanto y Eaco

Ayudó a Poseidón y Apolo a construir las murallas de Troya en tiempos del rey Laomedonte y se decía que él mismo había edificado un templo en honor a Zeus.

Mantuvo una relación amorosa con la ninfa Psámate y tuvo con ella un hijo llamado Foco. Posteriormente casó con Endeis, princesa de Megara, con quien tuvo a Telamón y Peleo. Los dos hijos de Endeis, inducidos por ésta, mataron a su hermanastro Foco por lo que Éaco, muy afectado, los expulsó del reino. Psámate, al enterarse de la muerte de su hijo, se transformó en loba y llena de ira mató a todo el ganado de la isla.
Una leyenda muy posterior decía que Alejandro Magno descendía de él por línea materna. 

EAGRO
Era hijo de Ares con madre desconocida.
 

ECO
Era la ninfa del monte Helicón de cuya boca salían tan bellas palabras que Hera se sentía temerosa de que su marido pudiera intentar cortejarla como había hecho con otras ninfas. Un día en que ambas se hallaban juntas, Zeus tuvo una aventura amorosa y la ninfa pretendió distraer a la diosa con su melodiosa voz, pero Hera descubrió el engaño y castigó a Eco condenándola a no poder pronunciar más palabra que la última que hubiera dicho la persona con la que departiera. Como era incapaz de iniciar una conversación se apartó del trato humano retirándose al campo.

Allí, Eco se enamoró de un pastor llamado Narciso, pero como lo único que hablaba era repetir la última palabra que él pronunciaba, la tomó por loca y la despreció. Ella sintiéndose muy desdichada se refugió en las montañas y fue debilitándose hasta que solo quedó su voz que aún puede escucharse.
Otra historia alternativa contaba que Eco era una ninfa dotada de una gran habilidad para el canto y el baile que desdeñaba todos los requerimientos de amor de los hombres. Eso enfureció a Pan, que ordenó a sus seguidores que la descuartizaran y esparcieran sus restos por todo el orbe. Gea recibió los trozos haciendo que su hermosa voz permaneciera repitiendo siempre la última palabra de los demás.
 

EDIPO
Era hijo de Layo y Yocasta, reyes de Tebas. Al nacer, el oráculo de Delfos auguró a su padre que cuando llegara a la edad adulta le daría muerte y se casaría con su esposa. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó a uno de sus servidores que matara al niño, pero éste en vez de matarlo lo abandonó en el monte Citerón colgado de un árbol por los pies. Un pastor halló el bebé y lo entregó al rey Pólibo de Corinto y a su esposa Peribea o Mérope, según versiones, quienes se encargaron de su crianza y educación llamándolo Edipo porque cuando lo recibieron tenía los pies hinchados.


Ya adolescente, Edipo escuchó habladurías que le hicieron dudar de que sus padres fueran Pólibo y su esposa. Para salir de dudas visitó el oráculo de Delfos, quien le auguró que mataría a su padre y luego se casaría con su madre. Edipo, queriendo evitar que se cumpliera la profecía, decidió no regresar a Corinto y emprendió viaje hacia Tebas, En una encrucijada del camino, se encontró con Layo y discutieron por la preferencia de paso. Lucharon y Edipo mató a su rival sin saber que era su padre, el rey de Tebas.
La Esfinge era un monstruo que tenía asolado el reino tebano matando a todo aquel que no adivinara sus acertijos. El joven se enfrentó al monstruo y cuando éste le preguntó: ¿cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al mediodía y con tres al atardecer?, Edipo respondió que era el ser humano quien al comienzo de la vida caminaba a gatas, cuando era adulto lo hacía sobre sus dos piernas y cuando llegaba a la ancianidad necesitaba un bastón que era la tercera pata. A continuación, la Esfinge formuló el segundo acertijo: ¿Quiénes son las dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera? Edipo respondió que eran el día y la noche. La Esfinge, furiosa, se arrojó desde la cima del monte y Edipo fue nombrado salvador de Tebas recibiendo como premio la corona de la ciudad y contrayendo matrimonio con la viuda del anterior rey, su verdadera madre. Con ella tuvo cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismene y Antífona. Poco después una peste asoló la ciudad porque el asesino de Layo no había pagado por su crimen y contaminaba con su presencia a toda la ciudad.

Edipo investigó tratando de descubrir el culpable, y por medio de Tiresias supo que era hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo era el culpable de la muerte de su padre. Al saber Yocasta que Edipo era su hijo, se suicidó y Edipo se perforó los ojos con los broches del vestido de su madre como autocastigo por no haber visto la realidad antes, y ordenó a Creonte que lo expulsara de la ciudad. Sólo su hija, y hermana, Antígona lo acompañó guiándolo en su camino hasta su muerte. En la Odisea, Homero daba otro final: Yocasta bajó al Hades a purgar el incesto y Edipo continuó reinando en Tebas, aunque con graves problemas. 

EETES
Era un rey de la Cólquida, actual Georgia, hijo de Helios y de la oceánide Perseis. Casó en primeras nupcias con la ninfa Asterodea, con quien tuvo un hijo llamado Apsirto, y en segundas con la también ninfa Idía con quien engendró a Calcíope y Medea.
Ino, la segunda esposa de Atamante, rey de Tebas, odiaba a Frixo y Hele, fruto del anterior matrimonio de su marido con Néfele, diosa de las nubes. Quiso deshacerse de ellos y para conseguirlo prendió fuego bajo los graneros haciendo que el grano almacenado se tostase quedando inutilizado como simiente para el cultivo del año próximo. Los campesinos, temiendo a la hambruna, consultaron al oráculo y éste, aleccionado por Ino, les informó que para evitar el hambre debían sacrificar a los dos hermanos. Cuando la turba se disponía a cumplir la recomendación un cordero dorado enviado por Néfele los rescató y se los llevó volando. Hele, entusiasmada por la sensación de volar, se soltó de la piel del vellocino y cayó al mar, denominado desde entones Helesponto, mar de Hele. El cordero llevó a Frixo hasta la Cólquida, donde el rey Eetes le dio refugio y a su hija Calcíope como esposa. En agradecimiento, Frixo sacrificó el cordero a los dioses y entregó su vellocino de oro al rey Eetes, que lo ató a un árbol sagrado.
Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida en busca del vellocino de oro, el rey Eetes prometió su entrega si los expedicionarios eran capaces de uncir dos bueyes que exhalaban llamaradas por el hocico y arar un campo sembrando en los surcos los dientes de un dragón que les proporcionó el rey. 

Jasón, pese a saber que sería imposible superar la prueba, aceptó. Medea, enamorada del semidiós, y con el apoyo de su hermana, cuyos hijos habían sido salvados en la isla de los pájaros por el argonauta, visitó esa misma noche el alojamiento de Jasón y le proporcionó ungüentos mágicos para evitar y curar las quemaduras e instrucciones que le permitirían cumplir la tarea. Así, el héroe pudo someter a los bueyes, roturar el campo y esparcir los dientes de dragón en los surcos. Concluido el trabajo, observaron cómo cada diente se transformaba en un esqueleto guerrero fuertemente armado. Cuando emergieron todos los esqueletos, arrojó una enorme piedra entre ellos y éstos, confundidos, lucharon entre sí hasta la muerte. Los que no perecieron en la contienda fueron exterminados por Jasón y los suyos.
Eetes, tras el éxito de la prueba, se negó a cumplir lo prometido, pero los argonautas, guiados por Medea, llegaron al bosque donde se hallaba el vellocino de oro custodiado por una monstruosa serpiente que jamás dormía. Medea, tras advertir a sus acompañantes que serían hipnotizados si miraban los ojos de la serpiente, preparó una pócima con la que logró dormir al guardián permitiendo a Jasón y sus compañeros apoderarse del trofeo y regresar con él a su patria.
Medea, sabiendo que su traición no sería perdonada, acompañó a los expedicionarios haciendo prometer al héroe que la haría su esposa y siempre le permanecería fiel. Eetes, al descubrir el expolio, ordenó la persecución poniendo a su hijo Apsirto al frente de una gran flota que pronto les dio alcance. Ante la superior fuerza enemiga, Jasón acordó con Apsirto entregar a Medea a cambio de continuar su viaje con el vellocino. Pero Medea urdió una estratagema para que su hermanastro se presentase solo a la negociación, lo que aprovechó Jasón para asesinarle y arrojar su cuerpo descuartizado al mar. Eetes detuvo la persecución para recoger los restos de su hijo, lo que proporcionó a los argonautas la ventaja suficiente para escapar.
Cuando llegaron a Corcira (Corfú) se detuvieron para celebrar el feliz resultado de su expedición. Eetes envió emisarios ante el rey de la isla solicitando la devolución de su hija, pero Medea había suplicado la protección de la reina Arete, quien no dejó dormir a su marido en toda la noche detallándoles la crueldad con la que tradicionalmente trataban los padres a las hijas huidas. Por la mañana el rey Alcinoo respondió a Eetes que únicamente le entregaría a Medea si ésta no se había unido a Jasón. Medea, informada por la reina de cuál iba a ser la respuesta del rey, improvisó una boda evitando el regreso a su patria. 
Tampoco quisieron volver los emisarios de Cólquida, temerosos de la ira de su rey, y se establecieron en la isla.
Cuando Eetes se enteró exigió una recompensa por la pérdida de su hija, pero su exigencia le fue denegada alegando que él aún no había pagado compensación por el rapto de Ío por parte de sus hombres.
Años más tarde, Eetes perdió su reino a manos de su propio hermano Perses, pero Medea, con quien se había reconciliado, acudió en su ayuda junto a su hijo Medo, quien derrotó a Perses y devolvió el trono a su abuelo. Cuando éste murió, Medo unió su reino al de la Cólquida creando el Imperio Medo. 

EFIALTES
Era uno de los alóadas hijo de Ifimedia y Poseidón y hermano gemelo de Oto. 
Ambos hermanos, llamados los alóadas debido al nombre del marido de su madre, intentaron derrocar a Zeus y, para llegar al cielo, colocaron el monte Pelión sobre el Ossa, al tiempo que amenazaban con arrojar las montañas al mar para desecarlo. Sin embargo fueron vencidos por Apolo y, más tarde, murieron en un enfrentamiento entre sí motivado por la oferta de Artemisa de yacer con Oto para que liberaran a Ares a quien mantenían prisionero en una jarra desde hacía trece meses.  

