Arte
omeya en Al-Ándalus II: Arquitectura civil y militar
No se conserva ningún
ejemplo de arquitectura civil o palatina de época emiral, solo noticias
documentales. Sabemos que los emires usaron al principio como residencia y
centro político el antiguo edificio correspondiente a los gobernantes
visigodos, que después fue remodelado por Abd al-Rahman I y II. Sabemos también
que Abd al-Rahman I construyó a las afueras de Córdoba un palacio que evocaba a
los antiguos palacios del desierto de siria.
MADINAT
AL-ZAHIRA:
De época califal, en cambio, conservamos un
ejemplo extraordinario de arquitectura palatina: la ciudad palacio de Madinat
al- Zahara. Esta ciudad palatina fue sin duda, el proyecto arquitectónico y
artístico más importante de todo el califato. Excedió con creces a la
construcción de la mezquita. Se trataba de construir una ciudad completa. La
construcción de la ciudad estará íntimamente ligada a la instauración del
califato, ya que tomando el modelo oriental, se va a decidir crear una ciudad de
nueva planta para prestigiar es institución recién creada y par aponer de
manifiesto el poder y la grandeza del califa (Abd al-Rahman III).
Esta ciudad se va a inspirar claramente en
modelos orientales, concretamente en la ciudad de Samarra (construida por los
califas abasíes). La construcción comenzara en el 936, y será la obra más
emblemática de la época califal y el símbolo de poder del califa.
Según la leyenda, se dice que el nombre de la
ciudad Al-Zahara procede del nombre de una de las esposas del califa, que dono
una gran suma de dinero para liberar una gran cantidad de cautivos musulmanes.
Al no encontrar ninguno, el califa lo destino a la construcción de la ciudad.
Se gastó muchísimo dinero en la construcción (un tercio del tesoro califal
durante el gobierno de Abd-al Rahman III).
Se construyó durante la vida de Abd al-Rahman
III, y fue continuada por Al-Hakem II hasta el año 76. Su sucesor, Hixem II, no
seguirá con las obras, pero vivirá en la ciudad. Llega un momento en el que
Al-Zahara pasara a un segundo lugar ya que el visir Almanzor construirá otra
ciudad palatina, Madinat al-Zahira.
Madinat al-Zahara está situada unos kilómetros
al oeste de Córdoba. Esta colocada en una ladera de las estribaciones de
Córdoba. Al-Zahira se sitúa al este. Desgraciadamente no tenemos constancia
arqueología de ella. Se sabe que estaba, pero no ha sido localizada.
La decadencia del califato va a afectar
enormemente a la ciudad palatina. Porque, tras la muerte de Hixem II, se van a
desatar una serie de luchas intestinas por el poder que van a determinar
enfrentamientos. En todo este revuelo la ciudad va a ser saqueada y salteada
varias veces. Tras la caída y desintegración del califato, al- Zahara se
convierte en un lugar expoliado sistemáticamente, se va a convertir en cantera.
Ello acelerara su ruina. En el siglo XII era una ruina absoluta y en el siglo
XV ya no se la identificaba como la residencia de los califas omeyas, lo
consideraban ruinas romanas. La recuperación de la ciudad comienza
aproximadamente en torno a 1911, cuando se inician estudios sistemáticos y las
excavaciones arqueológicas, las cuales solo han conseguido su recuperación
parcial. Actualmente se sigue excavando, pero muy lentamente.
Para hacernos una idea de cómo sería esta
ciudad hay que recurrir a dos fuentes:
·
fuentes
documentales: nos manifiestan claramente la admiración y el impacto que la
ciudad producía en todos aquellos que la conocían. Era mucho más que una ciudad
palatina normal, ya que incluía zonas residenciales, espacios de servicios de
guardia, de mantenimiento, incluso, un jardín botánico y un jardín zoológico,
etc. Estas fuentes nos van a hablar de espectaculares cifras en lo referente a
obreros que trabajaron en la ciudad y a los servidores que trabajaban en el
palacio (1200 hogazas de pan diarias para alimentar a los peces del estanque).
Estas fuentes son riquísimas.
·
restos
materiales: son sobre todos artes suntuarias. Los talleres suntuarios califales
más importantes trabajaran para la ciudad, incluso muchos de ellos estarán situados
en la misma. Como el taller eborario (de marfiles), textiles de lujo, taller de
metales preciosos, etc.
La finalidad de todos estos espacios suntuosos
era muy clara: impresionar e impactar al visitante. Sin duda alguna, de todos
los elementos existentes que decoraban las estancias públicas uno de los
preferidos del propio califa era esa pila de mercurio que tenía un mecanismo
que hacia oscilar de manera que el mercurio provocaba efectos de luz y sombra
que deslumbraba e impactaba a cualquier visitante, haciéndole pensar que el
califa era capaz de dominar efectos naturales.
La mayor parte de las características del arte
omeya califal se proyectaran de Madinat. Las obras comienzan en el 936. En el
941 resta construida la primera fase de la ciudad, y la mezquita estaba ya en
uso. Va a ser en el 946-947 cuando se traslade la ceca a Madinat (la acuñación
de moneda, es otro elemento que define el carácter regio). Es muy probable que
en ese momento el califa ya se hubiera trasladado a la ciudad palatina. Los
edificios van a seguir construyéndose a lo largo de todo el reinado de Abd
al-Rahman III y durante el reinado de Al-Hakem II, quien supervisara todas las
obras de la ciudad durante el reinado de su padre.
Va a ser un conjunto urbano planificado para ser
desarrollado en fases. Es una ciudad completamente amurallada por un muro que
crea un recinto enorme en torno a ella. El recinto tiene forma rectangular
situado de este a oeste con una longitud de 1.5.km. y la mitad de ancho. Toda
la parte inferior responde a la forma rectangular, en la parte de arriba el
rectángulo se hace irregular estrechándose en el centro debido a la forma de la
montaña.
Se va a
organizar en tres niveles o terrazas:
Aprovechando perfectamente el desnivel del
terreno, la ciudad palatina de Medina Azahara fue distribuida en
tres terrazas, como las terrazas que forma el Guadalquivir.
·
el
nivel superior: se corresponde con la zona del Alcázar, donde están los
edificios representativos más importantes. Es la zona donde se han centrado
últimamente las excavaciones. Este nivel se va a prolongar inmediatamente
delante del salón rico por medio de una especie de terraza nivelada a la misma
altura del mismo, es el denominado jardín alto (la segunda terraza esta en un
nivel más bajo).
·
nivel
intermedio: zona ajardinada par aislar el alcanzar. Está constituida por el
jardín bajo y al otro lado estará la mezquita para permitir el acceso desde
todos lados de la ciudad.
·
terraza
inferior: no ha sido excavada. Se correspondería con la medina propiamente
dicha. Es donde se encontrarían los alojamientos, zocos, talleres, servicios,
etc.Estas tres terrazas se van a comunicar por
medio de una red viaria jerarquizada que incluía calles y pasajes cubiertos
jalonados por puertas. Para salvar los desniveles era frecuente el uso de
rampas, ya que también facilitaban el acceso a las caballerías. Dentro de esta
ciudad había una serie de servicios esenciales que en muchos casos estas redes
excedían de los niveles de la ciudad, ya que era necesario que la comunicaran
con el exterior:
·
La
red viaria comunicaba la ciudad con Córdoba y con las almunias: residencias de
recreo de personajes importantes.
·
La
red de abastecimiento de agua necesitaba de infraestructuras exteriores para
funcionar por dentro: ejemplo del acueducto de valdecuente, era un acueducto
romano reutilizado.
·
La
red de saneamiento también continuaba exteriormente.
·
Los
materiales van a ser de primerísima calidad como era lógico en un proyecto
arquitectónico de estas características. Todos los edificios serán construidos
en buena piedra, con sillares a soga y tizón (característica de la arquitectura
omeya). Muchos materiales empleados serán importados incluso de Bizancio,
traídos gracias a las excelentes relaciones diplomáticas entre las dos ciudades.
Es muy posible que no solo llegaran materiales, si no también arquitectos y
artistas. Estos materiales eran usados para revestir los muros. Por ejemplo,
los zócalos, era de mármoles, así como los suelos y las columnas. Esa
decoración mural que recubría la buena sillería podía ser:
·
decoración
pintada que recubría el muro: a base de motivos geométricos. O es lo que nos ha
quedado. Motivos en rojo sobre un fondo ocre. Algunas de las casas tienen
decoración mural.
