Jainismo: La historia de Mahavira
Tanto Mahavira
como Buda pertenecían a la tradición india védica. Nacieron en la casta
guerrera (ksatriya) y vivieron en el este
de la India, en una zona del valle del Ganges, incluido el estado moderno de Bihar. Los
nuevos pensadores cuestionaron la ortodoxia Védica Brahmánica dominante (en la
que una entidad llamada Brahman era considerada suprema) y
su sistema de castas estratificadas con brahmanes (sacerdotes)
en la parte superior. Rechazaron
el sacrificio de animales. Para
Jains en particular, un principio central de su fe era una renuncia a la violencia en todas sus formas y una preocupación por todas las
formas de vida.
Mahavira es considerado
por los Jains como el más reciente de los 24 Jinas (seres liberados que ayudan
a otros a lograr la liberación actuando como maestro y modelo a seguir). Se cree que vivió en el
siglo VI a.C Su
existencia histórica no está en duda, pero los estudios recientes sugieren que
el Buda, de quien Mahavira era contemporáneo, pudo haber vivido en una fecha
algo posterior, tal vez en el siglo IV a. Por lo tanto, es posible que las fechas de
Mahavira sean más tardías de lo que generalmente se piensa. Algunos estudiosos
también creen que hay evidencia histórica de la existencia de Parsvanatha,
la 23ª Jina que inmediatamente precedió a Mahavira.
La biografía
tradicional de Mahavira es bastante similar a la de los anteriores Tirthankaras (Jinas).
Ciertos
eventos importantes ocurren en la vida de todos los Jinas, y algunos de estos
eventos se convirtieron en temas populares para el arte jainista,
especialmente en las pinturas manuscritas.
A continuación hay una
selección de páginas del Kalpasutra (El libro del ritual), un texto importante
para los jainistas de Svetambara, que cuentan la historia de
Mahavira.
Página de un
Kalpasutra que muestra a Harinegamesin eliminando el feto de Mahavira, en el
oeste de la India, alrededor de 1450-1500. Museo no.
IM.7-1931
De acuerdo con el Kalpasutra, antes del
renacimiento final de Mahavira, cuando estuvo después de muchas vidas listo
para alcanzar la iluminación, tomó la forma de un embrión en el útero de
Devananda, una mujer brahmán. Sakra o Indra, el rey de los dioses, creían que no era apropiado que un
futuro gran líder espiritual naciera de una mujer de la casta brahmana y que en
su lugar naciera en una familia real de casta guerrera. En consecuencia, el comandante del ejército de Indra,
Harinegamesin, que aparece representado con una cabeza de cabra (oa veces
antílopes), extrajo el embrión y lo trasplantó al útero de una mujer de la
casta guerrera (ksatriya) llamada Trisala.
Página de un
manuscrito de Kalpasutra que muestra el nacimiento de Mahavira, Gujarat,
India occidental, siglo XVI. Museo no. IM.161-1914
Trisala experimentó 14
sueños auspiciosos, interpretados como la predicción del nacimiento de un
soberano universal o un líder espiritual. Las imágenes de los sueños también habían sido
vistas por Devananda cuando Mahavira estaba en su vientre. Mahavira nació
posteriormente de Trisala y su esposo, el rey Siddhartha, y se le dio el nombre
de Vardhamana.
Página de un manuscrito de Kalpasutra que muestra a Mahavira dando limosnas, en la India occidental, a finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Museo no. IM.9-1931
En la vida adulta,
Mahavira renunció a la vida del jefe de familia y toda su riqueza y poder
mundano, y se convirtió en un mendicante sin hogar. A menudo se le muestra
regalando sus pertenencias a los pobres.
Página de un
manuscrito de Kalpasutra que muestra a Mahavira arrancándose el pelo, asistido
por Indra, India Occidental, a fines del siglo XV -
principios del siglo XVI. Museo no. IS.46-1959 (45r)
Aquí se ve a Mahavira
arrancándose el pelo para embarcarse en su camino de austeridades. Hoy en día, los monjes
y las monjas Jain aún se arrancan el pelo en su ceremonia de iniciación.
Página
de un manuscrito de Kalpasutra que muestra la predicación de Mahavira
(izquierda) y discusión (derecha), Gujarat, India occidental, segunda mitad del
siglo XV. Museo no. IM.12-1931
Durante años de
deambular como un asceta sin hogar, Mahavira soportó grandes dificultades,
incluido el trato cruel por parte de los hombres y los ataques de animales, y
se ganó el nombre de Mahavira o "gran héroe". En el año 13 de vagar,
ganó la iluminación. Este
evento rara vez se representa. Sin
embargo, los dioses construyeron una sala de predicación celestial, el samavasarana, para él cuando había alcanzado la iluminación. Mahavira se representa
en el centro de un samavasarana, donde los dioses, los hombres y los animales
se reúnen en paz para escucharlo predicar. Los templos de Jain
se conciben como réplicas en la tierra de estas salas de asambleas celestiales. Finalmente, en la
ciudad de Papa o Pava, en Bihar, obtuvo la
liberación final (moksa) y se convirtió en Jina.
Jainismo
El jainismo
es una religión de la India, que se supone fue fundada en el siglo
VI a. C. por Majavirá. Se trata de
una religión nastika (no teísta), que no reconoce la autoridad de los textos Vedas ni de los brahmanes. Ástika y Nástika son dos términos en
idioma sánscrito usados para clasificar (desde el punto de vista del hinduismo)
doctrinas y personas. Ástika
(‘ortodoxo’), es
el término utilizado en el marco del hinduismo para referirse a las doctrinas
que aceptan la autoridad de los textos hinduistas (como las Upanishades y los Puranas) como escrituras
supremas reveladas e irrefutables. Nástika
(‘heterodoxo’ en
sánscrito), es un término utilizado en el hinduismo para referirse a las
escuelas filosóficas y movimientos religiosos que no aceptan la autoridad de
los cuatro Vedas
―textos épicos no filosóficos― como la verdad suprema, haya sido ésta revelada o
no. La palabra nástika
supone el contrario de ástika.
En la actualidad, el jainismo está presente en la India oriental (Bengala),
centro occidental (Rayastán, Majarastra y Guyarat) y meridional (Karnataka). Su
filosofía y práctica enfatiza la necesidad de realizar esfuerzos para encaminar
el alma hacia una conciencia divina y la liberación (Mokṣa). Aquella alma que
venza a sus enemigos interiores y alcance el estado superior llamado jina pasa a ser denominada
vencedor o conquistador. El estado más elevado se conoce como siddha.
Pintura de Majavirá (en
Rayastán, aprox. 1900).
El jainismo es conocido en los textos antiguos
también como Śramaṇa dharma
(que confía en sí mismo) o el
camino de los nirgranthas (aquellos sin apegos ni aversiones). La
doctrina jaina enseña que el jainismo ha existido siempre y siempre existirá.
Pese a ello los historiadores datan la fundación y organización de la forma
actual del jainismo en algún momento entre los siglos IX y VI antes de Cristo.
Se ha especulado que,
como muchas tradiciones en el hinduismo, el jainismo podría tener su origen en
la Civilización del valle del Indo, siendo una muestra de la espiritualidad
nativa de esa zona anterior a la llegada a la india de la migración indoaria. Otros
estudiosos sugieren que las tradiciones shramana eran contemporáneas y
distintas a las prácticas religiosas de la religión védica. Actualmente, el
jainismo es una religión minoritaria pero influyente con unos 4,2 millones de
seguidores en la India, además de una exitosa y creciente comunidad emigrada a
Norte América, Europa Occidental, el extremo Oriente, Australia y otros
lugares. Los jainas han influido y contribuido de manera significativa en las
esferas éticas, políticas y económicas de la India. Además los jainas tienen
una larga tradición ilustrada y son la comunidad religiosa con mayor grado de
alfabetización de la India y sus bibliotecas son las más antiguas del país.
Originario del Subcontinente indio, el jainismo (o más apropiadamente el dharma
jaina), fue fundado por el indio Mahavirá (549 – 477 a. C., aunque varía según
las fuentes). No se conoce mucho acerca del origen del jainismo, aunque según
sus seguidores es una de las religiones más antiguas del mundo, de orígenes
prehistóricos anteriores al 3000 a. C. y los comienzos de la cultura índica del
río Indo.
En el Matsia-purana
(24.47) ―del siglo III d. C.― aparece una mención al yina-dharma, la
doctrina de los jainas. El jainismo es único en el hecho de que durante su
historia nunca ha transigido en el concepto de la no violencia ni en el
principio ni en la práctica. Sostiene que la no violencia es el principio
supremo (ájimsa paramo-dharma) y ha insistido en su observancia en
pensamiento, palabra y acción a nivel individual y social. El texto sagrado Tatua-artha-sutra
lo resume con la frase «paras-para-upagrajo-yivanam” (unos a otros se
sustentan las vidas). Un arjat se destaca de los 24 yinas (‘victoriosos’)
principales, que vivieron en cada uno de los 3 ava-sarpinis (períodos
descendentes de larga duración), que están divididos en seis etapas:
bueno-bueno, bueno, bueno-malo, malo-bueno, malo, malo-malo. Los avasarpinís
alternan con los ut-sarpinī, largos períodos ascendentes, cuyas etapas
comienzan por malo-malo y terminan con bueno-bueno. El último arjat que
estuvo en la Tierra (en este último avasarpiní) fue Majavirá, el
fundador del jainismo. Se cree que vivió en Bijar (India) poco tiempo antes de
la época de Buda (siglo V a. C.).Los historiadores creen que las menciones al jaina-dharma
que aparecen en algunos Puranas, demuestran que los textos védicos no
son tan antiguos como pretenden los eruditos hinduistas. El jainismo tiene una
cosmología y creencias elaboradas; atestadas de nombres, categorías, clases,
jerarquías, grados, órdenes, entre otros.
Ellos creen que el
mundo es eterno y carece de principio. No existe una divinidad personal, y
todas las posibles divinidades —las almas de los perfectos arjat
(divinidades humanas), por ejemplo— no son emanación ni manifestación de
ninguna divinidad apofática ni de ninguna Unidad (el Todo o Absoluto),
conceptos y realidades que son igualmente negadas y rechazadas en el jainismo
junto con la de un dios creador. También creen en el pananimismo, de que toda
la realidad es vida. Para el jainismo el universo es una totalidad viviente;
todo ser posee un alma, más o menos compleja, diáfana o pesada. Desde la tierra
o el viento, a los insectos o los mamíferos, todos los seres reflejan el
universo y son dignos de respeto. El mayor pecado para el jainismo es causar
daño a un ser vivo, aunque también hay que evitar dañar a la tierra o a las
almas del agua o del aire. En coherencia con lo anterior, los jainas practican
la no violencia, el ayuno y la mortificación del propio cuerpo. A través de
estas actividades esperan descargar su alma del peso de la materia kármica y
evitar posteriores reencarnaciones.
El jainismo presenta
una perspectiva igualitaria de las almas, sin importar las diferencias en la
forma física: humanos, animales, y organismos vivientes microscópicos. Los
humanos son los únicos poseedores de los seis sentidos: vista, oído, gusto,
olfato, tacto y pensamiento; por lo tanto de los humanos se espera que actúen
con responsabilidad hacia toda la vida siendo compasivos, sin egoísmo, sin
miedo, racionales y misericordiosos. Desde el punto de vista epistemológico, el
jainismo es relativista, defiende que el conocimiento del mundo solo puede ser
aproximado y que, con el tiempo, incluso su propia religión acabará por
desaparecer. Este principio ha sido aplicado por sabios y pensadores jainas y
se conoce como Anekantavada. La comunidad jaina distingue entre
monjes y seglares. Los monjes se someten a una disciplina ascética superior a
la de los laicos, aunque no ejercen el monopolio de la religión. Viven en un yina-sadman
(monasterio jaina). Un yina-rishí (asceta jaina) toma cuatro votos: la
no violencia; la sinceridad; la rectitud; la renuncia a las cosas y a las
personas.
Los yina-kalpa
son las ordenanzas practicadas por los yinas (opuestas a aquellas de los
sthaviras). Consiste en cinco votos: ajimsá (no violencia); satiá
(veracidad); asteia (no
robar); brahmacharia
(castidad) y aparigraja
(desapego de lo material). El jainismo pone mucha atención en el aparigraja,
el desapego de las cosas materiales a través del control de uno mismo, la
penitencia, la abstención del goce de los sentidos, la limitación voluntaria de
las necesidades y la disminución de la agresividad. La compasión por toda vida
ya sea humana o no es central en el jainismo. La vida humana se valora como una
oportunidad única y rara para alcanzar la iluminación y matar a cualquier
persona, sin importar su crimen se considera algo extremadamente horrendo. En
esta misma línea, el jainismo requiere tanto de laicos como de monjes de todas
sus sectas y corrientes la práctica del vegetarianismo. En algunas regiones
indias como el Rajastán o Karnataka la influencia de los jainas ha sido tan
fuerte que la mayoría de los hindúes de la zona se han convertido también en
vegetarianos. El vegetarianismo es un modo de vida para un jaina, teniendo su
origen en el concepto de yivá-daia (‘compasión hacia las vida) y el ájimsa
(no-violencia). La práctica del vegetarianismo es vista como un instrumento
para la práctica de la no violencia y la coexistencia pacífica y cooperativa.
Los catorce sueños propicios de
la madre de Yina
(página de un kalpa sutra o ‘libro de rituales’ dispersado; ca.
1465).
Los jainas son
vegetarianos estrictos (dieta vegana) que consumen solamente seres sin sentidos
(sin sistema nervioso), principalmente del reino vegetal. Si bien la dieta
jaina implica el aniquilamiento de cosas sin mente como son las plantas, esto
se ve como la forma de sobrevivir que causa el mínimo de violencia hacia los seres
vivos. Algunas formas de los vegetales, como las frutas, son mejor vistas por
el jainismo por comportar simplemente la extracción de una parte de la planta y
no su destrucción total como ocurre si se comen raíces o brotes. En el jainismo
suele emplearse el término Jain Muni o Muni para referirse
tanto a los monjes como a las monjas. Se les suele llamar sadhus y sadhvis,
respectivamente en la tradición de la secta Svetambara. Las dos corrientes
principales dentro del jainismo (Digambara y Svetambara) muestran ciertas
difirencias en los hábitos monacales. Los monjes Digambara no visten ropas en
absoluto como forma de practicar el rechazo a los apegos. Los monjes y monjas
Svetambara llevan ropas blancas pues consideran que deben llevarse ropas
sencillas y anchas mientras no desarrollen un apego por ellas. Los monjes y
monjas jainas viajan a pie y rechazan incluso el transporte sanitario.
Como se prescribe en
textos antiguos como el Acharanga, las condiciones del monacato son bastante
estrictas y surgen de las enseñanzas de Mahavira. Los cinco Mahavratas
son los cinco votos principales que deben observar los monjes jainas: No
violencia (Ahimsa); Verdad (Satya); No robar (Asteya); Castidad (Brahmacharya);
No posesión/desapego (Aparigraha). Para los jainas laicos que pueden casarse y
poseer propiedades existe un equivalente de cinco votos llamados Anuvratas.
A diferencia de los monjes de religiones como la católica, el monacato entre
los jainas lleva aparejada una vida mendicante y nómada que solo se detiene por
razones como la edad, una enfermedad o algún interés erudito. La meditación
jaina pretende llevar el alma a un estado de completa libertad de las ataduras.
Los textos jainas ofrecen una guía detallada sobre técnicas de meditación para
alcanzar un conocimiento y conciencia plenos. Las técnicas de meditación jaina
están diseñadas para ayudar al que las practique a permanecer apartado de los
apegos y los odios y así conseguir una liberación de las ataduras del karma
mediante la percepción correcta, el conocimiento correcto y la
conducta correcta. Estos tres puntos se conocen como las tres gemas del
jainismo o Ratnatraya y son imprescindibles para lograr que el alma se
eleve.
El concepto de karma en
el jainismo trasmite un significado totalmente diferente al que suele
entenderse en la filosofía hindú y en la civilización occidental. No se trata
de una fuerza inaccesible que controla el destino de los seres vivos de forma
inexplicable. No se refiere simplemente a “acto”, “trabajo” ni tampoco una
fuerza mística invisible (adrista) sino más bien un material delicado,
imperceptible para los sentidos que interactúa con el alma con una calidad e
intensidad proporcional a las acciones, pensamientos realizados y las palabras
dichas que se hayan guiado por aversiones y apegos causando nuevas ataduras. El
Karma en el Jainismo es algo material (karmapaudgalam) que produce
ciertas condiciones como una medicina tiene múltiples efectos. Los efectos del
karma que se contemplan en el jainismo son más un conjunto de leyes físicas que
de leyes morales. Los karmas se agrupan en karmas dañinos que obstruyen
la verdadera naturaleza del alma y Karmas no destructivos. A causa de
que existen Karmas dañinos, el alma está encerrada en un cuerpo y deberá
experimentar dolor y sufrimiento de maneras diferentes. El jainismo realiza una
extensa clasificación sobre los tipos de karma a partir de estas dos categorías
principales.
La liturgia jaina
explica la forma de contener la influencia del karma así como librarse de los
karmas acumulados. En el jainismo el moksha es lo mismo que el nirvana. Cuando
un alma alcanza el moksha se libera del ciclo de nacimientos y muertes (samsara)
consiguiendo su máxima pureza. Entonces se convierte en siddha,
literalmente aquel que ha conseguido su objetivo último. Los seres más
importantes en el jainismo son los 24 Tirthankaras, siendo Mahavira, el que se
considera fundador del jainismo, el número 24. Se dice que en realidad no fue
su fundador, ya que existía antes de su nacimiento, pero como en todas las
religiones existe la manía de buscar un fundador, se le ha considerado a él.
Enumerar todos los Tirthankaras resultaría un poco largo. Como ejemplo podemos
citar a Adinath, con cuerpo amarillo y un toro, a Neminath, con cuerpo rojo y
una concha marina, y al propio Mahavira, con cuerpo color dorado y un león. Son
los primeros humanos que llegaron al desapego total y guiaron a los demás en
ese camino. También se les llama los conquistadores y hombres perfectos. Se
dice que ellos pertenecían a familias acomodadas pero renunciaron a las cosas
materiales y se iluminaron. Cuando sentían que iban a morir se retiraban a la
cima de una montaña donde su espíritu se extinguía y no volvía a encarnar
ningún ser más, ni repetir ningún ciclo más de vida. La vida de los
Tirthankaras aparecen en los textos jainas, los cuales son unos manuscritos en
hojas de palmera que se consideran los manuscritos originales más antiguos de
la India.
Los seguidores de esta
religión son unos 4 millones, pero son muchos más los que la admiran por su
actitud respetuosa con todos los seres vivos. Los monjes jainies suelen vivir
en monasterios y asumen los siguientes votos: la no-violencia, la sinceridad,
la rectitud en el aspecto sexual, la renuncia a cosas o personas y al no
alimentarse por las noches. Deben comprometerse a caminar descalzos y no
utilizar ningún medio mecánico de locomoción. Esto ha sido un motivo de su poca
expansión, de hecho ningún asceta salió de la India hasta que llegó el siglo
XX. Deberá evitar caminar sobre la hierba o cualquier tipo de planta. En esta
religión es fácil ver personas mayores que mueren por eutanasia voluntaria,
ayunan hasta la muerte. Es el voto más severo y sagrado del jainismo. Esta
religión admite el suicidio de aquellos religiosos que alcancen altos grados de
espiritualidad y se dejen morir por inanición cuando están en un estado de
abstracción profunda. Existen dos formas mayoritarias de pensamiento jain. Una
es la de los Svetambaras que se visten de blanco y predominan en el norte y la
otra es la de los Digambaras que andan desnudos renunciando a cualquier bien
terrenal y que se localizan principalmente en el sur. Dahavira se dedicó a
cuidar de sus padres, pero cuando estos murieron, Dahavira tenía apenas 31 años
se quitó toda la ropa y permaneció desnudo el resto de su vida. Él fue quien
introdujo el desnudismo en esta religión. Cuando llegaron los musulmanes a la
India se prohibió a los jainies que anduvieran desnudos.
Los jainies normalmente
tienen un cuenco de agua para su aseo personal, y una escobilla para apartar
las pequeñas vidas que encuentran en su camino, pero los jainies Digambaras no
tienen ni siquiera estas cosas. A veces se piensa que esta tendencia a la
renuncia de lo material se debe a la miseria que existía en la zona donde
surgió, pero la historia nos demuestra que en esa época el curso del Ganges
disfrutaba de un gran desarrollo económico, social y político. El jainismo como
el budismo o el brahmanismo nunca afirman que hubiera miseria social, sino que
mayoritariamente tratan aspectos existenciales referidos a la condición humana.
Convertirte en asceta es un buen camino para desprenderte de la prisión del
cuerpo. La madre de Gandhi era jainie, y esto influenció mucho a este
personaje. Una profunda mujer jainie practicará la meditación frente a un altar
doméstico durante unos 50 minutos nada más amanecer. Visitará el templo a
diario e intentara escuchar los sermones de los ascetas. Llevarán a sus hijos
al templo y les enseñarán los nombres de los Tirthankaras y les recitarán los
mantras sagrados. Una verdadera jainie no cenará después de la puesta del sol.
Normalmente en todas
las religiones se habla de varones, pero en ésta y según el Kalpasutra había
1400 mujeres frente a sólo 700 hombres las que alcanzaron la liberación en
época de la vida de Mahavira, su fundador. Hoy en día la cantidad de ascetas
jainies mujeres triplica al de hombres. Estas mujeres pertenecen
mayoritariamente al pensamiento Svetambara. Según los digambaras la mujer nunca
puede llegar a la liberación, hasta que no se reencarne en hombre. Los
Svetambaras dicen lo contrario, de hecho afirman que el decimonoveno Tirtankara
fue mujer. En jainismo está más presente en regiones como Bengala, Mysore,
Rajastán, Maharastra o Gujarat. Como lugares sagrados del jainismo podemos
citar el templo jain de Rankpur, Mount Abu, Sravanabelagola, Khajuraho,
Palitana, Mahavirji, Ahmadabad, Ajmer o Jaipur. Todo buen jainíe debe
visitarlos por lo menos una vez en la vida.
Se puede decir que
apenas ofrecen creaciones originales desde el punto de vista artístico, a
excepción de las miniaturas del Kalpasutra. Hay que tener en cuenta la poca
importancia que dan a los dioses, y que el pensamiento de su doctrina explica
la desnudez de sus imágenes. Podemos pensar que el despego que inculca esta
religión no es compatible con la creación de los templos que nos han dejado, ya
que hacía falta dinero para su construcción. Pero fue posible porque los
jainíes adquirieron poder económico y cultural. Se dedicaban al comercio, a la
orfebrería, y su honestidad les hizo conseguir la confianza de la gente. En
épocas antiguas llegaron a ocupar altos cargos en la administración, consejeros
de príncipes y disfrutaban de un alto nivel económico. La imagen del
practicante del jainismo desnudo no debe confundirnos con el gran respeto
social que tenían. El caso es que todas sus ganancias las donaban para la
construcción de sus templos. Y no sólo templos, ya que construyeron escuelas,
universidades, hospitales o centros de investigación. En el jainismo el
motivo de la esvástica se combina con el de una mano. La razón es que, en el
jainismo, este símbolo representa a su séptimo santo, y las cuatro manos son
también usadas para recordarle al adorador los cuatro posibles lugares de
nacimiento; el mundo animal o de las plantas, el infierno, la Tierra, o el
mundo de los espíritus.
