domingo, 2 de febrero de 2025

Capítulo 33-3, Románico en Val d'Aran- Sant Estève de Tredós, Santa María de Cap d´Aran de Tredós, Santa María de Artiés, Sant Miquèu de Vielha, Sant Andreu de Salardú, Santa Eulalia dUnha, Sant Peré de Escunhau, sant Feliu de Vilac

 

Románico en Val d'Aran
en el Valle de Arán se desarrolló, desde finales del siglo XII y hasta mediados del siglo XIII, una gran actividad constructiva. Algunos ejemplos destacados de estas iglesias son Sant Esteve y Santa María de Cap d'Arán, ambas en Tredós, Sant Andreu, en Salardú, Santa María en Arties, Sant Miquel en Viella, Sant Esteve, en Betrén, y la Asunción de Bossòst. Todas ellas se han conservado en un estado aceptable, aunque hay que subrayar la mayoría han sido restauradas, en ocasiones, de forma excesiva. A pesar de la proximidad geográfica con el vecino Valle del Boí, el románico del Valle de Arán muestra algunas características distintas. Si bien la estructura de las iglesias sigue el mismo esquema, es sobre todo en los elementos decorativos en donde se observan las principales diferencias, en parte, porque el románico de Arán es de un estilo más pleno, y también un poco más tardío
En el valle del Boí las iglesias carecen por completo de escultura arquitectónica, algo que sí que es frecuente en Arán. Las iglesias del Boí han conservado grandes pinturas murales que decoraban los interiores, y que suplía con creces la ausencia de escultura. Sin embargo en el románico aranés estos frescos se han conservado en un número muy inferior. La prueba de que existieron se encuentra en algunos fragmentos conservados de forma muy parcial, como los del ábside de la iglesia de la Asunción de Bossòst, donde se reconoce una escena de la Epifanía, o las que se encuentran en la iglesia de Santa María de Cap d'Arán, en Tredós.
En general, las iglesias del Valle de Arán permanecen fieles, en cuanto estructura y formas decorativas, a los modelos conocidos, y desarrollados en Cataluña en los siglos XI y XII, aunque hay algunas notables excepciones. Los materiales fundamentales son los que más abundan en la zona: la piedra, la madera y la pizarra para las cubiertas. Por lo general se trata de iglesias muy horizontales, en ocasiones con torres campanarios, que sobresalen del edificio, aunque nunca están exentos del todo. En el interior se dividen en una o tres naves con sus correspondientes ábsides semicirculares que sobresalen al exterior, el central siempre más profundo. Las naves casi siempre se dividen por medio de tres pilares de fuste cilíndrico, en donde los capiteles son sustituidos por grandes cimacios o por ábacos. Casi siempre tienen cubiertas abovedadas, aunque las más antiguas se cubren con estructuras de madera. Por lo general, no presentan grandes alardes decorativos en los exteriores, y, cuando éstos existen, denotan influencias de Jaca o Lombardía.
En el apartado dedicado al románico del Val d'Aran nos ocuparemos de Sant Esteve de Tredós, Santa María de Cap d'Aran de Tredós, Santa María de Arties, Assumpció de María de Bossòst, Sant Miquel de Vielha, Sant Andreu de Salardú, Santa Eulalia de Unha, San Pedro de Escunhau, San Félix de Vilac .

Iglesia de Sant Estève de Tredós
La iglesia se alza al suroeste de Tredós, sobre una llanura a 1320 m de altitud, sin construcción alguna a su alrededor, y puede visualizarse desde cualquier punto de la población. Se llega a ella por el desvío de la carretera C-28 en el kilómetro 34, que se adentra hasta el centro de la localidad. Se sigue por la calle Major, se toma el puente que cruza el río Garona, que da a la calle de Sant Esteve desde donde arranca un camino de montaña (señalizado como Camí de Sant Esteve), ascendente en todo momento y que debe realizarse a pie, que conduce hasta la iglesia.
Tal y como atestiguan algunas fuentes orales y arqueológicas, la necrópolis de la iglesia estaría formada por tumbas de cista. Destruida por motivos que se desconocen, se situaría en la explanada de la cara norte, frente a la puerta.
Este templo, cuyo origen se remontaría a época románica, presenta planta de nave única rematada por una cabecera cuadrangular moderna, que habría sustituido al ábside semicircular románico primigenio, del cual se conservan ciertos vestigios. dos arquillos ciegos comprendidos entre lesenas, labrados sobre bloques de piedra toba. El paralelismo con otros ábsides del primer románico en el valle de Aran es evidente, tanto por el tipo ornamentación como por el material utilizado. Sin embargo, en esta capilla se evidencian dos particularidades. la decoración está desprovista del friso de dientes de sierra y el número de arquillos entre lesenas es solamente de dos, cuando normalmente las series de arcos son más numerosas. Estas peculiares características solamente se dan en otra iglesia ubicada en la misma población: en Santa Maria de Cap d'Aran. Esta singular semejanza permitiría situar su origen en el siglo XI, coetánea a la primera fase de construcción de la vecina Cap d'Aran.
El aparejo de época románica, que se extendería mayoritariamente por los muros septentrional y meridional, está formado por bloques generalmente medianos, rectangulares, aunque torpemente labrados, con los cantos apenas trabajados y sin pulir, y distribuidos en hiladas que tienden a la horizontalidad, pero que acaban por desordenarse. La parte occidental resulta ser la más alterada, pues parece ser fruto de una reforma de época moderna.

En el ángulo noroccidental se halla la espadaña, una excepcional estructura construida en un muro exento a la nave, como si de un contrafuerte se tratase. La parte superior del muro es de menor grosor, en el Que las campanas se alojan en dos arcos geminados de medio punto, adovelados y separados por un estrecho bloque monolítico que actúa de columna. Toda la estructura se halla rematada por un tejado de doble vertiente. Se descarta el origen románico de la parte inferior, dada su excepcionalidad estructural y posición. En las iglesias coetáneas de nave única, la espadaña se situaría rematando el muro occidental, como en Sant Fabian de Arres. No obstante, la parte superior podría tratarse de un reaprovechamiento de la original.
El sistema de cubiertas de la nave, de época reciente, consiste en un entramado de madera de doble vertiente. A partir del presbiterio y hasta el extremo oriental, se optó por otra techumbre de madera, más baja, hecha a modo de baldaquino apoyado en cuatro columnillas. Desconocemos cómo sería la cubierta original, aunque no se debe descartar que también fuese de madera, puesto que la parte superior de los muros no presentan indicios de los arranques de la bóveda. Además, este tipo de planta de nave única, de muros altos y techumbre de madera, recordaría a Sant Pèir de Escunhau, cuya primera fase de construcción ‒siglo XI‒ presentaría características similares. La iglesia está cubierta con un tejado de doble vertiente de pizarra, en cuyos extremos se ha aplicado la fórmula del penau, esto es, el escalonamiento del tejado en sus extremos, solución propia de la arquitectura tradicional aranesa.

El acceso al interior del templo se efectúa por una sencilla puerta en el extremo occidental de la fachada septentrional. Su aspecto actual remite a un origen gótico o incluso renacentista, tanto por su arco apuntado como por sus dovelas, grandes bloques de piedra cuyas aristas se han transformado en una tercera cara. Se ha planteado la posibilidad de que estuviese precedida por un atrio, pues se documentaron vestigios de éste, actualmente inexistentes. Asimismo, es plausible que la portada original estuviese provista de columnas, como lo atestigua la existencia de una basa reutilizada en la actual pila benditera. Además, algunos estudios apuntan a que los elementos pétreos conservados en la cripta de la vecina Santa Maria de Cap d'Aran (capiteles y fragmentos de fustes) debían de proceder de esta iglesia menor.

Pila benditera
La actual pila benditera se encuentra a mano derecha de la puerta de entrada, encastada en la propia jamba y se compone de dos partes. La superior funciona como cubeta, de 23 cm de altura, con forma de pirámide invertida y rematada por una especie de plinto, en la parte superior. La inferior (29 cm) actúa como soporte —a pesar de hallarse encastada— y resulta de la reutilización de una basa de columna, formada por un plinto y dos toros.

Pila/ receptáculo
En la esquina sureste del ábside, se encuentra una pila que debió de servir como receptáculo (de aceite o grano). Se trata de una pieza rectangular, de unos 50 cm de alto y 103 de largo, actualmente cubierta por una tapa de madera. Íntegramente encalada, no se perciben elementos ornamentales en su superficie. No se puede asegurar Que sea de periodo románico.

Altar mayor
El altar mayor aún conserva el ara románica, rectangular, fragmentada en una de las esquinas y cuya parte inferior es de forma troncocónica. Se halla soportado por dos columnas cilíndricas, desprovistas de pie, y un bloque de granito actual en la parte trasera.
La cronología de Sant Estève, modesta capilla de factura popular, podría situarse a partir de la segunda mitad del siglo XI, a juzgar por los citados paralelismos con Santa Maria de Cap d'Aran (decoración absidal) y Sant Pèir de Escunhau (al tura de la nave y tipo de cubierta). Nos hallaríamos, pues, ante una de las iglesias del primer románico aranés, aunque distaría ligeramente de sus contemporáneas de Arres, Arró y Vilamòs.