·
enchapado
en piedra: parecido al de la mezquita. Edificios más importantes. Actúa como
una autentica epidermis sobre el muro. Cuando Madinat empezó a ser arrasada lo
que interesaba eran los materiales con los que se pudiera construir, por lo que
esta decoración se arrancó y se abandonó. Es lo que hemos encontrado con el
paso del tiempo. Estos elementos han proporcionado una información
extraordinaria acerca de los edificios que constituían a través de su
recomposición (anastilosis, es el procedimiento que se usa en arqueología que
consiste en reconstruir a través de los elementos decorativos las
construcciones arquitectónicas, dando la forma de arcos pilastras, etc. a las
que originariamente pertenecían. un puzle).
El perímetro de la ciudad va a estar
perfectamente delimitado por esa muralla, la cual presentaba una serie de
torreones rectangulares. El acceso principal a la ciudad se realizaba por la
zona norte (donde llegaban los caminos procedentes de Córdoba). El otro acceso
existente era por el sur (en la medina). El acceso de la puerta norte se hacía
a través de una puerta en recodo con una torre adelantada. Esto nos va a
anticipar soluciones que serán características de la arquitectura militar
hispanomusulmán.
Las dos construcciones
más antiguas fueron la dará al-munk o casa del poder o real y la mezquita. Ambos ámbitos estarían construidos ya
en el 900 y pico:
Dara
al-Munk:
era la residencia íntima del califa y de sus allegados. Estaba situada en un
lugar de absoluto privilegio dentro de esa terraza superior, ya que domina
desde el punto de vista simbólico y físico el lugar. En planta se trata de un
conjunto en el que se mezclan estancias, habitaciones, patios y pórticos. Es lo
característico de los ámbitos residenciales. Van a esta reorganizados en torno
a patios y abiertos a pórticos. Lo único que queda es el arranque de los muros,
las arquerías son una reconstrucción (uno de los pórticos abiertos). Arcos de
herradura califal cada vez más cerrado. Los capiteles son el típico modelo
característico de Madinat al- Zahara (capiteles de avisperio). Son capiteles
tallados a trepano con una decoración vegetal muy estilizada que buscan el
claroscuro, creando una sensación de encaje. La disposición de los arcos es
igual que la de la mezquita. Apoyado sobre pilares en los laterales con
cimacio. Hay un elemento que surge en la ciudad: las roscas de los arcos en los
laterales están cortadas para conseguir un mayor equilibrio compositivo. La
decoración que se ha encontrado se usa para reconstruir las diferentes
estructuras.
Hacia el este y en bajo nos vamos a encontrar una zona de servicio o unidades habitacionales vinculadas con el alcázar y el palacio.
Hay un espacio un poco mas diferenciado que es
lo que se conoce como el patio de los pilares. En torno a este patio se
organizan una serie de estancias rectangulares. Su función se desconoce. Hay
restos también de solado, que solía ser de caliza violácea. Interiormente los
espacios solían cubrirse con mármol blanco. Este ámbito de servicios debió de
ser realizado inmediatamente después de la vivienda privada del califa.
Probablemente con posterioridad al año 960.
Parece ser que se construyeron dos casas
importantes, vinculadas con personajes importantes de la realeza y de la corte
(8 y 10). La 8 es la vivienda de Yáfar. Era el primer ministro de Al-Hakem II.
Era un alto dignatario en la corte. Es una casa muy grande, en la que se identifican
tres ámbitos: intimo, de servicios y ceremonial o público. Todo ello estancias
dispuestas en torno a patios. En el ámbito público nos encontramos ya con un
precedente de cómo van a ser los espacio públicos o salones de recepción
(mailis). Eran unas estructuras palatinas que crean salones de recepción y
tomadas directamente del mundo oriental. Son espacios de planta basilical de 3
o 5 naves y precedidos de otra nave transversal a modo de pórtico. Los patios
suelen ser zonas ajardinadas que con albercas o patios de crucero (patios
hispanomusulmanes). Tenemos algún resto de pinturas murales y se han encontrado
también algunas piezas de carácter decorativo (pila), así como algún elemento
decorativo específico (enchapados en piedra con decoración vegetal tallada).
El otro ámbito importante es la casa de la Alberca o la casa del príncipe: se ha querido relacionar con la vivienda de Al- Hakem II. Hay una serie de estancias rectangulares. Dos pares de estancias se sitúan a ambos lados de patio que presenta en el centro una Alberca. Estas estancias se comunican con ese patio mediante pórticos abiertos. Esta casa es bastante rica, además incorpora un baño o haman.
En la década de los 50 se va a ampliar hacia el este una zona del alcázar. Este espacio se va a convertir a partir de ese momento en el espacio público y oficial más importante de todo el conjunto. Se van a construir allí dos de los edificios más representativos de la ciudad: los dos salones de recepciones que han sido recuperados hasta el momento. Estos dos salones son:
Casa de los visires o dara al-wuzara
(antiguamente se conocía dar-al-yu o casa militar): centro administrativo del
estado y se va a organizar como un salón de recepciones o mailyes. Estará
constituido por cinco naves, tres de las cuales se comunicaran entre sí por
arquerías sostenidas por columnas. Las naves laterales aparecen más
independizadas. En la zona previa este otra nave trasversal a modo de pórtico
con dos espacios independizados en los extremos. El acceso a esta casa se
realizaba por la zona este, a través de una rampa la cual estaría
originariamente cubierta, y permitía la llegada de las caballerías.
Existía una gran portada monumental en el este que se abría a una gran explanada, la cual debía de ser utilizada para ceremonias multitudinarias. De esta fachada se conservan cuatro arcos, aunque en realidad tendría aproximadamente unos 14. Era una gran fachada monumental constituida por arcos de herradura con alternancia de dovelas bícromas poyadas sobre cimacios y columnas. Según las fuentes, en el más grande de los arcos había una especie de templete abierto desde donde el califa, apoyado por los altos dignatarios, asistía a las ceremonias.
El salón rico o salón de Abd el-Rahman III: Al sur de la dara al-wuzara se sitúa la parte pública que va a resultar, sin duda, la más importante de la ciudad palatina hasta el momento. Es el salón rico o salón de Abd el-Rahman III. Ha sido identificado perfectamente en las crónicas con el denominado salón oriental. Un salón oriental donde sabemos que se llevaban a cabo las ceremonias de recepción a embajadas diplomáticas extranjeras y donde se llevaban a cabo las grandes celebraciones civiles que seguían a las ceremonias religiosas. Este salón fue construido entre el 953-957. A él, el califa accedía desde la dara al-mud o casa del ejército a través de una serie de pasadizos de carácter privado. Sabemos que también existía otro pasadizo que lo comunicaba directamente con la mezquita. Tenía una serie de dependencias, además de un baño, que actuaran de habitaciones residenciales para el califa. Va a ser el edifico más lujoso que conservamos hasta ahora de este conjunto palatino. En él, se han centrado principalmente las labores de excavación y reconstrucción. En este salón rico se van a concretar claramente las características del arte clásico de época califal (s. X).En cuanto a planta tenemos un espacio basilical de 5 naves de las cuales tres están perfectamente comunicadas entre sí a través de arquerías (maylis) apoyadas sobre columnas. Estas naves laterales tienen en la parte de arriba dos espacios cuadrados cubiertos por cúpula que pegan con el muro testero. Se cree que en ellas el califa descansaba en los intermedios de las ceremonias. Delante tenemos el pórtico transversal con otros dos espacios independizados, a uno de los cuales llegaría el pasadizo de la residencia del califa y al otro el de la mezquita.
En el
espacio previo a la entrada comienza a incrementarse de forma espectacular la
decoración, la cual nos indica que es un espacio público importante.
Separación perfecta entre las naves a través de arcos de herradura con capiteles de hojas capitformes y fustes de mármol alternado (mezquita).
El arco ciego de herradura con la caja de
inscripciones es el elemento que nos indica que el califa, o bien de pie o bien
sentado en un trono, se ubicaría justo en ese lugar. Más en detalle se ve como
todo se cubre absolutamente con un enchapado en mármol tallado cubierto por
decoraciones de carácter vegetal. Hay una tendencia al horror vacui. Los arcos
alternan elementos restaurados con elementos nuevos. Al fondo hay unos huecos
abiertos en el muro que se corresponderían con alacenas, donde se dispondrían jarras
de agua u otros líquidos para refrescar a los asistentes (precedente de la
alhambra).