EGEA
Era una hija de Helios y Perseis
 

EGEO
Era hijo de Pandión II y de Pilia, reyes de Atenas. Nació en Megara, ciudad del istmo de Corinto, donde sus padres se habían refugiado tras ser expulsados del trono ateniense por los hijos de Metión.
Cuando Pandión murió, Egeo y sus hermanos atacaron Atenas y expulsaron de ella a los usurpadores, repartiéndose entre ellos el dominio sobre el Ática. Egeo recibió Atenas proclamándose como el noveno rey de la ciudad, Niso reinó en Megara, Lico en Eubea y Palante gobernó sobre el sur de la región.
Sin embargo, Egeo decidió adueñarse de las partes que habían correspondido a sus hermanos y expulsó a Lico obligándolo a refugiarse en Mesenia. Del mismo modo actuó con Palante, quien después de muerto Egeo inició con sus cincuenta hijos una revuelta para reconquistar su reino, pero fueron derrotados por Teseo, el hijo de Egeo. De Megara no pudo apoderarse porque se hallaba en poder de Minos, el rey de Creta, quien, aprovechando la traición de una hija de Niso, conquistó la ciudad.
Egeo contrajo nupcias con Mélite, pero al no tener descendencia, la repudió para casarse con Calcíope con quien tampoco tenía hijos. Preocupado por si la falta de herederos provocaba el ataque de sus hermanos, y temiendo que fuera debido a un castigo de Afrodita, acudió al oráculo de Delfos buscando una solución. El oráculo le dio una información misteriosa que Egeo no supo interpretar: “no abras la boca de tu repleto odre de vino, ¡oh el mejor de los hombres!, hasta que llegues al punto más alto de Atenas”.
Temis y Egeo

Decepcionado por la enigmática contestación, Egeo inició el regreso a Atenas y se detuvo en Trecén hospedándose en el palacio del rey Piteo, a quien comentó la respuesta del oráculo quejándose de no comprenderla. Pero Pìteo sí la comprendió y, tras invitarlo a beber hasta embriagarse, lo incitó a yacer con su hija Etra. Cuando Egeo fue consciente de lo que había hecho, enterró bajo una gran piedra su espada y sus sandalias, diciéndole a Etra que si se había quedado embarazada y tenía un hijo varón de él, lo criara en secreto para evitar la venganza de sus sobrinos y lo enviase a Atenas cuando fuera lo suficientemente fuerte como para levantar la piedra y coger el arma y el calzado.
Etra, que había quedado embarazada, dio a luz un niño al que llamó Teseo. 
Algunos autores afirmaban que Poseidón yació con ella la misma noche en que lo hiciera Egeo, y que el dios del mar era el verdadero padre, pero también se decía que Egeo había propalado el rumor para fortalecer la figura de su hijo.
Teseo fue criado en Trecén por su madre, que no le reveló el nombre de su padre hasta que cumplió dieciséis años. Llegado a esta edad, El joven pudo levantar la piedra, calzarse las sandalias, tomar la espada de su padre e iniciar su viaje a Atenas para ser reconocido como hijo del rey.
Androgeo, hijo del rey Minos de Creta, había ganado los celebrados en Atenas alcanzando una gran fama, que aprovechó Egeo para retarle a luchar contra un toro que estaba asolando Maratón. Androgeo murió luchando contra el astado o, según otra versión, perdió la vida a manos de los otros competidores de los juegos, celosos de su victoria.
El rey Minos utilizó la excusa de la muerte de su hijo para atacar con flota la costa del Ática, conquistando Megara y sometiendo a Atenas a un bloqueo que dio lugar a una época de hambre y epidemias.
Los atenienses consultaron al oráculo la forma de resolver la situación y éste les aconsejó que aceptaran la propuesta de Minos si querían terminar la guerra. Atenas aceptó la entrega anual de siete jóvenes y siete doncellas para que fueran devorados por el Minotauro, el monstruo alumbrado por Parsifae, la esposa de Minos, que estaba encerrado en un laberinto construido por Dédalo del que nadie había sido capaz de encontrar la salida.
En esta época llegó a la ciudad Medea abandonada por su esposo Jasón y huyendo de Corinto en donde la habían apedreado a ella y a sus hijos por haberse negado a resucitar al rey Pelias tal como había prometido a sus hijas. Medea aceptó la hospitalidad de Egeo y le propuso que se casara con ella y le daría un hijo pese a que ya era anciano. Egeo aceptó el matrimonio y Medea alumbró un niño llamado Medo a quien algunos autores consideraban hijo de Jasón.
Medea, ignorando la existencia de Teseo, pensaba que su hijo Medo heredaría el reino de Atenas, por lo que cuando el joven se presentó en palacio de incógnito y ella lo reconoció utilizando sus dotes mágicas, intrigó contra él persuadiendo a Egeo de que era un traidor. Egeo, convencido por su esposa, dispuso que luchara contra el toro de Maratón creyendo que moriría en el enfrentamiento.
Sin embargo el toro fue derrotado y Teseo mostró la espada de Egeo en el momento en que le ofrecían una copa de vino envenenada durante la fiesta que, supuestamente, se celebraba en su honor por haber vencido al toro. Egeo reconoció la espada y arrebató la copa de las manos de Teseo, salvándolo de la muerte. A continuación desterró a Medea, quien huyó con su hijo Medo a la Cólquida.
Los atenienses querían librarse del humillante gravamen al que los tenía sometidos Creta y Teseo se ofreció voluntario para formar parte del tributo que había de satisfacerse ese año. Antes de zarpar su padre le indicó que si triunfaba cambiara las velas negras del barco por otras blancas, para poder enterarse así de su victoria antes de que llegara al puerto.
Egeo subía hasta la Acrópolis, el punto más alto de Atenas, todos los días tratando de divisar las velas blancas del barco. Pero Teseo, que había derrotado al Minotauro, olvidó cambiarlas y Egeo, desesperado al creer muerto a su hijo, se suicidó lanzándose al mar que desde entonces lleva su nombre.
Tras honrar a su padre, Teseo heredó el reino de Atenas y puso fin a las aspiraciones de sus primos matando a todos los hijos de Palante.
 

EGISTO
Era hijo de Tiestes concebido con su hija, Pelopia, a quien había violado porque un oráculo profetizó que la única forma que tendría de vengarse de su hermano Atreo sería por medio de un hijo habido con su propia hija. La profecía se cumplió y Egisto mató a su tío Atreo, para entregarle el trono de Micenas a su padre.
Posteriormente Tiestes fue destronado por su sobrino Agamenón, hijo de Atreo. 
Cuando Agamenón partió hacia Troya, Egisto sedujo a Clitenmestra, esposa de su primo, y asesinaron a Agamenón cuando éste regresó a Micenas. Tanto Egisto como su amante murieron a manos de Orestes, hijo de Agamenón y Clitemnestra. 
Egisto es asesinado por Orestes

EGLE
Era hija de Asclepio y Lampecia. Se decía que su nombre procedía de la belleza del cuerpo humano cuando tenía buena salud.
 

EGIALEO
Era hijo del oceánida Ínaco y de la oceánide Melia y fue el primer rey de Sición. Acaya, una región del Peloponeso, recibió ese nombre en honor suyo. (Acaya era un nombre derivado de Egialeo). Fue el padre de Europs.
Según Eurípides, era hijo de Foroneo y Peito y reinó en el Peloponeso.  

EGIMIO
Era hijo de Doro, fundador del pueblo dorio, y fue un buen gobernante dotando a su clan de leyes que mejoraron la convivencia. Cuando fueron atacados por los lapitas, solicitó la ayuda de Heracles y, en agradecimiento por el auxilio recibido, adoptó a Hilo, hijo del héroe, entregándole parte de sus tierras como a sus propios hijos, Dimante y Pánfilo. Los tres dieron nombre a tribus dorias: hileos, dimanes y panfilos.
 

EGINA

Era hija del dios río Asopo y de Metope y tuvo dos hijos que llegaron a ser reyes.
Egina esperando la llegada de Zeus

Cuenta una leyenda que Zeus se enamoró de Egina y transformándose en águila la raptó llevándola a una isla llamada Eone. El padre de Egina, al enterarse del rapto por medio de Sísifo, corrió tras ellos para rescatarla, pero Zeus le arrojó sus rayos haciéndolo volver a su cauce. En la isla, Egina dio a luz a un niño al que llamó Éaco, que se hizo famoso por ayudar a Poseidón y Apolo a construir las murallas de Troya. Más tarde llegó a ser rey de la isla a la que cambió el nombre en honor a su madre. Fue abuelo de Aquiles.
Egina abandonó la isla y se trasladó a Tesalia donde se casó con Áctor y de esta unión nació Menecio que fue uno de los argonautas y llegó a ser rey de Opus y padre de Patroclo, compañero de Aquiles. 

EIRENE
Era una hija de Poseidón y Melantea.
 

ELARA
Era hija del rey Orcómeno. Zeus se enamoró de ella y, para protegerla de la ira de su esposa Hera, la escondió en las profundidades de la tierra donde alumbró al gigante Ticio, hecho por el que, algunas versiones, lo consideran como hijo de Gea.
 

ELECTRA
El personaje más conocido con este nombre es el que presenta la poesía épica de Homero como hija de Agamenón, rey de Micenas, y de Clitemnestra.
Cuenta la leyenda que Electra se hallaba en Atenas cuando su padre, al regresar de la Guerra de Troya, fue asesinado por su esposa y el amante de ésta, Egisto. Orestes, el hermano de Electra fue salvado por su nodriza ocultándolo en la corte del rey de Fanote, Estrofo.
Años más tarde, Electra regresó de Atenas y se encontró con su hermano ante la tumba de su padre al que ambos rendían honras fúnebres. Orestes informó a su hermana que el oráculo de Delfos le había ordenado volver a Micenas y vengar a su padre y los hermanos urdieron un plan para cumplir el mandato oracular.
Tras haberse vengado, Orestes enloqueció y fue perseguido por las Erinias para castigarlo por el crimen cometido, que representaba una trasgresión a la piedad que regía las relaciones familiares. El fugitivo se refugió en el templo en Delfos, pero Apolo, aunque le había ordenado a través de su oráculo que tomara venganza, no pudo protegerlo de las consecuencias de su acto.
Por fin, Atenea lo recibió en la Acrópolis de Atenas y ordenó que el parricida se sometiera a un juicio ante doce jueces áticos.
Las Erinias reclamaron su víctima y el acusado presentó como atenuante la orden de Apolo. A la hora de emitir el veredicto, los jueces estaban divididos, pero triunfó el voto de calidad de Atenea en favor de la absolución. Más tarde Electra se casó con Pílades, hijo del rey Estrofo que había protegido a Orestes.

ELECTRIÓN
Era hijo de Perseo y de Andrómeda y llegó a ser rey de Micenas. Se casó con su nieta, o sobrina, Anaxo, con quien tuvo a Alcmena, madre de Heracles.
 

ELECTRIONA
Era hija de Helios y de la ninfa Rodo y se mantuvo virgen toda su vida, recibiendo al morir honores de semidiosa por parte de los habitantes de Rodas.
 

ELEPNOR
Era un compañero de Odiseo que fue transformado en cerdo por la maga Circe. Tras recuperar su forma humana por intercesión de Odiseo, murió al precipitarse embriagado desde una terraza del palacio de Circe. Cuando Odiseo bajó al Hades para consultar a Tiresias el camino de regreso a Ítaca, se encontró con el alma de Elepnor, quien le pidió que celebrara unas honras fúnebres en su honor.
 

ELEUTER
Era hijo de Licaón, rey de Arcadia convertido en lobo por haber ofrecido sacrificios humanos a Zeus. Casi todos los hermanos de Eleuter eran sacrílegos y despiadados de cuyas crueldades tuvo conocimiento Zeus. El dios, para comprobar si eran ciertos los rumores, se disfrazó de agricultor y se alojó en el palacio de Licaón. Los anfitriones sospecharon la divinidad del huésped por lo que Ménalo, para confirmar su sospecha, propuso a sus hermanos que mataran a otro de ellos y se lo sirvieran al dios para la cena. Zeus reconoció el manjar y fulminó a los criminales con su rayo, o, según versiones, los convirtió en lobos.
Eleuter y Lébado fueron los únicos hermanos que no participaron en el sacrilegio, por lo que fueron perdonados huyendo a Beocia donde fundaron las ciudades de Eleuteras y Lebedea.
 

ELEUTER
Era el hijo de Apolo y Etusa que dio nombre a una ciudad de Beocia y tuvo un hijo llamado Jasio. Fue el primero que erigió una estatua de Dioniso y estableció su culto.
 

EMATIÓN
Era hijo de Eos y Titono y llegó a ser rey de Etiopía, donde murió luchando contra Heracles, quien entregó el reino a su hermano Memnón.
 

ENEAS
Era hijo de Anquises y de Afrodita. Se contaba que su padre era un príncipe troyano, posiblemente sobrino del rey Príamo, que estaba vigilando a sus rebaños en el monte Ida cuando Afrodita lo encontró y, dada su apostura, se enamoró de él, yacieron juntos y engendraron a Eneas. Más tarde, Anquises reveló a su hijo el nombre de su madre y, a causa de lo cual, fue cegado por un rayo o, quizá, por haberse jactado de sus amores con una diosa.
Eneas nació en el monte Ida y su madre lo entregó a las ninfas del lugar y al centauro Quirón para que lo criaran y comenzara su educaron en la escuela del centauro. Cuando Eneas cumplió cinco años fue entregado a su padre, quien pidió a su cuñado Alcatoo que se encargase de continuar la educación.
Al llegar a la edad adulta, se casó con Creúsa, una de las hijas del rey Príamo, con quien engendró un varón, llamado Ascanio, según unos autores, o Iulo, según otros.


