Acueductos
Los acueductos
constituyen otra obra de ingeniería significativa. Aunque existieron ya en
época helenística, Roma sistematiza su construcción.
Los romanos
construyeron numerosos acueductos (latín aquaeductūs, sing. aquaeductus)
para proporcionar agua a las ciudades y los lugares industriales. Estos
acueductos estaban entre los mayores logros de ingeniería del mundo antiguo, y
establecieron un estándar no igualado por más de mil años tras la caída de Roma.
La ciudad de Roma, tenía la mayor concentración de acueductos,
con agua proporcionada por once acueductos construidos a lo largo de un período
de quinientos años.
Los métodos de
construcción están bien descritos por Vitruvio
en su obra De Architectura escrita
en el siglo I a. C. Su libro fue de gran ayuda para Frontino, un general que
fue nombrado a finales del siglo I para administrar los muchos acueductos de
Roma.
Canalización del agua: El agua era llevada a Roma por una
red de 420 Km. de canales y tuberías desde manantiales, lagos y ríos situados
en las montañas de los alrededores; el suministro era continuo, pues no había
manera ‘de regularlo.
El agua pasa de forma
controlada a la conducción desde un depósito de cabecera (caput aquae). La construcción de un
acueducto exige el estudio minucioso del terreno que permitirá escoger el
trazado más económico para permitir una pendiente suave y sostenida sin alargar
demasiado el recorrido de la obra. Se usan canales abiertos (riui) siempre que resultaba posible
y únicamente en contadas ocasiones se recurre a la conducción bajo presión.
Unas cuantas villas tenían grifos formados por un tubo inserto en el
conducto de abastecimiento (llamado quinaria, de unos 2 cm. de diámetro); aquél
tenía un orificio por donde fluía el líquido y podía cerrarse o abrirse
haciéndolo girar.
El agua fluía por gravedad a lo largo de la red. El canal se acomoda al
terreno por distintos procedimientos. Siempre que fuese posible, transcurría
sobre el suelo apoyado en un muro (substructio)
en el que se practican alcantarillas para facilitar el tránsito normal de las
aguas de superficie. Si el terreno se eleva, el canal queda soterrado (riuus subterraneus) y forma una
galería subterránea (specus)
excavada directamente en la roca o construida dentro de una zanja. Cuando se ha
de vencer una fuerte depresión, se recurre a la construcción de complicados
sistemas de arquerías (arcuationes)
que sostienen el canal y lo mantienen al nivel adecuado.
Los canales (acueductos) eran de ladrillo o de piedra con un revestimiento
interior de cemento impermeable, y en promedio medían 90 cm. de ancho y 1.8 m
de profundidad; algunos eran subterráneos y tenían respiraderos cada 73 m
aproximadamente.
La parte superior del canal se cubría con lajas de piedra para evitar que
el agua se ensuciara.
El primero que
construyeron, Aqua Apia, era un
acueducto subterráneo de 16 km de longitud.
Aqua Appia
Acueducto construido por los censores Apio Claudio Ceco y Cayo Plaucio Venox en el año
312 a. C. Captaba agua desde las fuentes a lo largo de la vía Prenestina.
Prácticamente subterráneo en su totalidad, entraba en Roma
cerca de la Porta Maggiore
(Puerta Mayor) (en el lugar designado como ad
spem veterem) se dirigía al Celio y Aventino y terminaba cerca de la porta
Trigemina, en el Foro Boario.
Fue restaurado en paralelo con la construcción de otros acueductos en
144 a. C., 33 a. C. y entre 11 y 4 a. C.
Aqua Vetus
Acueducto construido entre el 272 y el 270 a. C.
por los censores Manio Curio Dentato
y Flavio Flaco, con el botín de la
victoria contra Pirro. Recogía las aguas del río Aniene en la zona de Tívoli. La conducción era en su mayor
parte subterránea, con la excepción de algunos puntos y llegaba a la ciudad en
el mismo lugar del 'Aqua Appia
para terminar próximo a la Porta Esquilina.
Aqua Marcia
Este acueducto fue
construido en 144 a. C. por el pretor Quinto Marcio Rex). Recogía las aguas desde la parte alta de la
cuenca del río Aniene. Más allá de las numerosas restauraciones menores, fue en
gran parte reconstruido para permitir un incremento del caudal entre 11 y
4 a. C., bajo el reinado de César Augusto.
Su transcurso era
alternadamente subterráneo y sobre arcadas (un tramo de unos 9 km flanqueaba la
vía Latina).
Llegaba a Roma por el
lugar ad spem veterem, como los
acueductos precedentes, y cruzaba la vía Tiburtina sobre un arco que más tarde
fue transformado en la Porta Tiburtina de la Muralla Aureliana, terminando
cerca de la Porta Viminale.
La distribución iba al Capitolio,
y un ramal secundario (rivus Herculaneus)
se dirigía a las colinas de Celio y el Aventino. Bajo el reinado de Caracalla
(213 d. C.) fue realizada una ramificación de la Agua Antoniniana
hacia las nuevas Termas, que atravesaba la vía Appia sobre un arco (Arco de
Druso). Otro ramal secundario fue utilizado para alimentar las Termas de
Diocleciano.
Aqua Tepula
Acueducto construido
por los cónsules Cayo Servilio Cepión
y Lucio Casio Longino en
125 a. C.
Recogía agua de las
nacientes, en la décima milla de la vía Latina. En 33 a. C.
fue transformada para confluir en el nuevo canal de Aqua Iulia, de la cual se
separaba nuevamente en proximidad de la ciudad.
Corría, por lo tanto,
en un canal distinto sobre los arcos de Aqua Marcia, juntamente con Aqua Julia.
Entraba en la ciudad en ad spem veterem, siguiendo más adelante el mismo
trazado que el Aqua Marcia en dirección a la Porta Viminale.
Aqua Iulia
Acueducto construido
por Agripa en 33 a. C.,
uniéndose en un único canal con Aqua Tepula; fue restaurado por César Augusto
entre 11 y 4 a. C.
Recogía el agua de las
fuentes en la milla 12 de la Vía Latina, en las proximidades de Grottaferrata. Llegaba a Roma
como los Acueductos precedentes por el lugar llamado ad spem veterem, cerca de
la Porta Maggiore, siguiendo por el mismo trazado de Aqua Marcia en dirección a
la Porta Viminale. Probablemente una ramificación de este acueducto, de la cual
se observan todavía algunas arcadas, alimentaba la fuente monumental
de la Plazza Vittorio Emanuele construida por Alejandro Severo
(nymphaeum Alexandri o Trofeo de Mario).
Aqua Virgo
Acueducto construido
por Agripa e inaugurado en el
19 a. C., para abastecer las instalaciones termales del Campo Marzio.
Las fuentes se situaban
en la 8.ª milla de la vía Collatina. El nombre de ("Acqua Vergine") deriva, según una leyenda, de una joven que
habría indicado a los soldados el lugar del manantial (sin embargo
probablemente se refiere a la pureza del agua).
El trazado acompañaba
la vía Collatina, en parte sobre arcadas y culminaba en las habitaciones del Pincio.
A partir de allí, las arcadas de la época Claudiana (parcialmente conservadas
en la vía del Nazareno atravesaba el Campo Marzio, cruzando la actual vía del
Corso (vía Lata) por el Arco de Claudio, una arcada del acueducto realizada
para celebrar la conquista de Britania.
El acueducto fue
constantemente restaurado y todavía alimenta la Fontana di Trevi, la Fontana della Barcaccia, en la Plaza
de España (dando nombre a la vía dei Condotti) y la Fuente de los Cuatro
Ríos, en la Piazza Navona.
Aqua Alsietina
También conocida como Aqua Augusta, fue un acueducto
construido bajo el reinado de César Augusto en 2 a. C., para servir
los barrios del río Tiber (Trastevere y
del local para los espectáculos de combates navales). Trajano realizó un nuevo
canal en 109 d. C. Recogía las aguas del Lago Martignano.
Anio Novus y Aqua Claudia
Acueducto iniciado por Calígula
en 38 d. C. y terminado por Claudio en el 52. El primero recogía las
aguas del Aniene en proximidad de los montes Simbruinos, mientras que el
segundo captaba desde la cima del valle del Aniene. Terminan ad spem veterem,
cerca de la Porta Maggiore: esta última era la monu-mentalización de los
arcos de las vías Prenestina y Labicana, más tarde insertadas en la Muralla
Aureliana.
En la 7.ª milla de la vía
Latina el agua circulaba por acueducto con arcadas, algunas de las cuales
subsistieron al tiempo en el "Parque de los Acueductos". En la
localidad de Tor Fiscale interceptaba dos veces al acueducto Acqua Marcia,
formando un recinto trapezoidal (llamado Campo Barbarico) que sería utilizado
como fortificación por los godos de Vitiges en lucha con Belisario, en 539.
Un ramal secundario,
construido por obra de Nerón, (Arcus Neroniani) se dirigía hacia el Celio, en
la parte ocupada por el Domus Aurea; este ramal fue sucesivamente
prolongado por Domiciano para abastecer dos palacios imperiales en el Palatino,
cruzando los valles entre éste y el Celio con altísimas arcadas.
Aqua Traiana
Este acueducto fue
construido durante el reinado de Trajano
en 109 d. C., recogía las aguas de los manantiales en los montes
Sabatinos, cerca del lago de Bracciano.
Llegaba a Roma por la
colina del Janículo, a lo largo de la margen izquierda del río Tiber. Destruido
durante el asedio de Roma por los ostrogodos de Vitiges en 537, fue restaurado
por Belisario y tuvo intervenciones durante el papado de Honorio I en el siglo
VII. Por los daños sufridos por los lombardos y por los sarracenos, tuvo que
ser sometido a nuevas restauraciones en los siglos VII y IX y fue reconstruido
como Acqua Paola en el siglo XVII.
Llegaba a la ciudad por
medio de un trazado casi totalmente subterráneo a lo largo de la Vía Clodia y la Vía Trionfale y, más adelante, por arcadas a lo largo de la vía
Aurelia.
Aqueductos en Roma
|
|||||
Nombre
|
Año de construcción
|
Longitud
(km) |
Altura en
la fuente (m) |
Altura en
Roma (m) |
Capacidad
(m³/día) |
Aqua
Appia
|
312 a. C.
|
16,561
|
30
|
20
|
73.000
|
Anio
Vetus
|
272 - 269 a. C.
|
63,64
|
280
|
48
|
175.920
|
Aqua
Marcia
|
144 - 140 a. C.
|
91,424
|
318
|
59
|
187.600
|
Aqua
Tepula
|
125 a. C.
|
17,745
|
151
|
61
|
17.800
|
Aqua
Julia
|
33 a. C.
|
21,677
|
350
|
64
|
48.240
|
Aqua
Virgo
|
19 a. C.
|
20,697
|
24
|
20
|
100.160
|
Aqua
Alsietina
|
2 a. C. ?
|
32,815
|
209
|
17
|
15.680
(no potable) |
Aqua
Claudia
|
38 - 52
|
68,681
|
320
|
67
|
184.280
|
Anio
Novus
|
38 - 52
|
86,876
|
400
|
70
|
189.520
|
Aqua
Traiana
|
109
|
32,500
|
-
|
-
|
-
|
Calzadas romanas y vías de comunicación
La construcción de las
calzadas por parte de los romanos obedecía más a motivos estratégicos y
militares que a meros intereses económicos. Las calzadas permitían el
rápido movimiento y traslado de las tropas romanas de una a otra parte de su
imperio; sólo secundariamente esas mismas calzadas facilitaron el transporte de
mercancías, si bien la mayor parte del transporte de mercancías se realizaba
por vía marítima, dada su rapidez, en las naves onerariae, la naves de carga de hasta 200 toneladas que
abastecieron a todo un imperio durante siglos.
Las calzadas se
realizaron sobre caminos ya existentes, sobre senderos y caminos de tierra,
pero exigen un gran trabajo de drenaje, excavación, aplanamiento, etc., hasta
su aspecto final con empedrado. Las calzadas quedaban sólidamente
dispuestas al asentarse sobre una capa inicial de grava, otra de cemento y
finalmente con las grandes losas colocadas en grandes bloques.
El principio de
construcción era buscar en la medida de lo posible la línea recta, hasta tal
punto que en ocasiones recurrieron a complejas obras de ingeniería para salvar
los obstáculos naturales: puentes, galerías en la roca o cortar la roca en los
pasos de montaña.
Las calzadas viae comunicaban entre si
las ciudades romanas. A Roma llegaban un total de 372 vías desarrolladas a
partir de 20 calzadas principales. Desde Gades (Cádiz) por la Vía
Augusta que recorría toda la costa hispana, entraba en Francia y recorría la
costa italiana donde recibía el nombre de Vía Aureliana, así llegábamos a
Roma.
El técnico encargado
del diseño de la calzada era el architectus
asistido por dos especialistas un agrimensor (topógrafo) y un nivelador librator.
Los legionarios eran
los que se dedicaban a construir las calzadas, puentes....en tiempos de paz.
También había obreros especializados ayudados por esclavos, prisioneros y
condenados.
Los emperadores Augusto, Tiberio y Flaminio, entre
otros consideraban moralmente recomendable la construcción de calzadas para
evitar que en tiempos de paz que los soldados se hicieran vagos y no estuvieran
físicamente preparados.
Las calzadas se
trazaban de la siguiente manera: el agrimensor trazaba el rigor una línea sobre el suelo. Con la grama una cruz de madera con pomadas y un anillo móvil, se
fijaban los ángulos muertos. Una vez alienada y marcada su anchura desde 1,10 a
7,10m.
En un principio su
construcción consistía en la colocación de grandes bloques de piedras o losas
que por su peso se mantenían fijas. Sin embargo, el sistema se
perfeccionó y Vitruvio nos informa
de su construcción. Para su construcción se definía el trazado y se marcaban
dos surcos paralelos separados 2,5 metros; se excavaba el espacio entre los
surcos y se llenaba el hueco con cuatro capas de distintos materiales.
Construcción de una calzada romana
El proceso de
construcción de una calzada consistía en varias fases diferenciadas, que
proporcionaba a estos caminos una extremada durabilidad que, en algunos casos,
ha permitido que lleguen a nuestros días:
Deforestación. Se comenzaba por la deforestación o desbrozado
del trazado longitudinal elegido para la calzada.
Explanación. Previamente a la construcción se allanaba el
firme, con las pertinentes obras de explanación, desmontes y terraplenado que
fueran necesarias.
Delimitación del firme. Después se delimitaba la anchura de la
calzada mediante dos zanjas paralelas. Posteriormente se extraía
la tierra entre estas zanjas hasta una profundidad de entre 1 metro y un metro
y medio (desde la cimentación hasta la superficie final).
Cimentación. En el fondo de la zanja resultante se
introducía piedra en bruto (statumen),
haciendo más denso el suelo y evitando retenciones de aguas de filtración,
creando así la capa de cimentación. Solía colocarse un bordillo (Herisson) de
piedras perfectamente alineadas para encajar la cimentación en la zanja
realizada.
Capas intermedias. Sobre este statumen se colocaba un relleno de arena
o grava (rudus), en
una o varias capas de diferentes tamaños, disminuyendo el tamaño del material
conforme se asciende hasta la capa más superficial. Después del relleno de cada
capa de material se procedía con el afirmado de cada una de ellas.
Revestimiento o capa de rodadura. Finalmente, se
revestía la superficie de la calzada con piedra triturada o, preferiblemente,
canto rodado apisonados (nucleus),
para formar la capa final de rodadura. Se utilizaban materiales de grano fino: zahorra
(con tamaños máximos de 4-5 mm) o jabre (granito arenizado con
tamaños máximos de 1 cm) u otro material de granulometría fina que estuviera
disponible en las cercanías del lugar de construcción. Finalmente se procedía
con el afirmado de esta capa de rodadura y su cohesión mediante los tamaños más
finos de la mezcla. Esta capa suponía aproximadamente sólo una cuarta parte, en
altura, del total de la sección de la calzada (desde la cimentación hasta la
superficie).
Y por último el pavimentum o summa crusta (grandes losas planas). Estas losas de piedra sólo
existían como recubrimiento de las calles en el interior de las ciudades,
llegando este revestimiento como máximo hasta los cementerios situados a las
afueras de la ciudad.
Lateralmente la calzada
solía ir delimitada en paralelo por cunetas a ambos lados de la calzada que
delimitaban la zona que era desarbolada para la explanación y que además
servían para recoger el agua de la calzada y no dejar que llegaran hasta ella
las aguas de chorreo.
La altura total de las
sucesivas capas respecto al terreno principal sobre el que discurría la calzada
era de entre 2 y 4 pies romanos, variando la anchura entre 2,4 y 7,5 metros,
dependiendo de la importancia de la calzada y de la dificultad de los lugares
que atravesara. Se considera que la anchura total habitual del firme resultante
era entre 5-6 metros.
Clasificación
Calzadas públicas (viae publicae), construidas a cargo
del Estado con el nombre de su constructor, generalmente el emperador, eran las
principales vías de vertebración del imperio.
Calzadas militares (Viae militares), construidas por el
ejército con fines estratégicos, que posteriormente se convierten en vías
públicas.
Calzadas vecinales (Actus), construidas y mantenidas por
los pagi, equivalen a carreteras provinciales.
Calzadas particulares (Privatae), construidas y mantenidas
por los propietarios de las mismas tierras por donde discurren.