La compleja
doctrina del karma se describe con gran detalle en la sorprendente
religión jainista. El jainismo es, con el budismo y el hinduismo, una
de las tres grandes religiones de la India. El jainismo surgió en el norte de
la India siglos antes de la aparición del budismo y se difundió por todo el
subcontinente. Sus seguidores afirman que fue fundado en tiempos muy antiguos y
creen que sus enseñanzas son eternas e imperecederas. La religión jainista
aparece recogida en una serie de extraordinarios textos prebudistas. La
literatura teológica y científica del jainismo contiene relatos que hablan de hombres
santos, canciones sobre los creadores primigenios, así como preceptos de todo
tipo. Estos textos, de modo similar a la Biblia, están recopilados bajo el
título genérico de Shvetambaras. Se dividen en 45 secciones, cuyos
títulos son todos auténticos trabalenguas. El «Vyahyaprajnaptyanga»
presenta todas las enseñanzas del jainismo con diálogos y leyendas. El «Anuttaraupapatikadashan-ga»
cuenta las historias de los santos primigenios que ascendieron a los mundos
celestiales más altos. La sección titulada «Purvagata» contiene libros y
descripciones científicas. Dentro de ésta, el «Utpada-Purva» trata de la
formación y de la disolución de todas las diversas sustancias químicas. El «Viryapravada-Purva»
describe las fuerzas que están activas en la sustancia de los dioses y de los
grandes hombres. El «Pranavada-Purva» estudia el arte de la curación. El
«Lokabindusara-Purva» trata de las matemáticas y de la redención. Por si
todo esto no fuera suficiente, existen también los 12 «Upangas», que
describen todos los aspectos del Sol, la Luna y de otros cuerpos planetarios,
así como de las formas de vida que los habitan. Además, el «Aupapatika»
nos explica el modo de alcanzar la existencia divina. También en «Prakirnas»
se nos proporciona una lista de reyes divinos.
Página de un Kalpasutra mostrando Harinegamesin extraer el feto de
Mahavira, India occidental, alrededor de 1450-1500. Museo no. IM.7-1931
La religión jainista
tiene una cosmología y creencias elaboradas; llenas de nombres, categorías,
clases, jerarquías, grados, órdenes, entre otros. Ellos creen que el mundo es
eterno y carece de principio. No existe una divinidad personal, y todas las
posibles divinidades —las almas de los perfectos arhat (divinidades humanas), por ejemplo— no son
emanación ni manifestación de ninguna Unidad (el Todo o Absoluto), conceptos y
realidades que son igualmente negadas y rechazadas en el jainismo junto con la
de un dios creador. En su concepto de Pananimismo toda la realidad es vida.
Para el jainismo el universo es una totalidad viviente; todo ser posee un alma,
más o menos compleja, diáfana o pesada. Desde la tierra o el viento, a los
insectos o los mamíferos, todos los seres reflejan el universo y son dignos de
respeto. El mayor pecado para el jainismo es causar daño a un ser vivo, aunque
también hay que evitar dañar a la tierra o a las almas del agua o del aire. En
coherencia con lo anterior, los jainistas practican la no violencia, el ayuno y
la mortificación del propio cuerpo. A través de estas actividades esperan
descargar su alma del peso de la materia kármica y evitar posteriores
reencarnaciones.
La religión jainista presenta una perspectiva
igualitaria de las almas, sin importar las diferencias en las formas físicas:
humanos, animales y organismos vivientes microscópicos. Los humanos son los
únicos poseedores de los seis sentidos: vista, oído, gusto, olfato, tacto y
pensamiento; por lo tanto de los humanos se espera que actúen con
responsabilidad hacia toda la vida, siendo compasivos, sin egoísmo, sin miedo,
racionales y misericordiosos. Desde el punto de vista epistemológico, el
jainismo es relativista, defiende que el conocimiento del mundo sólo puede ser
aproximado y que, con el tiempo, incluso su propia religión acabará por
desaparecer. La comunidad jainista distingue entre monjes y seglares. Los
monjes se someten a una disciplina ascética superior a la de los laicos, aunque
no ejercen el monopolio de la religión. Viven en un jina-sadman (monasterio
jainista). Un jina-rshi
(asceta jainista)
asume cuatro votos: la no violencia, la sinceridad, la rectitud y la renuncia a
las cosas y a las personas. Los jina-kalpa
son las ordenanzas practicadas por los jinas
(opuestas a aquellas de los sthaviras).
Consiste en cinco votos: ahimsa
(no violencia); satya
(veracidad); asteya
(no robar); brahmacharya
(castidad) y aparigraha
(desapego de lo material).
La religión jainista pone mucha atención en el aparigraha, el desapego de
las cosas materiales a través del control de uno mismo, penitencia, limitación
voluntaria de las necesidades y consecuente disminución de la agresividad. El
vegetarianismo es un modo de vida para un jainista, teniendo su origen en el
concepto de jīva dāya
(‘compasión por los seres
vivos’) y el a-himsá
(la no violencia).
La práctica del vegetarianismo es vista como un instrumento para la práctica de
la no violencia y la coexistencia pacífica y cooperativa. Los jainistas son
vegetarianos estrictos (dieta
vegana) que consumen solamente seres sin sentidos (sin sistema nervioso),
principalmente del reino vegetal. Si bien la dieta jainista implica el
aniquilamiento de cosas sin mente como son las plantas, esto se ve como la
forma de sobrevivir que causa el mínimo de violencia hacia los seres vivos (muchas formas vegetales como frutas o
raíces son mejor vistas por el Jainismo por comportar simplemente la extracción
de una parte de la planta y no su destrucción total).
Aparte de las escrituras antes indicadas, se
supone que existieron libros en tiempos remotos, pero que se han perdido. Pero
los jainistas creen que estas escrituras fueron transmitidas oralmente a los
sacerdotes a lo largo de las generaciones. Y creen que siempre están
apareciendo reencarnaciones de los antiguos profetas que revelan de nuevo su
contenido, en la medida en que la gente y los tiempos estén preparados para
recibir tales enseñanzas. Sólo se han conservado fragmentos de los textos
perdidos, pero su contenido es realmente asombroso, tales como: “Cómo viajar a tierras lejanas por medios
mágicos; Cómo hacer milagros; Cómo transformar las
plantas y los metales; Cómo volar por los aires”.
También en la literatura sánscrita se describe el vuelo por los aires. Según
las enseñanzas jainistas, la época en que vivimos no es más que una entre
muchas. Antes de nuestro tiempo hubo otros periodos cósmicos y dentro de poco
tiempo empezará una nueva época. Estas épocas nuevas siempre vienen anunciadas
por veinticuatro profetas, los tirthamkaras.
Los profetas de nuestra época están naciendo ahora, o quizás ya
sean adultos. Los líderes religiosos del jainismo dicen conocer sus nombres y
otros detalles de sus vidas.
El primero de estos profetas (tirthamkaras) fue Rishabha y se dice que vivió en la Tierra durante
unos increíbles 8.400.000 años. Rishabha era un gigante,
pero los patriarcas que lo sucedieron fueron cada vez menos longevos y menos
altos. Pero, no obstante, el vigésimo primero, que se llamaba Arishtanemi, llegó a vivir
1.000 años y medía diez codos de alto. Sólo los dos últimos, Parshva y Mahavira, alcanzaron una
edad razonable. Parshva vivió cien años y sólo medía 2,74 metros de estatura,
mientras que Mahavira, el vigésimo cuarto tirthamkara
sólo alcanzó los 72 años de edad y sólo medía 2,12 metros. Los
jainistas sitúan la aparición de los tirthamkaras
en unos tiempos increíblemente remotos. Se supone que los dos
últimos, Parshva y Mahavira,
murieron en el 750 y en el 500 a. C, respectivamente, mientras que el sucesor
del primer patriarca Rishabha estuvo presente durante unos 84.000 años.
Estos astronómicos números que se nos presentan deberían llamar la atención a
los investigadores de mitos y de los teólogos. La razón es que tenemos un
núcleo de tradiciones que se relatan en muchos libros considerados
sagrados.
En la antigua lista de
los reyes babilónicos se cuentan diez reyes desde la creación de la Tierra
hasta el Diluvio, que reinaron durante un total de unos 456.000 años. Después del Diluvio,
«volvió a bajar del cielo el
reino una vez más», y los 23 reyes siguientes reinaron durante otros
24.000 años. A los patriarcas bíblicos también se les atribuyen edades
increíbles. Se dice que Adán vivió más de 900 años; Enoc tenía 365 años cuando
ascendió en un carro de fuego, mientras que su hijo Matusalén vivió 969 años.
En el antiguo Egipto el sacerdote Manetón dejó escrito que el primer monarca
divino de Egipto había sido Hefaisto, que también había traído el don del
fuego. Después de él vinieron Cronos, Osiris, Tifón, y Horus, hijo de Isis.
Después de los dioses, los descendientes de los dioses reinaron durante 1.255
años. Y después vinieron otros reyes que reinaron durante 1.817 años. Tras
esto, otros 30 reyes reinaron durante 1.790 años. El reino de los espíritus de
los muertos y de los descendientes de los dioses abarcó 5.813 años. El historiador
Diodoro de Sicilia, que hace 2.000 años escribió varias obras, confirma estas
fechas. Desde Osiris e Isis hasta el reinado de Alejandro, que fundó la ciudad
de Alejandría, en Egipto, se dice que pasaron más de 10.000 años; pero algunos
dicen que ese periodo abarca en realidad unos 23.000 años. También el griego
Hesíodo, en su obra “Mito de
las cinco razas de la humanidad”, escribió (hacia el año 700 a. C.) que originalmente los dioses inmortales
habían creado a los seres humanos: «Estos héroes de excelente origen, llamados semidioses, que
en los tiempos anteriores a los nuestros residían en la Tierra sin límites…».
Los jainistas, como hemos visto, no son los
únicos que relatan fechas tan astronómicas. Pero, además, muchos de sus
escritos son revolucionarios desde el punto de vista de la ciencia moderna. Su
concepto del tiempo, del kala,
parece formulado por un físico actual. Su unidad de tiempo
más pequeña es el samaya. Éste
es el tiempo que tarda el átomo más lento en recorrer la distancia de su propia
longitud. Una cantidad innumerable de samayas
constituyen un avalika,
y 1.677.216 avalikas componen un muhurta,
que equivale a 48 de nuestros minutos. Treinta muhurtas equivalen a un ahoratra, que es la duración
exacta de un día y una noche. Si multiplicamos 48 minutos (un muharta) por 30, obtenemos
1.440 minutos, que es exactamente el número de minutos que hay en 24 horas. Pero la medida del tiempo de los
jainistas tiene millares de años de antigüedad, y se dice que fue comunicada a
los seres humanos por seres celestiales. Quince ahoratras constituyen un paksha, que es medio mes;
dos pakshas equivalen
a un mes. Dos meses son una estación;
tres estaciones son un ayana o
temporada. Dos ayunas valen
un año, y 8.400.000 años son un purvanga.
Pero el
cálculo continúa: 8.400.000 purvangas constituyen un purva (16.800.000 años).
La cuenta de los jainistas llega hasta increíbles números de 77 cifras.
Más allá de estas cifras,
los valores se dan en términos de conceptos concretos, semejantes a nuestros
años luz, para una distancia tan enorme como 9.500.000.000.000 kilómetros.
¡Realmente asombroso!
Y para demostrar que todo esto no son simples
fantasías, tenemos que los
mayas de la América Central utilizan cifras igualmente mareantes, y también las
relacionan con el tiempo y con el universo del mismo modo que los jainistas de
la lejana Asia. Los jainistas tomaron también de sus maestros
celestiales unas definiciones de lo que es el espacio que resultan
sorprendentes, y que hacen comprensible la relación de éste con el misterioso
concepto del karma. En los textos científicos de los
jainistas, el átomo ocupa un punto en el espacio. Este átomo puede unirse con
otros para formar un skandha,
que abarca
entonces varios puntos en el espacio o un número de éstos imposible de medir.
Nuestra propia ciencia enseña lo mismo: dos átomos pueden formar una cadena de
proporciones mínimas, pero también existen cadenas moleculares que contienen
muchos millones de átomos. Estas cadenas atómicas producen sustancias y
materiales de diversas densidades. Las enseñanzas jainistas distinguen seis
formas principales de cadenas o conexiones de este tipo: Fino-fino: cosas que son
invisibles; Fino: cosas que también son invisibles;
Fino-áspero: cosas que son invisibles pero perceptibles por el olfato y el
oído; Áspero-fino: cosas que se ven pero no se sienten, como las sombras
o la oscuridad; Áspero: cosas que se reúnen por sí mismas, como el agua o
el aceite; Áspero-áspero: cosas que no se reúnen sin ayuda exterior, como
la piedra o el metal.
En el jainismo, hasta
una sombra o un reflejo se consideran materiales, porque son producidas
por una cosa. Ni
siquiera el sonido se clasifica en la categoría de «fino-fino», sino que se
considera una materialidad fina, resultado del «frote de grupos de átomos entre sí». Según esta
enseñanza, la sustancia «fina-fina» puede penetrarlo todo y, por lo tanto,
puede desempeñar una influencia modificadora sobre otras sustancias. La sustancia que penetra en un alma se
expresa como karma, lo que nos vuelve a llevar
al tema de la reencarnación. Se considera que el karma es eterno, lo que podría
aportar una idea de inmortalidad de la esencia de cada ser. Actualmente
se sabe que todo tipo de materia se puede reducir al nivel atómico. Y el mismo
átomo está compuesto de partículas subatómicas, entre las que destaca el
electrón, que oscila a un ritmo de 1023 veces por segundo. Actualmente los jainistas considerarían
la materia de este electrón como «fina-fina»: ya que no es posible captarla y,
además, es inmortal. El átomo actúa como «el espíritu dentro de la materia»,
de manera parecida a una onda de radio que penetra sustancias determinadas. Y
resulta que los pensamientos de toda forma de vida influyen sobre sus obras. En
línea con esto, el astrónomo y físico inglés Arthur Eddington escribió: «La sustancia del mundo es la sustancia
del espíritu». Y Max Planck, ganador del premio Nobel de Física,
dijo lo siguiente: “No existe
la materia como tal. Toda la materia surge y se sustenta únicamente en virtud
de una fuerza que hace oscilar las partículas”.
Toda existencia es un eslabón en una larga
cadena y dado que nuestros pensamientos dirigen nuestros actos, estos actos
dejan su rastro en nuestra mente y espíritu. Los jainistas conciben lo que llamamos «alma» como la materialidad «fina-fina» del
cuerpo físico. Esta materialidad penetra el cuerpo como el
electrón al átomo. El electrón pertenece al átomo, pero los dos no entran nunca
en contacto entre sí. El átomo puede cambiar de posición, unirse a otros para
formar cadenas moleculares gigantescas, y siempre estará acompañado de
electrones; pero lo raro es que no son los
mismos electrones, pues el electrón «salta» de un átomo a otro, por
ejemplo, cuando se le aplica calor. Y en la misma milmillonésima de segundo en
la que un electrón salta a un nuevo átomo, otro electrón ocupa el lugar que
deja vacío. De modo que
tenemos una actividad «fina-fina» eterna e inmortal, una oscilación más allá
del átomo material. Los jainistas ven el karma del mismo modo. No importa qué le suceda al cuerpo
físico, que lo incineren o se pudra bajo tierra: el karma sigue siendo inmortal.
Este karma contiene
toda la información sobre la forma vital a la que pertenece. A lo largo de la
vida pensamos y sentimos; estos pensamientos y estos sentimientos se trasponen
sobre la sustancia «fina-fina» del karma.
Cuando este karma se forma sobre un nuevo
cuerpo, ya contiene toda la información de su existencia anterior y sigue
conteniéndola para toda la eternidad. Pero, dado que el fin último de la
vida es alcanzar un estado de serenidad absoluta, siendo uno con Brahma, el karma nos conducirá a esa
meta por una serie de innumerables reencarnaciones. Esta manera de pensar no
está demasiado alejada de la filosofía actual y de los descubrimientos de la
física moderna (ver el artículo “La
física moderna, ¿debe algunos de sus conceptos a civilizaciones remotas?”).
Lo que puede sorprendernos
es que unas teorías tan complejas fueran enseñadas hace miles de años por unos
maestros que se dice que aparecieron de las profundidades del universo. La última época de los jainistas
comenzó hacia el 600 a. C. con el último de los 24 tirthamkara, llamado Mahavira, que era el hijo de
un rey cuyo embrión se dice que fue implantado en el vientre de su madre, la
joven reina, por seres celestiales. Un tema recurrente en muchas de las
tradiciones existentes. Se espera que todos estos maestros celestiales de la
Antigüedad reaparecerán, reencarnados en nuevos cuerpos. Existen muchas pinturas
jainistas antiguas en las que aparece representado el vigésimo cuarto tirthamkara, el profeta Mahavira. Por encima de la procesión en su honor
flotan cinco misteriosas aeronaves celestiales.
Pero existen diferencias apreciables entre las
expectativas del regreso de los dioses por parte de los jainistas y por parte
de los cristianos, musulmanes o judíos. Estos últimos creen que aparecerá un
Mesías que los juzgará, y mientras los fieles disfrutarán de la gloria
celestial los infieles se asarán en el infierno. Los jainistas son más
originales y no esperan a un solo salvador, sino a varios a la vez. Los
profetas o tirthamkaras regresan
constantemente, en cada una de las épocas. Después de su aparición no hay un
fin del mundo definitivo, no se alcanza el gozo celestial ni tampoco la
condenación eterna, sino que comienza un nuevo acto en el teatro del universo.
Los tirthamkaras tienen
menos de salvadores que de ayudantes. Preparan a los seres humanos para la
época siguiente. Por eso se reencarnan como seres humanos, tal como vemos en
las profecías de Enoc cuando se refieren al «hijo
del hombre». Pero su sustancia y su conocimiento kármico proceden
del universo. Son
extraterrestres los que implantan el embrión en el vientre de la mujer virgen. Y es importante tener en cuenta que
estas ideas proceden de hace varios miles de años antes del nacimiento de
Cristo, por lo que los jainistas no pueden haber tomado del cristianismo el
concepto del nacimiento virginal.
No es de extrañar que unos maestros cósmicos
tales como los tirthamkaras tuviesen
grandes conocimientos en astronomía. De estas fuentes es de donde los
jainistas aprendieron sus increíbles datos astronómicos. Sus enseñanzas muestran que fueron
capaces de medir las dimensiones del universo. Su unidad de medida era el rajju, la distancia que recorre Dios volando en
seis meses (curiosa
unidad de medida, que sugiere un dios muy “humano”), cuando viaja a 2.057.152 yojanas por segundo (sea cual sea la correspondiente unidad
de tiempo nuestro a la que la asimilemos, estamos hablando de velocidades
inimaginables).
Las enseñanzas jainistas dicen que la Tierra está rodeada por tres capas, que
se diferencian por su densidad: densa como el agua, densa como el viento y densa
como un viento fino. Más allá está el espacio vacío. Es realmente asombrosa la semejanza con
las conclusiones de la ciencia moderna, que nos habla también
de tres capas: atmósfera; troposfera, que contiene nitrógeno y oxígeno; y
estratosfera, con la capa de ozono. Más allá está el espacio interplanetario.
Actualmente, la gente admite cada vez más la idea de que deben existir en el
universo otras formas de vida aparte de las terrestres. Los jainistas lo han
creído siempre: para ellos, todo el universo está lleno de formas de vida que
están repartidas desigualmente por los cielos. Es interesante advertir que aunque reconocen la existencia
de las plantas y de las formas de vida básica en muchos planetas diferentes,
afirman que sólo en algunos planetas determinados existen seres dotados de «movimiento voluntario».
Los filósofos de la
religión jainista describen las diferentes características que poseen los
habitantes de los diversos mundos. Los cielos de los dioses dependen de los
Kalpas, que son un período de tiempo que comienza con la creación del Universo
y termina con su destrucción y la total vacuidad en el espacio. Un kalpa
consiste de cuatro períodos: el período de la creación, el período de la
existencia, el período de la destrucción y el período del espacio vacío. En ellos, al parecer, se pueden
encontrar maravillosos palacios voladores: unas estructuras voladoras que
forman muchas veces ciudades enteras. Estas ciudades
celestiales están alineadas unas sobre las otras de tal modo que los vimanas (los carros de los dioses)
pueden salir en todas direcciones desde el centro de cada «nivel». Cuando
termina una época y están a punto de nacer nuevos tirthamkaras, suena una campana en el palacio
principal del «cielo». Esta campana hace que suenen campanas en los otros
3.199.999 palacios celestiales. Enseguida, los dioses se reúnen, en parte por
amor a los tirthamkaras y
en parte por curiosidad. Y
a continuación, transportados por un palacio volador, visitan nuestro sistema
solar, y comienza una nueva época sobre la Tierra.
La tradición del arte Jain
El arte indio, del que Jain es parte integral, nos
ofrece belleza y verdad en su búsqueda del bienestar universal a través de ahimsa. El sistema de valores Jain basado
en la no violencia tiene un atractivo universal.
Tiene una profunda resonancia contemporánea y relevancia en nuestro mundo
afligido por la violencia divisiva y disruptiva. Hay un sentido de
"sagrado" en el arte jainista y una sensibilidad artística en su
celebración de lo sagrado. Atrae al mundo hacia una cultura de
paz, tolerancia y comprensión. El arte indio ejemplifica la unidad en la
diversidad que surge de los diferentes períodos de la historia, diferentes
tradiciones religiosas y estéticas y ubicaciones geográficas.
Existe una continuidad del contexto
cultural en la arquitectura y escultura jainista, budista e hindú. Sus
artistas, arquitectos y albañiles a menudo eran los mismos que muchos de sus
temas, episodios e ideas. Compartieron las sensibilidades
estéticas, el sentido de la simetría, las perspectivas y las proporciones y el
enfoque de la iconografía. El arte
jainista es, por lo tanto, arte esencialmente indio relacionado con un período
de la historia, consagrado a los Tirthankaras y comisionado por gobernantes
jainistas, patrocinadores amistosos, altos funcionarios, donantes y
patrocinadores.
El arte jainista
y la arquitectura pertenecientes a diferentes períodos de la historia se
encuentran en casi todas las partes de la India y atestigua la prevalencia
generalizada de la tradición jainista en todo el país. En particular, los
centros de peregrinación (tirtha -kshetras) con sus asociaciones sagradas
son grandes depositarios de la gloria del arte jainista. "Los jainistas
casi invariablemente seleccionaban sitios pintorescos para sus templos y
peregrinajes". Una peregrinación (tirtha) está destinada a ser una fuente
de inspiración espiritual y ética, instrucción y edificación;
está destinado a ser un puente para que el aspirante facilite su
"cruce" del río de su existencia mundana. Muchas de las peregrinaciones están en las
colinas o en lugares serenos y apartados en sitios tranquilos. Hay una espiritualidad sublime sobre estos tirthas,
santificados por la adoración y reverencia de los devotos por los Tirthankaras.
El arte y la arquitectura en las peregrinaciones de Jain están impregnadas del
espíritu de la religión y la cultura Jain. Los peregrinos
y visitantes experimentan espiritualmente el ambiente sagrado a través de la
belleza estética y la adoración orante. La ubicua centralidad de
Tirthankaras en los templos jainistas es una expresión de la veneración que la
tradición jainista tiene por el ideal de la renuncia, la iluminación y la
completa liberación del ciclo de renacimiento. Los Tirthankaras son considerados como salvadores y adorados por
el ejemplo supremo de sus vidas y su no expectativa de ayuda mundana. Esos "seres perfectos están para
siempre fuera del alcance de los asuntos humanos".