En la Ilíada de Homero aparece como uno de los más importantes héroes troyanos que, en repetidas ocasiones, se vio favorecido por los dioses como cuando fue herido por Diomedes y salvado por su madre, Afrodita, aún a costa de ser ella misma herida por Diomedes. Apolo lo envolvió en una nube y lo transportó hasta Pérgamo donde Artemisa y Leto lo curaron. Más tarde fue Poseidón quien lo protegió evitando que fuera herido por Aquiles.
Según narra Virgilio en la Eneida, cuando Troya cayó en poder de los griegos gracias a la astucia de Odiseo, Afrodita pidió a su hijo que abandonara la ciudad evitando su muerte porque tenía reservado otro futuro. Obedeciendo a su madre, Eneas escapó con su padre, su esposa y su hijo junto a otros muchos troyanos. No obstante, Creúsa fue abandonada al salir de la ciudad por orden de los dioses o bien porque se separó del grupo y se perdió.
La expedición, tras el naufragio de muchas naves, pudo llegar a Cartago, donde la reina Dido se enamoró de Eneas, pero Zeus ordenó al héroe que abandonara la ciudad y la reina, sintiéndose desairada, se suicidó.
Una vez abandonada Cartago, hicieron escala en Sicilia donde Eneas fue acogido por Acestes, hijo del dios río Crimisos. Allí se incorporó a su expedición Aqueménides, uno de los acompañantes de Odiseo que había sido abandonado en la isla.
Cerca de la costa de Lucania, actual Basilicata, Palinuro, uno de los hombres de Eneas, se durmió y cayó al agua consiguiendo, no obstante, llegar hasta la playa donde murió a manos de los autóctonos. El monte Palinuro debe su nombre a este personaje.
Eneas se presenta ante la reina Dido de Cartago 

El viaje continuó hasta llegar a Laurentio, ya en el Lacio, remontando el río Albula (Tíber) hasta llegar a un poblado llamado Palanteo, conocido más tarde como el Palatino. La región era gobernada por Latino, rey epónimo de los latinos, quien tenía una hija llamada Lavinia a la que los oráculos habían prohibido contraer nupcias con los pretendientes de la región, porque, según una profecía, llegaría un extranjero que estaba el destinado a ser su esposo y reinar en el Lacio. 
Cuando Eneas llegó, Turno, rey de los rútulos y pretendiente de su prima Lavinia, se preparó para enfrentarse a su rival buscando alianzas entre los pueblos próximos, pero sus vecinos se negaron a prestarle apoyo.
Eneas resultó vencedor de la contienda y se casó con Lavinia con quien tuvo un hijo llamado Silvio.
Ascanio, el hijo habido con Creúsa, fue el fundador de Alba Longa y el creador de una larga estirpe de reyes. Se decía que Rómulo y Remo eran descendientes de Eneas por parte de su madre, Rea Silvia, lo que lo convertía en el ancestro del pueblo romano.
Importantes personajes de la historia de Roma incluían a Eneas, a su hijo Ascanio y, por extensión, a Venus (Afrodita) en su árbol genealógico, como es el caso de la familia Julia, a la que pertenecían Julio César y Augusto.  

ENEO
Era hijo de Portaón y de Eurite, reyes de Calidón, en Etolia. Se casó con Altea, hija de Testio, con quien tuvo, entre otros, a Climeno, Meleagro, Gorge y Deyanira, esposa de Heracles.
Dioniso le regaló la primera cepa de vid plantada en Grecia, aunque el primero en extraer vino fue Icario.
Eneo con capa y cetro

Durante un sacrificio a los dioses olímpicos se olvidó invocar a Artemisa y ésta, furiosa, envió como represalia un gigantesco jabalí que devastaba el territorio. 
Eneo convoco a los más famosos guerreros para organizar una cacería en la que muchos perdieron la vida. Su hijo Meleagro dio muerte a sus tíos, hermanos de Altea, en el curso de la trifulca que se organizó a consecuencia del reparto de los trofeos del jabalí con el que no estaban satisfechos. Altea, muy dolida por este hecho, provocó la muerte de Meleagro arrojando al fuego un trozo de leña medio quemado que preservaba la vida de su hijo y, a continuación, se suicidó.
Tras la muerte de Altea, Eneo se casó con Peribea, hija del rey de Oleno, Hipónoo, que llegó a su corte bien como botín de la guerra mantenida entre ambos reinos o bien porque Hipónoo se la envió a Eneo con la petición de que la matara por haber permitido ser seducida por Hipóstrato. Eneo prefirió casarse con ella con quien tuvo a Tideo, padre, a su vez, de Diomedes.
Ya en su vejez, Eneo fue destronado por los hijos de su hermano Agrio, pero su nieto Diomedes acudió en su ayuda matando a casi todos los usurpadores, pero como su abuelo era ya muy mayor entregó al trono al marido de su tía Gorge, Andremón, y se llevó a Eneo a Argos. En el camino fueron asaltados por los hijos supervivientes de Agrio y consiguieron matar al anciano, quien fue enterrado por su nieto en Argos.

ENIALIO
Unas veces se considera que era un epíteto de Ares y otras como un hijo del dios tenido con Enio.
 

ENÓMAO
Aunque su genealogía era muy confusa, era considerado habitualmente como hijo de Ares y de Harpina. Llegó a ser rey de Pisa, en la Élide, y casó con Estérope, hija de Atlas, con quien tuvo a Leucipo, Hipodamo, Disponteo e Hipodamía.
Hipodamía era muy bella por lo que tenía gran número de pretendientes, pero Enómao, influido por un oráculo que había predicho su muerte a manos de su yerno, o, quizá por estar enamorado de su hija, se mostraba renuente a permitir el matrimonio y, para deshacerse de los pretendientes, los hacía competir en una carrera de carros desde Pisa hasta el altar de Poseidón en el istmo de Corinto. Enómao, que poseía un carro con un tiro de caballos regalados por Ares, daba ventaja a sus contrincantes permitiendo que tomaran la salida mientras él ofrecía un sacrificio a Zeus. Las condiciones bajo las que se desarrollaba la competición eran: Si el aspirante ganaba obtendría la mano de Hipodamía, pero si lo hacía Enómao, el competidor moría atravesado por una lanza de bronce recibida también como regalo de Ares.
Arriba: Mirtilo; Poseidón y Atenea; Zeus, Ganimedes y Hera. Abajo: Enómao en el centro; Pélope e Hipodamía en el carro.

Cuando Pélope se presentó para competir ya habían muerto varios pretendientes, pero él confiaba en vencer gracias al carro de oro alado que le había regalado Poseidón, que le permitía desplazarse sobre el mar sin que se mojaran los ejes y, además, los caballos que formaban el tiro eran inmortales y también alados. No obstante quiso asegurar el resultado de la carrera y para conseguirlo sobornó a Mirtilo, el auriga de Enómao, haciendo que sustituyera diversas piezas de los ejes del carro por otras de cera. En plena carrera, cuando Enómao alcanzaba a Pélope y estaba dispuesto a matarlo, las piezas de cera se fundieron desprendiéndose las ruedas causando la muerte de Enómao, cumpliéndose así el vaticino. Después de la carrera, Pélope fue proclamado rey.
 

ENONE
Era una ninfa hija del dios río Cebrén que habitaba en el monte Ida, en Frigia, Rea la había instruido en el arte de la profecía y su nombre se asociaba al efecto socializante del vino.
Paris, el príncipe troyano, la conoció cuando ejercía de pastor en las laderas del monte y se enamoró de ella. Contrajeron nupcias y tuvieron un hijo llamado Córito.
Enone y Paris

Enone advirtió a su esposo de las graves consecuencias que tendría para Troya si raptaba a Helena, reina de Esparta, pero no logró disuadirlo de su idea. No obstante le pidió que si fuera herido acudiese a ella pues era la única que podría curarlo.
Paris viajó a Esparta y Enone envió a su hijo para que guiara a los griegos hasta Troya como venganza por la acción de su marido. Otra versión cuenta que Córito fue a Troya para ayudar a su padre, pero se enamoró de Helena y Paris, celoso, lo mató.
Cuando Paris fue herido por la flecha de Filoctetes, volvió al monte Ida y suplicó a Enone que lo curase, pero ésta, despechada, se negó y Paris murió. Más tarde se arrepintió de no haber ayudado a su antiguo esposo y se suicidó ahorcándose o arrojándose a la pira funeraria de Paris, según versiones. 

ENOPIÓN
Era hijo de Dioniso y Ariadna y llegó a ser rey de Quíos donde introdujo la elaboración del vino. Tuvo una hija llamada Mérope de quien se enamoró Orión, el cazador. Enopión no aprobaba el matrimonio y para forzarlo, Orión yació con Mérope. El rey, en venganza, embriagó al cazador, lo cegó y lo arrojó al mar. 
Hefesto se apiadó del ciego y le proporcionó un guía llamado Cedalión que lo condujo hacia el Este donde el sol naciente le devolvió la vista. Orión quiso matar a Enopión por venganza, pero no pudo encontrarlo porque Hefesto había construido al rey una fortaleza subterránea donde se ocultaba.
Enopión y Dioniso


EOLO
Era hijo de Helén y de la náyade Orséis y hermano de Doro, Juto y Anfictión. Fue rey en Eólida (Tesalia) y, posiblemente, fuera el fundador de la estirpe eólida, una de las que dieron origen a la nación helena.
Casó con Enarena, hija de Dímalo, con quien engendró una numerosa prole entre la que se citan como hijos a Creteo, Sísifo, Devoneo, Salmoneo, Atamante, Perieres, Cercafas, Magnes, Etlio y Mimas.
Como hijas se consideran Cáliz, Pisídice, Perimele y Alcione, además de una ilegítima con Melanipe, hija del centauro Quirón, a quien llamaron Arne y que fue amante de Poseidón engendrando a otro Eolo y a Boetio. 

EOLO
Era hijo de Poseidón y Arne, hija del Eolo fundador de la estirpe eólida, y hermano gemelo de Beoto. Arne confesó a su madre que estaba embarazada de Poseidón, pero ésta no le creyó y la casó con un mortal llamado Metaponto, rey de Icaria. Más tarde, Metaponto decidió repudiar a su esposa y unirse a Autólita, pero los gemelos, que ya habían alcanzado la adolescencia, apoyaron a su madre y quitaron la vida a la nueva reina por lo que se vieron obligados a renunciar a sus derechos sucesorios y a huir de Icaria.

Beoto, junto a su madre, llegó al sur de Tesalia y fundó Beocia. Eolo navegó hasta un grupo de islas en el mar Tirreno, que recibieron en su honor el nombre de Islas Eolias, fundando, según algunas fuentes, la ciudad de Lipara.
Eolo tuvo seis hijos y seis hijas, que llevaron una vida plácida hasta que se descubrió que su hijo Macareo mantenía una relación incestuosa con su hermana Cánace. Eolo, horrorizado por lo que consideraba un crimen, expulsó a su hijo de la isla y arrojó al fruto de los amores incestuosos a los perros. Cánace se suicidó, según unas fuentes, o según otras Apolo interrumpió el intento y la hizo su amante.  

