Románico en Val d'Aran
en el Valle de Arán se desarrolló, desde
finales del siglo XII y hasta mediados del siglo XIII, una gran actividad
constructiva. Algunos ejemplos destacados de estas iglesias son Sant Esteve y
Santa María de Cap d'Arán, ambas en Tredós, Sant Andreu, en Salardú, Santa
María en Arties, Sant Miquel en Viella, Sant Esteve, en Betrén, y la Asunción
de Bossòst. Todas ellas se han conservado en un estado aceptable, aunque hay
que subrayar la mayoría han sido restauradas, en ocasiones, de forma excesiva.
A pesar de la proximidad geográfica con el vecino Valle del Boí, el románico
del Valle de Arán muestra algunas características distintas. Si bien la
estructura de las iglesias sigue el mismo esquema, es sobre todo en los
elementos decorativos en donde se observan las principales diferencias, en
parte, porque el románico de Arán es de un estilo más pleno, y también un poco
más tardío
En el valle del Boí las iglesias carecen por
completo de escultura arquitectónica, algo que sí que es frecuente en Arán. Las
iglesias del Boí han conservado grandes pinturas murales que decoraban los
interiores, y que suplía con creces la ausencia de escultura. Sin embargo en el
románico aranés estos frescos se han conservado en un número muy inferior. La
prueba de que existieron se encuentra en algunos fragmentos conservados de
forma muy parcial, como los del ábside de la iglesia de la Asunción de Bossòst,
donde se reconoce una escena de la Epifanía, o las que se encuentran en la
iglesia de Santa María de Cap d'Arán, en Tredós.
En general, las iglesias del Valle de Arán
permanecen fieles, en cuanto estructura y formas decorativas, a los modelos
conocidos, y desarrollados en Cataluña en los siglos XI y XII, aunque hay
algunas notables excepciones. Los materiales fundamentales son los que más
abundan en la zona: la piedra, la madera y la pizarra para las cubiertas. Por
lo general se trata de iglesias muy horizontales, en ocasiones con torres
campanarios, que sobresalen del edificio, aunque nunca están exentos del todo.
En el interior se dividen en una o tres naves con sus correspondientes ábsides
semicirculares que sobresalen al exterior, el central siempre más profundo. Las
naves casi siempre se dividen por medio de tres pilares de fuste cilíndrico, en
donde los capiteles son sustituidos por grandes cimacios o por ábacos. Casi
siempre tienen cubiertas abovedadas, aunque las más antiguas se cubren con
estructuras de madera. Por lo general, no presentan grandes alardes decorativos
en los exteriores, y, cuando éstos existen, denotan influencias de Jaca o
Lombardía.
En el apartado dedicado al románico del Val
d'Aran nos ocuparemos de Sant Esteve de Tredós, Santa María de Cap d'Aran de
Tredós, Santa María de Arties, Assumpció de María de Bossòst, Sant Miquel de
Vielha, Sant Andreu de Salardú, Santa Eulalia de Unha, San Pedro de Escunhau,
San Félix de Vilac .
Iglesia
de Sant Estève de Tredós
La iglesia se alza al suroeste de Tredós, sobre una llanura a 1320 m de altitud, sin construcción alguna a su alrededor,
y puede visualizarse desde cualquier punto de la población. Se llega a ella por el desvío de la carretera C-28
en el kilómetro 34, que se adentra hasta el centro de la localidad. Se sigue por la calle Major, se toma el puente que cruza el río Garona, que da a la calle de Sant Esteve desde donde arranca
un camino de montaña (señalizado como Camí de Sant
Esteve), ascendente en todo momento y que debe realizarse a pie, que conduce hasta la iglesia.
Tal y como atestiguan algunas fuentes orales y arqueológicas, la necrópolis de la
iglesia estaría formada por tumbas de cista.
Destruida por motivos que se
desconocen, se situaría en la explanada de la cara norte, frente a la puerta.
Este templo, cuyo origen se remontaría a época
románica, presenta planta
de nave única rematada por una cabecera cuadrangular moderna, que habría
sustituido al ábside semicircular románico primigenio, del cual se conservan ciertos
vestigios. dos arquillos ciegos comprendidos entre lesenas, labrados sobre
bloques de piedra toba. El paralelismo con otros ábsides del primer románico en
el valle de Aran es evidente, tanto por el tipo ornamentación como por el material utilizado. Sin embargo, en esta capilla se evidencian dos particularidades. la decoración está desprovista del friso de dientes de sierra
y el número de arquillos entre lesenas es solamente de dos, cuando
normalmente las series de arcos son más numerosas. Estas peculiares características solamente se dan en otra
iglesia ubicada en la
misma población: en Santa Maria de Cap d'Aran. Esta singular semejanza permitiría situar su origen en el siglo
XI, coetánea a la primera fase de
construcción de
la vecina Cap d'Aran.
El aparejo de época
románica, que se extendería mayoritariamente por los muros septentrional y
meridional, está formado por bloques generalmente medianos, rectangulares, aunque
torpemente labrados, con los cantos apenas trabajados y sin pulir, y distribuidos en hiladas que tienden a la
horizontalidad, pero que acaban por desordenarse. La parte occidental
resulta ser la más alterada,
pues parece ser fruto de una reforma de época moderna.
En el ángulo
noroccidental se halla la
espadaña, una excepcional estructura construida en un muro exento a la nave, como si de un
contrafuerte se tratase. La parte
superior del muro es de menor grosor, en el Que las campanas se alojan en dos
arcos geminados de medio punto, adovelados y separados por un estrecho bloque
monolítico que actúa de columna. Toda la estructura se halla rematada por un
tejado de doble vertiente. Se descarta el origen románico de la parte inferior,
dada su excepcionalidad estructural y posición.
En las iglesias coetáneas de nave única, la espadaña se situaría rematando el
muro occidental, como en Sant Fabian de Arres. No obstante, la parte superior
podría tratarse de un reaprovechamiento de la original.
El sistema de cubiertas de la nave, de época
reciente, consiste en un entramado de madera de doble vertiente. A partir del
presbiterio y hasta el extremo oriental, se optó por otra techumbre de madera,
más baja, hecha a modo de baldaquino apoyado en cuatro columnillas.
Desconocemos cómo sería la cubierta original, aunque no se debe descartar que
también fuese de madera, puesto que
la parte superior de los muros no presentan indicios de los arranques de la bóveda.
Además, este tipo de planta
de nave única, de muros altos y techumbre de
madera, recordaría a Sant Pèir de Escunhau, cuya primera fase de construcción ‒siglo
XI‒ presentaría características
similares. La iglesia está cubierta
con un tejado de doble vertiente de pizarra, en cuyos extremos se ha aplicado
la fórmula del penau, esto es, el escalonamiento del tejado en sus extremos, solución propia de la arquitectura tradicional aranesa.
El acceso al interior del templo se efectúa por una sencilla
puerta en el extremo occidental de la fachada septentrional. Su aspecto actual
remite a un origen gótico o incluso renacentista, tanto por su arco apuntado
como por sus dovelas, grandes bloques de piedra cuyas aristas se han
transformado en una tercera cara. Se
ha planteado la posibilidad de que estuviese precedida por un atrio, pues se documentaron vestigios de éste, actualmente inexistentes. Asimismo, es plausible que la portada original
estuviese provista de columnas, como lo atestigua la existencia de una basa reutilizada en la actual pila
benditera. Además, algunos estudios apuntan a que los elementos pétreos conservados en la cripta de la vecina Santa Maria de Cap d'Aran
(capiteles y fragmentos de fustes) debían de proceder
de esta iglesia menor.
Pila benditera
La actual pila benditera se encuentra a mano derecha de la puerta
de entrada, encastada en la propia jamba y se compone de dos partes.
La superior funciona como cubeta, de 23 cm de altura, con forma de pirámide
invertida y rematada por una especie
de plinto, en la parte superior. La
inferior (29 cm) actúa como soporte —a pesar de hallarse encastada— y resulta
de la reutilización de una basa de columna, formada por un plinto y dos toros.
Pila/ receptáculo
En la esquina sureste del ábside, se encuentra
una pila que debió de servir como receptáculo (de aceite o grano). Se trata de una pieza rectangular, de unos 50 cm de alto y 103 de largo, actualmente cubierta por una tapa de madera. Íntegramente encalada, no se perciben elementos ornamentales en
su superficie. No se puede asegurar Que sea de periodo románico.
Altar mayor
El altar mayor aún conserva el ara románica, rectangular, fragmentada en una de
las esquinas y cuya parte inferior es de forma troncocónica. Se halla soportado
por dos columnas cilíndricas, desprovistas de pie, y un bloque
de granito actual en la parte
trasera.
La cronología de Sant Estève, modesta capilla
de factura popular, podría situarse a partir de la segunda mitad del siglo XI,
a juzgar por los citados paralelismos con Santa Maria de Cap d'Aran (decoración
absidal) y Sant Pèir de Escunhau
(al tura de la nave y tipo de
cubierta). Nos hallaríamos, pues, ante una de las iglesias del primer románico
aranés, aunque distaría ligeramente de sus contemporáneas de Arres, Arró y Vilamòs.
Iglesia de Santa María de Cap d'Arán de
Tredós
La población de Tredòs, antes conocida como Cap
d'Aran (o Capite
Daran)
es decir, en la cabeza de Aran, se haya situada al borde de la C28, carretera
que une Vielha con Sort a través del escarpado Port de la Bonaigua. Viniendo
desde Vielha aparece como la última población del valle y para alcanzar la
iglesia hay que salir de la carretera en la primera curva cerrada a la
izquierda que ya supone la primera rampa del puerto de la Bonaigua. Se puede
acceder en coche hasta el pie de la iglesia por una calle empedrada en
pendiente. Si se accede al Valle desde el Pallars será el primer núcleo poblado
que encontremos a nuestra izquierda.
La primera mención documentada sobre la iglesia
de Santa Maria de Capite Daran aparece en el año 1198. En ella, Pedro II el
católico libraba de franquicia de todo usage, peajes y otras atribuciones a la
iglesia de Santa Maria y a los pobladores de Capite Daran. Durante los siglos
siguientes, la iglesia se convierte en un santuario muy apreciado por los
araneses.
Se trata de un imponente edificio de piedra que
se levanta en la parte alta del pueblo. Desde el exterior destaca sobre todo la
altura de sus muros, la inclinación apuntada de la cubierta de pizarra y el
campanario rectangular exento, único en la Val de éstas características. El
edificio se construye durante el siglo XI, al menos las partes más arcaicas,
siendo remodelada y ampliada durante los siglos XII y posteriores.
Se levanta sobre una planta típica basilical de
tres naves, paralelas pero desiguales, que se unen mediante un espacio
presbiteral con tres ábsides semicirculares en la cabecera. En la planta que os
ofrecemos podemos ver que los pilares que separan los tres tramos y el
presbiterio son cruciformes que separan las naves soportando unas arcadas de
arco de medio punto. La actual cubierta es de madera, con una pronunciada
pendiente, típica de las edificaciones de alta montaña.
Si nos damos una primera vuelta de inspección
alrededor del templo, pediéndose circundar en toda su totalidad, podremos ver
que existe algún elemento de disparidad claro entre distintas partes del
edificio que denotan al menos dos fases constructivas en el conjunto. En el
muro norte, situado sobre el cementerio local, podremos observar que toda la
totalidad del muro parece haberse ejecutado en un mismo periodo y parece
corresponder a la construcción inicial, ya que vemos que en la coronación
aparecen canecillos que probablemente pertenecen al primer periodo constructivo
del templo. No obstante, en el muro sur y en el ábside central apreciamos que
existen dos fases constructivas distintas, sobre todo si observamos con
detenimiento los contrafuertes que no alcanzan la cornisa y las hiladas de
canecillos y arcuaciones ciegas en la parte oriental del muro. Si además
observamos la cabecera detectaremos también que el muro de cierre de las naves
cuenta con una junta que perfila la techumbre original del edificio, así como
una remonta efectuada en el ábside central, donde las arcuaciones decorativas
quedan de nuevo, como en el muro sur, lejos de la cornisa del paramento. Es
posible que sobre el edificio primitivo del siglo XI se levantara un tramo de
muro que elevara la nueva cubierta de madera, tal como la observamos hoy.
La cabecera cuenta con tres ábsides
semicirculares, que si nos fijamos se adaptan ligeramente a la pendiente del
terreno sobre el que se asienta la construcción, quedando algo más elevado el
ábside lateral de septentrión. Otra curiosidad radica en la disparidad de
soluciones decorativas adoptadas en cada uno de los ábsides:
·
en
el ábside central tenemos una sencilla decoración a base de arquillos lombardos
agrupados de dos en dos sobre lesenas rectangulares, con tres ventanas abiertas
en el muro, la mas meridional sin duda ampliada con posterioridad, puesto que
es mas grande que sus compañeras y rompe una de las lesenas.
·
en
el ábside lateral del lado sur aparece de nuevo la franja de arcos ciegos,
agrupados también de dos en dos, pero esta vez "apoyados" sobre
lesenas cilíndricas rematadas con capiteles decorativos adornados con motivos
vegetales. Bajo las arcuaciones se han instalado también a modo de ménsulas,
unas piezas trabajadas en formas diversas, como cabezas o plantas. La única
ventana centrada.
·
finalmente,
en el ábside norte, más elevado con respecto a su simétrico meridional, no
cuenta con la franja de arcos lombardos que adorna a sus compañeros, sino que
una sencilla cornisa formada por una franja de ajedrezado apoyada sobre
ménsulas en las que aparecen sencillas formas decorativas, geométricas y
rostros esquemáticos. La única ventana también es distinta de sus hermanas
vecinas, puesto que es en este caso se trata de una delgada aspillera cuyo arco
de medio punto lo forma una única pieza moldeada.
Detalle de la decoración
En frente del muro occidental de levanta el
campanario exento, con la configuración típica de los campanarios araneses y
pallaresos, esto es con la techumbre octogonal muy inclinada de pizarra.
Conserva en su tramo inferior-medio un regrueso en las esquinas que
constituiría su decoración primitiva. Otro pequeño campanario de espadaña se
levanta sobre el muro oriental de la cabecera.
Dos puertas permiten el acceso al interior. Una
de ellas se sitúa en el muro oeste, quizás la principal, compuesta por tres
arcos de medio punto adovelados en degradación, el arco exterior integrado en
el muro, el arco central apoyado sobre dos columnas cilíndricas con capiteles,
y el interior sobre dos impostas pétreas. Situado encima de la clave existe un
crismón cristológico esculpido en bajo relieve.
Ambos capiteles cuentan con la misma imagen
esculpida, se trata de una serie de cabezas situadas en el centro y en los
ángulos que emergen de una especia de fuente de hojas y rizos, aparece también
algún que otro fruto en forma de bola entre ellos. Las impostas son sencillas y
sin trabajo, excepto la situada a la derecha, que en su cara frontal contiene
una esquemática figura humana situada en posición horizontal.
La otra puerta se abre en el muro meridional,
sencilla y formada por un arco de medio punto a base de grandes dovelas bien
labradas, con un tímpano decorado con otro crismón, en este caso del tipo
trinitario. Delimitando el arco aparece un guardapolvo en forma de ajedrezado
que perfila y también las impostas. Una pieza alargada forma el dintel del
marco sobre el que apoya tanto en tímpano como el arco adovelado. Junto al
crismón, en el interior del tímpano, aparece una inscripción que reza el nombre
del autor:
" AT+ CETUL ME FECIT "
Portal sur
De todos los ventanales que iluminan el
interior podemos destacar algunos de ellos. Los del muro sur aparecen como
posteriores reabiertos sobre una obertura anterior, con alguna modificación
posterior y tapiado de algún ventanal gótico (imagen 5). En el muro oriental,
sobre los dos ábsides laterales se abren sendos oculos con alguna decoración a
base de botones. Pero las ventanas mas interesantes aparecen en el muro norte,
concretamente en las situadas en los dos tramos mas orientales entre los
contrafuertes, situadas a baja altura, casi a ras de suelo, hecho que permite
una singular admiración de su decoración desde escasos centímetros de
distancia.
Sus pinturas murales fueron descubiertas en el
año 1930, arrancadas y llevadas al museo The Cloisters de Nueva York.
Están datadas entre los siglos XI y XII y atribuidas al
círculo del Maestro de Pedret.
La primera de ellas, la más cercana al ábside,
cuenta con un arco de medio punto adovelado perfilado por una franja
ajedrezada, apoyado sobre una unas impostas decorada con cenefa en zigzag y un
par de columnas con capiteles decorados también muy rudimentariamente, en el
izquierdo aparece una cara rodeada de una especie de mar, mientras que en el
otro caso tan solo se aprecian motivos geométricos que imitan algún tipo de
vegetación. El caso del capitel izquierdo me crea alguna duda sobre si pretende
representar alguna idea o es simplemente decoración, puesto que el rostro
existente aparece rodeado con una corona poligonal a modo de corona solar, como
si representada el sol sobre el mar en el momento del amanecer o del ocaso.
El segundo ventanal aparece con dos arcos de
medio punto en degradación, con un guardapolvo similar al de la ventana
lateral, a modo de ajedrezado que apoya sobre una imposta ajedrezada que
perfila la base y el cimacio de los capiteles. El arco interior aparece también
decorado con el motivo ajedrezado. Las dos columnas laterales cuentan con
sendos capiteles decorados con tiras entrelazadas creando un bonito dibujo
geométrico. Dos grotescos rostros adornan el conjunto, uno a cada lado.
En el resto del muro sur destacan una sencilla
ventana aspillera en el tramo más occidental del muro y alguna de las piedras
del paramento que aparecen con dibujos ajedrezados de nuevo, al parecer
dispuestas sin ningún sentido dentro del muro.
Y finalmente en el muro norte, toda la cornisa
queda poblada de canecillos, algunos decorados y algunos lisos, que dispongo
aquí empezando por el extremo oriental y terminando por el occidental.
Dentro del templo destaca el pavimento del
presbiterio elevado del resto, bajo el que aparece una cripta conformada por
dos espacios separados por un arco de medio punto, recubiertos cada uno con una
cúpula de cuarto de esfera y una bóveda de cañón. Según la tradición, dentro de
esta cripta fue hallada la imagen de la Mare de Diu de Cap d’Aran durante la
alta edad media, destruida finalmente en el 1936.
De la iglesia también procede un notable
conjunto de pintura mural descubierta el año 1930. Los frescos fueron
arrancados y se vendieron subrepticiamente entre ese año y el 1951, ocultando
su procedencia y atribuyéndolas a la inexistente iglesia de Sant Joan de Tredòs.
El conjunto mayor se expone en el museo The Cloisters de Nueva York, aun con el
nombre falso de Sant Joan de Tredòs. Se trata de las pinturas murales del
ábside central en el que aparece la figura de la Madre de Dios en Majestad, con
el niño y los arcángeles Miguel y Gabriel a ambos lados y se completa con la
imagen de los tres reyes magos.
Iglesia de Santa María de Artiés
La población de Arties se sitúa en la orilla
sur de la carretera C-28 entre las localidades de Vielha y Tredós. La iglesia
de Santa Maria queda ubicada al suroeste de la población, en el promontorio
alto donde otrora se encontraba también el castillo. Para llegar hemos de
atravesar todo el pueblo, cruzar el río Garona por el puente de piedra, cruzar
otro nuevo puente sobre el Valerties y dirigiéndonos hacia la parte suroeste
del pueblo.
La iglesia de Santa Maria de Arties es un lugar
que merece la pena visitar por su magnificencia y su bello campanario gótico.
De nuevo nos encontramos con un edificio levantado sobre una planta basilical
de tres naves, rematadas originalmente con tres ábsides semicirculares, de los
que hoy solo se conservan los dos laterales. Una bóveda de cañón recubre la
nave central, mientras que otras bóvedas de 1/4 de circunferencia hacen lo
propio con las naves laterales. Éstas quedan separadas de la central por una arcada
de arcos de medio punto que se levantan sobre 6 pilares cilíndricos que separan
el edificio longitudinalmente en 4 tramos. El edificio puede datar del siglo
XII, bastante tardío con respecto al resto de iglesias aranesas, a pesar de
ello cuenta con un perfil agradable que invita a contemplarla tranquilamente,
sobre todo desde el sur de la cabecera, en el cementerio anexo. Algunas
reformas y añadidos posteriores han conformado de definitivamente el edificio
en un conjunto heterogéneo y dispar, aun conserva su aire románico inicial, sobre
todo por los ábsides y por la decoración de las puerta norte. Cuatro
contrafuertes modernos aparecen en el muro sur, así como un saliente en el lado
norte. El ábside central se ha remodelado también, sustituyendo el románico
semicircular por uno rectangular.
Santa María
de Arties es un edificio de planta basilical de tres naves, encabezadas por
tres ábsides de los cuales solo se conservan los dos laterales,
semicirculares.1
El ábside central se perdió y ha sido reconstruido modernamente. En los ábsides
laterales hay decoración de horquillas ciegas y una franja de taqueado francés
o ajedrezado en diagonal. En el ábside sur los arcos lombardos descansan
sobre ménsulas adornadas con motivos y líneas horizontales, con algún detalle
como una cruz entre dos de los arcos, o un motivo esquemático en vegetal. En
la decoración del ábside norte hay una con forma de cara.
La nave central es de bóveda de cañón y
sufría un proceso de apertura que todavía se puede ver en los desplomes de las
pilastras. El año 1999 se hizo una intervención para solucionar esta
disfunción. Las naves laterales tienen bóveda de un cuarto de circunferencia
y quedan separadas de la central por una arcada de arcos de medio punto que se
sustentan encima de 6 pilares cilíndricos que separan el templo
longitudinalmente en 4 tramos.
El edificio está datado del siglo XII,
relativamente tarde en comparación a otras iglesias aranesas, y a pesar de las
reformas conserva su aspecto románico inicial, especialmente a los ábsides y la
puerta norte. En la pared sur hay cuatro contrafuertes modernos,
así como un saliente en la pared norte.
Tiene dos portales de acceso. La portalada
principal, que se abre a la fachada norte, presenta 6 arcos de medio punto, con
dovelas, soportados por montantes con el mismo número de pilastras cilíndricas.
La decoración presenta motivos como el taqueado jaqués y botones
semicirculares. La última arquivolta está rematada con una cenefa con
taqueado francés en diagonal, idéntica a la de la cornisa de los ábsides. Dos
piedras ménsulas están decoradas con forma de caras masculinas. Una cruz está
grabada en uno de los bloques junto a la puerta.
La puerta encarada al sur comunica con el
cementerio, y presenta 3 arcos de medio punto en degradación, transmitidos a
los montantes, sin decoración. En el muro sur hay una ventana estrechada y
alargada, con decoración con motivos vegetales sobre el arco de apertura,
formado por un único bloque de piedra. Una segunda ventana se encuentra en el
tramo cercano a la cabecera, con un arco apuntado, un poco gótico, y 3 arcos
sobre pares de columnas. La parte superior de los arcos conserva restos de
pintura.
En el extremo oeste hay un campanario de 5
pisos con cubierta piramidal, de estilo situado entre el románico y el gótico,
ejecutado a finales del siglo XIII o principios del XIV. Al
extremo este hay un campanario de espadaña.
En el interior del edificio hay una pila bautismal, a la entrada,
concebida por el bautismo por sumersión y decorada con motivos geométricos. El
altar está soportado por un "tenante" del siglo XI.
Varios retablos barrocos del XVIII han sido incorporados a los
laterales del presbiterio.
Pinturas murales del juicio final
En el techo del presbiterio hay unas
magistrales pinturas murales, de autor desconocido, que representan las escenas
bíblicas del Juicio Final con el infierno, el cielo y la resurrección de
los muertos. Se conservan en muy buen estado y son de una ejecución
excelente. Datadas en los alrededores de 1580, son de las pinturas murales
más importantes que se conservan en los Pirineo. Las imágenes reflejadas a
las pinturas han sido comparadas con las del Bosco, debido a la riqueza de
detalles y la emotividad que transmiten.
El conjunto representa varios episodios del día
del Juicio Final. Algunas figuras son devoradas por un enorme dragón de
dientes afilados, empujadas por demonios con alas, y otros se cuecen dentro de
una caldera atiada por discípulas de Lucifer.
Assumpció de María de Bossòst
Bossost es la última población importante de la
Val d'Aran antes de pasar al estado francés. Situada a ambos márgenes del río
Garona se trata de un bello enclave, repleto de turistas franceses a todas
horas, cuya guinda es la iglesia románica de Era Purificación de Bossost.
Situada en la plaza central de la localidad se
trata de un bello edificio románico de finales del s. XII levantado como es
norma habitual en el valle sobre una planta basilical con tres naves rematada
por sendos ábsides semicirculares. Constituye otro ejemplo de esa estética
románica aranesa, más ligada al estilo particular de Aragón o de Navarra que al
resto de tierras catalanas, si acaso tiene semejanzas con las edificaciones
coetáneas de la Vall de Boi. Un bello y sólido campanario-torre se levanta en
el lado norte del templo y otro pequeño de espadaña se levanta en la cabecera
de la cumbrera de la techumbre. Dos puertas de entrada permiten la circulación
hacia el interior, una situada al norte y otra al sur, excepción a todas las
iglesias aranesas.
El campanario esta levantado sobre una base
cuadrangular de gran altura, decorada superiormente con dos grupos de tres
arcos lombardos separados por un lesena rectangular, todo ello acompañado por
una franja de dientes de sierra. El segundo piso cuenta con una gran ventana de
arco de medio punto y se decora también con arcos ciegos lombardos y dientes de
sierra de nuevo. El tercer piso contiene en cada una de las cuatro caras un
doble ventanal geminado, coronado igual que la planta inferior. EL último piso se
abre mediante dos ventanas en cada una de las caras, coronado como el resto de
plantas. La techumbre moderna se compone de la habitual pirámide octogonal que
surge de una base piramidal cuadrangular.
Parte de la decoración de alguna de las caras
se ha perdido pero el perfil del campanario le da al edificio una bella factura
si se observa desde la lejanía.
Ya se ha dicho que la cabecera remata con tres
ábsides semicirculares cada una de las naves interiores del edificio. Como es
habitual en las iglesias aranesas, el ábside central dispone interiormente se
un espacio presbiteral con lo que queda siempre mas retirado hacia el exterior
que sus dos ábsides hermanos. En Bossost se ha perdido el ábside lateral norte,
reconstruido hoy en día por un sucedaneo de bloques de granito.
Dos ventanas se abren en el muro del ábside
meridional, tres en el del ábside central y es de suponer que de nuevo se
abrían otros dos en el perdido ábside norte. La decoración exterior de estas
sencillas ventanas de arco de medio punto es a base de una franja esquemática
con relieves diversos sobre la piedra monolítica que compone el vano de la
ventana. En el caso general aparece una decoración a base de unas incisiones
rectangulares acompañadas de unas líneas, todo ello dispuesto radialmente sobre
el arco de medio punto. Excepto en la ventana sur del ábside central, donde la
decoración esquemática se ha sustituido por una franja de filigrana de estilo
vegetal, muy común en la decoración de otras iglesias aranesas, como son
en Vilac, Tredós y Artíes.
Ábside central
Ventana ábside central
Ventana ábside central
Ábside sur
Ventana ábside sur
La cornisa de los ábsides cuenta también con
detalles dignos de mencionar. Bajo una franja de decoración mediante jaqueados
que compone la cornisa, una línea de arcos ciegos apoyada sobre ménsulas
pétreas remata el paramento sobre las ventanas, apoyadas sobre ménsulas y sobre
lesenas rectangulares que siguen el mismo patrón que las de la base del
campanario. Sobre el frontal de los arcos ciegos se marcan de nuevo líneas
sencillas que realzan esquemáticamente la curva de los arcos, o dibujan líneas
en diagonales en los espacios vacíos entre estos. Algunas de las ménsulas
aparecen también elaboradas en forma de líneas estriadas en el frontal. La
decoración del ábside norte no se ha conservado pero podemos suponer que seguía
los esquemas existentes.
Sobre el espacio presbiteral que antecede al
ábside central se forma en el exterior una especie de nave que une el ábside
con la nave central que queda cerrada por una cubierta a dos aguas. En la
coronación de estos dos muros que se levantan sobre los laterales de los
ábsides norte y sur también encontramos unas ménsulas trabajadas que apoyan el
saledizo de la techumbre. Cabezas humanas y decoraciones vegetales esquemáticas
son el elemento decorativo escogido para dichas ménsulas, cabezas humanas que
también se pueden encontrar en el resto de ménsulas de los muros norte y sur
del templo, así como en múltiples iglesias aranesas, una especie de elemento
decorativo común que se fue copiando de edificación en edificación.
En el muro que cierra las naves sobre los
ábsides se abren cinco óculos que iluminan el interior del templo. El situado más
al norte cuenta con restos de decoración filiforme, como podemos apreciar en la
imagen.
El portal norte
Empezaremos por el portal situado en la fachada
norte. Encontramos aquí un bonito portal del que destaca sin duda alguna el tímpano
esculpido. El portal en si se abre sobre un bloque rectangular sobresalido con
respecto al muro de fachada, compuesto por dos arcadas de arco de medio punto
con tímpano y dintel esculpidos que se apoyan sobre dos pares de columnas con
capiteles.
Los arcos estan compuestos por piezas
adoveladas regularmente cortadas que se disponen radialmente a los largo del
arco. Sobre el arco exterior aparece una franja de bloques decorados con
ajedrezado.
El tímpano queda inscrito también dentro de un
arco con ajedrezado. En la piedra oscura que compone el tímpano, hecho singular
en el románico, aparece representada la escena del cristo en majestad rodeado
por el tetramorfo o Pantocrator.
En el centro vemos la figura desproporcionada
de Cristo sin mandorla, sentada en un trono y recubierta con unos ropajes
perfilados con estrías y pliegues. Con la mano derecha levantada realiza el
acto de bendecir mientras que con la izquierda recogida sobre su regazo
sostiene un pergamino o filacteria. El rostro hierático esta desproporcionado
con respecto al cuerpo y se cubre con una corona o capacete. Una cara alargada
que se personifica mediante unos grandes ojos dilatados inferiormente por unos
pómulos prominentes entre los que se sitúa una nariz larga y delgada, seguida
de una boca amplia y entreabierta. A ambos lados de la cabeza aparecen dos
cuerpos celestes que representan una cara masculina y una femenina, o el sol y
a la luna, quizá una reminiscencia del arte pre-románico anterior establecido
en el valle.
Alrededor de la imagen del altísimo encontramos
las cuatro representaciones de los evangelistas. A la derecha de Cristo vemos
el águila de San Juan en actitud de volar sujetando el evangelio con las zarpas
mientras las alas se curvan en formas extrañas para encajar dentro del espacio.
Bajo el águila vemos la figura algo difusa de un animal de cuatro patas que podríamos
identificar por eliminación como el toro de San Lucas, alado y llevando entre
las patas delanteras el libro del evangelio.
Al otro lado vemos la gran figura del ángel de
San Mateo, con trazos muy similares a la imagen de Cristo, vemos la túnica con
la misma disposición de pliegues y arrugas, pies descalzos y alas deformadas
adaptadas al espacio. Bajo el ángel, el león de San Marcos, también encajonado
al espacio que le queda.
La composición general de la representación nos
deja entrever que el escultor no realizó ningún tipo de estudio espacial y
compositivo, o que al menos no lo interpretó correctamente. La figura de Cristo
no está centrada dentro de la imagen, el ángel es casi igual de grande que él,
y las dos figuras del león y del toro quedan reducidas a la mínima expresión
por ser el águila y el ángel demasiado voluminosas. El trazo de las figuras y
la representación de los detalles y rostros dan una idea de rusticidad y de
poco desarrollo técnico. Quizás fue elaborado por un taller local que
trabajaría también en el tímpano de Vilac, con pocos ejemplos artísticos de los
que recoger conocimiento.
El dintel situado bajo el tímpano está
compuesto por un bloque continuo en el que se aparece un círculo en el que se
inscribe un crismón trinitario con la alfa y la omega invertida. El resto de la
superficie queda llena de un ajedrezado en relieve, con elementos circulares y
estriados en la parte superior. El fondo del dintel también aparece trabajado.
A cada lado de la puerta encontramos dos
capiteles. En el primero del lado izquierdo vemos una decoración con líneas
diagonales y circulares, de carácter geométrico. El capitel interior aparece
toscamente trabajado con animales fantásticos enfrentados entre ellos.
En el lado derecho, el capitel interior cuenta
con un trabajo similar al exterior del lado izquierdo con decoración
geométrica, mientras que el capitel del lado exterior aparece con un
entrelazado muy similar, (por no decir copiado) al capitel del portal de Sant
Feliu de Vilac.
Sobre el portal un total de 8 canecillos con
caras y elementos vegetales, otros lisos y sin decoración.
El portal sur
En el muro meridional y simétricamente opuesta
al portal norte se abre otro portal de entrada al interior del templo.
Mucho mas sencilla que la anterior esta se
compone por tres arcos apuntados que se degradan a medida que se adentran en el
tramo del muro sobre el que se abre, tramo de muro sobresalido con respecto al
plano que compone la fachada. Por el exterior del último arco de nuevo una
franja perfila toda su longitud con un jaqueado dibujado en ella. Los arcos y
la franja decorada apoyan sobre una imposta rectangular que les sirve de base y
que descansa a su vez sobre las pilastras rectangulares conformadas dentro del
paramento.
El tímpano aparece centrado por el anagrama de
Cristo inscrito en un círculo con las alfa y omega invertidas. El espacio
restante esta invadido por elementos adaptados a las curvaturas del tímpano y
del círculo del crismón, los cuales son recortados en los flancos por dientes
de sierra y adornados en el interior con una serie de semicírculos situados en
la parte inferior y tres círculos en la parte superior. El dintel queda
integrado en la línea de la imposta y aparece trabajado con motivos
ornamentales filiformes de aire vegetal, de idéntica factura que la que aparece
en la ventana sur del ábside central.
Sobre el portal y en todo el muro sur aparecen
de nuevo los canecillos decorados con motivos diversos, como caras, figuras
geométricas y superficies estriadas.
El interior
El interior del templo aparece bastante bien
iluminado por toda una serie de ventanales modernos abiertos en el muro sur,
por el que penetra abundante claridad.
Un total de cuatro tramos quedan delimitados
por tres pares de columnas pétreas de sección circular sobre los que apoyan las
arcadas sobre la que arranca la bóveda de cañón reforzada con arcos torales que
recubre la nave central.
Las naves laterales quedan recubiertas mediante
unas bóvedas de cuarto de circulo que también se refuerzan a la altura de los
pilares con arcos formeros. En las imagenes se puede apreciar en el muro de la
cabecera los óculos practicados que colaboran con la iluminación del interior.
Pintura mural del ábside
Nave lateral
Nave lateral
Iglesia de Sant Miquèu de Vielha
La iglesia de San Miguel de Viella (Valle de Arán) es una iglesia
construida en diferentes fases entre los siglos XII y XIII. Está dedicada
a San
Miguel. Su
construcción original es de transición del románico al gótico. Antiguamente estaba
edificada junto al antiguo castillo medieval, del cual ya no queda ningún
resto. Es por este motivo que la torre del campanario tiene un aspecto
fortificado.
Tiene una única nave, con capillas laterales,
que responde a varias etapas constructivas. Los tres tramos más próximos a la
fachada oeste son del siglo XII. Están cubiertos con bóveda de cañón reforzada
por arcos
fajones.
El tramo previo al presbiterio corresponde al
siglo XV y el crucero y
la cabecera fueron construidos en 1730. Es una obra incluida al Inventario del
Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
La iglesia parroquial de San Miguel, que era la
capilla del desaparecido castillo de Viella, es un edificio románico de
transición al gótico (siglo XII-XIII),
muy reformado posteriormente. Es de una nave cubierta con bóveda de cañón sobre arcos
fajones, y cuatro capillas laterales por
lateral, sacado del par más próximo al crucero, que lo son con bóveda por arista
(1535). En el siglo XVI, por privilegio de Fernando II (1510), se
construyó el campanario, que servía de torre de defensa, y que tiene embebido
en la base el portal del XVI, dentro de un atrio.
La actual puerta de acceso al templo data de
finales del siglo XIII o principios del XIV.
Fue añadida al templo románico existente.
Recuerda mucho la de la vecina de San Esteban de Betrén, si bien está mucho
más deteriorada. En ella se combinan las líneas apuntadas del incipiente estilo
gótico con la temática y simbología románicas. Está formada por cinco arquivoltas apuntadas en
gradación, donde hay esculpidas 59 figuras, referentes a la Resurrección, las
imágenes inferiores, y a la Vida Eterna, las superiores. Podemos ver ángeles,
santos, músicos y los apóstoles disfrutando de la Gloria, mientras que en las figuras
más próximas a los capiteles observamos varios personajes salientes de sus
sepulcros. La portada está protegida por un atrio que forma el primer piso de la torre del
campanario, tal como sucede en la iglesia de San Martín de Gausach.
Portada al nàrtex de Sant Miqueu de Vielha
La torre campanario es una obra del siglo XIV.
De base 6 x 7 metros, tiene la planta cuadrada y está montada sobre
la portada con un arco de medio punto que forma en la
parte interior, con los menajes de la torre, un espacio a modo de porche o atrio. El
campanario, de base cuadrada que acontece octogonal, es coronado por una barbacana que sostiene una
aguda cubierta piramidal de pizarra. El cuerpo del campanario es proveído
de saeteras, y en la parte
superior se abren dos ringleras de ventanales recogidos por una volada cornisa sustentada en
repisas, y acabado con un agudo capitel. La altura total es de
40 metros, y la de la aguja de 13'5 metros.
En el interior guarda una pila bautismal románica. Formada por un vaso
cónico y un pie cilíndrico, con base circular. Tanto el pie cómo la base no
corresponde al vaso. La pila está surcada por tres filetes horizontales que
compartimentan la superficie del vaso en dos franjas. En la superior está
representado un motivo vegetal y en la inferior hay grabados una sucesión de
arcos. El ángulo inferior de la pila está bordeado de botones semiesféricos.
Tanto el pie cómo la base carece de motivos ornamentales: son lisos.
Está esculpida con motivos vegetales y
geométricos de influencia mozárabe.
El retablo gótico del altar mayor es del
siglo XV. Representa escenas de la vida de la Virgen María y de San Miguel.
El cuadro central y los tres del ángulo superior izquierdo son de San Miguel.
Las figuras que lo acompañan en el centro son los apóstoles San Pedro y San Pablo. El autor anónimo, «Mestre
de Vielha», parece discípulo de Pere Garcia de Benavarri, que trabajó
en Barcelona, Lérida y Huesca.
Sant Andreu de Salardú
Cuando visitamos Sant Andreu de Salardù nos
encontramos con un elegante edificio románico, aderezado con algunas añadiduras
de tiempos posteriores, pero que conserva un aire románico que hace que sea una
visita agradable y placentera. Se trata de una construcción de planta basilical
de tres naves, como la gran mayoría de iglesias románicas del valle,
encabezadas por tres ábsides semicirculares en el lado oriental. Construido en
varias fases, podemos decir que es un edificio de construcción tardía, de mediados
del siglo XIII, que cuenta con algunos elementos de transición entre el
románico y el gótico. Salardù constituye un magnífico ejemplo de la perduración
de la concepción espacial y formal de la época románica en un edificio en el
que aparecen presentes unas formas estructurales góticas incipientes, en un
tanteo que poco después se plasmará correctamente definida en otros edificios.
La base estructural del edificio está
impregnada de lo románico, las naves se separan por cuatro arcadas apuntadas y
divididas en cuatro tramos por arcos torales. Todos ellos arrancan de los
resaltos dados por los pilares cruciformes (un total de seis). Las naves
laterales encuentran apoyo en unas pilastras adosadas a los muros perimetrales.
La nave central se recubre mediante bóvedas ojivales, mientras que las
laterales con bóvedas de 1/4 de circunferencia.
Lo primero que nos llamará la atención será el
esbelto campanario octogonal que se levanta, reforzado por contrafuertes en la
base, adosado al edificio por el lado suroeste. Se trata de una construcción
posterior, concretamente del siglo XV, y se levanta mas de 25 metros para
coronarse con cubierta en forma de pirámide octogonal. Como en el caso de
muchos otros templos aranesas, se suma a este campanario-torre otro en forma de
espadaña que queda situado sobre la testera oriental de la cubierta de pizarra,
sobre el presbiterio.
El resto del edificio conserva, como ya se ha
dicho, la planta original y la estructura románica, aunque podemos adivinar
otros añadidos posteriores en la fachada sur, como por ejemplo los dos
contrafuertes que flanquean la portalada de entrada y los arcos adyacentes,
construidos sin duda para soportar el incremento de empuje provocado por el
levantamiento definitivo de la bóveda de la nave central. Tanto en el muro este
sobre los ábsides como en el oeste, se atestigua la existencia de esta remonta
en la junta constructiva que aparecen bajo la línea inclinada de cubierta.
La cabecera se compone de tres ábsides
semicirculares que cierran cada una de las naves. La central, queda algo mas
retirada hacia oriente debido a la existencia de un espacio presbiteral ante el
altar, existente en menor medida en los ábsides laterales. Sobre ellos en el
muro oriental, un rosetón y dos ventanas cruciformes. Ventanas sencillas de
arco de medio punto se abren en los muros curvos absidiales, una en cada uno de
los ábsides laterales, y un total de tres en el central, una de ellas adornada con
un par de pilastras decorativas con capiteles vegetales. La única decoración de
los ábsides, aparte de la ventana central, la conforman toda una serie de
canecillos que coronan el muro bajo la techumbre, más adelante haremos un breve
repaso de ellos.
La portalada de entrada al interior queda
situada en el muro sur del edificio, abierto en el segundo tramo de la nave
lateral meridional. La puerta se abre en bajo un bello arco de medio punto
compuesto por 5 arquivoltas abocinadas apoyadas en cuatro pares de columnas,
flanqueada por un total de tres arcos de descarga que quedan integrados en el
muro sur. A ambos extremos del grupo se levantan los dos contrafuertes, uno de
ellos arqueado por una obertura.
La puerta arquivoltada supone una singularidad
en el conjunto de portaladas románicas aranesas, cuyo prototipo queda definido
por una tipología utilizada comúnmente en el resto de iglesias del siglo XII o
anteriores en el valle, basado en una estructura base de 1 o 2 arquivoltas más
o menos abocinadas, con la existencia de tímpano y dintel, decorados o no. Este
grupo de portadas incluye prácticamente la totalidad de las portadas aranesas
(Bossost, Tredós, Escunhau), y excepto
los casos de Arties (6 arquivoltas adoveladas en degradación, sin tímpano ni
dintel en ambas puertas) y nuestro caso de Salardù, que no cuenta tampoco ni
con tímpano ni con dintel. El Crismón situado en la parte superior es la característica
que comparte con el resto de puertas aranesas, aunque en este caso también
guarda algunas diferencias sustanciales: las letras alfa y omega parecen algo más
trabajadas que en otros casos aranesas, y el palo de la T aparece en uno de los
palos de la X, en lugar de situarse en el de la P.
Las cinco arquivoltas adoveladas son de sección
más o menos curva, ninguna de ellas forma un ángulo. Las piedras son de mármol
de un color claro con betas oscuras en algunos casos y están bien trabajadas.
1.
La
primera (la más exterior) de las arquivoltas está compuesta por una sencilla
ondulación y arranca de dos piedras labradas en forma de caras grotescas caras,
un par de ellas a cada lado. Podríamos intuir que los rostros del lado
izquierdo representan caras femeninas y los del lado derecho caras masculinas,
aunque no estamos del todo seguros (fotos 27 y 28). Sobre la parte superior de
la arquivolta aparece una cenefa de formas irregulares, más o menos continua a
lo largo de toda la arquivolta.
2.
La
segunda arquivolta está compuesta sobre una curva única en la que aparecen
tallos vegetales en su intradós que se entrecruzan formando una especie de
espacios romboidales. En el frontal aparecen un buen número de motivos
vegetales, geométricos, florales, estelares y zoomórficos.
3. Las restantes arquivoltas, tercera, cuarta y quinta (la más interior) son
una combinación de molduras y secciones onduladas totalmente lisas y sin
decoración.
Los cuatro pares de columnas se coronan
superiormente por el mismo número de capiteles, y sobre ellos arrancan las
arquivoltas.
En el lado izquierdo podemos ver de izquierda a
derecha:
·
Un
capitel con decoración vegetal, en este caso aparecen unas hojas lanceoladas
·
Un
capitel con la flor de lis
·
Representación
de árboles, uno en cada cara
·
De
nuevo hojas parecidas a las hojas en las decoraciones cistercienses.
·
Capitel
con hojas lanceolada, parece que ha quedado incompleto
·
En
este capitel aparecen hojas con flores
·
Combinación
de hojas y rostros
·
Combinación
de arcos y botones.
Estilísticamente podríamos decir que deriva de
la portada de la Seu Vella de Lleida, aunque comparada con aquella la
nuestra queda bastante menos ornamentada. Los capiteles también se pueden
comparar bastante cercanamente con los característicos capiteles vegetales y
sencillos del cister, como los existentes en Santes Creus o Poblet, aunque en
Salardù se ha aplicado una técnica bastante más rústica. Todo ello ayuda,
derivación posible de Lleida y probables influencias cistercienses, a plantear
la construcción de la portalada y consecuentemente del edificio, a principios o
mediados del siglo XIII.
Cerca de la fachada ya hemos dicho que aparecen
un grupo de arcos de descarga insertados dentro del grosor del muro meridional
del templo. Aparece una columna en la unión de dos de estos arcos, al lado
derecho de la puerta, y un capitel sirve de apoyo para el arranque de dichos
arcos. Se trata de un capitel que en un principio parece aislado, trabajado en
sus tres caras vistas con motivos animales, concretamente aparece una especie
de ave que podría identificarse rápidamente como un águila con una presa en el
pico, la situada en la cara frontal bicéfala. El cimacio contiene florones con
cruces que nos recuerda algo al estilo carolingio y motivos vegetales e incluso
una serpiente en el lado izquierdo La técnica utilizada para este capitel no
parece la misma que la utilizada en los capiteles de la portalada, y por eso
decíamos que parece un capitel aislado. No obstante, se cree que forma parte de
un conjunto de capiteles similares en medidas y en estilo escultórico, del que
se conocen cuatro de ellos. Uno es el que podemos observar el Salardù, existen
otros tres que se conservan y se pueden contemplar en el Museu Frederic Marés,
en Barcelona. Es probable pues que este grupo de capiteles estuviera destinado
al exterior del templo, formando una especie de galería porticada de piedra y
recubierta con techumbre de madera. Si observamos el muro sur veremos toda una
hilada de huecos cuadrados a media altura, huecos en los que seguramente
apoyaban las vigas de madera que formaban el cobertizo de la galería La
existencia del contrafuerte con una arcada para el "paso"
también apoyaría esta teoría. Los capiteles en cuestión están catalogados con
los identificadores MFMB7, MFMB8 y MFMB9, y los temas representados en ellos
son similares al existente el Salardù: motivos vegetales, águilas y águilas o
lechuzas respectivamente. Para más información consultad la bibliografía.
En el muro sur también destaca la ventana
situada más al este, más allá del contrafuerte. Se trata de un ventanal de
marcado estilo gótico pero que conserva creemos trazos románicos en su
decoración. De las tres arcadas que forman una degradación, la más interior se
mantiene como un arco de medio punto y se decora con botones, siendo las otras
dos de forma ojival. En la más externa se traza una cenefa con sencillos
motivos curvados que recorre toda la longitud del arco. Cuatro columnas se
reparten dos y dos a cada lado, con capiteles sencillos pero aún románicos.
Los canecillos
Un total de 115 canecillos decoran el exterior
del edificio. Se sitúan en el ábside, en el muro norte y en el muro sur. En el
siguiente esquema podrás verlos numerados, pasando mas tarde a cada una de las
Imágenes:
Ábside sur
1.-Cristo crucificado, curiosamente con las
piernas cruzadas, un canecillo digno de ser observado por su singularidad. 2.-Decoración
vegetal 3.-Personaje inclinado bebiendo o soplando en algún tipo de instrumento
4.-Pareja de cabezas animales? 5.-Cabeza humana inexpresiva 6.-Figura
geométrica a base de una esfera y un disco 7.-Figura geométrica a base de dos
piezas curvadas a distinto nivel.
Ábside central
8.-Posible representación de la cruz occitana,
símbolo heráldico Tolosano, 9.-Cabeza de soldado, 10.-Obscena representación de
una mujer que muestra sus genitales, 11.-Gran cabeza en forma d monstruo,12.-De
nuevo una cabeza monstruosa, 13.-Figura geométrica a base de una esfera y un
disco, 14.-Doble arcada bajo la que aparecen dos figuras humanas sin cabeza, 15.-Rostro
masculino 16.-De nuevo un rostro, 17.-Escudo con una especie de árbol dibujado,
18.-Rostro humano sin boca, 19.-Cabeza monstruosa animal, 20.-Figura geométrica
a base de dos piezas curvadas a distinto nivel. 21.-Figura geométrica
indeterminada, 22.-Figura geométrica a base de dos piezas curvadas a distinto
nivel, 23.-Figura geométrica indeterminada, 24.-Figura animal, parece un ave, 25.-Especie
de berenjena?, 26.-Representación animal, parece una especie de oveja, situada
en posición oblicua, 27.-Otra cabeza animal, esta vez parece la de una especie
de murciélago.
Ábside norte
28.-Árbol esquematizado con sus frutos,29.-Rostro
masculino, 30.-Concha de peregrino, 31.-Especie de cruz cuatrilobulada, 32.-Figura
geométrica indeterminada, 33.-De nuevo un animal, parece esta vez una especie
de ovino o cabra, 34.-Planta que crece sobre un montículo, 35.-Cabeza animal
con cuerno, situada de tal manera que mira hacia arriba. Otro curioso
canecillo.
La existencia de algunos motivos heráldicos en
los canecillos nos da cierta idea de lo tardío de la construcción, recordemos
que los símbolos heráldicos no empezaron a aparecer en europa occidental hasta
bien entrado el siglo XIII.
Muro Norte
36.-Dos cabezas humanas, 37.-Rostro humano
sacando la lengua, 38.-Otra cabeza humana con los carrillos hinchados, 39.-Rostro
humano, 40.-Objeto no identificado, 41.-Cabeza humana, 42.-Cabeza humana, 43.-Otra
cabeza, 44.-Figura geométrica, 45.-Flor cuatripetalada, 46.-Otra cabeza, 47.-¿dos
pechos femeninos?, 48.-figura no identificada, 49.-Cara, 50.-Representación en relieve de dos
aves enfrentadas,51.-Tres esferas deberían componer la imagen, pero tan solo
quedan dos, 52.-Cabeza muy angulosa, probablemente represente a algún animal, 53.-Motivo
vegetal, parecido a una mariposa, 54.-Cabeza, 55.-Cabeza, 56.-Custro esferas en
el plano del canecillo, 57.-No identificado, 58.-Rostro, 59.-Motivo geométrico
no identificado, 60.-Rostro, 61.-Rostro, 62.-Cabeza de animal, parece un cerdo,
63.-Rostro humano, 64.-Cabeza de algún tipo de monstruo o animal, 65.-Aparece
un gran botón, 66.- Otro gran botón, 67.-Motivo sin identificar, 68.-Canecillo
completamente liso, 69.-Rostro, 70.-De nuevo, una cara completamente lisa y
vacía, 71.-Dos pechos, ahora sí, 72.-Rostro femenino ¿?
Muro sur
73.-Arbol muy esquemático,74.-Canecillo liso y
sin decoración,75.-Motivo geométrico,76.-¡Atención! Cabeza de león de la boca
del cual surgen dos patas del animal que está siendo devorado por este. Este
motivo es repetitivo en iconografía escultural rosellonesa, sin duda quien la
hizo conoció aquellos trabajos, 77.-Disco circular liso, 78.-Cara lisa, 79.-Cara
lisa, 80.-Cara lisa, 81.-Especie de objeto cóncavo sin identificar, 82.-Objeto
sin identificar, 83.-Cara lisa,84.-Objeto cilíndrico sin identificar, 85.-Figura humana entre dos columnas ??, 86.-Cabeza
humana, 87.-Cabeza bovina, 88.-Escudo heráldico con cuatro palos en su campo, 89.-Escudo
heráldico, 90.-Ave vista de perfil, 91.-Cabeza humana con barba, bastante
mutilada, 92.- Objeto sin identificar, 93.-Rostro, 94.-Objeto sin identificar, 95.-Objeto
sin identificar. Quizá tenga relación con el canecillo vecino, puesto que
podrían ser el cuenco y el mortero, 96.-Máscara humana, 97.-Imagen sin identificar, 98.-Objeto sin
identificar, 99.-Pavo real ¿?, 100.-Cabeza de demonio, 101.-Figura vegetal
geométrica, 102.-Figura vegetal geométrica, 103.-Rostro humano ¿?, 104.-Cabeza
monstruosa, 105.-Rostro humano, 106.-Esfera lisa, 107.-Sin identificar, 108.-Escudo,
109.-Mano !!, 110.-Personaje sin identificar, Quizá una especie de monstruo, 111.-Cabeza
humana, 112.-Cilindro en posición horizontal, 113.-Doble cabeza humana,114.-Figura
de león rampante, 115.-Dos rostros reflejados en relieve en las esquinas, en el
centro una especie de árbol.
El interior
El interior del templo queda como un gran
espacio elevado por la bóveda de crucería de la nave central. Destaca la zona
de la cabecera, donde se conserva gran parte de las pinturas murales
pertenecientes al siglo XVI.
Dos hornacinas con rústicos motivos decorativos
se encuentran situadas en el interior, la primera situada en la base del primer
pilar en la base de la nave del lado norte, y el restante bajo la ventana
gótica del muro sur, cercana a la cabecera. Las piezas labradas podrían
pertenecer a antiguas tapas de sarcófago alto-medievales, aunque no es seguro.
En el interior de la iglesia de Salardú se
encuentra uno de los tesoros románicos mas importantes del Valle. Se trata de
una espléndida talla en madera de un Cristo sufriente que se sitúa en el
interior del ábside central tras una reja metálica, objeto de mucha devoción,
sus dimensiones son de 200cm de altura y 100 de anchura (la cruz) y la figura
mide 62cm de altura por 56cm de ancho.
A pesar de ser un cristo sufriente, la talla
recibe el nombre de Majestat de Salardù (Majestad) y pertenece al trabajo del
denominado Taller de Erill, al que también se le asignan trabajos como el cristo
de Mijaran o el descendimiento de Erill la Vall (de futuro estudio).
La figura de Cristo aparece bellamente
representada con muchas de las características singulares que definen a este
taller, conserva restos de policromía que han sido restaurados hace pocos años
por el servicio de Restauración de Bienes Inmuebles, se pueden apreciar las
distintas tonalidades de colores aplicadas sobre el cuerpo de Cristo. En la
madera de la cruz también se observa una bella iconografía representada en toda
su superficie frontal, así como en la cara posterior (no observable desde el
interior del templo). Así, en la cara frontal podemos ver en la parte superior
de la cruz una figura de ángel, mientras que bajo los pies de Cristo se sitúa
la imagen de Adan, a ambos lados aparecen la Virgen a la izquierda y la figura
de San Juan a la derecha. En el dorso se pueden distinguir restos de un
tetramorfo, la figura mejor conservada del cual es la situada en la parte
inferior que representa al ángel de San Mateo.
Representa un trabajo dentro de la época mas
madura y perfeccionada del taller del Maestro de Erill, quizás la última y
seguro que la mejor de ellas, exceptuando el descendimiento de Mijaran,
del que tan solo se conserva una parte de una de las figuras.
Destacan como características comunes en los
trabajos del Maestro de Erill la sección triangular de las piernas, acusada la
línea de la tibia con una arista, la aparición de los surcos bajo las rodillas,
el esternón excepcionalmente realista y las costillas bellamente interpretadas,
o los músculos pectorales tensionados por el peso del cuerpo, los brazos dejan
de ser palos rectilíneos rígidos y se convierten en elementos flexibles
doblados realistamente por los codos, pero sobre todo destaca el tratamiento de
los cabellos, barba y la curiosa ausencia de bigote, representado sin volumen
con un trazo de pintura oscura entre nariz y boca.
Detalle
Santa Eulàlia d'Unha
Unha se sitúa en un pequeño promontorio situado
sobre el pueblo de Salardú, a apenas 1 kilómetro de distancia de Salardú. Si
salimos en dirección Vaqueira-Beret desde Salardù veremos el indicador hacia
Unha a nuestra izquierda, y atravesando parte de la población, saldremos a otra
carretera en la que de nuevo nos indicará a nuestra izquierda. Dejaremos el
coche en la entrada del pueblo, en el gran parquing existente, y andaremos
entre las callejuelas hasta la parte alta donde se encuentra Santa Eulària.
La iglesia de Santa Eulària (Santa Eulália) de
Unha es un edificio sencillo y corriente dentro del grupo de iglesias románicas
aranesas. Se compone en una planta basilical con tres naves, rematados en la
cabecera por tres ábsides, el central precedido por un corto presbiterio que
hace que su ábside quede algo más retirado hacia atrás que los ábsides
laterales. La bóveda de la nave central es de cañón mientras que las naves laterales
se recubren mediante bóvedas de cuarto de esfera.
Como en muchos casos dentro del valle de Aran,
también cuenta con dos campanarios, uno de espadaña situado sobre la cubierta a
dos aguas en la cabecera y el otro de base rectangular y cuerpo octogonal,
rematado con una cúspide piramidal, con algún retoque curvilíneo que le da un
cierto aire oriental, motivo que se repite en el campanario de espadaña.
Exteriormente, destaca la cabecera y su
decoración por ser similar a la existente en Sant Climent de taüll. De hecho se
cree que pudo estar construido por la misma cuadrilla que realizó la
construcción ribagorzana, con la excepción de que en Unha la degradación de los
arquillos se realiza en dos escalones, mientras que en Taüll se realiza en tres
escalones. Los tres ábsides cuentan con la misma estructura compositiva a base
de lesenas rectangulares y arquillos lombardos y sobre ellos una franja de
dientes de sierra, con tres ventanas sencillas de arco de medio punto en el
ábside central y una única para cada uno de los ábsides laterales.
Se accede al interior del templo a través de
una sencilla puerta adovelada situada en el muro sur. La entrada carece de decoración
esculpida pero si nos fijamos detenidamente podremos observar que en dos de las
piedras adyacentes a la obertura aparecen trazos dibujados en su superficie. En
uno de los bloques situados en la jamba derecha, a media altura, aparecen
perfilados una especie de plantas cuyas hojas estan dibujadas a modo de
espirales, nos recuerda bastante a los típicos refuerzos de hierro forjados
para las puertas. El otro bloque trabajado se encuentra sobre la puerta, a
pocos centímetros sobre ella. Es una piedra de color marrón claro que cuenta
con un esquemático crismón y de nuevo las decoraciones que aparece en el otro
bloque. Bajo el crismón alcanzo a intuir una nueva inscripción, que podría ser
la firma del autor, pero no consigo distinguir con claridad las letras
trazadas, si acaso pareciera que reza "albar".
También aparecen toda una serie de canecillos
en la cornisa del muro sur. Se puede observar también que dicho muro se ha
sobreelevado en alguna remodelación efectuada en el edificio, puesto que quedan
situados por debajo del nivel de la cubierta. Muestra de dicha remodelación
también se puede observar en el muro oriental de la cabecera, donde se ve
perfectamente la junta entre las dos etapas constructivas.
Sant Pere d'Escunhau
Escunhau queda situado sobre la orilla
izquierda del río Garona, entre Vielha y Salardú, el acceso es sencillo puesto
que la C-28 cruza la localidad. Desde la misma carretera se divisa el
campanario de la iglesia al lado sur del pueblo, algo elevado con respecto a
las casas que la rodean.
Se trata de un edificio de origen románico,
pero acusadamente modificado en siglos posteriores, dejando hoy una
construcción bastante irregular en planta y en formas. Conserva del periodo
románico tan solo la nave cuya bóveda pétrea se ha sustituido por un embigado
de madera con techumbre de teja, un ventanal en el muro norte y la portalada de
entrada que se abre en el muro norte.
La ampliación más importante que sufrió el
templo románico perteneció a la época gótica, cuando se sustituyó el ábside
románico por el actual rectangular. El campanario-torre se erigió durante el
siglo XVII levantado por el exterior del edificio, complementando el campanario
de espadaña del periodo gótico existente con anterioridad.
La portalada de entrada es el elemento más
destacado sin duda alguna del edificio, y constituye una obra que hace que
merezca la pena visitar Escunhau, puesto que se trata de uno de los portales más
originales del Valle. Se cree que la puerta fue desplazada a su ubicación
actual durante alguna de las reformas, puesto que no coincide con el paramento
sobre el que abre. Esta elaborado con piedras granito perfectamente cortadas y
dispuestas y se puede intuir dos fases de construcción, la puerta en sí misma y
el friso superior, aunque ya veremos más adelante que probablemente el friso
corresponda a un añadido posterior. Se data entre mediados del siglo XII y
principios del XIII.
Inscrita en un cuerpo rectangular algo
sobresalido del plomo del muro consta de tres arcos de medio punto adovelados
con dos arquivoltas de sección circular en el intradós de dos de ellos. El arco
exterior cuenta con una cenefa que la acompaña exteriormente en todo su
recorrido decorado con un jaqueado.
El tímpano contiene la imagen de cristo
crucificado y bajo él un dintel también decorado con motivos jaqueados en todo
su frontal. La figura de Cristo aparece desproporcionada con la cabeza muy
grande con respecto al resto del cuerpo, y tras él aparece perfilada una gruesa
cruz. El Cristo esta clavado con cuatro clavos y corresponde al tipo aranés que
aparece también en Vielha y Gausac.
Las arquivoltas y los arcos descansan sobre dos
impostas que contienen una sencilla decoración con hojas filiformes que forman
tallos que se ondulan y se ramifican, un estilo de decoración que aparece en
muchos otros lugares de Aran y que podría tener influencias del arte bizantino
o islámico. La imposta retranquea cuando llega al primer y segundo capiteles y continúa
formando la franja del dintel antes mencionado. Entre el capitel interior y el
dintel se sitúan dos objetos adosados a la esquina formada, a la izquierda una
esfera y a la derecha un objeto de forma cilíndrica. Cerca de este cilindro del
lado derecho, aparece en bajorrelieve en la imposta la figura de un ave, y en
la cara lateral un campo de hojas trilobuladas.
Dos pares de columnas de sección circular
flanquean la entrada y se levantan sobre unas bases esquemáticamente decoradas
con motivos geométricos. Destaca uno de ellos que refleja una imagen muy
rústica y esquemática de un animal y una figura humana. Los capiteles merecen
una atención especial: el situado a nuestra izquierda cuenta con un rostro en
cada una de las caras, el siguiente capitel contiene idéntica decoración
geométrica que las bases de tres de las columnas. Al otro lado, el primero de
los capiteles cuenta con mas rostros, barbudos algunos de ellos, y el último
capitel del lado derecho cuenta de nuevo con rostros inscritos en una especie
de círculos. Así tenemos que de las cuatro columnas, tres cuentan con la misma
estructura decorativa capitel-base pero el cuarto rompe con este esquema.
Sobre el conjunto de la puerta encontramos una
franja de bloques esculpidos con diversos motivos, formando un remate a modo de
friso. Conformado en una estructura simétrica presenta tres bloques
diferenciados:
Los dos extremos, idénticos, que contienen un círculo
en el que se inscribe una cruz griega con un pie de apoyo. Al lado del círculo
pequeños bajorrelieves geométricos en forma rectangular y triangular.
En el bloque central encontramos otros tres
círculos siendo el central un crismón trinitario. Los dos laterales contienen
cada uno el mismo esquema, una especie de estrella de ocho puntas inscrita
dentro. Mas bajorrelieves geométricos decoran los espacios entre los círculos
con formas rectangulares, triangulares y en dientes de sierra. Dos cruces
griegas con pies aparecen ente los círculos, en la parte superior del bloque.
El crismón es muy similar en tipología y
estructura a los de Bossost y destaca puesto que no es muy común que el crismón
vaya acompañado de otras imágenes como el caso de las estrellas laterales. Estas
estrellas podrían simbolizar imágenes solares o incluso el ciclo sol-luna como
indicados de un principio-fin. Este tipo de símbolos se asocian en monumentos
funerarios paleocristianos, visigodos o pre-románicos relacionándolos con la
inmortalidad del alma. Podría ser también que las piezas que forman el friso
correspondieran a un frontal de sarcófago, recolocadas posteriormente sobre la
puerta de entrada. ¿Quién sabe?
Finalmente podemos destacar las dos piedras en
forma de cabeza que se apoyan en los extremos superiores del friso. Ente ellas
quedan los restos de una vigas de madera que formarían un porche sobre el
portal.
Sant Feliu de Vilac
San Felipe de Vilach es una iglesia románica del
pueblo de Vilach en el municipio
de Viella
y Medio Arán (Valle
de Aran) protegida como bien cultural de interés local . Está situada en las afueras del
núcleo, en el lugar del antiguo castillo, del que el campanario era una torre
de defensa. Es de origen románico (siglos XII-XIII) habiendo sido reformada en
épocas posteriores.
El edificio preside la plaza mayor de la villa.
Es de planta
basilical (26,70
m de largo por 11,15 m de ancho), de tres naves, la central cubierta con bóveda de cañón, y de cuarto de punto
las laterales, reforzadas por arcos torales y separadas por arcos formeros que
descansan sobre pilares circulares. De la bóveda arranca una pequeña cornisa decorada con
esferas en relieve. Al lado oriental encontramos el actual presbiterio octogonal
cubierto por una cúpula con linterna que es una obra
del siglo XIX. En su extremo, según consta en la fachada, se construyó la
sacristía en 1829.
La iglesia fue edificada en el XII siguiendo
el mismo modelo que la del Bossòst, si bien en su construcción se emplearon
elementos anteriores (visibles en la fachada). Su planta, muy cuadrangular, es
poco frecuente en el Valle de Arán, lo que hace suponer que se constituyó con
abundancia de medios. En el curso del siglo XVI, la cabecera sufrió
importantes transformaciones, siendo derribados los ábsides románicos.
Durante el XIX ésta fue nuevamente modificada, adquiriendo su aspecto
actual.
La iglesia está dedicada al mártir San
Félix Africano o Félix de Gerona, patrón del pueblo, a quien en 1998 le
dedicaron unos Gozos escritos en aranés por Agustí Masvidal.
La portada románica se abre al muro
sur y está formada por cuatro arquivoltas de medio punto, lisas pero rodeadas
por un guardapolvo ajedrezado jaqués con cordajes trenzados, sólo una arquivolta conserva
su columna de fuste exento y monolítico que descansa sobre una base
ática bastante alta y con un capitel cúbico con entrelazados.
El espacio interior delimitado por el dintel
liso y la arquivolta interior está ocupado por el tímpano. En él se representa
la imagen del Pantocrator rodeado por los cuatro evangelistas, todos ellos
esculpidos de manera rústica y primitiva, dando a la imagen un carácter
arcaico, de manera similar al de Bossost. En este caso, el esquema
compositivo queda condicionado por la posición central del Todopoderoso al que
se subordina la iconografía metamórfica, distribuida de manera irregular y
asimétrica, quedando espacios impracticables para alguna de las figuras.
La figura de Cristo aparece entronizada con la
mano derecha en actitud de bendecir y con la izquierda sujetando un pergamino.
Lleva una túnica surcada por muchas estrías y pliegues, que permiten adivinar
algunos rasgos antropomórficos de la figura, como por ejemplo las piernas, algo
caídas en una actitud poco solemne, todo hay que decirlo.
La altura de la figura excede el espacio
ocupado por el tímpano, por lo que queda algo sobresalido en la parte inferior.
A nuestra izquierda aparece primero el águila
de San Juan y bajo ella, en el poco espacio que queda libre, el toro alado de
San Lucas. A nuestra derecha el ángel de San Mateo y bajo él, caso por
descarte, el león de San Marcos.
La realización del conjunto ya se ha dicho que
aparece grosera y poco refinada, además de haberse realizado con una grave
falta de previsión y de estudio, a tenor del poco espacio que ocupan alguna de
las figuras con respecto a otras de igual rango. Todos estos comentarios los
podemos aplicar al tímpano existente en la portada norte de Bossost.
El último elemento decorativo del portal
aparece sobre la puerta y está compuesto por un bloque rectangular esculpido
dispuesto a la manera de friso. La temática contenida realizada en bajorrelieve
consiste en tres círculos tangentes, de los cuales el central contiene el
anagrama de Cristo o Crismón, mientras que a los laterales se inscriben motivos
vegetales en forma de estrellas de nueve hojas. Entre los círculos, en el
espacio superior, aparecen dos pequeñas cruces griegas. Este bloque, quizás
reaprovechado, es muy semejante al existente en Escunhau, aunque de menor
calidad.
El crismón sigue las pautas de los crismones
araneses, con las letras alfa y omega invertidas, de igual manera que la S.
Finalmente, del capitel que aún se conserva,
decorado a modo de entrelazados, se identifica rápidamente con la portada norte
de Bossost.
En el centro del muro oeste se levanta el
campanario gótico de planta cuadrada y tres pisos. El superior
presenta dos ventanas de arcos apuntados a cada lado y el inferior
tiene una única ventana por cara con tres arcos sostenidos por columnas.
Interior
En su interior conserva varios elementos de
época románica. Una pila bautismal que tiene la parte superior
decorada por un friso continuado donde un monstruo alado se muerde la
cola formando una cinta continua ondulante de poco relieve que rodea el
perímetro de la pieza. Entre las ondulaciones hay tréboles y piñas. La parte
inferior de la pila, donde hace la ondulación, está decorada con una figura
humana de extraña apariencia, con ojos sobredimensionados, de pie, con las
piernas y los pies representados de perfil y el resto de frente y tocándose la
cabeza con la mano izquierda.
El resto de la pila está decorada con
arcuaciones muy estilizadas. El pedestal está formado por una columna con
cuatro bordones. La base está decorada con pequeñas semiesferas en relieve.
También hay una pila de bendición con dos
franjas horizontales, con incisiones romboidales muy profundas en la parte
superior y semiesferas en la parte inferior. El pedestal, de unos 45 cm de
altura está formado por una columna central de unos 20 cm de diámetro, rodeada
de cuatro columnas exentas que se apoyan en cada uno de los ángulos de la base
de forma cúbica.
Se conservan una talla policromada de la Virgen
de Gracia de transición al gótico (siglo XIII), una cruz procesional de
plata sobredorada (siglo XVIII), así como cinco paneles de un antiguo
retablo gótico, con san Miguel y el Tránsito de la María de factura
excelente, atribuido al "maestro de Vielha" o Pere
Despallargues.
En la sacristía encontramos cinco paneles de un
retablo gótico en mal estado de conservación. Representan a San Miguel,
la Visitación, la Anunciación, el Nacimiento de Jesús y
el Tránsito de María. Las tablas presentan diferencias de ejecución, lo
que hace pensar en varios autores.
Pies de altar
1. Situado en la segunda capilla debajo
del presbiterio octogonal. Está construido de un solo bloque monolítico de
piedra, de planta cuadrada, con una semi-columna en cada ángulo que se apoya
sobre una base y que está rematado por un alto capitel con una serie de líneas
horizontales en la parte central flanqueadas por ajedrezados.
2. Situado en la primera capilla bajo el
presbiterio octogonal. Es un bloque monolítico de piedra, de superficie lisa
excepto una abertura en el centro que parece que podría haber servido funciones
de relicario.
3. Situado en la capilla central izquierda del
presbiterio. Es un bloque de piedra monolítica, de planta cuadrada con una
semi-columna de poco relieve y un atlante muy basto esculpido en su centro. La
parte inferior, a modo de base, no presenta apenas decoración y en la parte
superior aparece un capitel alto y sin decoración. El atlante aparece
representado frontalmente, sosteniendo el capitel con la cabeza y las dos
manos, con las piernas separadas.
4. Situado en el centro del presbiterio. Bloque
monolítico de piedra, de planta cuadrada y una columna semicircular en cada
ángulo. Entre ellas se encuentra esculpida una columna central con cuatro
semiesferas en relieve acusado, dos en la parte superior y dos en el inferior.
Esta parte central se apoya sobre una baza decorada con un rectángulo en bajorrelieve donde
hay una cruz esculpida. La parte superior, a modo de capitel, está decorada con
dos círculos separados por un eje formado por cinco incisiones cuadradas. Mide
unos 90 cm de altura x 42 cm de ancho y 32 cm de espesor.
Bibliografía
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Soler i Santaló Juli.
"La vall d’Aran. Guia monográfica de la comarca". Ed TREMP.
1998
Butlleti del servei de
restauració de Béns Mobles (RESCAT). Nº 3. Juliol 1997.
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