Según el
profesor Padmanabh Jaini, "debemos entender que el culto
a la imagen de Jain es de naturaleza meditativa: el Jina es visto
simplemente como un ideal, un cierto modo del alma, un estado
alcanzable por todos los seres encarnados.
A través de la personificación de ese estado ideal en piedra, los jainistas
crean un soporte meditativo, un recordatorio de su elevado objetivo y la
posibilidad de alcanzarlo. "Aunque la renuncia es el ideal más elevado en
la tradición jainista, sus seguidores laicos no son del todo diferentes del
devotos Hindúes comunes, que esperan que la deidad les conceda bendiciones y
favores. Quizás es por eso que muchos
templos Jain tienen ídolos del Señor Ganesha, el Señor Bhairavanatha, Padmavati y otros seres celestiales a quienes se hacen oraciones
para el cumplimiento de los deseos mundanos.
Jina sentada, Mathura
De los innumerables
sitios antiguos de Jain, templos, monumentos y esculturas en prácticamente
todas partes del norte de la India, el Estado de Bihar, partes de Uttar Pradesh, Rajasthan y Gujarat abundan en
lugares de peregrinación asociados con los Tirthankaras. Después de su era,
otras regiones de la India compitieron entre sí para abrazar y adoptar la
tradición jainista. La evidencia en piedra atestigua la presencia conspicua de
la tradición jainista en toda la India. Hubo períodos de la historia cuando
Jains constituyó un segmento significativo de la población. La demografía
denominacional de los partidarios del jainismo ha disminuido,
pero su impacto ha sobrevivido sustancialmente en términos de las ideas y
prácticas de la no violencia, la compasión, la caridad, la tolerancia y el vegetarianismo, tanto en el arte como en la arquitectura.
Según las escrituras
antiguas de Jain, Rshabha el primer Tirthankara, que
estableció la agricultura y se estableció en la sociedad, había predicado los
principios de Jain en Maghadha, Bihar. Muchos de los Tirthankaras nacieron en
Bihar o Uttar Pradesh y todos los Tirthankaras con la
excepción del primero y el vigésimo segundo, Aristanemi,
alcanzaron su nirvana en Bihar. Entre las peregrinaciones más
notables de Jain están las asociadas directamente con los Tirthankaras. Por esa
razón, Sammet Shikhar en la colina Parsvanatha, Girnar y Pavapuri disfrutan de una
preeminencia tradicional. Centros de peregrinación igualmente importantes son
los templos de Dilwara, Ranakpur, Palitana (Shatrunjaya), Shri Taranga
Tirtha, Shravana Belgola, Nakoda
Parsvanatha, Shri Jaiselmer Tirtha, Shankheswara Parsvanatha, Shri Kumbhariaji
y muchos otros templos antiguos y nuevos. Muchos de ellos están en un estado de
abandono y ruina, muchos se transformaron mientras que otros fueron confundidos
con budistas. También se han construido bastantes templos en sitios antiguos y
medievales. Innumerables templos y monumentos, instituciones educativas y de
investigación, hospitales, dharmasalas y dadabaris han sido construidos por los
jainistas en la India a lo largo de la historia.
Muchos sitios antiguos
dan testimonio de la gloria de la tradición jainista en Bihar. Además de la
asociación de muchos Tirthankaras con Bihar, incluidos Lord Parsva y Lord
Mahavira, muchos gobernantes importantes eran seguidores del jainismo, entre los que se encontraban Srenik (Bimbisara), Ajatasatru (Kunika),
Cetaka, Nandivardhna, Chandragupta Maurya (abuelo del emperador
Ashoka). y Samprati
(nieto del emperador Ashoka). Según la tradición, el décimo Tirthankara, Sitalanatha nació en Kuluhael vigésimo primer, Naminatha
en Mithila y el vigésimo cuarto, Vardhamana Mahavira nació en Kundangram
(Kundalgram) cerca de Vaishali.
Las enseñanzas de Lord
Parsva y Lord Mahavira dominaron el Reino de Kasi-Kosala, Anga
- Magadha y en los territorios de Vrji-Licchavis y Mallas.
Además de estos cerros Parsvanatha, Rajgrha, Nalanda,
Vaisali, Pava, Sravasti, Champa (cerca de Bhagalpur), Mithila (Janakpur) , la colina Kuluha y los distritos de
Gaya, Manbhum, Singhbhum, Dhanbad, Sahabad, Arrah, Bhagalpur y Patna
están repletos de tesoros de las antigüedades y asociaciones jainistas, la
mayoría de los cuales han sido condenados a trágicos descuidos o silenciosos
olvidos.
En Kalpasutra tenemos
un relato de las áreas en las que Lord Mahavira pasó las cuarenta y dos
temporadas de lluvia después de su renuncia a la edad de treinta años. Pasó su
primera temporada de lluvias en Asthigrama. (También llamado Vardhamana o más
recientemente Burdwan) y las siguientes tres temporadas de
lluvias en Champa y Prsthachampa (en el reino de Anga, conquistadas por el
emperador Magadha Bimbisara que se convirtió en un seguidor de Lord Mahavira)..
Las siguientes doce estaciones lluviosas se gastaron en Vaishali y Vanijyagrama
y catorce temporadas de lluvia a partir de entonces en Rajagrha y Nalanda.
Vaishali era la sede del republicano Vrji-Licchavis y Vanijyagrama era un
centro de comercio en el suburbio de Vaishali. De acuerdo con las tradiciones Digambara y Shvetambara, Lord Mahavira nació
en Kundagram. Algunos creen que Kundagram estaba cerca de Vaishali, mientras
que otros dicen que nació en Vaishali porque su madre era la hermana del jefe
de la república de Licchavi. Según otra teoría, Kundagram estaba cerca de
Nalanda. Sea como fuere, las regiones de Vaishali y Nalanda fueron
indudablemente la fortaleza de los seguidores de Lord Mahavira. Fue en la
región de Vaishali que, con toda probabilidad, fue bendecido con la iluminación
suprema. Lamentablemente, hasta el momento no existe una conmemoración digna de
Mahavira en la región de Vaishali o Nalanda.
El área de Rajgir
(Rajagrha) -Nalanda, que el Señor Mahavira frecuentaba, aunque carecía de su
antigua gloria en piedra, tiene muchos recordatorios elocuentes de la tradición
jainista. Veerayatan es un moderno centro Jain de servicio
humanitario y búsqueda espiritual en Rajgir Hay templos Jain
en la cima de las cinco colinas: Vipulachala, Ratnagiri, Udaygiri, Svamagiri y
Vaibharagiri. El viajero chino Hiuen Tsang, que visitó la India desde el
629-655 d.C, notó la presencia de Jain Nirgranthas en Vaibharagiri. Hay huellas
de Jain Tirthankaras y muchas imágenes de Jain en las cinco colinas de Rajgir.
Una imagen antigua de Lord Parsvanatha presta brillo a una cueva en la colina
de Udaygiri. Hay una inscripción Jain en las cuevas de Sonabhandar, una vez
identificadas como cuevas budistas Sattapanni. Una figura de Parsva con la
capucha serpiente de siete cabezas fue encontrada por el general Cunningham en
algún momento alrededor de 1851-62 en Moniyar Math, que tiene
un santuario Jain ubicado en un montículo de ladrillos.
Lord Mahavira logró el
nirvana en Pavapuri. El hermoso Jalamandir donde tuvo lugar
la cremación del Señor Mahavira nos recuerda sus enseñanzas sublimes. Se cree
que una imagen del Señor Mahavira fue esculpida en su vida. El profesor Satya Ranjan Banerjee se refiere a la evidencia de las
inscripciones y esculturas y habla de la existencia de una tradición jainista
muy fuerte en Bengala desde una edad muy temprana. Según Ayaranga Sutta, Mahavira viajó a partes de Bengala antes de alcanzar
kevalygnana. El conocido santo de Jain, Bhadrabahu, también nació en el norte
de Bengala.
Panel Jina en un lado del
pilar Kahaum (460 d. C.), arte Gupta del norte de la India
La historia del jainismo
en Orissa se remonta a la época del Señor Parsva, aunque
según la tradición del decimoctavo Tirthankara, el Señor Aranatha
recibió sus primeras limosnas en Rayapura, probablemente la capital de Kalinga.
Se puede decir con razonable certeza que tanto Parsvanatha como el Señor
Mahavira visitaron el reino de Kalinga. Se cree que un regente jainista de la
dinastía Nanda, que derrotó y capturó a Kalinga, se llevó consigo la imagen de
Kalinga Jina como trofeo, que el emperador jainista Kharavela devolvió a
Kalinga en su duodécimo año de reinado. Él era un poderoso gobernante de su
tiempo y bajo él el jainismo tuvo su edad de oro en Kalinga. Las cuevas de
Khandagiri y Udaygiri en Orissa siguen llamando la atención
como centros culturales del jainismo.
Hay varias cuevas y
templos excavados en la roca que se remontan al siglo quinto. El jainismo
floreció en Khajuraho, Mahoba, Devgarh, Ahar, Tikamgarh y
Madanesasagarpura. Aunque los templos Khajuraho y Mahoba Jain han sido
despojados de su gloria y muchas imágenes han sido mutiladas, hay exquisito
encanto y delicadeza artística en ellas. Los reyes de Candela gobernaron en la
región de Khajuraho-Mahoba y trasladaron su capital de Khajuraho a Mahoba
alrededor del 900 d. C. Hiuen Tsang, el viajero chino, llamó al lugar
Jainabhukti. En la región de Bundelkhand-Vindhya, así como en Gwalior
e Indore, el jainismo continuó teniendo un número sustancial
de seguidores, con muchos templos de Digambara y Shvetambara y esculturas
notables allí.
Muchos Tirthankaras,
incluyendo el primero y el vigésimo cuarto, nacieron en Uttar Pradesh, entre
los lugares importantes están Ayodhya, el lugar de nacimiento
del primer Tirthankara Sravasti, el lugar de nacimiento de Sambhavanatha,
el tercer Tirthankara Kausambi Kampila, el lugar de nacimiento de Vimalanath,
el decimotercer Tirthankara Ratnapura,
el lugar de nacimiento de Dharmanatha, el decimoquinto
Tirthankara Hastinapura, el lugar de nacimiento de Santinatha, Kunthunatha y Aranatha siendo los
decimosexto, decimoséptimo y decimoctavo Tirthankaras respectivamente Varanasi , el lugar de nacimiento de Lord Parsvanatha Ahichatra, donde el Señor Parsvanatha logró
kevalygnana y Mathura.
Las excavaciones en
Kankali Tila en Mathura y más recientemente en Fatehpur Sikri
han producido una gran cantidad de evidencia arqueológica de las estupas Jain y
las imágenes estatuarias más bellas, incluyendo una escultura insuperable de la
diosa Saraswati. A una estupa hecha por dioses (devanirmitah)
se le asigna la fecha del siglo III a.C. Muchas imágenes de Tirthankaras incluyendo Rsabha, Suparsva (el séptimo Tirthankara), Parsva y Vardhamana
Mahavira también se encontraron en la excavación.
El jainismo pudo haber
ingresado en Punjab poco después del nirvana de Mahavira. El
rey Samprati, el nieto de Asoka, debe haber contribuido a la propagación del
jainismo allí y en otras partes de la India. No se extendió tan ampliamente en
Punjab como lo hizo en las áreas adyacentes de Rajasthan, pero llegó a la gente
hasta Taksasila, cerca de Rawalpindi. Según una leyenda, Rsabha dividió su
reino entre sus hijos con Bharat consiguiendo Ayodhya y Bahubali que
consiguen Taksasila. Se dice que Bahubali construyó la estupa Simhapura en su
reino para conmemorar la visita de su padre ascético Rsabha. La excavación de un
montículo de gran antigüedad en el pueblo de Harappa arrojó
muchas estatuas que se asemejaban a Rsabha y posiblemente a otros Tirthankaras.
Evidencias excavadas, restos escultóricos y referencias literarias nos llevan a
la conclusión de que había cientos de templos Jain en Punjab y en la ciudad de
Taksasila, cuya magnificencia fue destruida por las epidemias y la invasión de
los Turuskas alrededor del siglo VI. Hiuen Tsang nos cuenta sobre Digambara y
Shvetambara Jains en Punjab, en la provincia de North West Frontier y en otras
regiones de la India: un monje Jain, Harigupta fue el mentor y preceptor del
famoso príncipe Hun, Toraraya o Toramana, el rey de Parvatika en las orillas
del río Chandrabhaga. Hubo una considerable e influyente población de jainistas
en Uttarpath en el siglo VI y también en Nagarkot, Kangra, Mullan,
Muzaffargarh, Montgomery, Dera Ghazikhan, Kohat, Bannu y Mianwali durante
varios siglos hasta la partición de la India. Un santo de Jain, Jinadutt Suri
estableció el panchanadi pooja
la adoración de la corriente combinada de los cinco ríos de Punjab. El
jainismo floreció en Punjab durante el reinado de Akbar y
también se construyeron varios templos con permiso real. Se dice que un monje
Jain compuso un stotra que contiene mil nombres del sol, y que se recitaba
antes de Akbar todos los domingos. También confirió el título de Jagadguru
(maestro de clase mundial) a un monje jainista.
La inscripción Badli,
que data de 84 años después del nirvana del Señor Mahavira, ayudó a establecer
la presencia del jainismo en Rajastán en el siglo V a. Según
otra inscripción de 1276 de Bhinmal, el propio Señor Mahavira vino a
Srima1anagar. Sin embargo, otra inscripción de 1369 de Mungstha1a indica que el
Señor Mahavira había visitado Abu y la región de Mount Abu en
el año 37 de su vida. El reclamo basado en las dos inscripciones no está
respaldado por ninguna otra evidencia, pero la inscripción de Bairath nos lleva
al período del rey Samprati, el nieto de Ahoka, también conocido como Jain
Asoka. Hiuen Tsang también se refiere a Bhima y Bairath como centros de
jainismo.
Los reyes de Pratihara
en el oeste de Rajasthan alentaron el jainismo. Vatsaraja Pratihara construyó
un templo de Mahavira en Osian, cerca de Jodhpur
en el siglo VIII. Osian, con el que está conectada la génesis de los aswa1
Jains en Rajasthan y Gujarat, es una antigua peregrinación. El templo de
Mahavira en Osian tiene características de Maru Rajasthani,
así como el estilo Gujarati posterior y la impresión del período Chahmana
(Chauhan). Según el profesor Dhaky, el templo principal es el ejemplo más
antiguo de la arquitectura Maha-maru, y sus ricos tesoreros de la iconografía
jainista y las Devakulikas son las primeras obras maestras. Al igual que el
templo de Mahavira en Osian, el templo de Parsvanatha en Phalodi
(Phalvardhika) también se renovó y se reparó más tarde. De hecho, hay miles de
tales ejemplos de templos jainistas en todo Rajasthan, que fueron reparados o
reemplazados, aunque muchos más fueron destruidos o apropiados para Shiva u
otro culto. El Dr. UP Shah ha demostrado que el famoso Kirti Stambha de
Chittore, que tiene ocho pisos y tiene unos ochenta pies de altura, era un Jain
Digambara manastambha. Fue construido en c.1100 d.C y reparado en 1450. En el
famoso santuario de Keshariaji en el antiguo estado principesco de Udaipur Adinatha Rshabha es adorado por jainistas, hindúes y
tribales por igual. Los pilares y los patrones del techo en el famoso complejo
de la mezquita de Adhai-din-ka-Jhonpada en Ajmer
muestran a simple vista que anteriormente era un templo y monasterio jainista. Los Rathors de Hathundi eran jainistas y gobernaron en
el siglo X d.C. Muchos de los gobernantes, aunque no eran jainistas, respetaban
el jainismo: Harsha Vardhana era uno de esos ejemplos. Los Chalukyas, Cholas,
Rashtrakutas, Parmars, Sisodias y varias otras dinastías incluyendo Akbar de la
dinastía Mughal con muchos de sus ministros y feudatarios fueron patrocinadores
y patrocinadores del arte jainista. Cuando los Chauhans dominaron en el norte
de la India, hubo una profusión de templos Jainistas y esculturas. Muchos de
los reyes Chalukya eran jainistas, que establecieron importantes templos Jain y
ciudades del templo. El jainismo estaba bien establecido en todos los estados
principescos de Rajasthan, notablemente en Jodhpur, Jaisalmer,
Jaipur, Bikaner, Sirohi, Udaipur,
Dungarpur, Kota y Bundi. Los jainistas ocuparon las oficinas
más altas del estado, muchos de ellos como líderes de comercio y comercio. Se
construyeron hermosos templos y grandes bibliotecas. Nakoda Parsvanathji cerca
de Balotara y Mahaveerji aún atraen a miles de visitantes y
peregrinos.
Un adorno de Jaina en la arquitectura india y oriental
Lógica y racionalmente, no es posible, ni deseable,
clasificar los estilos arquitectónicos indios de acuerdo con sus afiliaciones
religiosas. Al mismo tiempo, sin embargo, no puede ignorarse que algunos
de los sistemas religiosos indios desarrollaron algunas formas especiales o
tipos de monumentos que pueden describirse como propios.
Por ejemplo, uno puede citar la estupa y el santuario caitya,
cada uno de los cuales, como una forma de arquitectura, se sabe que tiene
asociaciones íntimas con las creencias y usos religiosos de los budistas. Los budistas
debieron su inspiración para elevar stupas a prácticas pre-budistas
anteriores. Como una forma de monumento, los estudiantes
no conocían la estupa.
Pero fueron los budistas quienes particularmente lo seleccionaron y adoptaron
para su propio uso y gran parte del desarrollo y la elaboración del diseño y la
forma del monumento en el curso del tiempo se debió en gran medida al
clientelismo budista. No es sorprendente,
por lo tanto, que, como una forma de arquitectura, la estupa haya
adquirido una connotación budista especial y casi exclusiva. El santuario caitya es
exclusivamente de inspiración budista, el diseño y la forma están, en gran
medida, determinados por las necesidades y exigencias de esa creencia
particular en la adoración del caitya, que era casi universal en los
primeros días del budismo. Con la introducción de
la imagen del Maestro y la ocupación del lugar que le correspondía en las
creencias y los rituales de sus seguidores, el santuario de caitya como
forma de monumento dejó de usarse, los pocos experimentos, para utilizarlo hasta
que se demostró el nuevo uso insatisfactorio e inadecuado.
El jainismo sigue
siendo una fe viva en la India y el mecenazgo de Jaina ha desempeñado un papel
no despreciable en la historia del arte y la cultura indios. En lo que respecta a la arquitectura, se sabe que los
Jainas fueron responsables de la creación de importantes grupos de templos en
diferentes partes de la India, algunos de los cuales (el grupo Dilwara,
por ejemplo) son justamente considerados como una creación sobresaliente. Pero no se puede decir que el jainismo, o el asunto
de ese budismo o brahmanismo, hayan desarrollado un estilo particular de templo
exclusivamente propio. Una encuesta de los templos de Jaina en diferentes
partes de la India tenderá a mostrar que, básicamente y fundamentalmente,
tienen afiliaciones con el estilo o los tipos que prevalecen en las regiones y
los períodos en los que fueron erigidos. Los pocos templos de Jaina en el sur
de la India tienen claras afinidades con el estilo de los templos Dravida del
sur. Los templos Jaina de Khajuraho pertenecen a la
expresión india central del estilo del templo Nagara. Los templos Dilwara, al igual que otros templos Jaina
en el oeste, están íntimamente relacionados con el movimiento occidental del
estilo Nagara.
Sería inútil separar los templos de Jaina como una clase aparte de los
monumentos de otros credos. Sin duda, hay variaciones menores, debido a las exigencias de
las creencias y los rituales del jainismo; pero tales variaciones no son lo
suficientemente fundamentales como para afectar su relación básica con los
estilos y tipos con respecto al tiempo y el espacio.
Sin embargo, un motivo distintivo de Jaina parece haber sido el
responsable de inspirar un tipo de tasa de templo indio, un tipo que puede
tener repercusiones significativas en el sudeste asiático. Una imagen de cuatro caras, generalmente conocida
como Chaturmaukha o Caumuha, ha sido un tema iconográfico de Jaina muy popular
desde tiempos muy tempranos. Tal imagen ha sido descrita como Pratima
Sarvatobhadrika en inscripciones de los primeros siglos de la era
cristiana. Toma
la forma de un sólido obelisco cuadrado con cuatro imágenes en sus cuatro caras
o lados. La imagen representada en las cuatro caras suele ser
la de los cuatro Tirthankaras: Risabhnath (Adinatha), el primero; Santinatha, el decimosexto; Parsvanatha, el veintitrés; y Mahavira, el vigésimo cuarto. A veces, la figura del mismo Tirthankara se repite en las cuatro caras.
Esta variación, sin embargo, es inmaterial. El nombre Sarvatobhadrika significa
"agradable" o "auspicioso" desde todas las direcciones. Es importante
observar que los Jainas habían concebido un objeto votivo de cuatro caras que
lógicamente y lógicamente se aborda desde las cuatro direcciones.
El sanctum
cella (garbha- ghriha) está destinado a la
consagración de la imagen de una divinidad, y como tal es considerado como el
más sagrado de los santos en todo el complejo del templo que, no pocas veces,
asume proporciones extensas. Casi invariablemente, el garbha-griha
consiste en una cámara cuadrada con una sola entrada frente a la imagen
instalada en el interior. Un lugar sagrado
con una sola entrada generalmente se adapta a las necesidades del culto de
acuerdo con los rituales y creencias de los diferentes credos indios, la
mayoría de las imágenes de los diversos panteones han sido concebidas para la
confrontación por los fieles desde una sola dirección, es decir, desde el
frente.
Pero el objeto votivo de cuatro caras del Jaina, como sugiere el motivo mismo,
debe ser confrontado desde cuatro direcciones y un santuario con cuatro
entradas en cuatro caras es el diseño más adecuado para la instalación adecuada
de una imagen cuádruple. Un santuario de cuatro caras
parece ser la respuesta natural y lógica, por lo tanto, a la imagen votiva de
cuatro caras concebida por los Jainas.
En este contexto, puede ser útil mencionar que la literatura india sobre el
arte con frecuencia se refiere a un tipo de templo llamado sarvatobhadra.
Hay variaciones en las
descripciones del tipo en los diferentes textos. Todos los
textos, sin embargo, están de acuerdo en que el diseño fundamental de un templo
sarvatobhadra se ajusta admirablemente a las necesidades de una imagen Jaina de
cuatro caras, pratima sarvatobhadrika, y no es sin importancia que el
término sarvatobhadra se haya utilizado como designación calificada en
cada caso. El tema iconográfico y el diseño arquitectónico parecen ir de la
mano, uno es complementario al otro.
Dos lados de una "sarvatobhadrika pratima",
Mathura.