Las calzadas
comunicaban todas las provincias del Imperio Romano entre sí.
Cada 30 km, los romanos
fundaban un campamento, que muchas veces se convertía en ciudad, para asegurar
el descanso de las tropas. Esta distancia es la que podían recorrer las
legiones en un día. Las legiones eran agrupaciones de 5.000 soldados dirigidos
por un general.
Por otro lado, para
evitar la acumulación de agua en la calzada, lo cual podría suponer su
hundimiento, los romanos las construían abombadas, es decir, ladeadas para que
el agua de lluvia se evacuase hacia el exterior y no se quedase estancada en la
superficie del centro; a los dos lados de la calzada se excavaba una pequeña
zanja (fossa), como las actuales
cunetas, a dos o tres metros de distancia sin vegetación para acumular esta
agua de lluvia. Por esta misma razón, los romanos construían sus calzadas
normalmente sobre un terraplén (agger)
de un metro de altura o incluso más para la eliminación del agua y para una
mejor visión de la zona por parte del ejército cuando las atravesaba.
El pavimentum debía ser duro y uniforme, lo cual dependía en muchas
ocasiones de la piedra utilizada; en algunas calzadas las losas del pavimento
estaban pulidas y eran colocadas sobre un nucleus
de arena o arena y cal; estas losas solían tener forma piramidal y la punta se
hundía en el nucleus obteniendo así un mayor agarre; estas losas necesitaban
dos hombres para ser movidas; no obstante, su forma poligonal obligaba a hacer
auténticos rompecabezas para encajarlas y dejarlas niveladas. En otras
ocasiones, la calzada tenía su pavimento de grava que se apisonaba con grandes
troncos o grandes bloques de piedra, logrando así una superficie compacta y
uniforme.
Cuando la calzada
atravesaba una zona pantanosa los ingenieros construían un marco continuo de
maderos entrecruzados, afianzados con pilas hincadas en la tierra; sobre este
marco se colocaban losas cimentadas con arcillas y se remataba con una capa de
grava y canto rodado. La Vía Popilia atravesaba una ciénaga de 160km, la Vía
Appia cruza los pantanos Pontinos, y vías en Holanda, Alemania y Bélgica.
En las zonas de montaña
los ingenieros las atravesaban con túneles como en los Alpes o rebajaban los
montes como en las montañas Pisco 36m o se drenaba un lago como el Lacus
Fucinos de la Vía Valeria.
Cuando una calzada era
terminada se coronaba con un arco del triunfo para honrar a los trabajadores.
Muchas Vías llevaban el nombre de su ordenante como la Aureliana, Popilia,
Claudia, Valeria....
En el año 20 a.C.
Erigió en Roma el miliarium aureum miliario de oro donde estaban marcadas las
principales ciudades del Imperio y sus respectivas distancias.
Itinerarium Provinciarum Antonini Itinerario de Antonio,
es un mapa de carreteras, que Diocleciano en el 290 ordeno realizar, incluye
bastantes calzadas desde el punto de partida hasta su llegada, identificaba las
mansio y la distancia millia passum. En la península hay
referenciadas 34 vías, también aparecen viae en los Vasos Apolinares y las
Tabletas de Lepido.
También existían los itineraria mapas esquemáticos para guiar a los viajeros.
También existían los itineraria mapas esquemáticos para guiar a los viajeros.
Indicaban montañas,
ríos, posadas...
Las mansio eran posadas reservadas a personas con un salvoconducto especial, las tabernae eran las posadas públicas; las caupona eran frecuentadas por prostitutas, ganaderos y borrachos y en las mutationes eran las posadas donde se podían cambiar los caballos, mulas o bueyes.
Las mansio eran posadas reservadas a personas con un salvoconducto especial, las tabernae eran las posadas públicas; las caupona eran frecuentadas por prostitutas, ganaderos y borrachos y en las mutationes eran las posadas donde se podían cambiar los caballos, mulas o bueyes.
Parece ser que en el
siglo II a. C. Cayo Graco introdujo
una legislación sobre las calzadas y supervisó personalmente la construcción de
algunas de ellas; también se afirma que este político romano se encargó de que
fueran medidas en millas y de que se colocaran miliarios. Para medirlas y
colocar los miliarios se ideó un carro con un instrumento el hodómetro, “medidor de caminos” que
mediante un mecanismo de engranajes asociado a las ruedas del carro hacía caer
un guijarro en un cuenco cada milla.
Tras las conquistas de
Julio César y ya con la época imperial la red viaria romana se extendió por
todo los territorios conquistados; los emperadores desarrollaron esta red
provincial estableciendo una magistratura especial para las calzadas, los curatores viarum, “cuidadores de los caminos”;
el propio emperador era el encargado de nombrar a estos curatores que
adjudicaban los trabajos a empresas cuando no los realizaban las legiones- y se
les pagaba del tesoro imperial, a través del fisco y de los impuestos;
anteriormente, las vías se financiaban a expensas del erario público
republicano.
El gasto de realización
y mantenimiento de una vía era tremendo; sabemos que en el año 82 a. C. reparar
un tramo de la vía que atravesaba los Alpes costó más de 150.000 sestercios,
cuando por entonces un obrero cobraba 3 sestercios al año.
Se ha calculado que la
red viaria romana llegó a unos 90.000 kilómetros de vías. Tal amplitud
hizo que en muchas ocasiones las calzadas secundarias y las calzadas de zonas
remotas de las provincias fueran pobre y prontamente descuidadas.
El aumento del tráfico
de mercancías, de correo, de tropas, etc., y las condiciones de las propias
vías hizo que se regulara la velocidad y la carga de materias que por ellas
transitaban. Así los vehículos ligeros, para el correo, podían llevar
entre 65 y 100 kgs. de carga; los vehículos de transporte de viajeros entre 200
y 330 kgs. y los vehículos de transporte pesado un máximo de 500 kgs.; por su
parte, la velocidad media era de 30 kms. por día para las mercancías; las
empresas privadas de correos no podían pasar de 60 kms. por día y el correo
imperial cursus publicus podía
alcanzar los 150 kms. al día e incluso más, pero circulando las 24 horas del
día, con el sistema llamado de postas o relevos de caballos e incluso de
mensajero.
No obstante, L. A.
Hamey y J. A.Hamey nos ofrecen un cuadro con distancias y tiempos de viajes
documentados en la Antigüedad.
Fecha del viaje
|
Duración y detalles del mismo
|
4 d. C.
|
Mensajero especial de Licia (Asia
Menor) a Roma: 3.100 kms. en 36 días.
|
31 d. C.
|
Correo imperial de Roma a Antioquia
(Asia Menor) por mar con mal tiempo: 2.500 kms. en 3 meses.
|
43 d. C.
|
El emperador Claudio, de camino a
Britania, de Massilia (actual Marsella) a Bononia (actual Boulogne-sur-Mer,
en Bélgica): 870 kms en 10 días.
|
68 d. C.
|
Mensajero especial de Roma a Clunia
(Coruña del Conde-Peñalba de Casto, en Burgos): unos 2.000 kms. en 6 días y
medio.
|
68 d. C.
|
Correo imperial de Roma a Alejandría
(Egipto) por mar: 2.000 kms. en 28 días o menos.
|
69 d. C.
|
Mensajero especial de Mogontia (actual
Mainz, en Alemania) a Durocortorum (hoy Reims, en Francia) y luego a Roma:
más de 2.100 kms. en unos 9 días.
|
193 d. C.
|
Correo imperial de Roma a Alejandría
(Egipto) por tierra: 3.500 kms. en 63 o 64 días.
|
238 d. C.
|
Correo imperial de Aquilea (cerca de
Trieste, frontera de Italia y Esolovenia) a Roma: 750 kms. en 3 o 4 días.
|
Es por ello que a lo
largo de las vías había establecimientos de parada para avituallarse, para
pasar la noche y para la posta de los correos, donde se podía descansar,
cambiar de animales de carga, comer, etc.
Quizá el gran
inconveniente de estas calzadas era que no resultaban aptas para caballos y
bestias de carga sin herraduras por el firme y la dureza. La circulación
por estas vías era bastante pesada, sobre todo si no se hacía a lomos de algún
caballo, mula, asno o burro. Para el transporte de personas se usaban carros
de dos o cuatro ruedas: el cisium,
una especie de calesa para viajes cortos muy ligera porque no solía llevar
carga, el essedium, un carro más
sólido, pero rápido, basado en los carros de combate galos, y el carpentum, una carroza de lujo, cómoda
y elegante. El petorritum y la
raeda eran carros de cuatro ruedas
más robustos para viajes más largos, pero usados tanto para el transporte de
personas como el de mercancías. El pilentum
era como el carpentum, pero de
cuatro ruedas; en un principio lo usaban las sacerdotisas y las matronas, pero
posteriormente se generalizó su uso; también de lujo y de cuatro ruedas era la carruca, con fina decoración y bastante
rapidez, lo que hacía de ella un vehículo de lujo.
Para las mercancías se
usaba el plaustrum, carreta de dos
ruedas con ruedas de una pieza sin radios y tirado por bueyes, asnos o mulas, o
el serracum, más sólido y robusto al
tener las ruedas más pequeñas, ideal para el transporte de mercancías muy
pesadas, de cuatro ruedas; para el transporte militar se usaba el carrus, de origen celta, mientras que
para los enfermos se usaba la arcera,
una especie de carro-litera.
Cisium
Carpentum
Petorritum
Raeda
La red de calzadas
romanas todavía sigue vigente, pues allá donde los romanos construyeron calzadas,
hoy en día hay carreteras y vías férreas, cuando no sobre la vieja calzada
romana, sí es seguro que paralelas y a poca distancia.
La creación de las
calzadas trajo consigo la proliferación de un fenómeno que se enquistó durante
el imperio y, sobre todo, tras su desaparición: los bandidos y asaltadores de
camino, que veían en estas vías un lugar donde encontrar botín seguro.
Vías romanas y Acueductos en Roma
Calzadas romanas en Italia
Via Aemilia de Rimini (Ariminum), hasta el final de la Via
Flaminia, por Cesena, Bologna hacia Piacenza (Placentia) y Milano.
Vía Aemilia Scaura prolongación de la Via Aurelia, de Pisa, a lo
largo de la costa ligur por Génova hacia Vado Ligure (Vada Sabatia), desde Vía
Julia Augusta, hacia Piacenza (Placentia).
Vía Amerina de Roma hacia Amelia (Ameria) y Perugia.
Vía Annia de la puerta de Adria, por Padua hacia
Aquileia.
Vía Appia Via Appia Antica de Roma por Albano, Terracina,
Capua, Benevento (Beneventum), Venosa y Taranto (Tarantum) hacia Brindisi
(Brundisium.
Vía Ardeatina de Roma por Falcognana hacia Ardea.
Vía Aurelia de Roma por Orbetello (Cosa), Pisa hacia
Lucca, más tarde por Genova, Savona hacia Ventimiglia y hacia la Gaule.
Vía Campana a lo largo del Tibre, paralela a la Via
Portuense, hacia Saline Veienti.
Vía Casilina de Roma por Anagni, Frosinone hacia Casilinum,
cerca de Cassino.
Vía Cassia de Roma (ramificación de la Via Flaminia) por
Sutri, Viterbo a través de Étrurie, y por Arezzo (Aretium) hacia Firenze
(Florentia), y más lejos, por Pistoia hacia Lucca y Pisa (uniéndose a la Via
Aurelia).
Vía Caecilia ramificación de la Via Salaria por Amiternum
(cerca de La Aquila), franqueando los Apeninos Centrales por el Passo de la
Capanelle y dirigiéndose por Atri (Hatria) y Teramo vers Giulianova (Castrum
Novum) hacia la costa adriática.
Via Claudia de Roma (ramificación de la Via Cassia) por
Bracciano y Veiano, uniéndose de nuevo a la Via Cassia.
Vía Collatina Antica de Roma, del sur del río Aniene, hacia
Collatie cerca de Palestrina (Praenesta).
Vía Domitiana de Terracina por Pozzuoli (Puteoli) hacia
Portus Iulius en la bahía de Naples, después por Napoli (Neapolis) hacia Reggio
(Rhegium).
Vía Empolitana de Tivoli (Tibur) a Subiaco.
Via Farnesiana ramificación de la Via Aurelia, hacia Farnese
(al oeste del lago de Bolsena).
Vía Flaminia de Roma por Narni (Narnia), hacia Fano (Fanum
Fortunae) o Rimini (Ariminum).
Via Flaminia Nuova, variante más reciente de la Via Flaminia, por
Spoleto (Spoletum).
Vía Flaminia Minor o Via Flaminia militaris de Arezzo (Arretium) a
Rimini (Ariminum).
Vía Gallica de Verona (ramificación de la Via Postumia) por Brescia, Bergamo hacia Milano (Mediolanum).
Vía Gallica de Verona (ramificación de la Via Postumia) por Brescia, Bergamo hacia Milano (Mediolanum).
Vía Julia Augusta Prolongación de la Via Aurelia y de la Via
Postumia, de Genova por Vado Ligure (Vada Sabatia), a lo largo de la costa de
Liguria por Albenga (Albigaunum) y Ventimiglia (Albintimilium), después por los
Alpes marítimos hacia Arles (Arelate) o Tarascon, en Gaule (unión con la Via
Domitia).
Vía Julia Augusta (II) de Aquileia hacia el norte por Zúglio (Iulium
Carnicum) y por el Plöckenpass hacia el Drautal, se separa en Irschen (castrum
Ursen) y conduce por Aguntum (cerca de Lienz) e Innichen (Littamum) hacia
Veldidena (Wilten/Innsbruck), o bien por Teurnia (cerca de Spittal) y Virunum
(cerca de Klagenfurt) hacia Iuvavum (Salzburg).
Vía Labicana de Roma, de la Via Latina, por Labicum hacia
la Via Praenestina.
Vía Latina de Roma, al norte de los montes Albains, por Anagni, Ferentinum, Frosinone (Frusino) y Liri, hacia Capua (unión con la Via Appia).
Vía Latina de Roma, al norte de los montes Albains, por Anagni, Ferentinum, Frosinone (Frusino) y Liri, hacia Capua (unión con la Via Appia).
Via Laurentina de Roma Laurentum (San Lorenzo, por el mar
Thyrrhénienne).
Vía Nomentana de Roma a Mentana (Nomentum), (anteriormente
Via Ficulensis hacia Ficulea).
Vía Ostiense de Roma hacia Ostia (puerto de Rome) al sur
del Tibre.
Via Nomentana hacia Polombara Sabina.
Via Nomentana hacia Polombara Sabina.
Vía Pompea el cinturón de Sicilia.
Vía Popilia de Capua, por Nocera (Nuceria), Morano
(Moranum), Cosenza (Cosentia), Vibo (Valentia), hacia Reggio Calabria
(Rhegium).
Vía Popilia-Annia de Rimini a Aquileia.
Vía Portuense de Roma al puerto de Portus Augusti, al norte
del Tibre.
Vía Postumia d'Aquileia, por Oderzo, Vicenza, Verona,
Cremona, Piacenza (Placentia), Voghera (Iria), Tortona (Dertona), Serravalle
(Libarna), hacia Genova.
Vía Praenestina de Roma a Palestrina (Praenesta).
Vía Sabina ramificación de la Via Salaria hacia La
Aquila.
Vía Salaria de Roma por Settebagni, Fara en Sabina, Rieti,
Antrodoco, Arquata y Ascoli Piceno hacia Porto de Ascoli hacia los Mercados del
Adriático.
Vía Salaria Gallica de Fossombrone (Forum Sempronii) por Suasa,
Ostra, Jesi, Macerata, Urbisaglia, Falesone hacia Ascoli Piceno (Asculum) y los
Mercados (unión con la Via Flaminia y la Via Salaria, hacia el interior).
Vía Salaria Picena unía la Via Flaminia y la Via Salaria, de Fano
(Fanum Fortunae) hacia Castrum Truentinum por Porto de Ascoli en el Adriático
(ruta costera).
Vía Salaria Vecchia de Ascoli por S.Omero y Giulianova hacia Atri
(unión de la Via Salaria con la Via Caecilia).
Vía Satricana de Roma a Satricum.
Vía Severiana de Ostia a Terracina.
Vía Sublacense ramificación de la Via Valeria, del valle de
la Aniene por la Villa di Nerone, hacia Subiaco.
Vía Tiberina de Roma por Capena, Fiano Nazzano, Ponzano y
Magliano hacia la Via Flaminia.
Vía Tiburtina de Roma a Tivoli (Tibur).
Vía Tiburtina Valeria, prolongación de la Via Tiburtina por el
valle de la Aniene, hacia el lago de Fucino; a lo largo de la costa adriática
hacia Pescara.
Vía Traiana alternativa a la antigua Via Appia, de
Benevento por Ascoli Satriano, Canosa di Puglia, Ruvo y Bitonto hacia Bari
(Adria), y en tanto que Via Traiana Costiera (ruta costera) o bien en tanto que
Via Traiana Interna (al interior), par Rutigliano y Conversano, después hacia
Brindisi.
Vía Traiana Calabra prolongación de la Via Traiana, de Brindisi a
Otranto.
Vía Tuscolana de Roma a Tusculum.
Vía Tuscolana de Roma a Tusculum.
1. Via Cassia 9. Via
Appia (Nuova)
2.