ÉPAFO
Era hijo de Zeus y de Ío. Su madre, para ser protegida de la ira de la celosa Hera, esposa de Zeus, fue transformada por éste en una ternera y escondida en un rebaño, pero Hera la descubrió y exigió la entrega a su marido. Éste no tuvo más remedio que acceder a la petición de su esposa, pero encargó a Hermes que la liberase. El heraldo de los dioses durmió al gigante Argos, el de los cien ojos, que se encargaba de la vigilancia y la liberó. No obstante, Hera envió contra le ternera un tábano para que la molestase continuamente obligándola a huir sin descanso.
En su largo peregrinar llegó a Egipto donde las caricias de Zeus le devolvieron la forma de mujer y pudo alumbrar a Épafo. Pero la ira de Hera no se había calmado y ordenó a los Curetes, sus sacerdotes-guerreros, que secuestraran al recién nacido. Éstos cumplieron la orden y, aunque fueron descubiertos por Zeus, no revelaron el paradero del niño, por lo que fueron aniquilados mediante los rayos del rey de los dioses.
Ío comenzó una nueva peregrinación, ahora en busca de su hijo, al que, por fin, halló en Biblos donde estaba siendo amamantado por Astarté, la esposa del rey Malcandro. Al regresar a Egipto, Ío se casó con el rey Telégono, quien nombró heredero a Épafo.
Épafo se casó con Menfis, hija del dios río Nilo y, en su honor, fundó la ciudad que llevaba su nombre que alcanzó la categoría de capital del reino. De este matrimonio nació Lisianasa y, según algunas versiones, Libia. Se decía que esa unión dio origen a los pueblos libio, etíope y pigmeo.
Fue gran amigo de Faetón, el hijo de Helios, y sus burlas hicieron que su amigo pidiera a su padre permiso para conducir su carro, lo que le provocó la muerte quedando Épafo profundamente entristecido.
Hera, muy contrariada al ver el éxito del hijo de su marido, sintió como su sed de venganza aumentaba, y convenció a los Titanes para que se sublevaran contra Zeus y devoraran a Épafo en el curso de una cacería. La rebelión fracasó, pero sí devoraron a Épafo por lo que Zeus los arrojó al Tártaro.
En Egipto, Ío fue adorada como la diosa Isis y Épafo como Apis. 
Faetón, hijo de Apolo, fanfarronea delante de Épafo (el hijo de Ío y Júpiter 

EPIMETEO
Era hijo de Jápeto y de Clímene. A diferencia de su hermano Prometeo, que podía ver el futuro, él sólo podía conocer el pasado.
Fue el encargado, junto Prometeo, de distribuir las facultades entre los seres vivos diseñados por los dioses.
Epimeteo contrajo nupcias con Pandora y fue él fue quien abrió la caja que los dioses habían entregado a Pandora, que contenía todos los males con que los dioses pretendían castigar a los humanos quedando dentro solamente la esperanza. Por eso se dice que la esperanza es lo único que le queda a un hombre que lo ha perdido todo.
Con Pandora tuvo una hija llamada Pirra que casó con Deucalión, hijo de Prometeo, considerándose a ambos como los padres del género humano tras el diluvio. 
Epimeteo y Pandora

EPOPEO
Era hijo de Poseidón y de Cánace y se casó con la amazona Antíope en contra de la voluntad del hermano de ésta, Licos, quien persiguió a la pareja dando muerte a Epopeo y llevando consigo a su hermana.
 

EQUIÓN
Fue uno de los cinco supervivientes de los espartos que nacieron de los dientes de un dragón sembrados por Cadmo. Se casó con Ágave, hija de Cadmo, con la que tuvo a Penteo y a Épiro en cuyo honor fue denominado el país homónimo.  

EQUIÓN
Era hijo de Hermes y de la amazona Antianira. Junto con su hermano gemelo, Éurito, participó en la caza del jabalí de Calidón y en la expedición de los argonautas, en la que desempeñó la función de heraldo.
 

ERGINO
Hijo de Clímeno, soberano de Orcómeno, y de su esposa Búcige, aunque, a veces, se hablaba de él como hijo de Poseidón.
Durante una fiesta en honor a Poseidón, Perietes, auriga de Meneceo, rey de Tebas, mató a su padre por lo que Ergino, como venganza, atacó la ciudad no finalizando la guerra hasta que se firmó un pacto por el que Tebas se comprometía a pagar un tributo de cien bueyes durante veinte años.
Un tiempo después Heracles se encontró con los recaudadores de Ergino cuando se dirigían a Tebas para cobrar el impuesto y les cortó a la nariz y las orejas colgándoselas al cuello y ordenándoles que las llevaran a su rey como tributo. Éste se sintió furioso y organizó una expedición contra Tebas, donde el rey Creonte se mostraba dispuesto a desagraviar a Ergino. Sin embargo, Heracles, capitaneando a los tebanos, derrotó a los minias matando a Ergino. 
Otra versión decía que Ergino no murió en la lucha, sino que se comprometió ante Heracles a pagar un tributo doble del que había estado cobrando.
Participó en la expedición de los argonautas y fue el piloo de la nave Argo a la muerte de Tifis.
Algunas versiones le atribuyen la paternidad de Agamedes y Trofonio, más otras consideraban que el primero podría ser hijo de Zeus, Poseidón o Apolo. En cuanto al segundo podría ser un hijo tenido con Epicaste, pero ésta también era citada, en ocasiones, como su madre.  

ÉRICE
Era hijo de Afrodita y Butes, o Poseidón, según versiones. Llegó a ser rey de los élimos, en Sicilia, y era poseedor de una gran fuerza, lo que le proporcionó una gran reputación como boxeador. Retaba a un combate de boxeo a cuantos se presentaban ante él y mataba siempre a los vencidos. Se atrevió a desafiar a Heracles apostando su reino contra parte del ganado de Gerión que conducía el héroe sabiendo que, si vencía, su contrincante perdería toda esperanza de inmortalidad. Érice perdió el combate y fue enterrado en un templo dedicado a su madre y Heracles cedió el reino a sus habitantes hasta que llegara uno de sus descendientes a reclamarlo.
 

ERICTONIO
Apolodoro, historiador griego del siglo II a.C., cuenta que Hefesto intentó violar a Atenea, aunque no pudo lograrlo y su semen cayó sobre Gea, la Tierra, engendrando de esta forma a Erictonio.
Fue criado por Atenea como madre adoptiva y llegó a ser rey de Atenas. Según otra versión, el semen cayó en la pierna de Atenea, y ésta lo limpió con un trozo de lana que tiró al suelo, naciendo Erictonio de la tierra y la lana.
Se decía que Erictonio, pretendiendo ocultar la deformidad de las piernas de Hefesto, construyó el primer carro al que unció caballos. También se le atribuía la decisión de utilizar plata como moneda. Fue juez en la disputa que Atenea y Poseidón mantuvieron por el dominio de la ciudad, fallando a favor de la diosa al considerar que el olivo ofrecido por Atenea era más útil para los atenienses que la fuente de agua salobre que entregó el dios del mar.
Se casó con la náyade Praxítea, con quien engendró a Pandion. 
Nacimiento de Erictonio

ERIFILE
Era hija de Tálao, rey de Argos, y hermana de Adrastro. Preto, rey de Argos, dividió el reino entre Tálao y los hijos de Amitaón, Biante y Melampo. Pronto la discordia hizo su presencia entre las tres casas reinantes y Anfiarao, descendiente de Melampo, mató a Tálao, padre de Adrasto, obligando a éste huir y refugiarse junto a su abuelo Pólibo, rey de Sición, quien, al morir sin hijos varones le dejó el trono. Más tarde Adrastro volvió a Argos y, para reconciliarse con su primo Anfiarao, convino el matrimonio entre su hermana Erifile y él con la condición de que si en algún momento existía una desavenencia entre ambos primos aceptarían el arbitraje de Eurifile.
Cuando Adrasto invitó a Anfiarao a participar en la expedición de los siete contra Tebas, este se negó. No obstante, Anfiarao tuvo que participar pues Polinices sobornó a Erifila con el collar mágico de Harmonia y ella falló a favor de que su marido tomara parte de la guerra. Más tarde presionó a su hijo Alcmeón a liderar la segunda expedición a cambio del velo mágico de Harmonia. Una vez terminada la contienda y enterado Alcmeón de que las decisiones de su madre solo habían sido guiadas por la codicia, regresó a Argos y la asesinó. 
Polinices da a Erífile el collar de Harmonía

ERIGONE
Era hija de Icarios, el primer productor de vino de la hélade y a quien dieron muerte unos pastores tras haberse embriagado con el vino que Dionisos le enseñó a elaborar. Se unió a Dionisos con quien tuvo un hijo llamado Estáfilo.
Cuando su padre desapareció, lo buscaba incesantemente y finalmente descubrió el lugar donde había sido enterrado gracias a los ladridos de su perra Maira. Su dolor fue tan intenso al descubrirlo muerto que se suicidó colgándose del árbol que daba sombra a la tumba de su padre. Dioniso la subió al cielo representada en la constelación Virgo.  

ERIGONE
Era hija de Egisto y Clitemnestra y acusó a Orestes de haber matado a sus padres. Cuando el tribunal del Areópago lo absolvió del crimen tras haberse purificado, Erigone se suicidó. Según otra versión, Orestes quiso matarla como había hecho con su madre y con Egisto, pero Atenea la salvó llevándola a Atenas donde se hizo sacerdotisa.
Una tercera versión decía que se casó con Orestes con quien tuvo un hijo llamado Pentilo.  

ERIOPIS
Era hija de Apolo y Arsinoe y esposa de Oielo, rey de Locri, con quien tuvo un hijo llamado Áyax, el menor, para distinguirlo del otro héroe troyano del mismo nombre, pero hijo de Telamón, rey de Salamina.

ERISICTIÓN
Era hijo del rey tesalio Tríopas y desoyendo las advertencias de Deméter taló los árboles de un bosque consagrado a esta diosa. Para castigarlo le infundió un hambre tan voraz que en poco tiempo acabó con todas sus posesiones y terminó devorándose a sí mismo.
 

ESACO
Era hijo de Príamo, rey de Troya, y de su primera esposa Arisbe. Gozaba del don de la interpretación de los sueños y cuando Hécuba, embarazada de Paris, soñó que engendraba un tizón que incendiaba la ciudad, fue consultado y respondió que el niño debía morir cuando naciera o sería la ruina y destrucción de su patria. Se enamoró de la ninfa Hesperia y cuando ella fue mordida por una serpiente y falleció, él, enloquecido, intentó suicidarse arrojándose al mar, pero la diosa Tetis lo salvó transformándolo en un ave. 
La muerte de Hesperia

ERITIA
Era hija de Gerión y fue amante de Hermes, con quien fue madre de Norax.
 

EROE
Era la única hija del dios río Asopo y de Metope que no fue víctima de los amores de los dioses olímpicos, raptores de sus hermanas con las que iniciaron estirpes ilustres.


ESCITES
Fue el rey epónimo de los escitas. Contaba una leyenda que Equidna había robado unas yeguas a Heracles y éste, para recuperarlas, se unió a ella engendrando a Escites, Agatiso y Gelono. Al marcharse, el héroe entregó a Escila un cinturón y un arco y le pidió que cuando fuesen mayores de edad, entregase el reino a aquel de sus tres hijos que lograse manejar los objetos. Solo Escites logró hacerlo y sus hermanos fueron exiliados tal y como había exigido Heracles. Según otro mito, el padre no fue Heracles sino Zeus. El dios dejó caer desde cielo un yugo, un arado, un hacha y una copa de oro. Solo Escites pudo cogerlos porque a sus hermanos les quemaban en las manos y, entonces, fue coronado rey.
 