 

Iglesia de Santa María de Cap d'Arán de Tredós
La población de Tredòs, antes conocida como Cap d'Aran (o Capite Daran) es decir, en la cabeza de Aran, se haya situada al borde de la C28, carretera que une Vielha con Sort a través del escarpado Port de la Bonaigua. Viniendo desde Vielha aparece como la última población del valle y para alcanzar la iglesia hay que salir de la carretera en la primera curva cerrada a la izquierda que ya supone la primera rampa del puerto de la Bonaigua. Se puede acceder en coche hasta el pie de la iglesia por una calle empedrada en pendiente. Si se accede al Valle desde el Pallars será el primer núcleo poblado que encontremos a nuestra izquierda.
La primera mención documentada sobre la iglesia de Santa Maria de Capite Daran aparece en el año 1198. En ella, Pedro II el católico libraba de franquicia de todo usage, peajes y otras atribuciones a la iglesia de Santa Maria y a los pobladores de Capite Daran. Durante los siglos siguientes, la iglesia se convierte en un santuario muy apreciado por los araneses.
Se trata de un imponente edificio de piedra que se levanta en la parte alta del pueblo. Desde el exterior destaca sobre todo la altura de sus muros, la inclinación apuntada de la cubierta de pizarra y el campanario rectangular exento, único en la Val de éstas características. El edificio se construye durante el siglo XI, al menos las partes más arcaicas, siendo remodelada y ampliada durante los siglos XII y posteriores.

Se levanta sobre una planta típica basilical de tres naves, paralelas pero desiguales, que se unen mediante un espacio presbiteral con tres ábsides semicirculares en la cabecera. En la planta que os ofrecemos podemos ver que los pilares que separan los tres tramos y el presbiterio son cruciformes que separan las naves soportando unas arcadas de arco de medio punto. La actual cubierta es de madera, con una pronunciada pendiente, típica de las edificaciones de alta montaña.
Si nos damos una primera vuelta de inspección alrededor del templo, pediéndose circundar en toda su totalidad, podremos ver que existe algún elemento de disparidad claro entre distintas partes del edificio que denotan al menos dos fases constructivas en el conjunto. En el muro norte, situado sobre el cementerio local, podremos observar que toda la totalidad del muro parece haberse ejecutado en un mismo periodo y parece corresponder a la construcción inicial, ya que vemos que en la coronación aparecen canecillos que probablemente pertenecen al primer periodo constructivo del templo. No obstante, en el muro sur y en el ábside central apreciamos que existen dos fases constructivas distintas, sobre todo si observamos con detenimiento los contrafuertes que no alcanzan la cornisa y las hiladas de canecillos y arcuaciones ciegas en la parte oriental del muro. Si además observamos la cabecera detectaremos también que el muro de cierre de las naves cuenta con una junta que perfila la techumbre original del edificio, así como una remonta efectuada en el ábside central, donde las arcuaciones decorativas quedan de nuevo, como en el muro sur, lejos de la cornisa del paramento. Es posible que sobre el edificio primitivo del siglo XI se levantara un tramo de muro que elevara la nueva cubierta de madera, tal como la observamos hoy.

La cabecera cuenta con tres ábsides semicirculares, que si nos fijamos se adaptan ligeramente a la pendiente del terreno sobre el que se asienta la construcción, quedando algo más elevado el ábside lateral de septentrión. Otra curiosidad radica en la disparidad de soluciones decorativas adoptadas en cada uno de los ábsides:
·       en el ábside central tenemos una sencilla decoración a base de arquillos lombardos agrupados de dos en dos sobre lesenas rectangulares, con tres ventanas abiertas en el muro, la mas meridional sin duda ampliada con posterioridad, puesto que es mas grande que sus compañeras y rompe una de las lesenas.
·       en el ábside lateral del lado sur aparece de nuevo la franja de arcos ciegos, agrupados también de dos en dos, pero esta vez "apoyados" sobre lesenas cilíndricas rematadas con capiteles decorativos adornados con motivos vegetales. Bajo las arcuaciones se han instalado también a modo de ménsulas, unas piezas trabajadas en formas diversas, como cabezas o plantas. La única ventana centrada.
·       finalmente, en el ábside norte, más elevado con respecto a su simétrico meridional, no cuenta con la franja de arcos lombardos que adorna a sus compañeros, sino que una sencilla cornisa formada por una franja de ajedrezado apoyada sobre ménsulas en las que aparecen sencillas formas decorativas, geométricas y rostros esquemáticos. La única ventana también es distinta de sus hermanas vecinas, puesto que es en este caso se trata de una delgada aspillera cuyo arco de medio punto lo forma una única pieza moldeada. 


Detalle de la decoración 

En frente del muro occidental de levanta el campanario exento, con la configuración típica de los campanarios araneses y pallaresos, esto es con la techumbre octogonal muy inclinada de pizarra. Conserva en su tramo inferior-medio un regrueso en las esquinas que constituiría su decoración primitiva. Otro pequeño campanario de espadaña se levanta sobre el muro oriental de la cabecera.

Dos puertas permiten el acceso al interior. Una de ellas se sitúa en el muro oeste, quizás la principal, compuesta por tres arcos de medio punto adovelados en degradación, el arco exterior integrado en el muro, el arco central apoyado sobre dos columnas cilíndricas con capiteles, y el interior sobre dos impostas pétreas. Situado encima de la clave existe un crismón cristológico esculpido en bajo relieve.
Ambos capiteles cuentan con la misma imagen esculpida, se trata de una serie de cabezas situadas en el centro y en los ángulos que emergen de una especia de fuente de hojas y rizos, aparece también algún que otro fruto en forma de bola entre ellos. Las impostas son sencillas y sin trabajo, excepto la situada a la derecha, que en su cara frontal contiene una esquemática figura humana situada en posición horizontal.


La otra puerta se abre en el muro meridional, sencilla y formada por un arco de medio punto a base de grandes dovelas bien labradas, con un tímpano decorado con otro crismón, en este caso del tipo trinitario. Delimitando el arco aparece un guardapolvo en forma de ajedrezado que perfila y también las impostas. Una pieza alargada forma el dintel del marco sobre el que apoya tanto en tímpano como el arco adovelado. Junto al crismón, en el interior del tímpano, aparece una inscripción que reza el nombre del autor:
AT+ CETUL ME FECIT "

Portal sur 

De todos los ventanales que iluminan el interior podemos destacar algunos de ellos. Los del muro sur aparecen como posteriores reabiertos sobre una obertura anterior, con alguna modificación posterior y tapiado de algún ventanal gótico (imagen 5). En el muro oriental, sobre los dos ábsides laterales se abren sendos oculos con alguna decoración a base de botones. Pero las ventanas mas interesantes aparecen en el muro norte, concretamente en las situadas en los dos tramos mas orientales entre los contrafuertes, situadas a baja altura, casi a ras de suelo, hecho que permite una singular admiración de su decoración desde escasos centímetros de distancia.
Sus pinturas murales fueron descubiertas en el año 1930, arrancadas y llevadas al museo The Cloisters de Nueva York. Están datadas entre los siglos XI y XII y atribuidas al círculo del Maestro de Pedret.
La primera de ellas, la más cercana al ábside, cuenta con un arco de medio punto adovelado perfilado por una franja ajedrezada, apoyado sobre una unas impostas decorada con cenefa en zigzag y un par de columnas con capiteles decorados también muy rudimentariamente, en el izquierdo aparece una cara rodeada de una especie de mar, mientras que en el otro caso tan solo se aprecian motivos geométricos que imitan algún tipo de vegetación. El caso del capitel izquierdo me crea alguna duda sobre si pretende representar alguna idea o es simplemente decoración, puesto que el rostro existente aparece rodeado con una corona poligonal a modo de corona solar, como si representada el sol sobre el mar en el momento del amanecer o del ocaso.
El segundo ventanal aparece con dos arcos de medio punto en degradación, con un guardapolvo similar al de la ventana lateral, a modo de ajedrezado que apoya sobre una imposta ajedrezada que perfila la base y el cimacio de los capiteles. El arco interior aparece también decorado con el motivo ajedrezado. Las dos columnas laterales cuentan con sendos capiteles decorados con tiras entrelazadas creando un bonito dibujo geométrico. Dos grotescos rostros adornan el conjunto, uno a cada lado.


En el resto del muro sur destacan una sencilla ventana aspillera en el tramo más occidental del muro y alguna de las piedras del paramento que aparecen con dibujos ajedrezados de nuevo, al parecer dispuestas sin ningún sentido dentro del muro.
Y finalmente en el muro norte, toda la cornisa queda poblada de canecillos, algunos decorados y algunos lisos, que dispongo aquí empezando por el extremo oriental y terminando por el occidental.

