domingo, 29 de noviembre de 2009

ELEMENTOS DE ARQUITECTURA

Conceptos generales de arquitectura.

1. ARQUITECTURA
La arquitectura crea espacios que se cubren para una función: residencial, religiosa, económica, política, etc. Es importante considerar el hecho arquitectónico como la creación de espacios interiores que resulten confortables y adecuados al uso al que se destinan. La elaboración de estos espacios internos sólo presenta una verdadera dificultad técnica: la cobertura superior. El elemento sostenido no sólo presenta las mayores dificultades constructivas sino que depende de él toda la estructura arquitectónica y llega a condicionar todo el estilo. En definitiva, toda la historia técnica de la Arquitectura es la historia de los sistemas de cubrimiento, es decir, de los elementos sostenidos. Los elementos sustentantes, en general, serán una consecuencia estricta de los elementos sostenidos.

1.1. Elementos sustentantes.
Son fundamentales para la estabilidad de la estructura de cualquier construcción y deben ser adecuados al tipo de cubierta que vaya a tener el edificio. Los principales elementos sustentantes de un edificio se pueden organizar en:

Muros. Es un elemento sustentante continuo en cuanto que tiene juntas las piezas que lo constituyen sin dejar "huecos" nada más que los vanos de acceso al interior o de entrada de luz y aire. La forma de realizarlo se denomina aparejo pero se conoce también con el nombre latino de "opus" (obra o trabajo); sin embargo se suele utilizar el término opus para hacer referencia al tamaño y forma de los materiales, generalmente irregulares, mientras que el término aparejo se utiliza con más frecuencia para distinguir los diferentes tipos de muro según la colocación de los sillares. Los materiales con que se construyen pueden estar sin labrar, parcialmente labrados para darles una forma casi regular (sillarejo) o tallados en forma de prisma cuadrangular o paralelepípedo (sillares). Según el tipo de piezas que lo componen, su tamaño, forma o disposición en que se encuentran recibe distintos nombres.

Trabajo realizado con materiales irregulares



Mampostería Opus caementicium Opus Craticum Opus Incertum
Mampostería: muro hecho con piedras de diferentes tamaños sin labrar amontonadas, con o sin argamasa, entre las que pueden quedar pequeños huecos.
Opus caementicium: mezcla de guijarros, cal y arena formando una superficie continua.
Opus craticum: muro con estructura de madera rellena por piedras con cal o cemento.
Opus incertum: muro de hormigón al que se empotran exteriormente piedras sin labrar.

Trabajo con sillarejo (realizadas con piedras algo labradas)


Opus poligonal Ciclópeo
Vittatum Quadratum Testaceu
Opus poligonal: aquel cuyas piezas tienen forma próxima a polígonos aunque irregulares.
Muro ciclópeo: realizado con piedras de grandes dimensiones.
Opus vitatum: las hiladas de piezas son horizontales aunque varían de altura.
Opus quadratum: las hiladas de piedras suelen tener la misma altura.
Opus testaceum: hecho a base de ladrillos o tejas cocidas unidos con argamasa.

Trabajo con piezas dispuestas oblicuamente respecto al suelo.


Opus reticulatum Opus spicatum
Mixto Mixto Incertum Mixto vitatum Mixto Reticulatum
Opus reticulatum (en forma de rombos o red): las piezas tienen forma de pirámide y están empotradas en el muro dejando la base de la pirámide a la vista en el exterior.
Opus spicatum (en forma de espina de pez): las piezas están oblicuas y encajan unas con otras en ángulo recto alternando su inclinación a derecha e izquierda.

Aparejo según el tipo de sillares.


Aparejo isódomo Aparejo pseudoisódomo
Aparejo isódomo: con piezas en paralelepípedo iguales unas a otras.
Aparejo pseudoisódomo: con piezas en paralelepípedo pero de dos tamaños diferentes.

Aparejo según la presentación de los sillares.


A soga A tizón
A soga y tizón diatónico A soga y tizón inglés A soga y tizón flamenco
Inglés antiguo Belga Holandés
Aparejo a soga: Los sillares aparecen al exterior vistos por su lado ancho.
Aparejo a tizón: Los sillares aparecen al exterior vistos por su lado estrecho.
Aparejo a soga y tizón: Los sillares aparecen al exterior vistos alternadamente por su lado ancho y estrecho.


Muro con sillares almohadillados


Almohadillado: los sillares no presentan una superficie uniforme sino que aparecen al exterior abombados, en forma e pirámide, de tronco de pirámide, ...

Cadenas en los muros



Cadena: estructura de sillares colocados verticalmente en las esquinas de los edificios para reforzarlos.

Molduras ornamentales del muro.



Filete o listel Bocel o toro Mediacaña Escocia
Caveto o nacela Cuarto Bocel Gola o cima recta Talón o cima reversa
Filete o listel: con una sección cuadrada o rectangular.
Toro o bocel: presenta un semicírculo hacia el exterior.
Mediacaña: presenta un semicírculo hacia el interior.

Vanos. Tanto en huecos de portada como en tabiques, se trata pues de puertas y ventanas, constituidas por jambas (partes laterales) y dintel (parte superior), más el umbral, en el caso de las portadas, y el alféizar, en el caso de las ventanas (línea imaginaria inferior que se traspasa al entrar o salir de un edificio).

El espesor de los muros no permitía grandes aberturas, para que no peligrase así su estabilidad, por ello se recurrió a la ingeniosa idea de abocinar las jambas ( disponiendo la portada o ventada de más ancho a más estrecho), con lo que la superficie de sustentación era la misma, pero la iluminación mayor. Estos abocinamientos o derrames, por otra parte, sugieren y facilitan los magníficos portales medievales.
Dos elementos decorativos relacionados con puertas y ventanas son: el parteluz o mainel, fundamentalmente utilizado en el Gótico, y el alfiz, enmarque de la ventana o portada en moldura decorativa, muy utilizado en el arte islámico y mudéjar.
Un último elemento a señalar entre los vanos sería el caso de la puerta- balcón, cuando el vano sobresale a modo de mirador, con su reja de hierro, que se apoya en tornapuntas en "S", como en las plazas mayores del Renacimiento español.

Pilares. Son elementos sustentantes verticales de sección poligonal (de polýs, mucho, y gonía, ángulo), siendo el cuadrado su sección básica. En la Edad Media los pilares se tornan cruciformes, porque así se ajustan a los cuatro arcos que corresponden a cada tramo. El pilar se complica notablemente a medida que avanza la Edad Media, como consecuencia de la complicación de las cubiertas.

Si el pilar es adosado se denomina pilastra, y si tiene forma de pirámide invertida estípite, de tanta presencia en el Manierismo. En todos los casos es muy frecuente que el pilar tenga en sus extremos los mismos elementos que la columna, es decir basa y capitel.

Pilar: "Pie derecho exento, normalmente de sección poligonal. Suele tener mayor robustez que la columna."
Columna: "Pie derecho, de sección circular, cuyas partes esenciales son fuste, capitel y basa"
Pilastra: "Pilar adosado, con basa y capitel"

Cuando el arquitecto medieval decide levantar el templo ya tiene en su mente la forma que tendrá, de qué forma lo cubrirá, y sobre todo -y ese debió de ser uno de sus mayores quebraderos de cabeza- cómo transmitirá hasta el suelo los enormes empujes de sus bóvedas para que su empeño no acabe en tragedia.
Lo mismo ocurre hoy con los modernos edificios. Pero el arquitecto cuenta con precisos cálculos de resistencia de materiales... Y aun así, en ocasiones también puede fracasar.
Tengo un amigo arquitecto, Daniel, que me ha enseñado a cerrar la boca cuando entro a un templo. Me explico: cuando nos adentramos en una de estas excepcionales edificaciones, lo habitual es que la gente vaya mirando hacia arriba y con la boca abierta; a partes iguales por la posición de la cabeza y por el asombro sobrevenido ante lo contemplado.
Y para analizar el pensamiento de quien proyectó el edificio, hay que cerrar la boca y mirar al suelo. Allí están las claves del proyecto.



A ras de suelo está la planta del edificio. Y los apeos que diseñó el arquitecto para contrarrestar empujes verticales de una bóveda, que a lo mejor ya no está, porque ardió el templo, o lo reformaron, o no tuvo el valor suficiente para cubrirlo presa del "miedo escénico" ante la posibilidad de que el derrumbe acabase con su carrera, si no con su propia vida.
Las pilastras de la imagen superior (correspondientes a la catedral de San Pedro de Jaca) nos dicen que su arquitecto pensaba cubrir con piedra. Bóvedas de arista en las naves laterales (pilares de triple esquina en la de más atrás) y apeos para fajones en la central, lo atestiguan. Pero se hubo de conformar con techumbre de madera. ¿Miedo? ¿Cambio de planes por motivos coyunturales?...
La próxima vez que entres a un templo, mira sus pilares. Analiza la forma que les dio el arquitecto y deduce cómo habría de ser la bóveda. Luego, eleva la mirada y comprueba si has acertado.



El arquitecto románico cuenta con un gran aliado a la hora de planear el modo de encauzar los empujes: el sillar. La piedra, adecuadamente trabajada y asentada es capaz de aguantar enormes presiones. Su punto débil es el hecho de no trabajar a torsión. Pero soporta la presión de manera muy eficaz.
Y junto a ello el conocimiento del "mecanismo" del arco de medio punto y la adecuada forma de compensar los empujes aprovechando naves laterales y contrafuertes como aliados fueron elementos que se aliaron con el arquitecto para conseguir un resultado óptimo, que todavía da fe de su pericia.



Las formas más arcaicas de los pilares son también las más simples en su hechura: Secciones cuadradas o circulares, que con el paso del tiempo y la aparición de nuevas necesidades técnicas se fueron haciendo más complejas.
El pilar cuadrado, simple fragmento del muro, se transforma en cruciforme al necesitar apear los arcos fajones de la bóveda. Así de simple. Si el arquitecto decide que va a cubrir con piedra y no con madera, el pilar, desde su arranque habrá de tener esta forma. Al menos en esta época. Pues con la reforma cisterciense, será una ménsula embebida en el muro quien reciba el empuje del fajón.






Sobre estas líneas, pilar cuadrado y a la derecha otro cruciforme. Pertenecen a Samitier y a San Juan de Pano respectivamente (Huesca).



Una forma de abovedar en el primer románico, como es la bóveda de arista, precisaba ser proyectada desde su arranque. Así vemos pilares y pilastras de triple arista como testimonio en general de este hecho. Las aristas laterales recibirán fajón y formero y la central el apeo de la arista.
De este modo podemos afirmar que tanto la cripta de Samitier (arriba a la izquierda), como las naves laterales de la catedral de Jaca (arriba a derecha) se iniciaron pensando en cubrirlas con bóvedas de arista. Ninguna de las dos llegó a edificarse.




Una forma elemental de apear las cargas es a través de una columna monolítica de sección circular. Así se viene haciendo desde la época clásica, y sigue funcionando, tanto en los intercolumnios como en las salas capitulares. Y por supuesto en galerías porticadas, claustros, portadas y ventanales.
Si el pie derecho está formado por sillares a los que se ha tallado para darle forma cilíndrica al asentarlos, estamos hablando de pilar, no de columna. Es una estructura de mucha mayor robustez y resistencia. Sobre estas líneas, a izquierda una columna (San Juan de la Peña) y a la derecha un pilar (Catedral de Jaca).



En el románico pleno, a las formas elementales surgidas a partir de la sección cuadrada y sus combinaciones, se añaden semicolumnas ante las superficies grandes del pilar y columnillas en los diedros resultantes. Pero no es solo por estética, que también, sino que servirán para prestar apeo en altura a arcos fajones y formeros por medio de capiteles, así como dobladuras de arcos o nervaduras en las bóvedas de crucería.



Las semicolumnas adosadas hasta ahora en los ejemplos mostrados eran sencillas. Más tarde las veremos por parejas. Es un modo que se ha dado en llamar hispano-languedociano y refleja un momento avanzado del románico.



Así, esos gruesos pilares fasciculados, atiborrados de semicolumnas y columnillas en todo su perímetro, se desplegarán en altura, a modo de hojas de pétrea palmera que perfilarán las bóvedas con sus nervaduras. Es un momento ya tardío del románico, preludio del gótico que ya avanza con fuerza.

Hasta ahora, las nervaduras son más decorativas que funcionales. Después serán el modo de transmitir los empujes y por tanto liberar a los muros de esta función que ya comienza a intuir el arquitecto románico cuando comprende que para poder hacer muros más altos ha de hacerlos más ligeros a la vez que los articula con vanos a distintas alturas. Está encauzando las cargas por recorrido concretos .











Hasta ahora hemos visto pies derechos exentos como vehículos de transmisión de cargas. Y si los mismos se hallan adosados a los muros, como si el pilar se hallase en el interior del mismo y solo una pequeña forma sobresaliese, estamos hablando de pilastras. Su estructura y función son idénticas. Varía la condición de exentos o adosados al muro.
Por último, repetir, que la complejidad de la estructura de un sistema de apeo de cargas está en proporción directa a la elaboración de las bóvedas que sustentan. Grandes pilares fasciculados, implican bóvedas de crucería complejas en altura.





SOPORTES: a) pilar, b) pilastra, c) columna, d) pie derecho, e) y f) ménsulas, g) estribo, h) dintel.

Columnas. Son elementos sustentantes verticales de sección curva generalmente circular. Parecen ser, en su origen, la plasmación en piedra de los primitivos troncos de árbol utilizados en Arquitectura, siendo las estrías las naturales de la corteza. En su elaboración se cuidan magníficamente sus proporciones. Se constituyen en tres partes fundamentales: basa, fuste y capitel. Decir que un templo es de estilo dórico o corintio significa, fundamentalmente, decir que es de columnas dóricas o jónicas.

1.2. Elementos sustentados.
Dintel (Arquitectura arquitrabada o adintelada). Es la manera de cerrar un vano de forma plana, por medio de una losa de piedra, un tronco de madera... y, en la actualidad, por una viga metálica, cemento... La dificultad constructiva deriva de tener que poner dicha pieza sobre los elementos sustentantes y a lo largo de la historia se ha resuelto de diferentes formas: mediante rampas de arena, poleas,...

                                                       Descarga del peso y punto débil

El peso de la pieza que constituye el dintel y de los materiales que están encima se descarga en vertical hacia el suelo de forma que los extremos del dintel, que se apoyan en los elementos sustentantes (muros, pilares,...), quedan firmes mientras que la parte central, que no esta apoyada, tiene mas peligro de hundirse. Los laterales del vano (jambas) deben ser gruesos para recibir verticalmente el peso del dintel.
Si encima del dintel se continua construyendo y añadiendo materiales sin ningún otro cuidado, el peso de esos materiales pueden aplastar el dintel por su parte central. La parte central del dintel es, pues, su punto débil. Cuanto mayor sea la luz del vano (anchura), más débil será el dintel y más posibilidades tiene de hundirse. En cambio, la altura a la que este el dintel respecto al vano no interviene en su estabilidad sino que influye, únicamente, el peso de los materiales que se le pongan encima.
En la arquitectura clásica se denomina entablamento (de entablar o juntar vigas) a todo lo que se encuentra sobre las columnas. Sus partes características son: el dintel, el friso [decorado con triglifos (en origen vigas que sobresalen transversalmente) y metopas (huecos rectangulares entre vigas y decorados con relieves, en origen chapas cerámicas o de madera decorada)], la cornisa (parte superior que engloba el frontón) y el frontón.
La arquitectura adintelada suele ir rematada en tejados a dos vertientes o a dos aguas. El elemento fundamental de estas cubiertas son las cerchas o cuchillos, armadura triangular que, reiterada cada cierto espacio, cubre todo el techo. Así pues, el frontón sería el resultado final de ese sistema constructivo, convirtiéndose en un marco magnífico para la estatuaria.

La armadura de la cubierta

                                                    La armadura y sus componentes


Arco (Arquitectura abovedada). Es la forma curva de cerrar un vano y no consta de una sola pieza sino de varias, que se denominan dovelas. Las dovelas tienen una forma trapezoidal con mayor anchura en la parte exterior que en la interior mientras que pueden ser planas en su parte frontal y trasera, y que encajan en forma de cuña. La forma convergente de las dovelas impide que estas se caigan, con lo que el vector vertical del peso desaparece y se transforma en otro oblicuo que empuja hacia la dovela contigua. La suma de todos estos vectores da una resultante oblicua sobre los apoyos o salmeres del arco, que descansan directamente sobre las jambas.
El hecho de que los empujes sean oblicuos supone la más profunda revolución de la historia de la ingeniería constructiva, ya que para evitar que se derrumben los muros se recurrirá a geniales soluciones que modificarán radicalmente los elementos sustentantes.



















Existen muchos tipos de arcos, en función del número de centros, pero destacaremos:
• De medio punto o semicircular. Es aquel cuya circunferencia se hace desde un solo punto.
• Peraltado. Es un arco de medio punto que se continua hacia abajo, desplazando la línea de impostas.
• Herradura o visigodo. Es un arco de circunferencia cuyo radio se prolonga 1/3 más del medio punto.
• Carpanel. Viene de carpa, mástil, por tener tres puntos de circunferencia para su trazado. Es el más utilizado en el Renacimiento español.
• Ojival apuntado. Es un arco de trazado simétrico característico del Gótico.

De 1 sólo centro

De 2 centros

De 3 y 4 centros


El arco origina dos cubiertas características: la bóveda y la cúpula.


La primera puede considerarse engendrada por un arco que sigue un movimiento de traslación recto. Toma el nombre del arco, excepto si este es de medio punto, en cuyo caso se llama de cañón. Una bóveda de cañón suele construirse con unos arcos de refreno llamados fajones o torales (porque fajan la cubierta), que descansan en pilares o pilastras. Al exterior de estos se colocan los contrafuertes. Esta cubierta, muy utilizada en los primeros momentos del Románico, no es suficientemente segura, por lo que se recurre a la bóveda de arista, que se puede considerar como la obtenida por. la intersección ortogonal de dos de medio punto. Con ello los empujes se localizan en cuatro puntos, donde se colocarán fuertes pilares. El resto del muro puede ser así más liviano.
Al colocar en las aristas de estas primitivas bóvedas unos arcos, llamados ojivas, se conducen todos los empujes oblicuos a estos nuevos arcos, los cuales los llevan a los extremos donde, al exterior, un arco lanzado al aire, llamado arbotante o arco puente, conduce el esfuerzo a los contrafuertes o botareles que, rematados por pináculos góticos, terminan por llevarlo a tierra. La diferencia entre la bóveda de aristas y la de ojivas es fundamental para el progreso técnico medieval.
El dominio de las bóvedas ojivales permitirá la multiplicación de los nervios, llegando a una decoración exuberante, como en el caso de las bóvedas de abanicos.



La otra cubierta originada por el arco es la cúpula. Se considera creada por el movimiento rotatorio de un arco. Toma, en general, el nombre del arco que la engendra, excepto cuando éste es de medio punto, en cuyo caso se llama de media naranja. Los problemas técnicos que plantea la cúpula son dos: el primero es el de su asentamiento en tramos cuadrados y el segundo el de los empujes oblicuos.

El primer problema se resuelve con el uso de las pechinas, triángulo esférico o curvo que lleva el empuje de la cúpula al suelo.
Los empujes oblicuos se resuelven con cuartos de esfera, ocupando los cuatro arcos que la sustentan, o mejor aún, aligerándola de peso y fajándola interior y exteriormente, como BRUNELLESCHI en Florencia.

TIPOS DE BÓVEDAS








ELEMENTOS INTERMEDIOS DE LA ARQUITECTURA
Se entiende que los elementos sustentantes arrancan directamente de la base de la construcción y que los elementos sustentados son aquellos que sirven para cerrar tanto los vanos como la cubierta de la construcción. Entre unos y otros hay una serie de elementos necesarios para pasar de los primeros a los segundos que se apoyan en los sustentantes y soportan a los sustentados: éstos se consideran elementos intermedios de arquitectura.

Entre ellos podemos citar la ZAPATA, el MODILLÓN y la MÉNSULA, el ARBOTANTE, la PECHINA y el TAMBOR y, finalmente, la TROMPA y el CIMBORRIO.
LA ZAPATA



"Madero corto de disposición horizontal colocado sobre un pie derecho, a fin de aumentar el apoyo de la carrera y disminuir su vuelo".

El pie derecho es un elemento sustentante vertical que suele reforzar una estructura poco segura y, para que la cubierta tenga mayor sujeción, se puede colocar una zapata que aumenta el apoyo.




EL MODILLÓN Y LA MÉNSULA


Ambos elementos sirven para sustentar y reforzar por su parte inferior algún tejadillo o saliente. El modillón se utiliza frecuentemente para servir de arranque de los arcos cuando no se ha previsto su sujeción desde la base; este hecho ocurre en la transición del románico al gótico (finales del S. XII d.C.) en los edificios cuyo elemento sustentante fundamental era el muro y sobre la marcha se pretende poner arcos ojivales para hacer una bóveda de crucería por lo que se incluye en el muro un modillón.
Un modillón es un "elemento saledizo, a modo de pequeño bloque, con que se adorna o sustenta un elemento volado por su parte inferior".
La ménsula es un "elemento en saledizo que sirve para sostener alguna cosa y que tiene más vuelo que altura".

EL ARBOTANTE


"Arco rampante que transmite los empujes de la bóveda a un contrafuerte, sobre el que se apoya su arranque inferior. Aparece a fines del S. XII, convirtiéndose en un elemento constructivo fundamental en la técnica arquitectónica gótica".