Via
Flaminia 10. Via Appia
3.
Via
Salaria 11. Via
Ardeatina
4.
Via
Nomentana: 12. Via Ostiense
5.
Via
Tiburtina 13. Via Portuense
6.
Via
Prenestina 14.
Via Aurelia
7.
Via
Casilina 15. Via Trionfale
8.
Via
Tuscolana
Vía Emilia
La Vía Emilia
(en latín Via Aemilia); calzada romana, hecha construir por Marco Emilio
Lépido, que une en línea recta Piacenza y Rímini, y atraviesa muchas ciudades
de Emilia, región a la que ha dado nombre. Las principales ciudades de origen
romano o refundadas por los romanos que atraviesa son Piacenza, Fidenza, Parma,
Reggio, Módena, Bolonia, Imola y Rímini.
El camino fue
construido entre los años 189 a. C. y 187 a. C. En aquel
tiempo la colonia de Placentia Piacenza estaba rodeada por la tribu gala
de los boios, que, pese a haber sido
rechazados no habían querido firmar paces con Roma. El peligro de una revuelta
decidió a las autoridades de la antigua república romana a extender un camino
militar que terminara en la colonia amagada, con el fin de avituallar y
reforzar oportunamente a sus tropas en caso de una eventual revuelta de los boios.
En la foto de abajo se
puede observar el Puente romano sobre el río Marecchia a las afueras de Ariminum
(Rímini), el punto de partida de la Via Emilia. Hoy en día conocido como el Puente de Tiberio, fue
construido en el año 14 d. C bajo el emperador romano Tiberio, como parte de
una actualización importante de toda la Via Emilia comenzó con su
antecesor Augusto.
Dicen que el puente de
Tiberio conserva las bases originales de madera de sus 5 arcos y que su
ubicación, igual que la del arco del triunfo de Augusto, dan idea de la
importancia –comercial, geográfica, militar y de poder- que tuvo esta
localidad: aquí confluían la Via Flaminia, la Vía Emilia y la Vía
Popilius
Vía Aemilia Scaura
La Vía Aemilia
Scaura es una antigua calzada romana construida por Marcus Aemilius
Scaurus durante su período como censor, el año 109 a.C. Era una ruta costera
que prolongaba la Vía Aurelia, que entonces llegaba hasta Luna, Luni.
Las obras del censor
Aemilius Scaurus conectaban Placentia (Piacenza) y Pisae (Pisa),
pasando por Genua (Génova).
Vía Amerina
La Vía Amerina
fue una vía o camino empedrado romano nombrado en tiempos de Adriano que iba de
Roma a Ameria. En realidad salía de la Vía Cassia en Baccanae
(Baccano) e iba por Nepete y Falerii hasta Ameria.
Vía Aquitania
La Vía Aquitania
era una calzada romana edificada en el año 118 a.C.
como camino de penetración hacia el norte de la Galia, Aquitania, desde la
costa mediterránea. Se iniciaba en Narbo Martius (Narbona), la capital
de la provincia romana de Gallia Narbonensis. Allí empalmaba con la Vía Domitia.
Desde Narbo Martius se proyectaba hacia el Océano Atlántico, a través de
Tolosa (Toulouse), llegando a Burdigala (Burdeos).
Posteriormente, durante
la Edad Media, también se le llamó "Vía Aquitania" a la calzada
romana XXXIV o Ab Asturica Burdigalam (Astorga-Burdeos), que era utilizada como
ruta afluente en por peregrinos franceses que emprendían el Camino de Santiago.
La Vía Aquitania fue una calzada romana creada en 118 a.C. en la
provincia romana de Galia. Comenzó en Narbona, en la que conectada a la Via
Domitia. A continuación, hacia el Océano Atlántico, a través de Toulouse y Burdeos,
que abarcan aproximadamente 400 kilómetros.
Vía Aurelia
La Vía Aurelia
(en latín Via Aurelia) fue una calzada romana que llevaba de Roma a Pisa
(Etruria) y a la costa de Liguria y los Alpes marítimos. El primer tramo iba de
Roma a Alsium; de allí llegaba hasta Pisae (Pisa). No se sabe cuándo
fue construida. Se supone que la construyó un magistrado llamado Aurelius
(Aurelio).
Via Annia
El Véneto ha estado
conectado con el mundo romano a través de dos grandes vías consolares: la Vía
Postumia, construida en el 148 a. C. que unía a Génova con Aquileya, y la Vía
Annia, construida en el 731 a.C. por el pretor Tito Annio Rufo, que partía de
Adria y recorría el arco adriático hasta llegar a Aquileya.
Con la ayuda de fotos aéreas y de los levantamientos hechos, podemos seguir a grandes rasgos la vía.
Con la ayuda de fotos aéreas y de los levantamientos hechos, podemos seguir a grandes rasgos la vía.
De la vía Annia, en el
tramo Padua - Altino conocemos dos estaciones, puestos de referencia y de
descanso para hombres y caballos con alojamiento, baños, talleres: una en San Bruson y la otra en Marghera. Allí se llegaba siguiendo un
recorrido a la derecha de la orilla del Brenta según algunos estudiosos, por la
orilla izquierda según otros, y en este caso las estaciones tendrían que haber
estado ubicadas en Dolo y en Mestre. La diferencia resulta en las distancias
que los itinerarios antiguos indican entre Padua y Altino.
A lo largo de la vía
Annia, entre Padua y Altino se encontraron cuatro piedras miliares. Se trata,
como se sabe, de cipos por lo general circulares en forma de tronco de columna,
colocados principalmente por emperadores que inclusive mucho después de la
construcción de la vía, se ocuparon de cuidarla y mejorarla, y que por lo
general llevan el número de millas que hay entre dos localidades. Una apareció
en el barrio Stanga en las afueras de Padua, una en San Bruson, la tercera en
Campalto, y la última en Quarto d'Altino.
En el tramo entre Porto Menai y Altino, y luego al sur de Musile, la carretera antigua se construyó sobre un tramo elevado porque esa área era sujeta a inundaciones.
Debido a la difícil y
cambiante situación hidrográfica de esta franja costera, la vía debió
mantenerse más bien hacia el interior y fue necesario efectuar varias obras de
recuperación puesto que se veía invadida por gran cantidad de aguas pantanosas.
Muchos emperadores pasaron por allí con sus ejércitos en el siglo IV d.C. para
defender el límite oriental del Imperio, y sus nombres aparecen plasmados en
cinco piedras miliares que se encontraron en el tramo de vía que va de Musile
di Piave a Ceggia. La carretera seguía hacia el Este y atravesaba una antigua
ramificación del Piave a través de un puente romano de tres arcadas de las
cuales se conservan los restos visibles de las cimentaciones, muy sólidas y
bien construidas. Luego la vía pasaba al Sur de Ceggia: aquí se encontraron los
restos de dos pilares y de los estribos de un puente en placas de arenisca
también de tres arcadas, que cruzaba un río que ahora resulta enterrado, el
Canalat o viejo Piavon. La carretera llega luego al Livenza, que atravesaba
cerca de Santa Anastasia por un puente cuyos restos se conservaban aún hasta el
siglo pasado. De aquí se dirigía al Noreste hacia Concordia. Iulia Concordia,
hoy Concordia Sagittaria, fue una ilustre colonia romana fundada en el año 42 a.C.,
que tuvo una vida floreciente inclusive en la época tardía del Imperio, y que
por las imponentes memorias que se conservaron, resulta el mayor centro
paleocristiano de las Venecias después de Aquileya.
Via Apia
La Vía Apia (Latín:
Via Appia) fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma,
que unía Roma con Brindisi, el más
importante puerto comercial con el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio. Estacio describió su
importancia (Sylvae, 2.2) al describirla por su nombre común:
”APPIA LONGARUM TERITUR
REGINA VIARUM”
”La vía Apia es
conocida comúnmente como la reina de las grandes calzadas romanas”.
Los romanos se dieron
cuenta de la nobleza inherente del camino imbuido por las circunstancias y el
método de su construcción, y su utilidad a la república romana. La vía Apia era
el paradigma de todos los caminos romanos subsecuentes. Se convirtió en el
mismo símbolo de la república, trayendo consigo estabilidad, paz y libertad a
la gente de Italia, por lo menos en sus ideales. Su historiador más grande,
Livio, que no era romano de nacimiento, tomó ese punto de vista.
La Vía Apia -En
latín Vía Appia, también conocida como la Vía Appiana- fue iniciada con la
intención de facilitar el acceso de los latinos a la nueva capital, y
garantizar un rápido acceso en la Italia meridional. Eventualmente se convirtió
en la vía más importante de comunicación, y unió a la ciudad historica con el
puerto del mar Adriático. Por ella no solo se movilizaban personas sino que
también grandes cantidades de bienes económicos. Desde Pompeya expedían todo
tipo de mercaderías que llegaban desde el mar, y por la campiña productos
agrícolas hacia Roma. Comenzada a finales del 312 a.C. por el Censor Apio
Claudio esta se extendía primeramente desde la puerta San Sebastino, en las
paredes de Aureliano, en Roma; pasando por diferentes poblados y llegaba hasta
Capua, capital de la campiña -como nota de interés esta pasa cerca de las
termas de Carcalla, la villa de los hermanos Quintilli y el Circo Massimo-.
En el año 190 d.C. esta fue extendida a Beneventum; luego más adelante en el
tiempo fue ampliada hasta Tarentum y Brindisium. La Vía Apia comenzaba con
grandes losas poligonales emplazadas sobre su superficie. De basalto rodeada de
aceras era un espectáculo imponente a la vista.
Aún más impresionante
que sus dimensiones y su historia es el hecho de que esta es denominada
"el camino de las almas", como todavía la siguen llamando algunas
personas. A lo largo de esta vía nos encontramos con cientos de sepulcros y
necrópolis. Cicerón dijo "Se entra a través del espesor de los
muertos", refiriéndose a la cuantiosa cantidad de sepulcros cerca de
la entrada a Roma por este camino. No solo fue usada por las familias que
querían darle un entierro memorable a sus muertos. Sino también por Craso para
crucificar 6000 esclavos partidarios de Espartaco, al ser este último derrotado
y su ejército de esclavos capturado. Entre las grandes figuras que encontramos
a lo largo del camino podemos ver la tumba de Séneca, los Escipiones, los
Furli, M. Servillo cuarto, Geta, Uria, La Tumba de los Primeros -una de las
tumbas con mayor cantidad de las más exquisitas estatuas y obras de arte- y
tantas familias y personajes más que sería imposible listar aquí.
Su longitud es de 540
km y su ancho se calcula entre los 7,50 metros y los 8,50 metros, siendo lo más
probable unos 8 metros constantes a lo largo de su casi recto trayecto. Esto es
en tramos importantes de la ruta ya que luego disminuye a 2 metros por
cuestiones de practicidad en otras secciones.
Tramo de la Vía Apia en su estado actual
en Roma, Italia
Via Apia
Vía Cassia
La Vía Cassia
(en latín Via Cassia) era el nombre de una vía romana en Italia, que
llevaba de Roma a Arretium por Florencia y Lucca. No se sabe cuándo fue
construida ni quién fue el Casio que la construyó. El Itinerario Antonino la
llama "Vía Clodia", pero se trata de un error. Tenía su inicio en la Vía
Flaminia después de cruzar el Tíber por el Puente Milvio, a unos 5 km de Roma.
La Vía Flaminia de, Bolonia a Arretium, que era una bifurcación
de la Vía Cassia, fue construida por C. Flaminio, cónsul el año 187 a.C. junto
a M. Emilio Lépido, después de someter a las tribus ligures de la región de
Bolonia, pero más tarde este nombre dejó de utilizarse.
Vía Caecilia
La vía Caecilia
es una antigua calzada romana, que se derivaba de la vía Salaria, situada a 56
km de Roma hasta Amiternum, situada a lo largo del mar Adriático, pasando
probablemente por Hatria. Un ramal iba a Interamna Praetuttiorum y luego
hasta Castrum Novum, a 243 km de Roma.
Fue mandada construir
probablemente por Lucio Cecilio Metelo Diademato (cónsul en 117 a. C.).
Via Claudia Augusta
La Via Claudia
Augusta fue la mayor de las calzadas romanas que atravesaron los Alpes en
tiempos del Imperio romano, comunicando la zona de la desembocadura del río Po
y la antigua región de Recia. Por tanto, el camino se extendía entre el mar
Adriático y el curso alto del río Danubio.
Fue construida en el
año 15 a. C. por Druso, que siendo un joven jefe militar, hijo
adoptivo del emperador Augusto, dirigía la campaña militar en Nórico, actual Austria.
Fue ampliada y terminada en el año 47, por orden del hijo de Druso, el emperador Claudio, del cual el
camino tomó el nombre.
La ruta se iniciaba en Altinum
(Altino), seguía por Tridentum (Trento) y llegaba a la actual Donauwörth,
en la actual región alemana de Baviera.
La Vía Claudia Augusta
ha sido unas de las calzadas elegidas, junto a la Vía Ruta de la Plata y la Vía
Tiburtina Valeria, para formar parte del documental Vías Romanas en Europa, con
el que se presenta tres de las calzadas romanas más importantes de Europa.
Vía Flaminia
La Vía Flaminia fue una calzada
romana que llevaba de Roma a Ariminium y era la principal vía del norte
de Italia. Fue construida por C. Flaminius durante el tiempo en que ejerció
como censor (220 a. C.). Salía de la Puerta Flaminia cercana a la
moderna puerta del Popolo y se dirigía al Puente Milvio (Pontus Milvius)
para cruzar el Tíber. En Ariminium se unía a la Vía Emilia.
La Vía Flaminia de Bononia
a Arretium, que era una rama de la Vía Cassia, fue construida por un
hijo del anterior llamado también C. Flaminius, que fue cónsul junto a M.
Aemilius Lepidus el 187 a. C., después de someter a las tribus
ligures de la región de Bononia, pero después el nombre fue poco
utilizado.
El dominio de la Vía Flaminia
se demostró decisivo el año 69 en la lucha entre Vespasiano y Vitelio.
Vía Labicana.
Fue una calzada romana
que salía de la puerta Esquilina en Roma y llevaba hasta la ciudad de Labicum,
actual Labici, a unos 25 km de Roma, donde después
seguía en la misma dirección hacia las montañas Albanas y se unía con la Vía
Latina en la estación de Ad Pictas.
La única estación entre
Labicum y Ad Pictas era Ad Quintanas según el itinerario
de Antonio pero la Tabla de Peutinger añade Ad Statuas (sin mencionar Ad
Quintanas). Hasta Ad Quintanas seguía un curso paralelo a la vía
Praenestina.
Su itinerario fue
reconstruido perfectamente en el siglo XIX. El punto exacto de Ad Pictas,
no obstante, no se ha determinado. Cerca de la vía y de Roma, había diversas
tumbas, algunas de ellas bastante grandes; la más importante es la llamada Torre
Pignatara, a unos 5 km de Porta Maggiore, que la tradición (sin fundamento) da
como la tumba de Elena, la madre de Constantino el Grande. Sí que estaba en la
zona, a unos 8 km de Roma, la tumba familiar del emperador Didio Juliano.
Vía Latina
La Vía Latina
fue una de las principales calzadas romanas. Salía de Roma por la Porta Latina
y, probablemente haya sido la vía más antigua de la red de vías romanas. En el
siglo IV a. C. ya se nombra esta vía, pero todavía no debía de ser un
camino regular, sino más bien una referencia geográfica. Existía probablemente
antes del 296 a. C. Pirro de Épiro utilizó esta calzada para avanzar
hacia Roma el año 280 a. C., y Aníbal el año 211 a. C. En
211 a. C. ya hay constancia de que la vía Latina era un camino
regular.
Conducía hacia el
sureste por un trazado de 147 millas romanas (218 km), pasando por las ciudades
de Anagni, Ferentinum y Frosinone hasta Capua. Acababa en Casilinum,
donde se unía a la Vía Apia, si bien algunos ramales salían de Teanum
por Allifae y Telesia hasta Benevento. Dos calzadas subordinadas
a esta vía eran la Vía Labicana y la Vía Prestina, que salían de Roma y se
unían más adelante a la Vía Latina.
Vía Nomentana
En rojo la antigua vía
Nomentana, la cual se extendía desde Roma hasta Erfino a Eretum, donde se unía
a la vía Salaria, en verde.
La vía Nomentana
era una importante vía consular romana que
iba desde Roma hasta Nomentum, ciudad
situada en las cercanías de la actual ciudad de Mentana. Originalmente era
llamaba vía Ficulensis, por el hecho de acabar en Ficulea. La extensión de
dicha calle hasta Nomentum provocó el cambio de nombre de la vía.
El camino tenía origen
en la puerta Nomentana y desde ella continuaba en dirección noreste hasta llegar a
Nomentum. Actualmente, la vía Nomentana empieza en la puerta Pía, a cientos de
metros de su antiguo origen.
Durante el siglo XIX
surgió una polémica en relación al hallazgo de tres cuerpos decapitados,
supuestamente pertenecientes al papa Alejandro I y a dos de sus fieles
allegados. Las religiones católica y ortodoxa veneran otros santos que, según
se cree, fueron enterrados en la vía Nomentana, entre ellos, Inés, Primo y Feliciano
mártires.