Dentro del templo destaca el pavimento del presbiterio elevado del resto, bajo el que aparece una cripta conformada por dos espacios separados por un arco de medio punto, recubiertos cada uno con una cúpula de cuarto de esfera y una bóveda de cañón. Según la tradición, dentro de esta cripta fue hallada la imagen de la Mare de Diu de Cap d’Aran durante la alta edad media, destruida finalmente en el 1936.
De la iglesia también procede un notable conjunto de pintura mural descubierta el año 1930. Los frescos fueron arrancados y se vendieron subrepticiamente entre ese año y el 1951, ocultando su procedencia y atribuyéndolas a la inexistente iglesia de Sant Joan de Tredòs. El conjunto mayor se expone en el museo The Cloisters de Nueva York, aun con el nombre falso de Sant Joan de Tredòs. Se trata de las pinturas murales del ábside central en el que aparece la figura de la Madre de Dios en Majestad, con el niño y los arcángeles Miguel y Gabriel a ambos lados y se completa con la imagen de los tres reyes magos.

 
Iglesia de Santa María de Artiés
La población de Arties se sitúa en la orilla sur de la carretera C-28 entre las localidades de Vielha y Tredós. La iglesia de Santa Maria queda ubicada al suroeste de la población, en el promontorio alto donde otrora se encontraba también el castillo. Para llegar hemos de atravesar todo el pueblo, cruzar el río Garona por el puente de piedra, cruzar otro nuevo puente sobre el Valerties y dirigiéndonos hacia la parte suroeste del pueblo.
La iglesia de Santa Maria de Arties es un lugar que merece la pena visitar por su magnificencia y su bello campanario gótico. De nuevo nos encontramos con un edificio levantado sobre una planta basilical de tres naves, rematadas originalmente con tres ábsides semicirculares, de los que hoy solo se conservan los dos laterales. Una bóveda de cañón recubre la nave central, mientras que otras bóvedas de 1/4 de circunferencia hacen lo propio con las naves laterales. Éstas quedan separadas de la central por una arcada de arcos de medio punto que se levantan sobre 6 pilares cilíndricos que separan el edificio longitudinalmente en 4 tramos. El edificio puede datar del siglo XII, bastante tardío con respecto al resto de iglesias aranesas, a pesar de ello cuenta con un perfil agradable que invita a contemplarla tranquilamente, sobre todo desde el sur de la cabecera, en el cementerio anexo. Algunas reformas y añadidos posteriores han conformado de definitivamente el edificio en un conjunto heterogéneo y dispar, aun conserva su aire románico inicial, sobre todo por los ábsides y por la decoración de las puerta norte. Cuatro contrafuertes modernos aparecen en el muro sur, así como un saliente en el lado norte. El ábside central se ha remodelado también, sustituyendo el románico semicircular por uno rectangular.

Santa María de Arties es un edificio de planta basilical de tres naves, encabezadas por tres ábsides de los cuales solo se conservan los dos laterales, semicirculares.1​ El ábside central se perdió y ha sido reconstruido modernamente. En los ábsides laterales hay decoración de horquillas ciegas y una franja de taqueado francés o ajedrezado en diagonal. ​ En el ábside sur los arcos lombardos descansan sobre ménsulas adornadas con motivos y líneas horizontales, con algún detalle como una cruz entre dos de los arcos, o un motivo esquemático en vegetal. ​ En la decoración del ábside norte hay una con forma de cara. ​
La nave central es de bóveda de cañón y sufría un proceso de apertura que todavía se puede ver en los desplomes de las pilastras. El año 1999 se hizo una intervención para solucionar esta disfunción. ​ Las naves laterales tienen bóveda de un cuarto de circunferencia y quedan separadas de la central por una arcada de arcos de medio punto que se sustentan encima de 6 pilares cilíndricos que separan el templo longitudinalmente en 4 tramos.

El edificio está datado del siglo XII, relativamente tarde en comparación a otras iglesias aranesas, y a pesar de las reformas conserva su aspecto románico inicial, especialmente a los ábsides y la puerta norte. ​ En la pared sur hay cuatro contrafuertes modernos, así como un saliente en la pared norte. ​
Tiene dos portales de acceso. La portalada principal, que se abre a la fachada norte, presenta 6 arcos de medio punto, con dovelas, soportados por montantes con el mismo número de pilastras cilíndricas. ​ La decoración presenta motivos como el taqueado jaqués y botones semicirculares. ​ La última arquivolta está rematada con una cenefa con taqueado francés en diagonal, idéntica a la de la cornisa de los ábsides. Dos piedras ménsulas están decoradas con forma de caras masculinas. Una cruz está grabada en uno de los bloques junto a la puerta. ​

La puerta encarada al sur comunica con el cementerio, y presenta 3 arcos de medio punto en degradación, transmitidos a los montantes, sin decoración. ​ En el muro sur hay una ventana estrechada y alargada, con decoración con motivos vegetales sobre el arco de apertura, formado por un único bloque de piedra. ​ Una segunda ventana se encuentra en el tramo cercano a la cabecera, con un arco apuntado, un poco gótico, y 3 arcos sobre pares de columnas. La parte superior de los arcos conserva restos de pintura. ​
En el extremo oeste hay un campanario de 5 pisos con cubierta piramidal, de estilo situado entre el románico y el gótico, ejecutado a finales del siglo XIII o principios del XIV. ​ Al extremo este hay un campanario de espadaña.
En el interior del edificio hay una pila bautismal, a la entrada, concebida por el bautismo por sumersión y decorada con motivos geométricos. El altar está soportado por un "tenante" del siglo XI. Varios retablos barrocos del XVIII han sido incorporados a los laterales del presbiterio.

Pinturas murales del juicio final
En el techo del presbiterio hay unas magistrales pinturas murales, de autor desconocido, que representan las escenas bíblicas del Juicio Final con el infierno, el cielo y la resurrección de los muertos. ​ Se conservan en muy buen estado y son de una ejecución excelente. ​ Datadas en los alrededores de 1580, son de las pinturas murales más importantes que se conservan en los Pirineo. ​ Las imágenes reflejadas a las pinturas han sido comparadas con las del Bosco, debido a la riqueza de detalles y la emotividad que transmiten.​
El conjunto representa varios episodios del día del Juicio Final. ​ Algunas figuras son devoradas por un enorme dragón de dientes afilados, empujadas por demonios con alas, y otros se cuecen dentro de una caldera atiada por discípulas de Lucifer.





Assumpció de María de Bossòst
Bossost es la última población importante de la Val d'Aran antes de pasar al estado francés. Situada a ambos márgenes del río Garona se trata de un bello enclave, repleto de turistas franceses a todas horas, cuya guinda es la iglesia románica de Era Purificación de Bossost.
Situada en la plaza central de la localidad se trata de un bello edificio románico de finales del s. XII levantado como es norma habitual en el valle sobre una planta basilical con tres naves rematada por sendos ábsides semicirculares. Constituye otro ejemplo de esa estética románica aranesa, más ligada al estilo particular de Aragón o de Navarra que al resto de tierras catalanas, si acaso tiene semejanzas con las edificaciones coetáneas de la Vall de Boi. Un bello y sólido campanario-torre se levanta en el lado norte del templo y otro pequeño de espadaña se levanta en la cabecera de la cumbrera de la techumbre. Dos puertas de entrada permiten la circulación hacia el interior, una situada al norte y otra al sur, excepción a todas las iglesias aranesas.

El campanario esta levantado sobre una base cuadrangular de gran altura, decorada superiormente con dos grupos de tres arcos lombardos separados por un lesena rectangular, todo ello acompañado por una franja de dientes de sierra. El segundo piso cuenta con una gran ventana de arco de medio punto y se decora también con arcos ciegos lombardos y dientes de sierra de nuevo. El tercer piso contiene en cada una de las cuatro caras un doble ventanal geminado, coronado igual que la planta inferior. EL último piso se abre mediante dos ventanas en cada una de las caras, coronado como el resto de plantas. La techumbre moderna se compone de la habitual pirámide octogonal que surge de una base piramidal cuadrangular.
Parte de la decoración de alguna de las caras se ha perdido pero el perfil del campanario le da al edificio una bella factura si se observa desde la lejanía.


La cabecera
Ya se ha dicho que la cabecera remata con tres ábsides semicirculares cada una de las naves interiores del edificio. Como es habitual en las iglesias aranesas, el ábside central dispone interiormente se un espacio presbiteral con lo que queda siempre mas retirado hacia el exterior que sus dos ábsides hermanos. En Bossost se ha perdido el ábside lateral norte, reconstruido hoy en día por un sucedaneo de bloques de granito.
Dos ventanas se abren en el muro del ábside meridional, tres en el del ábside central y es de suponer que de nuevo se abrían otros dos en el perdido ábside norte. La decoración exterior de estas sencillas ventanas de arco de medio punto es a base de una franja esquemática con relieves diversos sobre la piedra monolítica que compone el vano de la ventana. En el caso general aparece una decoración a base de unas incisiones rectangulares acompañadas de unas líneas, todo ello dispuesto radialmente sobre el arco de medio punto. Excepto en la ventana sur del ábside central, donde la decoración esquemática se ha sustituido por una franja de filigrana de estilo vegetal, muy común en la decoración de otras iglesias aranesas, como son en Vilac, Tredós y Artíes.


