Archivo del blog

jueves, 16 de junio de 2011

Capítulo 26 - PROV. BÉTICA Y LUSITANIA


ARQUITECTURA ROMANA EN HISPANIA:

LAS CIUDADES de la BÉTICA Y LUSITANIA

URBANÍSTICA ROMANA EN ESPAÑA
La política urbanizadora de Roma en la Península Ibérica se caracteriza por la valoración de las ciudades preexistentes más que por la fundación de nuevas ciudades (ex novo), salvo excepciones. De hecho la mayoría de las "colonias" de nueva fundación fueron en realidad la concesión de un nuevo estatuto jurídico a un grupo de nuevos ciudadanos sobre su antiguo asentamiento indígena.
La ciudad romana posee un esquema cuadrangular típico, derivado por una parte de la tradición de la ciudad helenística, y por otra de los planos de sus propios campamentos, y de la propia tradición religiosa etrusco-romana que divide el espacio de la nueva ciudad en cuatro zonas geográficas, mediante dos ejes, el Este-Oeste, que coincidirá con el decumano y el Norte-Sur con el cardo.
Las ciudades se organizaban en relación a estos dos ejes principales mediante calles paralelas, formando ínsulas o manzanas normalmente rectangulares y en ocasiones con calles porticadas. El foro era el centro ciudadano, una gran plaza organizada en ocasiones como elemento autónomo, en el que se colocaban los templos y la basílicas, edificios judiciales y comerciales.
Las calles estaban normalmente pavimentadas con losas de piedra, necesitando frecuentemente separaciones. Poseían aceras de mayor altura para defenderse de las aguas y del tránsito de carros, en ocasiones con paso de piedra de una a otra acera.
Por último, los grandes edificios de carácter público, teatros, anfiteatros y circos, se colocaban fuera de la ciudad normalmente debido a la extensión que ocupan, casi siempre aprovechando relieves naturales, pero sin que falten los efectuados mediante obras de fábrica.

Campamentos romanos
Sociológicamente la primera urbanización romana fue la traída por los militares con sus campamentos. Algunos de ellos pasaron luego a ser ciudades, mientras que una mayoría de ellos desaparecieron.

Quizá el primer campamento romano fuera el de Ampurias, donde desembarcó Cneo Escipión en 218 a.C., colocándolo al Oeste de las ciudades helenísticas e indígenas, sobre el que luego se construyó la ciudad romana, de modo que Ampurias pasó a ser una ciudad de tres ciudades unidas entre sí y separadas a su ver por murallas.
Son aleccionadores los campamentos de la circunvalación de Numancia, anteriores al 133 a.C., en que fue tomada por Escipión el Africano. La circunvalación última comprendería una muralla de madera con sus fosos y terraplenes, siete fuertes y dos campamentos. Posteriormente a la ocupación parece ser se construyeron otros campamentos, siempre de traza rectangular, redondeados en las esquinas y con puertas en el centro de sus lados.
Cáceres posee en sus cercanías dos campamentos de los que se conoce uno de ellos, el de Casta Caecilia fundado por Metelo. Casta Julia, el otro campamento documentado no se conoce. Las excavaciones del primero han ofrecido un caso de murallas sin torres, así como sus puertas, edificios de piedra y restos de departamentos y "tabernas" o tiendas en su foro.
Los campamentos dieron lugar posteriormente al nacimiento de sendas ciudades. Nos referimos a León, castra o campamento de la Legio VII Geminae. 
Fundado este campamento en el año 75 d.C., lo fue permanente hasta la caída del Imperio. En el siglo IV debió amurallarse, aunque poseía, de antiguo, muralla que únicamente se reforzó con otro muro y torres. La localización de las canabae, esto es, las construcciones donde habitaba la población civil que rodeaba el campamento no se han hallado, pareciendo lógico que la planta rectangular aun perfectamente visible sea del campamento en su interior se reconocen el trazado del decumano y el cardo.
Otro campamento convertido posteriormente en ciudad es el que existió en Lugo. En su centro se reconocen los restos del trazado regular del campamento, que luego fue rebasado de forma irregular, quizá por las canabae que se colocaron formando calle alrededor de la muralla del campamento. En la baja romanidad se circunvaló el conjunto abigarrado, obtenido con murallas de planta irregular.

Las colonias romanas
Las verdaderas ciudades romanas fundadas en Hispania llegan a algo más de 30, desde Itálica, fundada en el siglo II a.C. hasta las últimas de época flavia. 
Normalmente no llegan a ser fundaciones nuevas, sino remodelaciones de ciudades indígenas, debido a variadas circunstancias, en su mayoría de carácter militar. Itálica fue fundada para cuidado de los heridos en batalla. Desde esta fundación a la época de Cesar se crean nuevas colonias, de ellas Grachuris (Logroño) e Iliturgis (Jaén).
Por Tiberio Sempronio Graco; Carteia para los mestizos entre soldados romanos e indígenas; Corduba (Córdoba); Valencia con veteranos de las luchas con Viriato; Palma y Pollentia (Mallorca) con colonos peninsulares, y Medellín (Cáceres). Con César se fundan ocho más, entre ellas Tarragona, Hispalis, Osma y Cartagena; quince en época de los flavios; Tortosa, Clenia y Fleviobriga (Castro Urdiales).
En estas fundaciones podemos ver una política dirigida hacia la Lusitania y la Bética fundamentalmente, dejando casi abandonada, básicamente, la zona Norte peninsular.

Ciudades en la Bética:
La urbanización del sur de la Península se fundamentó inicialmente en las ciudades ya existentes, diferenciándose aquéllas cuya autonomía se reconocía de  manera directa («libre») o mediante un pacto («federadas»), y las sometidas sujetas a tributo («estipendiarias»), que eran la gran mayoría.
Paulatinamente se crearon «colonias», fundaciones ex novo o sobre núcleos previos que comportaban el establecimiento de veteranos legionarios, la delimitación y reparto de tierras para el cultivo y la adopción de las instituciones romanas, gozando de un elevado estatus honorífico. Desde la fundación de Carteia en el 171 a.C., la primera con categoría de colonia latina fuera de Italia y en toda la Hispania, César y Augusto impulsaron numerosas fundaciones coloniales que, distribuidas a lo largo del valle bético sobre todo, promovieron una profunda romanización y reestructuración del territorio. En paralelo, otros núcleos urbanos prominentes accedieron al rango de «municipio», ciudades dotadas de autonomía a las que se otorgaba el derecho romano  o latino y en las que predominaba el carácter civil, frente al matiz militar de las colonias.
Este proceso de urbanización favoreció la expansión y homogeneización de la  ocupación del territorio y la concentración de la población en asentamientos en llano y al hilo de las vías de comunicación en las áreas de mayor potencial productivo (agropecuario, pesquero, minero, mercantil...). En el siglo I d.C. la provincia Bética era, con diferencia, la más urbanizada de Hispania, albergando, según Plinio, 175 ciudades, de las cuales 9 eran colonias, 37 municipios y 120 estipendiarias.

En la provincia Bética son de destacar las ciudades de Itálica y Acinipo. Itálica (Santiponce, Sevilla) es la mejor de las ciudades romanas en cuanto a urbanística. Tras su creación como ciudad-hospital debió ser una ciudad irregular, hasta que en la primera mitad del siglo II d.C., Adriano, nacido en ella, le concede un estatuto jurídico superior y realmente la recrea o al menos la amplia en una gran extensión en época tardía la ciudad se amuralla reduciendo su extensión a unas 30 Ha. Las excavaciones han puesto al descubierto una de las zonas más ricas de la ciudad, urbanizada regularmente, con insulae rectangulares, amplias calles porticadas a lo largo de todas ellas, y empedradas, con anchuras para las mayores totalmente extraordinarias de hasta 16 metros. Se conocen dos grandes termas, el anfiteatro, uno de los tres mayores de todo el Imperio, un elegante teatro ricamente decorado, y restos del muelle fluvial. Todo ello indica una ciudad extraordinaria, con magníficas casas, que podían permitirse el lujo de poseer en su interior espléndidos jardines de tipo hipódroma, únicamente pensable por la magnificencia de una dotación imperial.
Aunque en la Bética existieron otras ciudades de importancia, Acinipo (Ronda la Vieja) es quizá por haber sido abandonada la mejor conocida en su estructura general. Situada en un cerro-meseta en cuya superficie plana existen fuentes que se aprovecharon para atender sus necesidades. Su plano parece regular y posiblemente poseyó dos teatros y un odeón, todos colocados periféricamente en el cerro, pero en su superficie y dentro de las murallas. El foro poseía situación central, mientras que los templos al parecer se situaron también periféricamente. Tuvo arrabal fuera de las murallas. Su extensión abarcaba unas 150 Ha.
En la Lusitania es ejemplo obligado Mérida, limitado entre el arroyo Albanegas y el río Guadiana, de forma triangular. Su trazado es sensiblemente regular en lo conocido. Parece que la ciudad rebasó sus murallas primitivas, y que quizá en el siglo IV volvió a ser amurallada, reduciéndose de nuevo su superficie habitable. El teatro y anfiteatro de la época de fundación de la ciudad se encuentran a primera vista alejados del ámbito de la ciudad primitiva, aunque con la ampliación de la ciudad llegaron las casas a rebasar la situación del anfiteatro. Bastante más alejado se encuentra el circo, el cual se documenta arqueológicamente su uso hasta avanzado el siglo VI d.C. La magnífica red de abastecimiento de aguas de Mérida extraña a los investigadores el hecho de que se encuentre la ciudad a nivel del río Guadiana. Sin embargo, no extraña si tenemos en cuenta el uso industrial que este río debió tener y que quizá obligó a buscar aguas limpias. 

Ciudad de Itálica, en Santiponce, Sevilla.
Plano de las dos ciudades romanas de Itálica, sobre la planta actual.

Posiblemente la primera ciudad fundada por los romanos fuera de la península Itálica, tiene, en su honor, su nombre. 
Tras la victoria ante los cartagineses en la batalla de Ilipa Magna - Alcalá del Río- el general Publio Cornelio Escipión "el Africano" fundó la ciudad de Itálica en el año 206 a.C. para el reposo de los soldados heridos y residencia de los veteranos -vicus civium romanorum-. Así se creó la ciudad vieja, vetus urbs, lugar donde se levantaría el actual pueblo de Santiponce en el S XVI, por lo que se han perdido casi la totalidad de sus construcciones. 
El esplendor que la zona bética adquiriría posteriormente en el mundo romano -a partir del S.I y especialmente en el S.II- fué la consecuencia del crecimiento de las ciudades de la zona, que aportaron la seguridad militar y comercial necesaria para la aparición de figuras importantes en el imperio romano.
De dos familias de Itálica son los emperadores Trajano (97-117) y Adriano (117-137). Su directa influencia hizo que la ciudad progresase en todos los aspectos, se construyeron gran cantidad de edificios para servicios públicos, sociales y culturales. 
Para ello el Emperador Adriano amplió la ciudad creando la ciudad nueva, nova urbs, denominándose Colonia Aelia Augusta Itálica.
Esta nueva ciudad se caracteriza por tener calles de gran anchura y muchas de sus aceras porticadas, posiblemente debido a ser una urbe honorífica y especialmente querida por Adriano. Sus rectángulos modulares producto de las intersecciones de las calles perpendiculares crean los espacios para las viviendas y los grandes construcciones.
También se crearon los servicios públicos de canalización de agua y alcantarillado. Se mantienen restos de los depósitos de agua -castellum aquae- y de las cloacas. 
Las grandes construcciones de la ciudad romana de Itálica son:
El Anfiteatro, un gran edificio con capacidad para 25.000 espectadores, posiblemente más de los que habitaban la ciudad. 
El Teatro, comenzado en tiempos del emperador Augusto, fue descubierto en 1937 pero hasta los años 70 no comienza su excavación. 
Las Domus. Se conservan las trazas de un buen número de viviendas de alto rango. Destacamos: 
Casa de los Pájaros. Actualmente ha sido restaurada levantando unos muros de 60 cm. de altura muy útiles para comprender in situ los espacios. 
Casa de Hilas. Otra casa lujosa, excavada en parte. 
Casa (collegium) de la Exedra. No se sabe bien el uso de esta casa, ya que tiene características de vivienda y de edificio de uso público. 
Casa de Neptuno. Otra vivienda de alto rango, grande, con termas propias y buenos mosaicos. 
Casa del Patio Rodio. Como su nombre indica poseía un "peristilium" tipo patio rodio -con varias alturas comunicadas por escalones-, debido a que estaba ubicada en una zona con pendiente, como la Casa de Hilas. 
Casa del Planetario. Llamada así por le mosaico que pavimenta una de sus dependencias. Representa un hexágono central con seis perimetrales -uno por lado-. En cada uno de ellos aparece la divinidad asociada a cada día de la semana. 
Las Termas. Existen restos de dos conjuntos termales, las termas mayores y menores, situadas en la nova urbs y en la vetus urbs respectivamente. Las mayores ocupaban un gran espacio dentro de la ciudad nueva y se conserva la estructura de la distribución de las piscinas y los hornos. 
Las Murallas. Pocos restos, de los que destacamos la puerta con dos torres de planta rectangular. 
Templo de Trajano -Traianeum-. Consagrado al hijo más ilustre de la ciudad, el divino Trajano. El templo estaba ubicado en la zona más alta de la ciudad en una plaza y rodeado de un pórtico de exedras. Su planta es rectangular, con un pórtico octástilo -de ocho columnas-, y rodeado de columnas, períptero. Situado sobre una base podium, se accedía a ella por unas escaleras.
Gran parte de los restos romanos se perdieron al ser utilizados como elementos constructivos para desviar el rio Guadalquivir en las guerras entre los reyes visigodos Leovigildo y Hermenegildo.