También vamos a ver capiteles avispero o de Madinat
al-Zahara. Tienen un tallado a trepano muy profundo que está creando una
decoración encaje, perforada que consigue un extraordinario efecto de
claroscuro. Las basas también están completamente talladas a trépano, y en
ellas aparecen inscripciones que aluden al califa y a los artesanos que han
trabajado en la obra.
Delante del salón rico tenemos una enorme plataforma
avanzada que se proyecta sobre la terraza intermedia. Es un espacio que se ha
rellenado con tierra para conseguir esa terraza proyectada sobre el segundo
nivel. Es un espacio a la misma altura que el salón rico que incorpora un
patio, denominado jardín alto con cuatro albercas, al principal delante del
pórtico del salón. En el centro debió existir un espacio arquitectónico
conocido como pabellón alto, del que se sabe bastante poco. Es posible que se
cubriera con bóveda. Este edificio ha proporcionado una gran cantidad de
elementos decorativos.
En la
terraza intermedia:
en la zona oeste tenemos el jardín bajo. Este jardín nos daría el modelo de
jardín de crucero que será tan importante en la arquitectura nazarí. Al este de
esta segunda terraza tendríamos la mezquita. Esta es el año 941 (en uso). Es
uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Esta mezquita va a ser, junto con le mezquita de Córdoba,
los dos edificios religiosos más importantes conservados de época califal. Pero
de solo tenemos ruinas arqueológicas, ya que solo existen fragmentos de
elementos arquitectónicos y cimientos. Esta mezquita es mucho más pequeña que
la de Córdoba. Lo importante es que va a adelantar soluciones que después se
van a encontrar en la mezquita de Córdoba.
En cuanto la planta es de tipo occidental:
hipóstila y con sala de oraciones. El patio tenía una serie de riwaqs o salas
porticadas. El alminar estaría en dentro del muro norte (mismo modelo que el de
Abd el RaHman en Córdoba). Se orienta hacia el sud-este (es la primera mezquita
dentro del mundo andalusí que se va a orientar bien). Tiene cinco naves
perpendiculares al muro de la quibla. Se ubica en un territorio en declive, por
lo que para construir la cabecera van a macizarlo y crear un doble muro contención
y en el centro se dispone el mihrab (mezquita).
Hay una serie de edificios anejos con patios de alberca en el centro que pueden ser: destinados a abluciones y/o estancias o viviendas para la gente que se encargar de mantener la mezquita.
EJEMPLOS
DEL Siglo IX:
La
alcazaba de Mérida o conventual: Es la más
antigua fortificación musulmana de la península ibérica,
construida en el siglo IX en la ciudad de Mérida (España) junto al célebre puente
romano sobre el río Guadiana. Está declarada Patrimonio de la
Humanidad como parte del Conjunto Arqueológico de Mérida.
La alcazaba fue construida por Abderramán
II en el año 835 d. C. como bastión para controlar la ciudad,
que desde el año 805 se había rebelado continuamente contra el dominio emiral.
Ello la convierte en la fortificación musulmana más antigua que se conserva en
la península ibérica. La fortificación consiste en un recinto cuadrado de
130 metros de lado capaz de albergar un buen número de tropas. En su interior
hay un aljibe, que es una cisterna subterránea de agua filtrada desde el
cercano río Guadiana a la que se accede por una doble escalera desde
el piso bajo de una torre. Dentro destacan las pilastras reaprovechadas de algún
edificio visigodo cuya decoración, en relieve, consta de columnas en sus
laterales y motivos vegetales que forman círculos alrededor de racimos y
palmetas en sus frentes.
El perímetro de la alcazaba es casi cuadrado,
de unos 550 metros. Los muros, de unos 2,70 metros de grueso y 10 metros de
altura, están fabricados en su mayoría con sillares de granito reaprovechados
de obras romanas y visigodas con un relleno interior de tierra, piedras y
argamasa. Originalmente había una gran torre cuadrada en cada esquina del
recinto (cuatro en el principal y dos en el alcazarejo), mientras que en los
lienzos de la muralla, a intervalos regulares o flanqueando las puertas, se
disponían en total otras veintidós pequeñas torres de base cuadrangular,
algunas de época cristiana.
A la alcazaba se accedía desde el puente romano
a través de un pequeño recinto fortificado denominado tradicionalmente
«alcazarejo». Por esta gran barbacana se controlaba el paso de
personas y mercancías a la ciudad de forma que el recinto militar principal
quedaba totalmente independiente de la población civil. A este último se entra
por una puerta flanqueada por dos torres sobre cuyo arco de herradura se
conserva una de las inscripciones fundacionales de la alcazaba en la que se
puede leer:
En el
nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Bendición de Dios y Su
protección para los que obedecen a Dios. Ordenó construir esta fortaleza y
servirse de ella como refugio de los obedientes el emir Abd al-Rahman, hijo de
al-Hakam –glorifíquele Dios–, por medio de su camil Abd Allah, hijo de Kulayb
b. Talaba, y de Hayqar b. Mukabbis, su sirviente [y] Sahib al-bunyan, en la
luna del postrer rabi del año doscientos veinte
Abril del
año 835 d. C.
Interior de la Alcazaba de Mérida
Queda un recinto cuadrado, amurallado, con
torres cuadradas en las esquinas. Van a aparecer tres avanzadas que son el
antecedente de las denominadas torres albarranas o torres avanzadas que veremos
en época mozárabe. Dentro hay un aljibe pétreo, de época romana que va a ser
reutilizado en época visigoda y en época islámica. El muro exterior que da al
rio está apoyado sobre la base de la muralla romana, e incluso algunos de los
sillares empleados son de época romana. Se trata de una muralla con
contrafuertes interiores para reforzarla.
EJEMPLOS
DEL Siglo X:
Castillo De Gormaz, Soria: Es una fortaleza de
origen musulmán situada junto al pueblo
de Gormaz (Soria, España) cuya construcción comenzó en el siglo
IX, durante el Califato de Córdoba sobre los restos de un anterior
castillo de origen cristiano o musulmán. La construcción comenzó
en el lado noroeste del cerro, donde se levantó un pequeño castillo. La
fortaleza fue conquistada por los cristianos en el 912 y volvió a manos
musulmanas durante el califato de Alhakén II quien ordenó al
general Gálib su
ampliación, tarea que se emprendió entre el 955 y el 966.
El castillo consta de dos partes diferenciadas
separadas por un foso. Al este se encuentra el alcázar, la torre del
homenaje, la "torre de Almanzor",
el aljibe y los aposentos califales. En la parte oeste se encuentra
una alberca para dar de beber a los animales y una gran explanada donde
acampaban las tropas. Cuenta con una gran puerta que denota su origen islámico,
la Puerta Califal. En la cara oeste de la muralla hay tres estelas,
una de origen romano y otra claramente islámica, que se colocaron
allí para espantar los malos espíritus.
El castillo de Gormaz llegó a ser la fortaleza
europea más grande de su época: con un perímetro amurallado de 1200 m,
446 m de largo, 28 torres y una forma muy alargada en dirección
este-oeste.
El castillo de Gormaz se convirtió en pieza
clave de la defensa musulmana contra los reinos cristianos del norte y
contribuyó a mantenerlos alejados de Medinaceli. Su situación y sus
excelentes condiciones de visibilidad permitían controlar una de las rutas de
acceso hacia el norte y el río Duero y fue una de las posiciones
estratégicas más codiciadas por musulmanes y cristianos durante los siglos IX y
X.
En el 975 el conde García Fernández,
aliado con Sancho II de Pamplona y Ramiro III de León, asedia el
castillo pero, mientras lo hace, es atacado por un ejército de rescate al mando
de Gálib y sufre una humillante derrota. Vuelve a intentarlo en el 978 con
éxito y lo mantiene hasta el 983, cuando lo toma Almanzor. Permaneció en
poder de los musulmanes hasta su conquista definitiva por los cristianos en el
1060 por parte de Fernando I de León. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid,
fue señor de Gormaz desde 1087.
Será en esta época en que se funda el pueblo
de Gormaz, a los pies del castillo.
Con posterioridad su importancia estratégica
fue disminuyendo. Fue usado posteriormente como prisión hasta su abandono
definitivo.
Solo quedan ruinas. El principal es el muro en
el que se encuentra la puerta de entrada y que está realizado en buena sillería
a soga y tizón. La puerta está constituida por un doble arco de herradura
típico del s. X. también cuenta con un alfiz en torno al arco.
Puerta del sur
Castillo
de baños de la encina, Jaén: Es una fortaleza omeya, construida en el siglo
X sobre un pequeño cerro que domina la localidad de Baños de la
Encina, situada en el norte de la provincia de
Jaén (Andalucía, España).