Vía Ostiensis
La Vía Ostiensis
(en italiano: Via Ostiense) fue una importante carretera de la Antigua
Roma. Comunicaba la ciudad con el puerto de Ostia Antica, a 30 kilómetros.
La vía se iniciaba
cerca del Foro Boario, pasaba entre el Aventino y el Tíber por su lado este y
dejaba las Murallas Servianas a través de la Puerta Trigemina. Cuando más tarde
se construyó la Muralla Aureliana, la vía dejaba la ciudad a través de la Puerta
de San Pablo. Al final del Imperio romano, con el declive económico y social de
Roma y la consecuente merma en el tráfico con el puerto de Ostia, la vía decayó
en su importancia. En tiempos de Constantino el Grande adquirió mayor
importancia la Vía Portuensis. En la actualidad, la Vía Ostensis es la
principal carretera que comunica Roma con Ostia, junto con la Vía del Mar. En
su camino pasa por la Basílica de San Pablo Extramuros.
Vía Popilia
El nombre Vía
Popillia fue dado a dos vías romanas diferentes, que se iniciaron durante
el consulado de Publio Popillius Laens, más conocido por su ataque contra los Gracos.
El otro cónsul, en el año -132, era Publio Rupilius.
La primera de estas
vías es una extensión de la Vía Flaminia desde Ariminum hacia el norte del Mar
Adriático.
Puente
romano de Aníbal en la Via Popilia Calabria
La segunda llevaba de Capua
a Rhégium en el estrecho de Messina. El Cippe de la Polla, que se encuentra en
San Pietro di Polla, cerca de Polla, lleva grabado de forma explícita los
detalles de su itinerario y su historia. En virtud de esta inscripción, la
distancia total de Capua a Rhégium era de 321 millas, o sea 475 km.
Via Salaria
Via Salaria es una antigua calzada
romana que comunica Roma (partiendo desde la Porta Salaria de la Muralla
Serviana, pasando por la Porta Salaria de la Muralla Aureliana) y Castrum
Truentinum, actual Porto d'Ascoli, en la costa del mar Adriático. Recorre
en total 242 km, pasando por Reate (Rieti) y Asculum (Ascoli Piceno).
La Via Salaria
debe su nombre a la palabra latina que designa a la "sal", ya que era
la ruta utilizada por los sabinos para transportar sal hacia el río Tíber.
Algunos historiadores consideran que este camino y el comercio de sal
estuvieron ligados a la fundación de Roma. Subsisten restos de algunas
secciones montañosas de esta calzada.
Vía Trajana
La Vía Trajana
era una antigua calzada romana. Fue construida por el emperador Trajano como
una extensión de la Vía Apia desde Beneventum, alcanzando Brundisium (Brindisi)
por una ruta más corta (esto es, a través de Canusium, Butuntum y Barium más
que por Tarentum). Esto fue conmemorado por un arco en Beneventum.
La Vía Trajana se
construyó en el año 109 d. C. por el emperador Trajano a costa propia. Fue
construido tras la conclusión de la conquista de Italia durante un período de
relativa libertad de campañas militares. Así la Vía Apia, de la que la Vía
Trajana fue construida como una extensión, perdió su importancia original como
una carretera militar que conectaban Venusia y Tarentum. Más aún, el
mantenimiento de comunicaciones militares directas entre Venusia, la colonia
militar de 291 a. C., y Roma no era necesitado más excepto en tiempos
de Guerra Civil. En breve, la Vía Apia simplemente se convirtió en medios de
alcanzar Brundisium. Mientras ciudades como Venusia que fueron en el pasado
cruciales para la comunicación y la estrategia militar perdieron su
importancia, Brundisium comenzó a florecer. Brundisium se convirtió en un
puerto principal a través de soldados, comerciantes y todo tipo de viajeros
embarcaban hacia Grecia y Oriente. Comprendiendo que la velocidad más rápida es
vital para el transporte, había una necesidad de una ruta más corta a
Beneventum desde Brundisium además de la Vía Apia.
Estrabón indica
correctamente que viajar a Beneventum desde Brundisium a través de la Vía
Trajana era al menos un día más breve que la vieja calzada republicana, la Vía
Apia. Aunque la medida real muestra que la Vía Apia hasta que alcanza Venusia
que tiene alrededor de 205 millas desde Brundisium a Beneventum, la diferencia
radica en su topografía. Hay una serie de ásperas colinas y terreno difícil a
lo largo de la Vía Apia hasta que alcanzase Venusia que está alrededor de 66
millas de Beneventum. Por contraste, aunque la Vía Trajana cuenta con pasos
igualmente exigentes en las primeras 40 millas desde Beneventum, no hay otra
colina seria en todo el camino hasta Brundisium.
Ponte sul Ofanto
Puentes
romanos
Hay restos de varios
puentes romanos junto a la calzada, incluyendo el Ponte dei Ladroni, Ponte
delle Chianche, Ponte Pietra, Ponte Rotto (sobre el río Carapelle), Ponte Rotto
(sobre el río Cervaro), Ponte sul Ofanto y Ponte Valentino.
Via Domitiana
Via Domitiana en la Campania fue una importante calzada romana construida
(en el 95 d. C), bajo y lleva el nombre del emperador, Domiciano, para
facilitar el acceso desde y hacia los puertos importantes de Puteoli (hoy Pozzuoli)
y Julio Portus (puerto de amarre de la flota imperial occidental, formada por
las aguas alrededor de Bayas y Cabo Miseno) en el Golfo de Nápoles. Fue dañado
por Alarico en 420 d. C y, finalmente, destruidos por Genserico en 455 d.C. Fue
restaurado parcialmente bajo varios gobernantes del reino de Nápoles en la Edad
Media y en su versión moderna es una importante carretera de la costa que
conduce al norte de Nápoles.
Puentes
La importancia de los
puentes es temprana (recuérdese el que unía las orillas del Tíber por el Foro Boario y la Isola Tiberina). Sucede que las crecidas de los ríos se llevaron
muchos puentes, pero quedan todavía algunos como los que son consecuencias de
estas crecidas como el Ponte Roto del que sólo queda el inicio en una de las
orillas. Es probable que este puente sea el que nos describe Tito Livio
diciendo que en su época era un puente que de piedra tenía los pilones mientras
que la calzada era de madera.
Por orden de antigüedad
estarían:
El puente Milvio
(latín: pons Milvius o pons Mulvius) es un puente situado en el norte de Roma. Es uno de los puentes más importantes sobre
el río Tíber. Fue construido por el
cónsul Cayo Claudio Nerón en 206 a. C.,
después de haber derrotado al ejército cartaginés en la batalla del Metauro. En
115 a. C., el cónsul Marco Emilio Escauro construyó un nuevo puente
de piedra en el mismo lugar, destruyendo el antiguo. En 312, Constantino I
venció a Majencio, su rival, en la famosa batalla del Puente Milvio, en la zona
que se encuentra entre este puente y Saxa Rubra. A fines de 2006, inspirados
por los protagonistas de la novela Tengo ganas de ti de Federico Moccia el
puente comenzó a atraer el interés de las parejas, quienes usan el poste de luz
sobre el mismo para colgar candados como señal de su amor.
En el ritual, la pareja sujeta el candado al poste y luego arroja la llave al
Tíber sobre sus hombros.
El Pons Fabricius. Une la
orilla romana con la Isola Tiberina y tiene grandes restauraciones con respecto
al original. Es de época triunviral y ello lo sabemos porque tiene una
inscripción sobre uno de los arcos de piedra en el que se dice que su
constructor fue Lucio Fabricio que era Curator
Viarum (funcionarios pertenecientes a los máximos órdenes sociales romanos
cuya misión era el cuidado y vigilancia de las Vías ya que las cloacas de desagües y los puentes
de las Vías se rompían en épocas de crecidas y necesitaban arreglos continuos).
Pons Fabricius, éste, en la actualidad es llamado el Ponte
dei quatro cappite por las cuatro cabezas que formaban parte del pretil
original del puente. Se trata de imágenes a manera de Hermas que indican una especie de control o protección de los
caminos. Son muy apropiadas estas imágenes en los puentes. En este caso debían
tener una balaustrada de bronce por las ranuras existentes en las Hermas. Tanto los pilares como el
revestimiento son de travertino (roca porosa formada en un corto periodo de
tiempo en nacimientos de agua). El travertino de Roma es de calidad
extraordinaria, de color crema y tacto jabonoso. Es una roca calcárea muy
utilizada en la época.
Son importantes sus
arcos y los pilares que presentan, lo que es normal en estos puentes, una
estructura maciza que tiene, en planta, formas características: frente a la
corriente su forma es en flecha (^) y en el otro lado presenta una forma
semicircular (U).
En el mismo lugar que
el Pons Fabricius debió estar el Pons Sublicius
por ser la distancia más corta para salvar el Río Tíber.
El Pons Cestius. De la misma
época que el anterior y también con grandes reconstrucciones. Unía la Isola Tiberina con el Trastevere.
Puente Sant’Angelo. Todavía en pie. El
emperador Adriano lo hizo construir (137 d.C.) frente a su mausoleo (hoy Castel
S. Angelo).
En el año santo de 1450
se vino abajo al no soportar el peso de una avalancha de peregrinos. Fue
reconstruido y en él tuvo lugar la ejecución de Beatriz Cenci.
Bernini y su escuela lo
embellecieron con las diez estatuas de ángeles (1598-1660).
Puente Nerón. Derruido. Sólo quedan
los restos de dos pilares visibles cuando baja el nivel del agua.
Puente
Sisto.
Todavía en pie. Es uno de los puentes más bellos de Roma. Data de la Roma
Antigua y en su origen se llamó "Pons Aurelis" - ¡desde aquí fueron
arrojados al río los primeros mártires cristianos!-. En el 792 d.C. se vino
abajo y fue reconstruido en el año santo de 1475 por el papa Sixto IV-
recordado en Roma como un gran urbanista -. Hoy es un puente peatonal.
Al papa Pablo V
Borghese se debe la construcción de la fuente barroca de Piazza Trilussa-
frente a la embocadura del puente por la parte del Trastevere- y la de Acqua
Paola, sobre el Gianicolo. Recomendamos sus espléndidas vistas de la ciudad. La
fuente de Piazza Trilussa, que estaba en su origen al otro lado del río,
se trasladó a su actual emplazamiento el siglo pasado durante las obras de
remodelación de los márgenes del Tíber.
Puente Rotto. Derruido. Este
antiguo puente de madera con pilares de piedra fue construido en el 179 a.C.
por Emilio Lepido y Fulvio Nobiliore. Su nombre original era "Pons
Aemilius".
La parte superior fue
reconstruida en piedra por Escipión "El Africano". En el 1880 se vino
abajo por las obras de remodelación de los márgenes del Tíber. Una de las
explosiones le hizo saltar por los aires.
Puente
Sublicio.
Derruido. (alrededor del 160 a.C) Se alzaba junto al actual Ponte Aventino
Sublicio. La parte del Palatino fue construida por el rey romano Anco Marzio y
la del Trastevere por los etruscos. En su lugar había un antiguo puente de
madera.
Murallas: Esquema clásico de la
creación y desarrollo de Roma, incluye cuatro momentos: En un primes estadio
nos encontramos con la llamada Roma
Quadrata,
rodeada por un muro y el denominado Pomerium,
la frontera sagrada de la ciudad de Roma. Es decir, Roma sólo existía dentro
del Pomerium,
siendo todo lo que estaba en el exterior tierras que pertenecían a Roma (pero
no era Roma)
El siguiente rastro nos
lleva a la fusión de las tribus latinas de la Roma Quadrata del monte
Palatino con los sabinos de los montes Viminal y Quirinal, creando la llamada
Liga del Septimontium (Liga
de las Siete Colinas). El Septimontium
comprendería entonces el Cermal, estribo del Palatino que descendía
hacia las marismas que existían entre este y el Capitolino (Velabrum); el Velio, que
unía el Palatino al Esquilino; el Fragutal,
Oppius y Cispius, que formaban las tres cimas del Esquilino; y el Subura, en el valle situado entre el Esquilino y el Quirinal.
La Ciudad de las Cuatro Regiones,
habría sido el tercer paso en la ampliación de Roma, conseguida con la
incorporación al Septimontium de los núcleos del Quirinal y el
Capitolino. La nueva ciudad debió ampliar sus murallas, así como el radio del Pomerium.
La Ciudad serviana, llamada así por la
ampliación dirigida por el rey Servio Tulio, la cual mantenía el Pomerium
creado en la Ciudad de las Cuatro Regiones pero amplió su muralla a fin de
incluir en su recinto el monte Aventino.
LAS MURALLAS SERVIANAS
El cerco urbano más antiguo se conoce en general con el nombre de "Muralla Serviana"; su primer
constructor habría sido el sexto rey de Roma, Servio Tulio, hacia mediados del
siglo VI a. C. La actual muralla, de bloques de toba de la Grotta Oscura, por
supuesto es mucho más tardía: fácilmente se puede datar hacia la primera mitad
del siglo IV a. C.
En la actualidad se ha generalizado una tendencia a negar cualquier
verosimilitud a la tradición antigua, no del todo justificada en este punto
específico, pues no faltan indicios que nos harían suponer la existencia de
unas murallas aún más antiguas. Tales testimonios son:
Las fuentes literarias que atribuyen al rey Servio Tulio la inclusión del Esquilino en la ciudad, e incluso
quizá la del Quirinal y el Viminal (una tradición confirmada por la existencia
de templos, al menos sobre la primera de estas colinas, desde el siglo VI). Si
es así, no podemos pensar que la ciudad, totalmente desprovista de defensas por
este lado absolutamente llano, haya permanecido abierta e inerme como presa
fácil para cualquier atacante. El Agger,
macizo terraplén defensivo con que contaba Roma en la zona comprendida entre el
Quirinal y el Esquilino, debía tener un precedente desde el siglo VI a. C.
Tramos de muralla de cappellaccio,
la toba del lugar, muy porosa, usada casi exclusivamente en la edad arcaica,
que se conserva en diversos puntos de la ciudad. En el siglo IV a. C. fueron
restaurados con bloques de toba de Grotta Oscura, lo que prueba su mayor
antigüedad respecto a los últimos.
Las investigaciones arqueológicas demostraron que en muchas ciudades
de Etruria y de Lacio había muros defensivos ya en el siglo VI a. C., si no
antes.
En cualquier caso, este cerco más antiguo, de toba, seguía en casi
todos sus puntos el mismo trazado que tuvieron las murallas posteriores hechas
con el material de Grotta Oscura, con el que se alzó la nueva muralla, después
de la ocupación gala (390 a. C.), que constituyó una prueba de la debilidad de
las defensas de la ciudad. Livio nos da la fecha exacta cuando recuerda que los
censores del 378 a. C. adjudicaron la construcción de la nueva muralla, que se
debía hacer saxo quadrato,
con bloques cuadrados. La toba que se empleó fue la de las canteras de Grotta
Oscura, que era accesible desde la conquista de Veyes, ocurrida en el 396 a. C.
Las restauraciones de las murallas se fechan en el 353, en el 217, en
el 212 (durante la segunda guerra púnica) y en el 87 a. C. (durante la guerra
civil entre Mario y Sila). La técnica de construcción del muro del siglo IV es
idéntica en todas partes: las hiladas de los bloques (en general de unos 59
cm., o sea, dos pies romanos) están dispuestas alternativamente de cara y de
canto. La altura total era de unos 10 m., y el espesor de más de 4 m. en
algunos puntos. La obra necesitó de la colaboración de muchos canteros que trabajaron
al mismo tiempo, como se advierte en los puntos de unión, donde los tramos
hechos por cada trabajador se tocan y no coinciden perfectamente. También se
atendía a la organización de la cantera, lo que se ve con claridad en las
numerosas marcas visibles en los bloques, que se explican como un medio para
controlar el trabajo cumplido por cada cantero u operario.
La longitud total de las murallas llegaba casi a 11 km, en torno a una
superficie de unas 426 hectáreas que, aunque no estuviera del todo ocupada,
configuraba la ciudad más extensa de la península itálica.
Su trazado, según se puede reconstruir a través de los vestigios y de
las referencias antiguas, era el siguiente: el Capitolio estaba dentro de las
murallas, que recorrían la ladera de la colina hacia la mitad de su altura, por
el lado que daba al Campo de Marte. Una puerta, tal vez la Catularia, se debía abrir en la base de la escalinata que
bajaba del Capitolio. Sobre el lado septentrional, es decir, el opuesto, se
alzaba una puerta a los pies del Arx, aproximadamente donde hoy está el
Museo del Risorgimento: se trata de la Porta Fontinalis. Después la muralla pasaba por la cumbre que separa
el Capitolio del Quirinal, que desaparecería a causa de los trabajos de
construcción del Foro de Trajano.
Sobre el Quirinal se encuentra un núcleo de importancia. Se puede ver
un resto de muralla, tal vez perteneciente a un lateral de la Porta Sanqualis. Dentro del
cercano Palacio Antonelli se puede ver un arco de sillares de toba de
Monteverde.
No se trata de una puerta, sino de la abertura de un cuarto de
balística, tal vez para catapultas. Desde aquí el muro seguía las laderas
occidentales y septentrionales del Quirinal: en este tramo se abrían la Porta Salutaris y la Porta Quirinalis. Más adelante, la
muralla describía un brusco giro hacia el sur, hasta llegar a la Porta Collina. En este punto
comenzaba el tramo más fortificado, conocido con el nombre de Agger y prolongado hasta la Porta Esquilina; así protegía la
parte más débil, totalmente llana, de la ciudad: el Quirinal, el Viminal y el
Esquilino.