Anfiteatro
Uno de los anfiteatros más grandes del mundo romano, era capaz de albergar a más de 25.000 personas, exagerado tamaño si tenemos en cuenta que la ciudad nunca pasó de los 8.000 habitantes. En planta, su eje mayor mide 154 m. y el menor 130 m. Fue construido en tiempos del Emperador Adriano.
Está situado fuera del recinto amurallado de la nova urbs, en una vaguada que sirve para acomodar sus gradas. Su fachada, prácticamente perdida, seguía el modelo compositivo típico: dos órdenes superpuestos de columnas adosadas a los pilares que sujetan las arquerías. El orden inferior solo existía en las partes en que la vaguada lo permitía -el eje principal del anfiteatro-, siendo el anillo superior el perimetral. 
La estructura del edificio es de opus caementicium -hormigón- revestido de sillares de piedra o ladrillo según la zona. Además en las zonas más importantes se cubría de mármol.
La entrada principal, por el este, la Porta triumphalis estaba cubierta por una galería abovedada y pavimentada con losas rectangulares. Precisamente es estas losas se pueden ver esculpidas esquemas de juegos realizados en por los habitantes en el exterior del recinto. A los lados de esta entrada, ya en el interior, se abren unas estancias de culto llamadas Sacellum.

Planta del Anfiteatro de Itálica

El podium que delimitaba la arena y sustentaba el graderío es de 2,30 m. de altura, que con la cornisa y balaustrada de protección alcanzaba los 3,50 m. Tras este muro discurría una galería perimetral que comunicaba con la arena mediante 10 puertas enrejadas. Todo el conjunto -podium, galería, cornisa y balaustrada- estaba cubierto de mármol. Se abrían una serie de ventanas a lo largo de todo el muro y claraboyas en la bóveda para iluminar la galería.
El graderío -cavea- estaba dividido en tres zonas, la ima, media y summa cavea, separadas por unos corredores anulares llamados praecinctiones. La primera, la ima cavea, disponía de 6 gradas, con 8 puertas de acceso, y estaba reservada a una clase social alta, magistrados, senadores, etc. La segunda, la media cavea, habilitada para el resto de ciudadanos, tenía 12 gradas y 14 puertas de acceso. La summa cavea, cubierta por un toldo, era reservada para mujeres y niños. 
En la arena -su óvalo mide 71 por y 48 m.- se celabraban luchas de gladiadores -munus gladiatorum-, simulacros de caza -venationes-, peleas de animales... Para ello, en su centro existe un subterráneo rectangular -fossa bestiaria- donde se guardaban los animales que accedían por dos galerías con rampas a la escena. Esta fosa estaba cubierta con una estructura de madera sobre la que se extendía la arena. Para su sujeción se hicieron ocho pilares de ladrillo, material con que se fabricó toda la fosa.

Teatro 
Actualmente se encuentra dentro del casco urbano de Santiponce, ya que se edificó en la antigua ciudad romana, la vetus urbs. Comenzó su construcción en tiempos del Emperador Augusto -del año 30 al 37-, más tarde se modificó -año 60 y año 80-, y, posteriormente Adriano lo adornó sustancialmente.
Su descubrimiento ha sido reciente en 1937, debido a que al establecerse el pueblo de Santiponce se construyó sobre él un caserío. Su excavación se comenzó en 1.970. 
El teatro sigue las directrices básicas de este tipo de edificios romanos, está orientado al este, ubicado en una zona de edificios públicos y en la ladera del cerro de San Antonio para acomodar el graderío en él. Tenía un aforo para 3.000 espectadores.
La fábrica de la estructura es la tradicional: de hormigón al principio y posteriormente, en las remodelaciones, de ladrillo. Todo ello estaba decorado y recubierto por elementos de mármol blanco o veteado de primera calidad, inscripciones en bronce, fuentes, esculturas...
Su cavea es casi semicircular de 77,70 m. de diámetro y delimita la orchestra de 26 m. de diámetro. Su separación viene determinada por un praecintio pavimentado en mármol policromo y un pequeño muro semicircular. En la orchestra están las gradas de la poedria, reservadas para los grandes personajes de la sociedad. 
La fachada externa del graderío era austera y sencilla, de fábrica de opus quadratum, sillares de piedra.
La frons pulpiti está compuesta por tres exedras con fuentes y soporta la scaenae Frons de 49 m. de longitud, con cuatro hornacinas rectangulares. En ella se abren las puertas, la central valva regia y las laterales valva hospitalarium. Sobre los rectángulos que formaban las hornacinas se levantaban dos órdenes de columnas con capiteles que conformaban toda la fachada del escenario -scaenae Frons-.

Planta hipotética del Teatro de Itálica

En el exterior, detrás del scaenae Frons -Porticus Post Scaenam-, se delimitó con un patio cerrado y se construyó un Templo dedicado a Isis. Posteriormente esta zona se convirtió en Foro público.

Domus de los Pájaros
Su organización es la típica de la domus romana: Un peristilo porticado al que rodean las demás estancias. 


Es una residencia señorial, posiblemente de una familia aristocrática de la ciudad. Es de comentar que este tipo de casas solo representa a una minoría de la población, habitualmente las viviendas del pueblo eran infinitamente peores, por no hablar de los "guetos" de esclavos.
Dispone de un buen número de mosaicos de gran calidad, uno de ellos da nombre a la casa. 
Fue la primera vivienda totalmente excavada del conjunto de Itálica. Actualmente está restaurada y acondicionada con unos muretes de unos 60 cm. de altura que delimitan las distintas estancias. 
Desde la puerta se accede a un vestíbulo -vestibulum- que comunica inmediatamente con la "fauces" de acceso al "peristilium" o patio porticado con pozo, centro de distribución de la casa. Consta de un pasillo cubierto, de planta rectangular que rodea al patio y al que abren las puertas de las estancias. Para la sujeción de la cubierta se utilizan columnas. 
Al fondo se encuentra el "triclinium", flanqueado por dos patios descubiertos -exedra- uno con fuente y otro con piscina. También en esta zona se localizan las otras estancias principales, todas ellas pavimentadas con excelentes mosaicos.
El las alas de la casa se encuentran las habitaciones del servicio, las cocinas y desagües. En la izquierda de la casa se encuentra el cubiculum pavimentado con un mosaico con pájaros que da nombre a la domus. 
Por último en la fachada principal se abren algunas estancias al exterior, una de ellas con horno, que eran tiendas -tabernae- asociadas a la vivienda.

Domus de Hilas
Otra lujosa casa de Itálica que está excavada solo en parte, lo que deja ingognitas de su distribución. En concreto la entrada a la vivienda está en discusión, por el lado oriental a través de un gran vestíbulo o más improbablemente por la fachada meridional. 
El peristilium principal estaba presidido por una fuente cuadrada y tenía uno de sus pasillos a una altura superior a los restantes -patio rodio-. Se comunicaba con un triclinium, en la altura inferior, que está solado con el mosaico que representa alegorías de las cuatro estaciones y al frente, con otro triclinium más grande, el principal, con un mosaico de tigres y flanqueado por dos patios.
Desde estos patios se accede a otras dependencias, también soladas con mosaicos.
El patio situado más al norte, comunica mediante una escalera con una antesala, que a su vez sirve de paso a la habitación con el mosaico de "Hilas", que da nombre a la casa. En él, se representa el rapto de Hilas por las Ninfas, presidido por Hércules. Actualmente este motivo central se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla quedando únicamente las decoraciones geométricas circundantes.

Planta la casa de Hilas

Domus (collegium) de la Exedra
Las características de este edificio no nos aclaran la función concreta que tenía. Ha sido clasificado como vivienda -domus-, ya que en parte tiene las características de estas, pero su grandiosidad -ocupa todo un módulo de 4.000 m 2- y la aparición de elementos indeterminados hace que también se la identifique como un edificio "semipublico", posiblemente un colegio privado en el que además, vivían sus dueños. 
A los lados de la entrada se distinguen siete tabernae, tiendas públicas, que flanquean la puerta. Además hay otras dos en su lateral derecho y una en el posterior. 
En su diseño interior podemos ver que tras el vestibulum de la entrada, la fauces da paso al patio de distribución del edificio. Este peristilum es rectangular con una fuente o piscina curvilínea y alargada situada en su eje central. Para la sujeción pórtico perimetral no hay columnas como es tradicional y si grandes pilares de planta cruciforme. Muy probablemente son para soportar un peso mayor de lo habitual en una vivienda privada, por lo que se supone que podría sustentar uno o varios pisos superiores. Estos pilares no estrían adintelados, si no que se unirían mediante arcos formando una arcada en cada uno de los pisos. A sus lados se distribuyen numerosas habitaciones -cubiculum- que conforman el conjunto de la domus en sí. Una de ellas tiene salida al exterior por la fachada derecha. 
Al fondo del peristilium se acede por unas escaleras a la zona de las termas distribuidas por patio interior. Dos de las salas de baño están cubiertas por bóvedas de un cuarto de esfera. 
En uno de sus lados, el izquierdo según se entra, hay una gran palestra rectangular y alargada -casi todo el largo del edificio- que termina en una gran exedra cubierta con bóveda de un cuarto de esfera. Esta zona está comunicada con el exterior con un pasillo perpendicular a dirección de la entrada que da al lateral derecho.
Planta la casa de la Exedra

Por lo tanto podemos determinar cuatro grandes zonas dentro de este edificio: las tabernae, las termas, la domus y la exedra con su palestra.

Termas Mayores


Se encontraban en la nova urbs, y ocupaban una extensión de unas 32.000 metros cuadrados.
Además de las instalaciones dedicadas a los baños, constaba de una gran palestra, que permitía la realización de ejercicios comunes e incluso prácticas ecuestres.
Las termas disponían de las estancias típicas de los baños públicos romanos:
·       vestuario (apodyteria)
·       letrinas (letrinae)
·       salas de agua fría (frigidarium)
·       natatio
·       salas de agua templada (tepidarium)
·       y salas de agua caliente (caldarium).

Además también contaba con las salas de mantenimiento y en las que se encontraban los hornos.
Las salas que requerían calor, disponían de una cámara de aire subterránea para caldear el suelo llamada hypocastum. Los pavimentos de estas salas se construían sobre pilares de apoyo entre los cuales podía circular el aire caliente.

Traianeum - Templo de Trajano 

El traianeum era el templo dedicado al emperador Trajano divinizado y que ocupaba la cota más alta de la ciudad de Itálica.
En tres de los muros de cierre del recinto, se alternaban exedras rectangulares y semicirculares que sobresalían hacia el exterior. 
La plaza interior medía unos 86 por 56 metros, y estaba rodeada por galerías porticadas. Su sistema de proporciones es el hecatostylon, que consta de un patrón de cien columnas, treinta en los lados largos y veinte en los cortos.
La plataforma del templo tenía unas dimensiones de 29 por 47 metros. Presentaba ocho columnas en los lados cortos y doce en los largos, con una altura de unos once metros.

Circo Romano
No se sabe con certeza si existió un circo romano en la ciudad de Itálica, puesto que no se ha encontrado ningún tipo de resto. Se cree que pudo existir, debido al descubrimiento de un mosaico en Santiponce, en 1799, donde aparece representado un circo romano.
El mosaico fue dibujado varias veces hasta su desaparición en el siglo XIX. En él se pueden apreciar en un extremo las carceres (las estancias con salida hacia la arena usada por los carros), y un palco en la parte central, rematado en un frontón. También se observan diversas escenas de la carrera en la arena.
El circo romano consistía en una pista rectangular alargada (arena), con los lados cortos terminados en arcos de circunferencia; en un extremo se encontraban las carceres y la puerta de entrada o porta pompae.
El graderío rodeaba la pista por los tres lados restantes. La arena estaba dividida longitudinalmente por la spina, un muro decorado con mármoles y mosaicos.

Acueducto Romano 

El acueducto romano de Itálica constaba de dos ramales que traían el agua a la ciudad desde dos puntos distintos. El primero de ellos, el originario, tomaba el agua de manantiales del río Guadiamar. 
En el siglo II d.C., con la ampliación de la ciudad, fue necesaria una nueva canalización, para aumentar el caudal. Este nuevo ramal de unos 15 kilómetros, captaba sus aguas de las Fuentes de Tejada, cerca de Paterna del Campo (Huelva).
A lo largo de todo su trazado, unos 36 kilómetros en total, la canalización del agua discurre bien sobre canalizaciones sobre el suelo, elevado sobre arquerías, o enterrado bajo la superficie.
En su construcción se empleaba el opus testaceum, hormigón revestido de ladrillos, y opus signinum, mortero de cal y ladrillo molido, para impermeabilizar el canal.