Ábside central

Ventana ábside central

Ventana ábside central

Ábside sur

Ventana ábside sur

La cornisa de los ábsides cuenta también con detalles dignos de mencionar. Bajo una franja de decoración mediante jaqueados que compone la cornisa, una línea de arcos ciegos apoyada sobre ménsulas pétreas remata el paramento sobre las ventanas, apoyadas sobre ménsulas y sobre lesenas rectangulares que siguen el mismo patrón que las de la base del campanario. Sobre el frontal de los arcos ciegos se marcan de nuevo líneas sencillas que realzan esquemáticamente la curva de los arcos, o dibujan líneas en diagonales en los espacios vacíos entre estos. Algunas de las ménsulas aparecen también elaboradas en forma de líneas estriadas en el frontal. La decoración del ábside norte no se ha conservado pero podemos suponer que seguía los esquemas existentes.
Sobre el espacio presbiteral que antecede al ábside central se forma en el exterior una especie de nave que une el ábside con la nave central que queda cerrada por una cubierta a dos aguas. En la coronación de estos dos muros que se levantan sobre los laterales de los ábsides norte y sur también encontramos unas ménsulas trabajadas que apoyan el saledizo de la techumbre. Cabezas humanas y decoraciones vegetales esquemáticas son el elemento decorativo escogido para dichas ménsulas, cabezas humanas que también se pueden encontrar en el resto de ménsulas de los muros norte y sur del templo, así como en múltiples iglesias aranesas, una especie de elemento decorativo común que se fue copiando de edificación en edificación.
En el muro que cierra las naves sobre los ábsides se abren cinco óculos que iluminan el interior del templo. El situado más al norte cuenta con restos de decoración filiforme, como podemos apreciar en la imagen.

El portal norte
Empezaremos por el portal situado en la fachada norte. Encontramos aquí un bonito portal del que destaca sin duda alguna el tímpano esculpido. El portal en si se abre sobre un bloque rectangular sobresalido con respecto al muro de fachada, compuesto por dos arcadas de arco de medio punto con tímpano y dintel esculpidos que se apoyan sobre dos pares de columnas con capiteles.
Los arcos estan compuestos por piezas adoveladas regularmente cortadas que se disponen radialmente a los largo del arco. Sobre el arco exterior aparece una franja de bloques decorados con ajedrezado.
El tímpano queda inscrito también dentro de un arco con ajedrezado. En la piedra oscura que compone el tímpano, hecho singular en el románico, aparece representada la escena del cristo en majestad rodeado por el tetramorfo o Pantocrator.
En el centro vemos la figura desproporcionada de Cristo sin mandorla, sentada en un trono y recubierta con unos ropajes perfilados con estrías y pliegues. Con la mano derecha levantada realiza el acto de bendecir mientras que con la izquierda recogida sobre su regazo sostiene un pergamino o filacteria. El rostro hierático esta desproporcionado con respecto al cuerpo y se cubre con una corona o capacete. Una cara alargada que se personifica mediante unos grandes ojos dilatados inferiormente por unos pómulos prominentes entre los que se sitúa una nariz larga y delgada, seguida de una boca amplia y entreabierta. A ambos lados de la cabeza aparecen dos cuerpos celestes que representan una cara masculina y una femenina, o el sol y a la luna, quizá una reminiscencia del arte pre-románico anterior establecido en el valle.
Alrededor de la imagen del altísimo encontramos las cuatro representaciones de los evangelistas. A la derecha de Cristo vemos el águila de San Juan en actitud de volar sujetando el evangelio con las zarpas mientras las alas se curvan en formas extrañas para encajar dentro del espacio. Bajo el águila vemos la figura algo difusa de un animal de cuatro patas que podríamos identificar por eliminación como el toro de San Lucas, alado y llevando entre las patas delanteras el libro del evangelio.
Al otro lado vemos la gran figura del ángel de San Mateo, con trazos muy similares a la imagen de Cristo, vemos la túnica con la misma disposición de pliegues y arrugas, pies descalzos y alas deformadas adaptadas al espacio. Bajo el ángel, el león de San Marcos, también encajonado al espacio que le queda.
La composición general de la representación nos deja entrever que el escultor no realizó ningún tipo de estudio espacial y compositivo, o que al menos no lo interpretó correctamente. La figura de Cristo no está centrada dentro de la imagen, el ángel es casi igual de grande que él, y las dos figuras del león y del toro quedan reducidas a la mínima expresión por ser el águila y el ángel demasiado voluminosas. El trazo de las figuras y la representación de los detalles y rostros dan una idea de rusticidad y de poco desarrollo técnico. Quizás fue elaborado por un taller local que trabajaría también en el tímpano de Vilac, con pocos ejemplos artísticos de los que recoger conocimiento.
El dintel situado bajo el tímpano está compuesto por un bloque continuo en el que se aparece un círculo en el que se inscribe un crismón trinitario con la alfa y la omega invertida. El resto de la superficie queda llena de un ajedrezado en relieve, con elementos circulares y estriados en la parte superior. El fondo del dintel también aparece trabajado.
A cada lado de la puerta encontramos dos capiteles. En el primero del lado izquierdo vemos una decoración con líneas diagonales y circulares, de carácter geométrico. El capitel interior aparece toscamente trabajado con animales fantásticos enfrentados entre ellos.
En el lado derecho, el capitel interior cuenta con un trabajo similar al exterior del lado izquierdo con decoración geométrica, mientras que el capitel del lado exterior aparece con un entrelazado muy similar, (por no decir copiado) al capitel del portal de Sant Feliu de Vilac.

Sobre el portal un total de 8 canecillos con caras y elementos vegetales, otros lisos y sin decoración.

El portal sur
En el muro meridional y simétricamente opuesta al portal norte se abre otro portal de entrada al interior del templo.
Mucho mas sencilla que la anterior esta se compone por tres arcos apuntados que se degradan a medida que se adentran en el tramo del muro sobre el que se abre, tramo de muro sobresalido con respecto al plano que compone la fachada. Por el exterior del último arco de nuevo una franja perfila toda su longitud con un jaqueado dibujado en ella. Los arcos y la franja decorada apoyan sobre una imposta rectangular que les sirve de base y que descansa a su vez sobre las pilastras rectangulares conformadas dentro del paramento.
El tímpano aparece centrado por el anagrama de Cristo inscrito en un círculo con las alfa y omega invertidas. El espacio restante esta invadido por elementos adaptados a las curvaturas del tímpano y del círculo del crismón, los cuales son recortados en los flancos por dientes de sierra y adornados en el interior con una serie de semicírculos situados en la parte inferior y tres círculos en la parte superior. El dintel queda integrado en la línea de la imposta y aparece trabajado con motivos ornamentales filiformes de aire vegetal, de idéntica factura que la que aparece en la ventana sur del ábside central.

Sobre el portal y en todo el muro sur aparecen de nuevo los canecillos decorados con motivos diversos, como caras, figuras geométricas y superficies estriadas.

El interior
El interior del templo aparece bastante bien iluminado por toda una serie de ventanales modernos abiertos en el muro sur, por el que penetra abundante claridad.
Un total de cuatro tramos quedan delimitados por tres pares de columnas pétreas de sección circular sobre los que apoyan las arcadas sobre la que arranca la bóveda de cañón reforzada con arcos torales que recubre la nave central.
Las naves laterales quedan recubiertas mediante unas bóvedas de cuarto de circulo que también se refuerzan a la altura de los pilares con arcos formeros. En las imagenes se puede apreciar en el muro de la cabecera los óculos practicados que colaboran con la iluminación del interior.




Pintura mural del ábside 

Nave lateral

Nave lateral

 

Iglesia de Sant Miquèu de Vielha
La iglesia de San Miguel de Viella (Valle de Arán) es una iglesia construida en diferentes fases entre los siglos XII y XIII. Está dedicada a San Miguel. Su construcción original es de transición del románico al gótico. Antiguamente estaba edificada junto al antiguo castillo medieval, del cual ya no queda ningún resto. Es por este motivo que la torre del campanario tiene un aspecto fortificado.
Tiene una única nave, con capillas laterales, que responde a varias etapas constructivas. Los tres tramos más próximos a la fachada oeste son del siglo XII. Están cubiertos con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones. El tramo previo al presbiterio corresponde al siglo XV y el crucero y la cabecera fueron construidos en 1730. Es una obra incluida al Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
La iglesia parroquial de San Miguel, que era la capilla del desaparecido castillo de Viella, es un edificio románico de transición al gótico (siglo XII-XIII), muy reformado posteriormente. Es de una nave cubierta con bóveda de cañón sobre arcos fajones, y cuatro capillas laterales por lateral, sacado del par más próximo al crucero, que lo son con bóveda por arista (1535). En el siglo XVI, por privilegio de Fernando II (1510), se construyó el campanario, que servía de torre de defensa, y que tiene embebido en la base el portal del XVI, dentro de un atrio.
La actual puerta de acceso al templo data de finales del siglo XIII o principios del XIV.
Fue añadida al templo románico existente. Recuerda mucho la de la vecina de San Esteban de Betrén, si bien está mucho más deteriorada. En ella se combinan las líneas apuntadas del incipiente estilo gótico con la temática y simbología románicas. Está formada por cinco arquivoltas apuntadas en gradación, donde hay esculpidas 59 figuras, referentes a la Resurrección, las imágenes inferiores, y a la Vida Eterna, las superiores. Podemos ver ángeles, santos, músicos y los apóstoles disfrutando de la Gloria, mientras que en las figuras más próximas a los capiteles observamos varios personajes salientes de sus sepulcros. La portada está protegida por un atrio que forma el primer piso de la torre del campanario, tal como sucede en la iglesia de San Martín de Gausach.