El número de imágenes
de Jaina sarvatobhadrika de los primeros siglos de la era cristiana no
es pequeño. Del este de la India se ha descubierto también una cantidad
bastante importante de imágenes de la época medieval temprana. Lamentablemente,
los santuarios en los que se instalaron esas imágenes han desaparecido. Como ya
se observó, el nombre sarvatobhadra para el diseño arquitectónico parece
tener relaciones significativas con el término sarvatobhadra utilizado
para el motivo iconográfico. La unión de los dos parece tener interés. En esta
situación, es posible suponer que los Jainas podrían haber introducido el
diseño del santuario de cuatro caras, es decir, un santuario sin entradas, en
los cuatro puntos cardinales, para satisfacer las necesidades del objeto votivo
de cuatro caras que ellos habían evolucionado. De alguna manera, esta
suposición encuentra confirmación en varios templetes votivos monolíticos del
este de la India, ahora en la Galería Estatal de Arqueología de Bengala
Occidental. Pertenecen a la época medieval temprana y cada uno de ellos
muestra cuatro figuras de cuatro Tirthankaras en cuatro lados de un bloque
cúbico coronado por un elegante shikhara curvilíneo,
reproduciendo así, con toda probabilidad, un santuario con cuatro entradas
enfrentadas a las duras figuras del bloque instalado dentro de una cella del
sanctum cúbico. Tal santuario, es decir, uno con cuatro entradas también podría
haber sido empleado para la instalación de una pratima sarvatobhadrika
de la época cristiana primitiva. El tipo de santuario con cuatro puertas en
cuatro caras cardinales parece, por lo tanto, evolucionado por los Jainas para
la instalación apropiada de sus imágenes de sarvatobhadrika en una fecha
bastante temprana. El templo de Yugadisvara en Ranakpur del siglo XV puede ser
reconocido como la expresión más elaborada del santuario cúbico de cuatro vanos
de las Jainas de las primeras fases.
Entre los budistas, la
idea de Jaina sarvatobhadrika encuentra expresión en dos templetes
votivos, hechos en piedra de Dinajpur y el otro en bronce de Jhewari (Distrito
de Chittagong), ambos en Bangla Desh. Cada uno de ellos tiene la forma de un
santuario coronado por un sikhara,
el bloque cúbico en la sección inferior tiene cuatro figuras en nichos
(los nichos en el espécimen de bronce están ahora vacíos). Estas ofrendas
votivas de afiliación budista, casi no hay dudas, hacen eco del motivo de Jaina
sarvatobhadrika y reproducen el diseño de un santuario de cuatro cautivos.
Será útil mencionar en
este contexto algunos de los primeros templos de Birmania consagrados para uso
budista. Repiten no solo el motivo iconográfico de la imagen sarvatobhadrika
sino también el diseño arquitectónico de los templos sarvatobhadra de una
manera clara y explícita. En tales santuarios, el motivo iconográfico en cada
caso ocupa la posición del altar. El primero de estos templos parece haber sido
el Lemeythna en Hmawza (Thayetkhettaya, es decir, el antiguo Sri kshetra).
La fecha exacta de esta estructura no se conoce. Algunos eruditos lo asignarían
a una fecha entre el quinto y el siglo VIII con la probabilidad inherente de
que podría haber sido el más antiguo de los monumentos existentes en esta
ciudad antigua. A pesar de su estado maltrecho, es posible determinar las
características fundamentales de su composición. Se ve que es un santuario
cúbico con cuatro entradas en sus cuatro lados principales, cada entrada se ve
reforzada por dos contrafuertes que flanquean los lados. En el interior se
encuentra un sólido obelisco de mampostería de forma cuadrada que ocupa el
centro del santuario. Este obelisco se enfrenta en cuatro lados con cuatro
figuras esculpidas, cada una en forma axial con la entrada en cada lado. Este
obelisco se dispara hasta el techo y el espacio entre el obelisco y las paredes
forma una galería continua alrededor. No es imposible encontrar en este
monumento budista una expresión fiel del santuario sarvatobhadra junto
con una reproducción del motivo iconográfico de la sarvatobhadrika.
El patrón, al parecer
inspirado por Jaina, siguió siendo muy popular entre los budistas birmanos
durante mucho tiempo y se sabe que varios monumentos notables de este orden se
erigieron en la fase clásica del arte y la arquitectura birmanos. Entre estos,
el célebre templo de Ananda en Pagan es uno de los más notables. Fue construido
y consagrado por Kyanzittha en el año 1091 d.C. Con el transcurso del tiempo
hubo elaboraciones del diseño con respecto a la planta y la elevación. Pero
tales elaboraciones, de ninguna manera, afectaron el concepto fundamental del
motivo iconográfico o de la forma arquitectónica.
Por lo tanto, en el
medio de cada una de las cuatro caras cardinales, uno encuentra la pila
cuadrada de masonería en el centro con cuatro figuras colosales del Buda en
nichos empotrados en sus cuatro lados. El altar está rodeado por dos galerías
concéntricas que se comunican entre sí y con los vestíbulos de acceso y
ventanas a la parrilla en las paredes por pasajes que cortan y se cortan entre
sí. Se admite más luz en el interior, especialmente en los nichos que contienen
las esculturas, al proyectar ventanas abuhardilladas previstas en la
superestructura en los cuatro lados. Uno puede, tal vez, encontrar en el templo
de Ananda en Pagan una de las expresiones más notables de un santuario de
cuatro caras que podría haber comenzado con los Jainas con el fin de albergar
sus imágenes de caturmukha.
En Burman, se sabe que
el tipo se usó también con respecto a los santuarios brahmánicos. A este
respecto, se puede mencionar el templo Nat Hlaung Kyaung, que es el único
templo brahmánico, que existe actualmente, entre los cien de los templos
budistas de Pagan. Consiste en una cella de clausura casi cuadrada que acomoda
en el centro una sólida columna de ladrillo con cuatro grandes imágenes de
ladrillo, posiblemente de manifestaciones de Vishnu (como se puede saber por
las esculturas de sus encarnaciones en las paredes exteriores), en sus cuatro
lados. Tales columnas de ladrillo con esculturas en cuatro lados, ya sean
budistas o brahmánicas, pueden ser claramente reconocidas, en el último
análisis, como adaptaciones de las imágenes caturmukha o sarvatobhdrika
de los Jainas.
Se ha mencionado primero
los templos birmanos debido a que, debido a su relativamente buen estado de
conservación, es posible reconocer fácilmente las correspondencias que guardan
con el motivo iconográfico de Jaina sarvatobhadrika y el diseño
arquitectónico del santuario sarvatobhadra. Por lo menos en el
subcontinente indio, se puede sugerir que dos templos budistas de la fase
medieval temprana adoptaron este tema icónico así como también el diseño
arquitectónico. Uno es el colosal templo de ladrillo que ocupa la posición clave
en el centro del extenso complejo monástico en Paharpur (distrito de Rajshahi,
Bangla Desh) que una vez fue el gran Somapura Vihara fundado por Dharmapala, el
segundo gobernante de Pala, hacia el final del siglo VIII o el comienzo de la
novena. En los primeros días había un establecimiento Jaina en el sitio o cerca
de él, como se conoce por una concesión de placa de cobre fechada en (Gupta)
año 159 (478-79). El templo budista tenía muchas características inusuales,
incluida la elevación en sucesivas terrazas pero no parecen ser relevantes en
el alcance de este documento. Lo que es importante es la naturaleza y la forma
de este santuario budista. El autor presente ha mostrado en otra parte que el
santuario de este colosal monumento estaba situado en la segunda terraza, que
consiste en una pila cuadrada con cámaras proyectadas, una en cada uno de sus
cuatro lados, rodeada por una galería circumambulatoria. Existe la posibilidad
de que en cada uno de los cuatro lados de la pila se haya instalado una imagen en
la cámara proyectada contra la pila, repitiendo así el motivo de las imágenes sarvatobhadrika
de los Jainas. En este caso, las ideas podrían haber sido derivadas de un
objeto votivo Jaina similar en el monasterio anterior de Jaina. La sugerencia
anterior gana un mayor apoyo de los restos existentes de pedestales de
imágenes, colindantes con las paredes de la pila, en algunas de las cámaras
proyectadas. Un complejo similar, en fragmentos, ha sido descubierto en el
sitio, conocido como Salban Vihara, en las colinas de Mainamati, el complejo
que puede ser identificado como el Vihara de Bhavadeva, cuarto gobernante de la
dinastía budista Deva de Bengala Oriental. Los restos del
templo en el centro del cuadrilátero monástico se pueden ver para repetir el
plan anterior de la segunda terraza del templo de Paharpur. En el templo de
Mainamati también se encuentra una columna cuadrada de ladrillo con cuatro
cámaras proyectadas en sus cuatro lados. La sugerencia anterior sobre el templo
de Paharpur de que tenía imágenes en cuatro caras de la pila cuadrada en las
cámaras proyectadas parece estar respaldada aquí también por el hallazgo de un
fragmento de una imagen de bronce del Buda en una de sus cámaras proyectadas.
Estos dos templos indios están cada uno en un estado extremadamente
fragmentario. La reconstrucción anterior de estos dos santuarios gana
credibilidad a partir de la analogía de los templos paganos notados
anteriormente. El motivo Jaina de un altar de cuatro caras parece haber servido
como modelo para la imitación de los budistas.
En el templo Nat Hlaung
Kyaung en Pagan en Birmania, consagrado al culto de Vishnu, se considera que el
motivo Jaina fue seguido, y en este contexto puede ser útil preguntar si el
esquema encuentra expresión en cualquier templo brahmánico en India o en otra
parte. En la iconografía brahmánica, no pocas veces se han concebido varias
divinidades, cada una con cuatro cabezas enfrentadas a las cuatro direcciones
cardinales. Pero en tales conceptos, el tema icónico en cada caso ha sido tratado
en estricta vista frontal y, como tal, destinado a abordarse solo desde el
frente. Tales motivos icónicos en Brahmanismo difícilmente se pueden
considerar, por lo tanto, a las expresiones paralelas de Jaina sarvatobhadrika
en el sentido literal del término. Al ilustrar este punto, se puede hacer
referencia al aspecto Vaikuntha de Vishnu y Brahma. El primero
de la tríada brahmánica, cada uno de los cuales tiene cuatro caras según la
descripción iconográfica. El tratamiento en cada caso en frontal y en los pocos
templos que se sabe que han sido dedicados a su culto se sabe que cada uno
tiene una puerta solo enfrente. El templo de Lakshmana en Khajuraho, una de las
imágenes y consagraciones más importantes de Vaikuntha-Vishnu tiene una entrada
en frente solamente. Se ve que el templo de Brahma en el mismo lugar tiene
cuatro aberturas en cuatro lados, tres de las cuales están cerradas por
celosías de piedra que en el este forma la única entrada al santuario Tales
temas icónicos en el brahmanismo, simplemente porque tienen cuatro caras,
aparentemente no están destinados a un acercamiento o confrontación por todos
lados.
En Brahmanism un eco de
Jaina sarvatobhadrika se puede reconocer en el motivo iconográfico de
Shiva-Linga con cuatro caras o cuatro lados comúnmente conocidos bajo la
designación de caturmukha linga o Caturmukha Mahadeva. El tema se
concibe y se trata completamente en redondo de acuerdo con la forma cilíndrica
del emblema fálico del dios. Las representaciones de caturmukha linga son
conocidas desde tiempos muy tempranos y es difícil decir cuál de los motivos
icónicos, Jaina sarvatobhadrika o el linga de cuatro caras, es
conceptual en el tiempo. Pero que las dos son expresiones paralelas de un
objeto votivo en su concepción cuádruple admite pocas dudas. Un Linga
con su forma simple y cilíndrica o un caturmukha linga permite la
confrontación desde cuatro lados y se puede esperar que la lógica de un
santuario de este orden tenga la forma de una cella cúbica de cuatro entradas
con el objeto votivo instalado en el centro. En el subcontinente indio, se sabe
que miles de templos han sido medicados para la adoración del dios Siva, el
objeto votivo en cada ser, invariablemente, el linga, liso o con cuatro
caras alrededor. Raramente han sido concebidos con más de una entrada. Incluso
el templo Caturmukha Mahadeva en Nachna Kuthara (Madhya Pradesh) con un caturmukha
linga como el objeto votivo en el santuario se ve que tiene una sola
entrada en el frente. El templo de Matangesvara en Khajuraho tiene cuatro
aberturas en cuatro lados pero solo eso en el este ha sido tratado como la
entrada principal al santuario. El Aparajita-priccha (circa siglo XII, GOS No.
CXVI) describe un templo de Siva como teniendo cuatro entradas y como sarvatobhadra
(Sarvatra sarvatobhadras - caturdvarah Sivalayah, capítulo 134, verso). Como ya
se observó, esta es la forma lógica que se espera que tenga un santuario de linga,
y esto ha sido reconocido por los seguidores del Saivismo bastante tarde en la
historia de este credo. El templo Pasupatinatha en Nepal y el templo
Visvanatha, como lo vemos hoy, en Varanasi se ven cada uno con cuatro puertas
en cuatro direcciones cardinales, siguiendo el esquema descrito en la
Aprajita-prccha. Ellos están entre los más sagrados de los Saiva
fanes, el primero alberga un Caturmukha Linga en el sanctum cella. Algunos
templos medievales de Siva en Bengala también son conocidos por tener cuatro
puertas, siguiendo el esquema de sarvatobhadra. La descripción en el
Aprajita-paccha de un templo de Siva como sarvatobhadra parece no carecer
de significado y puede apoyar la verosimilitud de que en un santuario de
Siva de este esquema podría haberse derivado del motivo arquitectónico
particular concebido y evolucionado, como se observó anteriormente, bajo el
patrocinio de Jaina.
Este motivo particular
de Jaina en la arquitectura, como se desprende de la encuesta anterior, parece
haber extendido su impacto más allá de los confines sectarios y tener
reverberaciones interesantes entre los devotos de otras creencias, a saber, el
budismo y el brahmanismo, y los territorios de afuera. Esta encuesta, más o
menos en líneas generales, ilustra la necesidad de una investigación más
completa a este respecto.
Arte y
arquitectura en el jainismo
La contribución de los Jainas al arte y la
arquitectura es excelente. Ha enriquecido todo el cuerpo del
arte y la arquitectura indios También ha proporcionado ciertas formas
especiales, símbolos, etc. Los Jainas son justamente famosos por su patrocinio
al arte y la arquitectura. Por arte y arquitectura jaina nos
referimos a especímenes de arte y arquitectura creados bajo el patrocinio de
los Jainas. La referencia histórica más antigua a algunas formas de arte Jaina
está asociada con el rey Khāravela de Kaliṅga. La arquitectura Jaina más
antigua conocida pertenece al período Maurya.
Iconografía Jaina:
En general, se acepta que originalmente la
iconografía brāhmaṇica no incluía el culto a los ídolos ni el culto a las
imágenes. Con respecto a la iconografía no brāhmaṇica, parece que la
introducción del culto a la imagen del Jina fue anterior a la del Buda. En
otras palabras, la introducción de la adoración de imágenes en la iconografía
de Jaina probablemente fue anterior a la de la iconografía budista.
Incluso en la iconografía de Jaina, la
introducción de la imagen de Jina, es decir, la imagen de un Tīrthaṅkara,
parece ser un desarrollo posterior. Ningún texto canónico de Jaina se refiere a
imágenes o santuarios dedicados a cualquiera de las 24 Tīrthaṅkaras
(santuarios) que estaban dedicados a Yakṣas. El Jñātādharmakathā hace una
referencia general a la adoración de las imágenes de Jina por Draupadī. Nos
encontramos con descripciones de imágenes eternas (śāśvata pratimās) en el
Rājapraśnīya, Sthānāṅga y Jīvābhigama Sutras.
Los eruditos son de la opinión de que, al menos
hasta el comienzo del siglo IV a. C., el culto a la imagen del Jina no se hizo
popular entre los jainas. El torso muy pulido y mutilado de una imagen de Jina
obtenida de Lohanipur (cerca de Patna) muestra que en el siglo III a.C o poco
antes había comenzado la adoración de la imagen de Jina. Las referencias al
culto de las imágenes de Jina son muy pocas en los textos canónicos de Jaina. Incluso
estos pasajes podrían haber sido compuestos en una época posterior como tantos
otros pasajes Esto sugiere que la adoración de imágenes de la Jina podría no
haber existido durante la era del Señor Mahāvīra o sus sucesores
inmediatos.
Los iconos más antiguos de Jaina:
Dos torsos de imágenes Jina obtenidas de
Lohanipur son los primeros iconos conocidos de Jaina pertenecientes al período
Maurya. Uno de ellos está muy pulido, mientras que el otro es pulido. Junto con
estos torsos se descubrieron desde los cimientos de un templo cuadrado una gran
cantidad de ladrillos y una moneda de plata desgastada marcada. Los torso
representan algunos Tīrthaṅkaras y los cimientos forman el sitio excavado más
temprano de un templo de Jaina. El rey Maurya Samprati es considerado como un
gran mecenas del Jainismo. Él es bien conocido como un constructor de numerosos
templos de Jaina. Sin embargo, no hay evidencia arqueológica al respecto.
Dos cuevas Jainas:
Dos cuevas excavadas en las colinas de
Udayagiri y Khaṇḍagiri en Orissa son notables reliquias del periodo Jaina de Śuṅga.
El Hāthīgumphā es una cueva natural extensa que fue mejorada por el rey Jaina
Khāravela de Kaliṅga. El Rānīguṁphā es la más espaciosa y elaboradamente tallada
de todas las cuevas de Orissa. Tiene bellos adornos esculpidos que incluyen
escenas de pelea, la caza de un ciervo alado, el robo de una mujer y cosas por
el estilo. La cueva consta de dos plantas, cada una provista originalmente con
una galería.
Las cuevas de Udayagiri
& Khandagiri se encuentran en Bhubaneswar, estado de Orissa, India, y son
parte de una formación rocosa a la que se añadieron construcciones
complementarias de piedra. El conjunto de cuevas es muy amplio y no debe de
confundirse con el conjunto también denominado de Udayagiri pero situado en
Madhya Pradesh. Está formado por 18 cuevas en Udayagiri y 15 en Khandagiri, en
origen fue una vihara jainista, a la que se añadieron más cuevas y que además
fueron transformadas mediante la adición de figuras hinduistas encima de la
decoración jainista. El grupo de cuevas más importante es el Ranigumpha que
presenta un monasterio de dos plantas.
Aunque en los escritos antiguos se dice que
pueden existir más de 117 cuevas, entre ambas colinas apenas suman 33 cuevas,
de 27 a 35 dependiendo de las agrupaciones que se perfilen. Las cuevas se
agrupan de la siguiente forma:
Cuevas de
Khandagiri:
Tatowagumpha, Tatowagumpha, Anantagumpha,
Tentuligumpha, Khandagirigumpha, Dhyanagumpha, Navamunigumpha, Barabhujigumpha,
Trusulagumpha, Ambikagumpha, Lalatendukesarigumpha, Unnamed, Unnamed,
Ekadasigumpha, Unnamed.
Cuevas de
Udayagiri
Ranigumpha, Bajagharagumpha, Chota Hathigumpha,
Alkapurigumpha, Jaya-vijayagumpha, Panasagumpha, Thakuranigumpha,
Patalapurigumpha, Mancapurigumpha, Ganesagumpha, Jambesvaragumpha,
Vyaghragumpha, Sarpagumpha, Hathigumpha, Dhanagharagumpha, Haridasagumpha,
Jagammathgumpha, Rosaigumpha.
Las cuevas son especialmente conocidas por sus
inscripciones, profundamente estudiadas recientemente. Destacan especialmente
la cueva de la reina y la Cueva de Rani Gumpha, ambas con excelentes grabados.
También existe una cueva del Elefante y la cueva de Hathi Gumpha, en las que la
entrada está flanqueada por impresionantes esculturas de elefantes. La cueva de
Tirthankaras, es una de las pocas que conserva todavía la decoración jainista y
en ella se representa a los veinticuatro apóstoles del jainismo.
Otras cuevas más populares pero por motivos
religiosos son las de Akshay Ganga, Gupta Ganga, Shyam Kund y Radha Kund.
Las cuevas están reconocidas y son
periódicamente estudiadas por el Instituto para la investigación arqueológica
de la India.
Las cuevas de Udayagiri (Orissa)
Uno de los primeros
refugios de roca Jain, las cuevas de Udayagiri tienen una posición única en el este
de la India en los campos de la historia, la arquitectura de corte de rocas, el
arte y la religión.
Los registros,
encontrados incisos en las paredes de algunas de estas cuevas, proporcionan la
evidencia suprema de la existencia de una poderosa dinastía, los Chetis
(Chedis).
Revelan
que en algún momento del siglo I a.C o un poco antes, los gobernantes de la
dinastía Cheti, que se llamaban a sí mismos Mahameghavahanas, llegaron al poder
en Kalinga.
De los gobernantes de
la dinastía, solo los nombres de Kharavela y Kudepasiri o Vakradeva, junto con
el de un príncipe, Vadukha, se conocen de las inscripciones en las cuevas de
Udayagiri, aunque se desconoce su relación mutua.
Las cuevas de Udayagiri
Mientras Kudepasiri y
Vadukha son conocidos solo como los donantes de dos de las celdas del piso
inferior de Cave-9 (Manchapuri) de Udayagiri, hay muchos detalles disponibles
sobre Kharavela a partir de su famosa inscripción grabada en la cima de la roca
sobre la Cueva-14 (Hathi-gumpha) de la misma colina. La
inscripción, en diecisiete líneas, está en gran parte desfigurada e indistinta,
con el resultado de que no se puede escribir su texto completo y su
interpretación no siempre está fuera de duda. Pero
los siguientes hechos parecen estar bien establecidos.
El tercer rey de su
dinastía, Kharavela era un poderoso gobernante. Como
príncipe, adquirió un gran dominio de los juegos y recibió una buena educación. Fue
instalado como Yuvaraja (príncipe heredero) cuando tenía dieciséis años y
sucedió en el trono cuando tenía veinticinco años. Casi
inmediatamente después lanzó Kalinga en una ambiciosa carrera de conquista,
liderando expediciones a lo largo y ancho. En el segundo año de su
gobierno condujo a sus tropas al oeste sin preocuparse por el rey Satavahana
Satakarni y llegó al río Krishna,
donde amenazó a la ciudad de Asika.
En su cuarto año,
capturó la capital de un príncipe llamado Vidyadhara y sometió a los Rashtrikas
y Bhojakas en el norte de Deccan. Cuatro años más tarde,
irrumpió en Gorathagiri (colinas de Barabar, distrito de Gaya) y hostigó al
gobernante de Rajagriha
(Rajgir, distrito de Nalanda). Se
dice que un rey de Yavana (indo-griego) huyó a Mathura
por miedo.
En su undécimo año
destruyó la ciudad de Pithuda (región de Masulipatam) y el año siguiente
amenazó a los gobernantes de Uttarapatha (norte de la India) y derrotó al rey
Bahasatimita de Magadha
(sur de Bihar). Trajo
consigo el botín de Ariga (al este de Bihar) y Magadha, incluido un objeto de
culto jainista (Kalinga-fina), que Nanda, el gobernante de Magadha, se había
llevado hace mucho tiempo. Luego arrebató los
tesoros del rey Pandyan en el extremo sur. Por lo tanto, el peso
de la espada Kharavelas se sintió en una gran parte de la India.
Bajorrelieve en la cueva de Udayagiri,
que muestra la adoración de caitya.
Kharavela fue tan
grandioso en paz como en guerra. En el primer año de su
gobierno, reconstruyó las puertas y murallas de Kalinganagara, su capital, que
había sido devastada por un ciclón. En el quinto año amplió
un canal, que se dice que fue excavado por un rey Nanda hace trescientos años. En
el Kumari-Parvata (Udayagiri Khandagiri)
excavó, en el decimotercer año, cuevas para ascetas Jain y erigió a un costo
enorme, en el Pragbhara en el barrio de los retiros monásticos, una cierta
estructura con cientos de piedras recogidas de diferentes canteras y pilares
con núcleo de gemas ojo de gato. Sin duda, Kharavela era
un gobernante de grandes logros.