Aunque el arco es un elemento sustentado que cierra un vano, el arbotante podría considerarse como elemento intermedio puesto que su misión no es la de servir de cerramiento sino de descargar el peso de elementos superiores a otros inferiores.



























LA PECHINA Y EL TAMBOR

La pechina es un elemento con forma de triángulo esférico (cóncavo-convexo y con lados curvos) que sirve para pasar de una base cuadrada a una forma circular superior. Las pechinas se originan al seccionar por su parte superior una bóveda vaída. Aunque tiene su origen en el mundo romano, son los bizantinos los que explotan este sistema durante toda su existencia durante un milenio y los musulmanes que imitan esa forma bizantina.


Su bien la estructura normal es la que presenta cuatro pechinas, en raras ocasiones pueden aparecen más, como es el caso de la mezquita de Sokollu Mehmet PaÇa Camii en Istanbul construida por el gran Sinan en 1571.

Una vez conseguida la forma circular se puede poner una cúpula o, para elevarla aún más respecto al edificio, se puede poner entre las pechinas y la cúpula un tambor que es una torrecilla de forma cilíndrica.

LA TROMPA Y EL CIMBORRIO

La trompa es un elemento con forma de bóveda semicónica que sirve para pasar de una base cuadrada a una forma octogonal superior. Una vez conseguida la forma octogonal se puede poner en su base una cúpula o, para elevarla aún más respecto al edificio, se puede poner una torrecilla con forma de prisma octogonal que se denomina cimborrio.

Es la forma tradicional de la arquitectura medieval occidental para pasar de una forma cuadrada a la cúpula; al exterior del edificio las trompas aparecen únicamente como un ángulo, pero su verdadera contemplación se realiza únicamente desde el interior.

Formas de representación de la arquitectura
En la opinión de Bruno Zevi sería imprescindible dedicar un tiempo en recorrer el edificio para su comprensión, lo que entiende como cuarta dimensión de la arquitectura. Sin embargo, al hacer un estudio de la historia de las diferentes culturas, debemos conformarnos con la representación gráfica de los edificios ante la imposibilidad de “recorrer” siquiera los más representativos de cada época.

Por este motivo, cuantas más “vistas” de la construcción tengamos a nuestra disposición, mayor será la idea que nos hacemos de él. Además de las fotografías o diapositivas desde distintas posiciones de los edificios, se utilizan varias formas de representación gráfica en el plano que complementan, a veces de forma imprescindible, la información que necesitamos para conocer la forma, la estructura, los elementos, ... de la construcción.

Estas formas de representación pueden ser:
LA PLANTA.-





“Es una representación gráfica de un sistema de proyección ortogonal horizontal a escala de un edificio al que se le ha practicado una sección horizontal a determinado nivel.” (J. R. Paniagua)

En efecto, es un dibujo de una construcción vista desde arriba (en perpendicular) al que se le han retirado desde una cierta altura los elementos que lo constituyen y quedan las formas que arrancan del suelo, pero en el que también se representan algunos elementos intermedios y sustentados.

EL ALZADO.-



"Diseño de un edificio atendiendo a sus planos verticales , sin representación o proyección en perspectiva”. (J. R. Paniagua)

El alzado puede representar la fachada exterior o el interior de un edificio pero visto de frente, a su misma altura y, por tanto, sin perspectiva.

AXONOMETRÍA E ISOMETRÍA (LA “VISTA AÉREA”).-



"Por AXONOMETRÍA comúnmente se entiende la representación en la que la planta del edificio se coloca con cierto ángulo de inclinación, manteniendo los valores de sus ángulos y conservando su correspondencia métrica, levantando desde ellas las alturas verticalmente.” “La ISOMETRÍA es un tipo particular de axonometría en la que los tres ejes forman en proyección ángulos de 120º”(J. R. Paniagua).


El aspecto que ofrecen estas formas de representación es la de construcciones vistas generalmente desde arriba aunque pueden presentarse desde abajo como si se hubiese retirado el suelo y se viese desde la parte inferior.

LA SECCIÓN.-
Es aquella representación de un edificio al que se le ha quitado una parte para que se pueda contemplar su exterior y parte del interior.
De esta forma pueden ser tanto un alzado con sección como una “vista aérea” con sección pues la planta en sí misma ya es una especie de sección.