miércoles, 1 de noviembre de 2017

Capítulo 8 - PERÍODO NEOSUMERIO


EL PERÍODO NEOSUMERIO

La dinastía III de Ur. Su significado histórico. Los shakkanaku de Mari. El reino de Mari, sus archivos. La dinastía de los Lim. El final del mundo sumerio. 

Dinastía III de Ur
Su significado histórico (2112-2004 a.C).



El Renacimiento sumerio es un período de la historia de Mesopotamia que comprende los años entre la caída del Imperio acadio y el período de las dinastías amorritas de Isín y Larsa -ambos con gobiernos de origen semita-, entre los siglos XXII a. C. y XXI a. C. Dentro de esta etapa destacan los años de la llamada Tercera Dinastía de Ur o Ur III, por darse en estos una nueva hegemonía que abarcaría toda Mesopotamia, esta vez con la ciudad de Ur a la cabeza.
Pese a la irrupción de los nómadas gutis, que provocaron continuos saqueos, arrasaron ciudades y campos, y dificultaron el comercio, el fin del Imperio Caldeo no trajo la decadencia, al menos en la zona sur de Mesopotamia. Las distintas ciudades se organizaron en pequeños reinos. La propia Agadé, anterior capital imperial, mantuvo un pequeño Estado en los territorios próximos a ella, el cual sobrevivió durante 30 años, hasta que fue conquistado por los nómadas. Posteriormente, se supone una hegemonía de Uruk porque así se nombra en la lista Real Sumeria, pero aparte de los nombres de la lista no hay ningún dato más para afirmarlo o negarlo. 
Período de gran esplendor y prosperidad, que muy posiblemente comenzó  ya con la semiautonomía de las ciudades sumerias bajo las directrices de los guti. Se caracterizó por una rápida alternancia de fuerzas políticas disgregadoras y unificadoras, así como la continuidad de las estructuras administrativas y económicas del Imperio acadio pero con algunos retoques de las nuevas dinastías que comienzan a florecer como independientes.
Según Lara Peinado, la ciudad de Ur lograría retomar la idea imperial con una cierta simbiosis de lo acadio y lo sumerio, volviendo  a hacer de Mesopotamia un todo unitario. El largo periodo de paz y de prosperidad que se vislumbraba permitió que todo lo sumerio renaciera en las ciudades-estado de Lagash, Uruk y Ur. 

Utu- khegal de Uruk (Utu-khe-gal) Único rey de la quinta dinastía de Uruk, según la Lista real sumeria. Muy probablemente, Utu-Khegal hubo de pertenecer a la cuarta dinastía de Uruk, pero debido a su actuación personal y militar -fue capaz de expulsar del suelo sumerio a los invasores qutu- mereció el honor de figurar como componente único de una dinastía. De acuerdo con una inscripción monumental, fue el dios Enlil quien encomendó a Utu-Khegal la misión de expulsar a los invasores, hecho que logró derrotando al rey qutu Tiriqan en Dubrum, en cuya acción también pudo capturar a la esposa e hijos del monarca qutu. Además de esta acción, de indudable prestigio personal y celebrado por la tradición posterior como ejemplo de recompensa divina, de Utu-Khegal también se conocen otros hechos menores, entre ellos un arbitraje entre Lagash y Ur por cuestiones fronterizas, que resolvió a favor de Lagash, gobernada entonces por Ur-Gar (o quizás por Namma-Khani). Tales terrenos los reclamaba el hombre de Ur, persona identificada con Ur-Nammu, general de Utu-Khegal y tal vez su hermano. El rey urukita vio cómo en sus dos últimos años de gobierno Ur-Nammu, que tiempo atrás le había dedicado estelas pidiendo por su vida a la diosa Ningal y al dios Nanna, se proclamaba independiente desde Ur e incluso se lanzaba contra él, desplazándole del poder (2113 a.C.). Algunos textos tardíos señalan que Utu-Khegal murió ahogado.

Ur-Namma 
Ur-Namma fue originalmente un gobernador militar (o general) nombrado por Utu-hengal, rey de Uruk, que estaba empezando a ganar hegemonía sobre los gutis después del derrumbamiento del imperio Acadio. Ur-Namma más tarde se convirtió en un rey de Ur. Varios años después de la muerte de Utu-Hengal, Ur-Namma unificó las distintas ciudades sumerias y obtuvo importantes victorias sobre los gutis. Así creó un estado independiente de sumeria, después de dos siglos de dominación extranjera. Conquistó todo de Akkad. Después de eso, él firmó como "tu Namma, el rey de Ur, rey de Sumer y de Akkad". Gobernó durante dieciocho años (entre 2112-2095 a.C.)
Si Ur-Namma fue un gobernador nombrado por designación real, o el hermano pequeño del monarca gobernante, indica que él no era necesariamente "nacido para ser rey". Se dice que fue elegido por la lectura de augurios divinos en el hígado de un animal sacrificado, en lugar de las reglas de la sucesión. (Es fácil sospechar que hizo cierto "arreglos" para garantizar que los augurios le fueran favorables, como algunos bien colocados sobornos, unas amenazas veladas y otras maquinaciones detrás de escena). Ur-Namma se hizo rey por su propio talento y esfuerzo. Así se convirtió en un Dios vivo, venerado en su vida.
En algunos textos, Ur- Namma se presenta como hijo  de la diosa Nintur y gran hermano de Gilgamesh. Ur-Namma se proclamó independiente  en el año 51 del reinado de Utu- Khegal por motivos religiosos. Pronto se apoderó de Lagash, eliminando con ello al último ensi de su segunda dinastía. Posteriormente, al ocupar Uruk puso al frente a su hijo como gran sacerdote de Inanna.
Esta magnífica cabeza retrata a un rey del tercer milenio a.C. completo de sus pesados párpados, prominentes pero exagerados nariz, labios y orejas agrandados, sugieren un retrato de una persona real. Mientras que la fecha y lugar de fabricación de esta pieza ha sido muy debatido, su semejanza cercana a la magnífica cabeza de bronce encontrada en hacer de Nínive. La cabeza está hecha casi sólida (lo que es muy pesada), pero un agujero de pasador en la base habría servido para unir a un cuerpo u otro soporte, probablemente para la exhibición en un ambiente de templo.

Cabeza de un gobernante; 2300 – 2000 A.C.
Irán y Mesopotamia
Aleación de cobre; 13 1/2 pulgadas (34,3 cm)
Fondo de Rogers, 1947 (47.100.80)

En los primeros años de su reinado aseguró el control de todo el país de Sumer venciendo la resistencia  de Lagash. Reconstruyó la ciudad de Uruk proveyéndola de una ziqqurratu de gran altura y dejo su sello impreso en Nippur. Organizo su reino a modo de monarquía, centrando en su propia persona todos los poderes. Restableció la seguridad de las costas  y los puertos. Posibilitó unas vías de comunicación y un comercio marítimo a gran escala asegurando, con ello, la prosperidad de la economía del país.
En los registros del propio Ur- Namma han quedado reflejadas a través de la promulgación de un código de leyes que surge en Mesopotamia. En el prólogo se hace costar el afán del rey de “proporcionar un orden justo al país”, al igual que en el Código de Hammurabi. Se trataba de un compendio que serviría para administrar la justicia  de una forma sistemática y estable así como las ofrendas a los dioses, su concepción de la ley y el orden y la defensa de los huérfanos y las viudas, estableciendo las indemnizaciones que se hubiesen de pagar en caso de homicidio, delitos sexuales y otros daños. Además se contemplaba un “código catastral”, en donde quedaban definidos los límites del país señalándose las imprecisas y cambiantes fronteras y distritos del norte. (Solo del norte, porque es único fragmento que nos ha llegado prácticamente entero, ya que de los demás no se conserva nada).
Estableció unas sólidas bases para la estabilización de su Imperio siendo mantenidas posteriormente por su hijo Shulgi, nacido de su esposa Wtartum. Estas bases se refieren a un catastro general del reino, en el que las provincias están delimitadas y medidas con unas fronteras precisas y sometidas a la gestión de los funcionarios imperiales  y los dioses. El gobierno local de las ciudades sumerias lo dejó  en manos de sus antiguos gobernadores.
Destacaremos también los importantes trabajos agrícolas, la ordenación del territorio agrícola, apertura de rutas comerciales así como la fortificación de la ciudad y su embellecimiento  y la construcción de edificios  religiosos, además de los templos de Nannar y Ningal.
Parece que su muerte debió producirse en una batalla contra los guteos (gutis) quienes seguían  presionando las fronteras de Mesopotamia. Gracias al himno. El viaje de Urnammu al Infierno conocemos las exequias y la entrada en un mundo del Más allá.

Tableta conmemorativa de Ur-Namma: dedicado a Inanna, la diosa del amor y la guerra. "Inanna / Señora del templo E-anna / su reina / su Namma / el hombre poderoso / el rey de Sumer y Akkad" la inscripción se continúa en la parte posterior: "su templo / él construyó este lugar había restaurado.

La expansión y organización del reinado de Ur- Namma se consolidó con su hijo Shulgi (2094-2047 a.C.), siendo su máxima preocupación la de mantener las fronteras que su padre había conquistado. Sus sucesores fueron Amar- Sin, Shu- Sin e Ibbi- Sin. En el año 32 de su reinado, una de sus numerosas hijas fue entregada en matrimonio al gobernador  de Anshan, con vistas  a tener pacificado el flanco oriental de su Imperio y abastecerse de lapislázuli y estaño, pero esto no impidió que se llevasen luchas contra el país.
En la primera parte de sus 22 años de reinado, se presentó como un pacífico constructor y administrador. A él se le atribuye el Código de leyes que supuestamente pertenecía a su padre. En el año 20 de su reinado, se tiene referencia de que algunos hombres de Ur tuvieron que prestar servicio como arqueros para hacer frente a alguna incursión militar en la ciudad.

El llamado Código de Ur Namu (que algunos a tribuyen a su hijo Shulgi) es el ejemplo más antiguo de un tipo literario prestigioso al que pertenecieron luego los llamados códigos de Lipit Ishtar (en sumerio) y de Hammurabi (en acadio). Son colecciones de sentencias y veredictos a menudo expresados en frase condicional: "Si sucede tal cosa, la consecuencia legal será tal otra." Tiene prólogo y epílogo y se cree que tuvo forma de estela, pues el texto se conserva por copias paleobabilonias, todas incompletas además. No tiene la forma sistemática de un código propiamente dicho y se refiere a gran variedad de asuntos, como el del adulterio con mujer casada, el desfloramiento de vírgenes (que no sean esclavas), el divorcio, la acusación falsa, la fuga de esclavos, las heridas corporales y asuntos de litigios sobre cultivo y riegos.
El documento, como después diremos, presenta numerosas dificultades, siendo la primera de ellas la controversia sobre su autoría. En efecto, si bien es cierto que durante años no se discutió que Ur-Nammu, el primer rey de la III Dinastía de Ur, había sido el responsable de la redacción de este texto, recientemente se ha abierto camino la posibilidad de considerar a Sulgi, hijo y sucesor de Ur-Nammu en el trono, como el verdadero autor de las leyes. Se esgrimen para ello razones de tipo gramatical, y se aduce que parte del texto estaba escrito, en realidad, en primera persona, y que, al menos en el caso de la mención de Ur-Nammu en la línea 36, alguien (¿Sulgi?) se refería a él en tercera persona. En este supuesto, Sulgi estaría escribiendo las actividades reformadoras de su padre, mientras que sólo a partir de la línea 169 hablaría de las suyas propias. Por otro lado se sabe que, efectivamente, fue Sulgi el único rey de la III Dinastía de Ur que emprendió reformas en el sistema de pesos y medidas (a las que se hace referencia en el Prólogo del código). Sin embargo, otros autores siguen argumentando a favor de la autoría de Ur-Nammu, haciendo observar para ello la ausencia del nombre de Sulgi en el Prólogo.
Las Leyes de Ur-Nammu se han conservado en tres tablillas de arcilla que probablemente eran copias escolares de un original grabado en piedra. Estas tres tablillas proceden de las ciudades de Nippur, Ur y Sippar (o quizá Nippur). Ninguno de estos tres textos contenía la totalidad del código original (hecho que sirve para apoyar su carácter escolar), y su actual estado de conservación es en general bastante lamentable. Por esta razón es muy complicado fijar el texto base, el original, y es casi imposible hoy por hoy determinar la longitud del texto y el número de leyes que originalmente contenía.
En resumen, disponemos actualmente de una buena parte del Prólogo del código y la totalidad (o parte de) treinta y cinco leyes, a las que habría que sumar aproximadamente otras seis que se han perdido en las lagunas internas de los ejemplares conservados.

El Prólogo, mal conservado en sus primeras líneas, quizás comenzaba (Pr. 1-30) con una dedicatoria a la divinidad y también con la mención de algunas construcciones realizadas por Ur-Nammu, a lo que se habría añadido el recuerdo de las ofrendas presentadas por el rey a su dios. A continuación, en un pasaje también mal conservado (Pr. 31-74), y en un estilo similar al de los textos de las 'Reformas' de UruKAgina y las Leyes de Lipit-Istar, se introduce, mediante una oración temporal, la elección de Nanna, por parte de An y Enlil, como dios de Ur y, probablemente, la elección de Ur-Nammu como rey de su país. Siguen después una serie de secciones (Pr. 75-180) -que recuerdan también al mencionado texto de las Reformas de UruKAgina, y en parte al de Lipit-Istar-, en las que el rey, ahora en primera persona, da cuenta de sus buenas acciones corrigiendo irregularidades de todo tipo, reformando el sistema de pesos y medidas, protegiendo a los más débiles e instaurando el orden y la justicia en el país. Todas estas secciones se hallan introducidas por la locución adverbial 'en ese tiempo', al igual que las leyes que se exponen a continuación del Prólogo.