A pesar de que
reclamaba una actitud ecléctica honrando a todas las sectas y reparando los
templos de todos los dioses, Kharavela era indudablemente un Jain y desposó con
gran celo la causa de su fe, que parecía haber sido la religión del estado de
Kalinga y que había recibido una retroceso no solo cuando los Nandas de Magadha
(siglo IV a.C) se llevaron el fina de Kalinga, probablemente como un trofeo,
sino también con el budismo que se
afianzó bajo el rey Asoka Mauryan (alrededor de 273-36 a.C) cuando anexó
Kalinga a su imperio.
Es obvio que durante el
reinado de Mahameghavahanas las colinas estaban cubiertas de cuevas. Además,
se sabe que la principal reina de Kharavelas fue la donante del piso superior
de Cave-9 (Svargapuri) de Udayagiri. También es casi seguro
que la mayoría de las cuevas se originaron durante este período. Al
mismo tiempo, no se descarta por completo un origen anterior del
establecimiento Jain en las colinas. Tampoco es improbable
que el Kalinga-fina eliminado por el rey Nanda y recuperado por Kharavela tuvo
su consagración original en las colinas y fue reinstalado aquí por Kharavela.
Después de la caída de
la dinastía Mahameghavahana, no se sabe que el jainismo
haya disfrutado del mecenazgo real, pero la religión, sin duda, continuó
teniendo su fortaleza en las colinas, a pesar de las vicisitudes políticas por
las que pasó el país. El surgimiento de la secta
Lakulisa-Pasupata, que transformó a Bhubaneswar
en un centro de Saiva
y cuya creciente influencia fue en última instancia responsable del declive del
budismo en esa ciudad y sus alrededores, apenas afectó a este centro Jain,
cuyas inscripciones muestran que continuó estar habitado bajo los Bhaumas y sus
sucesores, los Somavamsis.
Sin embargo, durante el
gobierno de este último, Khandagiri, llamado Kumaraparvata en una inscripción
del quinto año de Udyotakesari (siglo XI) en Cave-11, adquirió mayor
prominencia y algunas de las antiguas celdas se convirtieron en santuarios por
la talla de relieves de Tirthankaras
y Sasana-devis en las paredes. Este período también
vio la construcción de templos estructurales, sugeridos no solo por la
inscripción mencionada que registra el montaje de las imágenes de veinticuatro
Tirthankaras, sino también por el descubrimiento de una gran cantidad de
imágenes de clorito desnudo de diferentes Tirthankaras y enormes cantidad de
fragmentos arquitectónicos que se encuentran en algunas áreas de la colina.
La prolongada
asociación de Digambara
de las cuevas de Khandagiri durante el reinado de los Gangas y sus sucesores,
los Gajapatis, es probada por los toscos relieves de los Tirthankaras en las
paredes de Cave-9 (Trisula-gumpha) de Khandagiri, que no están antes en fecha
que el siglo 15 y puede ser incluso más tarde. Sin
embargo, faltan pruebas sobre las celdas alquiladas en este período por las
fraternidades monásticas.
El período posterior
está en blanco en la historia de Khandagiri hasta la construcción del templo en
la cresta.
Stirling,
que se dio cuenta del templo en 1825, lo señaló como "un lindo templo de
piedra de construcción moderna". No hace ninguna mención
de los monjes jainistas que viven en las cuevas, aunque el lugar era
frecuentado por los mercaderes Jain o Parwar de Cuttack,
que se reúnen aquí en números, una vez al año, para celebrar un festival de su
religión.
Por
lo tanto, es evidente que la ocupación jainista de la colina fue continua,
incluso con descansos ocasionales desde incluso antes del tiempo de Kharavela
hasta nuestros días.
Bajorrelieve en la cueva Udayagiri I
La conocida inscripción Hathigumpha
(inscripción de la cueva del elefante) de la cueva de Udayagiri muestra la gran
santidad de la localidad que fue habitada por los ermitaños de Jain.
Este registro está grabado en una roca de
piedra de arena gruesa en el techo de la Hathigumpha, una caverna natural en la
cara sur de la colina de Udayagiri. La cueva mide 57 pies por 28 pies. Se
divide en 17 líneas, cada línea contiene entre 90 y 100 letras. Cubre un área
de aproximadamente 84 pies cuadrados. Fue descubierto por primera vez por el
Sr. A. Stirling en 1820. Los personajes son del norte de Brahmi y pertenecen
aproximadamente al 160 a.C El idioma de la inscripción es Apabhramsa Prakrit
con huellas de Ardha. -Magadhi y Jaina Prakrit.
El difunto Sr. KP Jayaswal descifró esta
inscripción. La inscripción fue grabada de acuerdo con las órdenes de
Kharavela, un rey de Kalinga, que pertenecía a la fe Jaina y descendía de la
familia Chedi y quien registra una breve historia de su reinado hasta el año
13. Proporciona material valioso para la historia de la India durante varios
siglos anteriores a la era cristiana. Desde el punto de vista de la Cronología
de los tiempos premauryanos y la historia del jainismo, es la inscripción más
importante que se haya descubierto en la India. Ofrece la prueba histórica más
antigua de la unidad de Bihar y Orissa (450 a.C. Confirma el dato histórico
sobre la invasión y la retirada del rey indo-griego Demitrios. También
proporciona algunos datos económicos de importancia: el rey remitió impuestos
en el año del sacrificio de Rajasuya. El impuesto fue pagado en dinero. Las
concesiones de tierras a Brahmanas fueron regalos colectivos hechos a su
asociación de castas. Los Rubis, los caballos maravillosos, indican un comercio
marítimo entre la costa de Madras y Birmania o Persia o ambos en ese período.
Describe el curso de educación prescrito para
los príncipes en la antigüedad, que fue muy completo. Todo el curso parece
haber comprendido un conocimiento de las matemáticas, la composición, en
particular de los documentos estatales y el estudio de la acuñación. Se requirió
que un rey se sometiera a un curso completo de entrenamiento físico hasta la
edad de quince años. Después del decimosexto año debería conversar todos los
días con profesores, ingresar a la formación militar y aprender leyes e
historia, y se espera que se especialice en materias que le permitan controlar
eficazmente el funcionamiento de los diversos departamentos centralizados en la
sede del monarca.
Inscripción Hathigumpha. Foto de la Colección arqueológica de la
India Colecciones, tomada por William Henry Cornish en c.1892
La inscripción comienza con una invocación de
los Arhats y los Siddhas. Luego le da el título familiar "Aira", un
término que denota el descenso de los Reyes Chedi. El nombre del Rey se
menciona como Khara-Vela que significa el "Océano", literalmente "Uno
cuyas olas son salobres".
Luego procede a decir que Kharavela fue
nombrado heredero aparente (Yuvaraja) cuando tenía quince años de edad y
continuó gobernando como tal durante nueve años. Fue ungido rey de Kalinga
cuando completó su vigésimo cuarto año.
En el primer año de su reinado, Kharavela
reparó la capital de Kalinga, cuyas puertas o torres, murallas, embalses y
edificios habían sido dañados por la tormenta.
En el segundo año envió un ejército completo
formado por infantería, caballería, carros y elefantes, al oeste, desafiando a
Satakarni, el tercer rey de la dinastía Satavahana y ocupando la ciudad de
Mushikas.
En el tercer año de su reinado, divirtió a los
ciudadanos de Kalinga con representaciones teatrales, bailes, canciones,
música, procesiones y festivales.
En su cuarto año, probablemente reparó un
edificio sagrado llamado "la Morada de los Vidyadharas" y conquistó
las Rastrikas del país Maratha y Bhojakas de Berar.
En el quinto año de su reinado, extendió el
antiguo canal a la capital desde Tanasuliya Road.
En su sexto año, otorgó grandes bendiciones a
los ciudadanos al otorgar privilegios a la capital y las corporaciones del
país.
Los eventos del séptimo año de su reinado se
refieren al nacimiento del príncipe heredero. Desde el oeste, dirigió su
atención al Norte.
En su octavo año, invadió Magadha y asedió a
Rajagriha.
En el noveno año de su reinado, regaló
caballos, elefantes, carros, casas y casas de reposo a Brahmanas y otros
también construyó un gran palacio llamado el "Palacio de la Victoria"
a un costo de treinta y cuatro lacs (monedas de plata). El palacio contenía un
grupo de residencias reales.
En el décimo año, el norte de la India fue
invadido.
El registro del undécimo año no es muy claro. Lo
que parece ser la intención es que Kharavela abolió algo que no era consistente
con el jainismo.
En el año duodécimo de su reinado, invadió a
Magadha e hizo que el rey Brihaspatimitra le homenajeara a sus pies. Regresó a
casa con trofeos de Anga y Magadha, recuperó las reliquias de Kalinga y la
imagen del Kalinga- Jina que se había llevado el rey Nanda de Magadha.. En casa
construyó torres.
En el decimotercer año de su reinado, dedicó
sus energías a los actos religiosos. Él mismo observó los votos del profano y
se dedicó al estudio de la filosofía Jaina superior. Él construyó una
residencia para su reina en la colina de Kumari a un costo de 7,5 millones de
rupias.
El registro termina con una lista de los
títulos de Kharavela. Él es llamado el Rey de la Paz y la Prosperidad, el Rey
Bhikshu y el Rey del Dharma.
Inscripción de Hathigumpha del rey
Kharavela en las colinas de Udayagiri
No hay rastros de despotismo en la biografía de
Kharavela. Él era un rey "que complació a su pueblo". Cada año de
conquista fue seguido por un año de generosos actos de paz en el hogar.
El registro se detiene con el decimotercer año
del reinado del rey. Que el rey vivió al menos tres o cuatro décadas más es
evidente a partir de la inscripción Svargapuri de su reina principal, que se
describe como la esposa del emperador reinante Kharavela. Los términos
Chakravartin en esta inscripción, y Adhipatin en la inscripción Hathigumpha
muestran que Kharavela se había convertido en el señor supremo de los tres
Kalingas.
En la cueva de Manchapuri se encuentra la
inscripción de su sucesor, Kudepasiri, que también se llama Kharavela como Aira,
Maharaja Mahameghavahan y el señor de Kalingas.
El ala derecha de la cueva de Manchapuri
contiene una inscripción que menciona a un príncipe llamado Veduka que pudo
haber estado relacionado con la dinastía de Kharavela. El objeto inmediato de
estas inscripciones era preservar la memoria de benefactores piadosos que
habían proporcionado cuevas para el uso de los ascetas Jaina en Udayagiri.
Stupa Jaina:
Los restos de un stūpa Jaina de ladrillo y dos
templos en ruinas han sido excavados en el Kaṅkālī Ṭilā (montículo) en Mathurā.
Se ha encontrado una inscripción del siglo II d.C en el montículo. Esta
inscripción dice que el stūpa fue construido por dioses. El significado
sugerido por este tipo de creencia es que en ese momento el stūpa fue
considerado de una antigüedad inmemorial. El Vividha-tirtha- kalpa
(siglo XIV d.C) dice que el stūpa fue reparado en el tiempo del Señor Pārśva (877-777 d.C) y renovado por Bappabhaṭṭi Sūri después de
mil años. Fue construido en honor del Señor Supārśva, el
séptimo Tīrthaṅkara.
Las esculturas y las inscripciones encontradas
en Mathurā son de gran interés para la historia del jainismo. Existe un āyāgapaṭṭa
o una tableta de homenaje que fue esculpida en relieve y erigida en un templo
con el propósito de adoración. La inscripción en la tableta comienza con las
palabras "Adoración al Arhat Vardhamāna"
e indica que fue el regalo de una cortesana llamada Vasu, la hija de Loṇaśobhikā.
La representación principal es de un stūpa Jaina que se encuentra en una
plataforma alta rodeada por una barandilla y se accede por nueve pasos que
conducen a una entrada ornamental.. Hay otra tableta de ese tipo que tiene en
el centro una figura de una Jina sentada rodeada de varios símbolos.
Hay un templo en ruinas en el Vaibhāragiri
(colina) en Rājagṛha (Rajgir). Consiste en una cámara central
rodeada por todos lados por una fila de celdas. En un nivel más bajo que el del
edificio principal, hay otro santuario que tiene una imagen sentada del Señor Neminātha, el vigésimo segundo Tīrthaṅkara. La inscripción que lo
acompaña está en caracteres Gupta. El símbolo de la concha flanquea a cada lado
del Dharmacakra (Wheel of Law). (Rueda de la Ley) en el centro del pedestal.
Un bronce Jaina perteneciente al período Gupta
(siglo 5 d.C) ha sido descubierto en Akota (cerca de Baroda).
Es una imagen de pie del Señor Ṛṣabha, el primer Tīrthaṅkara. Su
pedestal está perdido y está muy mutilado en la parte posterior, las manos y
las piernas. Es la imagen Jina más antigua conocida con un dhoti (lower
garment). (prenda inferior). Un gran número de bronces Jaina pertenecientes al
período comprendido entre los siglos VI y XI d.C se han encontrado en el tesoro
de Akota.
Ellora es el mejor de los templos de la cueva
Jaina conocidos de la época medieval. Está cortado de la roca sólida. El patio
está protegido por una pared de pantalla de roca orientada al sur. En el este
hay una capilla con dos pilares en el frente y dos en la parte posterior. Al
entrar al patio, a la derecha hay un elefante sobre un pedestal y, a la
izquierda, una columna monolítica, ahora caída, coronada por una imagen
cuádruple de un Tīrthaṅkara En el centro hay un porche cuadrado elaborado sobre
otra imagen cuádruple. Una especie de porche doble da acceso a la sala inferior
del templo. Hay dos imágenes grandes del Señor Śānti, el
decimosexto Tīrthaṅkara, en un extremo de la galería. En el otro extremo hay
una escalera de piedra que conduce al pasillo superior. Ambas salas están
adornadas con pilares. Las paredes del pasillo superior están llenas de figuras
esculpidas de Jina. Entre las figuras esculpidas, las más prominentes son Lord
Pārśva, Lord Mahāvīra y Gommata (Bāhubali).
Los templos de la cueva de Ellora
La Indra
Sabha, así llamada, es más bien el grupo de cuevas de Jain que una sola cueva y
sus apéndices: en realidad dos cuevas de dos pisos y una sola, con sus alas y
capillas subordinadas, etc.
La primera, sin embargo, es bastante conocida
como Indra Sabha. Se ingresa a la cueva a través de una pared de pantalla hacia
el sur. Fuera de esto en el lado este hay una capilla con dos pilares al frente
y dos más al fondo. Las paredes están esculpidas con Parsvanatha en el extremo
norte, desnudas, como en todos los casos en estas cuevas, con una serpiente de
siete capuchas cubriéndole, una mujer con una capucha que lleva un chatri o
paraguas sobre él, en cada lado hay divinidades hindúes una con una cara sonriente en su estómago, y
debajo, en su mano izquierda, un par de adoradores.
En el extremo sur está Gomata, también desnuda,
con una enredadera que se enrosca alrededor de sus extremidades, con asistentes
y adoradoras. En otros lugares encontramos a Mahavira, el último de los Jain
Tirthankaras, u hombres, que con sus austeridades se liberan de la
responsabilidad de una mayor transmigración y así obtienen el nirvana. Estas
figuras son notablemente parecidas a las figuras de Buda en la actitud meditativa
con las manos en su regazo, solo que normalmente se las representa como
desnudas, y tienen un baterista y otros músicos sobre sus cabezas.
En la pared posterior hay una figura,
generalmente conocida como Indra debajo de un árbol con loros, sentada sobre un
elefante y con dos asistentes en el lado derecho está Indrani , y en el
santuario Mahavira.
Dentro de la cueva, en el lado derecho, hay un
gran elefante sobre un pedestal y, a la izquierda, una columna monolítica fina
de 27 pies y 4 pulgadas de alto, con una imagen cuádruple o chaumukha en la
parte superior, pero cayó sobre la roca al día siguiente Lord Northbrook visitó
las cuevas. En el centro hay un pabellón o mandapa sobre una imagen cuádruple,
ya sea de Rishabhanatha, el primero de los veinticuatro Tirthankaras, o de
Mahavira, el último el trono es sostenido por una rueda y leones, como en los templos de Bauddha.
En el lado oeste de la cancha es una cueva o
salón con dos pilares en el frente y cuatro en el interior. En el
compartimiento central de la pared sur está Parshvanatha, el 23º Tirthankara. y
enfrente, con ciervos y un perro a sus pies, está Gomata o Gautama , a quien se
erigen tres imágenes muy colosales en el país Canarese, en Shravana Belgola,
Karkala y Venur.
En este caso, solo son más grandes que los que
están en la cueva fuera de la puerta, y se repiten una y otra vez en estas
cuevas con solo ligeras variaciones en las figuras circundantes. En la pared de
atrás están Indra e Indrani, y en el santuario está Mahavira en un sinhasana
(trono de leones), con una sombrilla triple sobre su cabeza. Entre esta y la
cueva principal, pero más baja, se encuentra una pequeña capilla, parcialmente
llena, en la que Indra e Indrani están especialmente bien cortados, aunque
recientemente la cara de este último parece haber sido dañada deliberadamente
por algún sinvergüenza. Sobre esta capilla hay otra similarmente amueblada, y
directamente opuesta hay otra similar.
Al entrar en la sala inferior, encontramos que
tiene una especie de galería doble, dividida por una pantalla, más allá de la
cual hay una sala con doce columnas, algunas de cuyas columnas, sin embargo,
han sido completamente recortadas de la roca, y los pasillos son poco más que
comenzado. En el extremo izquierdo de la terraza delantera, en las pilastras
hay dos imágenes desnudas colosales de Shantinatha, el 16º Tirthankara, con una
inscripción debajo de eso, a la derecha, en caracteres del siglo IX o X:
Sri Sohila brhma-
charinah Santibhatta-
raka
pratimeyam.
"La imagen de
Santibhattaraka [hecha por] Sohila, una [Brahmacharin, es decir, pandit de los
Digambara o Jains desnudos]".
Imágenes de una jinas sentada (cueva de Ellora No.
33: Jagannatha Sabha)
Más allá, hay una capilla con un santuario y las
esculturas habituales. Dentro de la sala en uno de los pilares hay otra
gran imagen desnuda, con una línea debajo:
Sri Nagavarma kriti pratima
"La imagen hecha por Sri
Nagavarma".
Cerca del extremo este de la galería, una
escalera de piedra conduce al piso superior, y al fondo hay una capilla
esculpida de forma muy parecida a la del resto, Parshvanatha a la derecha,
Gomata a la izquierda, Indra e Indrani al fondo, y Mahavira en el trono en el
santuario.
La escalera aterriza en la galería de la gran
sala, una vez iluminada por la pintura, de la cual aún quedan algunos
fragmentos ahumados, especialmente del techo. Dos pilares de patrón
"cuadrado roto", con sus pilastras conectadas por un muro bajo,
sostienen el frente; otros dos con bases cuadradas audazmente moldeadas y ejes
y capitales de dieciséis lados, con una partición baja entre, forman la parte
posterior de la galería, dividiéndolo del salón y doce, cuatro patrones
diferentes, rodean el pasillo interior.
Las figuras colosales
de Indra e Indrani, una debajo de un platanero y la otra debajo de un árbol de
mango, ocupan los extremos de la terraza, que tiene 14 pies de alto. Las
paredes de los pasillos laterales y posteriores están divididas en
compartimentos llenos de Jinas o Tirthankaras. El espacio central en cada
extremo tiene una gran Jina en un sinhasana: una a cada lado la puerta del
santuario está dedicada a Parshvanatha y Gomata y los otros tienen dos
Mahaviras cada uno, bajo diferentes Bo-árboles como con los Budas, pero entre
los Bo-árboles hay una figura sosteniendo una guirnalda, y encima de él otra
soplando una caracola, mientras que en los lados externos hay gandharvas.
Cuadro de pared
del siglo IX d.C que representa a Bahubali (cueva de Ellora No. 32: Indra
Sabha)
En las pilastras de cada lado de la puerta del
santuario, hay un alto guardián desnudo, y en la siguiente pilastra un Mahavira
achaparrado. La puerta tiene dos esbeltos pilares avanzados, golpeados por las
guías brahmanes para mostrar la reverberación, y llamados por ellos el damru o
tambor del ídolo. Sobre y alrededor de esta puerta hay una talla masiva. El
santuario, de 12 pies y 3 pulgadas de alto, es, como es habitual, ocupado por
Mahavira.
En el
centro de la gran sala se encontraba una imagen cuádruple (chaumukha), ahora
destruida, en una especie de salunkha y, sobre él en el techo, una inmensa flor
de loto en una losa cuadrada con agujeros en las cuatro esquinas y el centro,
como para lámparas colgantes.
Una puerta en la esquina sureste conduce, a
través de una celda con una especie de comedero en la esquina de la misma, y
un agujero natural en el techo, en una cueva en el lado este de la cancha.
Los pocos escalones que conducen a ella ocupan un pequeño vestíbulo tallado con
Jinas, etc. Esta sala tiene una galería en el frente y dentro hay cuatro
pilares cuadrados con capiteles redondos. Gommata ocupa un receso a la derecha,
y Parshvanatha a la izquierda. Indra, con una bolsa a la izquierda y un coco en
la mano derecha, ocupa el extremo sur de la galería mientras que Indrani lo
enfrenta en la entrada, de hecho en los mismos lugares que los supuestos
patrones ocupan en las cuevas de Bauddha. Algunos restos de pintura aún
permanecen en el techo de este departamento.
Al
regresar a través del gran salón, una puerta en la esquina noroeste conduce a
través de una pequeña habitación al templo en el lado oeste correspondiente a
la última descripción. Tiene una fachada cuidadosamente tallada, la escultura
sigue siendo aguda y enérgica. En la entrada a la derecha hay una Devi de
cuatro brazos con dos discos en las manos superiores, y vajra en la izquierda
sobre la rodilla quizás Sarasvati, de ocho brazos, con un pavo real. La sala es
exactamente similar a la del este, pero los cuatro pilares centrales tienen la
caida de la gran sala, y todo se ha terminado en la roca de grano más complejo
y agudo. Indra, Gommata y Parshvanatha vuelven a sus posiciones habituales.
La arquitectura Jaina en el sur de la India
está representada por dos tipos de santuarios: bastis y bettas. Los bastis
(también basadi) son templos regulares que contienen imágenes de Tīrthaṅkaras. Los
bettas son patios al aire libre en las cumbres de las colinas que contienen
imágenes colosales de Gommaṭeśvara. Gommaṭa o Gommaṭeśvara es
otro nombre de Bāhubali, el hijo de Ṛṣabha, el primer Tīrthaṅkara.
En Śravaṇa Belgolā (a 62 millas de Mysore) hay un coloso de Gommaṭeśvara en la cumbre (470 pies
sobre la llanura) en la colina de Vindhyagiri. La enorme imagen se alza
majestuosamente en un estado casi perfecto de conservación a pesar de su
antigüedad. Su altura es de 57 pies, la anchura a través de los hombros es de
26 pies, el dedo del pie es de 2,75 pies de largo, el dedo medio mide 5,25 pies
de largo, la altura del talón es de 2,75 pies, el lóbulo de la oreja mide 5,5
pies de largo y la cintura mide 10 pies. La figura está desnuda y se encuentra
de pie mirando hacia el norte Esta enorme estatua es claramente visible dentro
del radio de 15 millas de Śravaṇa Belgolā (Jainbidri). El ascenso se realiza en
casi 500 escalones tallados en el granito.
Aprendemos de las inscripciones en el costado
de la estatua que Cāmuṇḍarāya hizo que esta imagen se hiciera. Fue el famoso
ministro de Rājamalla o Rācamalla, que gobernó desde 974 hasta 984 d.C Parece
cierto que la estatua fue labrada alrededor del año 983 d.C El claustro
circundante fue construido en 1116 d.C.