Tabernae Romanas 
Las tabernae eran establecimientos comerciales ubicados en dependencias de las casas romanas que se abrían hacia la calle, y que por lo general no tenían acceso a la vivienda principal.
Podían tener una o dos plantas, usándose la planta superior como vivienda del propietario de la taberna o almacén.

Los usos más frecuentes de las tabernae eran:
·       panadería, con horno, e incluso algunas con molino de acción manual.
·       lavandería (fullonica).
·       despacho de bebidas y comidas calientes (thermopolium).
·       zapatería y artesonado del hueso y el marfil. 
·       telares para la fabricación de vestimentas.

A la entrada solían tener un mostrador realizado con materiales de albañilería, donde exponían sus productos.

Ciudad de Corduba, Córdoba.
Como en muchas ocasiones, las ciudades romanas provienen de campañas militares, en este caso no es producto de un campamento en sí, ya que el pueblo ya existía, y pero si es consecuencia de emplazamiento de las tropas en dicha población. Parece que la colonia como tal, fué fundada por "Marco Claudio Marcelo" un cónsul romano que estuvo en la zona al menos en dos periodos de un año. En el año 152 a.C. Corduba es una colonia latina y así continuó hasta final de la Republica. Su valor estratégico en la Hispania Ulterior le concedió una gran importancia como centro militar y por lo tanto se cuidó a una la población civil -autóctona y romana- necesaria para mantener las tropas. 
La ciudad se amuralló, siendo precisamente esta muralla el vestigio más importante que nos queda e esta época. 


Plano de las dos ciudades romanas de Córdoba, sobre la planta actual.

Su militancia en el bando de Pompeyo la llevó a la casi destrucción una vez las tropas de Cesar vencieran en la guerra civil romana -guerra de Munda-. Aun así mantuvo sus privilegios, su importancia militar en la zona recomendaban que se asentase como una gran ciudad. La disminución demográfica, como consecuencia de la guerra, fue suficiente para eliminar a los opositores de Cesar.
Con las reformas administrativas de Augusto, Corduba, se convirtió en la capital de la provincia Bética -Colonia Patricia Augustea-. Este hecho llevó a que la ciudad creciese y se creasen todos los servicios de una gran urbe, lo que provocó a una gran ampliación urbana. Se extendieron las murallas, la Vía Augusta que pasaba por la ciudad y pasó ser la Decumanus Maximus y se construyó un gran puente sobre el Guadalquivir para el acceso a la ciudad. Además se realizó el acueducto -Aqua Augusta-, el alcantarillado y fuentes públicas.
Sobre la retícula urbanística se determinaron distintos foros con barrios -vicus- asociados, concretamente en Corduba podemos distinguir los vicus Augustus, Forensis, Hispanus, Patricia y Canteris. También se crearon zonas residenciales fuera del recinto amurallado, bien para la alta sociedad como el pagus Augustus o para el pueblo llano como la Secunda Romana
Socialmente la ciudad también experimentó un gran auge, se crearon escuelas, centros de adoración, un nuevo foro... todo ello influyó para que grandes políticos y filósofos de Roma fuesen originarios de Corduba, en espacial, por su transcendencia, Séneca, el filósofo estoico que fue maestro de Nerón. 
Desde la época de Augusto y al final del s. III d. C. -alto imperial- la ciudad experimenta su época dorada. Se culminan las obras ya empezadas, en concreto el teatro y las murallas, y se redecoran otras con marmol, el material más utilizado. En época de Tiberio consolida el nuevo foro provincial -forum novum- con un nuevo y gran templo de culto imperial
Los restos de la época romana que nos quedan son:
·       Templo de Claudio Marcelo. De grandes dimensiones, presidía el foro de la Colonia Patricia y el Circo situado en su frente. 
Templo de grandes dimensiones, aunque es casi seguro que en la Corduba romana existiesen mayores, si nos guiamos por el tamaño de los otros restos encontrados -columnas, basas, capiteles...-. Posiblemente presidiera el foro de la Colonia Patricia ya que sabemos que además de estar orientado al este, estaba enfrentado a un circo y a un altar externo de uno 5 m. de altura.
Se construyó un muro de contención con contrafuertes para asentar la plaza a la altura necesaria para equilibrar el gran desnivel de la zona.
El templo se edificó sobre un gran podium -3,5 m. de altura- construido con sillares de calcarenita encima de una base cimentada "opus caemencium". La base superior está pavimentada con caliza violeta, y sobre ella se levantan las columnas jónicas de mármol blanco. 
La altura de este podium, y de la plaza, se salvaba mediante la construcción de dos terrazas que la comunicaban con el foro. 
Arquitectónicamente era un templo hexástilo -seis columnas en el pórtico in antis- y pseudoperiptero de diez columnas por lateral, siete de ellas adosadas al muro de la Cella. En la fachada posterior no tenía columnas.
Actualmente el complejo está reconstruido, ya que encima de parte de sus cimientos se edificaron varias dependencias del Ayuntamiento. Se pueden ver 11 columnas, algunas de ellas con los capiteles corintios originales, la cimentación y parte del gran podium y sus contrafuertes. 
El templo comenzó a construirse en época del emperador Claudio (41-54 d. C.) y se finalizó en el reinado de Domiciano (81-96 d. C.), siendo dedicado a los dioses mitológicos y al culto imperial.
Alzado y planta de un
Templo hexástilo y pseudoperiptero.
(Similar a Templo de Claudio Marcelo)



·       El Palacio Imperial de Maximiano Hercúleo. 
Un gran palacio de más de 8.000 m2, se construyó en el S.III siendo ocupado por el emperador Maximiano en los años 296 y 297. 
Todo el complejo está construido con opus caementicium revestido con hiladas de sillarejo y ladrillo. 
Nos quedan restos que nos permiten imaginar cómo era su distribución. Un gran pasillo semicircular y semienterrado de 4 m. de ancho, de más de 150 m. de largo y 55 m. de radio era el elemento principal de distribución. A él se abrían todas las dependencias del palacio que estaban dispuestas radialmente. Entre ellas se encuentran varias exedras simples o en grupos de tres o cinco. Este pasillo semicircular estaba coronado por un pórtico con columnas -criptopórtico- e iluminado por lucernarios. Además ejercía la función de salvar un desnivel existente. 
En su eje central se encontraba una posible basílica, a sus lados otras estancias y pasillos de acceso a otras dependencias, algunas de ellas subterráneas. De entre ellas destaca una planta de una cámara triconque de uso desconocido. 
Se conservan restos de las termas, con tres bañeras, la central decorada con pinturas mural. 
Lo que nos queda del palacio está muy deteriorado ya que mucho del material se reutilizó para otras edificaciones y posteriormente, al hacer la estación de ferrocarril, se desmontó gran parte.
Planta de las excavaciones del Palacio Imperial de Maximiano Hercúleo

Las domus de Corduba están ligeramente modificadas para adaptarlas al clima Cordobes: pocas ventanas exteriores, fachadas lisas, el peristilo -patio porticado- además de distribuidor es elemento de iluminación y ventilación. Solían tener dos pisos, pasando muchas de las actividades del superior al inferior por causa del calor. Como es habitual los restos que nos quedan son de los barrios de alto nivel económico
La muralla. Formada por dos muros paralelos separados por unos 6 m. con fábrica de grandes sillares. Entre estos muros se rellenaba con piedras menores para permitir las rondas entre las torres de vigilancia. Estas eran redondas de unos 5m. de altura y con almenas.
El Anfiteatro y el Teatro. Están ampliamente documentados pero actualmente solo nos quedan algunos restos de las gradas.
Los dos acueductos. Las amplias necesidades de una ciudad como Corduba, fuentes, termas, más de 100 viviendas con suministro, hicieron necesario la construcción de dos acueductos: Aqua vetus Augusta y Aqua nova Domitiana Augusta. El antiguo -vetus- fue construido en tiempos de Augusto y era en gran parte subterráneo -18 Km-. Su fábrica era de opus caementicium, impermeabilizado en su interior con opus signinum. Medía unos 1,20 m. de altura por 0,60 de ancho. Nos quedan tramos originales de este acueducto. El nuevo -nova- fue construido en tiempos de Domiciano -del 81 al 96 -, y salvaba un desnivel para llegar al vicus Hispanus, mediante una arcada en la que encontramos la inscripción "Aqua nova Domitiana Augusta" que le da nombre. 
Las Necropolis: Nos quedan restos de necrópolis a los lados de la "Via Augusta", de dos Mausoleos similares en la entrada de la ciudad y de un Hipogeo.

El Puente del Guadalquivir. También construido en tiempos de Augusto para completar el acceso desde la Via Augusta. Originalmente con 17 arcos, en la actualidad nos quedan 16, de los cuales solo el 14 y 15 mantienen su forma y fábrica original, los demás fueron modificados en varias ocasiones. Estas modificaciones fueron más estéticas o de reparación que de estructura. Los arcos de varias fisonomías, se apoyan sobre pilas con tajamares y espolones de planta variable, debido a las muchas modificaciones. Su superficie de paso es horizontal con pequeñas rampas en los accesos.

Ciudad de Emerita Augusta, en Mérida, Badajoz.
La ciudad romana fue fundada en el año 25 a.C. -Emperador Augusto- por el Legado "Publio Carisio", para que sirviese de retiro a los veteranos de las "V Alaudae" y "X Gémina" legiones que habían luchado en las guerras cántabras. 

A pesar de estar situada en una zona poco romanizada y rodeada de tribus: Vettones, Túrdulos, y Lusitanos, pronto empezó a ser un foco importantísimo de la región con casi 50.000 habitantes. Su ubicación era perfecta: al estilo de las "ciudades-puente" romanas -Córdoba, Toluse- se situó al margen del río Guadiana y en la confluencia de importantes vías de comunicación. Las colinas que la circundan no solo la protegen, sino que son el sitio perfecto para la construcción de grandes edificios públicos -Teatro y Anfiteatro-. Cerca existían manantiales de agua, materias primas de construcción, tierras productivas, bosques... Todo esto unido a que la planimetría de la ciudad era perfecta, con calles perpendiculares en toda la extensión de la ciudad, contribuyó a que Emerita Augusta se convirtiese en una de las ciudades romanas más importantes.
Su crecimiento fue importantísimo, pasando pronto, a ser la capital de la Lusitania, una de las tres provincias en que se dividía a la Hispania Romana. En el año 15 a.C., Marco Agripa dona el Teatro como legado a la fundación de esta provincia y de su capital, acometiendo, además, otras grandes obras de acondicionamiento. Para entonces ya se había construido la muralla y planificado urbanamente la ciudad con su Cardo maximus, Decumanus y con el Foro Municipal en él se ubican los templos de culto Imperial: de Diana y de Marte.
Solo siete años más tarde se termina em Anfiteatro, edificado junto al Teatro, aunque sus sucesivas modificaciones alargan sus obras hasta el S.I. También se construyen en esta época el circo, los puentes sobre los ríos Barraeca y Anas, las cloacas, los acueductos, etc. 
Hacia el año 50 se crea el nuevo Foro Provincial, recinto porticado al que se accedía por el “Arco de Trajano”. En este siglo se acometen varias obras de acondicionamiento y comunicación en el Teatro y en el Anfiteatro.
La influencia de los emperadores de Italica, Trajano y Adriano, hizo que la ciudad prosperase en todos los aspectos, social, económica y culturalmente. Las construcciones de las viviendas de la alta sociedad -Domus- se realizan con materiales lujosos. Son de destacar las domus de la "Alcazaba” y del “Mitreo"
Históricamente es de relatar el martirio de Eulalia dentro de las persecuciones cristianas del fin del siglo III y comienzos de IV. En esta época se remodelan o construyen nuevas domus como la Casa de los mármoles o las Casa del Teatro. 
Más tarde, las reformas de Diocleciano confieren a Emerita Augusta la categoría de metrópoli como centro de comunicaciones y residencia de autoridades. Las persecuciones romanas a los cristianos cesan en el año 313 tras el edicto de Milán, redactado con participación de eminentes cristianos emeritenses. 
Actualmente la ciudad nos ofrece una numerosa serie de importantísimos restos: 
La muralla. Edificada en tiempos de Augusto, fué ampliada más tarde para incluir en su interior al teatro y al anfiteatro. Nos quedan los restos de 5 puertas y de 7 torres. Su estructura, la habitual de las murallas romanas, consiste en dos muros de "opus incertum" o de opus quadratum, según la zona, con un relleno de piedras y tierra mezcladas con cal. 
El Teatro. Uno de los teatros romanos mejor conservados de la península. 
El Anfiteatro. Situado muy cerca del teatro tiene de dimensiones considerables. 
El Circo. Importantes restos en un estado de conservación muy aceptable para este tipo de construcción.