Portada al nàrtex de Sant Miqueu de Vielha




La torre campanario es una obra del siglo XIV. De base 6 x 7 metros, tiene la planta cuadrada y está montada sobre la portada con un arco de medio punto que forma en la parte interior, con los menajes de la torre, un espacio a modo de porche o atrio. El campanario, de base cuadrada que acontece octogonal, es coronado por una barbacana que sostiene una aguda cubierta piramidal de pizarra. El cuerpo del campanario es proveído de saeteras, y en la parte superior se abren dos ringleras de ventanales recogidos por una volada cornisa sustentada en repisas, y acabado con un agudo capitel. ​ La altura total es de 40 metros, y la de la aguja de 13'5 metros.
En el interior guarda una pila bautismal románica. Formada por un vaso cónico y un pie cilíndrico, con base circular. Tanto el pie cómo la base no corresponde al vaso. La pila está surcada por tres filetes horizontales que compartimentan la superficie del vaso en dos franjas. En la superior está representado un motivo vegetal y en la inferior hay grabados una sucesión de arcos. El ángulo inferior de la pila está bordeado de botones semiesféricos. Tanto el pie cómo la base carece de motivos ornamentales: son lisos.
Está esculpida con motivos vegetales y geométricos de influencia mozárabe.
El retablo gótico del altar mayor es del siglo XV. Representa escenas de la vida de la Virgen María y de San Miguel. El cuadro central y los tres del ángulo superior izquierdo son de San Miguel. Las figuras que lo acompañan en el centro son los apóstoles San Pedro y San Pablo. El autor anónimo, «Mestre de Vielha», parece discípulo de Pere Garcia de Benavarri, que trabajó en BarcelonaLérida y Huesca.


Sant Andreu de Salardú
Cuando visitamos Sant Andreu de Salardù nos encontramos con un elegante edificio románico, aderezado con algunas añadiduras de tiempos posteriores, pero que conserva un aire románico que hace que sea una visita agradable y placentera. Se trata de una construcción de planta basilical de tres naves, como la gran mayoría de iglesias románicas del valle, encabezadas por tres ábsides semicirculares en el lado oriental. Construido en varias fases, podemos decir que es un edificio de construcción tardía, de mediados del siglo XIII, que cuenta con algunos elementos de transición entre el románico y el gótico. Salardù constituye un magnífico ejemplo de la perduración de la concepción espacial y formal de la época románica en un edificio en el que aparecen presentes unas formas estructurales góticas incipientes, en un tanteo que poco después se plasmará correctamente definida en otros edificios.
La base estructural del edificio está impregnada de lo románico, las naves se separan por cuatro arcadas apuntadas y divididas en cuatro tramos por arcos torales. Todos ellos arrancan de los resaltos dados por los pilares cruciformes (un total de seis). Las naves laterales encuentran apoyo en unas pilastras adosadas a los muros perimetrales. La nave central se recubre mediante bóvedas ojivales, mientras que las laterales con bóvedas de 1/4 de circunferencia.
Lo primero que nos llamará la atención será el esbelto campanario octogonal que se levanta, reforzado por contrafuertes en la base, adosado al edificio por el lado suroeste. Se trata de una construcción posterior, concretamente del siglo XV, y se levanta mas de 25 metros para coronarse con cubierta en forma de pirámide octogonal. Como en el caso de muchos otros templos aranesas, se suma a este campanario-torre otro en forma de espadaña que queda situado sobre la testera oriental de la cubierta de pizarra, sobre el presbiterio.

El resto del edificio conserva, como ya se ha dicho, la planta original y la estructura románica, aunque podemos adivinar otros añadidos posteriores en la fachada sur, como por ejemplo los dos contrafuertes que flanquean la portalada de entrada y los arcos adyacentes, construidos sin duda para soportar el incremento de empuje provocado por el levantamiento definitivo de la bóveda de la nave central. Tanto en el muro este sobre los ábsides como en el oeste, se atestigua la existencia de esta remonta en la junta constructiva que aparecen bajo la línea inclinada de cubierta.
La cabecera se compone de tres ábsides semicirculares que cierran cada una de las naves. La central, queda algo mas retirada hacia oriente debido a la existencia de un espacio presbiteral ante el altar, existente en menor medida en los ábsides laterales. Sobre ellos en el muro oriental, un rosetón y dos ventanas cruciformes. Ventanas sencillas de arco de medio punto se abren en los muros curvos absidiales, una en cada uno de los ábsides laterales, y un total de tres en el central, una de ellas adornada con un par de pilastras decorativas con capiteles vegetales. La única decoración de los ábsides, aparte de la ventana central, la conforman toda una serie de canecillos que coronan el muro bajo la techumbre, más adelante haremos un breve repaso de ellos.


La portalada
La portalada de entrada al interior queda situada en el muro sur del edificio, abierto en el segundo tramo de la nave lateral meridional. La puerta se abre en bajo un bello arco de medio punto compuesto por 5 arquivoltas abocinadas apoyadas en cuatro pares de columnas, flanqueada por un total de tres arcos de descarga que quedan integrados en el muro sur. A ambos extremos del grupo se levantan los dos contrafuertes, uno de ellos arqueado por una obertura.
La puerta arquivoltada supone una singularidad en el conjunto de portaladas románicas aranesas, cuyo prototipo queda definido por una tipología utilizada comúnmente en el resto de iglesias del siglo XII o anteriores en el valle, basado en una estructura base de 1 o 2 arquivoltas más o menos abocinadas, con la existencia de tímpano y dintel, decorados o no. Este grupo de portadas incluye prácticamente la totalidad de las portadas aranesas (Bossost, Tredós, Escunhau), y excepto los casos de Arties (6 arquivoltas adoveladas en degradación, sin tímpano ni dintel en ambas puertas) y nuestro caso de Salardù, que no cuenta tampoco ni con tímpano ni con dintel. El Crismón situado en la parte superior es la característica que comparte con el resto de puertas aranesas, aunque en este caso también guarda algunas diferencias sustanciales: las letras alfa y omega parecen algo más trabajadas que en otros casos aranesas, y el palo de la T aparece en uno de los palos de la X, en lugar de situarse en el de la P.
Las cinco arquivoltas adoveladas son de sección más o menos curva, ninguna de ellas forma un ángulo. Las piedras son de mármol de un color claro con betas oscuras en algunos casos y están bien trabajadas.
1.     La primera (la más exterior) de las arquivoltas está compuesta por una sencilla ondulación y arranca de dos piedras labradas en forma de caras grotescas caras, un par de ellas a cada lado. Podríamos intuir que los rostros del lado izquierdo representan caras femeninas y los del lado derecho caras masculinas, aunque no estamos del todo seguros (fotos 27 y 28). Sobre la parte superior de la arquivolta aparece una cenefa de formas irregulares, más o menos continua a lo largo de toda la arquivolta.
2.     La segunda arquivolta está compuesta sobre una curva única en la que aparecen tallos vegetales en su intradós que se entrecruzan formando una especie de espacios romboidales. En el frontal aparecen un buen número de motivos vegetales, geométricos, florales, estelares y zoomórficos.
3.     Las restantes arquivoltas, tercera, cuarta y quinta (la más interior) son una combinación de molduras y secciones onduladas totalmente lisas y sin decoración. 
Los cuatro pares de columnas se coronan superiormente por el mismo número de capiteles, y sobre ellos arrancan las arquivoltas.
En el lado izquierdo podemos ver de izquierda a derecha:
·       Un capitel con decoración vegetal, en este caso aparecen unas hojas lanceoladas
·       Un capitel con la flor de lis
·       Representación de árboles, uno en cada cara
·       De nuevo hojas parecidas a las hojas en las decoraciones cistercienses.

En el lado derecho:
·       Capitel con hojas lanceolada, parece que ha quedado incompleto
·       En este capitel aparecen hojas con flores
·       Combinación de hojas y rostros
·       Combinación de arcos y botones.