Khajuraho fue uno de los centros importantes
del jainismo en el norte de la India. De los templos que están allí cerca de un
tercio son Jaina. El más grande y mejor de todos estos santuarios Jaina es el
templo de Pārśvanātha. Al igual que la mayoría de los templos, parece que se
erigió entre 950 y 1050 d. C. Tiene unos sesenta y dos pies de largo y la mitad
de ancho. Las paredes exteriores están adornadas con numerosas bandas de molduras
y tres hileras horizontales de estatuas esculpidas.
En una zona conocida como Dilwara en el Monte
Abu se encuentran cuatro templos principales de Jaina, de los cuales dos son
los más famosos y en ciertos aspectos siguen siendo insuperables en la India,
que es bien conocida por tales obras. El más viejo de los dos, conocido como
Vimal Vasahi, fue construido en 1031 d.C por Vimal Shah, un acaudalado dueño de
una casa Jaina. Estaba dedicado a Ādinātha (Señor Ṛṣabha), el primer Tīrthaṅkara.
El otro templo fue construido en 1230 d.C por Tejpal y Vastupal, dos ricos
hermanos Jaina. Estaba dedicado a Neminātha (Lord Ariṣṭanemi), el vigésimo
segundo Tīrthaṅkara. Vimal Shah, Tejpal y Vastupal fueron ministros de Gujarat.
Los dos templos son similares. Son
relativamente simples en el exterior pero sorprendentemente ricos en adornos
interiores. Ambos están construidos completamente de mármol blanco. La
ubicación de estos templos en la colina a una altura de más de cuatro mil pies
es la más pintoresca. Cada uno de los templos se encuentra en un área
rectangular amurallada rodeada de huecos con estatuas de Tīrthaṅkaras y otras
deidades. La estructura central es una celda con techo piramidal. Conectado con
esta celda hay una sala cerrada. Frente a esta sala se encuentra un amplio
pórtico abierto o sala de reuniones decorada con columnas independientes y una
hermosa cúpula sostenida por ocho pilares. La hermosa ornamentación de estos
santuarios es asombrosa. El adorno minuciosamente tallado de sus techos,
pilares, puertas, paneles y nichos es maravilloso. El tratamiento crujiente,
delgado, translúcido y en forma de concha del mármol es simplemente
sorprendente. El trabajo es maravillosamente delicado y extraordinariamente
encantador.
Vimala comenzó las obras del Vimala Vasahi,
el primer templo jainí de Dilwara en el año 1032. En los siglos XII y XIII se
edificaron otros templos más hasta formar uno de los conjuntos monumentales más
importantes del mundo. Puede subirse a pie desde la orilla norte del lago
Nakki, pero vamos muy mal de hora y lo haremos en nuestro autobús. Los templos
están rodeados por un muro y el aspecto exterior es bastante severo. En la
punta oeste se halla el templo Vimala Vasahi.
Consta de un santuario central con la imagen de Adinath flanqueada por dos altas estatuas de
Parshvanath; un atrio comunicado con el
santuario; una pequeña sala con columnas
y una gran sala con columnas, sala de colores, pabellón de las danzas
sagradas de los templos jainíes). El santuario cuenta con un pequeño
deambulatorio. Los templetes del patio contienen imágenes de thirtankaras en
meditación. La estatua ecuestre bajo el pórtico representa a Vimala, el mecenas
que financió la construcción del templo. Una procesión de elefantes de mármol
sostiene estatuas de otros mecenas y representaciones simbólicas de la montaña
sagrada jainí. El templo está realzado con respecto al mandapa y el exterior
está ricamente decorado con figuras labradas. El mármol blanco crea un
extraordinario efecto de claroscuro, iluminado por el sol diáfano de la
montaña.
Pilastras, ménsulas, arcos y techo del mandapa
están maravillosamente decorados con frisos en bajorrelieve. La cúpula del
mandapa la forman once círculos concéntricos, sostenidos por pilastras
dispuestas en octógono con imágenes de bailarinas, músicos y animales. En las
ménsulas se ven esculturas de vidyadevi, las diosas del conocimiento. Todas las
superficies del templo están ricamente decoradas, aunque el conjunto es de una
gran levedad: luz, espacio y piedra conviven armoniosamente en un ambiente
sagrado casi tangible, sabiamente logrado por los creadores de esta obra
maestra.
Este templo tallado
completamente en mármol blanco El templo está dedicado a Lord Rishabha. El templo se encuentra
en un patio abierto rodeado por un corredor, que tiene numerosas celdas que
contienen ídolos más pequeños de los tirthankaras. Los corredores,
pilares, arcos y " mandapas
" o pórticos del templo profusamente tallados son simplemente
sorprendentes. Los
techos tienen diseños grabados de capullos de loto, pétalos, flores y escenas
de la mitología jainista.
El Navchowki es una
colección de nueve techos rectangulares, cada uno con hermosas tallas de
diferentes diseños apoyados en pilares ornamentados. El Gudh mandap es una
sala sencilla una vez que entras dentro de su puerta fuertemente decorada. Instalado aquí es el
ídolo de Adi Nath o Lord Rishabdev, como también se le conoce. El mandap está
destinado para Aarti
para la deidad.
El Hastishala (patio de
elefantes) fue construido por Prithvipal, un descendiente de Vimalsha en
1147-49 y presenta una fila de elefantes en escultura con los miembros de la
familia montados en ellos.
Mandapa de
Vimala Vasahi (templo de Adinatha)
Deambulatorio
Al norte del templo de Vimala se encuentra el
otro gran templo de Dilvara, el de Tejahpala
o Luna Vasahi, dedicado al thirtankara Neminath. Lo construyeron
hacia 1230 los hermanos Tejahpal y Vastupal, ricos ministros de Gujarat. El
templo está orientado en sentido contrario al de Vimala, con el santuario al
este y el gran mandapa al oeste. En este templo, el mármol está labrado
espléndidamente, con bajorrelieves y decoraciones más complejas. El delicado
trabajo de filigrana debía hacerse con lima en vez de con cincel; los canteros,
miembros en su mayoría de la casta de los tallistas de marfil, procedían
minuciosamente hasta dar a los bloques de mármol una transparencia y levedad
casi sobrenaturales. Parece que se les pagaba según el peso del polvo de mármol
recogido al término de la jornada. La perfección del trabajo es reflejo de
elevación interior en la mentalidad jainí, que consideraba el trabajo en los
templos como un ejercicio de ascesis y devoción. El ejemplo más impresionante
de la pericia extraordinaria de aquellos canteros anónimos es la bóveda del
ranga mandapa, una gran flor de loto abierta hacia abajo en círculos
concéntricos decorados con un encadenamiento simétrico de filigrana de mármol.
Los muros del templo están cubiertos de frisos con bajorrelieves alusivos a
episodios de la vida de Neminath y otros santos jainíes. Los pórticos laterales
presentan graciosas figuras en miniatura.
La sala principal o
Rang mandap presenta una cúpula central desde la cual cuelga un gran colgante
ornamental con tallas elaboradas. Dispuestos en una banda
circular hay 72 figuras de Tirthankars en posición sentada y justo debajo de
esta banda hay 360 figuras pequeñas de monjes jainistas en otra banda circular. La
célula Hathishala o elefante presenta 10 hermosos elefantes de mármol
perfectamente pulidos y realísticamente modelados.
Toranas
Toranas que rodean el ranga- mandapa en el Sanctum
Sanctorum en Luna Vasahi
Pilar del navchoki con figuras meditando
en Luna Vasahi
Vista desde la
ranga-mandapa del templo Luna Vasahi hacia el santuario a la izquierda de la
entrada al Sanctum Sanctorum
El resto de edificios es del siglo XV y
ofrece un nivel muy inferior. Son los templos de Adinath, Parshvanath y
Mahavira. El templo de Adinath conserva algunas inscripciones incompletas. En
el santuario hay una gran estatua metálica del tirthankara, que pesa cuatro
toneladas.
Cuevas en
Badami
Los templos de la cueva Badami se encuentran en
la ciudad de Badami, en la parte norte-central de Karnataka, India. Los templos
están a unos (142 km) al este de Belgavi
y (140 km) al noroeste de Hampi.
Badami, también
conocido como Vatapi, Vatapipura, Vatapinagari y Agastya
Tirtha en textos históricos, la capital de la dinastía Chalukya en el siglo
6, se encuentra en el punto de salida de un barranco entre dos escarpados
acantilados.
Cuatro templos de cuevas en el escarpado de la colina
al sureste de la ciudad fueron tallados en la cara de piedra monolítica del
acantilado. La escarpa está sobre un lago
artificial llamado lago Agastya, creado por una presa de tierra con escalones
de piedra. Al extremo oeste de este acantilado,
en su punto más bajo, se encuentra el primer templo de la cueva. La cueva más grande y más alta es la cueva 3, que está más al
este en la cara norte de la colina. La cuarta cueva, la Cueva 4, está a unos
pasos más al este.
Cuevas en el
acantilado sobre el lago Agastya
Los templos de las
cuevas, numerados del 1 al 4 en el orden de su creación, en la ciudad de
Badami, la capital del reino de Chalukya (también conocido como Early
Chalukyas), datan de finales del siglo VI en adelante. La datación exacta se conoce solo para Cave 3, que es un
templo dedicado a Vishnu. Una inscripción que se
encuentra aquí registra la dedicación del santuario por Mangalesha en Saka
500 (calendario lunar, 578/579 d.C). La inscripción, escrita en
el antiguo idioma kannada, ha permitido la datación de estos templos de cuevas
rupestres hasta el siglo VI. Esto hace que la
cueva sea el templo rupestre hindú más antiguo de la India.
El complejo de cuevas
Badami forma parte de un candidato designado por la UNESCO como Patrimonio de
la Humanidad bajo el título "Evolución de la arquitectura del templo -
Aihole-Badami-Pattadakal" en el valle del río Malaprabha, considerada cuna
de la arquitectura de templos que sirvió de modelo para los
templos hindúes posteriores en la región. Las obras de arte de las cuevas 1 y 2 exhiben el estilo del
norte de Deccan de los siglos 6 y 7, mientras que las de la cueva 3 representan
simultáneamente dos tradiciones artísticas antiguas de la India; el norte de Nagara y el sur de Dravida. La cueva 3 también muestra iconos y relieves en el llamado
estilo Vesara, una fusión de ideas de los dos estilos, así como algunos
de los ejemplos históricos más antiguos que sobreviven en Karnataka de motivos
yantra- chakra (simbolismo geométrico) y pinturas al fresco coloreadas. Las primeras tres cuevas cuentan con esculturas de íconos y
leyendas hindúes que se centran en Shiva y Vishnu, mientras que la Cueva 4
presenta íconos y temas jainistas.
Los templos de la cueva
de Badami están tallados en suave piedra arenisca Badami en un acantilado. El plano de cada una de
las cuatro cuevas (1 a 4) incluye una entrada con una
galería (mukha mandapa)
sostenida por columnas de piedra y soportes, una característica distintiva de
estas cuevas, que conduce a una mandapa con columnas, o sala principal (también
maha mandapa), y luego al pequeño santuario cuadrado (sanctum sanctorum,
garbha ghriya) cortado en el interior de la cueva. Los templos de la cueva
están unidos por un sendero escalonado con terrazas intermedias que dominan la
ciudad y el lago. Los
templos de la cueva están etiquetados 1-4 en su serie ascendente; esta numeración no
refleja la secuencia de excavación.
La arquitectura incluye estructuras construidas
en los estilos Nagara y Dravidian, que es el primer y más persistente lenguaje
arquitectónico adoptado por los primeros chalukyas.
Cueva 1
La cueva 1 está a unos
59 pies (18 m) sobre el nivel del suelo en la parte noroeste de la colina. El acceso se realiza a través de una serie de pasos que
representan tallados de ganas enanas en diferentes posturas, como si
mantuvieran el suelo de la cueva. La veranda,
con una medida interior de 70 pies (21 m) por 65 pies (20 m), tiene cinco
columnas esculpidas con relieves de guirnaldas de flores, follaje y joyas.
La cueva retrata al
Tandava - Shiva danzando como
Nataraja en la roca a la derecha de la entrada. La imagen, de 5 pies (1,5 m) de alto, tiene 18 brazos en una
forma que expresa las posiciones de danza dispuestas en un patrón geométrico,
que Alice Boner, una historiadora de arte suiza e indologa, afirma es una
división del tiempo que simboliza la rueda cósmica. Los dieciocho brazos expresan Natya mudras (gestos simbólicos
con las manos), con algunos objetos de sujeción como tambores, una antorcha de
fuego, una serpiente, un tridente y un hacha. Shiva tiene a su hijo Ganesha y
al toro Nandi a su lado. Junto a Nataraja, la
pared representa a la diosa Durga de la tradición shaktista que mata al demonio
búfalo Mahishasura.
A la izquierda de la
entrada hay un Shaiva dvarapala con dos manos que sostiene un tridente, y
debajo de él hay una imagen fusionada de elefante con el que comparten una
cabeza;
visto desde la izquierda es un elefante y desde la
derecha un toro. Una vez dentro de la veranda,
la cueva presenta una escultura tallada de Harihara, una escultura de 7.75 pies
(2.36 m) de altura de una imagen fusionada que es mitad Shiva y mitad Vishnu.
Está flanqueado en los lados respectivos con las diosas
Parvati y Lakshmi. A la derecha, hacia el final
de la pared, hay una escultura en relieve de Ardhanarishvara, una imagen
fusionada de Shiva y su consorte Parvati. Al
lado de la mitad que representa a Parvati hay un asistente que lleva una
bandeja de joyas. Al lado de Ardhanarishvara, la
mitad que representa a Shiva es el toro Nandi y el esquelético Bhringi, un
devoto de Shiva.
Dentro de esta cueva,
los hijos de Shiva, Ganesha y Kartikeya, el dios de la guerra y la deidad
familiar de la dinastía Chalukya, se ven en una de las esculturas talladas en
las paredes de la cueva, con Kartikeya montado en un pavo real. El techo de la cueva tiene cinco paneles tallados con el
panel central que representa a Nagaraja, con parejas voladoras a ambos lados.
La cabeza y el busto están bien formados y se proyectan
desde el centro de la bobina. En otro
compartimento, un bajorrelieve de 2,5 pies (0,76 m) de diámetro tiene tallas de
un macho y una hembra; el macho es Yaksha
llevando una espada y la hembra es Apsara con un velo volador. El panel siguiente tiene grabados de dos figuras pequeñas y
el panel al final está tallado con lotos.
Todas las figuras están
adornadas con adornos tallados y rodeadas por bordes con relieves de animales y
pájaros.
El diseño del loto es un tema común. En el techo hay imágenes de las parejas de Vidyadhara, así
como parejas en escenas de cortejo erótico y Mithuna. A través de una hendidura en la pared posterior de la cueva
hay un santuario cuadrado con más imágenes talladas. En el mandapa hay
un Nandi sentado frente al garbha ghriya (sagrado santuario) que contiene un
Shiva linga.
Nataraja o Shiva danzando en Cave
1
Cueva 2
La cueva 2 está arriba
y al este de Cave
1 y enfrenta al norte.
Fue creado a fines del siglo VI o principios del siglo
VII. Es más pequeño que Cave 1, algo similar en términos
de su plano de planta, pero está dedicado principalmente a Vishnu. Cave 2 se alcanza subiendo 64 pasos desde la primera cueva.
La entrada de la cueva es una galería dividida por
cuatro pilares cuadrados con extremos como medio pilares, todos tallados en la
cara de piedra monolítica. Los pilares tienen
tallas decorativas con friso de ganas (enanas míticas) con diversas
expresiones faciales. En los dos lados de la
entrada hay dvarapalas (guardianes) que sostienen flores, no armas.
Como Cave 1, el arte de la cueva 2 refleja la teología y las artes
hindúes.
El relieve más grande
en la Cueva 2 representa la leyenda de Vishnu en su forma Trivikrama, tomando
uno de los tres pasos. Debajo del escalón elevado hay un
friso que muestra la leyenda del avatar enano de Vamana de Vishnu, antes de que
se metamorfosee en la forma de Trivikrama. Otro
relieve importante muestra la leyenda de Vishnu en su avatar Varaha (un jabalí)
que rescata a la diosa de la tierra (Bhudevi) de las profundidades del océano
cósmico, con una serpiente penitente de múltiples cabezas (Nāga) a
continuación. Al igual que otras murti
(estatuas) principales en esta y otras cuevas de Badami, la obra de arte de
Varaha está dispuesta en círculo y dispuesta simétricamente; según Alice Boner, el panel es un rectángulo vertical cuya
"altura es igual al círculo de dirección octopartita y los lados están
alineados con relaciones geométricas esenciales, en este caso con el segundo
acorde vertical del círculo". Las paredes y
el techo tienen restos de pintura de color, lo que sugiere que la cueva solía
tener pinturas al fresco.
Dentro del templo hay
frisos que muestran historias de textos hindúes como el Bhagavata Purana.
Estos muestran la leyenda del batido cósmico del océano (Samudra Manthan)
y el nacimiento y la flauta de Krishna jugando, lo que indica la importancia
teológica y cultural de estos en la India del siglo VII. Las tallas de techo y puerta muestran Gajalakshmi, los símbolos
de esvástica, parejas voladoras, Brahma, Vishnu dormido en Shesha y otros.
El techo de la Cueva 2
muestra una rueda con dieciséis rayos de peces en un marco cuadrado. Las bahías finales tienen una pareja voladora y Vishnu en
Garuda. La sala principal de la cueva tiene
(10.16 m) de ancho, (7.188 m) de profundidad y (3.45 m) de altura y está
soportada por ocho pilares cuadrados en dos filas. El techo de esta sala tiene paneles llenos de tallas en
bajorrelieve. Las esculturas de la Cueva 2, como la Cueva 1, son del
estilo Deccan del norte de los siglos 6 y 7 similares a las encontradas en las
cuevas de Ellora.
Vishnu como Varaha rescatando a la
Tierra como Bhudevi
Trivikrama pisotea Vishnu, la leyenda
del avatar de Vamana y los antiguos instrumentos musicales indios tallados a
continuación.
Cueva 3
La cueva 3 es el templo hindú con fecha más temprana
en la región de Deccan. Está dedicado a Vishnu; es la cueva más grande del
complejo. Tiene frisos intrincadamente tallados y figuras gigantes de
Trivikrama, Anantasayana, Vasudeva, Varaha, Harihara y Narasimha Cueva
El tema principal es Vaishnavite, aunque también muestra a Harihara en su pared
sur, mitad de Vishnu y la mitad de Shiva se muestran fusionados como uno, lo
que hace que la cueva sea importante para los estudios del Shaivismo .
Vishnu sentado en la serpiente Sesha en
la Cueva 3
Hacia el norte, la cueva 3 está a 60 pasos de Cave
2 en un nivel superior. Cueva El porche 3 tiene (21 m) de largo
con un ancho interior de (20 m); ha sido esculpido a (15 m) de profundidad en
la montaña; un altar cuadrado adicional al final extiende la cueva (3.7 m) más
adentro. La galería en sí misma tiene (2.1 m) de ancho y tiene cuatro pilares
tallados independientes que la separan de la sala. La cueva tiene 4.6 m) de
altura; es apoyado por seis pilares, cada uno mide (0.23 m 2). Cada
columna y pilastra está tallada con bases anchas y profundas coronadas con
capiteles parcialmente ocultos por soportes en tres lados. Cada soporte, a
excepción de uno, tiene tallas de figuras humanas de pie bajo el follaje en
diferentes posturas, de personajes mitológicos masculinos y femeninos, y una
figura asistente de un enano. Una cornisa moldeada en la fachada, con un dado
de bloques debajo (generalmente (2,1 m) de largo), tiene una treintena de
compartimentos tallados con dos enanos llamados ganas.
La cueva 3 también
muestra pinturas al fresco en el techo, algunas de las cuales están
descoloridas y rotas. Estas se encuentran entre las pruebas más antiguas que se
conservan de la pintura al fresco en el arte indio. El dios hindú Brahma se ve
en Hamsa vahana en uno de los murales. La boda de Shiva y Parvati, a la que
asisten varias deidades hindúes es el tema de otra.
Diseño del templo de Cave 3; 1: Vishnu;
2: Trivikrama; 3: Vishnu en sesha; 4: Vishnu avatar Varaha rescatando la
tierra; 5: Harihara (mitad Shiva, mitad Vishnu); 6: Vishnu avatar Narasimha de
pie; 7: Garbha ghriya (sacrum sanctum); Azul O: tallas en el techo de dioses y
diosas hindúes védicos y puránicos.
Hay un medallón de loto
en el piso debajo del mural del techo de Brahma. El techo tiene relieves de
muchos dioses védicos y diosas como Agni, Indra y Varuna. Las obras de arte de
la cueva, en algunos casos, muestran las firmas de los artistas, así como una
inscripción importante. Esta y otra evidencia epigráfica sugieren que el templo
de la cueva fue inaugurado el "día de luna llena, 1 de noviembre de
578". El techo de la galería tiene
siete paneles creados por vigas transversales; cada uno está pintado en
compartimentos circulares con imágenes de deidades como Shiva, Vishnu, Indra,
Brahma y Kama, con imágenes más pequeñas de Dikpalas (guardianes cardinales) en
las esquinas.
El techo del pasillo
frontal tiene paneles con murales en el centro de figurillas masculinas y
femeninas que vuelan en las nubes; la figura masculina es yaksha
sosteniendo una espada y un escudo. La decoración de las
flores de loto también se ve en los paneles. El
techo de la sala se divide en nueve paneles ligeramente por encima del nivel
del techo.
El
panel central aquí muestra un deva
montado sobre un ariete, conjeturado ser Agni. Las
imágenes de Brahma y Varuna
también están pintadas en los paneles centrales; las
figuras flotantes se ven en los paneles restantes.
La escultura en la
Cueva 3 está bien conservada. Vishnu se presenta en varios
avatares y formas, como un Vishnu de pie con ocho brazos; Vishnu
sentado sobre la serpiente encapuchada Shesha en el lado oriental de la
galería;
Vishnu
como Narasimha de pie (avatar de hombre león); Vishnu
como Varaha (avatar hombre-jabalí) rescatando la tierra; Harihara
(mitad Shiva, mitad Vishnu y su equivalencia); y
avatares de Trivikrama-Vamana. La pared posterior
tiene grabados de Vidhyadharas. La
cueva muestra muchas escenas de Kama
en corchetes de pilares, donde una mujer y un hombre están en cortejo o abrazo mithuna
(erótico).
Aspectos de la cultura,
los cosméticos y la vestimenta en el siglo VI son visibles en el arte esculpido
en esta cueva, que muestra una tradición sofisticada.
Pareja amorosa
Cueva 4
Localizado
inmediatamente al lado y al este de Cave 3,
Cueva
4 piso está situado a
unos 10 pies más bajo y es el más pequeño de los cuatro. Está
dedicado a Tirthankaras,
las veneradas figuras del jainismo. Fue
construido después de los primeros tres, patrocinado por los reyes hindúes en
la última parte del siglo séptimo. Algunos estudiosos
afirman que esta cueva puede haber sido creada en el octavo siglo. Algunos
adornos probablemente se agregaron en siglos posteriores hasta aproximadamente
el siglo XI o XII.
Al igual que las otras
cuevas, Cave 4 presenta esculturas detalladas y una amplia gama de motivos. La
cueva tiene una entrada de cinco vanos con cuatro columnas cuadradas, cada una
con escuadras y capiteles. En la parte posterior
de esta veranda hay una sala con dos pilares independientes y dos pilares
unidos.