Foro Municipal: 
·       Templo de Diana. Ejemplo de templo períptero y hexástilo. 
·       Pórtico del Foro. De reciente descubrimiento sería realmente uno de los límites del foro. Los restos pertenecerían a una construcción porticada que delimitaría el conjunto foral. Estaba decorado con numerosas esculturas colocadas en hornacinas, y soportado por columnas corintias.

Foro Provincial
Arco de Trajano. Posiblemente la entrada principal de este foro provincial, dedicado como el foro municipal, al culto imperial. Su nombre es totalmente arbitrario ya que no se sabe con certeza su época de construcción. De fábrica de sillares de granito recubiertos de mármol. Mide 5,70 m. de ancho, 8,60 m. de amplitud -luz del arco- y 13,8 m. de altura.

Templo basilical. Los restos del que fuese un gran edificio de función desconocida. Podemos describir un podium de 3,10 m. de altura, 8 m. de anchura y 15 m. de longitud. El estado en que se encuentra es deficiente -parte de la cimentación- ya que se edificaron numerosas viviendas sobre él. 
Hipotética planta del Templo del Foro Provincial.

Las Termas. En la ciudad se han localizado conjuntos termales tanto públicas -thermae- como privadas -balneum-. Se empezaron a construir en el S.I a.C. y continuaron mejorándose y creándose nuevas hasta el S. IV. En la calle Baños se encuentran unos restos de termas públicas. Otros conjuntos tienen la particularidad de estar duplicados, un ala para hombres y otra para mujeres. 
Termas de Alange. Situadas a 18 Km. de la ciudad se encuentra este importante conjunto termal, al que acudían numerosos miembros de la alta sociedad romana de Mérida. La planta de estas termas es rectangular, de 33 m. por 16 m. de lado. Interiormente se compone de dos cámaras circulares, muy parecidas, de 11 m. de diámetro y más de 13 m. de altura, coronadas por una cúpula con "oculus", apertura superior de ventilación e iluminación. En su centro se ubica la piscina con gradas perimetrales de acceso y asiento. Su estado de conservación es excepcional y continúan en uso. 

Viviendas
Domus del Anfiteatro
Su datación en el S. I es confusa, ya que, como en el resto de las otras domus, las continuas modificaciones que sufrió a lo largo de su vida de más de tres siglos, la dificultan enormemente. La localización, cerca del Anfiteatro, le ha dado su actual denominación. En sus alrededores se localizan parte del acueducto de San Lázaro y un mausoleo. 
La estructura de esta vivienda nos habla de una vivienda de gran tamaño e importancia dentro de la ciudad. Tan grande es, que se especula sobre su unidad, aceptando que sean dos viviendas comunicadas por un pasillo. 
Está articulada sobre un peristilium trapezoidal, con un total de 18 columnas. En su centro se encontraba un pozo. Los pasillos estaban pavimentados con mosaicos como las habitaciones más importantes. 
A un lado de la entrada se encuentra la cocina. Al otro, el sudoeste, están las habitaciones llamadas de las pinturas, por tener en las paredes representaciones geométricas.
El triclinium principal posee mosaicos con representaciones de la vendimia - mosaico del Otoño- y de Venus y Cupido.
En otra sala, el triclinium de recepción, con tres accesos, los mosaicos representan escenas marinas con distintos peces: merluzas, morenas, meros...
Dispone de unas termas en un edificio adjunto, que no se sabe con seguridad si pertenecían a esta vivienda. 
Después de su abandono se ubicó en este lugar una necrópolis.

Planta de los restos de la Casa del Anfiteatro

Domus del Mitreo
La domus del Mitreo destaca, ante todo, por conservar prácticamente al completo su planta y estructura, lo que  permite hacernos una idea bastante precisa de su organización y distribución interna. Desde el punto de vista tipológico, la “Casa del Mitreo” es uno de los mejores ejemplos de domus itálica de atrio con peristylum y viridarium, que se conservan en la Hispania romana. En estos tres espacios convergen el resto de partes de la casa y, a su vez, son los que articulan y centralizan las actividades domésticas y públicas de sus habitantes. Su depurada técnica constructiva, sus cuidadas proporciones y sus grandes estancias con reminiscencias helenísticas (triclinia, exedrae, oecus, etc.) son testigo de la importancia que debió tener esta casa en época altoimperial.
La “Casa del Mitreo” se estructura en torno a tres espacios abiertos o “patios”: el atrium, el peristylum y el viridarium. En torno a ellos se distribuyen las diferentes estancias de la casa, donde tiene lugar la vida diaria de sus inquilinos tanto desde un punto de vista público como privado. Además, estos tres espacios parecen guardar un orden que va desde la zona más pública y social, situada hacia la entrada de la casa: el atrio con sus tabernae y su tablinum, en el que se haya el famoso “Mosaico Cosmogónico”; hasta la zona más íntima y privada: el viridarium o jardín en torno al que se hallan distribuidas las habitaciones, ubicado en el interior de la vivienda; y, al mismo tiempo, una gradación de tamaño que va de menor a mayor desde el atrio hasta el viridarium pasando por el peristylum en relación a sus dimensiones y número de columnas. Espacialmente, el peristylum sería el vértice de un ángulo de noventa grados perfecto en la domus del Mitreo entre el eje norte-sur desde la entrada hasta el mismo peristilo y el eje este-oeste desde el propio peristilo hasta el siguiente patio: el viridarium. Ambos ejes se identifican en la casa con dos largos pasillos que unen los tres patios, permiten la circulación por la casa y en a lo largo de ellos se articulan las distintas estancias. 
Además de esto, existen unas termas en la zona sureste de la casa, cuya vinculación o no con la casa del Mitreo no está del todo clara.  
Planta de los restos de la Casa del Mitreo

Vestibulum et Fauces 
El atrio es el primer espacio abierto de la casa al que se tiene acceso desde la calle. A la domus se accedía desde su parte septentrional a través de un vestibulum, pavimentado en opus signinum y con un umbral en granito (que no se puede ver porque se encuentra enterrado bajo la zona de acceso a la visita del yacimiento), que daba paso a un corredor (las fauces) que conducía hasta el atrio tras bajar cuatro escalones de granito, que en la actualidad se nos presenta como acceso a la domus. 

Tabernae 
A ambos lados de este corredor, se situaban dos tabernae, que no tienen conexión directa con la vivienda, lo que, por tanto, presupone una explotación independiente a la de los dueños de la casa. La situada a la derecha del vestíbulo parece que tuvo una función comercial. Sin embargo, la situada a la izquierda parece que fue un taller relacionado con la industria del hueso, dado que se han encontrado en este espacio numerosos restos cerámicos, varias piletas en opus signinum de diferentes tamaños y colocadas a distintas alturas y, sobre todo, gran cantidad de objetos de hueso bien ya elaborados, bien a medio trabajar o bien cortados y preparados para comenzar su fabricación. 

Atrium 
El atrio es más propiamente un atriolum que sigue el modelo del atrio tetrástilo itálico. El atrio cuenta con un estanque (compluvium) central cuadrado revestido en mármol moldurado con líneas horizontales que tiene en cada uno de sus ángulos una columna granítica de estilo dórico toscano, de las que sólo una de ellas se conserva entera. Estas cuatro columnas sostendrían la cubierta de la casa formando una abertura en el techo (impluvium) a través de la cual se recogería agua de lluvia en el estanque y proporcionaría luz y aire a la vivienda. Las paredes que rodean a este atrio están decoradas con pinturas que reproducen en forma de rombos la conocida imitación de crustae marmoreae, pero lamentablemente su estado de conservación no es bueno. 
A ambos lados del atrio se abren otras estancias. En la zona este del atrio, encontramos una estancia que se ha interpretado como un “hogar” o zona de cocina, cuyo suelo está situado algo más alto que el del atrio, dado que para acceder a ella hay que subir dos escalones de granito. Se trata de un espacio rectangular, paralelo a la pared exterior de la casa por el lado este, que tiene en lado interior de la casa un muro de mampostería, que tiene la misma altura que la que ascienden los escalones y sobre el que se sitúan tres bloques graníticos rectangulares colocados a intervalos regulares a modo de columnata o pórtico. En nuestra opinión, es muy probable que este fuera el lugar donde estaría ubicado el lararium, es decir, un pequeño altar sagrado donde se realizaban ofrendas y súplicas a los Lares (espíritus de los antepasados familiares que velaban por la casa y los distintos miembros de la familia). En efecto, aunque el larario, dependiendo de la vivienda, era de distintos tipos y tamaños e, incluso, en una casa grande podía haber más de uno, solía estar colocado normalmente junto a la cocina puesto que en el lararium permanecía siempre encendido el fuego sagrado del hogar. 
En la zona oeste del atrio, encontramos un angosto callejón (ala) entre lo que sería la pared exterior frontal de la vivienda y la habitación donde se encuentra el “Mosaico Cosmogónico”, que ha sido interpretada como un tablinum. 
Hacia el sur del atrio se abre un pasillo, cuyas paredes también se encuentran decoradas con pinturas, que también reproducen en forma de rombos la conocida imitación de crustae marmoreae, con orientación norte-sur y situado de manera perpendicular al vestibulum. 
Tablinum 
El tablinum sería la habitación de la casa dedicada al negotium del señor: allí el pater familias o, en su caso, el dominus administraría sus negocios y demás asuntos públicos, recibiría visitas, etc. Al mismo tiempo, es muy probable que allí se encontrara el archivo familiar con sus documentos privados e, incluso, la biblioteca de la casa. Era, en definitiva, el despacho del señor.
Este tablinum tiene una extensión de casi 50 m2 y su suelo está pavimentado por el famoso “Mosaico Cosmogónico”. Este mosaico, que presenta una excelente factura y un rico colorido, muestra una cosmografía alegórica del mundo al modo helenístico y desde una perspectiva filosófica, en la que se interrelacionan distintos elementos divinos y fuerzas de la naturaleza, dispuestas en tres niveles de modo jerárquico: cielo, tierra y mar, junto con algunas actividades humanas. El mosaico parece ser obra de un sirio y está fechado a finales s. II d.C. 
Las paredes del tablinum también estarían profusamente decoradas con pinturas, de las que apenas se conservan restos.
Siguiendo el eje norte-sur desde la entrada hacia el interior de la casa y avanzando a través del pasillo, que se abre desde el atrio, se accede, tras bajar tres escalones de granito, al peristilo. Este segundo patio es mayor en extensión que el primero y, de nuevo, en torno a él se abren otras estancias. 

Peristylum 
El peristilo es un patio porticado con un estaque central en medio. El estanque (compluvium) está enlucido con pavimento impermeable de opus signinum similar al que encontramos en el resto del suelo del peristilo. Tiene una forma ligeramente rectangular y cuatro columnas en cada lado sobre las que se apoyaría el impluvio. Las columnas de granito tienen una base estucada en rojo y sus fustes están estriados. Se conserva un capitel decorado con hojas de acanto y dos pequeñas volutas. Entre las columnas y el estanque existe un pequeño espacio a modo de pasillo en el que puede observarse restos de las canalizaciones de agua que lo recorrían. Por su parte, las columnas están unidas por un murete a media altura de ladrillos, que tenía dos accesos: uno en el centro del lado oeste, en dirección al viridarium; y otro en el centro del lado norte, que constituye el extremo final de la línea perpendicular que se traza desde el vestíbulo hasta el peristilo pasado por el centro del atrio y siguiendo el pasillo. Las paredes del peristilo también conservan restos de pinturas. 
En la parte norte del peristylum, existen dos estancias: un cubiculum de uso familiar y la conocida como “habitación de las pinturas”. 

Cubiculum 
Este cubiculum ha sido interpretado como una estancia de uso privado sin ninguna función clara. Las excavaciones que tuvieron lugar en 1994 evidencian  que esta zona este de la casa, donde se sitúa el cubiculum, sufrió un incendio  a mediados del siglo III d.C. Parece que estas dependencias no se reconstruyeron y dejaron de usarse, pese a que la casa siguió estando en uso durante más tiempo. 

Habitación de las pinturas 
Esta habitación se considera que fue usada como comedor familiar (triclinium). Es conocida con este nombre dado que  los restos de pinturas en sus paredes son los mejor conservados de toda la casa. En ella se pueden ver, prácticamente intactos, los restos de las pinturas murales del zócalo en tonos ocres y pastel y de parte de la zona media de las paredes, donde se representan grandes paneles rectangulares rojos separados por estrechas franjas verticales de fondo azulado, que están decoradas con candelabros. Según García Sandoval, este conjunto de pinturas pertenecería al “tercer estilo pompeyano”. 