Estilísticamente podríamos decir que deriva de la portada de la Seu Vella de Lleida, aunque comparada con aquella la nuestra queda bastante menos ornamentada. Los capiteles también se pueden comparar bastante cercanamente con los característicos capiteles vegetales y sencillos del cister, como los existentes en Santes Creus o Poblet, aunque en Salardù se ha aplicado una técnica bastante más rústica. Todo ello ayuda, derivación posible de Lleida y probables influencias cistercienses, a plantear la construcción de la portalada y consecuentemente del edificio, a principios o mediados del siglo XIII.
Cerca de la fachada ya hemos dicho que aparecen un grupo de arcos de descarga insertados dentro del grosor del muro meridional del templo. Aparece una columna en la unión de dos de estos arcos, al lado derecho de la puerta, y un capitel sirve de apoyo para el arranque de dichos arcos. Se trata de un capitel que en un principio parece aislado, trabajado en sus tres caras vistas con motivos animales, concretamente aparece una especie de ave que podría identificarse rápidamente como un águila con una presa en el pico, la situada en la cara frontal bicéfala. El cimacio contiene florones con cruces que nos recuerda algo al estilo carolingio y motivos vegetales e incluso una serpiente en el lado izquierdo La técnica utilizada para este capitel no parece la misma que la utilizada en los capiteles de la portalada, y por eso decíamos que parece un capitel aislado. No obstante, se cree que forma parte de un conjunto de capiteles similares en medidas y en estilo escultórico, del que se conocen cuatro de ellos. Uno es el que podemos observar el Salardù, existen otros tres que se conservan y se pueden contemplar en el Museu Frederic Marés, en Barcelona. Es probable pues que este grupo de capiteles estuviera destinado al exterior del templo, formando una especie de galería porticada de piedra y recubierta con techumbre de madera. Si observamos el muro sur veremos toda una hilada de huecos cuadrados a media altura, huecos en los que seguramente apoyaban las vigas de madera que formaban el cobertizo de la galería La existencia del contrafuerte con una arcada para el "paso" también apoyaría esta teoría. Los capiteles en cuestión están catalogados con los identificadores MFMB7, MFMB8 y MFMB9, y los temas representados en ellos son similares al existente el Salardù: motivos vegetales, águilas y águilas o lechuzas respectivamente. Para más información consultad la bibliografía.
En el muro sur también destaca la ventana situada más al este, más allá del contrafuerte. Se trata de un ventanal de marcado estilo gótico pero que conserva creemos trazos románicos en su decoración. De las tres arcadas que forman una degradación, la más interior se mantiene como un arco de medio punto y se decora con botones, siendo las otras dos de forma ojival. En la más externa se traza una cenefa con sencillos motivos curvados que recorre toda la longitud del arco. Cuatro columnas se reparten dos y dos a cada lado, con capiteles sencillos pero aún románicos. 

Los canecillos
Un total de 115 canecillos decoran el exterior del edificio. Se sitúan en el ábside, en el muro norte y en el muro sur. En el siguiente esquema podrás verlos numerados, pasando mas tarde a cada una de las Imágenes:

Ábside sur
1.-Cristo crucificado, curiosamente con las piernas cruzadas, un canecillo digno de ser observado por su singularidad. 2.-Decoración vegetal 3.-Personaje inclinado bebiendo o soplando en algún tipo de instrumento 4.-Pareja de cabezas animales? 5.-Cabeza humana inexpresiva 6.-Figura geométrica a base de una esfera y un disco 7.-Figura geométrica a base de dos piezas curvadas a distinto nivel.

Ábside central
8.-Posible representación de la cruz occitana, símbolo heráldico Tolosano, 9.-Cabeza de soldado, 10.-Obscena representación de una mujer que muestra sus genitales, 11.-Gran cabeza en forma d monstruo,12.-De nuevo una cabeza monstruosa, 13.-Figura geométrica a base de una esfera y un disco, 14.-Doble arcada bajo la que aparecen dos figuras humanas sin cabeza, 15.-Rostro masculino 16.-De nuevo un rostro, 17.-Escudo con una especie de árbol dibujado, 18.-Rostro humano sin boca, 19.-Cabeza monstruosa animal, 20.-Figura geométrica a base de dos piezas curvadas a distinto nivel. 21.-Figura geométrica indeterminada, 22.-Figura geométrica a base de dos piezas curvadas a distinto nivel, 23.-Figura geométrica indeterminada, 24.-Figura animal, parece un ave, 25.-Especie de berenjena?, 26.-Representación animal, parece una especie de oveja, situada en posición oblicua, 27.-Otra cabeza animal, esta vez parece la de una especie de murciélago.

Ábside norte
28.-Árbol esquematizado con sus frutos,29.-Rostro masculino, 30.-Concha de peregrino, 31.-Especie de cruz cuatrilobulada, 32.-Figura geométrica indeterminada, 33.-De nuevo un animal, parece esta vez una especie de ovino o cabra, 34.-Planta que crece sobre un montículo, 35.-Cabeza animal con cuerno, situada de tal manera que mira hacia arriba. Otro curioso canecillo.
La existencia de algunos motivos heráldicos en los canecillos nos da cierta idea de lo tardío de la construcción, recordemos que los símbolos heráldicos no empezaron a aparecer en europa occidental hasta bien entrado el siglo XIII.

Muro Norte
36.-Dos cabezas humanas, 37.-Rostro humano sacando la lengua, 38.-Otra cabeza humana con los carrillos hinchados, 39.-Rostro humano, 40.-Objeto no identificado, 41.-Cabeza humana, 42.-Cabeza humana, 43.-Otra cabeza, 44.-Figura geométrica, 45.-Flor cuatripetalada, 46.-Otra cabeza, 47.-¿dos pechos femeninos?, 48.-figura no identificada, 49.-Cara, 50.-Representación en relieve de dos aves enfrentadas,51.-Tres esferas deberían componer la imagen, pero tan solo quedan dos, 52.-Cabeza muy angulosa, probablemente represente a algún animal, 53.-Motivo vegetal, parecido a una mariposa, 54.-Cabeza, 55.-Cabeza, 56.-Custro esferas en el plano del canecillo, 57.-No identificado, 58.-Rostro, 59.-Motivo geométrico no identificado, 60.-Rostro, 61.-Rostro, 62.-Cabeza de animal, parece un cerdo, 63.-Rostro humano, 64.-Cabeza de algún tipo de monstruo o animal, 65.-Aparece un gran botón, 66.- Otro gran botón, 67.-Motivo sin identificar, 68.-Canecillo completamente liso, 69.-Rostro, 70.-De nuevo, una cara completamente lisa y vacía, 71.-Dos pechos, ahora sí, 72.-Rostro femenino ¿?

Muro sur
73.-Arbol muy esquemático,74.-Canecillo liso y sin decoración,75.-Motivo geométrico,76.-¡Atención! Cabeza de león de la boca del cual surgen dos patas del animal que está siendo devorado por este. Este motivo es repetitivo en iconografía escultural rosellonesa, sin duda quien la hizo conoció aquellos trabajos, 77.-Disco circular liso, 78.-Cara lisa, 79.-Cara lisa, 80.-Cara lisa, 81.-Especie de objeto cóncavo sin identificar, 82.-Objeto sin identificar, 83.-Cara lisa,84.-Objeto cilíndrico sin identificar, 85.-Figura humana entre dos columnas ??, 86.-Cabeza humana, 87.-Cabeza bovina, 88.-Escudo heráldico con cuatro palos en su campo, 89.-Escudo heráldico, 90.-Ave vista de perfil, 91.-Cabeza humana con barba, bastante mutilada, 92.- Objeto sin identificar, 93.-Rostro, 94.-Objeto sin identificar, 95.-Objeto sin identificar. Quizá tenga relación con el canecillo vecino, puesto que podrían ser el cuenco y el mortero, 96.-Máscara humana, 97.-Imagen sin identificar, 98.-Objeto sin identificar, 99.-Pavo real ¿?, 100.-Cabeza de demonio, 101.-Figura vegetal geométrica, 102.-Figura vegetal geométrica, 103.-Rostro humano ¿?, 104.-Cabeza monstruosa, 105.-Rostro humano, 106.-Esfera lisa, 107.-Sin identificar, 108.-Escudo, 109.-Mano !!, 110.-Personaje sin identificar, Quizá una especie de monstruo, 111.-Cabeza humana, 112.-Cilindro en posición horizontal, 113.-Doble cabeza humana,114.-Figura de león rampante, 115.-Dos rostros reflejados en relieve en las esquinas, en el centro una especie de árbol.

El interior
El interior del templo queda como un gran espacio elevado por la bóveda de crucería de la nave central. Destaca la zona de la cabecera, donde se conserva gran parte de las pinturas murales pertenecientes al siglo XVI.
Dos hornacinas con rústicos motivos decorativos se encuentran situadas en el interior, la primera situada en la base del primer pilar en la base de la nave del lado norte, y el restante bajo la ventana gótica del muro sur, cercana a la cabecera. Las piezas labradas podrían pertenecer a antiguas tapas de sarcófago alto-medievales, aunque no es seguro.

La Magestad de Salardù
En el interior de la iglesia de Salardú se encuentra uno de los tesoros románicos mas importantes del Valle. Se trata de una espléndida talla en madera de un Cristo sufriente que se sitúa en el interior del ábside central tras una reja metálica, objeto de mucha devoción, sus dimensiones son de 200cm de altura y 100 de anchura (la cruz) y la figura mide 62cm de altura por 56cm de ancho.
A pesar de ser un cristo sufriente, la talla recibe el nombre de Majestat de Salardù (Majestad) y pertenece al trabajo del denominado Taller de Erill, al que también se le asignan trabajos como el cristo de Mijaran o el descendimiento de Erill la Vall (de futuro estudio).
La figura de Cristo aparece bellamente representada con muchas de las características singulares que definen a este taller, conserva restos de policromía que han sido restaurados hace pocos años por el servicio de Restauración de Bienes Inmuebles, se pueden apreciar las distintas tonalidades de colores aplicadas sobre el cuerpo de Cristo. En la madera de la cruz también se observa una bella iconografía representada en toda su superficie frontal, así como en la cara posterior (no observable desde el interior del templo). Así, en la cara frontal podemos ver en la parte superior de la cruz una figura de ángel, mientras que bajo los pies de Cristo se sitúa la imagen de Adan, a ambos lados aparecen la Virgen a la izquierda y la figura de San Juan a la derecha. En el dorso se pueden distinguir restos de un tetramorfo, la figura mejor conservada del cual es la situada en la parte inferior que representa al ángel de San Mateo.
Representa un trabajo dentro de la época mas madura y perfeccionada del taller del Maestro de Erill, quizás la última y seguro que la mejor de ellas, exceptuando el descendimiento de Mijaran, del que tan solo se conserva una parte de una de las figuras.
Destacan como características comunes en los trabajos del Maestro de Erill la sección triangular de las piernas, acusada la línea de la tibia con una arista, la aparición de los surcos bajo las rodillas, el esternón excepcionalmente realista y las costillas bellamente interpretadas, o los músculos pectorales tensionados por el peso del cuerpo, los brazos dejan de ser palos rectilíneos rígidos y se convierten en elementos flexibles doblados realistamente por los codos, pero sobre todo destaca el tratamiento de los cabellos, barba y la curiosa ausencia de bigote, representado sin volumen con un trazo de pintura oscura entre nariz y boca.