ESFINGE
No existe unanimidad en cuanto a su progenie ya que Hesíodo la presenta como hija de Quimera y Ortro, mientras que otros autores como Higinio o Apolodoro la hacen hija de Tifón y Equidna. Se la muestra como una figura con rostro de mujer, cuerpo de león y alas.
La Esfinge tebana fue tratada por diversos autores. Para Hesíodo procedía de Etiopía y llegó a Tebas para provocar el terror de los habitantes del entorno de la ciudad, enviada por un dios sobre cuya identidad no existía acuerdo. La mayoría opinaba que había sido Hera quien la había enviado contra Layo, rey de Tebas, por raptar y violar a Crisipo, hijo ilegítimo de Pélope y de la ninfa Axíoque, de quien se había enamorado.
La Esfinge se instaló en los montes del oeste de la ciudad y, desde allí, se dedicó a asolar las tierras de labor destruyendo las cosechas y estrangulando a todos aquellos que no fueran capaces de resolver sus enigmas.
La leyenda dice que un oráculo informó a los tebanos que la única forma de alejar al monstruo era acertar uno de los enigmas que proponía.
El acertijo que formuló fue ¿cuál era el ser que al amanecer caminaba con cuatro patas, a mediodía con dos y al atardecer con tres?
Hubo muchos intentos para descifrar el acertijo, pero nadie lo hizo y cuantos lo intentaron perecieron. Ante una situación tan angustiosa, Creonte, el rey tebano, hizo proclamar por toda Grecia que entregaría su reino, y a su hermana Yocasta como esposa, a quien resolviera el enigma de la Esfinge. Llegaron aspirantes de los más remotos lugares, pero nadie halló la solución. Únicamente Edipo, hijo desaparecido de Layo y Yocasta, lo interpretó correctamente respondiendo que era el ser humano ya que en un principio se desplaza a gatas, después camina sobre dos pies y finalmente, en la senectud, necesita apoyarse en un bastón para deambular.

Existen diversas interpretaciones sobre cuál fue la reacción de la Esfinge ante la acertada respuesta de Edipo. Unos decían que se arrojó desde el monte donde vivía buscando la muerte, otros que fue arrojada por Edipo y algunos opinaban que huyó hacia el desierto egipcio donde quedó petrificada.
Edipo ganó la recompensa y se casó con la reina, ignorando que era su propia madre, convirtiéndose en el rey de Tebas. 

ESÓN
Era hijo de Creteo y Tiro, reyes de Yolco, en Tesalia. Se decía que su madre, Tiro, tuvo dos hijos con Poseidón, Neleo y Pelias. Esón casó con Polimedes, hija de Autólito, con quien fue padre de Jasón y Promaco, aunque otra versión afirma que la madre de sus hijos fue Alcímeda o Amfínome.
Esón envió a su hijo Jasón para que fuera educado por el centauro Quirón y Pelias, deseoso denominar toda la Tesalia, encerró en prisión a Esón y desterró a sus otros hermanos. No obstante, Pelias, temeroso de ser derrocado, fue advertido por un oráculo que desconfiara del viajero que llegara calzado con una sola sandalia. Años después, mientras Pelias asistía a la celebración de unos juegos en honor de Poseidón, Jasón, una vez concluida su educación, se dirigía a Yolco y perdió una de sus sandalias al ayudar a un viajero a cruzar un río. Al ver el detalle, Pelías le preguntó qué haría él si se enfrentara con el hombre que fuera a provocar su caída. Jasón le respondió que lo enviaría a buscar el vellocino de oro. Y así fue, Pelias envió a Jasón para recuperar el vellocino de oro.
En la ausencia de Jasón, Pelias pensaba matar a Esón, pero éste se suicidó bebiendo la sangre de un toro. También su esposa recurrió al suicidio y Pelias asesinó a su hijo Promaco.
Otra versión decía que sobrevivió hasta que Jasón y Medea regresaron a Yolco. Ella cortó la garganta de Esón, y puso su cadáver en una olla. Entonces Esón volvió a la vida como un hombre joven. Medea dijo a las hijas de Pelias que haría lo mismo por su padre, pero cuando éstas le cortaron la garganta, Medea se negó a resucitarle. 
Medea se dispone a resucitar y rejuvenecer a Esón

ESPARTEO
Era hijo de Zeus y la ninfa Himalia. Se le conocía como el sembrador y nació cuando su madre fue fecundada por Zeus en forma de lluvia. Era hermano de Cronio, el sazonador, y de Cito, el panadero. Los tres hermanos sobrevivieron al diluvio refugiándose en las zonas más altas de Rodas.
 

ESTAFILO
Era hijo de Dioniso y Ariadna y llegó a ser rey en las islas del mar Egeo. Tuvo una hija llamada Reo que, al quedar embarazada de Apolo, fue arrojada por su padre al mar en una cesta en la que llegó a Delos donde dio a luz un hijo llamado Anio.
 

ESTENEBEA
Era hija de Yóbates, rey de Licia. Se casó con Preto, rey de Tirinto, y cuando Belerofontes se hospedó en el palacio intentó seducirlo, pero al ser rechazada, acusó al héroe de intentar violarla. Preto, entonces, envió a Belerofontes a luchar contra Quimera con la seguridad de que moriría en el combate. No obstante, cuando el héroe regresó victorioso, ella intentó escapar montando en Pegaso, el caballo alado de Belerofontes, pero cayó del animal y murió.
 

ETEOCLES
Era hijo de Edipo y de Yocasta, también llamada Epicasta, y hermano de Polinices, Ismene y Antígona. Cuando supieron que su padre había matado a su abuelo y ellos eran hijos incestuosos, se negaron a ayudarlo cuando Creonte lo desterró y él les lanzó una maldición según la cual se matarían entre sí.
Eteocles y Polinices

Acordaron reinar en Tebas un año cada uno comenzando Eteocles, pero cuando acabó su plazo, se negó entregar el trono a su hermano Polínices, quien tuvo que refugiarse en la corte de Adrastro, rey de Argos. Éste lo casó con su hija Argía y trató de ayudarle a recuperar el trono perdido organizando una expedición guerrera conocida como Los siete contra Tebas. En el curso de la lucha los hermanos se enfrentaron entre sí muriendo ambos. Fue padre de Laodamante, que también reinaría en Tebas. 

ESTÉNELO
Era hijo de Perseo y de Andrómeda y rey de Argos. Exilió a Anfitrión, esposo de su sobrina Alcmena, porque había matado accidentalmente a su tío Electrión, hermano de Esténelo y rey de Micenas, tras lo cual Esténelo ocupo el trono de Micenas. Casó con Nicipe con quien fue padre de Euristeo.
 

ESTÉNOPE
Era hija de Portaón y de Éurite y se casó con el dios río Aqueloo con quien fue madre de las sirenas.
 

ESTÉNOPE
Era una de las pléyades hija de Atlas y Pléyone que tuvo un hijo con Ares llamado Enómao quien llegó a ser rey de Pisa. En otra versión, Enómao era su esposo con quien fue madre de Hipodamía.
 

ESTÉNOPE
Era la hija del rey de Tegea, Cefeo, a quien Heracles entregó un rizo la cabellera de la gorgona Medusa en una vasija de bronce para que defendiera la ciudad mientras su padre lo acompañaba a luchar contra los hijos de Hipocoonte. Si atacaban la ciudad debía subir a las murallas y agitar tres veces el vaso con el rizo, lo que sería suficiente para que los atacantes huyeran.
 

ETÁLIDES
Era hijo de Hermes y Eupolemia. Poseía una memoria prodigiosa gracias a una vara que le regaló su padre. Formó parte de la tripulación del Argo en busca del vellocino de oro desempeñando las funciones de mensajero.
 

ETRA
Era una hija de Piteo, rey de Trecén. Belerofonte se enamoró de ella y la solicitó en matrimonio, pero desapareció antes de celebrarse la boda. Fue descubierta por Poseidón en la isla de Esferia a donde un sueño la había obligado a acudir para ofrecer un sacrificio sobre la tumba de Esfero.
Egeo, rey de Atenas, que no había tenido descendencia con sus diferentes esposas, consultó el asunto al oráculo de Delfos, que le respondió: “No abras tu odre hasta que regreses a Atenas”. Él no comprendió el oráculo pero Piteo, rey de Trecén y padre de Etra, sí lo hizo. Lo que el oráculo había querido decir era que si llegaba a Atenas sin haber tenido relación sexual alguna, la primera mujer con la que yaciera tendría un heredero suyo. Piteo, que deseaba que su hija diera a luz al heredero del trono ateniense, embriagó a Egeo e hizo que se uniera a Etra concibiendo de esta forma a Teseo, aunque se creía que Poseidón también había yacido con ella la noche en que se quedó embarazada. No obstante, Plutarco afirmaba que Egeo había difundido esa leyenda para que todos consideraran a su hijo como si fuera del dios, al que se respetaba mucho en la región.
Más tarde, Teseo y su amigo Piritoo decidieron casarse con sendas hijas de Zeus y el primero eligió a Helena a quien raptó cuando todavía era una niña entregándosela a su madre para que la cuidara hasta que llegara el momento de casarse. Sin embargo, los Dióscuros, hermanos de Helena, descubrieron el paradero de ésta y la rescataron en ausencia de Teseo llevando a Etra a Lacedemonia donde vivió como esclava de Helena, quien la llevó consigo a Troya. Tras la caída de la ciudad, fue reconocida por sus nietos y uno de ellos, Demofonte, pidió a Agamenón que la liberara y éste, a su vez, solicitó su libertad a Helena, quien accedió a ello. Higinio cuenta que, finalmente, Etra puso fin a su vida apenada por la muerte de sus hijos. 
Teseo y Etra

ETUSA
Fue una amante de Apolo con quien tuvo un hijo llamado Eleuter.
 

EUDORO
Era hijo de Hermes y de Polimela y el participó en la Guerra de Troya en el ejército de Aquiles. Era muy veloz y belicoso y murió a manos de Pirecne.
 

EUFEMO
Era hijo de Poseidón y de Europa, hija del gigante Titio, aunque algunas versiones difieren en cuanto al nombre de su madre ya que lo presentan como hijo de Oris, hija del gigante Orión, o bien como de Macionice, hija de Eurotas.
Su padre le había conferido dotes adivinatorias y poder para caminar sobre las aguas y los habitantes de Focis, Beocia y Laconia decían que en sus territorios había fijado su residencia.
Se unió a Malicha, una mujer de Lemnos, con quien tuvo un hijo llamado Leucofanes, pero se casó con Laonome, una hermana de Heracles.
Fue uno de los argonautas y ejercía de timonel y quien, cuando el Argos se encontraba frente a las rocas Simplégades, liberó una paloma a la que las rocas, al cerrarse, sólo pudieron arrancar algunas plumas de la cola. Aprovechando ese momento, el barco pudo superar el peligro.
Al llegar a las costas de Libia entraron en el lago Tritonis, pero no podían encontrar la salida al mar. Entonces se apareció el dios marino Tritón y Eufemo le preguntó por la ruta para salir del lago. Tritón se la indicó y le entregó una porción de tierra que permitió a su estirpe reinar en Libia, tal como había predicho Medea. La profecía se cumplió cuando muchas generaciones más tarde, uno de sus descendientes, Bato, fundó la ciudad de Cirene.  

EÚFRATES:
Es el río occidental de los dos que definen Mesopotamia junto con el Tigris.
 

EUMEO
Era hijo de Ctesio, rey de una de las islas Cícladas llamada Siria. Siendo niño fue raptado por una esclava fenicia y vendido, también como esclavo, a Laertes, padre de Odiseo. Trabajaba como porquero en Ítaca y se mantuvo fiel a su dueño durante la ausencia de éste. Cuando Odiseo regresó a su reino, se dirigió a la cabaña de Eumeo, quien sin reconocerlo en su disfraz de mendigo lo acogió. 
Una vez identificado, ayudó a su amo a expulsar de su palacio a los pretendientes de Penélope y recibió el encargo de hacer justicia a otro criado traidor llamado Melantio. 
Matanza de los pretendientes por Odiseo, Telémaco y Eumeo (derecha). 