Todas las Leyes del código, a su vez, presentan idéntica estructura: una prótasis introducida por 'si', y una apódosis. El contenido de estas leyes se relaciona con actos de tipo criminal (§ 1-3), la situación jurídica de los esclavos (§ 4-5), delitos sexuales (§ 6-8), cuestiones de tipo matrimonial (§ 9-11, 16), casos de falsas acusaciones (§ 14-15), la evasión de esclavos (§ 18), daños u ofensas a las personas (§ 19-27), falsos testimonios (§ 29-30) y asuntos relacionados con el cultivo de los campos (§ 31-33). Nada sabemos de las leyes que irían a continuación.
Y tampoco sabemos nada del Epílogo, del que no se ha conservado una sola línea.
No obstante lo conservado es suficiente para darnos cuenta de que este código supuso sobre todo un intento de asentar el orden del Imperio y un gran esfuerzo estatal para regularizar la actividad comercial en un territorio tan extenso como el alcanzado por los reyes de la III Dinastía de Ur.

Otras peculiaridades y características de este código:
Fue escrito en origen en lengua sumeria.
Adoptó la forma de los “Edictos de Equidad”.
No rige en él la “ley del Talión” como criterio para castigar los delitos, infracciones y faltas cometidas.
Introduce algunas medidas y reformas de carácter humanitario a favor de los grupos sociales más desfavorecidos.
Refleja bien algunos aspectos sociales de la época (y por ello sirve como fuente relevante de información histórica):
·       Va dirigido a una población esencialmente urbana que vive y trabaja en el entorno de las actividades de los almacenes y depósitos públicos, de los templos y los palacios.
·       El código distingue tres grupos étnicos: sumerios (mayoritarios en el grupo dirigente del Estado, entre la nobleza y el alto funcionariado), semitas acadios (mayoritarios entre la población campesina y artesana, la que sirve y trabaja para los palacios, templos, depósitos y almacenes públicos), y semitas amorreos (el nuevo grupo étnico que estaba entrando en Mesopotamia a finales del III milenio y que estaba integrándose rápidamente en la sociedad y en la vida del Imperio).
·       Desde un punto de vista jurídico, y según la condición jurídica de cada individuo, el código contemplaba dos clases de personas en la sociedad del Imperio:

Las personas libres. Tienen derechos y deberes en el código, el cual las protege porque tienen un estatuto jurídico reconocido en él. Las leyes diferencian a los damgar (miembros más altos y cualificados de la burocracia imperial, del aparato político y administrativo, mayoritariamente de etnia sumeria) y a los mushkenum (sinónimo en lengua semita de “campesino”), los cuales forman un grupo social muy heterogéneo desde el punto de vista de su ocupación y de su condición económica, pero que sin embargo posee derechos sensiblemente inferiores a los del grupo de los damgar; están sujetos a la tierra que trabajan, es decir, que se venden o son traspasados con ella; o bien el Estado los emplea en sus talleres, almacenes y depósitos, palacios, templos, obras y trabajos estatales…; pueden contraer matrimonio libremente, y sus hijos nacen con el estatuto de personas libres; pueden tener propiedades que las leyes del código regulan y protegen.

Los esclavos. El código no contempla en su caso derechos ni deberes; la única consideración jurídica que tienen en el código es la de ser una propiedad pública -del Estado o de los Templos- o bien privada, cuya tenencia y uso es preciso regular y en su caso proteger. Las leyes sugieren que los había de dos categorías: los denominados ir (o bien geme), y los namra. Los primeros son esclavos domésticos, propiedad de particulares, que han sido condenados a la esclavitud por el impago de deudas. En general parecen haber sufrido un trato benigno. Los segundos, sin embargo, son prisioneros de guerra, extranjeros, que son empleados en los talleres estatales y en trabajos penosos relacionados con los monopolios y actividades del Estado (minas y canteras, construcción de murallas y calzadas, diques, tala de bosques en las montañas circundantes de Armenia, Líbano y Zagros, etc.) 
Hasta su extinción, la III Dinastía no parece que sufriese rebeliones como padecieron los acadios y la impresión que dan las fuentes es la de una larga paz. Se mencionan expediciones al exterior, cerca de los Zagros (la futura Asiria) y del Elam en procura de materiales estratégicos; parece haberse preferido la diplomacia y las bodas políticos a la guerra. 
Shulgi residió en Ur, pero cuidó mucho de Nipur, la residencia de Enlil, el principal dios sumerio, que le confirió su realeza y, con ella, honores de tipo divino, parecidos a los del acadio Naram Sin, que incluyeron altares, sacrificios y capillas y el uso de apodos oficiales, transformados en nombres personales, como Utuhegal (El Dios Sol es exuberante) o Shulgiegal (Shulgi es exuberante).
Ur-Nammu, sentado a la derecha.

Estela de Ur-Nammu
Estela encontrada en Ur, en 1924, por Leonard Wolley, y hoy conservada en el Museo de la Universidad.
En el panel central se aprecia a Ur-Nammu en dos posiciones diferentes: de pié y obsequiando con una libación tanto al dios-luna “Nannar” sentado en la derecha (el primer líder Anunnaki que nació en la Tierra conocido como ‘Sin’ en acadio) como la esposa del dios, “Ningal”, sentada en la izquierda. Son los padres de la diosa Inanna/Ishtar y del dios Utu/Shamash (hermano gemelo de Inanna).
En el panel inferior (no muy visible, debido a su estado) Ur-Nammu es retratado transportando aparejos de construcción. Le precede una deidad vestida con una mitra cónica y le sigue un sirviente que alivia la carga de sus hombros al sujetar las manos los pesados aparejos.
Del panel superior solo se conserva la zona inferior de la escena, en la que Ur-Nammu aparece de pie.
En la parte de abajo de sus ropajes se aprecia una inscripción con las palabras “Ur-Nammu, rey de Ur”.
Esta estela fue estudiada y restaurada por León Legrain, conservador emérito de la sección mesopotámica del Museo de la Universidad. Su artículo “The Stele of Flying Angels” (Museum Journal, 1927 bol 18: pp.75-98) arroja más información al respecto.


 
El zigurat en Ur de la luna. El templo fue dedicado a Nanna, Dios de la luna.

Fue levantado como lugar de culto de la diosa Nannar (luna en sumerio) Fue construido en el siglo XXI a. C. por el rey Ur-Nammu. Fue destruido por los acadios y posteriormente mandado reconstruir por el rey Nabucodonosor II de Babilonia.
Estaba rodeado por su propia muralla de 8 m. Fue parcialmente restaurada a finales de los años 1970. Tiene planta rectangular de 61 m × 45,7 m y 15 m de altura (aunque seguramente tuvo bastantes más, perdidos por la erosión…). El interior está completamente formado por adobe. Las paredes del exterior estas hechas de ladrillos cocidos y como mortero utiliza el betún asfáltico, estando cada pared orientada hacia un punto cardinal. El acceso a las plantas superiores se realizaba a través de tres escaleras exteriores que aún se conservan.
A pesar de sus 4.000 años de antigüedad y del material empleado en su construcción, se encuentra en muy buen estado de conservación y parcialmente restaurado. La ruina se eleva 21 metros sobre el desierto sobre el que está edificado. Su planta es rectangular y llegó a tener siete grandes terrazas de las que sólo se conserva las tres primeras. En la terraza superior se encontraba el santuario de la diosa. El acceso al mismo se hacía mediante estrechas escalinatas adosadas a los muros.
Para reivindicar su origen noble, se llamó a sí mismo “Hijo de la diosa Nin-sun”, quien, recordemos, era la madre del mítico héroe Gilgamesh, así que ya de paso se hizo nombrar “Hermano de Gilgamesh”. Y como este personaje legendario había reinado en Uruk, Urnamma reivindicó sus derechos a gobernar sobre dicha ciudad, legitimando (por así decirlo) su conquista, la cual llevó a cabo en poco tiempo. 
Su reinado duró 18 años, durante los cuales fue un gran constructor (templos…), conquistador, famoso por su justicia,… 
Es necesario recordar la dinastía de II de Lagash, en la que gobernaba Nammakhani, y a quien eliminó Urnamma para, seguidamente, anexionarse esta urbe. De esta forma, amplió su dominio considerablemente.

Se conserva un texto sobre algo único hasta entonces, el primer censo catastral de la Historia conocido. En él se anotaba quién es el propietario de la tierra,… Sólo sabemos lo de la zona norte, incompleta. 
Urnamma también se va a titular “Rey de Sumer y Akkad” (fue el primero en esto), por lo que necesariamente debió reinar tanto sobre sumerios como acadios. 
Abrió canales para la irrigación y el comercio. Fortificó con murallas Ur, lo que implica que hubo un período inestable.
Respecto a su muerte, los se sabe que falleció en una batalla, posiblemente contra los qutu; los textos hablan de este hecho como sin apreciarle, diciendo que su cuerpo “fue abandonado en el campo de batalla como un barco triturado”. En relación con este hecho tenemos la obra El descenso de Urnamma a los Infiernos, donde éste se lamenta porque ya no podrá jugar con sus hijos ni ver a su esposa; señala además que es injusto lo que le han hecho los dioses, concluyendo en que por mucho que les implores, si te tocar morir, pues te mueres y ya está.

Siglos más tarde, Urnamma será elevado a categoría de Dios. 
Ur Namma: llevando ceremoniosamente la primera cesta de arcilla para la construcción de un nuevo templo.



Administración. 
El más alto dignatario tras el rey fue el sukkhal-mah o "correo supremo", especie de visir.
El Imperio se dividió en unas 40 provincias a cuyo frente hubo ensis, jefes de la administración civil y judicial, dependientes del poder central incluso en los casos en que estos cargos fueron hereditarios, pero sin capacidad de política bélica propia y, al parecer, removibles o trasladables. Cada provincia estaba sujeta a un tributo, negociado con el poder central. Un procedimiento significativo fue la bala (ciclo, turno) por la que determinadas provincias (parece que las del Sur) debían abastecer al centro de animales para el sacrificio. Muchas provincias coincidían con las antiguas ciudades-estado, pero otras fueron de nueva creación. 
Un registro de Urnamu describe cuatro nuevas provincias al Norte de Nippur, cuyos límites se precisan con la apostilla de que "el rey Urnamu ha confirmado el campo del dios Tal para el dios Cual". En algunas ciudades (Uruk, Mari, Der -junto a la actual Badrah-) el administrador fue un sakkana, especie de gobernador general.
Las fuentes muestran a Ur III como un Estado muy centralizado bajo la autoridad de un rey absoluto, aunque necesitado de la lealtad de los ensis. Parece que hay más propiedad y actividad "privada" de la que se pensaba; esto es, actividad de dueños de tierras cuyas rentas no dependen directamente de un templo ni del palacio. Las fuentes disponibles son, en su mayoría, públicas, de donde la abundancia de información sobre su sector que, sin duda, fue muy importante y omnipresente: así lo demuestran los archivos de Puzrish-Dagán, un enorme almacén extramuros de Nippur, que suministraba animales de sacrificio a los templos y que regulaba el comercio y la artesanía de la lana y de la piel. Archivos semejantes se han hallado en Umma, Girsu, Nippur y Ur. 
Estas estructuras oficiales eran controladas por una competente burocracia atenta a la administración eficaz y al cuidado contable, servida por una buena red de correos. Aunque ya se han publicado casi 25.000 documentos administrativos de Ur III (contratos, créditos, alquileres de tierras templarias, compras de esclavos, etc.), no todos han podido ser estudiados o evaluados aún, de forma que una visión orgánica del conjunto no es posible todavía ni evaluar bien el sector "no oficial", mucho menos representado, ni la situación del país septentrional, en la que los hallazgos han sido bastante menores.

Etnias.
A finales del III milenio, Mesopotamia es un territorio étnicamente variado. Predomina el elemento acadio y el uso de esa lengua no deja de crecer a costa del sumerio. El tercer grupo notable, con lengua propia (tipo semita-cananeo) ya se menciona en tiempos de Sharkalisharri: el amorrita que, en Ur III, ya tiene miembros en la cúspide administrativa, aunque los más parecen haber vivido en régimen nomádico y tribal. Una inscripción del rey Shu Sin, que mandó edificar una muralla a campo través "para mantener fuera a los Tidnum" (tribu amorrita) muestra el nivel de su presión en el s. XXI a. C. Su esplendor se dio en el periodo paleo-babilonio. El cuarto grupo mesopotámico fue el hurrita, importante en el Norte de la región, cerca de la actual Kirkuk. 
Verosímilmente, el ámbito territorial del imperio de Ur III no sobrepasó al de Acad y no se mencionan lugares anatolios ni -lo que sorprende y no se explica bien- egipcios (esto, tanto en Ur III como en la fase paleobabilónica), aunque sí, ocasionalmente, Gubla (Biblos). El sumerio, que decayó como lengua común, se conservó como lengua literaria, religiosa y de prestigio y, en general, la literatura hímnica y las comunicaciones protocolarias y de cancillería alcanzaron un alto nivel de elaboración.

Decadencia
La correspondencia regia, dos elegías sobre la destrucción de Ur y Sumer en general y un archivo de Isín en que se narra cómo el rey usurpador (Ishbi Erra) de la ciudad eliminó a su soberano, el rey de Ur, nos permiten conocer con algún detalle el final de la III Dinastía de Ur. Ibbi Sin guerreaba en Elam cuando Ishbi Erra de Mari logró del rey el mando militar en Isín y Nippur exagerando el peligro amorrita a la vez que negociaba con el supuesto enemigo y con varios ensis de la zona "amenazada". En el décimo año del reinado de Ibbi Sin, y tras demostrar mediante augurios que Enlil le había retirado el favor para entregarlo a Ishbi Erra, actuó como soberano, controló Nippur (la ciudad de Enlil) y proclamó su soberanía sobre Mesopotamia meridional, Ur incluida. Ibbi Sin siguió en el trono durante catorce años de poderío decreciente. En tal situación, una hambruna castigó a Ur que fue asediada y destruida por los elamitas con ayuda de algunos grupos iranios. Ibbi Sin cayó prisionero y la caída de Ur dejó una fuerte huella en la memoria mesopotámica como muestra de la ira de Enlil. 
Partiendo de que en temas anteriores ya se ha comentado lo que hizo Utukhegal, el único monarca de la V de Uruk, hay que referirse entonces al general Urnamma, quien se sublevó en su momento contra su rey y se independizó en Ur, dando origen así a su propia dinastía.

Shagida: Era el gobernador de Ur, jefe de Urnamma.

Shulgi: 
Shul-gi) Segundo rey neosumerio de la tercera dinastía de Ur, hijo (y sucesor) de Ur-Nammu y de la esposa de éste, Watartum. De su largo reinado de 48 años sólo se tienen noticias de la mitad de ellos. Los primeros años de su gobierno los centró en consolidar la herencia económica y social recibida de su padre y en proseguir, dentro de una paz general, con el renacimiento cultural de Ur. Del año 20 de su reinado se tiene la referencia de que los hombres de Ur prestaron "servicio como arqueros", tal vez para hacer frente a algún problema militar. A partir del año 24 de su mandato hubo de acudir a las dos zonas más conflictivas de su reino: el Elam y Anshan y la zona del Kurdistán. Ello significó una serie de campañas militares y pactos matrimoniales. Estos hechos mantuvieron la paz en aquellas zonas, que fueron protegidas con los propios habitantes montañeses del Irán, reclutados y pagados desde Ur prácticamente hasta tiempos de Ibbi-Sin. Por el occidente reinaba la tranquilidad, si bien una mención a un botín de Amurru testimonia algún enfrentamiento con los amorreos. Tal vez, el hecho más importante de su política exterior fue su campaña militar por el norte (las llamadas impropiamente "Guerras Hurritas") que le permitieron controlar un buen número de ciudades de la lejana Subartu y tener a raya a los peligrosos montañeses lullubi.
Shulgi reformó el ejército, así como las pesas y medidas; lo más significativo de su reinado lo constituyó la promulgación de un código de leyes, en el que aprovechaba las experiencias del reinado de su padre. Este Código de Shulgi consta de un prólogo y un cuerpo legislativo (sin duda tendría también un epílogo, aunque se ha perdido). En el mismo se alude a una ordenación justa del país, y se protege en especial a huérfanos y viudas. Otra de sus innovaciones religiosas fue el establecimiento de unas obligaciones mensuales (bala) en todas las provincias para hacer frente a los gastos religiosos de los templos de Nippur, Uruk y Ur. La prosperidad del país —administrativamente controlado desde Ur y desde Sellush-Dagan—, así como una ciudad de redistribución de productos que ha facilitado miles de tablillas y su estabilidad política, hicieron que Shulgi añadiera al título de "Rey de Sumer y Acad" el de "Rey de las Cuatro Zonas del Mundo", además de autoproclamarse dios, a lo cual había accedido el clero de Nippur. En el campo de la cultura fue un rey notable, y llegó a fundar numerosas escuelas (él mismo era una persona ilustrada, pues escribía y hablaba hasta cinco idiomas). Tuvo más de 20 hijos, todos los cuales desempeñaron altos cargos civiles, militares y religiosos. Entre ellos hay que citar a su sucesor en el trono, Amar-Sin, a Shu-Sin, también rey, a Ur-Sin, gobernador de Ur y de Der y a Shu-Eshdar, gobernador de Gudua. Entre sus hijas sobresalieron Ennirzianna, gran sacerdotisa de Sin en Ur, y Liwir-Mitashu, reina que fue de Markhasi. Se desconoce cómo murió Shulgi. Quizás fue asesinado por alguno de sus hijos o bien fue víctima de alguna epidemia. Su cuerpo fue enterrado en el mausoleo de la necrópolis real de Ur. 

Amar-Sin: Reinó 9 años. Se sabe de la existencia de sublevaciones en Elam (allí había pactos matrimoniales con el anterior rey). Se conoce una victoria famosa durante su gobierno. Se habla de que entonces tuvo la máxima expansión territorial de Ur III.
En un texto de presagio aparece cómo murió: “por la mordedura de su zapato”, lo que se ha interpretado que fue por la gota, ya que ésta hace que el dedo gordo esté inflamado por un exceso de ácido úrico provocado por un exceso de proteínas; otra hipótesis es que murió por el corneamiento de un buey.
Cuando Amar-Sin muere, aunque tenía 18 hijos, le sucedió su hermano Shu-Sin, debido que pacto seguramente se pactó eso cuando mataron a su padre, Shulgi.

Shu-Sin: Con él se da el apogeo administrativo de Ur. Se conocen terratenientes, como Urdunanna, hijo de un gran visir y que tenía muchas tierras y riquezas (como el duque de Alba en sus mejores tiempos).
Respecto a las campañas militares, se sabe de la creación del primer campo de concentración de la Historia, para prisioneros, localizado cerca de Nippur.
El dato más significativo es que ahora entrar los amorreos/martu, unas tribus provenientes del norte de los Zagros y que pretendían emigrar a Ur y otras zonas de la región; para evitarlo, Shu-Sin construyó otra muralla de contención, el “Muro de Amurru”. Dicha estructura comenzaba en un canal y tenía alrededor de 286 kilómetros de longitud.

Ibbi-Sin: 2.028-2.003. Se conocen cartas que algunos de sus funcionarios habían escrito sobre los golpes bajos que hubo en su gobierno. Son tres, divididas en dos grupos:

Cartas internas:
Ishbi-Erra se proclama independiente en Mari: Le envía a Ibbi-Sin una carta con la noticia de que tiene 72.000 gur de cebada (una cantidad bestial, equivalente a muchas toneladas). Las ha reunido para salvarlas de los amorreos que llegan, y solicita 600 barcos para transportarlos a Ur, así como pide la autonomía de Isín. A primera vista, puede parecer fiable Ishbi-Erra en este texto, pero realmente lo que buscaba era que al tener todos los alimentos, y la flota de Ur, serían muy poderosos. Como respuesta, Ibbi-Sin rechaza la proposición porque se lo huele. Al cabo del tiempo, en el año 10, del reinado de Ibbi-Sin, se declarará independiente de Isín y Mari.

Cartas externas:
Incursiones amorreas: Es de un gobernador a Ibbi-Sin, en la que le comenta que Ishbi-Erra se ha independizado y ha puesto la capital en Isín, además de que ha sumado a su territorio al poco tiempo a Nippur, la Ciudad Santa (así Ur queda desprotegida de su soporte ideológico). Aparte, le dice que los amorreos, por el oeste, han pasado el muro.

Atacan los elamitas: Consiste en la respuesta de Ibbi-Sin a ese gobernador. Le da las gracias por su lealtad y que Ishbi-Erra no era “de semilla sumeria”, así como que los elamitas serán rechazados. Argumenta que igual que Enlil ha derrotado a los martu por Occidente, hará lo mismo con los elamitas por Oriente. Además, dice que capturará a Ishbi-Erra. Esta carta indica claramente que Ur III está en decadencia.

Ibbi-Sin: Su desaparición fue motivada por unas tribus elamitas y otra de los sua. El líder, Kindattu, le ataca pero Ibbi-Sin resiste; no obstante, el segundo embiste, dirigido esta vez por Khutran-Temti, sí que hace efecto, hasta tal punto de que captura al monarca de Ur y se lo lleva a Susha. Sobre lo que le hicieron allí hay varias versiones:
·       Al tratarse de un rey, se le dio un cargo en su nueva ciudad.
·       Le esclavizaron.
·       Después de que muriese, su cadáver fue trasladado a Ur.
En un himno se comenta la caída de este soberano, donde se dice que “el rey se fue y sus hijos le lloran”.

A continuación, la siguiente etapa histórica es la de los Reinos combatientes, cuyo nombre hace referencia a que Sumer se fragmentó en múltiples estados que se dedican a luchar entre sí; más adelante se tocará este tema.

Instituciones de Ur III:
La organización política se basa en una pirámide:
  1. Rey.
  2. Visir: sukkal-makh.
  3. Nobleza: Familiares del rey,…
  4. Castas sacerdotal y militar.
  5. Libres.
  6. Esclavos. 
Los gobernadores provinciales del ámbito civil reciben el nombre de ensi (no confundirlo con el término sumerio). Por su parte, los del ámbito militar son denominados shaginu.
Alcaldes: Rabianu.
Existen muchísimos textos administrativos, de hecho Ur III es la época mejor conocida en este campo. Tenemos, por ejemplo, nombres de cargos: la policía, inspector, comisarios, cuerpo de correos (lukasa),… 
Los funcionarios viven de lotes de tierra y raciones que entrega la monarquía. No se sabe si esa tierra era de propiedad privada o del rey (habría que entender en realidad “del rey” por “del templo”). 

Dit-ti-la: “Asunto resuelto”. Son tablillas que se centran en pleitos. Ninguna de ellas plantea un pleito por cuestión de compraventa de tierras.
Anteriormente se mencionó un terrateniente muy importante en tiempos de Shu-Sin, llamado Urdunanna; dicho personaje llegó a acumular muchos títulos y cargos, tales como el de gran visir del rey, gobernador ensi de Lagash, de los qutu y Elam, sacerdote (shangu) del dios Engi, shagiru en muchos sitios,…
También hay un Jefe del Catastro.
Aparte, existían muchos cargos que tenían mucha importancia porque denotan una plena confianza del monarca en la persona que lo ostente, siendo el mejor ejemplo de “portador de la silla” (si no fuera fiable le podrían atacar en cualquier momento).

Lu: Personas libres.

Namra: Esclavos.

Mashda: Es una clase social situada entre los dos anteriores. El término evolucionaría con el árabe en mushkenum, y a su vez llegaría al castellano como mezquino, y que significa “el que baja la cabeza”. Estos pueden caer más bajo si, por ejemplo, tienen deudas. Al mismo tiempo también pueden ascender.

Eren: “Tropa”, pero no con el matiz militar sino el de grupo. Eran individuos que trabajaban en cosas diversas: se les podía contratar como mercenarios.

Ir: Esclavo.

Geme: Esclava.

Aspectos económicos:
Bala: “Rotación”. Tributos que cada año un ensi tributaba al Estado y luego se redistribuía para Ur y Nippur. Eran ovejas, cereales,…
Gun: Tributos de las provincias sometidas por las armas (especialmente el Elam). Consistía en metales, maderas y pieles.
Agricultura: La tierra parece ser que fue de propiedad del Estado.
Ganadería: La primera gran cabeza ganadera de centro de ganado para sacrificio y la distribución de nobles y templos, se localiza cerca de Nippur, concretamente en la urbe Puzrishdagan. Allí la exactitud era bestial: se anotaba la hora a la que entraba una oveja, cuando salía descuartizada, si el trabajador daba el visto bueno, cuándo era carne desechada y, por tanto, se daba a los perros,… Incluso hay referencias a la época en la que están.

MAPA DE UR Y LA COLINA EN LA QUE ESTABA SITUADA


Enterramiento de Ur-Nummu. 2. Patio Nanna. 3. Edublamaj: entrada monumental al patio del zigurat. 4. Enunmaj: tesoro del soberano de Ur. 5. Ejursag de Shulgi: se supone que era el palacio del rey Shulgi. 6. Giparu: residencia de los sacerdotes del dios Nanna. 7. Tumbas reales. 8. Tumba de los reyes de Ur de la Dinastía III. 9. Témenos de Nabucodonosor II.

En orden contrario a las agujas del reloj:
Shrine of Nannar: “Capilla de Nannar”.
Nannar: “Brillante”.

“Casa del Oráculo del Universo: Es el edificio rectangular de la izquierda es una torre escalonada de tres pisos (actualmente se pueden ver dos). Sus dimensiones son 62x43, y 20 metros de altura. 
E-Temen-ni-Gur: “Casa terraza del miedo.
E-Dub-Lal-Mah: “Casa de las grandes tablillas”. Aquí está el tribunal de Justicia, ya que los pleitos se realizaban frente a la entrada del templo.
Giparu of Amar-Sin: Su residencia.
Gigunu: Es el claustro, cerca del Giparu.
Necrópolis: La que está dentro pertenece a la dinastía I de Ur (1.800 tumbas). La que se ve claramente cómo se construyeron luego los muros encima es la de la III (destaca la de Shulgi). De todas las tumbas, 16 son de reyes.
Muro tardío de Nabucodonosor II: Mide unos 25-34 metros de espesor.
E-Hursag: “Casa de la montaña elevada”. Estaría a unos 20 metros por encima de la muralla. Allí vivía el rey, era su palacio.
E-Nun-Mah: “Casa del gran terror”
Court of Nannar: “Patio de Nannar”.
En Tell-Mukayar, así se denomina a esta colina, ya en el Renacimiento un italiano descubrió sus restos, pero éstos no serían excavados hasta el siglo XX, por otro italiano.
La longitud de este accidente geográfico es de 1.300 metros, mientras que su anchura se reduce a 800. Se encuentra junto al río Éufrates, y los restos más antiguos hallados allí datan del 4.000 a.C.
El templo-palacio de arriba fue construido por el soberano Nabónida para su hija; destaca que éste fue el padre de Baltasar (sí, nuestro Rey Mago).

En el centro geográfico y simbólico de la ciudad de Ur se encuentra el recinto sagrado, cuyo uso estaba reservado a los sacerdotes y a los miembros de la corte y que está formado por un conjunto de templos en cuyo centro se ubica precisamente el zigurat (Fig. arriba), esto es, en el centro neurálgico del recinto sagrado, que es el corazón de la ciudad, lo que revela su importancia y la alta consideración simbólica que los sumerios le adjudican. Pero esta asociación del zigurat, el edificio más representativo de la ciudad, con el recinto sagrado, con los templos, denota el poder de los sacerdotes, puesto que probablemente aunque en estos momentos de la historia mesopotámica los reyes comenzaran a consolidar su poder, los sacerdotes todavía detentan el dominio económico y social en Ur. Precisamente, para reforzar esta autoridad, construyen el zigurat justo al lado de sus instalaciones. 


El centro urbano de Ur, en el reinado de Ur- Namma, estaba compuesto por un gran recinto sagrado- temenos-, dedicado al dios luna sumerio, Nannar, sobre una terraza artificial por encima del nivel general del suelo de la ciudad rodeado por un muro macizo de ladrillo de barro. Sobre una terraza se levantaba la famosa torre escalonada Ziqquratu, de cuyo recinto solamente quedan, en la actualidad, dos pisos. La planta solía ser cuadrada, con los lados de unos 60 o 7 m x 45m. Sobre la plataforma se superponían dos terrazas pequeñas y más bajas. La tercera terraza media 21, 33 m de altura.
Una gruesa capa de ladrillos recubría la otra capa de ladrillos cocidos al sol. En un nivel inferior se extendía un gran patio rodeado de almacenes de depósito y diversas dependencias religiosas, judiciales y palaciales, en cuyas estancias se llevaban a cabo ofrendas de animales y la prestación de las rentas debidas por los arrendatarios que trabajan las tierras del dios. Se ha hallado en una especie de oficina de registro, recibos de productos del país. El resto de temenos estaba en su mayoría, ocupado por templos, cada uno de ellos provisto de sus oficios y almacenes, dedicados a Nannar y a su esposa Nin-gal.
El edificio consistía en una terraza que había sido construida para edificar un muro de ladrillos alrededor. En la cima de la terraza se hallaba una pared muy gruesa de ladrillos.
Como el Estado era una teocracia, la zona sagrada era el núcleo administrativo, y sus oficinas fiscales y su tribunal tenían que influir directamente en la vida de los ciudadanos. Se conservan listas de funcionarios de aspecto familiar, un sacerdote, un tesorero, etc.
En la III Dinastía de Ur el templo consta de una cella rectangular con un nicho y un podio hacia la mitad de las paredes longitudinales. Este conjunto amurallado era el corazón de la ciudad. 

El reino de Mari
Mari fue una ciudad-estado ubicada cerca de la orilla oeste del río Éufrates en Mesopotamia norteña (ahora Siria Oriental) durante la edad del bronce y la edad de bronce media. Uno de las primeras ciudades planeadas conocidas, Mari se cree que fue fundada como un centro comercial, centro del cobre y la fundición de bronce, entre Babilonia en Mesopotamia meridional y las montañas de Taurus ricas en recursos naturales de la Turquía moderna. Durante 1.200 años, Mari sirvió como un importante centro de la Mesopotamia septentrional hasta que fue destruido por Hammurabi de Babilonia entre 1760 a.C. y 1757 a.C. y poco a poco erosionada lejos de la memoria y bastante literalmente - hoy sólo un tercio de la ciudad sobrevive con el resto por el Éufrates.

Geografía y condiciones del sitio
Las ruinas de Mari se encuentra en el moderno-día Dile Hariri, en Siria Oriental. En la edad del bronce, el Éufrates estaba alrededor de 4 a 6 km de la ciudad pero desde entonces se ha movido más hacia el este. La ciudad se cree que ha sido construida con un canal de unos 10 km de largo "enlace del canal" proporcionado agua esencial para la existencia de la ciudad como la ciudad estaba demasiado lejos desde el Eufrates para recuperación de agua diaria a pie y el agua subterránea era demasiado salada para pozos. Como resultado de la destrucción de Mari por Hammurabi, el canal de vinculación de Mari se había ampliado fuera de sus límites previstos y eventualmente erosionado a dos tercios de la ciudad, incluyendo la mayoría de las viviendas de la tercera y última fase de la ciudad.

Canales: la sangre vital de Mari
Además de proporcionar agua para la ciudad, el canal de vinculación también dio fácil acceso para el comercio de buques en el río. Junto con el canal de vinculación, otros dos otros canales importantes fueron construidos por los constructores de la ciudad. Uno era un canal de riego, 16 km de longitud y 100 m de ancho, y el otro era un canal de navegación de 126 km de largo que funcionaron más allá de Mari en el lado opuesto del Éufrates y permitía a los barcos eludir el Éufrates a favor de un paso recto - Mari controlaba los puntos de entrada y se beneficiaba de peajes.

Innovaciones tecnológicas y arquitectónicas
Mari es un ejemplo temprano de planeamiento urbano complejo y se cree que ha sido totalmente planeada hacia fuera antes de su construcción por otra desconocida pero compleja sociedad. Esto es evidente en el diseño general de Mari como la ciudad fue construida como dos anillos concéntricos, el anillo externo destinado a proteger la ciudad de las inundaciones violentas ocasionales del Eufrates y el anillo interior diseñado para defenderse de los atacantes.

Una parte de pared en Mari


Los ejemplos más tempranos de ciertas tecnologías de Siro-mesopotámica fueron excavados por los arqueólogos de Hariri Dile, incluyendo la rueda y la plomería. Mari fue construida para que la ciudad entera inclinada gradualmente hacia abajo, y las calles tenían sistemas de drenaje complejo. Esto significa agua de lluvia de las ocasionales lluvias torrenciales podría drenarse con seguridad fuera de la ciudad sin correr el riesgo de dañar a los edificios que fueron todos hechos de barro. 
La ciudad de Mari -actualmente Tell Hariri-, situada en el curso del Éufrates medio y cuna de una civilización antiquísima y siempre influida por Sumer, fue fundada a principios del tercer milenio a.C. 

Historia
Historia de Mari como potencia regional y ciudad duró de 2950 a.C. a 1760 a.C., y esta historia de 1.200 años fue dividida en tres períodos principales por Margueron: ciudad I, ciudad II y III. Después de asolada la ciudad por Hammurabi entre 1760 a.C. y 1757 a.C., se convirtió en un remanso. La siguiente historia está basada en conclusiones de Margueron acerca de la probable Fundación y existencia de Mari, combinada con otras fuentes.

Ciudad I- Nacimiento de una Ciudad 
La primera parte de la historia de Mari 2950-2650 a. C., fue llamada "la ciudad" por Margueron.
Entre 3000 a.C. y el 2900 a.C., un no identificada compleja sociedad, pero bien organizada, había seleccionado un área inhóspita cerca de una curva en el río Eufrates para construir su nueva capital.
Es probable que deseaban para el mercado, el comercio y la producción de mercancías del metal del norte de Mesopotamia. Después de cavar un canal para conectar dos curvas del río, utilizaron la tierra de este para levantar una zona circular en forma de corazón para su nueva ciudad, a través de un canal que pasaba, haciendo habitable el lugar. Fueron construidas fortificaciones y una gran capital dentro de dos círculos concéntricos tomó forma, un diseño que mantendría por toda su historia de 1.200 años.
Junto con la construcción del canal de vinculación, se construyeron otros dos canales a ambos lados de la ciudad. El oriental en el lado oriental del río era un canal de navegación. El otro era un canal de riego para alimentar cultivos de Mari.
A partir de 2008 CE había no religiosos o encontraron estructuras palaciegas de la ciudad de me. Muchas casas fueron encontradas, sin embargo, y las excavaciones de estas casas pintan una imagen de una ciudad llenada de una industria vibrante y variada producción de bienes más allá de las de metal.
En algún momento, alrededor de 2650 a.C., la ciudad dejó de ser habitada por razones desconocidas. 

Ciudad II – Renacimiento de Mari
Alrededor del 2550 a. C., una nueva ciudad fue fundada sobre las ruinas de la ciudad I, que fueron dirigidas por los nuevos habitantes, por lo tanto, la falta de pruebas para el final de la ciudad I. Los nuevos habitantes reconstruyeron totalmente la ciudad y volvieron a dragar  los canales.
Ebla y Mari durante el reinado de Iblul-Il de Mari

Gran parte de los conocimientos históricos de Mari de este período, llamado "Ciudad II" por Margueron, es informado por textos encontrados en el sitio de Ebla, de Mari rival y aliado. Mari es conocida por haber controlado una parte importante de la Mesopotamia norte, y durante el reinado de Ishbi-Irra, puede haber incluso controlado territorios lejos al sur como tu en lo que hoy es Irak sureste y que entonces era una ciudad costera. En algún momento en esta última mitad del siglo 25 a.C., Mari y Kish se conocen a han sido aliados con Zuzu de Akshak en su campaña fracasada contra Eannatum, rey de Lagash.
De 2420 a 2360 a.C., Mari exigido tributo a Ebla, comenzando durante el reinado de Iblul-Il de Mari. Esto terminó cuando una disputa sobre tierras por Mari en el lado este de una curva en el río Eufrates degeneró en una guerra que terminó en favor de Mari. Sin embargo, Ebla logró crear una ruta comercial al norte de las ciudades al norte de Mari y así evitar tener que depender de Mari para las mercancías de Oriente. La rivalidad entre Mari y Ebla terminó con la destrucción de Ebla c. 2350 a.C.
Mari II la ciudad fue destruida por el rey acadio y el nieto de Sargón, Naram-Sin. Naram-Sin buscó ampliar el imperio Acadio y en  2220 a.C, arrasaron la ciudad y sus murallas.

Ciudad III - Mari y el Imperio en el norte
Mari fue reconstruida bajo los acadios, y esta reconstrucción de Mari es clasifica por Margueron como ciudad III. Gobernadores locales llamados Shakkanakku controlaron la ciudad, y este título administrativo se convirtió en un título hereditario.
El periodo de los shakkanakkus (gobernadores militares) de la ciudad de Mari abarca al parecer unos  5 siglos aproximadamente desde el 2266, en el comienzo de la época sargónida, hasta 1920 a. C. cuando se inicia la época babilónica antigua. 
Del periodo de los shakkanakku se conocen unos 23 gobernadores que lleva, en lugar del título “rey” (acadio-sarrum) (sumerio-lugal), el título oficial de shakkanakkum de Mari el cual ha suscitado diferencias de interpretación entre especialistas en cuanto a su verdadero poder político.
Dos son las listas dinásticas que han permitido reconstruir, al menos de manera parcial, la probable sucesión de los gobernadores de Mari en este periodo.
La primera lista, dada a conocer como la alista dinástica de Damasco, es el texto T.343, que enumera a siete shakkanakku. 

Cuando el imperio Acadio cayó, en 2150 a.C., Mari se convirtió una vez más en independiente y recuperó el dominio sobre Mesopotamia norte. El uso del título Shakkanakku continuó a pesar de la libertad de Mari y se utilizó para el resto de la existencia de ciudad III.
En los primeros 150 – 200 años de existencia de la ciudad III, los Shakkanakku vivieron en un palacio el cual no es conocido en detalles, sólo se conoce su existencia y ubicación l y algunos de los templos fueron las primeras estructuras reconstruidas tras la destrucción de la ciudad II. La falta de información de este supuesto "Palacio fantasma" da paso al "gran palacio real," una enorme estructura de más de 250 habitaciones en solo la planta baja.
Los restos del zigurat unido al llamado Templo de los leones en Mari

Con el fin de mantener la paz en la región, Mari se alió con la dinastía III de Ur, que controlaba el sur de Mesopotamia, y Mari se consolidó a través de los matrimonios reales. Esta paz continuó hasta el fin de la dinastía que se derrumbó en el 2000 a.C., como resultado de las  incursiones amorreas y decaimiento interno y el sur también cayó en el caos.
Alrededor de 2000 a.C., gente de Semitic nómadas conocidos como Amaru o "Amorreos" invadieron desde Siria y tomaron el control de las ciudades de Mesopotamia. Mari se sabe que había reforzado sus murallas en un esfuerzo por mantener los amorreos fuera, pero por en 1830 a.C., esto resultó inútil y los Shakkanakku cayeron.

Período de Amorite
Alrededor de 1830 a. C., el gobernante amorreo, Lim Yaggid tomó el control de Mari y substituyó la "dinastía Shakkanakku" con otro nombre que es conocida  hoy como "Lim" o "Amorreo dinastía." Con un notable período de interrupción, los descendientes de Yaggid-Lim se sucedieron hasta 1761a.C. El archivo de tabletas de Mari data de este tiempo y como resultado de estas tablillas, se conocen muchos principales hechos históricos e historias. Las tabletas ayudan y nos dan una imagen del paisaje político, económico y social de la Mari en sus últimos años, así como en el resto del mundo alrededor de Mari.
Durante su reinado de diez años, es conocido Yaggid-Lim ejecuta al rey de Ekallatum que conquistó Mari y tomaron como rehenes a su hijo, Yakhud-Lim, de Yaggid-Lim. En 1820 a.C., Yaggid-Lim murió, y su hijo, Yakhud-Lim tomó el trono. Yakhud-Lim buscó aumentar la influencia de Mari tanto económica como militarmente. Junto con la expansión de sistemas de riego ya impresionante de Mari y reforzó las fortificaciones de Mari y Terqa, también envió las fuerzas hasta el oeste como las ciudades costeras en el Levante y los obligó a rendir homenaje a Mari.
Jarro de cerámica Amorite

A pesar de estos esfuerzos, Mari bajo Yakhud-Lim se convirtió en un vasallo de Alepo, pero en un momento se vio obligado a convertirse en un vasallo de otro Naram-Sîn, esta vez de Eshnunna. Naram-Sîn murió en el 1811 a.C, Mari una vez más llegó a ser independiente y comenzó a recuperar su antiguo territorio. Sin embargo, no fue el final de los problemas de Yakhud-Lim.
La antigua ciudad fue identificada por casualidad en verano de 1934, cuando un grupo de beduinos, al excavar la tumba de un pariente en la ladera de una colina conocida como Tell Hariri, encontró algo extraño. Explicaron a Emile Cabane, teniente francés encargado del control de la zona, que "un gran hombre" sobresalía del suelo. En realidad se trataba de una gran estatua de piedra de unos 300 kilos de peso del dios Samas. 
La noticia viajó de Beirut a París, donde el Museo del Louvre encargó a André Parrot, un joven investigador, que comenzara las excavaciones arqueológicas. Las tareas de excavación comenzaron en diciembre de 1933. 
En enero de 1934, Parrot estaba seguro de haber identificado la localización de la legendaria ciudad: en el hombro derecho de una estatua, los epigrafistas leyeron las palabras Lamgi-Mari, "rey de Mari". La estatua pertenecía a las ruinas del templo de Istar, diosa del amor y de la guerra, un enorme complejo que se extendía sobre unos 4000 metros cuadrados, en el que los franceses encontraron un gran número de estatuas votivas de yeso y alabastro. 
La excavación del gran templo y el estudio de sus complejas fases de reedificación requirieron cuatro campañas de excavaciones. Entre 1937 y 1938 se excavaron los restos del gran zigurat, o torre-templo de la ciudad, que se remontaba al III milenio a. C.; era una imponente masa de adobes, que aún se elevaba nueve metros, y cuya base medía 40 x 25 m. Pero los mayores descubrimientos de Mari fueron objetos sin duda menos impresionantes algunos centenares de tablillas de arcilla con caracteres cuneiformes. 
En la lista de los reyes sumerios que nos han transmitido las antiguas tablillas cuneiformes, está escrito que, hacia finales del periodo denominado predinástico, hacia el 2500 a. C., Mesopotamia estuvo gobernada durante más de un siglo por el rey de Mari, una ciudad situada en el curso medio del Éufrates. No se sabe mucho de la veracidad de esta afirmación. 
Esta poderosa ciudad fue el centro de un estado que, durante buena parte de la historia del Próximo Oriente antiguo, luchó con fuerza y astucia por su independencia y por el predominio político en el norte del país de los dos ríos. La ciudad fue conquistada y saqueada por el gran Sargón de Acad, que la anexionó a su imperio; posteriormente, después del fin del poder acádico y la ascensión al trono de Ur-Nammu, la ciudad se convirtió en una importante capital provincial del nuevo gran imperio conocido como la tercera dinastía de Ur (2113-2006 a. C.) 
Después de la caída de Ibbi-Sin, el último rey de la dinastía, bajó la presión de poblaciones nómadas, en primer lugar de las tribus amorritas, el marco político se volvió muy confuso. 

Amoritas intrigas y los Reyes "Asirios"
Hacia 1900 a. C., gentes de estirpe semítico-occidental, acaso procedentes de la región de Alepo, ocuparon nuevamente la ciudad, y en poco tiempo la transformaron en un poderoso estado en expansión a lo largo de las orillas del Éufrates. Entre victorias y derrotas militares, los reyes de Mari lograron abrirse un acceso al mar, y en consecuencia al control del rico tráfico costero. En ese momento el rey Iahud-Lim fue asesinado por sus sirvientes, y el poderoso rey asirio Samsi-Adad se adueñó de la ciudad. 
El monarca nombró como gobernador a su hijo Iasmah-Adad. Con este golpe de mano, a la posesión del valle del Tigris se añadían la del Éufrates y el anhelado acceso al mar. De este modo nacía el primer imperio de los belicosos pueblos del Tigris. 
Para indicar los primeros 40 años del siglo XVIII a. C., los arqueólogos hablan frecuentemente del Periodo de Mari. Ello se debe al descubrimiento de los archivos reales de la ciudad, que, junto a otras tablillas halladas en otras ciudades contemporáneas, nos ilustran con detalle no sólo acerca de los importantes acontecimientos de la historia de aquellos años, sino también de un sinfín de episodios menores que nos ofrecen un cuadro muy rico de la vida en la antigua Mari. De este modo hemos sabido que Iasmah-Adat era dócil y obediente, pero también débil y vacilante. 
En aquella época, Mari seguía agobiada por las agresivas poblaciones semíticas nómadas. Los asirios intentaban controlarlos con una compleja política de acuerdos militares, enrolamientos en las guardias reales y distribución de tierras y víveres; sabemos que Iasmah-Adat, amante de la vida tranquila, proporcionó a los nómadas las barcas necesarias para navegar sobre el Éufrates, y que incluso se casó con la hija de un jefe nómada. Pero los enemigos más peligrosos se encontraban al sur, en las ciudades de Esnunna y, sobre todo, de Babilonia. Fue el gran rey Hammurabi, que reinó entre 1792 y 1750 a. C., quien rompió los frágiles equilibrios políticos de su tiempo, unificando todo el país de los dos ríos, acabando con el poder asirio en el norte y, finalmente, destruyendo la potencia de Mari. 
Su etapa de mayor esplendor fue entre el 2900 a. C. y el 1798 a. C., cuando fue saqueada por Hammurabi.  En la Biblia, Abraham pasó a través de Mari en su viaje desde Ur a Harán.
El otro descubrimiento importante fueron los archivos estatales donde se encontraron unas 25.000 tablillas cuneiformes. Según Andre Parrot, "esto ha traído consigo una revisión completa de la historia del Cercano Oriente antiguo, con más de 500 nuevos topónimos, que conllevan rediseñar el mapa geográfico del mundo antiguo".

Alrededor de 1808 a.C., Shamsi-Adad, un rey de Asiria comenzó a conquistar Mesopotamia norte cuando asumió el control de Assur. Cuando las ambiciones de Shamsi-Adad se hicieron evidentes, una guerra estalló entre él y Yakhud-Lim por el control de la región. Después de un tiempo, Yakhud-Lim fue asesinado por su propio hijo, Sumu-Yamam, en 1798 a.C., que gobernó dos años antes de ser aplastado por Shamsi-Adad en 1796 a.C. El hijo de Shamsi-Adad, Yasmakh-Adad fue el gobernante de Mari en una fecha incierta, posiblemente en el 1788 a.C.
Cartas entre Yamsakh-Adad y su padre muestran que Yamsakh-Adad era un gobernante extraordinariamente ineficaz y disoluto y que tenía que llamar a su padre - quien mostró un profundo desprecio por su hijo - con bastante frecuencia. Un gobernante llamado Zimri-Lim, que era un nieto o un sobrino de Yakhud-Lim, derrotó a Yamsakh-Adad con la ayuda de Alepo en 1776 a. C., después de la muerte de Shamsi-Adad y reconquistó el trono para la dinastía amorrea.

Zimri-Lim: el rey de Mari y el final de Mari
Zimri-Lim buscaba recuperar la vieja gloria de Mari, y después de pasar cinco años de conflictos tribales y luchando con el Reino de Eshnunna, cuya Alianza con Zimri-Lim había desaparecido en favor de una con Aleppo. Él fomentó una alianza con Aleppo con un matrimonio con la hija del rey.
Mari se conoce para haber sido muy tribales en este momento - con la mayor parte de los ciudadanos de Mari que se autodenominan "Khanaeans", una referencia a los orígenes de los amorreos - y hay varios casos conocidos cuando los gobernantes amorreos del Palacio se sabe que han tenido conflictos con sus compañeros, nómadas amorreos. Zimri-Lim se sabe que ha vivido una vida de esplendor.
Alrededor 1766 a.C., una coalición de Elam, Babilonia y Mari capturan Eshnunna y Mari y Babilonia fueron a su vez traicionadas por Elam, que más tarde consiguieron conquistar. Aunque Zimri-Lim y Hammurabi de Babilonia no confiaban el uno en el otro, los dos con frecuencia hicieron campaña juntos contra muchos enemigos poderosos.

La investidura de Zimri-Lim


Syro-Mesopotamia antigua  1764 a.C.

En 1761 a.C. Hammurabi - una vez aliado de Zimri-Lim - capturó Mari. No se sabe qué pasó con Zimri-Lim, si había sido traicionado por Hammurabi o murió en una campaña militar. Se desconoce también si Mari fue tomada por la amenaza de la fuerza - no hay pruebas de esto o que Mari se preparaba para defenderse a sí misma - o, viéndose sin guía, la ciudad simplemente se dio a Hammurabi quien envió emisarios para apoderarse de las riquezas del gran palacio real en un período de dos años. En algún momento entre 1757 y 1759 a. C., Hammurabi había arrasada Mari.
Cuando Hammurabi quemó el Palacio, sin querer quemó las tabletas dentro - un evento que ha ocurrido en varias ciudades antiguas como Ebla y Ugarit, donde el Palacio se convierte en un horno de cerámica no deseado - preservando así las tabletas para estudio futuro de excavaciones del sitio. Mari nunca se recuperó de esta destrucción, y la ciudad cayó en el olvido. El sitio sólo fue  morada ocasional hasta la época de los sucesores de Alejandro Magno cuando finalmente fue abandonada para siempre.
Una de las tablillas de Zimri-Lim. Rey de Mari, que data del 1780 a. C.

Dos representaciones del palacio indicando diversos aspectos 

  1. Palacio Real: Margueron ha excavado más de 300 habitaciones.
  2. Palacio Oriental.
  3. Área religiosa: Aquí se encontraban los templos del interior del palacio, destacando los de Dagan, Shamash, Ninkhursag, Nini-zaza, de los Leones y el Macizo Rojo (llamada así por el color que tenían las paredes).
  4. Templo de Isthar.
  5. Mercado.
  6. Barrio de viviendas: Normalmente para funcionarios del palacio real.
*Habría entre 10.000 y 20.000 personas en el palacio.
*En la zona este del palacio se encontraban los harenes reales, que serán comentados más adelante.

El palacio paleobabilónico de Mari tuvo varias fases de construcción,  siendo Zimri-Lim (1782-1759 a. C.) el último de sus ocupantes. La planta trapezoidal es de grandes dimensiones que encierran más de 300 estancias ordenadas en torno a patios. El palacio estaba rodeado por una enorme muralla que, en algunos tramos, era de12m de grosor, con cimientos de piedra, y estaba defendido por torres. Después de atravesar el vestíbulo de seguridad y un corredor estrecho y oscuro, el visitante se encontraba de golpe en la claridad del gran patio del palacio,  pavimentado con losas de yeso. 


En este patio se abrían una sala de audiencias, estancia en la que el rey se mostraba a sus súbditos, y una serie de pasajes permitían el acceso a varias estancias y a otro patio pavimentado, decorado con espléndidos frescos polícromos. Constituía un recorrido que, según los arqueólogos, usaba la corte con finalidades de gala (imagen: plano del palacio).




  1. Puerta de Tenaza: Era una de las entradas al palacio. Consistía en una explanada o plaza, seguida de un pasillo muy estrecho (a lo ancho, no caben más de dos hombres a caballo), continuada a su vez por otra plaza, luego otro estrechamiento y ya por fin otra explanada. Esta puerta se dedicó al dios del Más Allá, Nergal.
  2. La plaza donde estaban los porteros y el intendente (éste concretamente vivían en su ter-tim.
  3. Patio 131: A unas horas concretas se paseaban las mujeres del harén.
  4. Capilla palaciega de Isthar.
  5. Área religiosa: Para los sacerdotes.
  6. Sector acadio: Con santuarios arcaicos.
  7. En la planta baja, los almacenes; en la alta, los apartamentos reales.
  8. Personal de servicio.
  9. Salón del trono: Ahí se encontraba la “diosa del vaso manante” (de las dos que había, se conserva sólo una). Tenía un mecanismo para que saliera agua por arriba. Había también unas escaleras monumentales.
  10. Salón al podio: Aquí está el trono desde el cual el rey hablaba con los visitantes.
  11. Patio de las palmeras: Hay pinturas murales con la escena de la investidura, y había también varios árboles, especialmente palmeras.
  12. Harén.
  13. Oficinas de los escribas.
  14. Escuela de los aprendices a escriba: Se ha comprobado que los pupitres eran demasiado pequeños así que realidad esa sala tenía otra función.
  15. Área de servicios: Entre otras cosas, había bañeras de barro.
  16. Oficina de la administración central de Palacio.
  17. Viviendas de palacio.
La dramática destrucción efectuada por Hammurabi transformó Mari en un "sueño arqueológico". El palacio de Zimri-Lim, aunque devastado por el fuego de los invasores del sur, es la residencia real más hermosa y mejor conservada del Próximo Oriente antiguo. El palacio, que se extiende sobre más de tres hectáreas, era tan imponente y suntuoso que el rey de Ugarit propuso a sus hijos un viaje de 400 km hacia el interior con la única finalidad de visitarlo. 
El palacio del rey estaba rodeado por una enorme muralla que, en algunos tramos, era de 12 m de grosor, con cimientos de piedra, y estaba defendido por torres. Después de atravesar el vestíbulo de seguridad y un corredor estrecho y oscuro, el visitante se encontraba de golpe en la claridad del gran patio del palacio, pavimentado con losas de yeso. En este patio se abrían una sala de audiencias, estancia en la que el rey se mostraba a sus súbditos, y una serie de pasajes permitían el acceso a varias estancias y a otro patio pavimentado, decorado con espléndidos frescos polícromos. Constituía un recorrido que, según los arqueólogos, usaba la corte con finalidades de gala.

Los frescos inmortalizan escenas rituales: el sacrificio de los toros, en el que una gran figura envuelta en un rico atuendo decorado con franjas y otros personajes menores conducen animales con las puntas de los cuernos doradas o plateadas; el rey de la ciudad en el momento de "tocar la mano" de la diosa Istar (un acto que simbolizaba el antiquísimo ritual sumerio de la consagración anual del soberano), y otras ofrendas y libaciones sagradas a una diosa. Otro fragmento nos ofrece una escena muy frecuente en las iconografías del Próximo Oriente antiguo: la guerra, con figuras de soldados enemigos.


El patio daba acceso a una estancia de planta alargada, en la que se encontró un podio y, a poca distancia, la estatua que según Parrot se erigía en el mismo. 

Era la famosa "diosa con la vasija que chorrea", una divinidad menor que se conserva en el Museo de Alepo y que se encontró decapitada. En su origen, la estatua era una fuente: la diosa, rígida y poderosa en su sacralidad, está solemnemente adornada con un rico tocado, con grandes ornamentos en el cuello y en los brazos. De la vasija que llevaba en el regazo brotaba agua, procedente, con toda probabilidad, de un sistema de pilas elevadas y de cañerías. Desde la vasija, el chorro de agua caía sobre su vestido divino; el manto de agua viva que se generaba de este modo a partir de la diosa se consideraba como un río verdadero, dado que, en las olas grabadas en la estatua, algunos peces remontaban su curso para alcanzar la fuente de la vida, el regazo de la diosa. Más allá de esta estancia, se abría la sala del trono, donde Zimri-Lim aparecía en todo su esplendor con sus vestimentas ceremoniales. 
Alrededor de las dos estancias se abrían los espacios en los que transcurría la vida cotidiana, como los alojamientos de los huéspedes y las estancias de los guardias; las estancias de la familia real, provistas de lujosos baños, algunos de los cuales tenían cómodas bañeras de terracota; las aulas de escuela para los aprendices de escriba, que los arqueólogos pudieron identificar inmediatamente gracias a las hileras de bancos de arcilla en torno a los cuales el saqueo había dispersado las tablillas con los ejercicios de grafía y de gramática; las capillas para el culto privado de la familia real y, finalmente, una cantidad impresionante de salas y salitas, almacenes, cocinas, talleres de broncistas y alfareros, hasta un total de más de 300 estancias, un número que tal vez fue del doble, si pensamos que en el momento de su destrucción el palacio tenía al menos una planta superior, como lo demuestran las escalinatas que ha evidenciado la excavación y el grosor de las paredes maestras, que en algunos casos se han conservado en tramos de más de cinco metros.

Vista panorámica de la ciudad de Mari. El palacio de Zimri-Lim se encuentra en el centro de la imagen bajo una gran cubierta de protección.



Este fragmento de las pinturas de la sala del trono en el palacio de Mari muestra como un sacerdote conduce al sacrificio un toro con los cuernos adornados con láminas de oro.

La estatua de Istup-Ilum, que vivió hacia 2100 a.C., mide 1,50 m y había caído escaleras abajo de la sala del trono, en el palacio real.

Arquitectura religiosa
Los conocimientos que se poseen de la arquitectura religiosa del período paleobabilónico son todavía muy incompletos, por los escasos restos que de tan agitada época histórica se van descubriendo, y por lo poco significativo, en líneas generales, de lo ya descubierto. 
La ciudad de Mari adquirió gran importancia a comienzos del siglo XIX, dada su situación geográfica, que la convirtió en un gran centro económico y político. Sin embargo, no sabemos nada de las reformas o ampliaciones que probablemente recibiría el Templo de Ninkhursag, que había fundado Niwar-Mer, ni tampoco de las del Templo de Dagan, levantado por Ishtup-ilum (aunque el culto a Dagan desaparecería), que quedó en un segundo término al ser ocultado por otros santuarios autónomos, levantados en su explanada por orden de Zimri-lim (1782-1759).
Por otra parte, la ciudad-Estado de Eshnunna recuperó a comienzos de esta nueva etapa histórica algo de su pasado prestigio, lo que se tradujo en la erección de algunos templos (sólo ha llegado una Sala de audiencias, posible componente de un espacio religioso articulado en patios, y una pequeña capilla dedicada al dios Tishpak). Una de sus ciudades dependientes, Neribtum (hoy Ischali), en el curso del Diyala, contó con un magnífico templo, dedicado a Ishtar-Kititum, levantado por el rey de Eshnunna Ipiq-Adad II (h. 1840). Asentado sobre una plataforma, era de considerables dimensiones (101 por 67 m) y seguía en su disposición las plantas del anterior
período neosumerio. El conjunto contaba con tres grandes puertas de acceso, flanqueadas cada una por dos torres, lo que contribuía, junto a sus muros con contrafuertes, a dar a toda la masa volumétrica el aspecto de una verdadera fortaleza. En su interior se hallaba el templo de Ishtar-Kititum y otros dos santuarios menores. 
Asimismo, Shaduppum -hoy Tell Harmal-, centro administrativo que perteneció a Eshnunna, contó con dos pequeños y sencillos templos, que seguían las características generales de la arquitectura religiosa neosumeria. El mayor, de modestas proporciones (28 por 18 m), dedicado a la diosa Nisaba, presentaba una puerta sencilla con gradas flanqueadas con leones de terracota; le seguía un vestíbulo que daba acceso a un gran patio, en el que se abría la puerta del segundo tramo arquitectónico, decorada a su vez con gradas y leones. Este nuevo sector estaba formado por una antecella y una cella, anchas y poco profundas, siguiendo el esquema del eje axial. A sus lados se levantaban las dependencias auxiliares así como un pequeño santuario anejo, en donde se veneraba a Haia, el esposo de Nisaba. 
El otro templo, situado no muy lejos de este de Nisaba, constaba de dos estancias prácticamente semejantes (era en realidad un templo doble) sin vestíbulo ni antecella; una habitación interior, entre las dos estancias, y dividida en dos sectores, era compartida independientemente por cada una de las capillas.


Reyes de Mari
·       Iaggidlim 1830-1820 a. C.
·       Iakhdunlim 1820-1798 a. C.
·       Sumu-Iaman 1798-1796 a. C  Asiria 1796 a. C.
·       Iashmakhadad 1796-1782 a. C.
·       Zimri-Lim 1782-1759 a. C.        Babilonia 1759-1595 a. C.

Yakhdun-Lim (1815-1799 a.C.) Rey de Mari (actual Tell Hariri, en Siria), hijo de Yaggid-Lim y padre de Zimri-Lim (aunque actualmente esta paternidad se cuestiona). 
Al parecer, Yakhdun-Lim ocupó el trono de Mari tras desplazar del mismo a su propio hermano Sumu-Khamam, partiendo desde Terqa o desde Suprum. Por algunas inscripciones monumentales, por los nombres de datación de sus años de reinado y por textos administrativos se pueden conocer los principales hechos de su actuación política y militar. 
En el interior impuso un dominio sobre los khaneos -a siete de cuyos reyes venció-, lo que le permitió pacificar buena parte de sus territorios. 
Asimismo, combatió victoriosamente contra los nómadas jaminitas. 
Luego construyó canales para el regadío de sus territorios, reparó las orillas del Éufrates dañadas por las crecidas anuales y construyó murallas para proteger sobre todo Mari, la capital política, y Terqa, la capital espiritual. También fundó una ciudad, en un lugar desértico, a la que dio su propio nombre (Dur-Yakhdun-Lim) y dotó incluso de un canal.
Su influencia llegó a puntos distantes; alcanzó incluso el Mar Mediterráneo, adonde acudió en una ocasión (lo que le sirvió para obtener gran cantidad de maderas del País de los Cedros y del Boj). 
A su vuelta pudo abortar una sublevación de reyezuelos vasallos del Éufrates (La'um, rey de Samanum, Bakhlu-Kulim, rey de Tuttul, y Ayalum, rey de Abattum), dirigidos por el rey de Yamkhad (Alepo) Sumu'epukh, el verdadero controlador de los bosques de la costa. Tras derrotarlos y quemar varias de sus ciudades, llegó incluso a deportar a parte de sus habitantes. 
Asimismo, derrotó al rey Ka-Suri-Khala, de la ciudad de Khaman; hubo de luchar también contra el asirio Shamshi-Adad I en zonas de la Alta Mesopotamia —sobre la cual se extendía la influencia tanto de Assur como de Mari—, a quien derrotó en Nagar, ciudad ubicada a orillas del Khabur. Se ignoran los hechos del final de su reinado, si bien se sabe que fue cuestionado por algunos reyezuelos vasallos. 
Yakhdun-Lim levantó en Mari un magnífico templo que dedicó a Shamash y al que dio el nombre de E-Kirzala-An-An-Ki 'templo del esplendor del cielo y de la tierra', del cual nos ha llegado la inscripción de fundación. Yakhdun-Lim fue enterrado en Terqa.
El trono de Mari, tras el asesinato de Yakhdun-Lim por algún componente de la familia de Shamshi-Adad I de Asiria, pasó a manos de su hermano Sumu-Khamam o Sumu-Yamam (algunos especialistas lo consideran su hijo e incluso el asesino de Yakhdun-Lim), quien al cabo de tres años fue asesinado por sus servidores. El heredero legítimo Zimri-Lim se había visto obligado a refugiarse en Alepo, dejando Mari en manos de Iasmakh-Adad, un hijo de Shamshi-Adad I. 

Economía
El crecimiento de la ciudad desde un pequeño poblado a un importante centro comercial se debió a su diversidad económica en el mundo antiguo. La ciudad llegó a controlar las rutas comerciales entre diferentes regiones como el oeste de Irán, Mesopotamia, Karkemish y parte de Anatolia. Algunas de las ciudades en las que se ha confirmado el comercio con Mari son Ur, Alepo y Ugarit. Mari comerció con diversos productos, tales como aceitunas, cerámica, porcelana, cereales, madera y piedra.

Cultura y religión
Los ciudadanos de Mari fueron bien conocidos por su elaborado estilo de pelo y su ropa, y eran considerados parte de la cultura mesopotámica a pesar de estar a más de 250 kilómetros de Babilonia. Algunos argumentan que Mari funcionaba como puesto comercial para la Mesopotamia meridional.
Los habitantes de Mari adoraban a un extenso panteón de dioses y diosas sumerios. Un dios importante era Dagón, el dios de las tormentas, que tenía un templo entero dedicado a él. Otros dioses que recibían gran culto eran Ishtar, diosa de la fertilidad, y Shamash, deidad del sol. Shamash era un dios muy importante (hijo de Anu). Se creía que era el dios que lo sabía y lo veía todo y en muchos sellos cilíndricos es representado de pie entre varias puertas grandes. Según la leyenda de Gilgamesh, estas puertas se encuentran en medio del monte Mashu, y son las puertas del cielo. A través de la extensa red comercial de Mari, estos llevaron los dioses y diosas sumerios a ciudades no-sumerias tales como Ebla y Ugarit siendo incorporados a sus religiones nativas.

HARÉN DE MARI:
La palabra “Harén” tuvo 2 nombres: Ekallatum y Tubuqtum, que significa algo así como “aislarse”. 
Corresponde a Yasmakh Abdu y a Zimri-Lim, y cuando éste último expulso al hijo de Shanshi-Adad I lo completa.
Tuvo 515 mujeres, lo que se sabe por las listas de raciones que se les daba a cada una: desde cereales hasta aceite.
La familia de Zimri-Lim constaba de 23 hijas, 8 esposas principales (todas ellas hijas de reyes del exterior de Mari) y 3 príncipes.
De esas 515 mujeres no todas eran del harén, sino que estaban al servicio del palacio, y estaban desposadas con gentes del palacio o de villas cercanas. Algunas eran “viudas”, otras “consagradas” (haciendo votos para sacerdotisas), había además 37 expertas musicales, 18 músicas menos especializadas, 50 tuteladas por Izamu (la primera esposa secundaria de Yasmak Abdu, que Zimri-Lim pone al frente de una orquestillas). Había también mujeres de servicio doméstico: sirvientas, 46 camareras, 12 cocineras, un número indefinido de tejedoras, asutum (médicas), 11 cerveceras, 22 aguadoras, 20 porteras, nodrizas, 9 escribas…todas ellas con nombre.

· En sentido de mayor poder a menor:

Balatum, era la gran sacerdotisa
Esposas y habitantes del harén:
·       Ashartum: esposa principal.
·       Amtum: “esposa”.
·       Dam: esposa no principal.
·       Beltum: “La Señora”, la reina.
·       Sharratum: “Gran Señora”, la reina madre.
·       Kallatum: “esposa”.
·       Geme-mesh-lugal: concubinas (hubo 15).
·       Nartum: concubinas.
·       Tur-Munus: princesas (los príncipes eran los malikum).
·       Addu-Duri: Reina Madre de Zibit-Lim.
·       Dam-Hurasi: primera esposa de Zimri-Lim. 
·       Shibtu: segunda esposa de Zimri-Lim, hija de rey de Alepo.

Sólo las primeras y segundas esposas tenían mujeres a su servicio. Dam-Hurasi tuvo 26 sirvientas, y Shibtu 24.

· Otras esposas principales fueron:
·       Yataraya: acompañó a ZImri-Lim en su viaje a Ugarit.
·       Marat-Sipir: posible origen babilonio e hija de Hammurabi.
·       Belesunnu

Señoras del harén:
44 Kezertum, llamadas así por un peinado (el kezrum) especial, como de nido de avispa. Eran las prostitutas, aunque otros autores aseguran que eran músicas, y que el kezrum no era un peinado sino un instrumento.
Sekertum, “encerrada”.
Washitum, “las que no salen”

De estas dos últimas se sabe que abandonaban el harén cada vez que tenían la regla. 
Había dos grupos de 6 y 13 porteros para controlar el harén, unos abrían las puertas en una dirección y otros en otra. También había eunucos, los gerseqqum, para vigilar a las mujeres, además de jefes músicos, los Nar-Gal (“Poesía Grande”).

Dinastía LIM
Alalakh, o Alalah, es el nombre de una antigua ciudad y su asociada ciudad-estado del valle del río Amuq, localizada en la región de Hatay al sur de Turquía cerca de la ciudad de Antakya (antigua Antioquía), y hoy en día representada por una extensa ciudad-montículo conocida como Tell Atchana.
Alalakh fue fundada durante la Edad de Bronce en el II milenio a. C., como una de las primeras grandes ciudades del Creciente Fértil. El primer palacio de la ciudadela de Alalakh fue construido c. 2000 a. C., contemporáneo de la tercera dinastía de Ur.
Su fundación responde a criterios estratégicos. La ciudad estaba en el camino más corto entre Alepo y el mar, en el cruce entre dicha vía y una dirigida a norte-sur que llevaba, al norte, a Anatolia y, al sur, hacia la costa sirio-palestina.
Desde su privilegiada posición, Alalakh podía controlar estas vías comerciales y la distribución de las mercancías hacia el continente y hacia un puerto, que puede identificarse razonablemente con Al-Mina.
La historia escrita del sitio puede comenzar bajo el nombre de Alakhtum, con tablillas de Mari del siglo XVIII a. C., cuando la ciudad formaba parte del reino de Yamhad (moderna Alepo). Un dossier de tablillas refiere que el rey Sumu-epeh vendió el territorio de Alakhtum a su yerno Zimri-Lim, rey de Mari, conservando para sí mismo el señorío. 

Tras la caída de Mari en 1765 a. C., Alalakh estuvo bajo la autoridad de Yamhad. El rey Abba-ili de Alepo la concedió a su hermano Yarim-Lim, en la reorganización de su imperio, que parece haber seguido a una revuelta. Los descendientes de Yarim-Lin fue fundaron así una dinastía centrada en Alepo, cuya hegemonía duró hasta el final del siglo XVII a. C. En esta época Alalakh fue destruida, probablemente por el rey hitita Hattusil I, en el segundo año de sus campañas.
El máximo esplendor de Alalakh se produjo en dos fases. En la primera fase de desarrollo, Alalakh no era una ciudad independiente, pero debía ser uno de los centros más importantes del reino amorrita de Yamhad, cuya capital era Alepo. La ciudad debía ser la mayor, si no la única, salida de Yamhad al mar. A esto se debe tal vez el impulso que recibió de los reyes de aquella dinastía y explicaría el cuidado y las atenciones que le dedicaron aunque residían en Alepo. Del palacio real del templo, sacados a la luz, en este periodo proceden la mayor cantidad de textos que se refieren sobre todo a tres reyes: Hammurabi, Yarim-Lin y Niqmepa. El último es un rey local. En cambio el segundo, que fue el artífice del verdadero florecimiento de Alalakh era de Alepo y vivió entre 1790 y 1770 a. C., en tiempos del gran Hammurabi de Babilonia.

Yarim-Lim, que se hizo construir una residencia en Alalakh, fue muy poderoso, por lo menos a nivel local, hasta que Hammurabi alcanzó la cúspide de su poder. En un documento hallado en el palacio de Mari se lee: "Diez o quince reyes siguen a Hammurabi de Babilonia, pero al menos veinte reyes siguen a Yarim-Lin de Yamhad". Después, Yarim-Lim se hizo construir en la ciudad costera una residencia que rivalizara con el palacio de Mari, hasta el punto de que un rey de Ugarit pidió permiso para visitarlo.
El palacio fue completamente destruido y saqueado, quizás cuando empezaron las campañas de los grandes reyes hititas, Hattusil I y Mursil I, contra Alepo.
Como consecuencia de las destrucciones provocadas en Siria por los ejércitos hititas y en Palestina por las tropas egipcias, hubo un periodo de depresión en aquellas regiones.
Alalakh floreció de nuevo bajo una dinastía local, entre 1450 y 1350 a. C. Uno de los documentos de esta época, está grabado sobre una estatua de basalto y que representa al rey Idrimi. Durante este periodo varias potencias se disputaban el predominio sobre Siria: 
·       los mitani, de reciente fundación, 
·       los hititas, 
·       los egipcios y los 
·       asirios convirtieron Siria en su campo de batalla y Alalakh permaneció casi siempre, aunque a veces no por voluntad propia, en la órbita de la influencia hitita.

El fundador de la dinastía local, a la que pertenecía también Idrimi, fue Niqmepa, quien construyó un palacio real, que fue ampliado por sus sucesores.
Bajo el gobierno de la dinastía de Niqmepa, Alalakh debió alcanzar una notable prosperidad económica, testimoniada por las casas de los grandes señores de la ciudad.
Hacia el 1350 a. C., Alalakh fue conquistada por el rey hitita Suppiluliuma (1380-1346 a. C.) y no volvió a reconquistar la independencia, aunque hubo una tentativa de revolución filoegipcia truncada hacia el 1200 a. C. como consecuencia de la invasión de los pueblos del mar.
Después Siria reapareció como con un aspecto distinto. Surgieron por todas partes principados arameos que., a veces, eligieron para sus fundaciones, lugares nunca ocupados hasta entonces. De hecho, Alalakh fue abandonada tras un intento fallido de reocupación, mientras surgió un nuevo asentamiento en Tell Ta'yinat.
Tras un intervalo de menos de un siglo, los registros escritos de Alalakh se reanudaron. En esta época, fue de nuevo la sede de una dinastía local. La mayoría de la información sobre la fundación de esta dinastía proviene de una estatua inscrita con lo que parece ser la autobiografía del rey fundador de la dinastía:
Según la inscripción, en la primera mitad de siglo XV a. C., Idrimi, hijo del rey de Alepo pudo haber huido de su ciudad a Emar, viajó por Alalakh, ganó el control de la ciudad y fue reconocido como vasallo por Barattarna. La inscripción registra las vicisitudes de Idrimi: tras haber sido su familia forzada a huir a Emar, la abandonó y se unió a los "Habiru" de "Ammija en la tierra de Canaán", donde los Hapiru lo reconocieron como "hijo de su señor" y "se reunieron en torno a él;" tras vivir entre ellos durante siete años, condujo a sus guerreros a un exitoso ataque por mar a Alalakh, de donde llegó a ser rey.
Sin embargo, según el informe de la época, esta estatua fue descubierta en un nivel de ocupación que data de varios siglos después de la época en que vivió Idrimi, y ha sido largo el debate académico sobre su historicidad. No obstante, las tablillas dicen que Niqmepuh fue contemporáneo del rey Saushtastar de Mitani, las cuales podían haber parecido sostener que la estatua afirma que Idrimi fue contemporáneo de Barattarna, predecesor de Saushtatar.

La historia socio-económica de Alalakh durante el reinado del hijo y del nieto de Idrimi, Niqmepuh y Ilim-ilimma está bien documentada por tabillas excavadas en el lugar. El propio Idrimi aparece sólo raramente en estas tablillas.
En el siglo XIV a. C., el hitita Suppiluliuma I derrotó al rey Tushratta de Mitani y asumió el control del norte de Siria, incluyendo Alalakh, la cual él incorporó al imperio hitita. Una tablilla recoge la sublevación de la tierra de Mukish (que es de Alalakh) en Ugarit después de que el rey de Ugarit alertara al rey hitita de una revuelta de los reinos de Mukish, Nuhassa, y Niye. Alalakh fue probablemente destruida por los pueblos del mar en el siglo XII a. C., como lo fueron muchas otras ciudades costeras de Anatolia y el Levante. El sitio no fue nunca reocupado, el puerto de Al-Mina tomó su sitio durante la Edad de Hierro.
Los restos de la ciudad, preservados por el Tell Atchana, fueron excavados por el arqueólogo británico Sir Leonard Woolley en los años 1935-1939 y 1946-1949, durante los cuales palacios, templos, casas privadas y las murallas de la fortificación fueron descubiertos, en 17 niveles arqueológicos

EL FINAL DEL MUNDO SUMERIO
El golpe definitivo  para la caída de la III Dinastía de Ur fue propiciado por una banda de merodeadores de Elam con ayuda de las tribus montañesas. Tras la ocupación de Ur, dejaron allí, durante un cierto tiempo, una guarnición  junto a los restos de las ruinas e Ibbi-Sin fue llevado a Anshan, ciudad del Elam, donde pasó el resto de sus días, siendo el último rey sumerio  de la Historia. El abandono de la ciudad de Ur, fue debido a un cúmulo de infortunios que procedía de una maldición divina  y creyeron que la diosa de la luna, Ningal, había abandonado la ciudad.
Existen dos textos, himnos alegóricos, Elegía por Ibbi- Sin y Lamento sobre la destrucción de Ur en donde se narran  los acontecimientos  más recientes sobre el final de la ciudad  y su renacimiento político. En el lamento por la destrucción de Ur, aparecen innumerables datos históricos y una visión de la crisis desde dos perspectivas: la primera referida a la crisis general del Imperio, y la segunda, la destrucción de la capital. En el mismo texto se observa una interpretación de tipo teológico.
Para el autor de la Lista Real, la destrucción de la ciudad de Ur y su final no significo nada en especial, puesto que tras Ur incluyó la nueva dinastía de Isin. El final de la Lista Real reza  las siguientes palabras: Ur fue destruida por las armas; su realeza pasó a Isin, En Isin, Ishbi- Erra fue rey y reinó 33 años. Esta nueva dinastía contó con un total de 14 reyes que gobernaron 203 años.
Con la caída de Ur se percibe un decaimiento y ulterior abandono de la lengua sumeria en los textos administrativos y de tipo cotidiano. Posteriormente, Ur cayó bajo la dominación de babilonios, amorreos y casitas. En el año 550 a.C., bajo el reinado de Nabónido  (555-539 a.C.), se convirtió en la segunda ciudad  de Mesopotamia. Tras la conquistas de Alejandro Magno en el 333 a.C., Ur cayó en una fase de decadencia irreversible. Una de las causas principales fue el desplazamiento del río Éufrates.

Organización del Imperio.
El Imperio interior de Ur está consolidado sobre las regiones periféricas. A mediados del reinado de Shulgi se conquista Susiana. Esta seguirá siendo una provincia del imperio con el nombramiento  real de un ensi hasta la llegada de Ibbi- Sin al trono. En la zona de las montañas, el resto de Elam es independiente.
Los reyes de la III dinastía de Ur se caracterizarán por aplicar una política en la que se alterna la amistad, la amenaza  y contención, que unas veces se concreta  en alianzas a través del enlace matrimonial  entre las hijas de los reyes de Ur y los reyes elamitas, y otras en expediciones  militares contra ellos, pero sin llegar a un verdadero control político. Uno de los factores fundamentales  en el ámbito elamita es la necesidad  de formar un frente común contra la amenaza  sumeria, en donde se va asentando  la verdadera “dinastía” de Simashki, que se mantendrá  independiente además de jugar un papel decisivo en el ocaso de Ur. 
Barakshi (Irán meridional) se encontrará esencialmente intacto pero alcanzando de forma esporádica por la expansión de los acadios. Los contactos militares se interrumpen, no así la llegada constante de mensajeros de Barakshi del imperio de Ur, que estaba basado en intercambios de tipo comercial y relaciones matrimoniales.
En cuanto al comercio marítimo, este se desarrollaba desde el puesto franco de Dilmún, donde los mercaderes sumerios recogen materias primas de oriente, por ello, se observa una orientación de tráfico y de las influencias políticas con un desplazamiento del centro principal hacia el este. Mesopotamia, por lo tanto, mantendrá contactos de forma indirecta y pacífica.
El occidente sirio, Mari, que había sido tomada por Sargón de forma militar, independizada por completo del poder acadio, mantuvo estrechas relaciones diplomáticas y comerciales con Ur. Los amorritas continúan su expansión por Siria aunque algunas de las ciudades logran mantener su autonomía. 
En el norte, la presencia política de Ur se hace más intensa. Assur se halla plenamente integrada en el Imperio. El papel principal que ostenta Assur, a finales del III milenio, es el control comercial basado en la creación de una red de intercambios alternativa a la de Ebla y la creación de la red paleosiria. Por ello, Ur quiere detentar un control directo sobre dicha ciudad. Los reyes de Ur mantienen en la alta Mesopotamia un pasillo por el que reciben las riquezas mineras de Anatolia. 

SOCIEDAD
Dentro de la estratigrafía social de la ciudad  de Ur se ha podido observar una amplia gama de grupos sociales:          

El Jefe Supremo- ENSI-
Sanmartín, expone que el rey mesopotámico era:
·       Miembro de una determinada dinastía 
·       Elegido por los dioses y dotado de excelentes cualidades corporales y anímicas, siendo temido dentro y fuera del país.
·       Tiene por misión mantener el esplendor del culto, el bienestar de su pueblo y el equilibrio social, y ganar las guerras.

Al jefe sumerio de la ciudad- estado de Ur se le denominaba ensí. Su poder procedía de la delegación del dios poliade. Ostentaba la condición de jefe religioso, miembro de la comunidad y representante del pueblo en sus tratos con las deidades.
Ostentaba el título de rey, “lugal”, y el de “rey de Sumer y Acad” fundamentalmente en la época de la III Dinastía de Ur. Otro título que llegó a ostentar fue “rey de las Cuatro Regiones”.
Algunos monarcas recibieron una divinización ocasional, es el caso del rey Shulgi, el cual, antepuso a su nombre el signo “dingir” que significa dios, autotitulándose dios del país. 

La autoridad y voluntad real es la que rige el poder tanto en el aspecto legislativo como en el administrativo. Solo en los tiempos de la III dinastía de Ur, se han podido conocer  los distritos estables creados por razones de estado, de negociaciones para el mantenimiento de  los canales o fiscales.
Los miembros de la familia real ocuparon puestos claves de la administración en calidad de prefectos, generales o grandes sacerdotes. Obtenían a su vez el control de los órganos decisorios.
La figura del “gran ministro”, fue creada para contrarrestar las tendencias disgregadoras procedentes del consejo real o de la administración periférica. Estos eran gente poderosa puesto que ostentaban y tenían acceso directo a la información reservada. Los adivinos influían igualmente impidiendo determinadas decisiones del rey mediante el pretexto de presagios desfavorables.
Hacia el final de la caída de la III Dinastía de Ur, las regiones fronterizas se entregaron a personas de confianza  que alcanzaron un gran poder, llegando, como en el caso de Ishbi- Erra, a rebelarse  contra su soberano y formar su propia dinastía. Por ello, cada ensí local trató  de buscar su propia independencia. Este proceso condujo a la antigua poliarquía de ciudades- estado, en lucha constante unas contra otras.

Los JUECES
En tiempos de Sumer, la administración de justicia era una prerrogativa del clero. Cuando Sumer fue unificado bajo los poderosos reyes de la III Dinastía de Ur, la autoridad del ensí  declino de modo inevitable. Los jueces continuaron siendo en su mayoría miembros de la clase sacerdote, pero ya no constituyeron una rama especializada de ella. Bajo esta dinastía, el mashkim estaba presente en todos los juicios y respondía del procedimiento judicial. Dicha persona pertenecía  al personal del templo, y aunque los hombres de esta clase no eran magistrados, representaban  los papeles de juez, arbitro, notario, perito y jurado. Ante el mashkim llegaban toda la clase de cuestiones civiles, con especial referencia a ventas; si este era incapaz de decidir, se llamaba entonces, a los jueces profesionales, denominados di-kud, en un número de dos o cuatro.
Se crearon tribunales provinciales de justicia presididos por un civil, el alcalde de la localidad con quien colaboraba una asamblea de notables.

EL EJÉRCITO
Los comienzos del ejército (erin-ni) en Mesopotamia se remontaban a levas en masa de comunidades aldeanas amenazadas por un ataque. Como el dios de la ciudad era quien dirigía el ataque o disponía la defensa, todo ciudadano estaba obligado a seguir el estandarte, y el ensí  o rey local, que representaba al dios, tomaba el mando. El ensí era un jefe o rey permanente y el mando de las fuerzas de la ciudad era una de sus principales funciones. Tenía el deber de procurar que el ejército de ciudadanos estuviera a la altura de su misión. Dicho ejército podía no estar formado por soldados regulares pero tenía que estar organizado para una guerra regular.
De época neosumeria se conoce un ejército muy profesionalizado unido por lazos de juramento militar, y en el que había cuerpos de especialistas (arqueros, ingenieros,..) y tropas mercenarias.      
La infantería estaba compuesta por flanes de quinientos a setecientos hombres, complementada con tropas ligeras, armadas  con mazas o con hondas. Las tropas auxiliares – illat – servían como protección de los flancos de la infantería. Se ha supuesto que la falange estaba mandada por capitanes y se hallaba dividida en subunidades, siendo la menor de 10 infantes, controlada por el ugula-nam10 (jefe de los 10), y que, agrupadas en otras unidades estarían mandas por un nu- banda.
Se ha podido comprobar la existencia de aurigas a través de los documentos escritos que nos han llegado de la III Dinastía de Ur.

LOS SACERDOTES
El monopolio de la tierra que disfrutaron los grandes templos de Sumer, apenas dejó a los príncipes la posibilidad de las ciudades para la formación de una propiedad privada.
Los sacerdotes –en- únicamente eran visibles en la fiesta de la primavera, cuando iban en procesión al santuario exterior. 
Formaban una corte presidida por los ministros que regentaban las diversas actividades del Estado: Ministros de Comercio y Justicia,  ministros de Guerra y Agricultura... Toda la actividad cotidiana estaba regida por la influencia de la religión organizada. Pero el dios permanecía encerrado en su Témenos, inaccesible para su súbditos, y los actos de homenaje a su ser solo podían ser realizados por medio de los sacerdotes.
Los múltiples servicios culturales  que ofrecía el templo, los sacrificios, la adivinación y la lucha contra los demonios por medio de la magia, hacían necesaria la formación de numerosas clases sacerdotales de categorías más o menos elevadas. Se escriban himnos y fórmulas de conjuros, además de mitos. Los ritos mágicos para curar enfermedades se practicaban junto al lecho del enfermo. En las aldeas puede que hubiera sencillos lugares de culto para realizar las ofrendas diarias. Se ofrendaba pan y bebidas, así como sacrificios de animales.
En los templos de las diosas el servicio sacerdotal era desempeñado por mujeres. Las mujeres de los príncipes de las ciudades tenían también toda clase de funciones propias, ya que podían poseer esclavos propios. Si eran sacerdotisas tenían derecho a heredar; en cambio, a la familia patriarcal no les correspondía este derecho.

LOS ESCRIBAS 
Se debe a los escribas o letrados el ser los artífices del pensamiento y la cultura del Próximo Oriente antiguo. Eran un grupo de personas expertas con unos conocimientos diversos. Dicha actividad se realizaba en el silencio de los templos, en las bibliotecas y los archivos de los palacios. El fruto de la labor reflexiva, de la meditación y la observación de la naturaleza quedó impreso y guardado en las diferentes tablillas que se depositaban en los archivos y en las bibliotecas.
El proceso para llegar a ser escriba constituía el largo y complicado aprendizaje que se iniciaba en la niñez al mando de maestros. La escuela edubbba, es donde se forja el espíritu de prestigio intelectual, de casta cerrada.
Allí, los escribas expertos o profesores enseñaban a los alumnos el control del amplio repertorio de signos y léxico, así como el uso de fórmulas administrabas, jurídicas y el estilo.
Los jóvenes estudiantes aprendían la escritura a medida que iban formándose desde los textos más sencillos a los más complejos. La escuela como tal es una institución que se rige aneja a la jurisdicción estatal. A ella acuden jóvenes de la clase dirigente; ensí, altos funcionarios, los propios escribas y una numerosa clase social de la ciudad. Debían poseer un buen conocimiento y formación en matemáticas. 
El resultado cotidiano de la actividad  de los escribas es la propia documentación administrativa. La escuela es donde se crean y transmiten los instrumentos de trabajo. Las listas de signos y palabras constituyen las auténticas enciclopedias en las que se recoge todo el saber de la época.
La forma típica de transmisión de los valores sociales es el debate. Se ha encontrado, gracias al trabajo arqueológico, un elevado número de repertorios de formas gramaticales y vocabularios de botánica, zoología o mineralogía. La geografía fue otra de las ciencias de las listas realizadas por los sumerios, en donde incluían la topografía local o de los ríos, así como canales, montañas, regiones y países. (Mapa de la ciudad de Nippur.)

LOS HOMBRES LIBRES Y SEMILIBRES.
Los hombres libres de las ciudades y de las comunidades de aldea o rurales gozaban de ciertos privilegios jurídicos como el acceso a la propiedad y la movilidad espacial, de los que carecían los hombres dependientes de templos y palacios. Los abusos de poder de los semilibres sobre la población liebre parecen haber comenzado en Mesopotamia desde la época sumeria.
A esta categoría de hombres libres también pertenecían los dirigentes, los sacerdotes y los funcionarios, que ocupaban la cúspide social. Entre los gurush (hombres, mujeres y niños) en un principio personas libres, hay que incluir a los erin, un- il, y dumu-gi, cuya situación social es difícil clasificar. Estas personas, cuando estaban trabajando, eran controladas por un ensí.
Se sabe que mantenían relaciones de dependencia  con la administración imperial. Realizaban trabajos de diferentes tipos a cambio de retribuciones en especie.

La segunda clase, mashda, estaba compuesta por personas que se veían en la obligación de acudir a la llamada del lugal. Eran hombres semilibres, o mejor dicho, sometidos al rey.
Dentro de esta misma clase social, estaban los obreros o jornaleros que eran alquilados en régimen de dependencia mientras durase su trabajo. Los contrataban los ugula, y una vez que recuperaban su libertad después de haber terminado su trabajo, buscaban otros nuevos.

LOS ESCLAVOS.
Había dos tipos: indígenas (ir: esclavos; geme: esclavas) y prisioneros de guerra (namra), básicamente de origen extranjero. Aquellos esclavos indígenas que poseían una personalidad jurídica y disponían de ciertos privilegios podían casarse con personas libres, poseer propiedades y comparecer ante la justicia. Podía ser de hecho mejor que la de las capas más humildes de hombres libres el servicio del Estado. Los esclavos eren constituían los contingentes de siervos destinados por palacios y templos a actividades de diversa índole, estando integrados por esclavos y personas semilibres que carecían del derecho a desplazarse por su propia voluntad. Se trataba de agricultores, artesanos, barqueros, llamados gurus, que recibían unas raciones mínimas de grano junto con un pequeño complemento de lana y aceite de sésamo. 
El incremento de los esclavos, fue en parte consecuencia de las sucesivas guerras. Estos esclavos, eran fundamentalmente masculinos, carecían, sin embargo, de personalidad jurídica por ser extranjeros y realizaban los grandes trabajos públicos (soldados). Eran repartidos en grupos de eren y, bajo la estrecha vigilancia de oficiales y capataces, destinados a trabajos de tipo agrícola, en granjas estatales, o en la construcción de las ciudades y obras públicas.
Gracias a la documentación de pleitos resueltos (di-til-la) se conoce la existencia de la manumisión de esclavos. La manumisión adoptó dos modalidades: primero por adopción, al esclavo se le convertía en hijo del dueño, y a cambio de determinadas obligaciones, recobraba su libertad cuando el amo muriese; en el segundo caso, por compra, el esclavo podía comprar  directamente su libertad.

MERCADERES
Los mercaderes, o mejor, las gentes comerciales de la administración eran una clase de nuevos ricos que se enriquecían poco a poco invirtiendo sus ganancias en negocios privados. Esta clase estaba destinada a convertirse en la principal protagonista de la actividad económica. Los mercaderes eran funcionarios que compraban y vendían por cuenta del Estado. Debían rendir cuentas a la administración. Esta redactaba un balance anual en el que se registraban las cantidades y precios unitarios de las mercancías de entrada y salida, y el resto era a crédito o a cuenta del mercader, que lo sumará a la dotación del siguiente año.
Gracias a las excavaciones arqueológicas, se ha hallado un albarán de carga de una nave en el que se menciona oro, cobre, maderas exóticas, etc.

LA FAMILIA PATRIARCAL
El ordenamiento patriarcal aparece como preponderante en el Próximo Oriente antiguo. A la autoridad y poder económico que ostentaba el padre en la familia patriarcal van unidas el carácter patrilineal de la descendencia, así como el patrilocal de la residencia. Igualmente las posesiones familiares y la capacidad de establecer un reparto de las mismas entre sus herederos le compete a él. A la mujer se le daba la dote, pero era el hombre quien se encargaba de la administración. La infidelidad y el adulterio eran solo achacables a la mujer. El padre tenía la autoridad general sobre la vida y muerte de sus hijos y la elección de sus futuros cónyuges. Si un hombre no podía devolver una deuda contraída con otro, podía dejar en prenda a su esposa e hijos.
Próximo Capítulo: Los amorreos – Los reinos combatientes – Las dinastías de Isin y Larsa 



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