Detalle

 

Santa Eulàlia d'Unha
Unha se sitúa en un pequeño promontorio situado sobre el pueblo de Salardú, a apenas 1 kilómetro de distancia de Salardú. Si salimos en dirección Vaqueira-Beret desde Salardù veremos el indicador hacia Unha a nuestra izquierda, y atravesando parte de la población, saldremos a otra carretera en la que de nuevo nos indicará a nuestra izquierda. Dejaremos el coche en la entrada del pueblo, en el gran parquing existente, y andaremos entre las callejuelas hasta la parte alta donde se encuentra Santa Eulària.
La iglesia de Santa Eulària (Santa Eulália) de Unha es un edificio sencillo y corriente dentro del grupo de iglesias románicas aranesas. Se compone en una planta basilical con tres naves, rematados en la cabecera por tres ábsides, el central precedido por un corto presbiterio que hace que su ábside quede algo más retirado hacia atrás que los ábsides laterales. La bóveda de la nave central es de cañón mientras que las naves laterales se recubren mediante bóvedas de cuarto de esfera.

Como en muchos casos dentro del valle de Aran, también cuenta con dos campanarios, uno de espadaña situado sobre la cubierta a dos aguas en la cabecera y el otro de base rectangular y cuerpo octogonal, rematado con una cúspide piramidal, con algún retoque curvilíneo que le da un cierto aire oriental, motivo que se repite en el campanario de espadaña.
Exteriormente, destaca la cabecera y su decoración por ser similar a la existente en Sant Climent de taüll. De hecho se cree que pudo estar construido por la misma cuadrilla que realizó la construcción ribagorzana, con la excepción de que en Unha la degradación de los arquillos se realiza en dos escalones, mientras que en Taüll se realiza en tres escalones. Los tres ábsides cuentan con la misma estructura compositiva a base de lesenas rectangulares y arquillos lombardos y sobre ellos una franja de dientes de sierra, con tres ventanas sencillas de arco de medio punto en el ábside central y una única para cada uno de los ábsides laterales.
Se accede al interior del templo a través de una sencilla puerta adovelada situada en el muro sur. La entrada carece de decoración esculpida pero si nos fijamos detenidamente podremos observar que en dos de las piedras adyacentes a la obertura aparecen trazos dibujados en su superficie. En uno de los bloques situados en la jamba derecha, a media altura, aparecen perfilados una especie de plantas cuyas hojas estan dibujadas a modo de espirales, nos recuerda bastante a los típicos refuerzos de hierro forjados para las puertas. El otro bloque trabajado se encuentra sobre la puerta, a pocos centímetros sobre ella. Es una piedra de color marrón claro que cuenta con un esquemático crismón y de nuevo las decoraciones que aparece en el otro bloque. Bajo el crismón alcanzo a intuir una nueva inscripción, que podría ser la firma del autor, pero no consigo distinguir con claridad las letras trazadas, si acaso pareciera que reza "albar".
También aparecen toda una serie de canecillos en la cornisa del muro sur. Se puede observar también que dicho muro se ha sobreelevado en alguna remodelación efectuada en el edificio, puesto que quedan situados por debajo del nivel de la cubierta. Muestra de dicha remodelación también se puede observar en el muro oriental de la cabecera, donde se ve perfectamente la junta entre las dos etapas constructivas. 


Sant Pere d'Escunhau
Escunhau queda situado sobre la orilla izquierda del río Garona, entre Vielha y Salardú, el acceso es sencillo puesto que la C-28 cruza la localidad. Desde la misma carretera se divisa el campanario de la iglesia al lado sur del pueblo, algo elevado con respecto a las casas que la rodean.
Se trata de un edificio de origen románico, pero acusadamente modificado en siglos posteriores, dejando hoy una construcción bastante irregular en planta y en formas. Conserva del periodo románico tan solo la nave cuya bóveda pétrea se ha sustituido por un embigado de madera con techumbre de teja, un ventanal en el muro norte y la portalada de entrada que se abre en el muro norte.
La ampliación más importante que sufrió el templo románico perteneció a la época gótica, cuando se sustituyó el ábside románico por el actual rectangular. El campanario-torre se erigió durante el siglo XVII levantado por el exterior del edificio, complementando el campanario de espadaña del periodo gótico existente con anterioridad.
La portalada de entrada es el elemento más destacado sin duda alguna del edificio, y constituye una obra que hace que merezca la pena visitar Escunhau, puesto que se trata de uno de los portales más originales del Valle. Se cree que la puerta fue desplazada a su ubicación actual durante alguna de las reformas, puesto que no coincide con el paramento sobre el que abre. Esta elaborado con piedras granito perfectamente cortadas y dispuestas y se puede intuir dos fases de construcción, la puerta en sí misma y el friso superior, aunque ya veremos más adelante que probablemente el friso corresponda a un añadido posterior. Se data entre mediados del siglo XII y principios del XIII.
Inscrita en un cuerpo rectangular algo sobresalido del plomo del muro consta de tres arcos de medio punto adovelados con dos arquivoltas de sección circular en el intradós de dos de ellos. El arco exterior cuenta con una cenefa que la acompaña exteriormente en todo su recorrido decorado con un jaqueado.
El tímpano contiene la imagen de cristo crucificado y bajo él un dintel también decorado con motivos jaqueados en todo su frontal. La figura de Cristo aparece desproporcionada con la cabeza muy grande con respecto al resto del cuerpo, y tras él aparece perfilada una gruesa cruz. El Cristo esta clavado con cuatro clavos y corresponde al tipo aranés que aparece también en Vielha y Gausac.
Las arquivoltas y los arcos descansan sobre dos impostas que contienen una sencilla decoración con hojas filiformes que forman tallos que se ondulan y se ramifican, un estilo de decoración que aparece en muchos otros lugares de Aran y que podría tener influencias del arte bizantino o islámico. La imposta retranquea cuando llega al primer y segundo capiteles y continúa formando la franja del dintel antes mencionado. Entre el capitel interior y el dintel se sitúan dos objetos adosados a la esquina formada, a la izquierda una esfera y a la derecha un objeto de forma cilíndrica. Cerca de este cilindro del lado derecho, aparece en bajorrelieve en la imposta la figura de un ave, y en la cara lateral un campo de hojas trilobuladas. 
Dos pares de columnas de sección circular flanquean la entrada y se levantan sobre unas bases esquemáticamente decoradas con motivos geométricos. Destaca uno de ellos que refleja una imagen muy rústica y esquemática de un animal y una figura humana. Los capiteles merecen una atención especial: el situado a nuestra izquierda cuenta con un rostro en cada una de las caras, el siguiente capitel contiene idéntica decoración geométrica que las bases de tres de las columnas. Al otro lado, el primero de los capiteles cuenta con mas rostros, barbudos algunos de ellos, y el último capitel del lado derecho cuenta de nuevo con rostros inscritos en una especie de círculos. Así tenemos que de las cuatro columnas, tres cuentan con la misma estructura decorativa capitel-base pero el cuarto rompe con este esquema.

Sobre el conjunto de la puerta encontramos una franja de bloques esculpidos con diversos motivos, formando un remate a modo de friso. Conformado en una estructura simétrica presenta tres bloques diferenciados:
Los dos extremos, idénticos, que contienen un círculo en el que se inscribe una cruz griega con un pie de apoyo. Al lado del círculo pequeños bajorrelieves geométricos en forma rectangular y triangular.
En el bloque central encontramos otros tres círculos siendo el central un crismón trinitario. Los dos laterales contienen cada uno el mismo esquema, una especie de estrella de ocho puntas inscrita dentro. Mas bajorrelieves geométricos decoran los espacios entre los círculos con formas rectangulares, triangulares y en dientes de sierra. Dos cruces griegas con pies aparecen ente los círculos, en la parte superior del bloque.
El crismón es muy similar en tipología y estructura a los de Bossost y destaca puesto que no es muy común que el crismón vaya acompañado de otras imágenes como el caso de las estrellas laterales. Estas estrellas podrían simbolizar imágenes solares o incluso el ciclo sol-luna como indicados de un principio-fin. Este tipo de símbolos se asocian en monumentos funerarios paleocristianos, visigodos o pre-románicos relacionándolos con la inmortalidad del alma. Podría ser también que las piezas que forman el friso correspondieran a un frontal de sarcófago, recolocadas posteriormente sobre la puerta de entrada. ¿Quién sabe?