Hacia la mitad del sector se abría la Porta Viminalis. A continuación, el curso de la muralla es
menos seguro. Debía seguir por la Colina
Opia, bajaría por el valle que hay entre esta montaña y el Celio, por cuya
ladera subiría. Después de bajar del Celio, las murallas atravesaban el valle
flanqueado por este monte y el Aventino, donde a poca distancia del lado curvo
del Circo Máximo estaba la Porta
Capena. El cerco de las murallas encerraba el Pequeño y el Gran
Aventino. La muralla seguía por la ladera, a media altura, hasta sus últimas
estribaciones meridionales.
Uno de los problemas más complejos es el recorrido que seguían entre
el Aventino y el Capitolio. Una teoría afirma que el lado de la ciudad que daba
al río no estaba cerrado por la muralla: sólo dos brazos protegían los lados
del Foro Boario. Otra teoría asegura que hubo un brazo de muralla paralelo al
Tíber, que desde al Aventino alcanzaba el ángulo suroccidental del Palatino, y
de aquí, el Capitolio. Sin embargo, según las investigaciones arqueológicas, el
trazado de la muralla seguía un recorrido mucho más cercano al Tíber.
Puertas en la muralla serviana:
·
Porta
Flumentana – desde la Vía Aurelia, cruzaba Roma después de atravesar el Tiber.
·
Porta
Carmentalis – en la parte occidental de la Colina Capitolina.
·
Porta
Fontinalis – se dirigía desde el norte de la Colina Capitolina a través del Campo
de Marte a lo largo de la Vía Lata.
·
Porta
Sanqualis – en el Quirinal.
·
Porta
Salutaris – en el Quirinal.
·
Porta
Quirinalis – en el Quirinal.
·
Porta
Collina – la puerta más al norte, en el Quirinal, desde la Vía Salaria. En este
lugar acampó Aníbal en el asedio de la ciudad en el 211 a. C.
·
Porta
Viminalis – en el Viminal. Esta es la parte que se conserva y es visible desde
la estación Termini.
·
Porta
Esquilina – en el Esquilino, todavía visible,
donde se construyó más tarde el arco del emperador Galieno; da a la Vía
Labicana, Vía Praenestina y la Vía Tiburtina.
·
Porta
Querquetulana – da a la Vía Tusculana.
·
Porta
Caelimontana – esta puerta se preserva por el arco de Publius Cornelius
Dolabella, reconstruido en el 10 a. C.
·
Porta
Capena – la puerta por la que la Vía Apia abandonaba Roma camino al sur de
Italia después de separarse de la Vía Latina.
·
Porta
Naevia – en el Monte Aventino, daba a la Vía Ardeatina.
·
Porta
Raudusculana – se dirigía al sur, a lo largo del Tiber y la Vía Ostiensis.
·
Porta
Lavernalis – unida a la Vía Ostiensis.
·
Porta
Trigemina – una puerta triple cerca del Foro Boario, también da a la Vía
Ostiensis.
La Porta Esquilina
también conocida como Arco de Galieno es una puerta de las Murallas
Servianas, en el Esquilino, justo al
lado de la iglesia de San Vito.
El Arco de Galieno
sufrió una intensa reconstrucción en tiempo de Augusto, momento en el que se
realizó una inscripción que en el siglo III, concretamente en tiempos del
emperador Galieno fue borrada, realizándose una nueva inscripción que decía GALLIENO
CLEMENTISSIMO PRINCIPI, CUIUS VIRTUS SOLA PIETATE SUPERATA EST, ET SALONINAE
SANCTISSIMAE AUGUSTAE | AURELIUS VICTOR V..E.., DICATISSIMUS NUMINI
MAIESTATISQUE EORUM, es decir A Galieno, príncipe clementísimo, cuyo invicto
valor solo es superado por su piedad, y a Salonina, Santísima Augusta | Aurelio
Victor, varón egregio, totalmente consagrado a la voluntad de sus majestades.
Falta una parte de la inscripción que posiblemente pudo hacer referencia al
emperador Valeriano.
Los restos que hoy se
conservan de dicho arco, que debió de tener otros dos arcos más pequeños a los
laterales, pero que fueron destruidos en el siglo XV, muestran una altura de
casi 9 metros, estando realizado con bloques de travertino.
Porta
Flumentana:
una puerta en el muro servio, cerca del Tíber. De cuyo hecho se deriva el
nombre. Fue sin duda en esa parte del muro que conectó el Capitolio con el río,
ya que el distrito conocido como extra portam Flumentanam estaba evidentemente
en la parte sur del campo de Marte, y fue ocupado, al menos en parte, por las
casas de Los ricos.
Porta Carmentalis: una puerta de la
muralla serviana que deriva su nombre del santuario vecino de Carmenta
en la esquina suroeste del Capitolino. La ubicación de
esta puerta era muy cerca de la intersección de la actual Via della
Consolazione y la Via della Bocca della Verità. Parece
haber tenido dos aperturas, y una de estas aperturas se llamó porta Scelerata porque los malvados Fabii marcharon a través de él hacia el territorio etrusco en el 306 a.C.
Porta
Fontinalis:
una puerta conocida sólo por dos pasajes de la literatura y tres inscripciones
pero se supone que ha estado en la muralla de Servia. En el año 193 a.C. se construyó una porta Fontinali y esta es la única indicación topográfica que tenemos, aparte
de la conexión con resortes Indicado por el propio nombre. El sitio exacto del Ara Martis está en disputa, pero fue en el campus Martius, al oeste de
la vía Lata, y por lo tanto la visión más general en la actualidad es que el Porta Fontinalis se encontraba en el lado noreste de El
Capitolio, entre él y el Quirinal, donde un camino ciertamente conectó el campus con el foro. La aparición de esta puerta en las inscripciones indica que
continuó existiendo en alguna forma durante el imperio y era aparentemente una
localidad bien conocida.
Porta
Sanqualis:
una puerta, indudablemente en la muralla de Servia, nombrada del templo de Semo
Sancus. Por lo tanto, por lo general, se encuentra situado al sur del sitio de
este Templo en el Collis Mucialis, cerca de la actual Piazza Magnanapoli.
Porta
Salutaris:
una puerta en la Collis Salutaris. Que se dice haber derivado su nombre del
templo de Salus. El Clivus Salutaris probablemente condujo a él, y su lugar
fue, por lo tanto, justo al suroeste del templo, en el extremo superior de la
actual Via della Dataria.
Porta Quirinalis:
una puerta en la pared de la muralla Serviana que se menciona solamente una
vez.
La puerta estaba probablemente justo al norte del templo de Quirinus,
donde una antigua calle, que corresponde a la moderna Via delle quattro
Fontane, cruzaba la línea de la muralla. En este sitio se han encontrado restos
de pasos que pueden haber pertenecido al acercamiento a la puerta.
Porta Collina:
Puerta en el extremo del norte del agger,
nombrada Collina, porque estaba en el
collis Quirinalis.
Algunos restos de
ella se encontraron en 1872 en la Vía Venti Settembre bajo la esquina noreste
del Ministero delle Finanze. La porta Collina de la Edad Media se define como ad
Castellum Adriani, y es una puerta de la ciudad
Leonina.
Porta
Viminalis:
Puerta en el Viminal, en medio de la muralla Serviana. Algunos restos de ella
todavía se ven justo al norte de la estación de ferrocarril. El camino que
emanó de ella parece haber sido de importancia secundaria y pasaba a través de
la pared de Aureliano al sur del campo de Praetorian La llamada Porta Chiusa.
Porta
Querquetulana:
Puerta - probablemente en la muralla serviana - que derivó su nombre de un
roble vecino Querquetularia. Para los
Queretulanae virae (ninfas que presiden este bosque), Según la tradición, el
caeliano se llamaba una vez el mons Querquetulano, y si esto es verdadero o
falso, la porta Querquetulana estaba indudablemente en esta colina, muy
probablemente entre la porta Capena y el porta Caelimontana, donde un antiguo
camino provenía de la ciudad Al sur del actual S. Stefano Rotondo.
Porta Caelimontana:
Puerta en el Caelian, probablemente el sur de la porta Esquilina. Se supone generalmente que el Arcus
medieval Basilidis, un arco en el rizo
Herculaneus sobre la línea de una calle antigua a una distancia
corta al noroeste de Lateran, substituyó
la vieja porta Caelimontana
como un arco similar al de la Porta Capena,
pero la línea de la pared es incierta aquí, y la puerta puede haber sido un
poco más al oeste y más cerca de SS. Quattro Coronati.
Porta Capena: Puerta cerca de la
Colina de Celio, anteriormente el bosque
sagrado donde se creía que Numa Pompilio y Egeria (una de las Camenas) se
conocieron y besaron. Fue uno de los principales accesos a la Antigua Roma ya
que se encontraba sobre la Vía Apia. Aunque se desconoce el origen del nombre,
es posible que se refiera al hecho de que el camino lleva a Capua, una ciudad
importante de Campania, al sur de Roma.
La plaza de Porta Capena alberga las oficinas
de la FAO y el Casino La Vignola Boccapaduli. En esta misma plaza se
hallaba el Obelisco de Aksum, un botín de guerra que fue devuelto a Etiopía en
2005.
Porta Raudusculana:
Puerta, mencionada al lado de la porta Naevia
por Varro, Quien dice que se llamó raudusculana quod
aerata fuit. Maximus el nombre vino de los cuernos de bronce
colocados a la puerta en memoria del pretor Genucius Cipus, de cuyos cuernos en
la frente habían saltado mientras que él estaba en la guerra. Esto fue interpretado como un augurio de
que sería rey si volviera a Roma, y para evitar este desastre a su país, se
quedó en el extranjero. La explicación más probable del
nombre es que la puerta se fortaleció con platos o bisagras de bronce.
La
existencia de un vicus portae R
(a) udusculanae
en Regio XII es prueba de la
localización de esta puerta en la parte oriental del Aventino.
Se cree que el vicus es una continuación del
Vicus Piscinae Publicae,
y si es así, la porta estaba en la depresión
entre las dos partes de la colina, en el cruce de la moderna Viale Aventino y
la Via di Porta S Paolo.
Porta Lavernalis:
Puerta en la muralla serviana, llamada de un altar vecino y arboleda de
Laverna. Es mencionada por Varro después de la Naevia y Raudusculana, y por lo
tanto se supone generalmente que había estado al oeste de estos dos en el
Aventino, donde una antigua carretera, correspondiente a la actual Via del
Priorato, pasó a través de la muralla.
Porta Trigemina:
una puerta importante y frecuentemente mencionada en la literatura antigua, en
la muralla serviana entre el Aventino y el Tíber, en la Región XI. El sitio
exacto es un asunto de disputa, ya que la línea de la muralla aún no se ha
determinado.
Otros a unos 40 metros al sur de Santa María
en Cosmedin, donde se encontró un arco de toba de 3,30 metros de ancho sobre
una carretera asfaltada. Y otros en la esquina norte del Aventino, cerca de Santa
Anna dei Calzettari, aproximadamente a medio camino entre los otros dos puntos.
El nombre se explica mejor
suponiendo que la puerta tenía tres aberturas, para acomodar el tráfico pesado
de este distrito y de la Via. Justo
en el exterior era un lugar favorito para los mendigos, y una estatua de L.
Minucius que ha llevado a algunos a identificar Porta
Trigemina con Porta Minucia.
Se han encontrado algunas inscripciones, en las que se encuentra el nombre de
esta puerta.
Muralla Aureliana
Las murallas
aurelianas son una construcción militar de carácter defensivo construida en
la ciudad de Roma por el emperador Aureliano. Su longitud original
fue de 19 kilómetros, pero en la actualidad
sólo se conservan 12,5 kilómetros. El propósito de su construcción fue defender
Roma de las invasiones bárbaras, que comenzaron a
partir del año 271 d.C.
El círculo completo
rodeaba una superficie de 13,7 km². Las paredes cuentan con 3,5 m de grosor y 8
m de altura con una torre cuadrangular cada 100 pies romanos (29,6 m). Fueron
remodeladas en el siglo
V,
doblando la altura (llegando hasta 16 m), por orden del general Flavio
Estilicón,
hombre fuerte del Imperio en época de Honorio. Tenían forma de hexágono y en ellas se
emplazaban 382 torres, 7.020 almenas, 18 puertas
principales, 5 poternas, 116 letrinas y 2.066 ventanas
exteriores.
Constituyen un ejemplo
de obra urbanística y desarrollo de la época, y en cierta medida se adelantaron
a la amenazada existencia de las ciudades en la Edad Media.
En el año 2001, 400 metros de las murallas fueron
destruidos por una violenta tormenta, pero se restauraron y
reinauguraron en el año 2006.
Muralla cerca de la Pirámide Cestia
Sección de las murallas entre la Porta
Ardeatina y la Porta San Sebastiano.
Puertas
en los Muros aurelianos
·
Porta
Appia, más tarde rebautizada Porta San Sebastiano. La estructura original es de
la época aureliana, edificada por lo tanto hacia el 275, disponía de una abertura con dos arcadas
encima de las cuales se encontraban ventanas, también con arcos, comprendidas
entre dos torres semicilíndricas.
·
Porta
Ardeatina
·
Porta
Asinaria
·
Porta
Aurelia, después rebautizada Porta San Pancrazio, comprendida en la muralla
janiculense.
·
Porta
Aurelia, después rebautizada Porta Cornelia — Hoy desaparecida. También
fue llamada Porta San Pietro.
·
Porta
Latina
·
Porta
Metronia, la antigua Porta Metrovia.
·
Porta
San Giovanni
·
Porta
Maggiore o Porta Praenestina-Labicana. La Porta Maggiore ('Puerta Mayor'), o
Porta Praenestina, es una de las puertas orientales pertenecientes a la antigua
pero bien conservada Muralla aureliana de Roma del siglo III. Por la puerta pasaban
dos calzadas antiguas: la Via Praenestina y la Via Labicana.
·
Porta
Tiburtina, posteriormente llamada Porta San Lorenzo.
·
Porta
Clausa o Porta Chiusa
·
Porta
Nomentana, sustituida por la Porta Pia.
·
Porta
Pia. Es uno de los adelantos para la ciudad realizado por el papa Pío IV, y
nombrada de esta manera en su conmemoración. Está localizada al final de la Via
Pia, y fue diseñada por Miguel Ángel para sustituir a la Porta Nomentana,
que estaba situada varios cientos de metros al sur. La construcción comenzó en 1561 y finalizó en 1565.
·
Porta Salaria. Fue demolida en 1921.
·
Porta
Pinciana
·
Porta
del Popolo o Porta Flaminia o Porta San Valentino.
·
Porta
Settimiana
Porta
Appia,
La actual Porta San Sebastiano ('Puerta de San Sebastián', en español)
es la más grande y de las mejor conservadas de las puertas del cinturón
defensivo de las murallas aurelianas de Roma. El nombre original era Porta
Appia porque por allí se salía a la Vía Apia, la «regina viarum» que
comenzaba un poco más atrás de la Porta Capena de las murallas servianas, y lo
conservó por mucho tiempo.
En el Medioevo, también era llamada Accia
(o Dazza o Datia), cuya etimología es bastante incierta;
aparentemente estaría ligada al hecho de que en su proximidad el arroyo Almone,
llamado «Acqua Accia». Un documento del 1434 la menciona como «Porta
Domine quo vadis». Solo después de la mitad del siglo XV se puede
finalmente documentar el uso del nombre que ostenta aun hoy, debido a que se
encuentra próxima a la basílica de San Sebastián extramuros y a las catacumbas
de San Sebastiano.
La estructura original es de la época
aureliana, edificada por lo tanto hacia el 275, disponía de una abertura con
dos arcadas encima de las cuales se encontraban ventanas, también con arcos,
comprendidas entre dos torres semicilíndricas.
El recubrimiento de la fachada era en
travertino. Durante una de sus restauraciones las dos torres fueron ampliadas,
elevadas y conectadas, con dos muros paralelos al preexistente arco de Druso,
situado a tan solo algunos metros en el lado interno de la puerta, de modo que
se formó un patio interno, en el cual el arco desempeñaba la función de
contrapuerta.
En ocasión de la recuperación hecha en el
período 401/402 por el emperador Honorio la puerta fue rediseñada con una sola
arcada, con un ático sobreelevado en el cual se abren dos filas de seis
ventanas de arco y se le agregó un pasillo abierto por donde circulaba la
ronda. La base de las dos torres se asentó en dos basamentos de planta
cuadrada, revestidos de mármol. Un reacondicionamiento posterior le dio
finalmente el aspecto actual, en el cual toda la estructura, incluso las torres
se sobreelevó de un piso. Algunos estudiosos dudan que esta remodelación sea
obra de Honorio, en tanto que no existe la habitual placa recordatoria que este
dejaba en todas sus intervenciones en las murallas y puertas de Roma.
El cierre se hacía mediante una puerta de
madera de dos hojas y por medio de una compuerta de movimiento vertical que se
deslizaba en unas canaletas visibles aun hoy. La operación de esta compuerta se
hacía desde la cámara de maniobra ubicada justamente encima de la puerta.
Dada la importancia de la Vía Apia, por la que
se salía de la ciudad, sobre todo en la época romana, toda el área estaba
involucrada en un intenso tráfico ciudadano. Aparentemente en la proximidad de
la puerta existía un área de estacionamiento de los medios de transporte
privados de los personajes, evidentemente de un rango elevado, que podían
permitírselo. Desde aquí entraban en la ciudad. Se trataba de lo que hoy se
definiría como aparcamiento o patio de transferencia, en vista de que el
tráfico en la ciudad no estaba permitido para los medios privados. A esta
regla, no estaban exonerados siquiera los miembros de la casa imperial, cuyos
medios privados se estacionaban en una zona reservada (llamada «mutatorium
Caesaris»), poco distante en el inicio de la vía Appia.
Son de notable interés algunos croquis visibles
sobre el revestimiento en travertino de las bases del monumento; podría
tratarse de indicaciones para la medición del trabajo de los talladores de
piedra. Según el historiador italiano Antonio Nibby, en el centro del arco de
la puerta, en el lado externo, está esculpida una cruz griega inscrita en una
circunferencia, con una inscripción en griego, dedicada a San Cono y a San
Jorge, fechada en el siglo VI/VII, pero no se ha conservado ninguna traza
visible. A la derecha de la puerta, en el lado interno se encuentra grabada la
figura del Arcángel Miguel mientras mata un dragón, al costado de la figura de
puede leer, en escritura gótica, un texto en el cual se recuerda la batalla que
se libró el 29 de septiembre de 1327 (día de San Jorge), entre las milicias
romanas gibelinas de la familia Colonna, guiadas por Giacomo de’ Pontani (o
Ponziano), contra el ejército guelfo y gibelino del rey de Nápoles Roberto de
Anjou, guiadas por Giovanni d'Epiro y Gaetano Orsini.
Pero más allá de los testimonios oficiales con
un cierto valor histórico, el imperio romano es interesante también por la
riqueza de grafitis y trazas ciertamente no oficiales, pero que documentan la
vida cotidiana que, en torno a la puerta, se ha desarrollado a lo largo de los
siglos.
El
arco de Druso (fachada hacia Porta San Sebastiano).
Muy probablemente son obra de los peregrinos
las varias cruces grabadas en los muros y el monograma de Cristo (JHS con la
cruz sobre la «h») visible en la pared izquierda de la puerta, en frente al
Arcángel Miguel; se pueden leer varios nombres italianos y extranjeros (un
cierto Giuseppe Albani ha escrito tres veces su nombre asociado con tres
fechas, la última inteligible es del 1622; para uso de viajeros extranjeros
alguien ha grabado una especie de indicación para llegar a la Porta San
Giovanni o a la Basílica de San Juan de Letrán, visible nada más salir por la
puerta, sobre la izquierda: «DI QUA SI VA A S. GIO…», interrumpido por
algo o por alguien; se pueden observar una variedad de incisiones difíciles de
interpretar. Escribir en los muros es sin duda una actividad ancestral.
El Arcángel
Miguel y la inscripción medieval
El 5 de abril 1536, in ocasión del ingreso a
Roma del Emperador Carlo V, Antonio da Sangallo el Joven transformó la puerta
en un verdadero arco de triunfo, decorándola con estatuas, columnas y frisos,
llegando incluso a demoler edificios existentes para abrir una vía triunfal
hasta el Foro Romano. El evento se inmortalizó con una inscripción sobre el
arco, que, con un exceso de adulación comparaba a Carlos V con Escipión el
Africano: «CARLO V ROM. IMP. AUG. III. AFRICANO». Por esta misma puerta
pasó también, el 4 de diciembre 1571, el cortejo triunfal en honor a
Marcantonio Colonna, el vencedor de la batalla de Lepanto. El elemento de dicho
cortejo que suscitó mayor curiosidad fue ciertamente el desfile de los ciento
sesenta prisioneros turcos encadenados. Para esa ocasión el Pasquino, la famosa
estatua parlante de Roma, quiso dar su parecer, pero esta vez sin palabras: fue
vista con la cabeza de un turco ensangrentada y una espada.
Ya desde el siglo V y por lo menos hasta el XV,
está documentada la práctica normal de concesionar por licitación, o incluso la
venta a privados de las puertas de la ciudad y el cobro del peaje por el
respectivo tránsito. En un documento del 1467 se menciona un bando que
especifica la modalidad de la licitación de las puertas de la ciudad por un
período de un año. En un documento del 1474 se relata que el precio de
concesión por las puertas Latina y Appia juntas era de «fiorini 39, sollidi
31, den. 4 per sextaria» («tasa semestral»); se trataba de un precio no
excesivamente alto, lo que estaría indicando que el tráfico por las puertas
tampoco era excesivo, pero suficiente de cualquier manera para asegurar una
buena ganancia al comprador. Ganancia que estaba reglamentada con tablas
detalladas que se referían a cada tipo de mercadería,[3] pero que eran abundantemente arredondeado por
abusos de todo tipo, a juzgar por la cantidad de protestas, edictos y amenazas
que se emitían.
Al lado de la torre occidental se pueden ver
trazas de una portezuela que ha sido cerrada mediante una pared. Algunos
estudiosos opinan que ha sido abierta y luego vuelta a cerrar en muy corto
tiempo, razón por la cual no presenta señales evidentes de haber sido usada.
Por lo que se refiere al interior del edificio
que alberga la puerta, las transformaciones más importantes son recientes, se
desarrollaron entre 1942 y 1943, cuando toda la estructura fue ocupada y
utilizada por Ettore Muti, en la época secretario del partido fascista. A esa
época se deben en efecto los mosaicos bicromáticos en blanco y negro que
decoran varios ambientes.
Actualmente las torres albergan el Museo de las
Murallas (Museo delle Mura, en italiano), en el cual se pueden observar
modelos de la construcción de las murallas y de las puertas en sus varias
fases.
Porta
Ardeatina: Se encuentra en la
zona intermedia entre la Porta Appia y Porta San Paolo, cerca de los arcos modernos abiertos para el paso de la
Via Cristoforo Colombo. Cerrado probablemente muy pronto (ya en el ' siglo
VIII no se menciona), lo que
queda ahora le permite clasificarlo como poco más que un postigo , enmarcado en travertino , cuya característica más interesante es la presencia,
tanto fuera como dentro de 'interior de la pared, un tramo de carretera
asfaltada desde la época romana, donde las huellas dejadas por la compra de
tráfico son visibles, que debe haber sido bastante sostenida.
Desprovisto de torres de defensa, se evita esta
deficiencia proporcionando una protrusión de la pared que, por lo tanto, podría
servir como un pequeño bastión.
Según un testigo
humanista e historiador Poggio Bracciolini, incluso en la puerta Ardeatina se fija a la placa
conmemorativa de costumbre que recuerda a la restauración llevada a cabo por el
emperador Honorio en 401 - 403 . En este caso puede que no
sea un simple paso secundaria, sino más bien una verdadera puerta de entrada
con un solo fondo de saco.
En las inmediaciones de la puerta, en el
interior, son las huellas visibles de una tumba empotrada en la pared, de
acuerdo con el proyecto del emperador Aureliano en virtud del cual, para
ahorrar dinero y acelerar la construcción de la pared del tiempo, se insertaron
en el propio muro estructuras preexistentes.
La puerta en un grabado de Rossini
Lo que queda de la
puerta
Porta Asinaria:
una puerta en el muro aureliano
en el Caeliano, justo al suroeste de la Porta S. Giovanni, a través de la cual
pasa la Vía Asinaria. Este camino no tenía importancia, y la masividad de la
puerta podía deberse a la proximidad del palacio de Letrán. Por otros escritores de la Edad Media se llamó
Porta Asinaria Lateranensis y Porta S. Johannis que distorsiona el nombre antiguo en Assenarica. Fue cerrada en 1408, pero probablemente abrió de nuevo, y no
permaneció cerrada hasta que fue construida la moderna Porta S. Giovanni en
1574.
La estructura existente de concreto de ladrillo no es posterior a Honorius. Muestra trazas de varios cambios de plan o adiciones en el
mismo material, y es uno de los mejor conservados de todas las puertas.
Tiene dos baluartes largos con frentes semicirculares y tres filas de ventanas,
y estos baluartes están flanqueados por torres cuadradas de escaleras: y por encima
del arco se encuentra la habitual cámara larga en la mampostería con dos filas
de ventanas, de las cuales la inferior interrumpe una torre.
Fachada externa
de la Porta Asinaria
Fachada interna
Porta
Aurelia: La puerta se levanta cerca de la cima de la colina
Janiculum y su primer edificio podría remontarse al final de la República
romana, cuando un humilde conjunto de viviendas en la margen derecha del Tíber
estaba rodeado por un pequeño muro urbano.Más tarde marcó el vértice sur del tramo de la muralla,
construido en 270 por el emperador Aureliano, que subió la colina con un diseño
en forma de triángulo.
Una de las características relevantes de la XIV Región , donde se erguía la
puerta, era que la Via Aurelia vetus pasaba por ella: la calle partía de
Pons Aemilius , subía la colina y salía del pueblo por la puerta, que tomaba
su nombre de la actual Via Aurelia Antica. Por esta razón, el nombre anterior de la puerta era Porta
Aurelia , aunque las denominaciones Gianicolense o Aureliana
- del nombre del cónsul que concibió y construyó la carretera - se atestiguan. La importancia del
cercano sepulcro del mártir cristiano Pancras, de la catacumba consagrada a él
y después de la Basílica, destinos de continuas peregrinaciones, se hizo tan
frecuente a lo largo de la calle consular, que influyó -como en muchos otros casos-
el proceso de cristianización de la nomenclatura de las puertas romanas, y
desde el siglo VI la puerta se le otorgó el nombre que mantiene hasta el día de
hoy.
En la vecindad, en el interior, había los molinos públicos, situados cerca
de la fusión del acueducto llamado Aqua Traiana , que funcionó hasta el
final de la Edad Media.
El aspecto original de la puerta es absolutamente desconocido y
probablemente también se levantó en una posición levemente diferente. Algunas pistas que datan de los siglos XVI y XVII
podrían llevar a suponer que tenía un solo arco con dos torres cuadrangulares a
sus lados, confirmando así la estructura típica de todas las restauraciones
llevadas por el emperador Honorio a principios del siglo V.
Porta San Pancracio
1849
El
53 de febrero, la puerta cedió al sitio de los godos conducidos por Vitiges.
Toda la puerta fue reconstruida parcialmente en
el siglo XVII por Mattia de Rossi, un discípulo de Gian Lorenzo Bernini,
durante la construcción de la nueva muralla urbana llamada Mura Gianicolensi,
por orden del Papa Urbano VIII. De
Rossi simplemente retiró la puerta, pero mantuvo la contraventana aureliana. Las nuevas murallas sustituyeron, por demolición, todo
el tramo de muros aurelianos que se alzaban en el lado derecho del Tíber, así
como Porta Portuensis y Porta San Pancrazio, que fueron completamente
reconstruidas (la primera se convirtió en la actual Porta Portese unos 400 m
más al norte que la antigua posición), con el estilo arquitectónico barroco
típico de esa época.
La puerta se hizo más tarde famosa por los
combates que tuvieron lugar en la zona, entre abril y junio de 1849, entre las
unidades militares de la República Romana, capitaneada por Giuseppe Garibaldi,
y las tropas francesas intervinieron para proteger al Papado. En esa ocasión la
puerta fue destruida por los bombardeos franceses. Fue reconstruido en su
aspecto actual por el arquitecto Virginio Vespignani en 1854, por encargo del
Papa Pío IX, y tuvo una vez más un papel prominente el 20 de septiembre de
1870, cuando fue pasado por las tropas del General Nino Bixio, Al mismo tiempo
del que entra en Porta Pia.
En el siglo XIX, se colocó la siguiente
inscripción en el ático:
PORTAM PRAESIDIO URBIS IN IANICULO VERTICE PORTAM PRAESIDIO URBIS EN IANICULO VERTICE
AB URBANO VIII PONT.
AB URBANO VIII PONT. MAX. MAX. EXTRUCTAM COMMUNITAM
COMUNIDAD DE EXTRUCTAM
BELLI IMPETU AN.
BELLI IMPETU AN. CHRIST. CRISTO. MDCCCLIV
DISIECTAM MDCCCLIV DISIECTAM
PIUS IX PONT.
PIUS IX PONT. MAXIMUS MAXIMUS
TABERNA PRAESIDIARIS EXCEPIENDIS TABERNA PRAESIDIARIS EXCEPIENDIS
DIAETA VECTIGALIBUS EXIGENDIS DIAETA VECTIGALIBUS EXIGENDIS
RESTITUIT
RESTITUIR
ANNO DOMINI MDCCCLIV PONTIFICATUS VIII ANNO DOMINI MDCCCLIV PONTIFICATUS VIII
ANGELI GALLI EQ TORQUATO PRAEFECTO AERARII CURATORI ANGELI GALLI EQ TORQUATO PRAEFECTO AERARII CURATORI
(El Papa
Pío IX reconstruido en el año 1854, séptimo de su propio pontificado, como
morada para albergar a los soldados de la guarnición y como pabellón para
cobrar los deberes, la puerta fortificada construida para la defensa de la
ciudad en la cima De Janiculum por el papa Urbano VIII, destruido por el ímpetu
de la guerra en 1854 - curador AG Torquato prefecto del tesoro.)
En efecto, la estructura albergaba tanto las
salas de la guarnición militar (la taberna) como la oficina para la recolección
del peaje (vectigalibus exigendis).
Porta San Pancrazio en el siglo XVIII
(grabado de Giuseppe Vasi)
Respecto a esto, vale
la pena mencionar que desde el siglo V y al menos hasta el siglo XV, las
puertas de las murallas y la recaudación del peaje fueron cultivadas o vendidas
a particulares como una práctica normal. Un documento fechado 1467 informa un anuncio que especifica las
modalidades para la venta de la subasta de las puertas de la ciudad por un
término de un año. Otro documento, fechado en 1474, afirma que el precio de licitación
de Porta San Pancrazio era "florines 25, por sextaria " (" cuota
semestral ") Es un precio bastante moderado, por lo tanto el tráfico
urbano a través de esa puerta debe ser moderado también. Se documentan dos
ofertas relativas a Porta San Pancrazio durante el siglo XV, así como otra, concedida
en 1566 por el Papa Pío V a su sobrino Lorenzo Giberti.
El peaje era generalmente disciplinado por
tablas precisas, con respecto a la carga por cualquier tipo de mercancías, pero
fue continuamente redondeado por diferentes tipos de infracciones, como lo
demuestra varios edictos contra esta costumbre.
Puerta san Pancracio hoy en día
Porta Latina:
Marcó el extremo de Roma de la Via Latina y da su nombre a la Iglesia de San
Giovanni a Porta Latina. La mayor parte de la estructura actual data de Honorius,
incluyendo las dovelas del arco (aunque a menudo se atribuyen erróneamente a
una restauración del siglo VI de Belisario, debido a una cruz y un círculo
esculpidos en la piedra angular interior y el Chi Rho entre Α Y Ω esculpido en
la piedra angular exterior). También están
cerca el oratorio de San Giovanni en Oleo y el Columbarium pagano de Pomponius
Hylas.
El
único arco de la puerta está construido de bloques irregulares de travertino ,
con una hilera de cinco ventanas por encima en el exterior, y una sexta en
ladrillo, en el extremo sur, coronada por almenas de piedra. El arco está flanqueado por dos torres semicirculares de
hormigón de ladrillo (casi enteramente reconstruidas, probablemente en el siglo
VI), que no se elevan por encima de la parte superior de la sección central.
La torre norte
descansa sobre cimientos de mampostería que pueden haber pertenecido a una
tumba.
Porta Metrovia:
Con el tiempo, se les dio varios nombres, pero todos
(incluyendo la actual) la deformación de un Metrovia originales (tal vez
derivan de algunos Metrobio o Metronianus que al parecer podría
estar en las posesiones de la zona, durante el final del Imperio Romano). Una hipótesis un poco de fantasía ', creado por los
filólogos del siglo XIV , define el puerto Metaura, por lo que el nombre
deriva de destino Aurum, el lugar donde se deposita y se pesó el oro de
los tributos que vierte provincias en Roma antes de ser transferido al Estado.
Pero nada corroborar esta hipótesis. El único nombre que se desvía de estas raíces es "Porta
Gabiusa", debido a la forma en que comenzó a partir de allí (ahora Via
Gallia), fue posible llegar a la ciudad de Gabii .
Originalmente no era de particular importancia, tanto es así que se abrió
con las características de un postigo de tercera categoría, al igual que las puertas Pinciana y Asinaria pero mientras que estos dos fueron promovidos al rango
de puertas reales durante la restauración operada alrededor de 402 por el emperador Honorio , el Metronia permaneció mucho
más tiempo una apertura sencilla utilidad. Como confirmación adicional de poca importancia, único entre
todos los puertos de Roma, abierto en la base de una torre almenada se proyecta
en el lado interior de la pared que, en esa zona, hace una gran curva.
El fondo de saco, sin jambas y dinteles, es un arco
simple en ladrillo , siendo visible desde ambos lados, aunque se amurallado. El cierre parece se remonta a 1122 , cuando el Papa Callisto utiliza el puerto como un paso de ''Agua Mariana",
por lo que es inaccesible para el tráfico. Proveniente de la zona Squarciarelli, cerca de la actual
Grottaferrata , el goteo de agua Mariana se acercó en Roma entre la Via Appia Nuova y Tuscolana justo al lado de la Puerta de San Juan y entró en la ciudad, de hecho, a través de Porta
Metronia
justo después de que se uniera con la corriente procedente de la zona de la
Lateranense (cuyas aguas ricas en mineral de hierro dio el área entre Porta
Asinaria y Porta Metronia
el nombre "Ferratella") y continuó en la dirección del Circo
Massimo y luego llenar el Tíber cerca el Maxima Cloaca . De "Mariana" a "Marrana" un pequeño paso, y con este nombre
que los romanos tomaron para definir generalmente un curso de agua
semi-estancadas, especialmente después, en 1601 , la zona se vio afectada por un brote grave debido a
'insalubridad de la zona pantanosa.
Un recuerdo de su posterior trabajo de restauración en las paredes
adyacentes, la puerta se ha dejado en el interior de la misma, la única
evidencia casi perfectamente conservado y legibles (aunque no se rompen
fácilmente), una lápida medieval, que data de 1157 , en el periodo pleno municipal. En los elegantes personajes del siglo XIII dice, el uso
de algunos abreviatura, como en ese año, por iniciativa de una docena de
senadores (i consiliatores), el Senado y el pueblo
romano que proporcionaron
para reparar las paredes, se derrumbó debido a la edad:
ANNO MCLVII INCARNT AÑO MCLVII
INCARNT
DNI NRI IHV XRI SPQR HEC MENIA DNI NRI IHV XRI SPQR HEC MENIA
VETUSTATE DILAPSA RESTAURA Vetustate DILAPSA RESTAURA
VIT SENATORES SAASO IOHS DE AL VIT senatores SAASO IOHS DE AL
BERICO ROIERI BUCCACANE PINZO BERICO ROIERI BUCCACANE Pinzo
FILIPPO IOHS DE PARENZO PETRUS DS De Filippo IOHS Parenzo Petrus DS
ET SALVI CENCIO DE ANSOINO ET DE SALVI Cencio
RAINALDO ROMANO RAINALDO
ROMANO
Las inscripciones en la pared del lado
interior de Porta Metronia
Más allá de la importancia epigráfica y arqueológica, la inscripción es un
documento histórico de excepcional importancia. La utilidad de la restauración de la sección de la pared
que, 35 años después del cierre del puerto se había convertido en inservible,
de hecho, sólo se explica por razones históricas y políticas, sino que fueron
los años de amargas luchas del papado y del imperio contra las ideas
revolucionarias y democráticas de Arnaldo de Brescia , que fueron la demolición de la estructura feudal
teocrática de la ciudad en favor de una ciudad libre luchó por la abolición
de los privilegios feudales en favor de una participación popular en la gestión
política y administrativa de Roma. El Papa Adriano IV excomulgó a toda la ciudad, el ejército de Barbarroja estaba estacionado en San
Pedro, que estaba luchando en
las calles en un movimiento revolucionario que duró un par de años y que, sólo
por las necesidades de defensa de la ciudad, se indujo el Senado romano para
llevar a cabo las intervenciones necesarias en las paredes.
Es interesante observar que en 1157 el lado de la inscripción no es otro, que
data de 1579 , en la que (además de la transferencia de la puerta de Rione Sant'Angelo
a Campitelli) figura, entre las consiliatores de otra
restauración, una descendiente de ese mismo Nicola Mannetto menciona en la
lápida anterior.
Los cuatro arcos laterales (que usurparon el nombre de
la puerta ahora cerrado) se abrieron, por razones calles de la ciudad, en dos
momentos diferentes en la primera mitad del siglo pasado.
Porta San Giovanni: Toma
su nombre, sin cambios con el tiempo, por su proximidad a la basílica
de San Juan de Letrán .
Se estructura en
un único gran arco construido por el papa Gregorio XIII a posiblemente por Giacomo
Della Porta ,
o, más probablemente, por Giacomo Del Duca , que ya había colaborado con Miguel
Ángel la construcción de Porta
Pia. La confusión se debe al hecho de que las crónicas de lo
general hablan de un famoso arquitecto Giacomo. La tradición popular romana, sin embargo, insiste en la presencia de Della
Porta, tanto es así que muere cerca de la puerta "creó", debido a una
violenta indigestión de melones y sandías, al regresar de un viaje a Castelli
Romani .
Fue inaugurado en 1574 y su apertura, hace parte necesaria de la
reestructuración de toda la zona de la Lateranense para un cómodo transporte
hacia y desde el sur de Italia, decretado el cierre definitivo de la cerca y
mucho más impresionante Porta Asinaria , época Aureliana, que se ha convertido casi inutilizable
para la elevación gradual del nivel del suelo circundante y también por esta
totalmente inadecuada para apoyar el volumen de tráfico.
La estructura se confirma el uso para el que fue
diseñado: es más parecido a la entrada de una casa que a la de trabajo
defensivo, es completamente sin torres laterales, bastiones y almenas, y
proporcionó en lugar de una muesca pronunciada y un adorno sencillo compuesto
por una cara con barba grande en la parte superior de la propia puerta, en el
lado externo.
Siempre en el exterior se encuentra la placa conmemorativa de la obra de
construcción, que establece que:
GREGORIVS XIII PONT. MAX MAX
PVBLICAE VTILITATI ET VRBIS ORNAMENTO PVBLICAE VTILITATI ornamento Vrbis ET
VIAM CAMPANAM CONSTRAVIT VIAM CAMPANAM CONSTRAVIT
PORTAM EXSTRVXIT portam EXSTRVXIT
ANNO MDLXXIIII PONT. AÑO MDLXXIIII PONT. III III
PVBLICAE VTILITATI ET VRBIS ORNAMENTO PVBLICAE VTILITATI ornamento Vrbis ET
VIAM CAMPANAM CONSTRAVIT VIAM CAMPANAM CONSTRAVIT
PORTAM EXSTRVXIT portam EXSTRVXIT
ANNO MDLXXIIII PONT. AÑO MDLXXIIII PONT. III III
La puerta daba acceso a la misma a través de Campana, la actual Via
Appia Nuova ,
que durante los primeros tres millas siguió la ruta de la antigua Via Asinaria,
anteriormente Via Labicana. Para el nombre de la campana a través de ambas etimologías generalmente
aceptados: era el camino que llevaba en Campania , sino también aquel al que, fuera de los muros, que
llegó al campo de Castelli Romani.
Más de una serie de eventos históricos y militares de particular importancia,
Porta S. Giovanni está vinculada a las tradiciones romanas, prácticamente
desapareció hoy en día, especialmente la relacionada con la "Noche de San
Juan", el 23 de junio, la "Noche de las Brujas" con la gran
fiesta al aire libre, una vez tan cara a los romanos. Según la leyenda, en esa noche el fantasma de Herodías, que había convencido a
su marido Herodes Antipas decapitó a Giovanni Battista , organizó una especie de reposo de las brujas en los
prados de Letrán para despojar a los romanos que predispone una gran fiesta
en torno a que entre las multitudes y los fuegos artificiales, los coloca en la
carrera. Más y San Juan característica de la noche es la costumbre de
comer caracoles, que simbolizan los cuernos discordia (el significado de la
traición es mucho más reciente): comerlos fueron enterrados en los contrastes
de estómago y rencores acumulados durante el año pasado , dando un sentido a la
costumbre de la reconciliación.
El moderno distrito Appio Latino, junto a la puerta, nacido en 1926, para descomponer y
eliminar los viñedos villas y casas de campo, casas de huéspedes y prados. En ese momento también se remonta a la
apertura, por razones de tráfico, los arcos a cada lado de la puerta, como se
puede observar en la actualidad.
Port St. John
Vista panorámica de Piazzale Appio
Porta
Maggiore:
("Puerta Mayor"), o Porta Prenestina, es una de las
puertas orientales de la Muralla Aureliana.
Por la puerta pasaban dos calzadas antiguas: la
Via Praenestina y la Via Labicana. La Via Prenestina era
el camino oriental hacia el pueblo de Praeneste (la moderna Palestrina). La Via
Labicana (actualmente llamada Via Casilina) se dirige hacia el
sudeste de la ciudad.
La puerta original fue construida en el año 52
por el emperador Claudio, antes de la construcción de la muralla y estaba
formada por arcos en medio de dos acueductos, el Aqua Claudia y el Anio
Novus. Porta Maggiore se construyó como un monumental arco doble de
travertino blanco, y contiene inscripciones que elogian a los emperadores
Claudio, Vespasiano y Tito por su trabajo en los acueductos. Originariamente se
la conocía como Porta Prenestina.
El emperador Aureliano convirtió a la puerta en
parte de la Muralla Aureliana en 271. Luego se la modificó aún más cuando el
emperador Honorio expandió las murallas en 405. Aún pueden verse los cimientos
de un cuartel de la guardia que fueron agregados por Honorio, mientras que la
parte superior de la puerta, tal como fue construida por Honorio, fue
trasladada al costado izquierdo de la Porta.
Cerca de la puerta, justo fuera de la muralla,
se encuentra la Tumba del Panadero, construida por Marco Virgilio Eurysaces.
En el ático siguen siendo visibles tres
inscripciones (repetidas en ambos lados de la puerta). La superior se refiere
al 'Anio Novus y al emperador Claudio por la construcción de la puerta:
TI. CLAVDIVS DRVSI F.
CAISAR AVGVSTVS GERMANICVS PONTIF. MAXIM.
TRIBVNICIA POTESTATE XII COS. V IMPERATOR XXVII PATER PATRIAE
AQVAs CLAVDIAM EX FONTIBVS QVI VOCABANTVR CAERVLEVS ET CVRTIVS A MILLIARIO XXXXV
ITEM ANIENEM NOVAM A MILLIARIO LXII SVA IMPENSA IN VRBEM PERDVCENDAS CVRAVIT
TRIBVNICIA POTESTATE XII COS. V IMPERATOR XXVII PATER PATRIAE
AQVAs CLAVDIAM EX FONTIBVS QVI VOCABANTVR CAERVLEVS ET CVRTIVS A MILLIARIO XXXXV
ITEM ANIENEM NOVAM A MILLIARIO LXII SVA IMPENSA IN VRBEM PERDVCENDAS CVRAVIT
([En el año 52] el emperador Tiberio Claudio
César Augusto Germánico tuvo las aguas de la Claudia y las trajo de los
manantiales llamados Caeruleus y Curtius milliario 45, y como el Anio Novus del
millario 62, ambos de sus recursos.)
Exterior de la Porta Maggiore.
Los restos de
la puerta de Honorio
Porta Tiburtina o
Porta San Lorenzo: es una puerta en las Murallas Aurelianas a través de la
cual la Via Tiburtina sale de la ciudad.
La puerta originalmente era un arco, construido bajo Augusto, en el punto
en que tres acueductos (Aqua Marcia, Aqua Julia y Aqua Tepula)
pasaron por la Via Tiburtina. El arco fue restaurado por los emperadores Titus y Caracalla.
El arco de Augusto fue incorporado en las Murallas Aurelianas por el Emperador
Aureliano.
En el momento de la restauración de Honorius, en el siglo V, se construyó una
segunda abertura externa, con cinco pequeñas aberturas que iluminaron la
habitación donde se operaba la puerta.
Con el tiempo, la
puerta cambió su nombre en Porta San Lorenzo , debido a la presencia del
cercano por basílica de San Lorenzo fuori le Mura. La gente común, sin embargo, lo llamó Capo
de Bove o Porta Taurina, ya que el arco de Augusto estaba decorado
con cráneos de toro.
La puerta es el testigo de la victoria obtenida en la noche del 20 de
noviembre de 1347 por el líder popular romano Cola di Rienzo contra las fuerzas
baronesas de la ciudad, en la que el líder de este último, Stefano Colonna, fue
asesinado.
Al lado de la puerta, está la iglesia de Santa Bibiana.
El arco de Augusto lleva tres inscripciones. En la parte superior, en el Aqua Julia una inscripción de 5 a.C que dice:
IMP(erator) CAESAR DIVI IULI F(ilius) AUGUSTUS PONTIFEX
MAXIMUS CO(n)S(ul) XII TRIBUNIC(ia) POTESTAT(e) XIX IMP(erator) XIIII RIVOS
AQUARUM OMNIUM REFECIT" IMP (generador) CAESAR DIVI IULI F (ilius) AUGUSTUS PONTIFEX MAXIMUS CO
(n) S (ul) XII TRIBUNIC (ia) POTESTAT (e) XIX IMP XIIII RIVOS AQUARUM OMNIUM
REFECIT"
Imperator César Augusto , hijo del divino Julio ,
pontifex maximus , cónsul por duodécima vez, tribuno de la plebe por
decimonovena vez, imperator por decimotercera vez, restauró los canales
de todos los acueductos .
En el centro, el Aqua Tepula lleva una leyenda que
data de la restauración del Emperador Caracalla, en 212:
IMP(erator) CAES(ar) M(arcus) AURELLIUS ANTONINUS PIUS
FELIX AUG(ustus) PARTH(icus) MAXIM(us) BRIT(annicus) MAXIMUS PONTIFEX MAXIMUS
AQUAM MARCIAM VARIIS KASIBUS IMPEDITAM purgato fonte excisis et perforatis
montibus restituta forma adquisito etiam fonte novo Antoniniano in sacram urbem
suam perducendam curavit
IMP (arator) AURELLIUS ANTONINUS PIUS FELIX AUG (ustus) PARTH (icus) MAXIMO
(MAXIM) BRIT (annicus) MAXIMUS PONTIFEX MAXIMUS AQUAM MARCIAM VARIIS KASIBUS
IMPEDITAM purgato fuente excisis y perforatis montibus restituta forma
adquisito etiam Fuente novo Antoniniano en sacram urbem suam perducendam
curavit
perator César Marco Aurelio Antonino Pío Felix Augusto, Parthicus
Maximus , Britannicus Maximus , trajo en su ciudad el Aqua Marcia obstaculizado
por varios impedimentos, después de limpiar la fuente, cortar y perforar las
montañas, restaurar el camino, y haber proporcionado la nueva fuente
Antoniniana
En el canal inferior de Aqua Marcia hay una inscripción sobre la
restauración por Emperador Titus en 79:
IMP(erator) TITUS CAESAR DIVI F(ilius) VESPASIANUS
AUG(ustus) PONTIF(ex) MAX(imus) TRIBUNICIAE POTESTAT(is) IX IMPerator) XV
CENS(or) CO(n)S(ul) VII DESIG(natus) IIX P(ater) P(atriae) RIVOM AQUAE MARCIAE
VETUSTATE DILAPSUM REFECIT ET AQUAM QUAE IN USU ESSE DESIERAT REDUXIT" IMP (er) TITUS CAESAR DIVI F (ilius) VESPASIANO AUG
(ustus) PONTIF (ex) MAX (imus) TRIBUNICIAE POTESTAT (es) IX IMPerator) XV CENS
(o) CO (n) IIX P (ater) P (atriales) RIVOM AQUAE MARCIAE VETUSTATE DILAPSUM
REFECIT Y AQUAM QUAE EN USU ESSE DESIERAT REDUXIT
Imperator Titus César , hijo del divino Vespasiano Augusto ,
pontifex maximus , tribuno de la plebe por novena vez, imperator por
decimoquinta vez, censor , cónsul por séptima vez, (cónsul) escogido por octava
vez, pater patriae , restaurado Los canales del Aqua Marcia destruidos
por el tiempo, y restaurado de nuevo el agua que ya no se utiliza
Vista de la
Porta, desde el interior de las Murallas Aurelianas, con el mármol blanco del
arco de Augusto indicando la puerta.
Porta Clausa: Las
noticias respecto a esta puerta son muy escasas, ya que fue tapiada en una
fecha desconocida, pero todavía muy temprana (de ahí el nombre) y por lo que
parece hoy en día, casi oculta, en el Civic 4-6 a través de Monzambano.
No se sabe cómo se llamaba originalmente. Era la puerta sur de Castro
Pretorio , los grandes
cuartel de la guardia pretoriana que el emperador Tiberio construyó entre el 20 y el 23 de reunir en un solo lugar las 9 cohortes establecidas por Augusto como un guardia imperial. De aquí en
adelante, probablemente, una carretera secundaria que une tanto a la Nomentana que al Tiburtina. Cuando Aureliano, hacia 270 - 273, incluyendo el campamento en el perímetro defensivo, se
planteó la pared exterior, que estaba equipada con nuevas almenas, más densas y
puertos del norte que estaban cerrados (cuyas huellas aún son visibles). Por otro lado, el oeste, se
abría hacia la ciudad.
A
principios del siglo V fue restaurado por Honorio con características arquitectónicas que aparecen hoy en día hecho
de volver a esa intervención.
La fachada, con un solo arco, estaba cubierto de
travertino el arco medir
externamente 8,60 m de ancho, 4,13 m con una luz interna, con cierre de
corredera. Fue coronada con una sala de control, que todavía son
visibles cinco ventanas de arco toda la estructura fue asediada "corte de
diamante". a sexta ventana está bloqueada por medio de una reconstrucción del muro
construido por el Papa Urbano VIII .
Desde la primera mitad del ' siglo VIII ya no está entre las rutas y descripciones de Roma son,
y fue enterrado o parcialmente debido a la planta adicional de la tierra
adyacente, o incrustado en una propiedad privada.
Porta Clausa
grabado por Giuseppe Vasi, 1750
Porta
Nomentana:
Se encuentra a lo largo de
Viale del Policlinico, a unos 70 m al
este de Porta Pia.Ahora está bloqueada y es simplemente un muro fronterizo
para la embajada británica.
Fue construida como una puerta de un solo arco
entre 270 y 273 d.C. por el emperador Aureliano. Su torre original semicircular
derecha (sobre cimientos cuadrados) todavía está por verse, mientras que su
izquierda incorporó una tumba, presumiblemente perteneciente a Quintus Aterius,
un orador famoso en la corte de Tiberio, llamado por Tácito "un viejo
Hombre hecho podrido por la adulación "(senex foedissimae adulationis) y
mencionado por él como el primero en levantarse para refutar el rechazo fingido
de Tiberio de la corona imperial.
El mármol de esa tumba fue utilizado para
cubrir la puerta en restauraciones de Honorius en 403, que al mismo tiempo
bloqueó las dos poternas cercanas en dirección a Castra Praetoria y restauró el
porta Salaria A diferencia de la vecina Via Salaria, la vía Nomentana, que
condujo a Nomentum, la moderna Mentana, fue de menor importancia.
En el período medieval, la puerta fue conocida como la
Puerta de Santa Inés porque condujo a la Basílica de Sant'Agnese. También se
refirió como Porta de Domina o Domnae.
Un documento de 1474 cita el precio de la Porta
Nomentana (se conoce que el precio del contrato para la puerta Nomentana
(llamada Porta La Donna), era igual al precio bajo de fiorini 24, soll 47 por
sextaria (Pagados en cuotas semestrales).
Fue convertido en una puerta de dos arcos por
el Papa Pío IV en 1564 (como se describe en una inscripción papal en la
puerta), el mismo año que fue sustituida por Porta Pia como la ruta de acceso a
la vía Nomentana.
El arco de ladrillo de esta fase, rematado por
los brazos papales, y la torre semicircular derecha original (con los
fundamentos del cuadrado) todavía están para ser vistos. Diez años después, la
Porta Asinaria también se cerró para ser reemplazada por la nueva Porta San
Giovanni. La torre original de la izquierda del siglo III fue demolida en 1827
para excavar la tumba del siglo I d.C (antes de la puerta, la zona había estado
fuera del centro de la ciudad y estaba poco poblada y, por tanto, ideal para un
cementerio).
Puerta Pía: Es uno de los adelantos
para la ciudad realizado por el papa Pío IV, de quien le viene el nombre. Está
localizada al final de la Via Pia, y fue diseñada por Miguel Ángel para
sustituir la Porta Nomentana que estaba situada varios cientos de metros al
sur.
La construcción comenzó en 1561 y finalizó en
1565, después de la muerte del artista. Una medalla de bronce conmemorativa de
1561 realizada por Gianfederico Bonzagna, muestra un plano primitivo de Miguel
Ángel, muy diferente de su diseño final. La fachada en las afueras de la ciudad
fue terminada en 1869 con el diseño neoclásico de Virginio Vespignani.
Fue a través de una brecha en el muro cercano a
este lugar, realizada por fuego de artillería, por donde el 20 de septiembre de
1870 entraron a Roma los soldados Bersaglieri para completar la
Unificación de Italia. Un monumento en la plaza frente al portal y otro en el
área de la brecha celebran el evento. Las construcciones entre las dos entradas
del portal, que una vez acogieron a la aduana, son ahora la sede del Museo
Histórico de los Bersaglieri, con la monumental tumba de Enrico Toti.
En este lugar, el 11 de septiembre de 1926, el
activista antifascista Gino Lucetti lanzó una bomba contra el automóvil que
transportaba a Benito Mussolini, pero sin ninguna consecuencia.
Porta Salaria: Era una puerta de la
Muralla Aureliana, demolida en 1921.
Porta Salaria fue parte de la Muralla Aureliana
construida por el emperador Aureliano en el siglo III, y que incluía una
edificación anterior para así apresurar las obras. Por ella pasaba la Via
Salaria nova, que se unía a la Via Salaria vetus ('antigua Via
Salaria') fuera de la ciudad. La puerta tenía un único pasaje y estaba
flanqueada por dos torres semicirculares. Los Horti Sallustiani estaban
situados en la ciudad justo detrás de la puerta.
Durante la restauración emprendida por el
emperador Flavio Honorio a principios del siglo V, el arco fue fortalecido a opus
mixtum y, sobre él, se abrieron tres enormes ventanas.
Esta fue la puerta por donde entró a Roma el
rey godo Alarico I para realizar el famoso saqueo de Roma. En 537, el terreno
entre Porta Salaria y Castro Pretorio fue el escenario del asalto efectuado por
el rey godo Vitiges contra las tropas de Belisario.
En la Edad Media, a diferencia de otras puertas
de la ciudad. Porta Salaria no recibió un nombre cristiano.
El 20 de septiembre de 1870, el trecho de la
Muralla Aureliana entre Porta Salaria y Porta Pia fue testigo del fin de los
Estados Pontificios (véase Captura de Roma). La puerta fue dañada por los
disparos de la artillería italiana y, al año siguiente, fue demolida. En 1873
fue reconstruida siguiendo los planos del arquitecto Virginio Vespignani, sin
embargo, en 1921 se decidió demolerla nuevamente para abrir el área al tráfico.
En el terreno que ocupaba, ahora se encuentra la Piazza Fiume.
Porta Salaria
en un aguafuerte de Giuseppe Vasi (siglo XVIII).
Porta Pinciana: Es
una puerta de las Murallas Aurelianas.
El nombre deriva del gens Pincia, que poseía la
colina epónima (Pincian Hill). En la antigüedad también se llamaba Porta
Turata, puerta cerrada, y Puerta Salaria vetus, pasando por ella la Via Salaria
más antigua (la Via Salaria nova pasaba bajo la Porta Salaria).
La puerta fue construida bajo el emperador
Honorius en el siglo V temprano, adaptando una entrada anterior más pequeña del
servicio. Los dos pasajes laterales son una adición moderna. La puerta se
mantuvo cerrada hasta principios del siglo XX.
Durante la Edad Media una leyenda contó que el
general bizantino Belisario, que aquí había defendido Roma contra los
ostrogodos en el sitio de 537-538 , había sido visto aquí como un mendigo.
Porta del Popolo: Su nombre original era
Porta Flaminia porque de aquí salía, y sale en la actualidad, la Vía
Flaminia, que antiguamente empezaba mucho más al sur, en la Porta Fontinalis,
cerca del Monumento a Víctor Manuel II. En el siglo X recibió el nombre de Porta
San Valentino por la basílica y catacumbas homónimas, situadas al inicio
del actual Viale Pilsudski.
El origen del nombre de la puerta y de la plaza
homónima hacia la cual se abre no es claro: se pensaba que podía derivar de los
numerosos álamos (pioppi en italiano) que cubrían la zona, pero es más
probable que el topónimo esté relacionado con los orígenes de la iglesia de
Santa Maria del Popolo, que fue construida en 1099 por el papa Pascual II con
una suscripción más o menos voluntaria del pueblo romano.
Dada la importancia de la Vía Flaminia, desde
sus primeros tiempos tuvo el papel de distribución del tráfico entrante en la
ciudad más que un uso defensivo. Esto condujo a la suposición, sin embargo
dudosa, de que se construyó inicialmente con dos arcos (con las dos torres
cilíndricas laterales) y que solo en la época medieval, reducidas las
exigencias del tráfico a causa del derrumbe demográfico, fue reducida a un solo
arco. En la época del papa Sixto IV la puerta se presentaba semienterrada y
víctima de una abandono secular, dañada por el tiempo y por los asedios
medievales; la restauración superficial se limitó a un apuntalamiento y
refuerzo parcial de la estructura.
La puerta se encuentra hoy un metro y medio
aproximadamente por encima del nivel antiguo. Los residuos transportados por el
río en sus ocasionales inundaciones y la lenta pero constante erosión de la
colina del Pincio habían elevado el terreno que la rodea, haciendo que no se
pudiera aplazar más la elevación de la puerta, necesidad que ya fue advertida
pero ignorada durante la remodelación realizada a principios del siglo V por el
emperador Honorio.
El aspecto actual es fruto de una
reconstrucción del siglo XVI, necesaria también por la importancia que en esa
época la puerta había adquirido de nuevo desde el punto de vista del tráfico
urbano proveniente del norte. La fachada exterior fue encargada por el papa Pío
IV a Miguel Ángel, quien sin embargo transfirió el encargo a Nanni di Baccio
Bigio, que realizó la obra entre 1562 y 1565 inspirándose en el Arco de Tito.
Las cuatro columnas de la fachada provienen de la antigua Basílica de San Pedro
y enmarcaban el único gran arco, coronado por la placa conmemorativa de la
restauración y por el escudo papal sostenido por dos cornucopias; las torres
originales de base circular fueron sustituidas por dos grandes torres de
guardia cuadradas y toda la estructura fue coronada por elegantes almenas. En
1638 entre las dos parejas de columnas se insertaron las dos estatuas de san
Pedro y san Pablo, obra de Francesco Mochi, que habían sido rechazadas para la
Basílica de San Pablo Extramuros.
La inscripción en la placa central, colocada
como recuerdo de la restauración de Pío IV, recita:
PIVS IIII PONT MAX
PORTAM IN HANC AMPLI
TVDINEM EXTVLIT
PORTAM IN HANC AMPLI
TVDINEM EXTVLIT
STRAVIT ANNO III
Grabado de Giuseppe Vasi.
Por su parte, la fachada interior fue realizada
por Gian Lorenzo Bernini para el papa Alejandro VII y ejecutada con ocasión de
la llegada a Roma, el 23 de diciembre de 1655, de la reina abdicataria Cristina
de Suecia, como recuerda la inscripción «FELICI FAVSTO [QVE] INGRESSVI ANNO DOM
[INI] MDCLV» («para una entrada feliz y propicia, Año del Señor de 1655»),
esculpida sobre el ático de la fachada interior por voluntad del mismo papa.
También se colocó el escudo de familia de Alejandro VII (el monte de seis
piezas coronado por la estrella de ocho puntas, emblema de los Chigi). La
ubicación de la inscripción, además de su breve texto, es bastante singular:
está sobre la fachada interior de la puerta en lugar de, como parecería más
lógico, sobre la exterior, donde habría sido visible por quien entrara en la
ciudad; se diría, argumenta Cesare D'Onofrio, que el papa quisiera de algún
modo mantener las distancias de la intromisión y de la desbordante personalidad
de la recién convertida ex-soberana, con todas las complicaciones diplomáticas
relacionadas. La visita fue de todos modos un suceso memorable para el pueblo
de Roma, tanto por la pompa y lujo, como por la decepción provocada a
comerciantes y ambulantes que fueron obligados a suspender durante algunos días
sus actividades para permitir la limpieza y mantener el decoro a lo largo de
todo el recorrido del desfile desde la Porta del Popolo hasta San Pedro.
Bajo la puerta habían pasado otros desfiles
espectaculares: el más grandioso fue el del ejército francés de Carlos VIII,
que el 31 de diciembre de 1494 desfiló durante más de seis horas brindando una
rara demostración de potencia militar, pero también los desfiles de cardenales
que, con el papa a la cabeza, se dirigían a caballo al consistorio suscitando
la entusiasta y respetuosa admiración del pueblo de Roma.
Para hacer frente a las mayores exigencias del
tráfico urbano, en 1887 se abrieron los dos arcos laterales, para cuya
realización había sido necesario, ya en 1879, demoler las torres que
flanqueaban la puerta. Con ocasión de esas obras (que costaron 300 000
liras) salieron a la luz restos particularmente importantes para la
reconstrucción histórica de la puerta, relativos a la antigua estructura de
época aureliana y a las torres cilíndricas. Como testimonio de las obras se
colocaron dos placas sobre la fachada exterior, sobre los lados de la de Pío
IV: la inscripción de la izquierda recuerda la primera intervención:
ANNO MDCCCLXXIX
RESTITVTAE LIBERTATIS X
TVRRIBVS VTRINQVE DELETIS
RESTITVTAE LIBERTATIS X
TVRRIBVS VTRINQVE DELETIS
FRONS PRODVCTA
INSTAVRATA
La
otra recuerda la segunda intervención:
S P Q R
VRBE ITALIAE VINDICATA
INCOLIS FELICITER AVCTIS
VRBE ITALIAE VINDICATA
INCOLIS FELICITER AVCTIS
GEMINOS FORNICES
CONDIDIT
Cerca de la puerta se encontró una de las pietre
daziarie, colocadas en 175 cerca de algunas puertas importantes y
descubiertas en tiempos diferentes: se han encontrado solo otras dos, junto a
la Porta Salaria y la Porta Asinaria. Se colocaron para identificar una suerte
de límite administrativo, donde se encontraban las oficinas aduaneras. Pero si estas
oficinas se encargaban de la recaudación de los impuestos sobre las mercancías
en entrada y salida de la ciudad, en época medieval fueron dedicadas también al
cobro del peaje para el tránsito por las puertas, algunas de las cuales eran
propiedad de algún rico terrateniente. Los primeros testimonios de esta
institución, que estuvo en vigor al menos hasta principios del siglo XV, se
remontan al siglo V. Pero es del siglo IX (cuando los pontífices, en pleno
enfrentamiento con el Ayuntamiento de Roma, tenían el control administrativo
sobre las gabelas de casi todas las puerta) un testimonio según el cual el
papa Sergio II concedió la recaudación del peaje de la Porta Flaminia al
Monasterio de San Silvestro in Capite.
Porta
Settimiana:
Se levanta en el vértice norte del triángulo áspero trazado por las paredes de
la ciudad - construida por el emperador Aureliano en el 3ro siglo - en el área
de Trastevere un para arriba a través del Janiculum.
La puerta marca el comienzo de la Via della Lungara y es la única puerta, en la
margen derecha del Tíber (las otras son Porta Portuensis, y Porta San
Pancrazio), que se levanta justo en el lugar donde fue construida, A pesar de
sus restauraciones y reconstrucciones.
Hay varias teorías sobre el significado del
nombre. Una etimología relacionada con su ubicación al norte del Templo de
Janus (septentrio e Ianus en latín) parece plausible. Las hipótesis más
recientes tienen en cuenta la posibilidad de que el nombre proviene de la
proximidad a un monumento de la edad de Septimio Severo: tal vez fue un arco
del acueducto que trae agua a los baños termales dedicados al Emperador. Tal
vez la entrada del Horti Getae, los jardines propiedad del hijo del emperador
Publio Septimius Geta, el hermano de Caracalla y el co- emperador durante unos
meses. Tal vez una verdadera puerta que da acceso al barrio de Trastevere,
dentro de muros que no tenían importancia militar en ese momento. En este caso,
la puerta debe ser de fecha de al menos 60 años antes de la construcción de las
paredes aurelianas. Durante la Edad Media hubo una proliferación de leyendas:
según uno de ellos, Augusto, antes de convertirse en emperador, había levantado
siete himnos mientras hacía una peregrinación al templo de Janus ("septem
Iano laudes").
Un pasaje de Livio, que sin embargo no menciona explícitamente la puerta,
podría indicar que fue construido durante la monarquía. Sin embargo, en aquella época no había muro en la orilla derecha del Tíber (el
primero fue construido en 87 a.C), sino sólo una fortaleza que protegía a Pons
Sublicius. Por lo tanto
la cita parece ser totalmente confiable.
No
ha quedado ninguna huella o información sobre la estructura arquitectónica
anterior. Tal vez sólo consistía en una potranca o algo así. La puerta ha sido
mencionada (pero no con certeza) como el punto de encuentro entre Lucius
Cornelius Cinna y Gaius Marius con su ejército durante la Guerra Social, y
ningún otro documento antiguo lo menciona hasta un documento escrito en 1123.
La importante arteria que discurre entre el río
y el Janiculum, que partió de Porta Settimiana y condujo a Porta Santo Spirito
y luego a la Basílica de San Pedro (ahora Via della Lungara), se llamaba
antiguamente Via Santa, Debido a su importante papel para el acceso de los
peregrinos. La calle y la puerta se mencionan en algunos documentos que datan
de finales del siglo XIV, disponiéndose para mantenerlos limpios y libres de
escombros de la inundación del río y para no tirar basura, de modo que el
camino fuera adecuado para Su nombre y función. Después de una restauración por
el Papa Nicolás V en 1451, en 1498 - debido a la notable importancia que la
calle había adquirido - el Papa Alejandro VI reconstruyó la puerta y la amplió,
levantándola probablemente de su nivel anterior y dándole el aspecto actual. En
esa ocasión se perdió una inscripción que se refería a Septimio Severo según
algunos contemporáneos. Probablemente fue una pista importante para la
reconstrucción de la historia de la puerta. En 1643, durante la construcción de
las murallas del Janículo por el Papa Urbano VIII, casi todo el tramo de muros
aurelianos en la orilla derecha del río fue derribado y la puerta fue incluida
dentro de las nuevas murallas, perdiendo así cualquier función militar y de
acceso.
La última renovación, realizada por el Papa Pío
VI en 1798, mantenía un aspecto militar - incluido en las almenas - apenas
justificable para una puerta totalmente integrada en un barrio de la ciudad.
Porta Settimiana, dibujo de Giuseppe
Vasi (alrededor de 1750)
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