Rodeado y flanqueado por una robusta
y almenada muralla con catorce torres, más una decimoquinta
Torre del Homenaje de factura cristiana, el castillo apenas ha sufrido daños,
ya sean causados por el tiempo o la acción humana. Representa por tanto un
ejemplo perfecto de fortaleza musulmana del siglo X, y constituye el conjunto
fortificado mejor preservado de la época del Califato de Córdoba, al mismo
tiempo que es uno de los castillos musulmanes mejor conservados de toda España.
Su inestimable valor histórico y artístico es la razón por la que este castillo
llegó a ser declarado como Monumento Nacional en 1931.
El castillo de Baños de la Encina se estableció
en una región importante y estratégica, justo en la entrada del valle del
Guadalquivir y, por lo tanto, de Andalucía. Fue el califa Alhakén
II (autor de la ampliación más suntuosa que sufrió la Mezquita de
Córdoba e hijo del rey Abderramán III) a quien se le atribuyó su
construcción a raíz de la transcripción de una lápida fundacional depositada en
el Museo Arqueológico Nacional, que resultó ser originario del castillo de
Talavera de la Reina.
Según la teoría tradicional omeya, los trabajos
de construcción de la fortaleza se iniciaron en 968 (año 357 de
la Hégira), como lo demuestra una inscripción grabada en la puerta, cuyo
original se conserva en el Museo arqueológico nacional de Madrid. Su
construcción sería entonces contemporánea a la edificación de fortalezas
similares en la región, tales como el Castillo de El Vacar, en
la provincia de Córdoba, peor conservado.
Según las crónicas de la época, el califa
ordenó levantar varios recintos vastos fortificados de idénticas
características a lo largo de todo el camino que conducía de Sierra
Morena hacia Córdoba, con el fin de alojar a sus tropas
(esencialmente compuestas por mercenarios magrebíes) que se dirigían hacia
el Castillo de Gormaz (provincia de Soria), al norte
de al-Ándalus, para llevar a cabo razias contra los reinos
cristianos. No obstante, esta línea de fortificaciones no iban dirigidas a
objetivos defensivos, pues el país atravesaba entonces por un largo período de
paz.
En el siglo XI, tras el hundimiento y la
separación del Califato de Córdoba en múltiples reinos
de taifas, es cuando los estudios arqueológicos realizados recientemente
datan la construcción, considerado así almohade. En este momento el castillo
atraviesa períodos difíciles. Se convierte en objeto de continuas y feroces
luchas entre musulmanes y cristianos, que ven allí una pieza
clave para acceder a Andalucía. Alfonso VII de León se lo arrebata a
los musulmanes en 1147, pero después de su muerte en 1157, la
fortaleza vuelve a manos islámicas. Alfonso VIII de
Castilla y Alfonso IX de León llegan a recuperar el castillo
en 1189, sin ser éste un éxito definitivo, pues tres días después de
la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), la fortaleza vuelve a pasar
a ser dominio musulmán.
Hay que esperar al impulso decisivo que
da Fernando III en pos de la reconquista del sur peninsular para que
el castillo pase definitivamente, en 1225, al dominio castellano. El rey
lo cede al arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, y su defensa
y guardia es confiada a la Orden de Santiago, muy implicada en las operaciones
militares del sur de la península ibérica. Poco tiempo después, Fernando
III integra el pueblo de Baños de la Encina en la jurisdicción de la
ciudad de Baeza, de la que dependerá hasta 1626, fecha en la que
Baños de la Encina obtiene la condición de villa.
En 1458, en pleno período de disputas
nobiliarias en Castilla, Enrique IV cede la fortaleza a su
condestable, Miguel Lucas de Iranzo. La decisión provoca el rechazo y
malestar de la población, que se niega a cambiar de jurisdicción. En 1466,
el regidor de Baeza toma el castillo y lo devuelve a los
partidarios del rey. Es en aquella época, con la construcción de la Torre
del Homenaje alrededor de uno de los bastiones originales musulmanes,
cuando se modifica la fisonomía de la fortaleza. Previamente, en el siglo
XIV habría sido reorganizado el espacio interior, con la edificación de un
pequeño fortín sobre la plaza de armas, protegido por una muralla interior.
Durante la invasión napoleónica, las
tropas francesas se apropian del castillo, que sufrió las consecuencias de su
ocupación, y desde entonces hasta 1828, el patio del castillo serviría de
cementerio parroquial.
Más recientemente, se emprenderían diversas
labores de restauración, siempre bajo la tutela de la Dirección de Bellas
Artes. En la actualidad es propiedad pública y pertenece al Ayuntamiento
de Baños de la Encina.
El castillo de Baños de Encina se levanta sobre
una pequeña colina rocosa que le permite dominar el pueblo y, por tanto, todo
el paisaje que le rodea. La fortaleza se encuentra a su vez acogida por otros
importantes emplazamientos históricos, como así lo son las ruinas de la
ciudad romana de Cástulo, varias casas señoriales de los
siglos XVI y XVII, o varias ermitas donde entra la Iglesia
Parroquial de San Mateo (del siglo XV). Excavaciones arqueológicas
realizadas en el interior de la fortaleza, han puesto al descubierto restos de
uno o dos recintos amurallados que evidencian la existencia bajo la fortaleza
de un asentamiento de la edad del Bronce, hecho que proporciona datos
sobre la cultura argárica, una de las más importantes de la antigüedad del
Mediterráneo Occidental, lo que muestra que el asentamiento controlaría una de
las zonas estratégicas más importantes del Valle del Guadalquivir. Durante
las mismas excavaciones también se ha puesto al descubierto la existencia de
una fase ibérica con un oppidum del siglo IV, un mausoleo de
época romana y después una fase medieval.
De apariencia sobria, se presenta bajo la forma
de un perímetro con forma oval (100 metros en su eje mayor
y 46 m en su eje menor, con una superficie total de 2.700 m2),
punteado de catorce torres cuadrangulares de estilo califal y de
igual altura sobrepasando apenas la de la muralla. El conjunto de estas catorce
torres, severas y próximas entre sí, le confieren o afirman el carácter
defensivo del castillo. Una torre adicional, la torre del homenaje (también
llamada almena gorda), sería edificada en el siglo XV, y constituye en
realidad una modificación cristiana de una de las torres originales. Esta
torre, imponente, que resalta sobre las otras por sus dimensiones, no es
característica de la arquitectura musulmana hispánica, sino que responde a
cánones arquitectónicos cristianos. La torre del homenaje representa el poder
de su ocupante. Así, su posición lo demuestra, pues no se dirige hacia el
paisaje, sino hacia el pueblo, revelando por tanto su utilización simbólica,
fiel a la costumbre feudal.
Tanto murallas como torres, están dotadas
de almenas o merlones, y perforadas por aspilleras. Las torres
disponen de tres pisos e incluso de cuatro si estas se sitúan en un terreno más
bajo. Las murallas presentan dos entradas que permiten el acceso. La primera es
una puerta soberbia situada en el costado meridional entre dos altas torres.
Presenta dos grandes arcos de herradura, sobre los cuales se dispone
un matacán. El segundo acceso, más modesto, está situado sobre el costado
norte de la muralla.
Las murallas rodean el patio de armas, en el
que se halla un aljibe cubierto por una bóveda de medio
cañón, y que está dividido en dos naves separadas.
Además de la torre del homenaje, también se
observa otra modificación de la época cristiana dentro del recinto, vestigios
de un pequeño fortín. Existía un alcazarejo circular o torreón imponente
rodeado de una muralla interior, unida al recinto exterior por dos lienzos de
pared. De esta obra, que dividía en dos partes la plaza de armas, sólo
subsinten las bases del fortín y fragmentos de una de las paredes de defensa.
Los materiales de construcción son bastante
elementales. La materia prima es una mezcla denominada tapial, similar
al adobe, que está hecha a base de arcilla, arena, cal y piedra cruda, con
la que se confeccionaron los ladrillos que finalmente irán superpuestos unos
sobre otros. La cal garantiza la robustez del edificio. Esta técnica responde a
la necesidad básica de levantar con rapidez las fortificaciones, y explica el
color específico del recinto, que oscila entre el pardo y el rojo. Sólo la
torre del homenaje, más tardía, se construyó con otros métodos, siendo
edificada en piedra con un estilo que se asemeja más al de las
fortificaciones góticas.