Finalmente podemos destacar las dos piedras en forma de cabeza que se apoyan en los extremos superiores del friso. Ente ellas quedan los restos de una vigas de madera que formarían un porche sobre el portal. 


Sant Feliu de Vilac
San Felipe de Vilach es una iglesia románica del pueblo de Vilach en el municipio de Viella y Medio Arán (Valle de Aran) protegida como bien cultural de interés local . Está situada en las afueras del núcleo, en el lugar del antiguo castillo, del que el campanario era una torre de defensa. Es de origen románico (siglos XII-XIII) habiendo sido reformada en épocas posteriores.
El edificio preside la plaza mayor de la villa. Es de planta basilical (26,70 m de largo por 11,15 m de ancho), de tres naves, la central cubierta con bóveda de cañón, y de cuarto de punto las laterales, reforzadas por arcos torales y separadas por arcos formeros que descansan sobre pilares circulares. De la bóveda arranca una pequeña cornisa decorada con esferas en relieve. Al lado oriental encontramos el actual presbiterio octogonal cubierto por una cúpula con linterna que es una obra del siglo XIX. En su extremo, según consta en la fachada, se construyó la sacristía en 1829. ​
La iglesia fue edificada en el XII siguiendo el mismo modelo que la del Bossòst, si bien en su construcción se emplearon elementos anteriores (visibles en la fachada). Su planta, muy cuadrangular, es poco frecuente en el Valle de Arán, lo que hace suponer que se constituyó con abundancia de medios. En el curso del siglo XVI, la cabecera sufrió importantes transformaciones, siendo derribados los ábsides románicos. Durante el XIX ésta fue nuevamente modificada, adquiriendo su aspecto actual. ​
La iglesia está dedicada al mártir San Félix Africano o Félix de Gerona, patrón del pueblo, a quien en 1998 le dedicaron unos Gozos escritos en aranés por Agustí Masvidal.

La portada románica se abre al muro sur y está formada por cuatro arquivoltas de medio punto, lisas pero rodeadas por un guardapolvo ajedrezado jaqués con cordajes trenzados, sólo una arquivolta conserva su columna de fuste exento y monolítico que descansa sobre una base ática bastante alta y con un capitel cúbico con entrelazados.
El espacio interior delimitado por el dintel liso y la arquivolta interior está ocupado por el tímpano. En él se representa la imagen del Pantocrator rodeado por los cuatro evangelistas, todos ellos esculpidos de manera rústica y primitiva, dando a la imagen un carácter arcaico, de manera similar al de Bossost. En este caso, el esquema compositivo queda condicionado por la posición central del Todopoderoso al que se subordina la iconografía metamórfica, distribuida de manera irregular y asimétrica, quedando espacios impracticables para alguna de las figuras.
La figura de Cristo aparece entronizada con la mano derecha en actitud de bendecir y con la izquierda sujetando un pergamino. Lleva una túnica surcada por muchas estrías y pliegues, que permiten adivinar algunos rasgos antropomórficos de la figura, como por ejemplo las piernas, algo caídas en una actitud poco solemne, todo hay que decirlo.
La altura de la figura excede el espacio ocupado por el tímpano, por lo que queda algo sobresalido en la parte inferior.
A nuestra izquierda aparece primero el águila de San Juan y bajo ella, en el poco espacio que queda libre, el toro alado de San Lucas. A nuestra derecha el ángel de San Mateo y bajo él, caso por descarte, el león de San Marcos.
La realización del conjunto ya se ha dicho que aparece grosera y poco refinada, además de haberse realizado con una grave falta de previsión y de estudio, a tenor del poco espacio que ocupan alguna de las figuras con respecto a otras de igual rango. Todos estos comentarios los podemos aplicar al tímpano existente en la portada norte de Bossost.
El último elemento decorativo del portal aparece sobre la puerta y está compuesto por un bloque rectangular esculpido dispuesto a la manera de friso. La temática contenida realizada en bajorrelieve consiste en tres círculos tangentes, de los cuales el central contiene el anagrama de Cristo o Crismón, mientras que a los laterales se inscriben motivos vegetales en forma de estrellas de nueve hojas. Entre los círculos, en el espacio superior, aparecen dos pequeñas cruces griegas. Este bloque, quizás reaprovechado, es muy semejante al existente en Escunhau, aunque de menor calidad.
El crismón sigue las pautas de los crismones araneses, con las letras alfa y omega invertidas, de igual manera que la S.
Finalmente, del capitel que aún se conserva, decorado a modo de entrelazados, se identifica rápidamente con la portada norte de Bossost.
En el centro del muro oeste se levanta el campanario gótico de planta cuadrada y tres pisos. El superior presenta dos ventanas de arcos apuntados a cada lado y el inferior tiene una única ventana por cara con tres arcos sostenidos por columnas.


Interior
En su interior conserva varios elementos de época románica. Una pila bautismal que tiene la parte superior decorada por un friso continuado donde un monstruo alado se muerde la cola formando una cinta continua ondulante de poco relieve que rodea el perímetro de la pieza. Entre las ondulaciones hay tréboles y piñas. La parte inferior de la pila, donde hace la ondulación, está decorada con una figura humana de extraña apariencia, con ojos sobredimensionados, de pie, con las piernas y los pies representados de perfil y el resto de frente y tocándose la cabeza con la mano izquierda.
El resto de la pila está decorada con arcuaciones muy estilizadas. El pedestal está formado por una columna con cuatro bordones. La base está decorada con pequeñas semiesferas en relieve. ​
También hay una pila de bendición con dos franjas horizontales, con incisiones romboidales muy profundas en la parte superior y semiesferas en la parte inferior. El pedestal, de unos 45 cm de altura está formado por una columna central de unos 20 cm de diámetro, rodeada de cuatro columnas exentas que se apoyan en cada uno de los ángulos de la base de forma cúbica.
Se conservan una talla policromada de la Virgen de Gracia de transición al gótico (siglo XIII), una cruz procesional de plata sobredorada (siglo XVIII), así como cinco paneles de un antiguo retablo gótico, con san Miguel y el Tránsito de la María de factura excelente, atribuido al "maestro de Vielha" o Pere Despallargues. ​
En la sacristía encontramos cinco paneles de un retablo gótico en mal estado de conservación. Representan a San Miguel, la Visitación, la Anunciación, el Nacimiento de Jesús y el Tránsito de María. Las tablas presentan diferencias de ejecución, lo que hace pensar en varios autores. ​

Pies de altar
1. Situado en la segunda capilla debajo del presbiterio octogonal. Está construido de un solo bloque monolítico de piedra, de planta cuadrada, con una semi-columna en cada ángulo que se apoya sobre una base y que está rematado por un alto capitel con una serie de líneas horizontales en la parte central flanqueadas por ajedrezados. ​
2. Situado en la primera capilla bajo el presbiterio octogonal. Es un bloque monolítico de piedra, de superficie lisa excepto una abertura en el centro que parece que podría haber servido funciones de relicario. ​
3. Situado en la capilla central izquierda del presbiterio. Es un bloque de piedra monolítica, de planta cuadrada con una semi-columna de poco relieve y un atlante muy basto esculpido en su centro. La parte inferior, a modo de base, no presenta apenas decoración y en la parte superior aparece un capitel alto y sin decoración. El atlante aparece representado frontalmente, sosteniendo el capitel con la cabeza y las dos manos, con las piernas separadas. ​
4. Situado en el centro del presbiterio. Bloque monolítico de piedra, de planta cuadrada y una columna semicircular en cada ángulo. Entre ellas se encuentra esculpida una columna central con cuatro semiesferas en relieve acusado, dos en la parte superior y dos en el inferior. Esta parte central se apoya sobre una baza decorada con un rectángulo en bajorrelieve donde hay una cruz esculpida. La parte superior, a modo de capitel, está decorada con dos círculos separados por un eje formado por cinco incisiones cuadradas. Mide unos 90 cm de altura x 42 cm de ancho y 32 cm de espesor. ​

 

 

 

 

Bibliografía
CARBONELL i ESTELLER, Eduard, L'art romanic a Catalunya, Barcelona, 1974-1975, 2 tomos.
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"Fons del museu de Frederic Marés. Catáleg d'escultura i pintura medievals". Aj. de Barcelona. 1996.
GUDIOL RICART José, ALCOLEA GIL, Santiago y CIRLOT, Juan Eduardo, Historia de la pintura en Catalunya, Madrid, 1956.
JUNYENT i SUBIRÁ, Eduard, Cataluña, Madrid, 1980, 2 tomos (col. La España Románica).
JUNYENT i SUBIRA, Eduard, Catalogne Romane, La Pierre-quivire, 1960-1961, 2 tomos.
Soler i Santaló Juli. "La vall d’Aran. Guia monográfica de la comarca". Ed TREMP. 1998 
Butlleti del servei de restauració de Béns Mobles (RESCAT). Nº 3. Juliol 1997.

 

 

 

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