El resto de dependencias y el corredor hacia el viridarium 
Junto a estas tres estancias principales y bien definidas, existen otros espacios peor conocidos dado que se encuentran muy arrasados. Así, por ejemplo, hacia el oeste del peristilo existe una zona que se identifica como una habitación de uso privado de la que se conserva parte del pavimento, hecho con baldosas rectangulares de arcilla. 
Asimismo, desde el peristilo se abre un pasillo en dirección al siguiente patio: el viridarium, que sigue el eje este-oeste. Este pasillo, al que se accede tras descender dos nuevos escalos de granito, está delimitado por dos pequeños muros paralelos, que delimitan otras dependencias también poco conocidas. En efecto, tanto a la derecha como a la izquierda de este corredor en dirección al viridarium existen dos estancias independientes, aunque similares –pese a que la de la izquierda está mucho menos arrasada–, en las que sólo se conservan una serie de muretes paralelos con orientación norte-sur, que probablemente servirían para nivelar el terreno y colocar posteriormente el pavimento de las habitaciones que allí existirían. 
A nuestro entender, el gran problema que plantea esta zona es la interconexión con las termas, que están ubicadas al sur de la domus. Ciertamente, el espacio existente entre el peristilo y las termas se encuentra muy arrasado y en el sólo se conservan algunos restos de muros indefinidos que no permiten ver con claridad la existencia o no de un posible acceso desde el peristilo hasta las termas o bien sí este acceso se hacía desde la zona del viridarium.
Al final del pasillo que sale en dirección oeste desde el peristylum, se abre el tercer y último patio: el viridarium. En realidad, es un segundo peristilo, algo más grande que el primero, que tradicionalmente se ha considerado como un viridarium o jardín. En torno al él, proliferan numerosas habitaciones y un triclinium

Viridarium 
Se trata de un patio porticado, aunque sólo se conserva parte de dos columnas. En el centro de este patio existe una porción de tierra, donde estaría ubicado el jardín de la casa, y en torno a ella hay un canal de revestido con opus signinum que tiene forma rectangular, que presenta una pequeña diferencia entre sus lados mayores y menores, y cuyo lado oeste tiene forma de exedra en su lado interior. Por su parte, el lado exterior de este canal forma parte del basamento sobre el que se apoyarían las columnas: en los lados mayores hay cinco columnas, mientras que en los menores cuatro, siendo las columnas de los ángulos válidas para ambos lados; no obstante, el espacio entre las columnas es ligeramente más ancho en los lados tetrástilos que en los pentástilos, de forma que el rectángulo que forma todo el conjunto apenas presenta diferencias en sus lados mayores y menores. Las columnas, que también son de granito, apoyan sobre una basa estucada en rojo y con el fuste decorado con estrías. 
El pavimento del pórtico de este patio estaría decorado al completo con mosaicos como demuestran los tres fragmentos conservados de unos dos metros cuadrados aproximadamente cada uno de ellos en el ala oeste del viridarium. Estos mosaicos presentan formas de tipo geométrico combinando cuadrados, círculos, flores, triángulos, cruces, etc., e intercalan teselas irregulares de 1x1 y de 1,5 x1,5 cm de caliza blanca y negra-azulada. 
En torno a este jardín se disponen la mayoría de cubicula de la casa y un triclinium, del que sólo se conserva la estructura y que estaría ubicado encima de una gran cisterna subterránea.

La cisterna 
En el lado oeste del viridarium existe una estancia de la que sólo se conservan su cimentación. Pese a ello, esta estancia destaca, sobre todo, por el hecho de que contiene en su interior una gran cisterna o aljibe, cuya cubierta era abovedada, como demuestran los arranques conservados, donde se ven las hiladas de ladrillos. Esta cisterna recogía y almacenaba el agua procedente del canal de viridarium a través de un canal. 
La habitación situada encima de esta cisterna  se ha identificado normalmente como un triclinium o comedor, aunque hay autores que piensan que pudiera ser una exedra o sala de recepción y reunión. En cualquier caso parece que se trataba de una habitación abierta al viridarium con una dimensión de 7x10 metros. Su pavimento estaría decorado con mosaicos de tipo geométrico, compuestos por teselas de 2x2 cm de caliza blanca y negra. Sobre un fondo de color blanco se alinean de forma paralela tres filetes anchos de color negro como orla de una cuadrícula enmarcada por hileras de triángulos vértice a base, dentro de la que aparecen cuadrados y escuadras. Lamentablemente, sólo se conservan algunos fragmentos en las esquinas de la habitación. 
Asimismo, también se conservan restos de las pinturas que decoraban las paredes de la estancia, pero estas no están in situ, sino que se encuentran depositadas y expuestas en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Estas pinturas murales fueron halladas durante las excavaciones llevadas a cabo por Sandoval en el interior del aljibe, donde también se encontraba hundido el suelo de esta habitación. En un primer momento, se recuperaron, más o menos completos, cuatro frescos que representaban escenas mitológicas relacionadas con el mito de Baco y su triunfo sobre la India: la “Victoria (Niké) con Baco”, representado una escena habitual donde la Victoria coronó a Baco con una corona de laurel por su triunfo sobre la India; la “Despedida de Briseida”, que, según J. Altieri Sánchez, representaría el tema de la clementia de Baco con los reyes de la India: ante el dios se postra el rey de la India, Deríades, quizás junto a otros reyes o generales indios prisioneros suplicando clemencia; un “Baco con un tirso”, acompañado de un sátiro y con un carro tirado por tigres; y “Dionysos y Ampelo”, donde aparece Baco nuevamente con su tirso y dos sátiros o miembros de su cortejo.   

Los cubicula 
Los diferentes cubicula de la casa del Mitreo que dan al viridarium se disponen en sus lados norte y sur, si bien es cierto que esta zona sur se encuentran también unas habitaciones subterráneas. 
a) Los cubicula del ala norte. 
Hacia la parte norte del jardín, se abren tres habitaciones principales, interpretadas tradicionalmente como dormitorios. Estas habitaciones conservan restos de pinturas murales, pero solamente de la parte de los zócalos, cuya escena decorativa es básicamente la imitación de mármol tipo brocatel y jaspeado, y tienen el suelo decorado con mosaicos geométricos, cuya cronología los sitúa en el siglo II d.C.: 
La del centro mide 8,12 x 4,97 metros y su pavimento es de mosaico con teselas irregulares de 1 x 1 cm a 1,4 x 1,4 cm de caliza blanca y negra-azulada. En la composición aparece una orla en la que de forma horizontal se extienden a partir del umbral dos alfombras unidas entre sí en las que se alternan triángulos y cruces. En la pared norte se observan restos de su decoración pictórica con paneles rojos y franjas de separación azul claro. 

La de su derecha (la primera viniendo desde el peristilo) tiene una dimensiones de 5,10 x 3,85 m. Su pavimento presenta un mosaico geométrico con teselas de caliza blanca y negra-azulada de 2 x 2 cm en la cabecera y en las alas, y de 1 x 1 cm en la alfombra central. En al composición se combinan cuadrados, triángulos y rombos con cruces de Malta que dan la impresión de relieve. 
La de su izquierda es similar en tamaño (5 x 3,70 metros) y también presenta un pavimento de mosaico de teselas de 1 x 1 cm a 2 x 2 cm, en el que se distinguen una cabecera con fondo blanco, en la que se dibuja un meandro oblicuo, en torno a la que se extiende una orla de greca blanca sobre fondo negro; una alfombra central de meandros gamados; una alfombra de entrada con estrellas de cuatro puntas en las que existe una cruz de Malta blanca en su interior; ambas alfombras tienen en sus laterales una bandas paralelas en las que apareces estrellas de seis triángulos negros en torno a un hexágono blanco. En cuanto a su decoración pictórica, presenta un rodapié rojizo, sobre el que se asienta un zócalo azul claro dividido en paneles tripartitos, blanco el del medio y verde los exteriores, decorados con macizos vegetales y pájaros. 
Junto a estas tres habitaciones, existen en la esquina noroeste de este ala, una serie de dependencias, de las que apenas se intuye su estructura y delimitaciones debido a su estado de conservación y que han sido interpretadas como dependencias o habitaciones para el servicio, puesto que tampoco conservan restos de mosaicos ni de pinturas. 

b) El cubiculum del ala sur: la habitación del mosaico de “Eros”. 
En lado sur del peristilo existe una habitación doble a la que se accede a través de un pasillo que se inicia en la esquina suroeste del viridarium, lo que le diferencia, entre otras cosas, de las otras habitaciones del ala norte, que se abren directamente al jardín. Además, es una habitación doble, es decir, que a través de ese pasillo –que hemos mencionado– se accede a una habitación principal de grandes dimensiones (7,10 x 5,20 m) desde la que se puede pasar a otra habitación algo más pequeña, que se extiende de forma paralela al pasillo de entrada. Este cubiculum se ha interpretado como el dormitorio principal de la casa.
En ambas habitaciones, los restos de pinturas de las paredes, aunque existieron, apenas son visibles. Por su parte, la decoración de mosaicos de su pavimento sí es importante, pero sólo en la habitación principal dado que la otra no conserva restos de mosaicos. Sí hay, en cambio, restos de mosaicos –aunque muy deteriorados– en el pasillo de acceso a la habitación principal desde el viridarium, donde se mantiene una decoración geométrica con tesela en caliza blanca y negra.
En la habitación principal se encuentra el conocido mosaico de Eros, que da nombre a la propia habitación. En el conjunto decorativo musivo alternan teselas de 2x2 cm, 1x1cm en la alfombra en color blanco, negro y rojo, y de 5 a 3 milímetros en el emblema, donde la gama cromática es mucho mayor: blanco, negro, castaño, distintas tonalidades de rojo y amarillo (yema, canario, etc.) e, incluso, hay algunas teselas de vidrio para el negro de los ojos de Eros y para otros colores como el verde, el azul o el rojo intenso. La alfombra, donde se suceden distintas formas y composiciones de tipo geométrico con una simetría perfecta, encuadra en su centro un emblema: un Cupido, que aparece de pie y desnudo con una paloma en sus manos. Este emblema tiene forma octogonal y está rodeado por un filete y una trenza. A su alrededor, la alfombra tiene un fondo de damero blanco y negro y dos orlas: una continúa de rombos con una cruz de Malta en su interior, y otra, que sólo aparece en los lados menores, con cruces de peltas en torno a nudos de salomón. Enmarcado por las orlas y rodeando al emblema, el interior de la alfombra está decorado con hexágonos alargados donde siempre un cuadrado oblicuo entre dos peltas encierran una cruz de Malta, y con cuadrados grandes en cuyo interior alternan distintos motivos: trenzados, estrellas con florones, triángulos.

c) Las habitaciones subterráneas: cubicula diurna. 
 En el ángulo sureste del viridarium existen unas dependencias subterráneas. Se trata de dos habitaciones unidas a las que se accede a través de una escalera de dos tramos, que termina en una galería ciega. Su cubierta estaría formada por bóvedas de medio punto y tendría una ventanas elevadas en la pared este de ambas habitaciones. Las puertas de entrada a las habitaciones están hechas en ladrillo formando arcos de medio punto. 
Sin embargo, lo más significativo de estas dependencias en la decoración de sus paramentos con pinturas murales que imitan el mármol de tipo brocatel. No se conserva la decoración de las habitaciones, sino solamente de la parte de la escalera y en la galería en que está termina. En cuanto a la decoración de las pinturas, la imitación del mármol tipo brocatel presenta normalmente unos círculos rojos (a veces, azules) sobre fondos más claros de distintos colores (blanco, ocre claro, ocre oscuro, rosa, verde, etc.) cuyos núcleos presentan el mismo tono del fondo pero con diferente intensidad. 
Por lo que respecta al uso y funcionalidad de estas dependencias, en un primer momento se interpretó como una zona de almacenaje y despensa, sin embargo, y a pesar de que es muy difícil saber a ciencia cierta cuál fue su uso, su decoración hace pesar que muy probablemente fuesen unos dormitorios de verano, donde los señores de la casa pudieran refugiarse un poco de los duros calores estivales de la Lusitania.

Las termae
El principal problema que presenta las termas es su vinculación o no con la casa. Están situadas en el extremo suroriental del solar donde se levanta la casa del Mitreo, pero no existe una continuidad clara entre la casa y las termas.
En efecto, ya comentábamos antes que el espacio que hay entre la zona del peristilo y el viridarium, de un lado, y las termas, de otro, está muy arrasado y tampoco se ha excavado la zona de manera conveniente para tratar de definir la vinculación o no de ambos edificios y los accesos existentes. García Sandoval, su excavador, cree que las termas pertenecen a la casa, pero otros consideran que no, basándose en algunos hechos como que la orientación de las termas es diferente a la de la casa. De manera general, son más los partidarios que se decantan por pensar que las termas formaban parte de la vivienda apoyándose en dos criterios: en sus pequeñas dimensiones y en que su planta tiene la típica estructura de los baños privados. 
A falta de un estudio en profundidad de estas termas y de sus estructuras, la arqueóloga Teresa Barrientos clasifica estas termas como balneum o baños domésticos, cuya titularidad y uso sería exclusivamente privada. Además, es muy probable que, además de cumplir con un uso puramente higiénico, esta clase de balneum tenga en este tipo de viviendas de lujo una finalidad de prestigio y status social. 
Así pues, en el balneum de la casa del Mitreo no se pueden identificar ninguna parte de forma completa, dado que sus restos se encuentran parcialmente excavados. Todo el conjunto debió de estar cubierto por una bóveda, de la que se pudieron recuperar numerosos fragmentos durante su excavación, y también se conservan algunos restos de las pinturas con las que estarían decoradas las paredes donde aparecen figuras de peces y otros elementos relacionados con el mar. En el lado oeste hay una piscina con forma absidal a la que se accede tras bajar dos escalones y que tiene todo su suelo recubierto por un mosaico con teselas de mármol blanco. En el lado sur y sureste hay restos de la hipocaustum y del praefurnium (sistema de calefacción y horno de las termas), sobre los que estaría ubicado el caldarium (baños de agua caliente). En el lado norte se observan otras dos dependencias: una que podría corresponder al apodyterium (vestuario) y otra en la que se observan unos escalones que dan acceso a otra piscina. Esta piscina y la anterior podrían identificarse, con cierta lógica, con el frigidarium y tepidarium.