Los marfiles van a ser producidos en esta
ciudad. Aproximadamente a partir del siglo X vamos a ver como los soberanos van
a optar por un estilo de vida opulento y refinado, con el que se pretendía
emular el lujo de la corte oriental Abbasi (la cual a su vez asumía la
influencia omeya, bizantina, china e india). Se trata de crear un ambiente
fastuoso convirtiendo a Córdoba en unos de los principales focos de producción
y consumo de objetos de lujo más importante de occidente. Dentro de las artes
suntuarias andalusíes van a destacar por su refinamiento y sofisticación los
elementos eborarios (marfiles).
Las piezas que se han conservado de época
califal van a ser muy homogéneas en cuanto a técnica, porque nos vamos a
encontrar con que todas ellas van a estar talladas. Es una técnica artística
que comienza a producirse en al-Ándalus pero que comienza en el mundo
bizantino. Dentro del mundo andalusí el marfil tallado va a tener su época de
esplendor en el período califal, se mantiene en el reino de taifas, pero
después terminará para siempre. El método islámico de talla de marfil va a ser
descrito por el monje Teófilo (siglo XII). Es un monje alemán en cuya obra (de
diversos artimus) nos vamos a encontrar con la fuente principal para conocer
paso a paso como se realizaban estas piezas.
En primer lugar el marfil es un material de
lujo, extraordinariamente caro, que procede de lejanos lugares. Ya desde la
antigüedad estaba vinculada a las clases dirigentes. Va a ser un material muy
dúctil, bastante blando, que se equipara a la madera. Para llevar a cabo una
pieza había que extraer el material directamente del colmillo, para eso había
que aprovecharlo al máximo tratando de evitar desperdiciar materia. Va a haber
dos tipologías específicas: cajas rectangulares pequeñas y los botes redondos.
Había por tanto dos maneras de extraer el material:
·
En
primer lugar en ambos casos se cortaba una fracción maciza de colmillo. Con
estas piezas se daba forma a la caja, vaciando el interior. Son objetos
macizos, de una sola pieza, el interior esta vaciado. Es la manera más
característica de crear estas piezas en época califal.
·
Después
nos vamos a encontrar que se van a extraer del colmillo placas con las que se
van a construir unas piezas un poco más grandes adosando diferentes placas. Es
un enchapado unido con clavos de marfil y sin alma de madera. A medida que avanza
la época taifa las chapas se adelgazan y se recurre al alma de madera (había
menos dinero). Las piezas son macizas porque manifiestan que hay una
posibilidad de dilapidar el material. Después de cortar el objeto y de elegir
qué forma va a tener: el marfil se
ablandaba para hacerlo un poco más dúctil.
Después se tallaban los motivos decorativos en
relieve que se conoce como técnica del excavado. Esta técnica consiste en
cubrir completamente el objeto (son muy pequeños) por una capa de greda
(especie de arcilla). Luego se dibujaban los motivos decorativos con un lápiz
de plomo. Después se retiraba la greda y se repasaban esos motivos con un
punzón de hierro fino. El siguiente paso es excavar los fondos a la profundidad
deseada. El último paso es modelar de forma individual cada uno de esos
motivos, a veces incorporando el grabado.
Normalmente, había dos opciones:
1. dejar las piezas del color natural del
marfil, en cuyo caso se pulimentaban. Con piedra pómez o con la piel de un
pescado llamado ángel.
2. policromarlas: la mayoría estuvieron
bicromadas, lo normal es que tuvieran el rojo para los fondos y azul para los
motivos decorativos en relieve. Algo que no es extraño ya que los capiteles
tanto de la ciudad como de la mezquita también han aparecido con restos de
policromía. Para policromarlos había que dilatar los poros del marfil para que
absorbiera las sustancias colorantes de carácter natural. Se policromaban con
baños de color: se cubría todo el recipiente con cera la cual se retiraba de
los lugares que se quisieran policromar.
Lo último era colocar los herrajes metálicos.
El artista solía dejar una marca sobre el marfil para que el artesano colocara
los herrajes, normalmente de plata nihelada (plata ennegrecida mediante oxido),
que a veces se enriquecían con dorado y a veces se incluían algunos elementos
grabados a buril.
Las piezas del taller califal iban destinadas
exclusivamente al ámbito áulico (el monarca y familia). En ocasiones van a ser
destinadas también a regalos diplomáticos para mostrar el favor externo del
soberano. El monarca quiere premiar a algún dignatario con uno de estos
objetos.
El centro del taller va a estar situado en
Madinat al-Zahara.
EL
DIPTICO DE SILOS
Es la pieza más antigua que conservamos de
época califal (960-961). Es una pieza que se fabrica en este taller cuando el
taller se encontraba en pleno funcionamiento. Pasa mucho tiempo, no tenemos
piezas intermedias. Es una pieza absolutamente refinada. Estuvo mucho tiempo en
el monasterio de silos, en burgos. Como la mayoría de las piezas pasó a
territorio cristiano, donde se les dio un nuevo uso, convirtiéndose en
lipsanotecas o relicarios, lo que en multitud de casos va a hacer que sean
modificadas. Externamente esta pieza es un cilindro obtenido a partir de un
colmillo, alisado y vaciado. Está constituido por dos valvas que exteriormente
van a tener una forma suavemente curvada. El resto, completamente liso. Las dos
valvas se articulan por medio de herrajes metálicos (las actuales son
posteriores, las originales debían de ser de plata).
En el interior es donde se articula toda la
decoración, por lo que se piensa que debía está pensado para ser visto solo el
interior. Los herrajes, al ser posteriores, son muy toscas. Cada una de las
valvas tienen excavados cinco receptáculos simétricos los de un lado y los del
otros. Es el espacio entre estos receptáculos cóncavos donde encontramos la
decoración tallada (ataurique y decoración vegetal tallada que sigue ese proceso de excavado).
En los extremos hay una misma inscripción que se repite cuatro veces y que nos
dice que esta pieza fue realizada para la hija de Abd el RaHman III en el año
960-961. El califa Abd el RaHman III sabemos que murió poco después. Este
califa tuvo 16 hijas, y no se sabe a cuál de ellas perteneció.
La teoría tradicional de su función es que era
una caja para cosméticos o para guardar pebeteros. Es falso. Hoy sabemos con
certeza que se trata de un tablero portátil de un juego de mesa llamado
manqala, al que se sigue jugando actualmente. Es la única pieza con esta
tipología que nos ha llegado de poca califal, lo que hace que sea tan
excepcional.
CAJA DE
ABD EL RAHMAN III
En ella vamos a ver una tipología que si es muy
frecuente, es una arqueta de dimensiones reducidas. Está perfectamente
documentada y fechada a través de la inscripción. Esta tipología de caja
rectangular de tapa plana va a perdurar, se las conoce como asfat (singular) y
safat (plural). Estas cajas vienen directamente de Bizancio. También se realizó
para una hija de Abd el RaHman III, de la que se desconoce el nombre, en el año
692.
Se sospecha de que si se podría tratar de la
misma hija, ya que podrían formar parte de un lote de regalos que el califa
regalo a su hija por un hecho especial. Las inscripciones van a encontrarse
siempre en la tapa, con un carácter ornamental e informativo. Toda la pieza se
cubre completamente con decoración de ataurique. Profundo, siguiendo la talla
del excavado siguiendo ejes de simetría verticales. La decoración de ataurique
se puede deber a que se trate a un elemento simbólico de la fertilidad
femenina, ya que multitud de piezas destinadas a mujeres se recubren con
ataurique. Tienen los herrajes de plata nihelada grabados a buril, son
originales. El artista dejaba en resalto, sin tallar, el espacio destinado a
los herrajes para que el artesano los pudiera colocar sin invadir la decoración tallada. Hay que mencionar
también el horror vacui. La talla de estas piezas recuerda a los paneles que
hemos visto en la ciudad. El concepto de decoración muy en alto relieve, con
técnica de trepano y buscando el claroscuro se repite en los marfiles.
EL BOTE
DE ZAMORA
Es una pieza del año 964.Hay que insistir en la
tipología: de bote o píxide. Es una tipología que pertenece al mundo clásico.
En la antigua Grecia las píxides eran unos recipientes circulares realizados de
mármol, marfil hueso, madera, etc. cuya finalidad era guardar objetos (alhajas,
medicinas, incienso, etc.). Tenían un cuerpo cóncavo o ligeramente convexo.
Esta modalidad va a pasar a Bizancio, y de Bizancio al mundo andalusí. Estas
píxides eran redondas y no muy altas, aunque van a haber dos elementos
específicos para que se adapten a las necesidades de al Ándalus:
·
tienen
paredes verticales de mayor altura.