El
primer pasillo es una galería de (9,4 m) de largo por (2,0 m) de ancho, que se
extiende a (4,9 m) de profundidad. Desde el pasillo, los
escalones conducen al sanctum sanctorum,
que tiene 25.5 pies (7.8 m) de ancho y se extiende a una profundidad de (1.8
m).
Dentro de la cueva hay
esculturas principales de Bahubali,
Parshvanatha y Mahavira
con la exhibición simbólica de otros Tirthankaras. Bahubali
está parado en la postura meditativa de Kayotsarga
con las vides envueltas alrededor de su pierna, su iconografía clásica. Parshvanatha
se muestra con la capucha cobra de cinco cabezas. Mahavira
está representada sentada en un trono de leones, cuyos identificadores no son
visiblemente identificados por algunos eruditos simplemente como "Jina
sentada".
Esta
figura está flanqueada por bajorrelieves de asistentes con chauri
(ventiladores), sardulas y cabezas de makara. Otras
tallas incluyen Indrabhuti Gautama
cubierto por cuatro serpientes, Brahmi y Sundari. En
el sanctasanctórum hay una imagen de Mahavira que descansa sobre un pedestal
que contiene una inscripción kannada del siglo XII que conmemora la muerte de
un Jakkave.
Veinticuatro
pequeñas imágenes de Jaina Tirthankara
están grabadas en los pilares y paredes interiores. Además,
hay ídolos de Yakshas,
Yakshis y Padmavati.
El trabajo artístico, los iconos para
representar ideas y los motivos en Badami Cueva 4, afirma Lisa Owens, se
asemeja a los de las cuevas Aihole Jain cercanas y mucho más al norte Cuevas de
Ellora Cuevas de Jain en el norte de Maharashtra.
Bahubali en Jain Cave 4
Algunos de los templos
indios de cuevas de roca son bien conocidos, en parte porque se encuentran a
poca distancia del ferrocarril y las grandes ciudades, y en parte porque los viajeros
los han descrito con frecuencia. Pero las cuevas de
Badami no son tan conocidas por el visitante común que no está preparado para
desviarse de las rutas bien usadas para visitarlas.
El amante de la arqueología debe familiarizarse
con las cuatro cuevas de allí, si quiere obtener algo así como una visión
completa del sistema de cuevas de roca en la India. Desafortunadamente, los
budistas no parecen haber extendido su mundo como constructores de cavernas tan
al sur como este, y el resultado es que tenemos solo los especímenes
brahmánicos y jainistas para examinar. Pero estos son del mayor interés, ya que
las esculturas en las paredes están en una escala ambiciosa.
Ciudades-templo:
Los templos Palitana
del Jainismo se encuentran en la colina
de Shatrunjaya
en la ciudad de Palitana
en el distrito de Bhavnagar,
Gujarat. La
ciudad del mismo nombre, conocida anteriormente como Padliptapur, ha sido
llamada "Ciudad de los Templos". Shatrunjaya significa
un "lugar de victoria contra enemigos internos" o "que conquista
enemigos internos".
Este sitio en la colina
de Shatrunjaya es considerado sagrado por Svetambara
Jains.
Se
dice que 23 de 24 Jain Tirthankaras,
excepto Neminatha, santificaron la
colina por sus visitas. Hay aproximadamente 863 templos
tallados en mármol en las colinas, distribuidos principalmente en nueve grupos,
algunos de los cuales son grandes complejos de templos, mientras que los más
pequeños son de tamaño reducido. El templo principal
está dedicado a Rishabhanatha,
el primer Tirthankara; es el santuario más sagrado de la secta Svetambara
Murtipujaka. Al
templo principal se llega subiendo 3500 escalones. Junto
con Shikharji en el estado de Jharkhand,
los dos sitios son considerados los más sagrados de todos los lugares
de peregrinación por la comunidad
Jain. Los jainistas creen que una
visita a este grupo de templos es esencial como una oportunidad única para
lograr el nirvana o la salvación.
Digambara
Jains tiene un solo templo aquí en las colinas.
Curiosamente, Hingraj
Ambikadevi (conocido como Hinglaj Mata
es considerado como la deidad que preside la colina, que es una diosa hindú
que se venera principalmente en la provincia de
Baluchistán de Pakistán, la
provincia de Sindh, las provincias de Kutch
y Saurashtra
del estado de Gujarat, y cerca de las regiones.
Además, en la cumbre,
hay un santuario de un santo musulmán llamado Angar Pir que, según los
informes, protegió los templos durante las invasiones musulmanas a principios
del siglo XIV.
Como la ciudad del
templo fue construida para ser una morada de lo divino, a nadie se le permite
pasar la noche, incluidos los sacerdotes Atul Dabhi.
Historia
Según el Shatrunjaya
Mahatmya, el primer Tirthankara
Rishabha santificó la colina
donde pronunció su primer sermón. Fue su nieto Pundarika,
nieto de Rishabha, quien recibió la salvación en Shatrunjay, por lo que la
colina fue originalmente conocida como "Pundarikgiri". Existe
una imagen de mármol de Pundaraksvami consagrada en VS 1064 (1120 CE) por
Shersthi Ammeyaka para conmemorar el sallekhana de un muni perteneciente al
Vidhyadhara Kula.
Bharata Chakravartin,
el padre de Pundarik y medio hermano de Bahubali,
también vino a Shatrunjaya muchas veces. También se le atribuye
la construcción de un templo aquí en honor de su padre Rishabha.
Los templos de Palitana
se construyeron durante un período de 900 años a partir del siglo XI. Kumarpal Solanki, un gran
mecenas jainista, probablemente construyó los primeros templos. Se dice que las
habilidades de los escultores y la capacidad de tallar con cuerdas abrasivas
(no herramientas) los diseños intrincados se pagaron sobre la base del polvo de
mármol que habían recogido todas las tardes después de su trabajo duro. Fueron
destruidos por los invasores musulmanes turcos en 1311 d.C, cuando el santo Jinaprabhasuri,
que tenía entonces 50 años, presidió los templos. Dos
años después, comenzó la reconstrucción. Mientras que la
actividad de construcción de templos tuvo lugar bajo Samara Shah, solo dos
siglos después tomó impulso, cuando en 1593, Hiravijayasuri
(Jefe de Tapa Gaccha)
organizó una gran peregrinación a este lugar para asistir a la ceremonia de
consagración del templo construido para Rishabha
por Tej Pal Soni, un comerciante. Después de esto, hubo
proliferación de templos aquí.
La mayoría de los
templos que ahora están presentes datan del siglo XVI. En
1656, el hijo de Shah Jahan
Murad Baksh (el entonces gobernador
de Gujarat) otorgó aldeas Palitana al comerciante Jain prominente Shantidas
Jhaveri, un Jain Svetambara,
en 1656, y posteriormente cuando todos los impuestos también estaban exentos de
que la ciudad del templo más prosperado Fue llevado bajo el
control del Anandji Kalyanji Trust
en 1730 para gestionar no solo los templos de Palitana, sino también muchos
otros templos de Svetambara
Jains, desde el período mogol.
La historia también
menciona que Lunia Seth Tilokchand, un comerciante de Ajmer,
condujo un gran contingente de peregrinos a los templos de Shatrunjaya cuando
escuchó que había disturbios en el Angarshah Pir en las colinas. Pero
continuó su peregrinación y complació al Pir con sus ofrendas. Esta
tradición es seguida hasta el día de hoy por sus descendientes ofreciendo una
costosa tela para cubrir la cúpula del santuario.
Los templos más
importantes de la colina son los de Adinath, Kumarpal, Sampratiraja, Vimal
Shah, Sahasrakuta, Ashtapada y Chaumukh. Algunos de ellos llevan
el nombre de los patrones ricos que pagaron la construcción.
Muchos de estos templos
se mantienen en perfecto estado
gracias a las grandes donaciones proporcionadas por la rica comunidad mercantil
jainista.
Palitana fue un estado
principesco de la India hasta que se fusionó con la
India después de la independencia en agosto de 1947. Fue la capital del reino
de Rajpipla y el clan Gohil Rajput.
Los templos de Palitana
son considerados como el tirtha
más sagrado (lugar de peregrinación) por la comunidad jainista. Hay cientos de templos, con estimaciones que oscilan entre
863 y 1.008. Los templos más grandes tienen
considerables salas de mármol con columnas y torres, y muchas aberturas, a
diferencia de los templos hindúes. Están
situados en recintos separados, rodeados de altas murallas fortificadas.
Muchos de los templos son edificios muy pequeños de
solo 3 pies cuadrados (0.28 m 2), con emblemas Jain y sagrados para
Mahavira. Los pisos de mármol tienen patrones teselados.
Los interiores están intrincadamente tallados, con
techos tallados con diseños geométricos de encaje, agrupados para formar un dosel. Los templos están dispuestos en grupos sistemáticos con
variación en altura y espacio. Los edificios
están tallados en mármol y se consideran oraciones en piedra. Se agrupan en nueve alas o tuks separados, cada ala
tiene un santuario central separado o templo con santuarios menores que lo rodean.
Tienen las características únicas del templo de
Chaumukh que se afirma que es su preocupación creativa por grandes salas
para sostener discursos. Esto fue motivado por
su primer discurso de tirthanakara. Es un
conjunto que involucra edificios de cuatro lados con puertas para que las
imágenes sean visibles desde los cuatro lados o direcciones. Los cuatro lados se llaman caturbimba (vistas de
cuatro lados), que se considera auspicioso desde todas las direcciones. Sus textos religiosos también están orientados hacia la
construcción de "ciudades de templos" como Palitana y Ranakpur,
una característica particular del jainismo.
El templo de Adinath,
que venera a Rishabha, es el templo principal (en el vértice de la cresta norte
del complejo) en el complejo y es el más grandioso. Tiene motivos
arquitectónicos ornamentados, aunque en su plan general, es más simple que el
templo de Chaumukh. La colección de joyas de este templo es grande, lo que se
puede ver con un permiso especial de Anandji Kalyanji Trust. Las salas de
oración de este templo (renovado en 1157 por Vagabhatta) están decoradas con
frisos ornamentales de dragones. Hay escaleras desde el cuadrilátero que rodea
el templo que conducen a un balcón desde donde se obtiene una vista panorámica
del complejo del templo. Hay una serie de cúpulas con altas agujas, 1245
jarras, 21 imágenes de leones de colores brillantes, cuatro yoguinis, diez
digpals (guardias), 72 devkulikas, 32 muñecas y 32 toranas. Hay tres rutas de
pradakshina, seguidas en el sentido de las agujas del reloj, que se asocian con
este templo. El primero es circular e incluye el templo de Sahasrakuta, los
ídolos de pie bajo el árbol de Rayan, el templo de los ídolos de los pies de
Ganadhar y el templo de Simandhar Swami. El segundo pasaje pasa el nuevo templo
de Bhagawan Adishwar, el monte. Meru, el templo del templo de Samavasaran y el templo de
Sammet Shikhar. El tercer pasaje pasa el templo Ashtapada, el templo Chaumukh.
El templo de
Adishvara, que data del siglo XVI, tiene una aguja adornada; su imagen
principal es la de Rishabha. El templo de Chaumukh, construido en 1616,
tiene una imagen Adinatha de cuatro caras deificada en un pedestal blanco, cada
cara girada hacia los puntos cardinales. El templo de Vimal Shah es una
estructura cuadrada con torres. También son notables el templo Saraswati
devi, el templo Narsinh Kesharji y el templo Samavasaran, con
108 bocetos de vida en escultura.
Templo de Adishvara
Un templo moderno, Samvatsarana,
fue construido en la base de las colinas del complejo del templo principal.
En los santuarios, en
un pedestal, hay grandes figuras de Mahavira, sentados con los pies cruzados en
el frente, como los de Buda, a menudo decorados con gemas, placas de oro y
plata.
El templo de Adinath tiene una imagen de 2,16 metros (7
pies 1 pulgada) de altura de un ídolo de color blanco en la postura de
Padmasana. La principal imagen icónica de
Adinath, tallada en fino trozo de mármol, tiene ojos de cristal. Los devotos le ofrecen flores y pasta de sándalo a la deidad
cuando se acercan a la estatua para adorarla. El
cuadrilátero opuesto al frente de las sienes está diseñado de forma elaborada.
Hay otro santuario frente al templo de Adishwara donde
vivió el santo hindú Pundrick Swamy en el siglo quinto. Después de visitar Adishwara, un templo de diseño similar, el
templo de Dilwara, se encuentra a la derecha de los escalones que se usan para
descender desde el santuario principal, que también está diseñado de forma muy
elegante con piezas arquitectónicas de mármol. En
este templo, Suparswanatha está tallado en el centro de una columna en forma de
cubo; Adinatha y Parswanatha adornan la parte
superior e inferior de la columna. Las tallas en
el techo, el piso y la columna están muy elegantemente esculpidas. El templo de Parswanatha se encuentra frente a este templo.
En 2016, se instaló un ídolo de 108 pies de Adinath
(Rishabhnatha).
Vista panorámica de los templos
de Palitana
Samovsaran
Mandir
Santuario
principal
Girnar (cerca de Junagadh) es
otra famosa ciudad-templo en Gujarat. Al entrar en la puerta del complejo Jain,
el gran recinto de los templos está a la izquierda, mientras que a la derecha
está el antiguo templo de granito de Man Singh, Bhoja Raja de Kutch, y más
lejos en el más grande de Vastupala.
Aquí, unos 16 templos
Jain forman una especie de fuerte en la cornisa en la cima del gran acantilado,
pero aún a 600 pies debajo de la cumbre. El templo más grande es
el templo Neminath de pie en una corte cuadrangular de 195 x 130 pies.
Plano del templo
de Neminath J
Está construido desde
1128 hasta 1159. Consta de dos salas (con dos porches, llamados por los
mandapams hindúes), y un santuario, que contiene una gran imagen negra de
Neminath sentado en posición de loto sosteniendo una caracola en su palma. Alrededor del santuario
hay un pasaje con muchas imágenes en mármol blanco. Entre los pasillos
exteriores e interiores hay dos santuarios. La sala exterior tiene
dos pequeñas plataformas elevadas pavimentadas con losas de piedra amarilla,
cubiertas con representaciones de pies en pares llamados paduka s, que
representan los 2452 pies de los Gandharas
, primeros discípulos de Tirthankaras. En el oeste de este es un porche que
sobresale la escarpa perpendicular.
En
dos de los pilares del mandapam hay inscripciones fechadas en 1275, 1281 y
1278-fechas de restauración. El
recinto está casi rodeado por 70 celdas, cada una con una imagen de mármol, con
un pasaje cubierto frente a ellas iluminado por una pantalla de piedra
perforada. La
entrada principal estaba originalmente en el lado este de la cancha; pero ahora está
cerrado, y la entrada desde el patio en el Palacio de Khengar es la que ahora
se usa. Hay
un pasaje que conduce a un templo bajo y oscuro, con pilares de granito en
líneas. Frente
a la entrada hay un receso que contiene dos imágenes negras grandes; en la parte posterior
del receso hay un león rampante, y sobre él un cocodrilo en bajorrelieve. Detrás de estas figuras
hay una habitación desde la cual desciende a una cueva, con una gran imagen de
mármol blanco que en su mayoría está oculta por sacerdotes. Tiene un pequeño hueco
en el hombro, que se dice que es causado por el agua que cae de la oreja, de
donde se llamaba Amijhara, "gota de néctar". En el pórtico norte hay inscripciones que
indican que en Samwat 1215 ciertos Thakurs completaron el santuario y
construyeron el Templo de Ambika.
Templo de Neminath
Después de dejar esto,
hay tres templos a la izquierda. Que en el lado sur
contiene una imagen colosal de Rishabha Deva, el primer Tirthankar,
exactamente como en los templos de Palitana,
llamado Bhim-Padam. En el trono de esta
imagen hay una losa de piedra amarilla tallada en 1442, con figuras de los 24
Tirthankars.
Frente a este templo es
uno moderno a Panchabai. Al oeste se encuentra
un gran templo llamado Malakavisi o Meravasi, sagrado para Parshwanath,
construido en el siglo XV. En el norte otro templo de
Parshwanath, que contiene una gran imagen de mármol blanco con dosel de una
cobra, de donde se llama Sheshphani, una iconografía que se encuentra con
frecuencia en el sur de la India, pero poco común en el norte de la India. Tiene
una fecha de 1803. El último templo al norte es el templo de Kumarapala
construido por el rey Chaulukya
Kumarapala, que tiene un pórtico
largo abierto en el oeste, y parece haber sido destruido por los musulmanes, y
restaurado en 1824 por Hansraja Jetha. Estos templos están a
lo largo de la cara oeste de la colina, y están todos cerrados.
Fuera del norte está el
Bhima Kunda, un tanque de 70 pies por 50 pies, en el que los hindúes se
bañan.
Inmediatamente
detrás del templo de Neminath se encuentra el templo triple, el templo de Vastupala-Tejpala,
erigido por los hermanos Tejapala y Vastupala (construido en 1177) que también
construyó los templos de Dilwara
en el Monte Abu. El
plan es el de 3 templos unidos. El santuario tiene una
imagen azul negra de Mallinath,
el 19 Tirthankar.
Plano templo de Vastupal Tejpal
Más al norte está el templo
de Samprati Raja. Este templo es probablemente uno de los
más antiguos en la colina, con fecha de 1158 (probable renovación). Se
dice que Samprati gobernó en Ujjain
a fines del siglo III a.C y que fue hijo de Kunala,
el tercer hijo de Ashoka.
Al sur de esta, y 200 pies por encima de los templos
Jain de camino a la primera cumbre, se encuentra el Santuario de Gaumukhi,
cerca de una abundante fuente de agua.
El famoso templo Jain en Ranakpur está dedicado a
Tirthankara Rishabhanatha.
Dharna Shah, un
empresario local jainista, comenzó la construcción del templo en el siglo XV
siguiendo una visión divina. El templo honra a
Adinath, el primer Tirthankar del presente semiciclo (avasarpiṇī) según la
cosmología jainista. La ciudad de Ranakpur y el
templo llevan el nombre del monarca gobernante provincial, Rana Kumbha, quien
apoyó la construcción del templo.
El mármol de color
claro se ha utilizado para la construcción de este gran templo que ocupa un
área de aproximadamente 60 x 62 metros. El templo, con sus
cúpulas distintivas, shikhara,
torrecillas y cúpulas,
se eleva majestuosamente desde la ladera de
una colina.
Más
de 1444 pilares de mármol, tallados en exquisitos detalles, sostienen el
templo.
Los
pilares están todos tallados de manera diferente y no hay dos pilares iguales. También
se dice que es imposible contar los pilares. También
todas las estatuas se
enfrentan a una u otra estatua. Hay una hermosa talla
hecha de una sola roca de mármol donde hay 108 cabezas de serpientes
y numerosas colas.
Uno
no puede encontrar el final de las colas. La imagen enfrenta las
cuatro direcciones cardinales. En el eje de la entrada
principal, en el lado oeste, está la imagen más grande. El
moolnayak de este templo es un ídolo de 6 pies de altura de Adinatha.
El templo está diseñado
como chaumukha,
con cuatro caras.
La
construcción del templo y la imagen cuadruplicado simbolizan la conquista del
Tirthankara de las cuatro direcciones cardinales y, por lo tanto, del cosmos. La
arquitectura y las tallas de piedra del templo se basan en el antiguo templo
de Mirpur Jain en Mirpur,
en Rajastán.
El templo del sol en
Ranakpur se remonta al siglo XIII. Después de su destrucción, fue
reconstruido en el siglo XV.
Un templo dedicado a
Suparshvanatha también está presente aquí. El templo tiene una
arquitectura intrínseca y este templo también es famoso por las artes eróticas
en la pared.
La arquitectura de
Māru-Gurjara muestra la profunda comprensión de las
estructuras y las habilidades refinadas de los artesanos Rajasthani de la época
pasada.
La
arquitectura de Māru-Gurjara tiene dos estilos prominentes Maha-Maru y
Maru-Gurjara.
Según
MA Dhaky, el estilo Maha-Maru se desarrolló principalmente en Marudesa,
Sapadalaksha, Surasena
y partes de Uparamala, mientras que Maru-Gurjara se originó en Medapata,
Gurjaradesa - Arbuda,
Gurjaradesa - Anarta
y algunas áreas de Gujarat. Estudiosos como George
Michell, MA Dhaky, Michael W. Meister y US Moorti creen que la Arquitectura del
Templo Māru-Gurjara es totalmente de arquitectura de los Indios Occidentales y
es bastante diferente de la arquitectura del Templo del Norte de la India. Existe
un vínculo de conexión entre la arquitectura Māru-Gurjara y la arquitectura del
templo Hoysala.
En
ambos estilos, la arquitectura se trata escultóricamente.
Templo de Ranakpur Jain
La construcción está
bien documentada en un registro de placa de cobre de 1437 d.C, inscripciones en
el templo y un texto en sánscrito
Soma-Saubhagya Kavya. Inspirado
por el sueño de un vehículo celestial, Dhanna Shah, un Porwal
de Ghanerao, comenzó su
construcción bajo el patrocinio de Rana Kumbha,
entonces gobernante de Mewar. El arquitecto que
supervisó el proyecto se llamó Deepaka. Hay una inscripción en un pilar cerca del
santuario principal que dice que en 1439 Deepaka, un arquitecto, construyó el
templo en la dirección de Dharanka, un devoto Jain. Cuando se completó la
planta baja, Acharya Soma Sundar Suri de Tapa Gachha supervisó las ceremonias,
que se describen en Soma-Saubhagya Kavya. La construcción
continuó hasta 1458 d.C.
El templo fue renovado
de vez en cuando. Algunas
familias apoyaron la construcción de devakulikas y mandaps. Los descendientes de
Dharna Shah ahora viven principalmente en Ghanerao. El templo ha sido
administrado por la confianza de Anandji Kalyanji Pedhi
en el siglo pasado.
La deidad de Parshwanath con 1008 cabezas de
serpientes y numerosas colas. Uno no puede encontrar el final de las colas.
Ídolo principal
del templo
Detalles de
techo
El techo de la
entrada está decorado con akichaka, un hombre barbudo con cinco cuerpos
que representan fuego, agua, cielo, tierra y aire.
Pilares en el
norte meghanada- mandapa
Pilares
ricamente decorados en meghanada-mandapa occidental
Relieve en el
lado sur del templo que muestra Parshva con una capucha formada por cabeza de
cobra
En la mandapa meghanada
en el lado sur, hay magníficas tallas en el techo. Sin embargo, requiere mucho esfuerzo distinguir figuras entre
la escultura altamente decorativa. Muestra un
demonio nag, un medallón circular, con Krishna en medio de las
espirales enredadas de naginis entrelazadas (serpientes hembras).
En el balana mandapa en
el lado sur, dos relieves están enfrentados con un diámetro de un metro cada
uno.
Evidentemente han sido creados como piezas
complementarias. El jambu dvipa, el continente
circular del mundo medio en el centro del cual se encuentra Meru,
la montaña del mundo, representada en el lado este. Está rodeado de montañas en las que se encuentran las moradas
de los dioses y los bosques estilizados. Las
entradas representadas en los cuatro lados son de especial importancia.
Si uno ingresa al
templo desde el lado oeste y mira hacia arriba en el balana mandapa (la sala
del portal), uno ve el kichaka, una figura que tiene una cabeza y cinco
cuerpos.
Esto representa los cinco elementos de los que está
compuesto el mundo material.