Todas estas dependencias están situadas en torno a un espacio de distribución cuyo pavimento está ricamente decorado con mosaicos, cuyas teselas de 1x1cm alternan los colores y materias primas: blancas y de color vinoso en mármol, negras en caliza y mármol y amarillas y anaranjadas en canto rodado. Este espacio está cubierto por una alfombra de mosaico geométrico que tiene unas dimensiones de 7,37x3,60 metros junto al que existen distintos umbrales (de escamas, de rosetas, con peltas, con hileras de triángulos, etc.) que darían acceso a las distintas dependencias. En su totalidad, se trata de un conjunto bastante asimétrico, que presenta muchas irregularidades y que sufrió varias remodelaciones y arreglos. En la alfombran podemos encontrar, entre otros elementos y figuras decorativas, florones, trenzas, peltas, rosetas de cable, rombos, flores, ramas, haces de rayos, dameros, un nudo de Salomón, etc., junto a gran cantidad de figuras geométricas: rombos, triángulos, cuadrados, círculos, etc.
Domus de la Alcazaba. Tipo de casa con un peristilum -patio porticado- como eje de distribución de las estancias. Es de resaltar un triclinium pavimentado con "opus sectile" enfrentado con una exedra situada en un gran estanque del patio. Su datación es confusa, -probablemente del S.I- ya que se modificaría en muchas ocasiones, siendo de las últimas, en el S.IV la mayoría los restos recuperados. 
Domus de la Huerta de Otero. Otra típica casa romana con peristilum a dos niveles como elemento de distribución. Además de este patio nos quedan restos de los pasillos con mosaicos y paredes con pinturas. Tenía una gran zona termal privada distribuida en dos pisos. 
La domus, dada su prestancia, apareció pavimentada con una serie de mosaicos y con decoración pictórica en las paredes. De los mosaicos, algunos geométricos, destacan el del corredor del peristilo interior, que se decora con toda una serie de seres marinos como anguilas, delfines y peces, así como el que más nos interesa, los restos del pavimento musivo de una habitación que presenta, entre patrones geométricos y cuadros con peces y aves, una cabeza de Medusa o gorgoneion,. El medallón central en el que se inserta la testa de Medusa se conforma mediante un octógono, cuyo paralelo más próximo lo encontramos en el mosaico de Medusa y las Estaciones, hallado en Palencia y expuesto en el MAN. Las escamas que rodean la cabeza de Medusa en el mosaico emeritense refuerzan aún más la visión del gorgoneion, la égida o coraza protectora, que ya mencionamos como elemento apotropaico de protección.

Domus del Teatro. De época más tardía, esta domus se localiza detrás de la escena del Teatro, al oeste del gran jardín porticado posterior al mismo. Alrededor de un patio -peristilum- se abren las habitaciones, dos de ellas, con ábside -stibadeion-. La mayor de estas estancias tiene pinturas murales, lo que confundió -además del ábside- a los investigadores en un principio, ya que se la consideraron una basílica, deducción actualmente desechada. 

Domus de los Mármoles. Una gran vivienda de época tardoromana, situada directamente en la muralla, ya que una de sus fachadas esta incluida en ella. En sus otros laterales linda con el Cardo maximus y con una de las puertas. Se distribuía mediante un gran patio -peristilum-, solado de pizarra y mármol blanco, con un pasillo perimetral al que comunicaban las habitaciones, algunas de ellas con abside. También se observan restos de termas. 

Acueductos
Acueducto de San Lázaro
Una de las tres conducciones que surtían de agua a Emerita Augusta. Cuando este acueducto tenía que atravesar la depresión del río Albarregas se construyó un gran conjunto de arcos para sustentar las conducciones. De todo el conjunto solo nos quedan tres imponentes pilares con dos de sus arcos de unión, los situados más abajo de la estructura. En el S.XVI se construyó un acueducto nuevo utilizando muchos de los sillares del romano, por lo que este, fue prácticamente destruido. 
Los tres pilares que nos quedan tienen de distinta planta, todos con contrafuertes, para fortalecer la estructura general. 
El primer piso tiene unos arcos de 11 dovelas con clave ligeramente destacada. Los pilares, de planta rectangular, son de sillares exageradamente almohadillados dispuestos en 9 hileras. Para terminar este primer conjunto de arcos, hay una cornisa moldurada tangente a la cúspide de los arcos. Todo este conjunto constituye en si el basamento del acueducto. 
El segundo orden de arcos está construido con sillares planos más irregulares intercalados periódicamente por hiladas paralelas de ladrillos. El número de unas y otras es el mismo, cuatro de sillares por cuatro de ladrillos. Los pilares, cruciformes y no rectangulares como en el primer piso, tienen una cornisa moldurada antes del inicio de los arcos. Estos son de ladrillo y soportarían directamente la conducción de agua.
Alzado de los restos del acueducto de San lázaro

Su longitud original estaría cercana a los 1.000 m. y desembocaba en dos canales, uno en un depósito "piscina limari" del anfiteatro y otro dirigido al foro municipal de la ciudad. El depósito que es de planta cuadrada y bóveda de ladrillo, además servía para la decantación del agua. 
Posiblemente se realizase en dos épocas como parece indicar la diferente forma de construcción que tiene la arquería inferior y la superior -mediados de S.I y S.II-. Hay también quien piensa que es de construcción anterior, concretamente en época de Augusto.

Acueducto de Los Milagros
El más conocido de las tres conducciones que surtían de agua a Emerita Augusta. La conducción discurría desde el pantano de Proserpina hasta la ciudad, teniendo que atravesar, como el acueducto de San Lázaro, la depresión del río Albarregas. Toda la obra es un portento de ingeniería, desde la presa hasta la conducción subterránea, pasando por el conjunto elevado de arquerías, el sector más conocido y que le da nombre. 
El dique del pantano de Proserpina mide 425 m. de longitud y 20 m. de altura. Su fábrica tiene una estructura central de hormigón "opus caementicium", revestida de sillares escalonados de granito, sillarejos o mampostería según la zona, y con un espaldón de tierra en su lado exterior delimitado por un muro de contención. También tiene contrafuertes interiores y exteriores.
Los más de diez kilómetros de que consta toda la construcción es debido al preciso estudio para aprovechar la mejor trayectoria, ya que la distancia desde el pantano hasta la ciudad es de 5 Km. escasos.
Su primera parte es subterránea, con una galería de mampostería abovedada con ladrillo de 2 m. de altura por 1 m. de anchura, que desemboca en una piscina, desde la cual la conducción entra en la sección elevada por arcos. 
Arquerías sobre el río Albarregas.

La trayectoria en planta de esta parte elevada -de más de 825 m. de longitud-, está dividida en varios sectores determinados por las distintas direcciones que adopta. Los pilares son de planta cuadrada de 2,5 m. de lado. Su fábrica es de sillares y ladrillos, cinco hileras de cada material, con un interior de hormigón. Este hormigón, en ocasiones, ocupa espacios de sillares para consolidar la unidad de la construcción, apareciendo mampostería en el exterior. Los sillares están enlazados por grapas de madera. A medida que adquieren más altura aparecen contrafuertes ataludados en sus laterales. Los arcos son de ladrillo a excepción del central inferior de los que se sitúan encima del río, que se compone de 9 dovelas de piedra.
El primer sector, esto es, antes del primer ángulo, consta de tres pilares rectangulares. El tercero de ellos llegó a tener una base tan deteriorada por la pérdida progresiva de sillares que le dió el nombre de "los milagros" a toda la construcción. Actualmente y dado el peligro de derrumbe se encuentra restaurado.
La segunda sección es la más extensa, se encuentra a una distancia considerable de los tres pilares de la primera parte ya comentados. Todos los pilares están reforzados con contrafuertes y en la zona que pasa encima del río aparecen tajamares. Precisamente en este lugar se alcanza la mayor altura del acueducto, 25 m., que sería mayor si existiera el "specus" y una supuesta galería superior de paso. En toda esta sección se observan tres alturas de arcos, todos ellos de ladrillos, exceptuando el central, ya comentado, de dovelas de piedra. 
Los restos de la tercera sección están también separados y marcando un ángulo apreciable con la dirección de la anterior. El primer pilar es el más consistente de toda la construcción debido a su función de cambiar la dirección de la conducción. Esta se dirige a la ciudad y su altura disminuye progresivamente.
Toda esta construcción terminaba en un depósito de planta cuadrada "castellum aquae" de 6 m. de lado, de fábrica de hormigón y sillares recubiertos de mármol.
Presa de Cornalvo y acueducto de Aqua Augusta. La presa se construyó en tiempos de Augusto con una estructura central de hormigón revestida de sillarejos escalonados de granito. Toda la construcción venía reforzada en el exterior por una gran pendiente de tierra a modo de contrafuerte -espaldón-. El dique medía unos 220 m. de longitud, 18 m. de altura y 3,50 m. de anchura superior. El acueducto que conduce el agua hasta la ciudad -16 Km.- era un túnel de mampostería con bóveda de cañón, que se convertía en un canal sobre arcos para salvar las depresiones. 

Puentes
Puente sobre el Guadiana
La construcción de este gran puente es uno de los hechos fundamentales para el asentamiento y evolución de Emerita Augusta. 
Un gran puente con 60 arcos -tres de ellos casi enterrados- y una longitud total de 792 m. De fábrica de hormigón recubierto por grandes sillares almohadillados. La obra se repartió en varios tramos de arcos, realizados sucesivamente.
El primer y segundo tramo se realizó en época de Augusto, para unirlos y fortalecerlos, se construyó un tajamar común, río arriba, para así aliviar la presión de la corriente del agua sobre los pilares. En una gran crecida en el S.XVII este tajamar cedió construyéndose cinco arcos nuevos. Para está y sucesivas reparaciones, se utilizaron sillares del Teatro.

El primer tramo, que conserva todavía hoy la fábrica romana, consta de 10 arcos de medio punto con una luz que oscila entre los 6,50 m. y los 10 m. En sus grandes pilares se construyeron aliviaderos para repartir la fuerza así como tajamares redondeados.
El segundo, mucho mayor, es de 25 arcos, y lo componen arcos de diversa factura y procedencia, de hecho sus luces varían desde los 5 m. hasta los 15 m. Es la zona con más empujes y problemas de cimentación, por lo que los arreglos y modificaciones han sido numerosas.
El segundo, mucho mayor, es de 25 arcos, y lo componen arcos de diversa factura y procedencia, de hecho sus luces varían desde los 5 m. hasta los 15 m. Es la zona con más empujes y problemas de cimentación, por lo que los arreglos y modificaciones han sido numerosas.
Después de los anteriores tramos, los ingenieros romanos pudieron realizar hasta cinco nuevas ampliaciones, ya que por el oeste se inundaba el paso con las crecidas invernales. La tres primeras, 22 arcos, posiblemente fueron construidas en tiempos de Trajano. La rampa de acceso a la orilla oeste esta compuesta de tres arcos aterrados y de construcción posterior.
Comunicaba directamente con la puerta de la muralla del Decumanus Maximus convirtiéndose con este en el eje principal de la ciudad. Se realizó en etapas debido a su complejidad: se construían o sustituían los arcos o los tajamares dependiendo de los adelantos técnicos de la época.

Ha sufrido varias modificaciones y restauraciones, necesarias tanto por los destrozos producidos por las crecidas del río como por los conflictos bélicos. Desde la primera, realizada por los visigodos -Eurico-, hasta la última en el S. XIX. 
Su utilización ha sido incesante hasta el año 1993, año en que se restringió para su uso peatonal.

Puente sobre el Albarregas. Realizado en la misma época que el del Guadiana, este pequeño puente mide 145 metros de longitud y unos 7,00 m. de ancho. Situado en la Vía de la plata, es la continuación del Cardo Maximus de la ciudad y en las proximidades del acueducto de los milagros. Posee cuatro arcos de medio punto -de 5,30 m. de luz- y dos vanos adintelados de desagüe en un lateral. Destacaremos el aspecto macizo de toda la construcción, es especial de las pilas, que carecen de tajamares. También es de resaltar la posición oblicua sobre el cauce del río, lo que implica una mayor fuerza sobre las pilas. Esto puede ser debido a el escaso caudal, o la variación natural del su curso. 
Puente sobre el Albarregas

Puente Alcantarilla

Puente Alcantarilla. Un pequeño puente de un ojo, de solo 7 m. de longitud y 4,30 m. de anchura. De fábrica de opus caementicium -hormigón- y recubierto de opus mixtum: ladrillo y piedra

Otras obras de ingeniería: 
Alcantarillado. Toda gran ciudad romana estaba provista de una red de cloacas eficiente para desaguar tanto las aguas sucias como la de lluvia. Habitualmente se trazaba debajo de la red de calles y en Mérida constaba de 13 cloacas que desembocaban en el Guadiana y una, en el río Albarregas. 
El dique de contención del Guadiana. Se construyeron una serie de defensas de contención para evitar la inundación de algunos barrios en las crecidas del río. De fábrica de hormigón revestido de sillares almohadillados similares a los del puente. Parte de la alcazaba árabe se construyó encima de estas defensas, siendo precisamente este, el tramo mejor conservado. 