·
la
cubierta en forma de cúpula (exclusivo de las píxides de al-Ándalus).
·
esta
cúpula va a aparecer rematada por un botón gallonado, rodeado de hojas. Se ha
interpretado como una especie de fruto sin cascara (mandarina o granada).
Tanto las safata como las píxides van a tener
una misma función: especieros o recipientes de perfumes, los cuales, en la
época, eran sólidos. Era sustancias caras, que se traía desde oriente a través
de la ruta de la seda. Tenían una enorme importancia tanto en el ámbito
cortesano como dentro de la vida religiosa. Dentro del ámbito cortesano se consideraba
un signo de hospitalidad perfumar la cabeza y las manos de los visitantes, así
como quemar sustancias aromáticas (resinas, incienso). Incluso, dentro del
ámbito religioso era en ese momento, y todavía hoy, cuidadosamente aromatizada
antes de la plegaria de los viernes y de las fiestas de ramadán. Además de
esencieros fueron utilizadas para guardar objetos de valor o para presentar
como regalo joyas, piedras preciosas, etc.
Esta pieza fue mandada realizar por al Hakem II
para su concubina favorita, la princesa Subh para conmemorar el alumbramiento
de su primer hijo o el embarazo del segundo. Era una esclava cantora de la que
el califa se enamoró, y será quien le de su hijo primogénito, el príncipe Abd
de RaHman, el cual muere a los dos años. Toda la pieza se cubre con decoración
de ataurique (idea de fertilidad). También se introducen pequeñas figuras
animales. Esta pieza se conservó durante mucho tiempo en la catedral de Zamora.
En el borde inferior de la tapa se encuentra
una inscripción con elegantes caracteres cúficos, los cuales indican al
destinatario y la fecha de ejecución. Esta inscripción traducida
aproximadamente dice lo siguiente: "La
bendición de Dios al Imam, el esclavo de Dios, al Hakam Al Mustansir bi'llah el
principe de los creyentes. De lo que se ha ordenado fabricar para la señora
madre del príncipe Abd el Rahman, bajo la dirección de Durri As Saghir, en el
año 356 Hégira".
Gracias a la inscripción se conoce que fue
fabricada en los talleres de la ciudad de Córdoba durante la época del Califato
Omeya de Cordóba.
Este Bote ó "pyxide de Narbonne" se
encuentra expuesto dentro del Tesoro de la Catedral de Narbonne, en Francia.
Se trata de una de las cuatro piezas
reconocidas como realizadas en el Taller de Cuenca.
La denominación de Píxide indica su uso en el
culto cristiano para la conservación de la Sagradas formas.
Desconocemos como llegó esta pieza a Narbona,
datando la primera mención escrita sobre la presencia de este objeto en la
población en el año 1.857, ofreciendo los historiadores diversas hipótesis
sobre ello:
* Podría haber llegado a Narbona en el año
1.238 con el botín de la toma de valencia por la Corona de Aragón.
* Haber aparecido la pieza en el mercado de
Arte, como otras piezas de marfil, tras la Desamortización de Madoz en el año
1.855, etc.
El análisis estilístico de los motivos
vegetales, realizado mediante ornamentación de volutas, florones y hojas de
semi-palmetas permite atribuir la fabricación de esta píxide al
artista Muhammad Ibn Zayyan ó a su taller, pudiendo así fecharse
entre los años 1.026 y 1.031.
Este bote está realizado en un solo bloque de
marfil esculpido en "suave tallado",
es decir, con la ayuda de un fino y pequeño buril.
Esta pieza de eboraria, de forma cilíndrica, tiene
una tapa en forma cupulada, estando tanto el cuerpo como la tapa completamente
ornamentados mediante un programa realizado a través del trépano y la talla,
creando así unos relieves que cubren toda su superficie, desarrollándose los
mismos entre tres líneas horizontales de sogueados ó trenzados denominados
"cordones de la eternidad"
que sugieren un significado de ligazón, continuidad infinita, eternidad,
evocando la unidad de Dios, amén de asociar dichos trenzados a su vertiente
mágica como elemento protector contra enfermedad o maleficio.
Conserva su herraje completo con sus remaches,
que permite la apertura del recipiente, formado por dos bisagras, aldabón y
placa de cerradura.
En la parte inferior de la tapa, en su borde
externo, se desarrolla una inscripción realizada en caligrafía cúfica con el
siguiente texto:
"Baraka
min Allah. Mima `amilu bi Madinat Qunka li-jazana al-hayib qaid al-quwad,
Isma`il" es decir: "Bendición de Dios. Hecho en la ciudad de Cuenca para el Tesoro
del Hayib, Caid de los Caides, Ismail"
Este sucinto texto podría corresponder al jefe
bereber Ismail al-Zafir. Éste se aprovecharía de las guerras civiles para
obtener el gobierno de Cuenca y tomar la cabeza de la Taifa de Toledo a la
caida definitiva del califato en el año 1.032.
Para asentar su autoridad de gobernador en
Cuenca, Ismail habría imitado los fastos de la corte del Califa y desarrollado
la producción lujosa de marfiles en Cuenca.
La parte superior de la tapa, con similar
decoración a la realizada en el cuerpo del bote, cuenta con la terminación
superior de los herrajes en forma lanceolada a los lados del remate del cono
decorado mediante un círculo formado en su parte externa por otro sogueado ó cordón
de eternidad y en su parte interna con decoración floral de doce pétalos, en
cuyo centro se encuentra el hueco circular donde se fijaría la pieza
correspondiente al pomo de sujeción de apertura del bote que sería similar al
conservado en el Bote de Zamora.
BOTE DE
AL MUGUIRA
En el año 968 se constituye un hito dentro de
os marfiles califales, porque es la fecha en la que se fabrica el bote de al
mughira. En el Louvre. Al mugirá es el hermano de al-hakem. Fue un regalo del
califa a su hermano cuando este tenía 18 años. Hay muchas teorías acerca del
motivo del presente, pero ninguna está confirmada. Es muy importante porque
constituye el primer modelo datado del cambio en temática y estilo de los
marfiles. Todo el recipiente se cubre completamente por decoración. En la zona
de abajo, donde se centra la decoración más importante, encontramos una
distribución espacial muy clara a base
de cuatro medallones lobulados o perlados. Estos medallones incorporan en su
interior escenas o temas sobre un fondo de ataurique. Entre los medallones
además se disponen escenitas más pequeñas. El artista jerarquiza los temas por
tamaño. Esa organización procede claramente de los textiles, con medallones
circulares o lobulados enlazados mediante nudos, conteniendo las
representaciones.
Además nos vamos a encontrar que este bote
contendrá un renovado programa iconográfico cuyo objeto será articular un
sistema de propaganda política al servicio de la monarquía reinante. Ese
sistema visual de propaganda política consiste en elegir una serie de temas que
tienen un origen en el mundo oriental. Esos temas van a ser incorporados para
legitimar el poder del soberano, convirtiéndose en unos temas de uso exclusivo
del monarca. Va a estandarizarse de tal manera que todos los objetos
relacionados con el monarca van a utilizar el mismo tipo de imágenes con
distintos soportes.
En el medallón central vemos dos animales
(carácter oriental, origen persa). Es el famoso combate de animales que
consiste en que un animal fuerte, como un carnívoro, ataca a una animal débil,
un herbívoro (una gacela). Es un tema de clara naturaleza política que alude al
poder del soberano, el cual es el león que acaba con las gacelas.
El otro medallón contiene una representación de
carácter figurativo con personajes ubicados en una especie de estrada. Es una
escena de corte en la que tres personajes se disponen en una especie de estrado
sostenido por leones (alusión al poder). El que aparece en el centro, más
pequeño, es un músico. El de la izquierda seria al-hakem II y el de la derecha
es al mugirá o un sirviente que abanica
al califa. Vemos una imagen estereotipada de poder. No se van a representar
fielmente los rasgos físicos del califa, si no que se van a estereotipar y a
impersonalizar. Para ello se recurre a
una actitud rígida, hierática y frontal. Para identifica al califa se va a
recurrir a sus elementos de poder. Sabemos que es el califa porque justo en el
eje de su cuerpo encontraríamos una especie de redoma (recipiente de cristal)
que alude a la copa de los mundos o copa de la inmortalidad (elemento simbólico
que alude al poder del monarca). Es decisivo el hecho de que la copa se sitúe
en el eje del cuerpo del monarca. Otro de los elementos de poder es la espiga
que lleva en la mano derecha, que alude a la prosperidad del reino.