En el meghanada mandapa
en el lado norte, hay un gran elefante de mármol (ver P. 94-95) que data de
1687. En la parte posterior del elefante está montado el mahout y junto a él
Marudevi, la madre de Adinatha. Se dice que ella vino a escuchar el sermón de su hijo.
La leyenda dice que al verlo a él a cierta distancia
logró el moksha. Por lo tanto, ella sería la
primera persona que habría escapado del ciclo de nacimiento en esta época
actual de decadencia y maldad.
Junto con los
santuarios extendidos, el templo está rodeado por ochenta y cuatro devakulikas. Tiene
la apariencia de un vihara clásico (templo basado en la planta de un
monasterio), una estructura común entre los jainistas. La
cifra ochenta y cuatro es representativa de los veinticuatro Tirthankaras
del pasado, presente y futuro, respectivamente, más los llamados doce
Tirthankaras eternos, de los cuales cuatro representan un eón respectivamente. El
constructor de este complejo de templos, sin duda, quería emular el diseño de
los primeros templos Adinatha
tal como fueron concebidos y construidos, según la leyenda, por los hijos de
los primeros Tirthankara,
Bharata y Bahubali. Ellos
también tenían ochenta y cuatro santuarios subsidiarios.
A
pesar de las invasiones islámicas de los siglos XIII y XIV, los jainistas
sabían cómo preservar la tradición de construir sus templos. En
1315, un Thakur escribió un manual sobre arquitectura, el vastu-sara. Según
él, frente al garbha
griha, axialmente debería haber tres mandapas. Depaka
se adhirió incluso a estas pautas.
Estos detalles se pueden
deducir del plano de planta. He ido deliberadamente
a los detalles minuciosos porque estas concepciones a menudo tienden a perderse
en la complejidad laberíntica del interior. Sin
embargo, no debe olvidarse que, en el momento de la inauguración en 1441, solo
el santuario central con el santuario y las cuatro sabha mandapas
estaban completos, así como el eje occidental contiguo, es decir, el meghanada mandapa
y la estructura del portal principal. La estructura tal como existe hoy, es el
resultado de un siglo adicional de construcción continua. Innumerables
donaciones se han realizado para el proyecto, incluso hasta el día de hoy.
Bailarinas en la
cúpula del meghanada-mandapa del sur
En comparación con la
simplicidad del exterior, el interior se distingue por un ornato barroco. Las esculturas individuales pueden no ser siempre de la más
alta calidad; sus movimientos con frecuencia
parecen torpes y espasmódicos (ver Lámina 39), los brazos y las piernas no son
proporcionales, parecen adelgazar y las narices son demasiado puntiagudas.
Las esculturas claramente no son tan importantes como
la arquitectura; la función de las esculturas es
la decoración y ornamentación del edificio y no, como es común en Europa, para
resaltar el valor y la belleza de la escultura per se. Una sensación de horror vacui es evidente, ya que el alivio
parece cubrir cada centímetro. Además de los
motivos puramente ornamentales y florales, los jainistas también utilizaron
todo el repertorio de la iconografía hindú: deidades, músicos celestiales,
danseuses, ganas (enanas panzudas), elefantes y maithunas (amantes), así como
historias de las grandes epopeyas de el Mahabharata y el Ramayana. Los ocho dikpalas
(guardianes de los puntos cardinales), se colocan en la parte superior de los
pilares y las cúpulas suelen estar adornadas con las dieciséis diosas del conocimiento jainistas (vidya devis) y con los músicos y
danseuses celestiales.
Ranpur o Ranakpur (Jodhpur - Rajasthan) es
famoso por su Caumukha (templo de cuatro caras) de Ādinātha construido en 1439
d.C El templo también se conoce como Caturmukha-yug-ādīśvara-vihāra y
Tribhuvanadīpaka-caturmukha-jinā-laya. Cubre un espacio de más de cuarenta mil
pies cuadrados. Consiste en veintinueve salas que contienen hasta cuatrocientos
veinte pilares, cuyos diseños no son iguales. Todo el complejo se erige sobre
un plinto elevado rodeado por un muro de separación alto y sólido. Es, de
hecho, una agregación de capillas simétricamente dispuestas alrededor de una
central. El interior contiene una variedad y multiplicidad de partes bien
proporcionadas. Presenta vistas interminables de columnas interrumpidas a
intervalos por canchas abiertas e iluminadas por arreglos de luz directa y
reflejada.
El templo de Adinatha concebido como
chatur-mukha-prasada, es decir, el ídolo se enfrenta a los cuatro puntos
cardinales. Esto requiere una celda con cuatro puertas. Toda la planta, que es
casi un cuadrado, se deriva de esta concepción básica.
El Sanctum
está rodeado de salas, que se conocen como sabha
mandapa (salas de reunión) o ranga mandapa. El
del lado oeste es prominente debido a su tamaño en el eje de la entrada
principal.
Como
resultado, la celda se coloca un poco hacia el este; esto
explica que el plan de tierra no sea un cuadrado perfecto. El
área central del templo tiene la forma de un crucifijo y está rodeada por un
patio rectangular abierto; en comparación con los
antiguos templos jainistas,
el patio aquí no tiene mucho protagonismo.
A lo largo del eje
desde el Sagrario hasta las salas de reunión, hay otras salas de tres pisos: el
meghanada mandapa, seguido por el balana mandapa, proporcionando acceso al
templo.
En el templo de
Adinatha, Depaka logró conciliar armoniosamente las diferentes concepciones. El santuario es primero un templo chaturmukha en el que el
Tirthankara, a través de su imagen cuadruplicada, conquista las cuatro
direcciones cardinales y, por lo tanto, el cosmos. Depaka así pudo emular el famoso modelo del Rey Kumarapala,
es decir, el Raj Vihara en Siddhapura. Al mismo
tiempo, también se realiza la concepción básica de un templo Jain, que
simboliza el samavasarana (el pabellón desde el cual un Tirthankara pronuncia
su sermón). Las cuatro direcciones cardinales,
junto con el centro, se suman a la figura sagrada cinco, que representa el
cosmos. Este modo de contar es común en toda
Asia y, por lo tanto, se explica por sí mismo.
Los cuatro santuarios
en las esquinas, que bordean el patio, dan al monumento la apariencia de un
panchratha (templo de cinco santuarios). Esta forma
también es popular en los templos hindúes. Dado
que estos santuarios se han dispuesto en forma celestial, a su vez producen el
concepto de nueve (centros del mundo, direcciones cardinales y las direcciones
intermedias). Este es un concepto básico muy
importante, que representa un mandala (gramo del cosmos como el plan del
mundo). El genio del arquitecto como se ve de la
manera en que él combinó las figuras cinco y nueve.
Arte Jain
Las tradiciones artísticas de las tres principales
religiones de la India primitiva, el jainismo, el budismo y
el hinduismo, reflejan el ideal yóguico en su arte
figurativo. La comisión de imágenes que ensalzan estas virtudes era un aspecto
importante de la actividad devocional de la comunidad laica.
El asceta, o yogui, libre de posesiones, espiritual y
material, ejemplifica la forma de vida más honrada de la India. Las tradiciones
artísticas de las tres principales religiones de la India primitiva, el
jainismo, el budismo y el hinduismo, reflejan el ideal yóguico en su arte
figurativo. La comisión de imágenes que ensalzan estas virtudes era un aspecto
importante de la actividad devocional de la comunidad laica. De hecho, entre
las áreas de filantropía identificadas en los textos éticos jainistas como las
más apropiadas entre los laicos, se le dio la más alta prioridad a la puesta en
marcha de imágenes de los jinas, la dotación de templos y el financiamiento de
los escribas.
Históricamente, el apoyo provino de los adinerados laicos
jainistas, principalmente comerciantes que prosperaron del comercio que fluía a
través de Gujarat desde los puertos costeros hasta el interior del norte de la
India. Los reyes de la dinastía Chalukya, que gobernó Gujarat y gran parte de
Rajastán y Malwa desde el siglo X hasta finales del XIII, se
encontraban entre los patronos más generosos, construyendo numerosos templos y
bibliotecas.
Las esculturas y los manuscritos ilustrados a veces
incorporan retratos de los patrones, usualmente representados como figuras
arrodilladas de pequeña escala en la base o los márgenes de una composición.
Estos actos de mecenazgo fueron vistos como beneficiosos para el público, ya
que permitirían a los jainistas en todos los niveles de la sociedad adorar y
aprender en el camino hacia la liberación final.
Era habitual que un donante encargara una escultura o
manuscrito para su presentación a un líder espiritual nombrado que a su vez lo
presentaría en su templo para su instalación o para su cuidado en la biblioteca
del templo (bhandar). Una inscripción dedicatoria que registra este acto de
piedad, generalmente fechado, se agregaba típicamente a cada objeto en la
presentación.
La secta rica Svetambara Los hogares jainistas en
Gujarat a menudo tenían elaborados santuarios domésticos tallados en madera.
Estos a veces tomaron la forma de entradas a la sala de puja de la
casa donde se alojaban imágenes en pequeña escala.
Figuras:
Retablo con tres
jinas, donantes representados arrodillados y apoyando la base, Gujurat, oeste
de la India, 1000. Aleación de cobre. Museo no. IS.10-1968
Detalle de un
manuscrito de Kalpasutra que representa a monjes, laicos y laicas que adoran,
Gujarat, India Occidental. Finales del siglo XV - principios del siglo XVI.
Acuarela opaca sobre papel. Museo no. IS.46: 92r-1959.
Fachada de un
santuario doméstico, Ahmedabad, Gujarat, India occidental, siglos XVII-XVIII.
Teca con restos de pigmento. Museo no. IM.342-1910.
Evidencias
arqueológicas del período posterior a la Sunga
Las evidencias arqueológicas Jain del Período
post-Sunga se han encontrado en varios lugares del norte de la India. Estos
van desde inscripciones, templos e ídolos de varios jainistas de este período.
Las Evidencias
Arqueológicas Jain del Período Post Sunga se han encontrado diseminadas por
todo el norte de la India. Las inscripciones y
las estatuas de varios Jains de este período (188 a 319) se han excavado de
lugares diferentes. De acuerdo con estos
hallazgos, uno tiene una idea de su amplia prevalencia y popularidad de Jainismo
durante este tiempo. Varias inscripciones de los
períodos de Kanishka, Huviska, Vasudeo y otros también han salido a la luz.
Estos ilustran que la comunidad Jain continuó
floreciendo durante el tiempo del Imperio Kushana. Las imágenes de Jain Tirthankaras de la edad de Kushana se
pueden dividir en tres categorías:
1.
En el cual las figuras de Jain forman
una parte de un panel escultural
2.
En el cual las figuras se representan
como imágenes para adoración y
3.
Figuras en el medio de los ayagapatas.
Ayagapata
En este momento, los Yakshas y Yakshanis también ganaron importancia junto con los
Tirthankaras y sus imágenes también se instalaron alrededor de las imágenes de
Jain Tirthankaras. La
identidad individual de la imagen no estaba marcada con ningún emblema
especial. Este
estilo se desarrolló mucho más tarde.
En
este momento, se desarrolló el estilo de construcción de paneles con historias
de la vida de los Tirthankaras. La
inscripción más antigua del período Kushana se encuentra en Mathura y cae
dentro del reinado de Kaniska. Se
encontraron inscripciones de Kaniska y Huviska en las partes adyacentes
orientales de India en Mathura y Pabhosa. Estos reflejan que los monjes jainistas vivían
en esos lugares de la era precristiana y se beneficiaban del mecenazgo real. En el primero del siglo
IV d.C, el canon Jain también fue recopilado y editado aquí bajo el liderazgo
de Skandila. Esta
región particular de Bihar ha otorgado imágenes de piedra y metal y algunas
figurillas de terracota de la época.
Las
imágenes de piedra provienen principalmente de Rajgriha, mientras que Chausa en
el distrito de Bhojpur ha dado dieciséis imágenes de metal
de las cuales seis pertenecen al período Post Sunga.
Rajgriha
Rajgriha es una ciudad
y un área notificada en el distrito de Nalanda en el estado indio de Bihar. Es la antigua capital de Magadha de Bihar que tiene varias
ruinas notables. Una de las primeras cuevas de
Jain de este período es la cueva de Sona Bhandar. Lleva una escritura de Brahmi o una
inscripción del primer siglo d. C. De acuerdo con esto Muni Vairadeva excavó
las dos cuevas para ser utilizadas por los ascetas Jain. Muchas imágenes Jain de se instalaron en ellos. Un antiguo stambha Jain que tiene una estatua de Jain todavía
se conserva aquí. Muchas referencias también se
han hecho en las inscripciones sobre la segunda cueva. En la tradición Digambara, el nombre de Varajesh ha sido
bastante popular y es considerado como el último de los Prajasramans.
Chausa
Chausa es una cuadra
del distrito de Buxar en la división Patna de Bihar. Se han descubierto muchas imágenes de bronce
Jain pertenecientes a este período desde Chausa. Estos reflejan la popularidad de la religión Jain en la
región de South Bihar. Se han encontrado siete
figuras desnudas de Jain Tirthankaras. Todos
están representados de pie y están en la postura kayotsarga.
Aunque las imágenes son de pequeño tamaño, exhiben las
características básicas del arte Kushana. Estas
imágenes tienen semejanzas con las esculturas Mathura en su estilo y ejecución.
El tratamiento del peinado también es similar a las
esculturas de Mathura. En las imágenes de
Mathura, el cabello se ha mostrado en rizos. Exactamente
tales rizos se pueden ver en algunas de las estatuas de bronce
Chausa del período Kushana. Los símbolos
especiales (lanchanas) de los diversos Jain Tirthankaras están ausentes.
Lauria Nandangarh
Lauria Nandangarh es un
pueblo a unos 14 km de Shikarpur ya 28 km de Bettiah en el distrito de
Champaran Occidental del estado de Bihar en el norte de la India. Muchas estatuas se han recuperado de aquí Nandangarh durante
el año 1936-37. Se han atribuido al siglo II o
al siglo I a. C. Entre las estatuas, la mayoría de las figuras femeninas se
visten en el oído patra kundalas. Aparte de
esto, hay algunas cifras crudas, que muestran una madre y un bebé. Es difícil decidir su identidad sectaria, pero se les puede
conceder que son hindúes o Jain Agnila, o budista Harita, diosa de los niños.
Bhagalpur
El distrito de
Bhagalpur también es rico en evidencias arqueológicas. Hay un templo Jain Digambara muy antiguo y un Dharmasala en
la calle Nathanagar en el distrito de Bhagalpur. Hay dos manastambha que tienen unos cincuenta pies de altura.
Estos se encuentran al este y al sur de este templo.
Se considera que los manastambhas o columna de deidades
tienen alrededor de 2200 años y se cree que pertenecen al período
Sunga-Kushana. Fue parcialmente destruido en el
terremoto de 1934, pero fue reparado y renovado en 1938.
Varias otras imágenes
de Jain también se han recuperado de diferentes partes del este de Uttar
Pradesh.
Estos reflejan la coexistencia y la expansión del
Jainismo durante el Período Post Sunga en las partes orientales de la India.
Estas imágenes se han encontrado en Varanasi,
Kaushambi, Pabhosa y en otros lugares contiguos. Estas Evidencias Arqueológicas prueban que la religión Jain
fue practicada y seguida en estos estados y muchos templos e ídolos también
fueron construidos e instalados.
Manuscritos iluminados y arte jainista
El estudio, la recitación y la
veneración de las escrituras sagradas son un foco religioso primario de los
jainistas. Los sermones importantes, los textos canónicos y los
comentarios se transmitieron oralmente mucho antes de comprometerse con la
escritura. Exactamente cuando comenzaron a
ilustrarse los textos de Jain es incierto; los ejemplos sobrevivientes más antiguos datan
de alrededor del siglo 10 al 11, pero muchos afirman que fueron copiados de
textos anteriores que presumiblemente estaban en descomposición.
Los primeros manuscritos iluminados Jain están inscritos y pintados en
hojas de palma preparadas y atados con cordones que pasan a través de agujeros
en los folios.
Los folios están encerrados en cubiertas de madera que a menudo están decoradas
con temas religiosos o históricos. Las portadas de libros
continuaron haciéndose en siglos posteriores.
Después de la introducción de papel en el oeste de la
India desde Irán alrededor del siglo XII, los textos jain se escribieron cada
vez más en este nuevo y más versátil medio. El uso del papel permitió composiciones más
grandes y una mayor variedad de dispositivos decorativos y bordes, aunque se
conservó el formato del manuscrito de hoja de palma. A fines del siglo XIV, se produjeron
manuscritos de lujo en papel, brillantemente adornados con oro, plata, carmesí
y un rico color ultramar derivado del lapislázuli importado.
Los principales centros de
producción de manuscritos Jain fueron Ahmedabad y Patan en Gujarat. Otros centros incluyen Jaisalmer,
Gwalior y Delhi. Los patrocinadores eran principalmente Svetambara
Jains, que consideraban la puesta en servicio de libros ilustrados y su
donación a las bibliotecas del templo de Jain (bhandars) como una importante
actividad para hacer méritos.
Los reinos cósmicos y mortales
Si bien las
ilustraciones manuscritas son ciertamente las pinturas Jain
más conocidas para el público fuera de la India, también existe una extensa
tradición jainista de pinturas más grandes, desde el tamaño de un álbum hasta
pinturas monumentales en tela. Los más espectaculares de estos son las pinturas
cosmológicas que representan la estructura del universo jainista.
El cosmos Jain se divide en tres reinos de
proporciones prácticamente insondables: el mundo superior o celeste, el mundo
medio o mortal y el mundo inferior o infernal. Los tres reinos se representan
colectivamente o independientemente tanto en representaciones abstractas como
personificadas, este último como el hombre cósmico (lokapurusha) dotado de una anatomía fantástica dispuesta
jerárquicamente para simbolizar los tres reinos de la creación.
Entre las representaciones más abstractas están los mapas del mundo medio,
desde donde es posible la liberación del ciclo de renacimiento.
Muestran dos continentes y medio, dispuestos concéntricamente y separados por
anillos azules que representan los océanos. El continente central se llama Jambudvipa, el continente
del manzano rosado. En el sur de este continente es India. En el centro
del mapa se encuentra el Monte Meru, el eje cósmico.
Otras pinturas Jain a
gran escala presentan deidades esotéricas o símbolos e invocaciones que ayudan
al practicante en la meditación o en los ritos de iniciación,
usados en los métodos místicos tántricos para buscar la iluminación. Otro género favorito
comprende pinturas monumentales de sitios de peregrinación de Jain,
especialmente el Monte Satrunjaya, en Gujarat. Además de los murales y las
pancartas de los templos, estas obras colosales y altamente detalladas son
algunos de los ejemplos más grandes de arte pictórico jamás creados en la
India. Estas pinturas de peregrinación se muestran dentro de
los complejos del templo Jain durante un festival especial al final de la
temporada de lluvias. Los devotos que no pueden
realizar las peregrinaciones pueden recibir el mérito religioso de visitar los
sitios simplemente al ver sus representaciones.
Las representaciones de sitios importantes de
peregrinación como el Monte Sammeda en Bihar, donde 20 Jinas alcanzaron el moksha o la liberación del ciclo de renacimiento, también fueron
talladas en piedra. Las escenas individuales de instrucción religiosa, así como el homenaje a
las Jinas y varias deidades, también son temas populares en la
pintura jainista. Las narraciones pictóricas de las vidas de
los Jinas se utilizan para instruir a los fieles a través de la representación
de actos desinteresados.
La compasión genuina requiere imaginación, y es por
eso que para los jainistas, el arte es central. La imagen sentada de
Tirthankara (murti) es uno de los iconos más comunes en el jainismo.
Es a la vez sereno, pacífico y equilibrado.
Los animales y la naturaleza juegan un papel central en el arte del templo.
Para Jains, toda la vida es preciosa y
merece el mayor respeto.
Los jainistas creen que no puede haber paz humana a costa de dañar la
naturaleza o los animales. Una de las imágenes más emblemáticas de Jain es la de Samavasarana, que
representa el sermón dado por un Tirthankara después de alcanzar la
iluminación. Mientras Mahavira compartía su conocimiento, todo
tipo de especies se unió a la congregación, y todos pudieron ver claramente a
Mahavira y entender el mensaje en su propio idioma.
Este evento a menudo se representa en la pintura y escultura Jain.
Figuras:
Portada del manuscrito de Jain que representa los
catorce sueños auspiciosos de la reina Trisala, la madre de Mahavira, que
anunció su nacimiento.
India occidental
Siglo 19 Madera
pintada. Museo no. IS.50-1983
Desde los primeros
manuscritos iluminados de Jain, los folios fueron encerrados en cubiertas de
madera que a menudo están decoradas con temas religiosos o históricos. Estas portadas de
libros, como este ejemplo del siglo XIX, continuaron fabricándose en siglos
posteriores.
Página de un manuscrito de Kalpasutra que muestra el
nacimiento de Mahavira.
India occidental Finales del siglo XV - principios del siglo XVI Acuarela
opaca en papel Museo
no. IM.8-1931
El Kalpasutra (El Libro
del Ritual) es uno de los dos textos más populares y contiene biografías de las
cuatro Jinas más significativas, incluida Mahavira, y la Historia del Maestro
Kalaka (Kalakacharyakatha), un influyente trabajo de moralización
frecuentemente agregado al Kalpasutra.
Página de
un manuscrito de Kalpasutra que muestra a las mujeres de la casa real
celebrando la sexta noche después del nacimiento de Mahavira.
India occidental.
El Kalpasutra (El Libro
del Ritual) es uno de los dos textos más populares y contiene biografías de las
cuatro Jinas más significativas, incluida Mahavira, y la Historia del Maestro
Kalaka (Kalakacharyakatha), un influyente trabajo de moralización
frecuentemente agregado al Kalpasutra.
Página de un manuscrito de Uttaradhyayanasutra que
ilustra la historia de Kesi y Gautama. Gujarat, India occidental, siglo 15. Acuarela opaca en papel. Museo no. IS.2-1972
El Uttaradhyayanasutra
es un texto importante relacionado con las reglas del comportamiento monástico.
Esta hermosa copia del Uttaradhyayanasutra del siglo XV es parte de la
colección de V & A.
Página de un manuscrito de Uttaradhyayanasutra que
ilustra las causas de descuido.
Museo no. IS.2-1972 Cambay, Gujarat, India occidental. Siglo 15. Acuarela opaca en papel
Museo no. IS.2-1972 Cambay, Gujarat, India occidental. Siglo 15. Acuarela opaca en papel
El Uttaradhyayanasutra
es un texto importante relacionado con las reglas del comportamiento monástico.
Esta hermosa
copia del siglo XV de Uttaradhyayanasutra es parte de la colección de V &
A.
Página de un manuscrito de
Samgrahanisutra.
El Samgrahanisutra es
un texto cosmológico compuesto en 1136 que incluye ideas jainistas sobre la
estructura del universo y el mapeo del espacio. Esta página muestra la
influencia del estilo mogol prevaleciente en el arte jainista a principios del
siglo XVII, cuando el imperio mogol estaba en su apogeo. El V & A también
tiene una edición del manuscrito completo del siglo XVIII.
Mandala cosmológico Jain como un plan de Jambudvipa,
Gujarat, India Occidental, siglo XIX. Gouache en tela. Museo no.
Circ.91-1970.
Tirtha Pata. Foto de peregrinación de Satrunjaya, Gujarat, Surat o
Ahmedabad, Gujarat, India Occidental, alrededor de 1800. Colección privada.
Panel que representa los sitios de peregrinación de
Sammeda- sikhara, Bihar, Jaipur, Rajasthan, India occidental, siglo XIX. Mármol. Museo no. 541-1883.
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