Teatro de Mérida (Emerita Augusta)
El cónsul romano Marco Agripa fue el principal promotor de su construcción, que se comenzó hacia en el año 16 a.C. Las modificaciones fueron continuas, y ya, en el año 105 se levantó un nuevo frons scaenae, remodelado posteriormente en el 333. De su primer diseño quedan el porticus postscaenae o parte posterior de la escena, y el graderío. 

Su diseño se basa, como casi todos los teatros romanos, en los modelos vitruvianos. Consta de un graderío semicircular para 5.800 personas dividido en tres alturas, la ima -22 gradas y 6 puertas-, media -5 gradas- y summa cavea -5 gradas- . Como era habitual en estas obras, se utilizó la ladera del monte San Albín para facilitar su construcción. Tiene un diámetro de casi 96 m. A estas gradas se accedía mediante 13 puertas que comunicaban con los vomitorium. En su centro y parte más baja se sitúa la orchestra también semicircular -de 30 m. de diámetro-, con las tres gradas de la poedria, reservadas para la alta sociedad emeritense y delimitada con un murete semicircular de separación o "balteus". Esta orchestra estaba recubierta de mármol, y en su frente se levanta la vertical del podium, el frons pulpiti, compuesto sucesivas exedras rectas y curvas. Además de las 13 puertas de acceso al graderío, tiene dos más para entrar en la escena, todas ellas con pasillos abovedados.
El frons scaenae, o frente de la escena es elemento más conocido del conjunto. Sobre podiums de 2,5 m. de altura, recubiertos de mármol, se elevan dos cuerpos de columnas corintias de casi 30 m. Las basas y capiteles de mármol blanco y los fustes de mármol azul. Sobre cada orden de columnas se extienden sus correspondientes entablamentos con arquitrabe, friso y cornisa, todos ellos decorados. Entre estas, se situan estatuas imperiales divinizadas, dioses y personajes clásicos: Ceres, Plutón, Júpiter, Proserpina... Entre todo este conjunto se abren las tres puertas de acceso a la escena, la central -valva regia- y las laterales -valva hospitalarium-. Por detrás de esta fachada hay diversas estancias para actores y demás personal.

La superficie del escenario, el pulpitum, estaba recubierta de madera bajo la cual se distribuían los útiles necesarios para la formación de los telones, decorados y demás elementos de la escena. 
En la parte posterior de la escena, fuera del teatro en sí, se construyó un jardín porticado, presidido por una pequeña cámara consagrada al culto imperial. Por su lado este se accede a una domus, la casa del teatro-, con peristilium y ricos mosaicos. En el fondo, en un lateral de la plaza, se localizan unas letrinas de uso público. 
Las modificaciones continuaron: en tiempos de Trajano se sustituyó parte del graderío central, en la ima cavea, por un santuario -sacrarium- de culto imperial. En el año 333 se pavimentó nuevamente la orchestra y se modificaron las puertas de acceso. 
Una vez implantado el cristianismo en el mundo romano, las representaciones, consideradas paganas, son prácticamente suprimidas, y el teatro cayó en desuso hasta nuestros días, que, una vez restaurado, es escenario frecuente de grandes representaciones.

Anfiteatro de Mérida 
El anfiteatro fue construido poco tiempo después del Teatro y ubicado en sus proximidades, dejándonos así un conjunto monumental romano incomparable dentro de la península. Las inscripciones esculpidas en el podium nos dicen que su inauguración fue en el año 8 a.C. Posiblemente su planificación fuese simultánea -con la del Teatro-, pero situándolo fuera de las murallas, localización corregida cuando éstas, se ampliaron. El motivo de esta cercanía es la utilización, como en caso del Teatro, de las laderas del cerro de San Albín para acomodar el graderío y así facilitar su construcción. 

Su fábrica es diversa: hormigón, sillares de granito, sillarejos, mampostería o ladrillo. Es de resaltar que no fue una construcción en la que se utilizasen materiales de alta calidad, y menos en su decoración, lo que nos lleva a pensar que hubo una importante restricción económica para su realización. 

De planta elíptica, tiene un eje mayor de 126 m. y menor de 102 m., siendo estas medidas en la arena de 64 m. por 41 m. respectivamente. 
Su diseño, es el habitual en los anfiteatros romanos: un graderío con ima, media y summa cavea, y una arena central. El graderío podía albergar unos 15.000 espectadores y estaba dotado de escaleras -scalae- y pasillos que comunicaban las distintas partes -cunei-. La ima cavea disponía de una fila reservada para autoridades y de otras 10 para público en general. Además de construyeron dos tribunas situadas en ambos lados del eje menor, una sobre el pasillo de la entrada principal y otra enfrente. Bajo ellas se realizaron las inscripciones que nos permiten datar el edificio. Es posible que también en el eje mayor se construyesen otros dos palcos similares.
La arena disponía de fossa bestiaria en su centro, que se cubría con madera y posteriormente con arena. Esta era necesaria para albergar los animales utilizados en las luchas de estos contra gladiadores, venationes. Esta fosa estaba comunicada por un pasillo que recorría todo el eje mayor utilizado para el paso de animales y gladiadores. A sus lados existían estancias utilizadas para la preparación del espectáculo, asi como templos de adoración a los dioses.
Para acceder al interior del anfiteatro disponía de 16 puertas exteriores, de las cuales la situada en el frente occidental es la principal, y curiosamente dos de ellas están cegadas por la muralla. 
El podium que separaba la arena y el graderío fue decorado con una pinturas alusivas a las actividades del anfiteatro: tigres contra jabalíes, gladiadores contra leones... Además posteriormente se cubrió con marmol y coronó con una balaustrada.
Se abandonó progresivamente, y las últimas gradas se fueron utilizando como material de construcción en los siglos posteriores, siendo este el motivo de la desaparición de la summa cavea. Es curioso el conocer que el S.XVIII se describe este graderío del anfiteatro en su totalidad, lo que hace suponer que el expolio fue posterior.
Acceso principal al anfiteatro romano

Circo de Mérida 
El circo de Mérida está en un estado de conservación aceptable, aunque a simple vista parezca deplorable, ya que los restos de este tipo de construcciones, los circos, son escasos. Al tratarse de las construcciones muy extensas en superficie, habitualmente estos solares se han reedificado, perdiendo así su estructura general. También este motivo, su gran extensión, fue edificado a unos 500 m. fuera de la muralla, en una vaguada situada en un lateral de la vía de acceso a la ciudad, facilitando así la construcción de su graderío. 
Su datación en complicada: se supone su inicio hacia el año 20 y su inauguración en el 50. Las competiciones que se celebraron en ella gozaron de gran aceptación por el público, por lo que se remodeló y actualizó permanentemente. 

Su estructura se compone de graderío y arena, como los anfiteatros pero en una planta distinta, esta es casi rectangular, con semiarco en los lados menores, y unas medidas de 440 m. de largo por 115 m. de ancho. 
Se conservan bastante bien las entradas de acceso, en concreto la monumental "Porta Pompae" o puerta de los desfiles. En ella existen los restos de 12 carceres o aparcamientos de carros. Estas eran rectangulares, con cuatro pilares en sus vértices y un muro perimetral con pilastras adosadas. Desde estos recintos se accedía a las posiciones de salida de las carreras. En el lado opuesto se encontraba la Porta Triumphalis
Las medidas de la arena son grandiosas: 400 m. de largo por 95 m. de ancho. En su centro longitudinal se encontraba el muro de separación -spina- de más de 230 m. Esta, se decoró con obeliscos, pilastras y esculturas. Alrededor de ella corrían los carros, bien de dos caballos, bigas, o de cuatro, cuadrigas.
El graderío perimetral tendría una capacidad de unos 30.000 espectadores, y en él se ubicaban dos palcos, uno para los jueces -tribunal iudicium- y otro, el presidencial, para las autoridades. La grada sur se edificó sobre la ladera de una vaguada y la norte sobre una estructura de arcos. Tenía 11 filas de asientos separadas por un pasillo perimetral. Estaba elevado y delimitado con la arena por un alto podium.
Planta original del Circo de Emerita Augusta

Su fachada exterior era paralela a la vía de acceso a la ciudad, decorada con arcos ciegos y pilastras adosadas, se revistió de placas de granito. Su fábrica interna era de mampostería y hormigón. 
Su utilización en el tiempo fué más extensa que la del Teatro y Anfiteatro, ya que las normas cristianas eran más benevolentes con estos espectáculos de carreras.

Templo de Diana
Es una de las múltiples construcciones de la Emerita-Augusta romana, actual Mérida.
Es la única construcción religiosa que se conserva en su sitio en Mérida. Data del final del S.I a.C. y es un edificio de gran tamaño, que, debido a su ubicación en el Foro Municipal, debió de ostentar gran lujo y decoración. Posiblemente el templo estuviese dedicado exclusivamente al culto del Emperador Augusto, no a Diana, como asi lo indican los materiales escultóricos localizados. Estos representan a miembros de la familia imperial, al mismo Emperador Divino y al Genio del Senado. 
Su planta es rectangular, con un pórtico hexástilo -de seis columnas-, y rodeado de columnas, períptero. Estas, de fuste estriado, están coronadas por capiteles corintios. Estaban estucadas y pintadas con un color rojo de mármol. Situado sobre una base o podium de 3 m. de altura, se accedía a ella por unas escaleras hoy desaparecidas. 
Mide 40,70 m. de largo -con la escalera de acceso incluida- y 22 m. de ancho. 
Era el centro de un área sagrada que está rodeada por un períbolo o muro de delimitación del espacio exterior de esta plaza. 
También tenemos indicios de un estanque y canales, que junto a los restos escultóricos, nos dan idea de la importancia religiosa del templo.
Toda la construcción está fabricada con sillares y piedras de granito.
Su fachada, orientada al foro, estaba coronada por un frontón de interior semicircular soportado por las seis columnas del pórtico.

Planta original del Templo de Diana

Por desgracia, en el S. XVI se construyó en parte de su ubicación y utilizando material del templo, el palacio del Conde de los Corbos, lo que degradó el estado de este magnífico monumento.

Baelo Claudia
La antigua ciudad romana de Baelo Claudia está situada en la Ensenada de Bolonia, en la pedanía tarifeña de Bolonia a unos 22 km al noroeste de la ciudad de Tarifa, en la provincia de Cádiz (España) dentro del actual Parque Natural del Estrecho. El estudio de sus restos arquitectónicos muestra su origen romano a finales del siglo II a. C., observándose ya desde esa época una gran riqueza que la convierte en un centro económico importante dentro del área del Mediterráneo.