En el 970 se va a regalar una píxide al
prefecto de policía de Córdoba que va a seguir el modelo de al-mughira. Es una
de las pocas muestras que se conservan de policromía. Solo hay restos de rojo y
azul. Además, en este bote se mantiene el mismo tipo de decoración de poder
pero con algunas variantes. La distribución del espacio es la mima, con
medallones. Tenemos dentro de un medallón a un personaje que se dispone encima
de un elefante, se trata de representación abstracta e impersonal del poder. No
tiene unos rasgos definidos. También sostiene una redoma que evocaría esos
recipientes de cristal que alude a la copa de los mundos (tema oriental). Esta
representación del califa es curiosa porque está dispuesto encima de un
elefante, que haría alusión al uso d elefantes en ceremonias de carácter
palatino imitando a las ceremonias abasíes. Delante y detrás tenemos a los dos
sirvientes que guían al elefante.
En otro de los medallones vemos un enorme
herraje que tapa la decoración (ahora ya ha sido retirado). Tenemos al califa
ubicado sobre una especie de mueble de carácter lujoso, es un tipo específico
de trono, sobre águilas. El califa en majestad con actitud hierática, rígida y
frontal está sosteniendo una bandera o estandarte (otro atributo de poder). Al
lado un sirviente tiene una espada en la mano (símbolo de poder). Al otro lado
hay otro sirviente con un recipiente en las manos y avanza hacia el califa. Lo
que está haciendo es rociar e cabello del califa con perfume.
Por último vemos una forma de representar al
califa especial, como cetrero o jinete. La cetrería era la caza con halcones,
una actividad muy típica en la alta sociedad. Además era uno de los estudios
que debía aprender el buen príncipe. Tenemos la imagen estereotipada de poder
del califa montando a caballo con el halcón en la mano persiguiendo a una
liebre, detrás aparece un galgo o lebrel. Están representadas con un
extraordinario naturalismo. El califa debió regalar este bote a al-Ziyad por
algún acontecimiento importante o por algo que le satisficiera, por lo que
decidiera premiarle. Ello expresaba el favor del soberano hacia él.
En el último cuarto del s. X se va a producir
repentinamente una interrupción en la producción de marfiles. Esto coincide con
la instauración de la dinastía amirí, de Almanzor. En el año 798 Almanzor se va
a nombrar visir o primer ministro. A partir de ese año comienza un proceso
progresivo de acapararían del poder que lo va a convertir en una especie de
califa sin califato. Gobernara recluyendo al verdadero califa en Madinat al-Zahara
sin ningún tipo de decisión sobre los asuntos del estado.
LA
ARQUETA DE LEYRE
Si hay un objeto vinculado con uno de los hijos
de Almanzor, que a su muerte le van a suceder. Se trata de la arqueta de Leyre.
El taller de marfiles se va a trasladar de Madinat al Zahara a Madinat al Zahira,
al oeste de Córdoba. Esta arqueta se realizó en el 1004-1005. Esta arqueta esta
en el museo de navarra y procede del monasterio de Leyre. Gracias a que se
convirtió en relicario ha llegado hasta nosotros. El destinatario de la
obra va a ser uno de los hijos de
Almanzor, ab al malik, quien sucederá a su padre dos años después de su muerte.
Tipológicamente esta arqueta constituye una
novedad. Tiene mayores dimensiones gracias a que se va a recurrir a la utilización
de placas de marfil independientes: una para el frente y otra para la parte
bala. Son extraídas del colmillo y se van a montar mediantes pequeños
tornillos. La cubierta tronco piramidal o ataudada también es novedosa. Es un
modelo de recipiente que tiene su antecedente en Bizancio.
Respecto a la distribución espacial y a la
temática seguimos en el mismo modelo de al mugirá. En la parte frontal tenemos
medallones lobulados unidos entre sí (están por toda la superficie), dentro de
los cuales hay escenas de coro, en el central tenemos un laudistas y dos más
pequeños que tocan una especie de flauta. A la derecha tenemos al califa e
majestad, representación impersonal del califa. Porta en mitad del cuerpo el
recipiente que representaría una redoma. En la otra mano porta una espiga o una
especie de rama florecida. A través de la poesía cortesana se pone de
manifiesto que para aludir a la prosperidad del espacio se recurre a la
vegetación. Además lleva otro atributo de soberanía, un anillo llamado jatim.
Uno de los sirvientes esta espantando moscas. En la parte superior, en la tapa
tendríamos imágenes del califa luchando con un león y como jinete. En el
lateral vemos otra vez el combate de animales en torno al hob o árbol de la
vida. También aparecen grifos, que tiene carácter apotropaico o protector. En
el reverso hay una abundancia de escenas de carácter bélico. Se sabe que esa
pieza fue regalada a al ab malik para conmemorar la conquista de la ciudad de
león a los cristianos.
Esta pieza es otra de las pocas que nos han
llegado firmadas. Hay una inscripción en el interior de la tapa que dice farai
y sus discípulos. Esto nos dice que la pieza fue realizada por un artesano
principal y por sus discípulos. Faray también firmara en el exterior de la
tapa, por lo que se cree que la tapa fue realizada por entero por él. Cada uno
de los frentes de la caja será realizada por un discípulo diferente, ya que
aparece también firmada. Cabe destacar desde el punto de vista estilístico la
homogeneidad de la pieza.
Para concluir con el arte califal tenemos las
pilas de agua que se utilizaban para adornar ámbitos palatinos. Suponemos que
debían situarse o bien en los jardines o patios o en el interior de las
estancias. Están realizadas en mármol tallado. Tenemos toda una inscripción
alrededor que nos las fechas y que nos informa de quien patrocina el trabajo.
Tenemos un ejemplo de pila destinada a Madinat al Zahira, patrocinada por Al-manzor
y fechada en el año 987-988. Dentro estaban huecas, ya que debían conservar
agua.
En el frente principal tenemos un tipo de arco
lobulado con dovelas alternadas que cobijan un ataurique tallado en torno a hob
o árbol de la vida. En los laterales aparecen representaciones figuradas.
Tenemos águilas con las alas explayadas que atacan a ciervos (tema de la lucha
de animales, exclusivo del califa y colocado en todas las representaciones
vinculadas con el). Debajo tenemos grifos, con su carácter apotropaico.
Artes
suntuarias:
¿Qué ámbitos artísticos abarca el término arte
suntuario y cuál era su objetivo en al-Ándalus?
Abarca todo lo referido a recipientes, joyería,
textil de lujo, talla (eboraria, madera, mármol), cerámica, metalisterías,
cristalería, cosmética, música y poesía. Su objetivo era embellecer y sublimar
los objetos con el fin de aportar lujo, belleza y ostentación al propietario.
Todo ello incide en el refinamiento y la elegancia, potenciando la experiencia
de los sentidos.
¿Qué supone la llegada de Ziryad? Aportación.
Trajo las tradiciones del mundo abasí a
al-Ándalus, transformando a la sociedad hispanomusulmana en una mucho más
refinada y elegante. Se convirtió en un modelo a seguir de refinamiento y
clase. Introdujo novedades en la vestimenta, en la higiene personal y en el
protocolo (presentación de alimentos). Todo ello supuso un cambio de una
sociedad ruda a otra mucho mas distinguida.
Finalidad de Madinat al-Zahara. ¿Qué
significaba en ella el lujo?
La finalidad era crear una capital importante
para el mundo conocido. La imagen del califa como poderoso gobernante accesible
para la nobleza pero alejado del pueblo llano. Creando una imagen de califa y
de reino mucho más sólida y poderosa. Significaba la posibilidad de deslumbrar
a los visitantes de la ciudad, tanto turistas como gobernantes.
Finalidad del artificio aplicada a la
arquitectura en el pabellón de recepciones llamado Qars al-Jilafa de Madinat
al-Zahara.
La finalidad es, mediante una opulencia
excesiva, demostrar el poderío del califa y de su reino, dando una imagen de
superioridad y poder a los gobernantes y embajadores.
CANDELABRO
DE ILBRIA
Sigue el modelo de candelabro andalusí.
Pertenecía a la mezquita de ilbira (siglo
X-XI). De bronce, modelado y soldado. Decoración en bronce. Tienen tres
cuerpos, pero solo se han encontrado dos. El cuerpo inferior, el no conservado,
es una reconstrucción, no es el original. Se trata de un hexágono con 12
columnas con arcos de herradura rematados por dos molduras con celosía, en el
cuerpo superior tenemos un elemento troncocónico rematado por un bulbo
(oriental). Su origen es dudoso. Época califal, s. IX-X, aunque también podría
ser bizantino.
CANDELABRO
DE COPENHAGUE
De estructura similar al anterior. Tiene una
base circular y una esfera con decoración epigráfica (bendición), seis columnas
con arcos de medio punto y vanos circulares y cruciformes. En el cuerpo
superior vemos una estructura idéntica. Técnica más tosca. Son característicos
por su fantasía y suntuosidad. Tiene decoraciones de pájaros (origen oriental,
metalistería española). Se han encontrado muy pocos enteros, pero si
fragmentos.
BOTELLA
DE LOS MÚSICOS
De cerámica vidriada con decorados en manganeso
y cobre. Juego cromático de contraste entre el verde (islam), el blanco (omeyas)
y el negro (poder). Decoración
antropomórfica, con gacelas, caballos, etc. Inscripción: al-munk (poder).
Pertenece a la tipología de cerámica verde y manganeso. Es del siglo X, época
califal. Consta de un cuerpo panzudo sobre un cuerpo estrecho. Técnica tosca.
Cubierta de vidriado (zonas no decoradas). Dibujos de líneas sobre fondo
blanco. Tiene 7 figuras masculinas que Mirna un elemento central (animal). Hay
un músico haciendo sonar un cuerno, en el medio hay un hombre con un turbante
cónico que está mirando, etc. es muy valorado, a pesar de su conservación. Nos
da un nuevo modelo de esta tipología y la modalidad de decoración figurativa
humana.
No es de gran tamaño. Año 976. Los herrajes
fueron realizados por baf tali. Se trata de una caja de madera rectangular
forrada de plata nielada y repujada. Se encontró en la catedral de Girona,
donde se utilizaba como relicario. Recorrida por herrajes. Decoración con
caracteres cúficos. Inscripción religiosa. Los herrajes son fingidos, pues van
repujados, menos la chanela que hace de cierre. La decoración consiste en
palmas dobles y filas de perlas. Paralelismo con la decoración de Madinat
Elvira. Paso a manos cristianas. La pieza más importante de metalistería del
mundo califal, perfectamente fechada por su riqueza en decoración y similitudes
con el marfil (palmetas dobles).
Decoración en blanco, verde y negro con motivos
vegetales y geométricos. Tiene precedentes clásicos. Hay diferente tipologías:
abiertas y cerradas. Su función es presentar los alimentos en la mesa, de ahí
que tenga un gran tamaño. Pueden ser vidriadas para impermeabilizarlo de la
comida. Formaba parte de un ajuar domestico de lujo (ajuar real). Es un
recipiente convexo y abierto, 7 x 27 cm. Esta reconstruido. Actualmente se
encuentra en el museo arqueológico nacional. Tema epigráfico: al munk (señorío
de los omeyas, típico símbolo de poder). Estilo lineal y simple (incorrección
gramatical). Pertenecía a la ciudad de Madinat al Zahara. Está vidriado en el
interior (verde manganeso, cobre y manganeso) y en el exterior hierro.
Realizado con una técnica seguida desde el s. XIII. Se trata de un ejemplo de
cerámica vidriada (precedente del mundo oriental).
ALMAIZAR
DE SAN Pedro DEL MONTE
S. IX-X. Encontrado en el monasterio d san
Pedro del monte, león. Se trata de una pieza textil utilizada a modo de
turbante que caía a los lados. Está basado en tapicería, la cual se desarrolló
en el siglo IX y X. Pintan la seda en vez de la lana. Varios hilos forman la
base y otros se entrelazan con la base. Destaca el color saturado (llamativo).
Tienen tres bandas horizontales.
1. extremo flecos, coloración carmesí.
2. color crudo, natural.
3. decoración: dos cenefas pequeñas con rayas
de colores (rojo, amarillo, verdes, etc.). Seda. Como si fuera un bordado. No
contiene ninguna simbología califal (diferencia). Se vincula al califa.
Técnica parecida al anterior. Se cree que se
mantiene gracias a que ha sido relicario en el monasterio de san Pedro del monte.
Has dos tipos de cerámica: vidriada o no
vidriada. La vidriada puede ser monocroma (muy naturalista) o policroma.
Pertenece a Madinat ilbira. S. X-XI. Se trata de un jarro cerrado, una vasija
lobular, le falta el cuello o bollete. No tiene asas sin apéndices. Decoración
en tres partes:
1: palmetas blancas.
2: cuatro partes decoradas con una liebre en
manganeso, trazo firma y motivos vegetales.
3: motivos circulares en el centro un punto.
Las liebres pertenecen a la iconografía clásica
árabe. Tiene una planta en la boca, símbolo de fertilidad e inmortalidad. Se
cree que los autores desconocían la iconografía. Origen en Asia. No sabemos si
simboliza lo mismo.
Periodo califal, Abd el RaHman III. Tirat:
taller real donde se realizaban telas como regalos para el gobernante. También
son las inscripciones de las telas. Órdenes de hijos perpendiculares entre sí.
Origen copto (la trama no es siempre perpendicular a la urdimbre, que es más
gruesa). La decoración se completa con aguja. Decoración a base de flor con
tallos curvos en su base.
Se trata de una pieza rectangular con
decoración en tres trozos, en las bandas laterales hay una inscripción en
blanco sobre fondo beige. En la central el fondo es negro. Tiene trece
medallones octogonales defernados con hojas y unidos por flores. Colores paja,
amarillo y verde. Piezas regaladas por los musulmanes a los embajadores
castellanos o botín de guerra. Importancia: tienen una inscripción. Decoración
circumrotatal o palia cortal (decoración circular). Aparece una representación
del propio califa (modelo de marfiles).
Existen tres ejemplares prácticamente
idénticos. Proviene de Madinat al- Zahara. Es de época califal, siglo X. serie
de tres cervatillos. En la basa tiene un orificio de alberca. Aleación cobriza.
Decoración a base de círculos tangenciales, vegetal y geométrica. Muy
estilizadas. Referentes romanos en estilo y decoración. Cuerpo dentro de una
estructura casi cuadrada. Tiene un orificio en la cabeza, donde podría haber
habido cuernos. Los círculos tienen en el interior una hoja nervada. Plataforma
por la que iría un tubo, el agua saldría por la boca. Rodearían una de las
albercas de Madinat. Metal dorado con piedras preciosas. Son bocas de fuente.
Tienen interiormente todo un conducto. A estas pizas se hace alusión en los
textos. Carácter completamente abstracto y conceptual. Decoración grabada a
buril, y después se doraría (efecto riquísimo).
TESORO DE CHARRILLA
Se trata de un tesoro
formado por 37 piezas encontrado por unos niños en un montón de tierra que
había removido una excavadora. Este perfectamente datado ya que entre el tesoro
se encontró una serie de monedas. 944-947. Además de monedas, había una diadema
o posible ceñidero, brácteas circulares, tutes y canutos, anillos y perlitas de
aljófar.
La diadema a ceñidor:
se trata de una pieza que, en principio, puede ser considerada como diadema,
aunque nada impide que pueda ser un ceñidor. Está articulada en siete piezas,
de las cuales dos son intencionadamente distales, de forma de planta
pentagonal, rematadas en argollas soldadas en sus extremos, para pasar una
cinta. Estos elementos distales encuadran cinco placas de forma rectangular, en
cuyo centro se sitúa un cabujón para una falsa gema de pasta vítrea. Estos
tienen un remate, en la parte superior, consistente en triángulos. Todas las
placas son de chapa, huecas en su interior. Las chapas son sencillas,
contrapuestas y dobladas en sus bordes, que se sueldan.
La decoración recurre
a diversas técnicas, que ocupan zonas determinadas. El repujado se usa para
hacer una banda vegetal en los lados que conducen al vértice de los triángulos,
así como para los triángulos pequeños de la parte superior de la zona central,
con decoración de flores de loto con las puntas hacia arriba. Hilos sencillos
aplanados encuadran la decoración vegetal de los triángulos extremos, e hilos
torosos dobles aplanados forman círculos en los extremos de lo mismo. Una banda
ondulada, de hilo doble aplanado, señala la separación de las placas centrales.
Botones troquelados y soldados están en el centro de estos círculos así como
formando un encuadre de cada rectángulo lateral y superior en las placas
rectangulares. Igualmente, hay cuatro señalándolas esquinas de cada una de ella
entre estas y el cabujón central. Es la parte inferior central de cada una de
las placas rectangulares hay un circulo hecho con hilo de torso sencillo en
cuyo centro hay un pequeño orificio.
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