EUMOLPO
Era hijo de Poseidón y Quíone, hija de Bóreas. Cuando nació fue arrojado al mar por su madre tratando de evitar la ira de su abuelo, pero Poseidón lo recogió llevándolo a Libia donde fue criado por Bentesicine, hermana de su padre. Se enamoró de su sobrina y se casó con ella, pero también pretendió forzar a la hermana de su esposa por lo que fue expulsado del territorio. Era gran tocador de la lira.
Se le atribuye la institución de los misterios de eleusinos en honor a Deméter cuando fue desterrado allí. Más tarde llegó a Tracia donde llegó a reinar y después regresó para ayudar a Erecteo en Atenas.
Al estallar las hostilidades entre Atenas y Eleusis, reclutó un gran ejército de tracios para apoderarse de Atenas y entregarle el dominio a su padre. Erecteo dispuso la defensa, pero el oráculo le dijo que para que Atenas sobreviviera era necesario sacrificar a su hija Otiona. Ella fue inmolada y sus hermanas se suicidaron. Erectreo venció en la batalla, pero Poseidón, furioso, pidió a Zeus que matara al vencedor con sus rayos, petición que fue atendida por el rey de los dioses olímpicos. Según otra versión, el dios del mar lo mató con su tridente. 

EUPOLEMÍA
Era una amante de Hermes con quien tuvo un hijo llamado Etálides que formó parte de la tripulación del Argo en busca de vellocino de oro.
 

EURIPILO
Era hijo de Poseidón y Astipalea y llegó a ser rey de la isla de Cos donde murió a manos de Heracles.
Píndaro hablaba de él como una encarnación de Tritón. 

EURISTEO
Era hijo de Esténelo y de Nicipe, hija de Pélope, y, por tanto, nieto de Perseo por línea paterna y llegó a ser rey de Micenas, Tirinto y Midea, territorios que conformaban la Argólida. Cuando Heracles estaba a punto de nacer, Zeus declaro que el primer varón que naciera perteneciente al linaje de Perseo reinaría en Micenas. Hera, celosa, persuadió a Ilitía, la diosa de los partos, para que retrasase el nacimiento de Heracles y acelerase el de Euristeo, que solo estaba en el séptimo mes de gestación. Euristeo nació el primero beneficiándose de la promesa de Zeus.
La leyenda de Heracles describía a Euristeo como un hombre poco apuesto y cobarde que sabía estaba disfrutando de un inmerecido poder por decreto de Zeus y gracias a las argucias de Hera. Era dominado por el pánico ante su primo y ordenó construir una jarra de bronce donde refugiarse cuando el héroe estaba cerca, limitándose a transmitirle las órdenes por mediación de Copreo, un hijo de Pélope que estaba refugiado en casa de Euristeo desde que dio muerte a Ífito.
Durante un episodio de locura que le había provocado Hera, Heracles mató a sus hijos y, cuando al recuperar la razón fue consciente del crimen perpetrado, sintió un dolor tan angustioso que le impidió continuar viviendo en su hogar y lo llevó en busca de consuelo al oráculo de Delfos, donde la sibila le impuso, a modo de penitencia por su crimen, la obligación de ejecutar los diez trabajos que le ordenara Euristeo, el usurpador de la corona de Micenas a la que Heracles tenía legítimo derecho. Heracles cumplió su cometido, pero Hera sugirió a Euristeo que el resultado de dos de ellos no era satisfactorio porque había recibido ayuda, lo que motivó que tuviera que realizar otros dos, llegando hasta los doce.
Euristeo oculto en un cántaro mientras Heracles emprende el cuarto trabajo de cazar al Jabalí de Erimanto

Sucesivamente, le ordenó matar al león de Nemea, la hidra de Lerna, capturar la cierva de Cerinia, apoderarse del jabalí de Erimanto, ahuyentar a las aves del lago Estínfalo, limpiar las cuadras del rey Augías, capturar las yeguas de Diomedes, rey de Tracia, aprisionar al toro de Creta, traerle el cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas, entregarle el rebaño de Gerión, conseguir las manzanas de oro del jardín de las Hespérides y llevar a su presencia a Cerbero, el guardián del Inframundo.
Sin embargo, instigado por Hera, se negó a reconocer como hazañas realizadas por orden suya la segunda y la sexta, alegando que había recibido ayuda.
Ras la ejecución de los trabajos, Euristeo ofreció un sacrificio, al que invitó a Heracles, pero como los hijos del rey ofrecieron a éste una porción de carne menor que a los demás, Heracles se creyó insultado y mató a tres de ellos.
Heracles quiso entonces establecerse en Tirinto, pero Euristeo lo impidió persiguiéndolo con odio e, incluso, una vez muerto el héroe, acosó a los heraclidas sin descanso. Sin embargo, éstos hallaron refugio en Atenas y cuando Euristeo marchó contra ellos al frente de un ejército, murió en el curso de la batalla. Su cabeza fue presentada a Alcmena, quien le arrancó los ojos. 

EURITIO
Era hijo de Hermes y de la reina amazona Antianira. Participó, junto con su hermano gemelo Equión en la caza del jabalí de Calidón y en la expedición de los argonautas.
 

EURITIÓN
Era hijo de Áctor y Demonasa y llegó a ser rey de Ftía. Se contaba de él que había participado en la expedición de los argonautas y que purificó a Peleo por la muerte de Foco entregándole una tercera parte de su reino y casándolo con su hija Antígona. Peleo mató accidentalmente a su suegro durante la cacería del jabalí de Calidón, tras lo cual se refugió en Yolco para redimirse por la muerte. Allí, Astidania, la esposa del rey Acasto, se enamoró de él, pero al ser rechazada se vengó de la ofensa enviando un mensaje a la esposa de Peleo informándola de que su marido pretendía casarse con otra, lo que provocó el suicidio de Antígona. Cuando, pasado el tiempo, Peleo recuperó su fortuna, envió a Ftia un rebaño de ganado en compensación por la muerte de Euritión, pero su regalo fue rechazado y la manada quedó vagando en estado salvaje por el monte. Gracias a ello, Peleo salvó la vida pues, cuando Psámate envió un lobo para que matase al héroe, el animal encontró al ganado y comenzó a cazar hasta que su hambre quedó saciada por lo que no sintió necesidad de atacar a Peleo.
 

EURITIÓN
Era hijo de Licaón y destacó en la Guerra de Troya como arquero defendiendo la ciudad. Tras finalizar el conflicto, acompañó a Eneas en su viaje a Italia.
 

EURITIÓN
Era un centauro que intentó violar a Denayira y que fue muerto por Heracles.
 

EURITIÓN
Era hijo de Ares y de la hespéride Eritia. Cuidaba, como pastor, los rebaños de Gerión, junto con Orto, el perro bicéfalo. Heracles, a quien su primo Euristeo había encargado el trabajo de apoderarse del mítico rebaño, tuvo que matar al perro y también a Euritión cuando acudió en su ayuda.
 

EUROPA
No existe unanimidad sobre los ascendientes de Europa, pero la versión más común es que se trataba de una mortal fenicia hija de Agénor y de Telefasa, aunque Homero, en la Ilíada, la presenta como hija de Fénix y, por tanto, nieta de Agénor. También se sabe que era hermana de Cadmo, el introductor del alfabeto en el mundo heleno, y de Cílix, el que dio nombre a la región de Cilicia (Armenia).
Zeus se enamoró de ella y decidió seducirla para lo que se transformó en un toro blanco que se mezcló con el ganado del rey fenicio, mientras Europa y sus acompañantes recogían flores en una pradera próxima. Al ver al toro blanco, la joven se acercó a él y lo acarició y, tras comprobar que era manso, subió a su lomo, circunstancia que aprovechó Zeus para arrojarse al mar y nadando llegar a Creta. Heródoto, en cambio, cuenta que fueron los súbditos del rey Minos quienes la raptaron. 
Una vez en la isla, el padre de los dioses reveló a la muchacha su verdadera identidad y la convirtió en la primera reina de Creta. Los amantes se unieron carnalmente bajo un plátano y debido a ello, el árbol tiene desde entonces hojas perennes.

Zeus hizo tres regalos a su amada: Talos, un autómata de bronce, Laelaps, un perro que nunca soltaba a su presa, y una jabalina que siempre daba en el blanco. Más tarde, Zeus recreó la forma del toro blanco en las estrellas mediante la constelación de Tauro. Algunas leyendas cuentan que este mismo toro fue el que engendró al Minotauro, aunque sobre ello existen discrepancias.
En Creta, Europa tuvo tres hijos con Zeus: Minos, Radamantis y Sarpedón. Tras los alumbramientos, Europa casó con el rey Asterión, quien los adoptó formalmente.  

EUROPA
Era hija de Titio y madre, con Poseidón, de Eufemo.
 

EVADNE
Era una hija de Poseidón que fue madre con Apolo de un hijo al quien impuso el nombre de Yamo. Se sintió tan avergonzada de su embarazo que dejó al niño abandonado. Sin embargo, Yamo sobrevivió y fundó la dinastía de los yámidas, una estirpe de sacerdotes de Olimpia.
 

FAETÓN
Era hijo de Helios y de Clímene, quien más tarde fue la esposa de Mérope. Otras versiones lo hacen hijo de Eos y Céfalo y afirman que fue raptado por Afrodita para convertirlo en el guardián nocturno de sus santuarios. Según estas versiones tuvo con Afrodita un hijo llamado Astinoo.
La caída de Faetón 

Un mito dice que Faetón creció creyéndose hijo de Mérope, pero cuando su madre le reveló la verdadera identidad de su progenitor comenzó a alardear ante sus amigos de ser hijo del dios del Sol, pero como ellos no lo creían, acudió a su padre buscando pruebas que confirmaran la información que le había proporcionado su madre. Helios juró por la diosa Estigia concederle lo que quisiera y Faetón pidió conducir el carro del dios durante un día. Helios quiso disuadirlo, pero Faetón se mantuvo inflexible por lo que el dios del Sol no tuvo otra alternativa que cumplir su juramento. 
Cuando llegó el día señalado para que se cumpliera su deseo inició el viaje, pero fue dominado por el pánico y perdió el control del tiro haciendo que al principio el vehículo fuera demasiado alto calcinando el cielo y formándose así la vía láctea al tiempo que la Tierra quedaba helada, después su trayectoria fue demasiado próxima a la Tierra con lo que la vegetación se secó y salió ardiendo convirtiendo en desierto la mayor parte de África y tostando la piel de los etíopes hasta volverla negra. Para evitar más desastres, tuvo que intervenir Zeus parando el carro mediante un rayo y Faetón cayó al río Erídano (Po) ahogándose. Cicno, su mejor amigo, se sintió tan apenado que los dioses lo convirtieron en cisne para que estuviera en el río junto a su amigo. La helíades, hermanas de Faetón, también se sintieron muy apenadas y fueron transformadas en alisos, o álamos, y colocadas en las orillas del río. Sus lágrimas fueron gotas de ámbar.  

FASIS.
Era hijo de Helios y de la ninfa Ocírroe a quien sorprendió cometiendo adulterio y la mató. Fue perseguido por las Erinias y, presa de los remordimientos, se arrojó al río Arcturo que desde entonces lleva su nombre.
 

FEDRA
Era hija de Minos y Parsifae, reyes de Creta, y hermana de Ariadna. Teseo, tras vencer al Minotauro, huyó de Creta acompañado de Ariadna, pero la abandonó en una isla. El ateniense, más tarde, raptó a Fedra y se casó con ella teniendo dos hijos llamados Acamante y Demofonte.

Fedra se enamoró de su hijastro, Hipólito, hijo de Teseo y la reina de las amazonas Antíope o Melanipa o Hipólita, según versiones, pero Hipólito la rechazó, por lo cual Fedra, despechada, lo acusó ante su marido de haber intentado violarla y se suicidó. Teseo pidió venganza a Poseidón y éste envió contra su nieto un monstruo marino que espantó a los caballos de Hipólito, quien fue arrastrado y resultó gravemente herido. Artemisa reveló entonces que Afrodita les había tendido una trampa y padre e hijo se reconciliaron antes de que Hipólito muriese.

FÉAX
Era hijo de Poseidón y Córcira que llegó a ser rey de la isla de Corfú a la que cambió el nombre en honor a su madre. Fue padre de Alcinoo y de Locros y dio nombre al pueblo de los feacios.
 

FEGEO
Era hijo del dios río Ínaco y de Melia y fue rey de Psófide en la Arcadia griega. 
Acogió en su corte a Alcmeón cuando éste huía perseguido por las Erinias y lo purificó. Arsinoe, la hija del rey, se enamoró del refugiado y se casó con él, recibiendo como regalo de bodas el collar y la túnica mágicos que Harmonía había entregado a su esposo. Poco después de la boda. Alcmeón desapareció y en su huida conoció a Callírroe por quien se sintió atraído. Ésta, para continuar a su lado, puso como condición que le entregara el collar y la túnica de Harmonía. Pero ambos objetos estaban en poder de Arsinoe por lo que tuvo que volver a Psófide para tratar de que su antigua esposa le entregara voluntariamente las prendas. Quiso engañarla diciéndole que debía entregarlas al oráculo de Delfos pues era la única forma de que las Erinias dejaran de perseguirlo. Arsinoe entregó ambos objetos creyendo que con ello retendría a su esposo, pero un criado descubrió el engaño y se lo contó al rey quien hizo que sus hijos mataran a Alcmeón. Arsinoe, al enterarse de la muerte de su marido, y sin escuchar las explicaciones de su padre, los maldijo a morir antes de la siguiente luna nueva. Fegeo, tratando de eludir la maldición, la encerró en un arca y envió a sus hijos a purificarse en el templo de Apolo en Delfos.
Al enterarse de la muerte de Alcmeón, Callirroe pidió a Zeus que permitiera a sus hijos, todavía niños, vengar la muerte de su padre. El dios accedió e hizo que los niños, Acarnán y Anfótero, se hicieran adultos instantáneamente y cumplieran el deseo de su madre dando muerte a Fegeo y a sus hijos. 

FEMÓNOE
Era hija de Apolo que fue la primera Pitia (pitonisa) del dios en Delfos. Pronunciaba sus profecías en versos hexámetros y se le atribuía la invención de la máxima “Conócete a ti mismo para conocer a los demás”.
 

FÉNIX
Era hijo de Amintor e Hipodamía, reyes de Beocia. Hipodamía sintió celos de Clitia, una concubina de su marido, e instigó al muchacho a seducirla. Al descubrirlo Amíntor, cegó y desterró a su hijo. Fénix halló refugio en la corte de Peleo, quien lo envió a Quirón para que le devolviera la vista. Acompañó a Aquiles a la guerra de Troya y más tarde a Neoptólemo con quien emprendió el regresó hacia su hogar, pero muriendo en el camino. 
Briseida y Fénix representados en un kílix

FÉNIX
Era hijo de Agenor y Telefasa y hermano de Cadmo, Cilix y Europa. Cuando Zeus raptó a su hermana, fue enviado por su padre a buscarla, pero, al no hallarla, se estableció en un territorio que llamó Fenicia.
 

FÉNIX
Era un ave fabulosa que se regeneraba de sus cenizas y a la que se consideraba como un símbolo del Sol que renacía a diario. 
El mito del ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas, fuerza descomunal, control sobre el fuego y gran resistencia física. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Para Heródoto, Plinio el Viejo y Epifanio de Salamina, esta sagrada ave viajaba a Egipto cada quinientos años, y aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.
Probablemente la leyenda del Fénix pasó de la tradición egipcia a la grecorromana a través del historiador Heródoto (484-425 a. C.), quien cuenta en sus historias que viajó a Egipto y también conoció a los sacerdotes egipcios de Heliópolis. 

Según la leyenda cristianizada el ave Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, como el poder del fuego y la luz, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.
Para San Ambrosio, el ave Fénix muere consumida por el Sol, convertida en cenizas de las que renace, después de arder su cuerpo, como un pequeño animal sin miembros, un gusano muy blanco que crece y se aloja dentro de un huevo redondo, como si fuera una oruga que se vuelve mariposa, hasta que dejando de ser implume se transforma en un águila celeste que surca el firmamento estrellado.
Durante el reinado del emperador Claudio, un supuesto Fénix fue capturado en Egipto y trasladado a Roma, donde éste mandó exponerlo. Nadie se lo tomó en serio. 

FENONTE
Era hijo de Astreo y Eos y se identificaba con el planeta Júpiter en su versión griega de Zeus.
 

FILAMÓN
Era hijo de Hefesto y llegó a ser rey de la Fócide. Fue un músico afamado.
 

FILAMÓN
Era hijo de Apolo y Quíones que se unió con la ninfa Argiope con quien tuvo un hijo llamado Támiris. Fue un músico notable y el inventor de los coros femeninos así como el introductor del culto a Deméter en Lerna. Una leyenda decía que se consideraba tan buen músico que quiso rivalizar con las musas lo que hizo que fuera despojado de sus habilidades.
 

FILECIO
Era un boyero encargado de los rebaños de Odiseo junto con Eumeo que se ocupaba de los cerdos y Melancio que pastoreaba las cabras. Eumeo y él se mantuvieron fieles al recuerdo de Odiseo deplorando la presencia de los pretendientes en palacio, mientras que Melancio se identificó con los invasores. Filecio acogió a Odiseo disfrazado de mendigo sin reconocerlo y más tarde, tras identificarlo, lo ayudó a matar a los pretendientes. Y junto a Eumeo recibió el encargo de castigar a Melancio.
 

FILEO
Era hijo de Augias y de Epicaste, reyes de Élide. Casó con Timandra con quien fue padre de Meges y Euridamía. Cuando Euristeo encomendó a Heracles la tarea de limpiar los establos de Augías, éste prometió que daría al héroe la décima parte de su ganado si lo hacía en un sólo día. El juramento se hizo en presencia de Fileo, y cuando Heracles cumplió su parte del trato y Augías se negó a darle la recompensa, Fileo actuó como testigo en el juicio. Augías confiaba en que su hijo le daría la razón, pero cuando éste narró el episodio tal como había sucedido demostrando que Heracles tenía derecho a la recompensa, Augías se encolerizó argumentando que el pago de lo acordado no procedía porque el trabajo lo habían hecho los ríos Alfeo y Peneo. A continuación desterró a su hijo. Heracles volvió al frente de un ejército reclutado en el Peloponeso, venció y mató a Augias y entregó trono a Fileo.
 

FILOCTETES
Era hijo de Peante y de Metone, reyes de Peribea, en Tesalia. Fue el encargado de encender la pira funeraria de Heracles y éste, en agradecimiento, le entregó su arco y flechas haciéndole prometer que nunca revelaría el lugar de su muerte, pero fue incapaz de cumplir su promesa por lo que fue castigado. Era uno de los pretendientes de Helena y cuando fue raptada por Paris, se vio obligado a participar en la guerra de Troya. Partió con los buques griegos, pero al detenerse en la isla de Ténedos fue mordido por una serpiente. La herida producía un hedor insoportable y el herido lanzaba tales gritos que fue abandonado en la isla cumpliéndose así el castigo por el incumplimiento de su promesa a Heracles. En el décimo año de la guerra troyana el adivino Héleno declaró que la ciudad no podría ser tomada sin las armas de Heracles. Odiseo y Neoptólemo fueron a buscarlo, curaron su herida y Filoctetes pudo acudir a Troya. También se le menciona como participante en la expedición de los argonautas. 
Filoctetes en la isla de Lemnos

FILOMELA
Durante el reinado de Pandión I, Atenas fue atacada y sólo Tereo, un rey de Tracia, acudió en su ayuda derrotando a los atacantes. Pandión, en agradecimiento, le ofreció elegir como esposa a una de sus dos hijas: Procne o Filomela.
Tereo eligió a Procne, la mayor, pero Hera no bendijo esta unión por lo que la buena relación entre los esposos no sería duradera. Tereo, haciendo caso omiso a los augurios, llevó a su esposa a Tracia, donde nació un hijo al que llamaron Itis.
Con el paso del tiempo, Procne comenzó a sentirse aburrida de la vida que llevaba entre un pueblo incivilizado y añoraba a Atenas y la compañía de su hermana. En esta situación, rogó a su esposo que le permitiera visitar a Filomela. Tereo accedió, pero con la condición de que el encuentro fuera en Tracia. Procne tuvo que aceptar la propuesta y su marido viajó hasta Atenas para convencer a Pandión de que permitiera a su segunda hija visitar a su hermana en Tracia. 
Pandión accedió y durante el viaje Tereo se enamoró de Filomela poseyéndola en contra de la voluntad de ella y, para ocultar a su esposa la violación, cortó la lengua a su cuñada y la encerró en una prisión situada en medio de un bosque.
Al llegar a su reino, contó a Procne que su hermana había muerto durante el viaje y cuando la noticia llegó a Atenas, Pandión murió de pena. Por su parte, Filomela, para combatir el tedio, se dedicó a tejer y, con ayuda de un viajero, hizo llegar uno de los tejidos a su hermana, que inmediatamente acudió en su ayuda.
Filomela y Procne

Tras liberarla, Procne la llevó a su casa, y, al enterarse de la verdad, sintió un ataque de furia tal que, al ver a su hijo Itis tan parecido a su padre, lo mató organizando con su carne un gran banquete en el que Tereo comió hasta saciarse.
Después del ágape, Filomela y Procne mostraron al rey la cabeza de su hijo contándole lo que habían hecho. Tereo, indignado, tomó su espada persiguiéndolas por el bosque hasta que los dioses intervinieron convirtiendo a Filomela en una golondrina y a Procne en un ruiseñor, que volarían siempre perseguidas por Tereo, metamorfoseado en gavilán, como castigo de los dioses.
 

FILÓNOME
Era hija de Níctimo. Mantuvo una relación con Ares teniendo con él dos hijos llamados Licasto y Parrasio a quienes abandonó en el monte Erimanto por temor a su padre. Ambos hermanos fueron criados por unos pastores y llegaron a ser reyes en Arcadia.
 

FINEO
Era un rey de Tracia con facultades proféticas a quien los dioses habían castigado por revelar sus secretos dejándolo ciego y haciendo que las Arpías no le permitieran comer robándole o ensuciando su comida con excrementos. 
Cuando los argonautas llegaron a su morada para recibir información sobre la ruta a seguir en su viaje, el adivino los ayudó a cambio de que lo libraran del acoso de los engendros, cosa que hicieron Calais y Zetes. 
Arpías acosando a Fineo Vaso ático

FÍTALO
Era un ateniense que ofreció su hospitalidad a Deméter, cuando en la búsqueda de su hija Perséfone llegó a orillas del Cefiso. En agradecimiento, la diosa le regaló la primera higuera. Sus descendientes acogieron a Teseo y lo purificaron de los asesinatos que había cometido en su viaje hasta Atenas y por ello gozaban de prerrogativas especiales en las fiestas que se celebraban en honor al héroe.
 

FLEGIAS
Era hijo de Ares y Dotis o de Ares y Crisa, según versiones. Fue rey de los lapitas y sucedió a Eteocles en el trono de Orcómeno, donde fundó la ciudad que lleva su nombre. Tuvo dos hijos llamados Ixión y Corónide, que murieron antes que él por lo que su sucesor en el trono fue su sobrino Crises.
Flegias viajó hasta el Peloponeso para explorar el país y preparar una expedición que se apoderara de sus riquezas. Durante el viaje, su hija Corónide, o Coronis, fue seducida por Apolo y quedó embarazada de Asclepio. La presencia del dios fue requerida en Delfos y Corónide, en su ausencia, mantuvo una relación amorosa con Isquis, hijo de Élato. Un cuervo de color blanco informó a Apolo del romance y éste, sintiéndose celoso, maldijo al cuervo condenándolo a cambiar su color blanco por el negro y mató, o pidió a su hermana Artemisa que lo hiciera, a Corónide. Sin embargo, Apolo rescató al bebé entregándoselo al centauro Quirón para que lo criara. Flegias, enfurecido por la muerte de su hija, se encolerizó e incendió el templo de Apolo en Delfos por lo que el dios lo mató.  

FOLO
Era un centauro, hijo de Sileno y de una ninfa de los fresnos. Cuando Heracles perseguía al jabalí de Erimanto se hospedó en el hogar de Folo y estando bebiendo vino los centauros, atraídos por el olor, se presentaron en la caverna entablando una lucha contra el héroe de la que éste terminó vencedor. En el curso del combate, Folo fue herido accidentalmente por una de las flechas envenenadas de Heracles y falleció.
 

FORONEO
Cuentan las leyendas que Foráneo, hijo del dios río Ínaco y de Melia, fue el primer hombre que descubrió el fuego tras el robo de Prometeo y que civilizó a los nativos del Peloponeso, que vivían el estado salvaje, enseñándoles a producir el fuego y fundando para ellos la ciudad de Foronea que, más tarde, su nieto rebautizó como Argos.
Al ser el primer hombre que edificó una ciudad, Zeus le permitió reinar sobre otros humanos por haberse mostrado muy piadoso con los dioses, en particular con Hera, a quien construyó un templo.
Durante el reinado de Foráneo, Zeus castigó a la humanidad por utilizar el fuego que, hasta entonces, estaba reservado a los dioses y ordenó a Hermes que confundiera a los humanos haciéndoles hablar distintas lenguas terminando con el lenguaje común que se hablaba hasta entonces. De esta forma Eris, la diosa de la discordia, se instaló entre los mortales enfrentándolos entre ellos y dividiéndolos en naciones.
Se casó con la ninfa Laódice, con la que tuvo a Níobe, Apis y Car, aunque también se le hace padre de Lirco, Ctonia, Licaón, Espartón y Europs. 

FRIXO
Era hijo de Atamante y Néfele, reyes de Tebas.
Ino, la segunda esposa de Atamante, rey de Tebas, odiaba a Frixo y a su hermana Hele, fruto del anterior matrimonio de su marido con Néfele, diosa de las nubes. Quiso deshacerse de ellos y para conseguirlo prendió fuego bajo los graneros haciendo que el grano almacenado se tostase quedando inutilizado como simiente para el cultivo del año próximo. Los campesinos, temiendo a la hambruna, consultaron al oráculo y éste, aleccionado por Ino, les informó que para evitar el hambre debían sacrificar a los dos hermanos. Cuando la turba se disponía a cumplir la recomendación un cordero dorado enviado por Néfele los rescató y se los llevó volando. Hele, entusiasmada por la sensación de volar, se soltó de la piel del vellocino y cayó al mar, denominado desde entones Helesponto, mar de Hele. El cordero llevó a Frixo hasta la Cólquida, donde el rey Eetes le dio refugio y a su hija Calcíope como esposa. En agradecimiento, Frixo sacrificó el cordero a los dioses y entregó su vellocino de oro al rey Eetes, que lo ató a un árbol sagrado.
Frixo y Calcíope tuvieron cuatro hijos, Cisitoro, Argos, Frontis y Melanión, quienes se propusieron viajar a Grecia para reclamar el trono de Orcómeno, que había pertenecido a su abuelo Atamante, pero una tormenta les hizo naufragar y flotaron a la deriva agarrados a un trozo de madera hasta que Jasón y los argonautas los rescataron. Jasón les explicó que viajaba a la Cólquida para llevar con honor el alma de Frixo hasta Grecia y recuperar el vellocino de oro del carnero que le había salvado la vida. Les pidió ayuda para convencer al rey Eetes de que se lo entregara voluntariamente y los hermanos, aunque temían la ira de su abuelo, aceptaron en agradecimiento por haberles salvado la vida, Llegaron al acuerdo de que fueran ellos los que solicitaran la entrega del vellocino de forma diplomática y sólo en caso de que se les denegara recurrirían a otros procedimientos. Acudieron a Calcíope y ésta, agradecida, intercedió ante su padre. Sin embargo, Eetes no escuchó razones y quiso expulsar a los argonautas de su reino. Ante la actitud de su padre, Calcíope pidió, la hechicera Medea, que ayudase a sus hijos y a sus salvadores. Medea, enamorada de Jasón, accedió a la petición de su hermana.
Frixo y Hele


GALATEA
Según Ovidio, Pigmalión era un rey de Chipre tan misógino que tenía la intención de no casarse ni convivir en compañía femenina. Sin embargo, se sentía solo y para distraer su soledad se puso a esculpir un bloque de mármol obteniendo una estatua femenina de marfil con rasgos perfectos. Cuando terminó su trabajo sintió admiración hacia su obra y tanto la contemplaba que llegó a enamorarse de ella. En una de las grandes celebraciones en honor a la diosa Afrodita que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su amada estatua. La diosa, que estaba dispuesta a atenderlo, elevó la llama del altar del escultor tres veces más alto que la de otros altares. Pigmalión no entendió la señal y se fue a su casa muy decepcionado. Al volver a casa, contempló la estatua durante horas. Después de mucho tiempo, el artista se levantó, y besó a la estatua. Pigmalión ya no sintió los helados labios de marfil, sino que sintió una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, y la estatua cobró vida, enamorándose perdidamente de su creador. Venus terminó de complacer al rey concediéndole a su amada el don de la fertilidad. De esa unión nació Pafo, que dio su nombre a la ciudad de Pafos.
 

GALANTIS
Era una sierva de Alcmena que la asistió durante el nacimiento de Heracles. Llegada la hora del parto, Alcmena tenía dificultades para alumbrar a un niño muy grande y, transcurridos siete días, pidió la ayuda de Ilitía, la diosa de los partos, pero ésta por orden de Hera no sólo no la ayudó sino que le cruzó sus piernas, evitando que el niño naciera. Alcmena se retorcía de dolor y Galantis, intuyendo los planes de Hera, engañó a Ilitía diciéndole que el niño ya había nacido. Entonces la diosa liberó a Alcmena y dio a luz. Galantis fue transformada en comadreja como castigo por su argucia.
El nacimiento de Heracles. Al fondo se ve a Lucina castigando a Galantis por haber ayudado a que su ama Alcmena pudiera parir, cosa que intentaba impedir la diosa de los partos por orden de Hera


GANIMEDES
Era hijo de Tros y Calïrroe, reyes de la Tróade, aunque alguna versión lo hacía hijo de Laomedonte. Se encontraba en el monte Ida cuidando un rebaño cuando Zeus lo vio y como era tan apuesto se enamoró de él y lo raptó transformándose en un águila y llevándolo al Olimpo. Ya en su morada, Zeus hizo a Ganimedes su amante y copero, sustituyendo a Hebe. Todos los dioses se alegraron de la llegada del bello joven, excepto Hera, la esposa de Zeus, que roída por los celos, lo despreciaba.
Su odio por el muchacho fue usado por los mitógrafos para justificar su rencor por los troyanos (junto al hecho de no habérsele concedido el premio de belleza en el juicio de Paris y a la infidelidad de Zeus con la pléyade Electra, de cuya unión nació Dárdano, ascendiente de los reyes troyanos)
El padre de Ganimedes fue invadido por la tristeza y Zeus trató de recompensarlo enviándole con Hermes dos caballos tan veloces que podían correr sobre el agua informándole, además, de que el muchacho era ahora inmortal y que era el copero de los dioses, un puesto muy distinguido. Más tarde Zeus ascendió a Ganimedes al cielo como la constelación Acuario situada en las proximidades de la también constelación Áquila. 
El rapto de Ganimedes


GERIÓN
Era un gigante monstruoso hijo de Crisaor y Calírroe que estaba formado por la unión de tres cuerpos con sus respectivas cabezas y extremidades. Vivía en la isla Eritia más allá de las columnas de Hércules donde comenzaba el Océano. 
Era dueño de un perro de dos cabezas llamado Ortro y de un magnífico rebaño de ganado custodiado por su perro y por un pastor llamado Euritión.
Heracles intentó robar el ganado y mató primero a Ortro y luego a Euritión. Cuando llegó Gerión, en algunas versiones tras haber sido informado por Menecio, el pastor de Pluto en el Hades, Heracles lo mató y desgarró su cuerpo en tres partes.
Heracles tuvo entonces que arrear el ganado hasta Euristeo. En las versiones romanas de la historia, Caco robó en el monte Aventino de Roma parte del ganado de Gerión a Heracles mientras éste dormía, haciendo que las reses caminasen de espaldas para no dejar nuevas huellas, una repetición del truco del joven Hermes. Según algunas versiones, Heracles pasó con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses robadas, y empezaron a llamarse unas a las otras, pero en otras Caca, la hermana de Caco, le dijo a Heracles dónde se escondía su hermano. Heracles mató entonces a Caco y, de acuerdo con la mitología romana, fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de ganado, se celebraría posteriormente.
Para molestar a Heracles, Hera envió un tábano para que picase al ganado, irritándolo y esparciéndolo. Hera envió entonces una inundación que elevó el nivel de un río tanto que Heracles no podía vadear el ganado. Heracles apiló piedras en el río para hacer que el agua fuera menos profunda, y más tarde Equidna asaltó a Héracles para robarle los bueyes de Gerión, y cuando éste fue a reclamarlos Equidna le dijo que no se los entregaría a menos que el héroe tuviese relaciones sexuales con ella. Heracles lo hizo, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites. Cuando por fin llegó a la corte de Euristeo, el ganado fue sacrificado a Hera.

Murió atravesado por una flecha impregnada de la sangre venenosa de la Hidra disparada por Heracles cuando el monstruo pretendía recuperar el rebaño que le había robado el semidiós.
 

GLAUCO
Era hijo de Sísifo y Mérope casado con Eurímede con quien fue padre de Belorofonte y las delíadas. Afrodita, enojada con él porque no permitía que sus yeguas se emparejaran, hizo que sus caballos enloquecieran y le mataran durante una carrera.
 

GLAUCO
Era hijo de Minos y Pasifae, reyes de Creta. Siendo niño cayó en un recipiente de miel y pereció ahogado. Minos recibió una información según la cual la persona que hiciera la descripción más precisa del color de una vaca que todos los días cambiaba de blanca a roja y después a negra, podría resucitar al niño. 
Poliido dijo que el animal era color mora y fue introducido en la estancia donde se encontraba el cadáver del niño. Mientras lo velaba, apareció una serpiente y Poliido, la mató. Poco después hizo su aparición otra serpiente con una hierba en la boca, que resucitó a la serpiente muerta. Poliido se apoderó de la planta y resucitó al niño. Otras versiones atribuyen a Asclepio la resurrección del niño.  

GRIFO
Era una criatura cuya parte superior del cuerpo era la de un águila gigante, con plumas doradas, afilado pico y poderosas garras, y la parte inferior era la de un león, con pelaje amarillo, musculosas patas y cola.
Algunos grifos se representan con orejas puntiagudas en la cabeza o plumas en la cola. De acuerdo a los mitos, es ocho veces más grande y fuerte que un león común y no es raro que se lleve a un jinete con su caballo, o a un par de bueyes, que entran en sus patas. Con sus garras se fabrican copas para beber, y con sus costillas arcos para tirar flechas.

Parece tener su origen en Oriente Próximo, pues aparece en las pinturas y esculturas de los antiguos babilonios, asirios y persas.
También se encuentran representaciones de grifos en la pintura minoica, como en el famoso sarcófago de Hagia Triada.
Una leyenda griega relata que el dios Apolo había ido a buscar grifos y había regresado a Grecia cabalgando uno de ellos. Los grifos estaban consagrados a Apolo y vigilaban sus tesoros para protegerlos de los Arimaspos. También custodiaban las cráteras de vino de Dioniso.


Próximo Capítulo: Cosmogonía Griega 5

No hay comentarios:

Publicar un comentario