La ciudad nace a finales del siglo II a. C. sobre un asentamiento fenicio-púnico más antiguo (Bailo, Baelokun), y su existencia está muy relacionada con el comercio con el norte de África (era el principal puerto marítimo que enlazaba con la ciudad de Tánger en Marruecos). Es posible que Baelo Claudia tuviera algunas funciones de centro administrativo, pero la pesca, la industria de salazón y el garum (una salsa derivada del mismo) fueron las principales fuentes de riqueza. El emperador romano Claudio le concedió el rango de municipium (municipio romano).
La vida de estas poblaciones alcanzó pleno esplendor entre los siglos I a. C. y II d. C., iniciándose su decadencia a partir de segunda mitad del siglo II, cuando un gran maremoto arrasó gran parte de la ciudad. A sus desastrosos efectos se sumaron la crisis del siglo III y las incursiones de hordas de piratas, fundamentalmente mauritanos y germanos. Aunque experimentó un ligero rebrote en el siglo III, la ciudad fue abandonada definitivamente en el siglo VII.
Era esta una ciudad portuaria dedicada principalmente a la pesca y a la salazón de atunes, así como a la producción de "garum". Estas actividades tenían lugar durante los meses de verano y atraían a la ciudad a numerosos trabajadores temporeros, hecho que determina en parte las características de algunos de sus edificios.
Desde finales del siglo I d.C. su prosperidad viene paulatinamente a menos coincidiendo con la crisis en la producción de sus fábricas, las invasiones del Norte de África (siglo II d.C.), los saqueos de las hordas germánicas (siglo III d.C.) y sobre todo, un movimiento sísmico que arruina los edificios levantados durante la época imperial; factor que acelera el proceso de abandono que ya venía sufriendo la ciudad, y a pesar de lo cual sus relaciones comerciales se logran mantenerse hasta el siglo V d.C.
En su trazado urbano se distinguen las dos vías principales clásicas de la ciudad romana: el Decumanus maximus, que la recorría de Este a Oeste y en cuyos extremos se situaban las puertas de entrada a la ciudad, y el Cardo máximo, que la cruza en ángulo recto y por tanto en dirección Norte a Sur.
En el encuentro de estas dos calles principales se situaba el Foro o plaza principal, cuyo pavimento actual es el original de losas de Tarifa conservado desde el siglo I, y a cuyo alrededor se distribuían los principales edificios públicos. Era esta una plaza descubierta con pórticos en tres de sus lados, desde uno de los cuales se accedía a tres de ellos: el templo del emperador, la Curia, y otro que servía de Sala de Reuniones. El edificio principal, situado al fondo es La Basílica, destinado a diversos fines y especialmente a sede de los tribunales de justicia; y en el lado izquierdo del existían unas pequeñas construcciones rectangulares hechas con piedras: las tiendas o Tabernas.
En el yacimiento se conservan los elementos más representativos que constituían la esencia de una ciudad romana; ésta contaba con:
·       una cerca o muralla, reforzada con más de cuarenta torres de vigía, de las que se conservan las puertas principales de la ciudad, la que se dirigía a Gades, al oeste, y la que se dirigía a Carteia (San Roque). Hacia el Este, existía una tercera puerta situada al norte de la ciudad, denominada Puerta de Asido.
·       edificios de carácter administrativo como la curia (senado local) o el archivo municipal,
·       una plaza pública (foro),
·       un palacio de justicia (basílica judicial), situado en el foro frente a los templos, tiene planta rectangular y mide 19,5 por 35,5 metros, estaba presidida por una estatua del emperador Trajano de más de tres metros de altura.
·       cuatro templos: Tres dedicados a cada uno de los componentes de la Tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) y uno dedicado a la diosa egipcia Isis, relacionado al culto isíaco en la península, descubierto recientemente por un grupo de arqueólogos del histdeutsch. Una disposición similar sólo ha sido hallada en la ciudad de Sbeitla en Túnez.
·       El mayor edificio de Baelo Claudia es el Teatro, donde todos los actores eran hombres, incluso en los papeles de mujeres, que para interpretar se colocaban máscaras, según fuese el personaje que representaban.
·       También pueden verse restos de las tiendas (tabernae); el mercado (macellum), recinto cerrado destinado a la venta de carne y comestible en general y formado por catorce tiendas y un patio interior, las termas (termae) y el teatro. 

El abastecimiento de agua de la ciudad se realizaba por medio de tres acueductos. También puede apreciarse la zona industrial con restos de las instalaciones para la fabricación del garum, calles, acueductos, restos del sistema de alcantarillado, etc. En ningún otro yacimiento romano de la Península Ibérica es posible extraer tras la visita una visión tan completa del urbanismo romano como en Baelo Claudia. En esto radica su principal interés, destacado también por el espectacular paisaje que rodea a la ciudad.

Basilica
Es uno de los edificios basilicales mejor conservados de la península ibérica.  Su planta rectangular tiene unas dimensiones de aproximadamente 36 metros de largo por 20 metros de ancho. Está localizada al sur del foro, de forma que lo cierra y lo incomunica con el decumano máximo.

Dispone de un espacio central rodeado de columnas, en cuya parte superior se abren una serie de ventanas que permitían una buena iluminación del interior del edificio. Poseía tres puertas hacia el lado del foro, y una puerta más en el lado contrario, que abría al decumano máximo a través de una pequeña plaza.
Ante las columnas que delimitaban el espacio central, en el lado occidental, se levantaba una estatua del emperador Trajano.

Templo de Isis
El templo estaba dedicado al culto de la diosa egipcia Isis, y se encontraba al noroeste del foro de la ciudad de Baelo Claudia.
Su planta mide unos 30 metros de largo por 18 de ancho, y está aislado del exterior por un muro perimetral.
Está dividido en dos espacios diferenciados:
·       Uno público, el patio donde se encuentra la cella, y los elementos destinados a los ritos (altar, pira, pilón y pozo).
·       Y otro espacio privado, con habitaciones dedicadas al uso doméstico y lugar de rituales de iniciación al culto de Isis.

Templos del Capitolio 
Eran tres los templos que formaban parte del capitolio, y que dominaban desde lo alto el foro de Baelo Claudia. Cada uno de ellos estaba destinado al culto de un dios: Minerva, a la izquierda mirando desde el foro, Júpiter, en el centro, y Juno, a la derecha.
Constaban de cuatro columnas en su fachada, del orden corintio, continuadas por dos más a los laterales, formando de esta forma el pórtico. Alrededor de la cella, las columnas daban paso a cuatro pilastras.
Delante de los templos se encontraban los altares destinados a los oficios religiosos.

Macellum
El macellum de Baelo Claudia tiene una planta rectangular de unos 30 metros de largo por 20 de ancho. Se construyó a finales del siglo I d.C. para agrupar a los comercios que existían en el foro.
Arquitectónicamente, estaba rodeado en tres de sus laterales por galerías porticadas. Tenía cuatro tiendas que daban al exterior en la fachada principal, de unos 9 metros cuadrados cada una. En el centro de dicha fachada se situaba la puerta que daba acceso al patio interior.
Alrededor del patio estaban distribuidas las tiendas interiores. Cuatro tiendas en los ángulos, y otras seis en el centro, éstas últimas de forma casi cuadrada.
En el interior del muro norte se abre una exedra rectangular que podría haber albergado una estatua.

Foro
El foro de Baelo Claudia era la gran plaza de la ciudad, centro de la vida jurídica, administrativa, comercial y religiosa. Tenía unas dimensiones de 115 por 87 metros. Alrededor de su gran plaza central, se distribuían los edificios oficiales de la ciudad.

Limitado por el norte, y sobre una terraza elevada sobre el resto, se encontraban los templos capitolinos. A ambos lados del muro de la plataforma estaban las escaleras de acceso, y en un su centro existía una fuente monumental y un podio para las arengas. A cada lado del podio también habían localizados dos templetes.
En su lado sur, el espacio del foro estaba cerrado por la Basílica. En el este, estaban los establecimientos comerciales y tabernae, amparados por un pasillo porticado.
La curia, la sala de votaciones, el tabularium y un templo, estaban en el lado oeste, también con un pasillo porticado.

Los accesos al foro se realizaban por dos callejones a ambos lados de la Basílica, por los laterales de los templos capitolinos y por una calle entre la curia y el templo adyacente. 

Teatro
El teatro romano de Baelo Claudia se encuentra situado en la zona más occidental de la ciudad, junto a la muralla y alejado del centro, aunque bien comunicado gracias al decumanus que lo unía con el foro y el decumanus maximus por el cardo número 1.
Como casi todos los teatros romanos, aprovecha la orografía de la zona, y sus gradas se asientan sobre la ladera de la colina, quedando además perfectamente alineado con el trazado de la ciudad.
Sus dimensiones no son de gran tamaño; 67 metros de longitud, correspondientes a la fachada del postscaenium, y 49 metros de anchura. Cada una de las cáveas que formaban el graderío del teatro, correspondientes a los distintos estratos sociales, tenían sus propios accesos.
En el muro del frons pulpiti se alternaban hornacinas semicirculares y cuatro pilas rectangulares revestidas de marmol, que servían para  recoger el agua que se vertía sobre ellas.


Viviendas
Las casas que forman parte de esta recreación, Casa del Oeste y Casa del Reloj de Sol, están ubicadas en el barrio del puerto, junto a las factorías de salazón y garum. Ambas tienen unas dimensiones similares, alrededor de 500 metros cuadrados, y sus dependencias están organizadas en torno al peristilo central.
La entrada al interior se realizaba desde la calle de las columnas, en cuya fachada también se encontraban posiblemente varias tabernae. Una particularidad de la Casa del Reloj de Sol, es que una de sus habitaciones tenía comunicación directa con la factoría anexa.
En cuanto a las factorías de salazón, existían en Baelo Claudia de diferentes tamaños. Su característica principal son las pilas o albercas destinadas a la salazón del pescado o fabricación de garum, en el caso de las más pequeñas. Los muros de los saladeros estaban revestidos con un mortero impermeable de arena, cal y pedazos de ladrillos, y cuidadosamente pulidos.

Termas
El edificio de las termas se localiza al oeste de la ciudad junto a la muralla, con su fachada principal totalmente simétrica al decumano máximo. Debido a su reducido tamaño, se presuponen que existen otras termas mayores en la ciudad de Baelo, pero no se tienen noticias de su hipotética ubicación.
El edificio abarca toda una manzana, sumando las instalaciones de las termas y la palestra. En su fachada principal, a los lados de la puerta de entrada, tenía dependencias dedicadas posiblemente a tabernae.
Su distribución obedece a los estándares de las termas romanas. El recorrido obligaba a pasar al usuario por las siguientes salas:
·       Frigidarium, sala con piscinas de agua fría.
·       Sala de masajes, donde se untaban con aceites.
·       Tepidarium, sala de agua templada.
·       Cella soliaris, sala de agua caliente.

Conímbriga 
La ciudad romana de Conímbriga, cerca de la actual localidad de Condeixa-a-Nova, Portugal, pertenecía a la provincia romana de Lusitania. Sus ruinas son las de mayor tamaño e importancia de todo el territorio luso.
Su ocupación por los romanos se produjo en el año 139 a.C., durante las campañas de conquista llevadas a cabo por el general y político Décimo Junio Bruto.
Durante el siglo primero de nuestra era, se construyen las grandes termas y el foro. Su muralla perimetral de un kilómetro y medio de extensión, data del siglo IV, época de declive romano. 
Entre los años 465 y 468, la ciudad sufre el ataque de los pueblos bárbaros (suevos).

Foro Romano de Conimbriga 
El Foro romano de Conimbriga tenía una planta rectangular de unos 90 metros de largo por 46 de ancho aproximadamente.
Su gran plaza central estaba rodeada por un pórtico de cuyas columnas originarias aún se conservan sus bases.
En el extremo norte se erigía un templo de casi unos 18 metros de altura, y a 2 metros sobre el nivel de la plaza. A sus laterales y parte trasera, y a una distancia de unos 9 metros, existía un doble pórtico construído a su vez sobre un criptopórtico.
Su construcción está basada en un esquema geométrico, el triángulo de Pitágoras, usando múltiplos de un módulo que medía 2,96 metros.

Termas do sul


Fue uno de los mayores edificios construidos en la ciudad romana de Conimbriga, y sigue el modelo de la arquitectura imperial.
Una de las características principales de las termas, es la impresionante vista hacia el sur que se divisa desde la palestra. Estaba dividida principalmente en tres bloques, a los que se accedía a través de zonas porticadas:
·       La entrada, donde se encontrada una gran piscina de agua fría (natatio).
·       La zona central, donde se ubicaban las zonas de baño.
·       La palestra, a la que se bajaba por una gran escalera.

Casa dos repuxos


Antes de su remodelación, la casa dos repuxos, era un establecimiento dedicado a la manufactura y el comercio. Pero en el siglo II de nuestra era, sus propietarios, una familia aristocrática, la convirtieron en su residencia particular.
Su eje principal estaba formado por el amplio vestíbulo, al que se accedía a través de una exedra, el peristilo central, y el triclinium.
Destacan sobre todo sus ricos mosaicos y su peristilo, profusamente decorado y con varias fuentes construidas sobre el impluvium. La casa de los repuxos toma su nombre de dichas fuentes (repuxo significa fuente).

Casa dos Esqueletos
La casa de los esqueletos era una residencia de dimensiones relativamente modestas dentro del conjunto arqueológico de la ciudad de Conimbriga.
Sus dependencias se ordenan en torno a su peristilo central, con un estanque y un pequeño jardín en su interior, siguiendo el estilo arquitectónico romano de la época.
En su fachada occidental disponía de tres tabernae, independientes de la vivienda, abiertas hacia el exterior, y una pequeña puerta, utilizada como entrada secundaria.
Los restos humanos encontrados en sus ruinas dan nombre a la casa.


Insula do Vaso Fálico
La ínsula del vaso fálico ocupaba toda una manzana en la calle principal de la ciudad, entre el foro y las termas del sur.
Estaba formada por bloques de viviendas, independientes unas de otras, en cuya planta baja se localizaban las tabernae.
Toma su nombre de una jarrón ritual, encontrado en sus ruinas, que contaba con tres falos muy característicos.

Casa de Cantaber
La Casa de Cantaber ocupaba toda una manzana del trazado de la ciudad de Conimbriga.
En su parte trasera disponía de unas termas privadas que se construyeron sobre un amplio patio que poseía la casa, con una superficie de más de un tercio del total.
El resto de las dependencias se articulaban en torno a los cuatro peristilos de los que constaba la casa. Su peristilo central, junto a la entrada y el triclinium, tenían unas dimensiones impresionantes; muy pocas casas en todo el imperio romano se conocen con tales dimensiones.




Próximo Capítulo: ESCULTURA,CERÁMICA, VIDRIO EN HISPANIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario